Entrevista

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Entrevista Adriana Contreras (N): Estoy aquí con el Educador de párvulos, Leopoldo Muñoz, educador del Colegio Latinoamericano de Integración y vamos a comenzar nuestra entrevista. Leopoldo, hola buenos días. Leopoldo Muñoz (L) : Buenos días.

N: Lo primero que quería conversar contigo es acerca de tu opción profesional. ¿Por qué educador de párvulos? L: Yo pertenezco a una generación que estuvo muy influida por la reforma universitaria, por los cambios sociales, estamos hablando de los años previos a los 70. La universidad está en un proceso de reforma y hay una convicción en los jóvenes de esa época que el estado chilenos, estamos hablando en vísperas de la Unidad Popular, el estado Chileno hace grandes esfuerzos por educar a su gente a su pueblo, a su país. Este es un país sustantivamente pobre, y existe la convicción en los jóvenes, el deber de poder devolverle al Estado lo que hace por ellos. En ese minuto la educación es gratis, yo no pago un peso por la Universidad, por lo tanto tengo muchas posibilidades de elegir bastante. Tengo un marco abierto para elegir carreras. N: Muchas opciones. L: Muchas opciones. Y no tan sólo estoy estudiando educación de párvulos, estoy en el Conservatorio y estudio en la noche, en la vespertina, después de tecnología de sonido en el día. Tengo muchas posibilidades de estudiar. Y por qué educación de párvulos, porque desde el punto de vista de la educación, hay un espacio y eso lo discuto con mis pares de abandono de conocimiento que es entre 0 y 6 años, hay una infancia abandonada, que hasta hoy día se mantiene, hay muy poca investigación entre 0 y 3 años, que hoy día la están desarrollando en España en la Universidad de Pamplona. O en Italia. Pero en esa época no hay nada. Y eso permite desarrollar un nicho que no está explorado y yo tengo información de que en Alemania se ha desarrollado, en Dinamarca, tengo la posibilidad de ver películas que trae gente en ese minuto. Yo en ese minuto hago deporte regularmente y por el deporte me entero de que en ese espacio hay mucha bibliografía y documentación de trabajo con niños pequeños, y esa es la motivación por la cual entro. Hay una motivación de carácter social, vocacional. Y es una época de mucha riqueza en términos políticos, de desarrollo pedagógico, de inquietud social. Por tanto yo pertenezco a una generación que podríamos decir es letrada, altamente alfabetizada. Ese es mi gancho con la educación parvularia. Más tarde me incorporo a un plan especial que desarrolla la Universidad de Chile, y me incorporo a ese proyecto, que es fundamentalmente en terreno. Toda nuestra formación teórica generalmente está complementada por experiencias en terrenos. Somos jóvenes que en muy corto período entramos a práctica. Y esa práctica la hago en 3 poblaciones, la Nogales, la Pincoya y otra que creo que se llamaba Ultima Hora. Las clases nuestras era acondicionar espacios, porque no había nada. La Junji era muy pobre. El estado –estamos hablando de la Unidad


Popular- tiene muy pocos recursos porque tiene muchas ganas. Entonces prácticamente había que habilitar espacios. Se usan muchos los buses Mitsubishi, japoneses, que eran abandonados en ese tiempo. Me tocó hacer práctica en buses en la Pincoya. N: yo conocí esas salas por mi mamá, y tuve la experiencia de verlos en acción, entonces me hace mucho sentido lo que me estás diciendo. L: a mí me tocó implementar como sala de jardín esos buses en esa población. Fue una experiencia muy bonita. Posteriormente tuve la posibilidad de trabajar dentro de la universidad de chile 5 años, en el centro de observación, y eso me permitió tener un sustento cada vez de mejor nivel y posteriormente estudié el sistema Waldorf, donde trabajé cuando entró a Chile. Y después tuve la posibilidad de viajar y conocí la educación parvularia en Alemania, en Suiza, que eran los 2 lugares donde tenía un alto desarrollo. Y la verdad es que ahí los hombres y los jóvenes tienen un compromiso sin prejuicios, me tocó compartir con jóvenes que estudiaban en ese tiempo y la parcialidad de sus horarios la cumplían en estos jardines infantiles.

