ORETANA 2020

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Oretana

CEPA ‘LA RAÑA’

REVISTA DE DIVULGACIÓN LITERARIA, CULTURAL, EDUCATIVA Y DIDÁCTICA Ejemplar gratuito Número 9 | Diciembre 2020 ALMUDENA Mª PUEBLA / SANTIAGO SASTRE HILARIO BARRERO / LEONARDO PADURA MARÍA LUISA MORA / DOROTHY PARKER MANUEL CAMUÑAS / FRED VARGAS

INMA CHACÓN JOSÉ CALVO POYATO

Marta Robles “Hay una cara B de la sociedad”

SHARIF

ENRIQUE VILLÉN COLABORAN: ALFREDO J. RAMOS / JOHANA ROLDÁN LORENTE / VALLE HIDALGO / FERNANDO LALLANA


contenidos Revista del CEPA LA RAÑA

Oretana CENTRO DE EDUCACIÓN DE ADULTOS ‘LA RAÑA’ NAVAHERMOSA (TOLEDO)

Director: Carlos Bustamante. Diseño y Maquetación: Carlos Bustamante.

Consejo de redacción: Clara Isabel Fernández García, Carlos Bustamante Burgos, Irene López Rufo. CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE.

JUNTA DE COMUNIDADES DE CASTILLA LA MANCHA. Colaboran en este número: Clara Isabel Fernández García, Carlos Bustamante Burgos, Irene López Rufo, Antonio Rodríguez Rodríguez, Daniel Rodríguez Nuevo, Jesús Cordero Lorente, María Calcerrada Ortega, Luis Fernando Peón García, Tomás Cortijo Pérez, Gema Velasco Morón, Lourdes Verger, Cruz Galdón, Alfredo J. Ramos, Mariano Calvo, Johana Roldán Lorente (Jante), Fernando Lallana, Valle Hidalgo, Santiago Sastre.

Temas Editorial

03 Leer en tiempos de pandemia—Clara I. Fernández García

Efemérides

04 Miguel Delibes—Seis personajes en busca de autor

Literatura Clásicos

05 El galope de las letras IX—Carlos Bustamante Burgos

Nombre de Portada

06 Marta Robles—Carlos Bustamante Burgos

Literatura Europea

10 Francia—Fred Vargas

Literatura Española

12 España: José Calvo Poyato—Carlos Bustamante Burgos

Lit. Hispanoamericana

16 Cuba—Leonardo Padura

Liter. Norteamericana

18 E.E.U.U.—Dorothy Parker

Divulgación Literaria

22 El mal de Colcira—Jesús Cordero Lorente 23 Enterrad mi corazón en Wounded Knee—Antonio Rodríguez R. 24 Todos los veranos del mundo—Clara Isabel Fernández García 25 Sin noticias de Gurb—María Calcerrada Ortega 26 Una breve historia de casi todo—Luis Fernando Peón García

Nº DEP. LEGAL: TO-626-2012 ISSN: 2255-1549 Nº: 9 Título clave: Guía Cultural ‘Oretana’ Título abreviado: Oretana Imprime: laimprentachina.com Nº de ejemplares: 1500 Ámbito difusión: Provincia de Toledo; centros educativos, instituciones educativas, ayuntamientos, asociaciones culturales…

Castellón de la Plana (CÁSTELLÓN)

DICIEMBRE 2020

CEPA LA RAÑA Plaza Río Tajo s/n 45150 Navahermosa-Toledo TF. 925591364 Fax. 925591364

27 Cumbres borrascosas—Irene López Rufo 28 El triunfador humilde—Tomás Cortijo Pérez 29 El poder del ahora—Geam Velasco Morón He venido a hablar de mi

