I.1.
Introducción.
La importancia del sector turístico en España es muy destacable. De acuerdo con los últimos datos de la Cuenta Satélite del Turismo de España, éste representa en torno al 10,5% del PIB español y genera un volumen de empleo cercano al 9%, lo que lo sitúa como uno de los principales sectores de actividad económica. Andalucía se encuentra en unos valores prácticamente idénticos a la media nacional. Si bien en los últimos años de bonanza económica, período 2000-2007, el sector de la construcción ha liderado la generación de empleo en España relegando de este papel a otros sectores como el turístico, el derrumbe de aquél unido a la crisis financiera internacional, con sus graves consecuencias en la economía real, ha hecho que el turismo vuelva a constituirse como primer generador de empleo privado en nuestro país. La estacionalidad es uno de los fenómenos más conocidos de los destinos turísticos. Para la industria turística, la estacionalidad es un problema relacionado con la eficiencia y la capacidad de las instalaciones pero también con la gestión de otros factores con una elevada repercusión social como el trabajo. Así, en términos de capital físico y financiero, supone la infrautilización de fuertes inversiones durante largos períodos del año. En términos de empleo, conlleva, a priori, inestabilidad, temporalidad, falta de expectativas, salarios reducidos, etc., que significan en su conjunto una menor calidad en el empleo, amén de una reducción del mismo en los períodos de menor afluencia de turistas. Todo ello supone un freno para que el capital humano con mayor talento se vea atraído a este sector de actividad y, en su caso, desarrolle su carrera profesional en el
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