N: ¿Qué edad tenías tú cuando dices: Yo voy a ser Educador de Párvulos? L: como 18 años. N: qué dice tu familia. L: la verdad es que la relación que uno tenía con la familia era bastante lejana, la vida nuestra era prácticamente o partidaria o dentro de los espacios universitarios, éramos independientes o autosuficientes a muy corta edad. Mi relación con mi padre que se enteró cuando terminé la carrera, yo ya estaba estudiando otra. Nunca supo realmente lo que yo estaba haciendo. Es que yo creo que esto lo compartía uno con sus pares. Y ellos se reían mucho de mi opción y lo tomaban un poco a la broma entendiendo que es algo extraño. Incluso podía deslindar con mi opción sexual. Yo les decía que en rigor no tenía nada que ver con opciones sexuales, porque esto también dentro de un país marcado por un excesivo machismo, quien determine desarrollar una iniciativa pedagógica, educativa en esta área, tendría que ser homosexual. Y esa es una gran carga en nuestro país, que impide que jóvenes puedan integrarse libremente o tranquilamente a la carrera. N: Tuviste tú también un poco de resistencia desde tus propios compañeros, aún teniendo la visión ideológica… L: Sí, los tipos lo planteaban con cierto prejuicio. Y yo en ese tiempo era militante de la Brigada Universitaria Socialista. Que se desarrollaba al interior del conservatorio. Fue mi primera vez que milité políticamente como estudiante. Pero yo conozco desde el interior del mundo masculino el prejuicio, y desde el femenino tb existe el prejuicio.

N: Eso te iba a preguntar, qué pasaba con las mujeres, tu pareja, tus amigas…


L: El sector de las amigas lo tomaban con bastante normalidad y con una forma muy afectuosa. Las amigas que yo tuve eran hasta el día de hoy gente muy generosa en su amistad y en su espacio. Y en algunas profesoras, en otras era como invadirles su terreno. Era como sentir que uno era un extraño. Y siempre ellas me preguntaban si efectivamente iba a terminar la carrera. Tenían como dudas. Además que aparte de tener dudas habían prejuicios políticos. En ese tiempo la gente tiene prejuicios políticos o suspicacias políticas. Porque en la universidad no toda la gente está adscrita ala Unidad popular, hay gente de la derecha y siente un gran temor de todos estos cambios., siempre me percibían como un interventor externo, algo extraño. N: O quizás como un agente político que estaba entrometido L: Eco, que había decidido revolverles el gallinero. Ir a moverles… y la verdad es que nunca políticamente hice nada dentro de la escuela N: Desordenarles las niñitas. L: Nunca le desordené nada a nadie, mi gestión política era por fuera. Trabajaba en el cordón industrial. Era un joven adscrito a eso. Y mi actividad política yo la desarrollaba en Maipú. No tenía nada que ver con la Universidad. N: ¿La formación de ustedes duró, 2 o 3 años, cuánto? L: la mía fue bastante larga, duró como 5 años, porque tuve un año suspendido, el año 73. por tanto no me pude incorporar a la U para terminar, en ese tiempo eran 3 o 4 años en promedio. Lo mío duró casi una eternidad, yo quería terminar, y o la Universidad estaba suspendida, o el pedagógico estaba cerrado y finalmente pude hacer mi práctica en el centro de observación que tenía la U y ahí definitivamente terminé y me quedé trabajando, en el propio pedagógico. N: Qué bueno, o sea a pesar del problema se te abrieron puertas L: Todas, es que hubieron cambios, ya tuve una muy buena recepción con doña Carmen Fisher, que hasta el día de hoy le guardo mucho reconocimiento y afecto. Ella era la jefa de carrera. Ya falleció, pero ella me ayudó mucho, ella me dio la posibilidad de seguir trabajando en la U.

N:¿Cuántos varones más había en tu tiempo? L: En mi tiempo no había nadie más. Solamente estaba yo con 200 compañeras, éramos 200. N: Una promoción bastante grande. L: Sí, y es re interesante porque hoy día me encuentro con compañeras y con mucho cariño. La verdad es que fue una generación buenísima. Profesionalmente buena, gente con una mirada social que ya no se da hoy día. Yo creo que el espacio educativo está golpeado por el sistema