30 Casi viva—Lourdes Verger

libro

32 La Yo soy ellas—Cruz Galdón

El sol de medianoche

36 El fin del cine en el fin del mundo—Alfredo J. Ramos

Un actor entre papeles

38 Enrique Villén—Carlos Bustamante Burgos

+Cine

42 Cine y pandemia—Alfredo J. Ramos

Historias de la Historia

44 Génesis del Lazarillo (Una recreación verosímil)—Mariano Calvo

Letras

48 Inma Chacón—Carlos Bustamante Burgos

En un lugar de

52 Almudena María Puebla—Carlos Bustamante Burgos

Catilla-La Mancha

56 María Luisa Mora Alameda—Carlos Bustamante Burgos

http://cepanavahermosa.wix.com/cepa

60 Manuel Camuñas—Carlos Bustamante Burgos

mail: 45010341.cea@edu.jccm.es

64 Hilario Barreiro—Carlos Bustamante Burgos

© CEPA ‘LA RAÑA’. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser—ni en todo ni en parte—reproducida, distribuida, comunicada públicamente a través de ningún otro soporte sin la previa autorización del titular de los derechos. Conforme a lo dispuesto en el artículo 3.2 de la Ley de Propiedad intelectual.

Letras de emprendimiento

55 Escribir para emprender—Fernando Lallana

Letras y melodías

68 Sharif Fernández—Carlos Bustamante Burgos

La eterna enamorada

71 Vigilia de un día de primavera—Valle Hidalgo

El rincón de Jante

72 MusArañas—Johana Roldán Lorente

Mirar un cuadro

74 Lawrence Alma-Tadema—The crossing of the river Berezina

Firma invitada

82 Santiago Sastre


editorial

Leer en tiempos de pandemia Un buen libro, siempre nos ponemos como objetivo leer un buen libro, pero nunca tenemos tiempo, los estudios, la casa, la familia…, pasan los días, vivimos deprisa, tenemos la sensación de no tener tiempo para nada y volvemos a pensar: me gustaría leer el bestseller del que tanto se habla o me interesa el libro que me recomendó un amigo o un compañero de trabajo y volvemos al mismo punto de partida, pero no comenzamos ese libro que tanto nos gustaría leer. Pero un día cualquiera, nos anuncian que se ha iniciado una pandemia y nos encontramos encerrados en casa, con mucho tiempo libre, el que nos resta por supuesto de tele trabajar y de los quehaceres de nuestra casa y ese es el momento en que cogemos el libro tan ansiado y nos adentramos en sus páginas. Este es el momento que tanto esperábamos, por fin ha llegado ese espacio en el que te adentras en una historia, conoces sus personajes y te imaginas sus rasgos físicos, los lugares que se describen, tienes prisa por conocer el final, ¿qué pasara? ¿Será el final esperado? ¿Habrá merecido la pena? ¿Era el momento justo para leer este libro? Uno de los libros que me animó a mí a comenzar a leer en el confinamiento fue “El tiempo entre costuras” de María Dueñas, una autora castellano manchega, de Ciudad Real. Había oído tanto hablar sobre él, tanta gente a mi alrededor que se lo había leído y lo recomendaba que pensé: ¡ahora es el momento! Y mis impresiones fueron buenas, una narración histórica, ambientada en la Guerra Civil española, la protagonista, Sira Quiroga se traslada a Tetuán, capital del Protectorado español en Marruecos, en busca de un futuro mejor y es allí donde adquiere una nueva identidad, una nueva vida, poniendo en marcha un taller de alta costura. Son muchas las aventuras que vivirá después de esta iniciativa empresarial, dando a su vida un vuelco, pero eso solo lo descubriréis si un día os animáis a leerlo. Después de leerlo decidí ver la serie, muy bien ambientada y sin dejar ni el mínimo detalle tal y como lo refleja el libro, aunque no era como lo había imaginado, pero esto es algo habitual en la magia de la lectura. Es tiempo de leer, de coger entre nuestras manos un buen libro, de viajar estando en casa, de percibir las sensaciones y sentimientos a las que te lleva a través de su lectura. Leer en tiempos de pandemia es una buena opción.

CLARA ISABEL FERNÁNDEZ GARCÍA

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Efemérides literarias MIGUEL DELIBES CENTENARIO

Autor de Cinco horas con Mario y El hereje.

