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Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo
from Ed.586
La pérdida de privilegios conduce a un venezolano hacia el voluntariado
Por Kim Brixton, para New/Nueva Opinión
Nota del editor: Este reportaje forma parte de la serie Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo de New/Nueva Opinión. Subvencionada por la Kalamazoo Community Foundation.
Kalamazoo, MI - Era 2003 cuando Eduardo Osorio huyó de su país natal junto a su hermano y su madre.
La democracia de Venezuela comenzó a desmoronarse en 1999 cuando el recién electo presidente Hugo Chávez empezó a maniobrar para concentrar el poder, lo que incluyó redactar una nueva constitución para el país.
Cuatro años después, Chávez tenía control total e implementó cambios radicales, entre ellos la toma de la industria petrolera.
“A mi mamá la despidieron sumariamente”, relató Osorio. “Ella era ingeniera en la industria petrolera, el sector más importante del país, y era un tiempo de cambios con Chávez y su gobierno autocrático. Mi mamá se manifestó en su contra. Después de trabajar 30 años en la industria petrolera, perdió su pensión y cualquier posibilidad de conseguir trabajo en Venezuela”.
La gran resiliencia y determinación de Osorio probablemente provienen de su madre.
“Ella tenía 50 años cuando dejó Venezuela. Salimos al mismo tiempo, pero a distintos lugares. Ella se fue a Florida, mi hermano a España y yo vine a Michigan. (Irónicamente) su sueño era que enveje¬ciéramos juntos en la misma casa”.
“Éramos una familia privilegiada, extremadamente privilegiada, y perderlo todo… en realidad estoy bastante agradecido por eso. Me volví una persona mucho más humilde y entendí lo que realmente significa luchar. Aprecio lo que esa caída desde la comodidad creó en mi vida”.
Al mudarse a Florida, la madre de Osorio trabajó para FEMA, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias. “Ella se destacó en dos industrias”, añadió Osorio.
Eduardo obtuvo su licenciatura en Psicología en Venezuela y puso sus ojos en Western Michigan University (WMU) para cursar estudios de posgrado.
“WMU es la meca de la Psicología Conductual”, dijo.
Tras completar su maestría en Análisis Conductual en WMU, Osorio optó por una carrera en el área de la salud. En 2011, mientras trabajaba en el Bronson Methodist Hospital, se convirtió en ciudadano estadounidense. Actualmente se desempeña como Asesor de Programas de Valor en Corewell Health, ayudando al sistema hospitalario a optimizar su valor y calidad.
Aunque su trabajo diario está enfocado en resolver problemas a nivel organizacional, su verdadera pasión es el voluntariado en contacto directo con la comunidad. Su labor principal de servicio comunitario es con el Kalamazoo Literacy Council (KLC).
El año pasado, el KLC celebró 50 años promoviendo la alfabetización de adultos y empoderando a las personas a través de la educación. Osorio se unió a la organización en 2015 como miembro de la junta directiva y ese mismo año también se desempeñó como presidente. Luego sintió el deseo de conocer más a fondo el trabajo programático de la organización, por lo que se capacitó para ser tutor.
“Estoy en la primera línea viendo los beneficios que estamos generando. Dar tutorías, ayudar a la gente a obtener su GED y alcanzar sus metas simplemente me llena el corazón. Es adictivo. Ha sido una parte fundamental de mi vida”.
Casi la mitad de los estudiantes que asisten a las clases de KLC tienen empleo. Un 38% de los inscritos son estudiantes de inglés como segundo idioma (ESL) del suroeste de Michigan. Un 32% de los aprendices adultos en general son latinos o hispanos.
Según el informe anual del año pasado, 189 tutores brindaron instrucción a aproximadamente 450 estudiantes. Desde 2017, el programa de Inglés como Segundo Idioma (ESL) de KLC ha ofrecido tutorías individuales en lectura, escritura, escucha, conversación y comprensión. También incluye clases de Educación Cívica e Historia de EE. UU., ciudadanía y un club de lectura.
Hay varios Centros Comunitarios de Alfabetización en el área de Kalamazoo que colaboran con KLC para ofrecer programas de ESL. Entre ellos están Westwood United Methodist Church en Nichols Road, Prince of Peace Lutheran Church en Milham (Portage) y El Concilio, tres de los seis centros con asistencia para estudiantes de ESL.
“Durante ese acuerdo ayudé a El Concilio a establecer su centro y eso derivó en clases con mayoría de hispanos”, explicó Osorio.
La amplia variedad de programas de KLC incluye alfabetización laboral (donde los estudiantes pueden obtener su GED y aprender informática), alfabetización en salud y alfabetización para padres.
Osorio es un ferviente embajador del voluntariado. Dijo que se siente bien ayudar, especialmente en tiempos difíciles. Recordó una frase atribuida al señor Rogers: “Busca a los ayudantes”. Es un recordatorio de que siempre hay personas ofreciendo apoyo y amabilidad cuando las situaciones son desafiantes.
Indicó que organizaciones como KLC y El Concilio siempre necesitarán voluntarios; solo hay que acercarse y ofrecerse. Un evento próximo es el Scrabble Fest, la actividad anual de recaudación de fondos de KLC, que se llevará a cabo el 9 de agosto en el hotel Radisson en el centro de Kalamazoo.
Osorio comentó que ha influenciado a su esposa para que también haga voluntariado en la comunidad.
Creo que nos ha hecho mejores personas.