Raúl Rosa Lanzo Ilustraciones: Francisco Rodríguez Moreno
Era una mañana de 1991. En un colegio mientras todos trabajaban un niño le dijo a su profesora: - Seño, ¿puedo ir al baño? El niño fue al baño pero nada más entrar encontró un agujero muy grande y notó que poco a poco se iba cerrando. Al día siguiente regresó al baño y vio otra vez el agujero. Al final el niño se decidió a entrar. Era un túnel lleno de mariposas con cuatro alas, patos con cuatro patas, gatos con alas y serpientes con tres cabezas. Aquello era otro mundo, nunca había visto nada igual. Cuando el niño se lo contó a sus compañeros, nadie lo creyó. Todos pensaron que eran alucinaciones. Un día le pidió a la maestra que lo acompañara. Cuando llegaron quedó totalmente sorprendida. Ella pensó que eso sólo pasaba en los cuentos y exclamó: - Tenemos que contarlo a todo el colegio y podemos hacer una excursión. Pusieron fecha. Sería el día 1 de mayo de 1991. Llegó el gran día. Cuarenta niños iban a la excursión, todos con linternas. Entraron en el agujero y comenzaron a ver todo lo extraño que había allí. Era como si estuvieran en otro planeta. Estaban en una zona muy húmeda, con animales muy extraños. Todos hacían preguntas, con caras asustadas. Cuando acabaron, buscaron una explicación a todo esto. Resultó que bajo el colegio hubo una mina hace muchos, muchos, años y habían dejado ese enorme agujero abierto.