Comenzó su carrera como caricaturas; luego, columnista; y posteriormente, periodista de El Norte de Castilla. Gran conocedor de la fauna y flora de su entorno geográfico, apasionado de la caza y del mundo rural, supo plasmar en sus obras todo lo relativo a Castilla y a la caza. Se trata de una de las primeras figuras de la literatura española posterior a la Guerra Civil,

por lo cual fue reconocido con multitud de galardones; pero su influencia va aún más allá, ya que varias de sus obras han sido adaptadas al teatro o se han llevado al cine, siendo premiadas en certámenes como el Festival de Cannes. En su obra hay un compromiso con los valores humanos, con la autenticidad y con la justicia social. Fue fiel a sus ideas y a su tierra castellana. La preocupación por las con-

secuencias negativas del progreso para la naturaleza y elhombre, por Castilla y la situación del campo castellano y por la dignidad y la libertad humanas son el eje principal de sus obras. La naturaleza, el campo y el ambiente rural aparecen en primer plano en El camino, Las ratas, Viejas historias de Castilla la Vieja, La caza de la perdiz roja, El libro de la caza menor, Diario de un cazador o El disputado voto del señor Cayo. Luis Toledano

SEIS PERSONAJES EN BUSCA DE AUTOR 1920-2020 Autor de La vida que te di y El difunto Matías Pascal Seis personajes en busca de autor es quizás la obra más representativa de Pirandello, en donde la expresividad de los muchos golpes de efecto — todos efectos eminentemente teatrales— se pone a girar como una rueda, incesantemente, hasta el final. Aquel lector que no haya visto representar la comedia, debe imaginarse que está en el teatro y debe «sentir» cómo

esos personajes surgen a la sombra. Debe «saber incorporarse» a este milagro escénico, vivirlo al compás de la lectura. Porque el caso de Pirandello es el de la súper teatralidad de la vida, hasta qué punto la vida es puro teatro. Basta con ponerle un marco para que cualquier realidad se teatralice y cobre una dimensión nueva. En Seis personajes… la vida

es mentira y la verdad es teatro. La realidad es una ficción de la realidad. Es una obra perfecta, pero se ve que la tal obra ha sido escrita para ser dicha e interpretada por actores de gran calado interpretativo, es obra de «divos». Ni uno solo de sus papeles deja de tener una dimensión que sobrepasa el mero texto escrito. Elena Madrazo


Clásicos

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LITERATURA

El galope de las letras IX CARLOS BUSTAMANTE BURGOS GENERACIONES Y SEMBLANZAS escrito por Fernán Pérez de Pulgar tiene que ser leído y entendido poniéndolo en un estudio paralelo con otra excelente obra coetánea que Fernando del Pulgar escribiría poco después, Claros varones de Castilla.

Sobre la reina Catalina de Lancaster: "En el talle e meneo del cuerpo tanto parecia onbre como muger“

Frase celebre de Generaciones y semblanzas

Fernán Pérez de Guzmán fue un noble de gran influencia. Sobrino del don Pedro López de Ayala, tío del marqués de Santillana, bisabuelo de Garcilaso de la Vega, emparentado con el arzobispo de Toledo, don Gutiérrez Gómez, y con don Diego Hurtado de Mendoza (padre del marqués de Santillana), y que (quizá por su enemistad con don Álvaro de Luna) no frecuentó la corte como sí lo hizo Fernando del Pulgar, ni en ella se crio. Los títulos de los dos libros marcan ya diferencias entre ellos: el de Pérez de Guzmán se llama simplemente Generaciones y semblanzas, denominación abstracta y sin compromisos que le permite incluir en su libro tanto los personajes que tenían, a su juicio, méritos y virtudes como los que no los tenían, conservando así entera su libertad de criterio. El propósito de Fernando del Pulgar era opuesto, en Claros varones de Castilla solo tenían cabida personajes merecedores del elogio por su relevancia hacia Castilla.

Sobrino del canciller don Pedro López de Ayala, tío del marqués de Santillana, bisabuelo de Garcilaso de la Vega, emparentado con el arzobispo de Toledo.