económico que se instaló. Esta no es una carrera que dé plata, cuesta mucho estudiar, se hace todo dificultoso. N: Hoy en día te contaré que tenemos un varón en la Universidad, estudiando uno entre 400 alumnas. Se produce un poco el mismo fenómeno. ¿Qué ves tú que hace que habiendo pasado tanto tiempo, aún no haya habido el cambio en esta carrera, que no se haya abierto el espacio? ¿Qué crees tú que pasa? L: Yo creo que n Chile se hace un experimento en educación que lo impone el filósofo economista Milton Friedman, que él estima que la educación es un buen soporte económico, estima que uno podría invertir el orden de los factores para poder desarrollar un contingente poblacional que se adscriba a un sistema económico que es este sistema neoliberal. Y este sistema empieza a valorar situaciones que en otros sistemas no están. Por ejemplo, lo que más se valora es la gestión individual. Cambia todo. Se individualiza la gestión social, los sindicatos no tiene vigencia, pierden vigencia las mutuales de trabajo. Todo el sistema social es de mutuo apoyo y colaboración y eso desaparece. Yo pertenezco a la generación de los últimos megaterios que están adscritos a cajas de ayuda común. Cajas solidarias. Cooperativas. Y se nos obliga ya en nuestros primeros años laborales a capitalizar individualmente nuestro dinero que nos va a permitir una jubilación. Hoy día yo estoy cerca de jubilar, yo dentro de 4 5 años más cumplo 60 años, y eso ya me empieza a perfilar como un potencial jubilado. Y tengo que mirar cuánta plata he reunido para pronosticar mi vida, cuántos años me va a durar ese dinero, por tanto este sistema neoliberal no sólo va perneando la calidad de vida, sino la forma de mirar la educación. Y esa forma hoy día es un mercado más. La educación nos permite hoy día tener un 10% liberado de impuesto, por eso proliferan las universidades privadas, los institutos, porque es un buen negocio. El problema es que ojalá que el buen negocio fuera acompañado de calidad y no es el caso. La calidad algunos la pueden encontrar bastante golpeada. De hecho hoy día se levanta como una de las prerrogativas de los estudiantes el cambio de la LOCE porque es una ley de amarre, que instala Pinochet y no consagra el derecho de un niño en este país que se llama Chile, sino consagra el derecho de cualquier persona de hacer negocios con plata del estado, montando un colegio llamado subvencionado, o municipalizado. N: Y en esa lógica de mercado, no sería lo atinado que se abriera este espacio laboral tanto a hombres como a mujeres, a esa contradicción apunto. ¿Por qué en esta lógica de mercado, donde todos pueden participar, donde todos pueden trabajar, se supone, donde se le ocurra, total es un ser individual. No han entrado los varones en este espacio de la educación parvularia. L: Yo creo que proporcionalmente en relación a la época en que yo estoy, a la época han entrado proporcionalmente más varones en la lógica que tú planteas. Y es así. Hay muchos jóvenes que han visto una posibilidad laboral, un nicho laboral no explotado. Y es la perspectiva que ellos miran de encontrar trabajo. Y me encuentro varios chicos ex alumnos del latinoamericano que están estudiando o sistema Montessori, o adscritos a otras modalidades curriculares que dan en algunas escuelas. En la perspectiva de resolver su situación más que vocacional, laboral. Ese es un poco hoy día, el terreno laboral define mucho más que la cosa vocacional, mucho en lo que puedes trabajar.


