El tomo del terror Antonio GonzĂĄlez PĂŠrez
Historia número 1
La casa de los mil espíritus Hace unos años había cinco amigos senderistas. Un día mientras iban por una montaña remota haciendo una ruta, empezó a llover y vieron una vieja casa de campo que era enorme. Fueron corriendo hasta ella, entraron y vieron a un hombre de anciana edad, que se presentó diciendo: -Hola, mi nombre es William Handford. Pasad, pasad y secaos un poco. Los cinco amigos pudieron observar que justamente había cinco toallas. Se secaron y William empezó: -Venga, comed un poco que se ha hecho muy tarde. Observaron que tenían justamente cinco platos dispuestos y William contó: -Yo soy un científico que ha dedicado toda su vida a estudiar lo que hay después de morir, a hablar con los muertos y demás fenómenos paranormales. Terminaron de cenar y se acostaron en sus sacos de dormir, pero, al cabo de un rato, escucharon unos ruidos, bajaron las escaleras y vieron unas extrañas luces en la pared. Entonces se dieron cuenta de que... ¡había una puerta secreta! La cruzaron y a continuación vieron a William empujando unas palancas y apretando unos botones. Entonces se abrió un portal y empezaron a salir espíritus de su interior. Por desgracia para ellos, William se había dado cuenta de que habían contemplado la escena y mandó a los espíritus contra ellos. Entonces uno de ellos cogió un libro muy empolvado y lo lanzó hacia el portal. William ordenó a los espíritus que cogieran el libro, pero ninguno de los fantasmas lo pudo atrapar y gritó: -¡Noooo, es el único recuerdo que me queda de ella!
Y la máquina explotó. El propio vórtice de la máquina absorbió a los fantasmas y al propio William. Un estallido más grande y ensordecedor que el anterior dejó a los senderistas sumidos en el sueño. Al día siguiente aparecieron a la sombra de un viejo roble. Allí vieron a un campesino y le preguntaron por William Handford. El hombre les contestó que era un científico loco del siglo XIX que se había quedado viudo. Entonces todo cobró lógica. ______________