En este libro vamos a encontrar diferentes temas de los que habla el autor en una prosa que va a retratar: el linaje, los rasgos físicos, el vestido, los rasgos psicológicos y los vicios más detestables de la época ─la codicia, la avaricia, la lujuria─ de algunos de los personajes más destacados de su época. Si Ramiro de Maeztu en la obra La Celestina ve cómo la religión judía es tolerante con el pecado de la codicia e intolerante con el de la lujuria, Fernán Pérez de Guzmán tiene una actitud completamente contraria, combatiendo a la codicia y dejando a la lujuria sin comentar, tal vez para: marcar aún más las diferencias entre cristianos viejos y falsos conversos; y para enfrentarse a la moral judía con una moral cristiana o anti-judía. Del mismo modo pone el acento en el "linaje" o "pureza de sangre". En este libro está, quizá latente, la tremenda división, próxima a estallar, entre los "cristianos viejos", de origen germano, celta o ibero y los "cristianos nuevos", de procedencia semita, que culminaría más tarde, en 1492, con la expulsión de los judíos; su presencia se consideraba nociva para una total "cristianización del reino" porque estos guardaban y profesaban su antigua fe a escondidas. Y con todo esto, Pérez de Guzmán no es un adversario de los cristianos nuevos, de los cuales hace una sincera defensa al hablar del obispo don Pablo de Santa María, que era de origen hebreo, pero sí podría ser la suya (aunque inconsciente) el reflejo de la actitud del país en relación con determinados prejuicios ya muy arraigados en el siglo XV.



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MARTA ROBLES LA CHICA A LA QUE NO SUPISTE AMAR

Este verano, como todos los veranos, de las múltiples lecturas que tenía pendientes seleccioné los libros que iba a programar en el club de lectura de este curso. Hubo un libro que me llamó la atención y que me hizo leer otros libros de su autora, Marta Robles. Me puse en contacto con ella y aceptó la invitación que la hice, tanto para acudir a visitar nuestro club de lectura con su último libro, como para concederme la entrevista que ahora los lectores podrán leer. C.B.: En su última novela, La chica a la que no supiste amar, trata el tema de la trata de blancas (prostitución y esclavitud). El detective Roures regresa, de la mano de una migo que le pide ayuda, a una nueva entrega; y esta vez toca muy de lleno un tema que parece inverosímil que pueda seguir teniendo el cobijo de las leyes en el siglo XXI. ¿Qué hay detrás o a qué cree que se debe esta impunidad hacia los proxenetas y esclavistas? M.R.: El negocio de la trata de mujeres es el segundo más rentable del mundo, después del de tráfico de armas. Ni siquiera el narcotráfico produce tantos beneficios. Al fin y al cabo, la materia prima de la trata –la carne humana- es reutilizable. Son muchas las personas de distintos ámbitos, además, que casi sin mancharse las manos acaban obteniendo su parte del pastel: abogados que asesoran a los proxe-

netas, banqueros que manejan sus dineros, policías corruptos, médicos que atienden a las esclavas sexuales… Por eso hay tanta complicidad. Y también porque la prostitución es una actividad casi normalizada en la sociedad. Se sabe que existe, pero se mira para otra parte, como si fuera irremediable. Y, a lo mejor no se puede acabar con la trata de personas, ni con la prostitución, como no se puede acabar con los asesinatos o las estafas, pero deberíamos tratar de ponérselo lo más difícil que fuera posible a los malos. C.B.:. Durante la fase de documentación, imagino que descubrió información sensible que le produjera cierto malestar. ¿Qué llegó a conocer de estas mafias que no haya incluido en el libro? (Si se puede contar) M.R.: En realidad, creo que en el libro describo con bastante detalle cómo actúan estas mafias en el mundo entero. Su modus operandi es muy parecido en los distintos lugares del mundo. La captación de las víctimas de trata en los países de origen que se realiza a través de personas de su entorno más cercano, la deuda, el viaje… No me he recreado en los malos tratos a las víctimas ni en los asesinatos a las que escapan o denuncian, de los que no solemos enterarnos y son una realidad constante. Tampoco