N: Es interesante ver esta mirada. Claro, que es sálvese, vea en qué pueda trabajar y luego decir la vocación. ¿qué es para ti la vocación de educador, qué significa? L: La verdad es que yo pertenezco a una generación que la vocación está adscrita a un compromiso social, por tanto yo soy de los hijos de la frase que dice Allende cuando visita la Universidad: Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción vital. Por tanto, el ser revolucionario de esa época significa estar abierto al mundo, tener la cabeza abierta al conocimiento, tener el coraje de enfrentar las dificultades de un continente que es bastante empobrecido. Es tener la versatilidad de poder buscar las soluciones. Yo pertenezco a la generación en que Cuba es un faro que ilumina el desarrollo educativo, médico, cultural. Nosotros somos felices de poder recibir a la nueva trova cubana que estaba haciendo el Silvio Rodríguez en esa época, es un joven, un lolo. En ese tiempo recién se está desarrollando a nivel mundial una preocupación planetaria, nosotros somos jóvenes inquietos por lo tanto sabemos que se está creando el club de Roma que es un grupo de científicos que está preocupado por el desarrollo de lo que se va a producir en 30 años más. Y nosotros paralelamente de estudiar o recibir adoctrinamiento político, sí tenemos la responsabilidad de adelantarnos, estar mirando el futuro. Y en el núcleo de trabajo ñeque yo estaba se hacía bastante estudio social y uno de esos estudios era lo que iba a ocurrir en 20 o 30 años más. N: O sea el plantearse escenarios futuros pero desde una mirada seria. L: Claro, como el militante en ese minuto no tan sólo es militante de una causa puntual. Y eso está escrito en muchos documentos del Che, de Fidel. Había una capacidad lectora, de análisis, de estudios. Nosotros teníamos dos o tres jornadas semanales aparte de estudiar en la u, jornadas donde nos juntábamos a estudiar y a analizar. N: Eso me llama la atención porque si lo comparamos con la formación que tienen los alumnos ahora es netamente técnica orientada al desarrollo del currículum y las capacidades en aula, pero no está detrás ese soporte del que me hablas. L: no hay un soporte vocacional. Y está muy escindido, muy lejano de la realidad en que se vive entonces a mí me toca. Yo trabajo en 2 universidades y de verdad es que si hay una palabra ausente dentro de la sala de clases de gente que va a ser profesional es la ética. Eso está cruzando a la universidad hoy día por todos lados y me toca conversar con colegas, y de verdad es que estamos viendo un país donde los enfermos van a ser operados del brazo contrario, y no sé, habrá gente que le sacarán las muelas del frente. N: O a los niños los encierran en el closet. L: O les ponen estos parches en la boca como ha aparecido en la tele. O se les mueren las guaguas. Eso se los he dicho yo a mis alumnos, si ustedes no tienen una conducta ética y se animan a estudiar y copian en las pruebas, o sea estamos hablando de gente que va a ser profesional en un rato más. Y eso hoy día está ausente, la ética. En gran parte de las carreras y es un tema muy


delicado, por las características de la sociedad que uno ve. El tipo está estudiando para resolver un problema laboral, no está mirando vocacionalmente su existencia. N. No hay una mirada post…. L: Para nada. N: Tu me dices que en el fondo tu fundamento fue más ideológico político a la hora de optar por la carrera, por qué no básica en lugar de párvulos. L: Porque la situación es bien puntual, y yo lo miro desde esa perspectiva, nunca tuve competidores. Entonces el axioma es resimple yo siempre he hecho cosas donde no tengo competidores. Yo en ese tiempo era joven, tenía 18 años, entrenaba atletismo, dentro del pedagógico, donde todos jugaban a la pelota. Yo usaba los recintos deportivos para el atletismo, estaba adscrito a un club que se llamaba suplementeros. La verdad es que yo siempre he hecho cosas atípicas. El club suplementeros no tenía deportistas de campo y yo y 3 compañeros más éramos de campo, yo hacía salto triple, un deporte muy extraño. Que es una variante del salto largo y los 100 metros planos, es muy interesante. Compartía esos espacios con otros 2 o 3 compañeros de la USACH que hacían otras especialidades de campo y por primera vez en la historia el club deportivo suplementero, que eran todos viejos trotadores, tuvieron deportistas de campo. Lanzadores de bala, de disco, de martillo y saltador. Por tanto mi vida siempre ha estado cruzada por hacer cosas en las cuales no tengo competidores. Y hasta el día de hoy, yo aquí en la escuela no tengo pares con los cuales interactuar. Interactúo con los profesores de básica, pero eso también te da un rango de cierta orfandad y de cierta riqueza. N: Un juego de la orfandad y del poder. L: Claro, pero un poder positivo. A mi me ha permitido indagar cosas, después te empiezas a encontrar con aquí en Chile se da eso pero en el resto del mundo existe un gran personaje de la historia de Italia que se llama Loris Malaguzzi, un periodista de los viejos comunista que se desarrollo, un tipo muy versátil y termina siendo un educador de primera línea y produce una didáctica que es hoy día investigada en el mundo. N: Que está siendo replicada en todos lados. L: Y en este minuto en Italia se dan seminarios todos los años donde está toda la gente yendo a estudiar allá. Yo en este minuto estoy estudiando el sistema de la Bella Emilia, que es extraordinario, precioso. Esto ocurre aquí en esa dimensión chilensis en pequeñito, pero en el resto del mundo es diferente. O sea por ejemplo hay pares como Alfredo Hoyuelo, que es un investigador entre 0 y 3 años, que es sociólogo, pero además es fotógrafo, pero el tipo se dedicó a la pedagogía, y es uno de los grandes investigadores de la universidad de Pamplona y es el que tiene los 3 grandes libros que ha producido él de Loris Malaguzzi, que es la ética la política y la estética. Que son 3 libros que en términos de educación parvularia hay que leer. N: Y que acá desgraciadamente no están en la bibliografía.


