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EL AGUA DE LA LLAVE?
Sí se puede tomar cuando el agua es segura, es decir, si cumple con los requisitos y seguridad de que beberla no provocará alguna enfermedad.

Se debería tomar con toda seguridad, pues es un agua que generalmente proviene de una de cuatro posibles fuentes:
A)De lluvia; El agua de lluvia es un agua destilada producida de manera natural en el Ciclo del Agua, aunque para su consumo seguro requiere algunas medidas previas, sencillas y económicas pues en su recorrido por la atmósfera acarrea contaminantes del aire.
B)De pozos; En general, el agua subterránea se filtra naturalmente en el suelo ya que es agua que procede de la lluvia y pasa por varias capas que facilitan su filtración. En algunos países, basta con desinfectarla al salir del pozo para considerarla un agua segura.

C) De ríos; lagunas o lagos. Al ser agua superficial, obligatoriamente debe pasar por un proceso de tratamiento o transformación, llamado potabilización.
D) Del océano; para lo cual requiere pasar por otro proceso aún más complejo que la potabilización convencional, llamado desalinización.
¿Entonces, de dónde viene la desconfianza de algunas personas en el agua de las llaves?
El problema es real pero se ha generalizado sin mucha evidencia. Como se verá más adelante, los medios de comunicación han dado a conocer casos de aguas contaminadas y esta percepción no ha sido fácil de cambiarla.
¿Cómo saber realmente si se puede tomar el agua de la llave?
Si se pregunta a un Ingeniero Sanitario o Ambiental si el agua de la llave de su vivienda es potable y segura, respondería responsablemente que primero hay que tomar una muestra del agua y luego de hacer los análisis fisicoquímicos, bacteriológicos y de metales pesados establecidos por normativas nacionales e internacionales, podría dar una respuesta.
El resultado final de estos análisis permitiría responder si el agua de la llave es potable y segura para tomarse o no.
En general, las características Físico Químicas (Turbiedad, la Temperatura, Dureza, Alcalinidad y otras) y de metales pesados (Mercurio, Plomo, y Cadmio), no cambian a las que se obtienen en la fuente que proporciona el agua. Sin embargo, las características bacteriológicas sí son susceptibles de cambiar en su recorrido desde la fuente hasta las llaves dentro de la vivienda.
También hay que tomar en cuenta que la calidad bacteriológica del agua de la llave puede cambiar sus características de un día para otro, dependiendo de lo que haya sucedido en las fuentes, tanques de almacenamiento o principalmente, en las redes de distribución y por lo tanto, un análisis puede resultar positivo un día y negativo al día siguiente.


Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud obliga a los operadores que brindan servicios de agua potable a tomar muestras y hacer análisis de la calidad bacteriológica del agua, con frecuencias que dependen del tamaño de las poblaciones, como se muestra a continuación.
Población servida
< 5,000
5,000 – 100,000
> 100,000
Frecuencia mínima de muestreo
1 muestra por mes
1 muestra por cada 5,000 personas por mes
1 muestra por cada 10,000 personas por mes (pero no menos de 10 muestras por mes)
Con estos análisis, se busca encontrar E. Coli y coliformes fecales. En caso estos se encuentren, las operadoras de agua deben llevar a cabo acciones correctivas inmediatas, como aumentar los niveles de desinfección, lavar el sistema o emitir avisos públicos.
Hay otro tipo de características a tomar en cuenta con el agua de la llave, que son las organolépticas, es decir, las referentes a su sabor, color, olor y transparencia. Aunque los análisis de laboratorio reflejen que el agua cumple con todos los parámetros, la percepción de los usuarios es igual o quizás de importante.
La tecnología para purificar el agua existe desde 1806, cuando se construyó por primera vez una planta potabilizadora en Francia. Desde entonces, la tecnología ha avanzado a pasos agigantados hasta el punto de que el agua “más contaminada” del planeta, ya es posible purificarla y hasta tomarla.


En artículos siguientes se mostrará, para el lector no especializado, cómo se realizan estos procesos de potabilización.
Por el momento, baste con razonar porqué si existe la tecnología para potabilizar el agua (que implica grandes inversiones), una parte de la población usuaria de los servicios de agua potable no confía en el agua de la llave y prefiere filtrarla, purificarla en casa o comprarla en botellas o garrafones, de lo cual también se sabrá más en artículos siguientes.
Un estudio publicado en agosto de 2024 en la revista Nature communications titulado Daño previsto autorreportado por los consumidores de agua potable en 141 países, reporta: “Estados Unidos está clasificado como un país con servicios de agua potable gestionados de forma segura casi universal según el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6.1, pero millones de residentes evitan el agua del grifo debido a casos bien documentados de fallos del sistema de agua, como la contaminación con plomo en Flint, Michigan y las violaciones de la calidad del agua en todo Texas.”
La pregunta de si se puede tomar el agua de la llave es aún más difícil, cuando quien puede tomar esta agua son los niños de la casa, las personas de mayor edad o quienes tienen capacidades reducidas. Todos ellos, vulnerables, están en el pensamiento, los sentimientos y las decisiones de quienes manejan las viviendas, principalmente las madres.
Causas De La Desconfianza En El Agua De La Llave

