Rueda acaba de lanzar una novela titulada ‘La voz del pasado’.
ra o una relación y no darle mayor trascendencia es difícil para mucha gente. Si el que tiene una aventura es un hombre se dice que es un normal o que es un chulo; pero si es una mujer la cosa cambia y se empieza a decir que es una puta y muchas cosas más. Me sorprende que determinados comportamientos a día de hoy se admitan en los hombres y no en las mujeres.
¿Para ver la realidad del mundo del espionaje tenemos que borrar de la mente a Mata Hari y a James Bond? Sin duda. Mata Hari sí que existió, aunque lo que ha quedado de su vida es, cómo decirlo…
¿Que era un poco golfa? Si, y que la pillaron porque no era muy buena espía. Ni Mata Hari ni James Bond son ejemplos de los servicios secretos. Y sí que han dañado mucho al espía de verdad, a su imagen real.
Una pena. ¿Qué se exige ahora para ser un espía profesional? Mucho. Para entrar en los servicios secretos de inteligencia pueden estar 6 ❘ GENTEON
haciéndote pruebas nueve meses.
¿Cómo es un espía? Los que yo he conocido son gente normal, anodina, gente que no llama la atención. El CNI tiene ahora mismo 3.100 personas trabajando, pero hay otros miles y miles de personas al margen que son los que realmente obtienen la información.
¿Sirven de algo? En Estados Unidos no les salvaron del 11-S, en Madrid tampoco descubrieron el 11-M… Con el 11-S descubrió la CIA que por mucha tecnología que tengan no podían hacer nada contra alguien que utilizaba la paloma mensajera. Los terroristas del 11-S no daban órdenes por el móvil, no utilizaban el ordenador… Todo eso tuvo como consecuencia que hubiera un cambio radical en la concepción del espio-
El espía auténtico ni liga, ni bebe, ni vive de lujo”
naje. No sirven sólo los satélites, los servicios de inteligencia tiene que tener gente infiltrada. Los servicios secretos fallan también en los atentados de Madrid. No doy datos exactos, pero en aquellos años tenían, por poner un ejemplo, cuatrocientas personas trabajando en la lucha contra ETA y quince investigando el terrorismo islamista. Esa es más o menos la proporción. Está claro que se equivocaron, pero en lugar de castigarles contrataron a seiscientos agentes nuevos y les subieron el presupuesto. Lo mismo pasó en Estados Unidos y en Inglaterra.
¿Cuánto dinero mueve este mundo? Millones de dólares, millones de euros…
¿Le hubiera gustado ser espía? Al principio de ejercer el periodismo quizás me hubiera gustado, pero es mucho más divertido el periodismo de investigación. Los espías sólo pueden hablar de su trabajo con el Gobierno. Mis trabajos de investigación los han conocido miles y miles de personas. No nos creamos lo de James Bond: liga, bebe y vive de lujo. Eso es mentira en un espía de verdad.