L: Se desconocen totalmente. Los lugares donde he planteado la idea del sistema reggiano o quienes están leyendo a Hoyuelo, es muy poca gente.

N: Malaguzzi acá se conoce bastante poco y mal. L: Es que es una parcialidad lo que se conoce, pero fíjate que ahora yo quiero ir a fin de mes a Argentina aun seminario donde se da uno donde va a estar Hoyuelo. Allá son bastante audaces, llevan 10 años replicando la experiencia reggiana, en una escuela que se llama Letella, y ellos son el gancho con Hoyuelo para traerlo a Latinoamérica. Y recién aquí se está creando una asociación de la cual nosotros somos parte como colegio. N: Y está en la dirigencia el logro? L: Estamos ahí participando, impulsando, participando y promoviendo la idea de Loris Malaguzzi. N: Tú crees que esto de participar como educador en la dirigencia de los grupos o ser docente, o tener otro tipo de actividades tiene algo que ver con el género. O sea entre tanta educadora, ¿por qué no una educadora dirigiendo? Y por qué sí un varón? L: si lo contextualizamos a nivel mundial, la educación parvularia como tal surge después de la 1era guerra mundial. Quien lidera eso es la María Montessori más otras personas. Y se hacen cargo de los niños huérfanos de madre y de padre. La extensión de la educación parvularia es una parte de la familia. La educación parvularia dentro de sus bases regulares

N: Tú me decías que la educación parvularia está desde las bases marcada por la familia, padres y madres. L: Una parte que se define de los fines de la educación parvularia, es la habilidad y competencia que debe tener el educador. Pero hay otra parte, el soporte de esa y la extensión de esas competencias está afirmada en la familia. Por tanto, si hay algo que es real y atingente a esa realidad es la presencia de hombres. Del género masculino. Y eso la educación parvularia debiera haberlo planteado desde sus orígenes. Pero por estas particularidades de nuestra cultura, está el sesgo machista, o no sé de qué otra, manera denominarlo, feminista. Dejó ausente la figura masculina en la educación parvularia. Porque si hablamos en los orígenes de la educación en chile, la escuela que forma profesores normalistas, la escuela Abelardo Nuñez, no forma sólo mujeres. Sino profesores y profesoras. Por tanto yo creo que ese es un sesgo instalado desde sus orígenes y es instalado desde la cultura nuestra. Pero no es algo que cruce el mundo occidental. Que está liderado por hombres y mujeres. Por tanto no creo que sea algo que no sea posible de revertir.


N: Cuando tú entraste a la Universidad y elegiste Educación parvularia, el 1er tope fue el uniforme. ¿Qué uniforme usaste en la práctica? L: Como yo era profundamente ignorante en la dinámica de lo que era la escuela de párvulos, yo había entendido la educación de niños de 0 a 6 años como un nicho que podía ser habitado por una figura masculinas, y compartido con otras figuras. Nunca fue mediado por alguna duda de esto del uniforme, porque lo desconocía totalmente. Cuando me veo enfrentado a eso, tengo que resolverlo y lo hice bastante simplemente. Pregunté, fue lo 1ero que hice, si era una condición necesaria para poder hacer mi práctica. Y me dijeron que sí era necesario. Y me dijeron que esa cotona podía tener las características de cualquier color asimilable al color, hice una cercana al color verde que era el distintivo de la escuela y lo cumplí. Hice el trámite, cumplí con mi práctica que me exigía, en la medida que me lo exigían, el uniforme, me lo ponía y si no, no lo usaba. Pero todo lo que aparentemente podría haber significado un problema nunca lo entendí como tal. Mi relación con las compañeras siempre fue fraterna, siempre en consideraciones de respeto. Tengo todavía amigas de esa época, grandes personas. Y yo creo que nunca mi consideración con respeto al género como mino ha pasado por menoscabar o disminuir intelectualmente a alguna persona por el hecho de ser mujer, todo lo contrario, tengo una alta valoración de lo que es el trabajo de la mujer. Creo que en muchos campos son mejores que los varones, y podría ser casi en todos los campos. Creo que esta es una cultura liderada y gobernada por hombres. El parlamento en su mayoría son hombres, estoy hablando del gobierno de este país. Las leyes benefician en gran medida a los hombres en lo que es su expresión monetaria. Los sueldos generalmente en la administración pública son mejores los que ganan los hombres que las mujeres y en otros campos también de lo privado. Yo creo que este es un país que está culturalmente atrasado, y no tan sólo en términos educativos en lo relativo al género sino en término de sus leyes tb. El sistema es machista, liderado por convicciones masculinas. Pero yo creo que eso va a ir descendiendo en el tiempo.