No puede darse un número o un porcentaje de personas en el mundo que consumen o no el agua de la llave. Sin embargo, por medio de reportes periodísticos se deducen algunas de las causas de la desconfianza en el agua de los sistemas de agua potable que incluyen una planta potabilizadora.
1. Contaminación del agua de las fuentes. En 2014, la ciudad de Flint, Michigan, cambió su suministro de agua del Departamento de Agua y Alcantarillado de Detroit al río Flint para reducir costos. Sin embargo, el agua del río Flint no fue tratada adecuadamente con inhibidores de corrosión.
El resultado fue que el agua sin tratar provocó que el plomo se filtrara de las tuberías envejecidas al agua potable, exponiendo a los residentes a niveles peligrosamente altos de plomo y otros contaminantes.
2. Contaminación del agua en tanques domiciliares. En la ciudad de México, desde marzo de 2024, residentes de colonias como Ciudad de los Deportes, Del Valle, Nápoles y Narvarte denunciaron que el agua de sus grifos presentaba un olor similar al de la gasolina. Las autoridades del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), realizaron inspecciones y tomaron muestras para análisis. La Sacmex afirmó que el agua era apta para el consumo humano según la norma NOM-127-SSA1-2021, indicando que la contaminación se debía a la falta de mantenimiento de los tanques domiciliares o cisternas, sin embargo, los vecinos continuaron expresando preocupación por la calidad del agua.
3. Agua turbia. El agua puede verse sucia con partículas y/o de color marrón debido a la presencia de óxido o sedimentos de los materiales de las tuberías en los sistemas de distribución de agua o de plomería, comúnmente causados por: a) Roturas en las cañerías o hidrantes; b) Situaciones de alto flujo de agua, como pruebas o mantenimiento del sistema, actividades de construcción o actividades de extinción de incendios o c) Óxido de la plomería en la red de agua, casas u otros edificios, de acuerdo al San Francisco Water, Power, Sewer de la ciudad de San Francisco, California.
4. Agua lechosa. En algunas ocasiones, el agua de la llave resulta blanquecina lo que visualmente pareciera un agua “lechosa”, que algunas personas interpretan como aguas con exceso de cloro. Sin embargo, esto más bien puede deberse a la presencia de miles de pequeñas burbujas de aire en el agua, lo que a su vez puede ser consecuencia de la operación de las redes de distribución.
La literatura existente indica que en varios países, estudios realizados a la calidad del agua de las redes de distribución han mostrado la presencia de contaminantes y por tanto, ha provocado percepciones negativas de la población a estas aguas municipales. No obstante, también hay reportes periodísticos que indican que en algunos países como España, citando a la Organización de Consumidores de Usuarios (OCU), el 41% de los españoles no bebe el agua del grifo de su casa, pero también informan que el 99,5% del agua del grifo en España se considera apta para el consumo y cumple con todos los estándares de calidad establecidos por la Unión Europea, lo que se debe, según indican, a inversiones del orden de los 21,000 millones de euros entre 1986 y 2008 en fondos europeos para mejorar sus infraestructuras hidráulicas. (Infobae España).
Las tecnologías de potabilización que se presentan en los otros artículos de esta edición mostrarán el alto grado de avance tecnológico que se ha llegado en la actualidad en este campo, sin embargo, el agua que se produce en estas complejas y completas plantas solo pueden garantizar la potabilidad del agua hasta la salida de las mismas.
De allí a cada llave puede haber kilómetros de tuberías por donde se traslada el agua y en algún punto esta puede contaminarse. La ventaja que da el cloro de dejar un residual del químico a lo largo de su transporte hasta las llaves, en ocasiones se ve disminuida por la presencia de materiales en suspensión, debidos en ocasiones a descuidos de mantenimiento en las redes de distribución.
En este momento, es cuando la percepción de la población usuaria es sumamente importante para tomar la decisión de optar por filtrar, purificar el agua de la llave o hasta dejar de usarla y adquirir el agua embotellada.
El siguiente artículo del Ingeniero Lorenzo Correa, de España de su blog “Futuro del Agua.com”, nos brinda otra perspectiva sobre este mismo tema, el cual, con su permiso, reproducimos íntegramente.