N: Y ¿sentiste tú, ya en el espacio como alumno discriminación “positiva” por el hecho de ser varón de parte de tus profesoras? L: Yo creo que sí, en una alta proporción hay una discriminación positiva, una aceptación e incluso más, generosa de la presencia mía. Hubieron profesoras que fueron muy pacientes conmigo, porque yo soy una persona muy crítica ala gestión educativa y siempre preguntaba más de los necesario y podía ser hasta aburrido en mi conducta inquisidora. Pero es un rasgo personal, yo generalmente pregunto bastante. Me gusta cuestionar. Además cuando yo cuestiono a otros me estoy cuestionando yo también entonces generalmente cuestionaba esa parte de lo que era la educación parvularia. Pero yo creo que mi paso por el pedagógico, mi experiencia en formación ha sido buena,. Tengo buenos recuerdos. De la reforma educativa, yo entré a la universidad en el período final de ella. Entré a otra experiencia educativa en formación en Chile y son buenas experiencias.


N: Una vez que tú ya egresaste, titulado con el título bajo el brazo, y partiste a ser educador en aula. ¿Qué pasó con los apoderados al enfrentarse a este tío? L: Hay todo tipo de experiencia. Desde las altamente positivas hasta las que yo podría evaluar como, no catástrofes pero sí como dudas. Cuando un padre va a un jardín infantil y se encuentra con que un tío recibe a su hijo de 5 años, mi expresión, mi apariencia física no es que sea chocante, pero yo toda mi vida he usado barba, entonces era por decir lo menos, se asombraba un padre de dejar a su hijo con un educador y preguntaba por la tía. Y yo le decía, “no, no hay tía en esta sala. En esta sala hay un tío”. Y a algunos les sorprendía con simpatía y a otros con preocupación. Pero después de pasar ese umbral de sorpresa, la experiencia mía, yo diría en el tiempo, llevo 30 años en esto, ha sido un balance positivo. Han sido más las buenas y contadas las que han sido complejas o conflictivas. Yo me estoy conformando un buen recuerdo. Estoy en las finales de lo que podría ser mi experiencia en aula, donde todavía trabajo, y nunca he dejado de aprender. Y creo que ha sido el período de mayor aprendizaje. N. A qué crees tú que va asociado en el caso de los papás en el caso de los que rechazaron, por qué crees tú que se levantan sus miedos o la sorpresa de ver un educador varón en lugar de la clásica tía. L: Porque en nuestro país, en lo que es relativo a la conversación género masculino femenino, y estamos hablando de no tan sólo el reconocimiento de un género, sino de una conducta. Aquí hay tareas femeninas y masculinas. Por lo tanto se dice que no se habla de enfermero, sino enfermera, la parvularia, la secretaria. Bueno, hay un montón de rastros distintivos.

N: Las asistentes sociales. L: Sí. Por tanto, el mercurio del año 1970 71 hizo un artículo en la revista el domingo donde juntó a 4 o 5 profesionales de esa época de la universidad, o personas que iban a ser profesionales, que la característica de esa entrevista es que éramos todos varones, y había un asistente social, un enfermero, un educador de párvulos, no sé qué otro personaje más dentro de la gama. Y nos entrevistaron a todos nosotros, y nos preguntaban cuáles habían sido las ventajas y desventajas de haber elegido carreras que le pertenecían al campo femenino. Bueno y ahí quedó un poco refrendado esto del sesgo este social que s ele atribuye a determinadas carreras determinado género. Pero eso yo lo he vivido y lo he percibido en dos aspectos positivos y negativos. Y quiénes hicieron el balance más positivo de esto fueron los psicólogos que recibían en sus clínicas o sus consultas algún tipo de disfunciones de niños con padres separados o con ausencia de figura masculina. y ellos recomendaban que los niños en esas edades tendrían que recibir una enseñanza en el aspecto masculino, dado que los roles masculinos en determinadas edades se van conformando a partir de algunos patrones. Y estos patrones son de comportamiento., entonces


era necesario, desde esa perspectiva, situar a niños, con experiencias cotidianas de vida con una imagen masculina, paterna.

N: Si tú tuvieras que promover un sistema de educación parvularia, tu optarías por la integración de géneros en el aula. O sea que trabajara una mujer y un varón en el aula? L: Yo siempre he planteado que esa es la salida. Y es necesario hacerlo, porque la vida está constituida de esas 2 partes. Y lo que ocurre es que en la educación básica, o media, eso se da naturalmente, por tanto nadie se lo cuestiona. Pero lo increíble es que entre 0 y 6 años sí, o si no se lo cuestionan aceptan que solamente debería haber una figura femenina. Al contrario. N: Se da como natural. L: Claro, en este país se da como natural. En otros países no. En Europa no. Ahí cualquier persona hace cualquier trabajo. La educación parvularia no es un rasgo solamente femenino. N: Y desde el punto de vista personal. Saliéndonos de los técnico y todo eso. ¿qué significa para ti ser educador de párvulo en este “corral ajeno”? L: En este corral ajeno, para mí ha sido positivo, tienes experiencias muy positivas y las más positivas desde descubrir que es una de las etapas de la vida que están relacionadas con el asombro. Netamente con, es como tener la posibilidad de poder acercarse a la primera impresión que podrían haber tenido los primeros seres humanos en el planeta. Un niño de entre 0 y 6 años, actúa porque asñi es, no es de otra manera, actúa con una conducta de descubrir y asombrarse permanente. Y todos los días son diferentes, no hay ninguno igual. Porque todos los días hay un niño que se está asombrando de algo que descubre. Por tanto yo puedo repetir el mismo cuento 20 años, y esa historia va a resonar 20 mil veces diferente en tanto los niños la van escuchando y esa experiencia no tiene precio. Yo creo que son los pequeños secretos que uno guarda. Y no lo comenta con nadie. La verdad es que ni siquiera uno lo piensa. Yo creo que el trabajo mío siempre es atractivo y es entretenido y es interesante. Y creo que a uno lo vitaliza. Me mantiene a mí externamente me saca una buena cantidad de energía. Pero internamente me ha proporcionado una buena dosis de juventud. Y es así. No es de otra manera. Yo de verdad siempre hablo de este oficio que elegí, que está muy ligado a la naturaleza de los seres humanos. Y yo creo que lo más interesante desde esa perspectiva es encontrarse con ese asombro permanente. Es lo más extraordinario de este trabajo. Descubrir en los niños esa capacidad del ser humano de asombrarse, y eso a uno le permite tener altas expectativas de que no todo está perdido. Aunque nos imponga un despiadado sistema económico que nos va destrozando todos los días, que este neoliberalismo que a uno le va sacando los pedazos de la piel de a poco. Y finalmente te manda a otro mundo con nada. Y yo creo que este trabajo a uno lo hace atesorar cosas Significativas para el resto de la vida. N: Que un cabro chico te abrace y te diga “tío Leo”, yo siento que esa hueá es impagable.


L: Es impagable. N: te acuerdas cuando el Martín (su hijo) te ponía las manos en la guata (remitiendo al episodio ocurrido en dictadura donde el tío fue baleado por los milicos). L: Así es. Yo creo que hay cosas importantes en la vida que a mí me han pasado y tienen estrecha relación con mi trabajo. Y yo creo que en definitiva eso ha permitido el no traicionarme a mí mismo. Y yo creo que uno siempre es susceptible de traicionar sus convicciones, o abandonarlas. N: Perderse a fin de cuentas. L: Perderse, claro. Pero creo que este Trabajo, este oficio a uno lo vuelve a reorientar, le vuelve el gancho a tierra. Y yo creo que eso se lo valoro enormemente. N: Desde el punto de vista de la valoración social, si tú miraras hoy en día al 2 mil y tantos versus de cuando recién empezaste, ¿sientes que en este momento se ha abierto un espacio para que efectivamente los educadores varones participen, sean reconocidos, vistos de otra manera para esta sociedad? L: Yo creo que es un espacio que los jóvenes se van a ir forjando, pero lo voy a poner en otra línea. Creo que un padre es un educador en potencia, que se va forjando potencialmente y yo creo que la disposición de los jóvenes hoy día de ser padres, entendiendo que la estructura familiar ha cambiado bastante, los padres varones han aceptado de alguna manera criar a sus hijos. Eso habla bien de las generaciones que vienen. Debiera haber un buen enganche con lo que es la educación parvularia. Debiera ser así, en la tendencia que va ocurriendo a nivel mundial. Yo creo que va a haber una tendencia donde se van a forjar más educadores y va a haber más empatía y menos prejuicio. Esto va a ir siendo progresivamente volcado a favor. Soy un gran optimista.

N: Yo lo que he visto a partir de tu optimismo y de la vocación, es que si bien por un lado hay un montón de cabros que están entrando en la carrera también hay chiquillos que por ser gay han optado por la educación parvularia como un camino de desarrollo. ¿Qué opinas tú de esa dimensión que ha tomado la carrera? L: ¿Cuál dimensión? N: El de que los chiquillos gay de alguna manera opten por la educación parvularia. ¿Cómo lo ves? L: Estamos hablando de gay, homosexuales? Mira, yo tengo un gran respeto y aprecio por los homosexuales. No tengo nada contra los homosexuales. Aún más, creo que los grandes propulsores del desarrollo universal, en la ciencia y en el arte, han sido homosexuales. Es extraño. Pero creo que no es el punto, creo que la homosexualidad es una opción sexual. Yo tengo una opción sexual hetero. Tengo hijos, pareja, me encantan las mujeres. Pero nunca ha sido algo que me haya cuestionado para estudiar educación de párvulos. Puede ser coincidente, un rasgo, pero fíjate que en la educación parvularia hay que tener mucha energía, hay que ser enérgico en


muchas circunstancias. Hay que ser enérgico en la toma de decisiones, hay que ser amable y muy generoso en los puntos de vista para poder entender un niño. Y quizás podría entender esas sutilezas. Pero resulta que hay personas que tienen una opción sexual que pueden ser gay y ser terriblemente duros, o más duros de lo que podría ser un terrible macho. Entonces yo creo que las opciones sexuales, las que sean, pueden estar orientadas en diferentes carreras. Y antes se decía que los decoradores de interior, o los que estudiaban paisajismo eran homosexuales. Yo creo que eso le pertenece mucho al mundo chilensis. N: Al terreno del estereotipo dices tú. L: Claro, en Chile se trata de estereotipar siempre algo. Por decir, los que estudian psicología o psiquiatría son locos, los de arquitectura es porque son volados. Y generalmente el mote en Chile los que estudian pedagogía es porque no les alcanzó para estudiar algo más. Que es bastante duro. Y no hay en el mundo, en Ginebra por ejemplo, la ubicación social de un profesor es tan importante como un médico. En Cuba la importancia de los médicos, arquitectos, médicos o profesores son transversales. Yo creo que Chile es un país tristemente clasista. Tristemente sexista. Tristemente homo fóbico. Entonces mi país yo creo que necesita unos cuantos años para poder desarrollar una vocación más sabia. Nuestro país no es uno de los que tenga esa sutileza. Nuestro capital cultural es pobre, lamentablemente es así. El 60% de las personas no entienden lo que leen. Y eso habla mal de nuestro país. Y dentro de las ubicaciones, los percentiles de medición externas, llámense pruebas ¿¿¿PISA??? U otras pruebas, llevamos los últimos lugares. Entonces yo lo siento por ser chileno, pero es así.

N: Yo siento, no sé, corroborando un poco lo que tú dices que la discriminación o el estereotipo que hay, también se da cuenta de las mujeres en las mujeres. Se dice a estudiaste origami, papel picado 1 y 2. L: Así es casi tontas. N: Claro, imagínate eso pero además con la carga de ser varón. L: Es que eso es relativizar un análisis. Es como decir el que estudia gastronomía hoy día, estudia para ser cocinero de una cocina de barrio. Pero resulta que económicamente eso vale tanto como estudiar medicina. Yo creo que no es el camino para poder entender la educación parvularia. Sino que para subirse a este carro hoy día, de la filosofía o del análisis de alto vuelo, es subirse al carro de lo que está ocurriendo en el primer mundo. Lamentablemente hay que subirse a eso. Lamentablemente. Porque no estamos proporcionando autores o investigadores en educación que puedan nivelarse con eso. N: Leo te agradezco la buena voluntad, la gentileza, se nos pusieron a ladrar los perros, perdona. Muchas gracias.


L: Ahí hay que remitir la conversación y yo ahí abro el cajón de todos los recursos y pongo a disposición de quien sea, de los alumnos, de los que quieren hacer investigación, todo el contacto……


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