he querido describir el sexo Autora de de pago, por respeto a las Luisa y los espejos mujeres prostituidas, para no y La mala suerte revictimizarlas. Pero creo que no hace falta, que queda todo suficientemente claro. C.B.: A parte de las mafias, están las víctimas; y así las reconoce y menciona en el libro ya que varias mujeres que le ayudaron a construir una geografía humana, literariamente hablando, para este libro. Quiero detenerme y fijarme en ellas, que son los verdaderos personajes de la cara B de la vida. ¿Qué descubrió en su conversación con ellas? M.R.: Bueno, para mí la cara B de la sociedad es donde los supuestos buenos ocultan sus miserias, donde los abogados decentes, los médicos de familia, los banqueros de toda la vida o los policías que nos cuidan se convierten en cómplices de los proxenetas para conseguir una porción de ese suculento pastel de beneficios. Y lo hacen sin apenas ensuciarse las manos, sin que nadie se entere y ocultándose tras la apariencia de personas normales. Las víctimas son el objeto del negocio. La materia prima. Carne. Nada más. Así las ven y así las tratan. Y por eso son mujeres que se sienten completamente solas, aunque estén rodeadas de otras víctimas, de puteros y de proxenetas. En realidad, son exactamente iguales a las demás


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mujeres. Tienen los mismos sueños, las mismas ganas de formar una familia, de ser felices, de que las quieran… Mi obsesión al escribir esta novela es que se las viera así: mujeres iguales a las otras, que pueden reír, llorar, soñar, sufrir y enfermar, pero que, si enferman de algo tan habitual como es un cáncer de mama, que es una pequeña tragedia para cualquier mujer aunque esté acompañada y asesorada, no es solo que vayan a tener que afrontar un cáncer en soledad, sino que les puede costar la vida no por el propio cáncer, sino si la enfermedad les puede dejar convertidas en material inservible para la prostitución. C.B.: Roures es un tipo que ha conocido a estas mafias en su origen, un hombre que trabajó en África, un hombre curtido y a la vez sensible. ¿Qué es lo que más le gusta de este personaje suyo? M.R.: Lo que más me gusta del detective Roures es que se sigue conmoviendo con el dolor ajeno, que es empático, que escucha, que reconoce sus errores y que reconduce sus posturas. Que un tipo duro, un ex reportero de guerra que en su juventud consumió prostitución, reflexione sobre la trata de mujeres es una llamada de atención para los hombres mucho mayor que si lo hace una mujer. Roures es un tipo muy imperfecto y tal vez precisamente por sus imperfecciones, un seductor. Además, es le gusta leer y le pone la música adecuada a cada instante… ¡no se le puede pedir más! C.B.: En la anterior entrega, La mala suerte, al igual que en esta, nos encontramos con mujeres independientes, duras, buenas, malas y peores. Son personajes con una gran

potencia; y algunas con una perfidia radiactiva. ¿Alguna vez se ha sentido mal creando un personaje? ¿Qué emociones ha experimentado Vd, misma en la génesis de alguna de ellas? M.R.: Yo creo que en esta serie protagonizada por Roures, más allá del detective, las mujeres y los conflictos femeninos están muy presentes y tienen mucho protagonismo. Y hay mujeres buenas, malas y regulares, porque en la vida hay mujeres buenas malas y regulares como hombres buenos, malos y regulares. Creer lo contrario es un disparate y va en contra de la búsqueda de la igualdad de derechos y oportunidades de unos y otras. Hay personajes femeninos pérfidos, claro que sí. Y también masculinos. Y personajes de uno y otro sexo bondadosos…, pero en general casi todos tienen, como sucede en la vida, partes mejores y peores. No creo que haya ningún ser humano bueno del todo o malo del todo. En realidad, hasta los asesinos en serie cuidan con amor a sus gatos… Y, contestando a tu pregunta, no me siento mal creando ningún tipo de personaje, aunque sufra cuando ellos sufren. Pero creo que crear personajes malvados y hacer que resulten creíbles, que produzcan miedo o rechazo es un reto. Yo me meto de lleno en cada una de las historias que creo y lo paso bien, y mal y me peleo con los malos y empatizo con los buenos y… me pasa lo mismo que creo que luego le pasa al lector, al que yo le ofrezco todos los elementos para que, además, reflexione sobre todos los temas que le propongo. C.B.: La música es otro personaje más del libro. ¿Qué supone la música en la vida de Roures?, ¿y qué supone, en

la suya? M.R.: Roures no puede vivir sin música y yo tampoco. En el caso del detective, necesitaba proporcionarle un bálsamo para todas esas heridas que tiene de sus tiempos de guerra y que se va haciendo en sus investigaciones. La música es su consuelo, su paz y su calma. En mi caso, la música siempre ha estado tan presente en mi vida que no la entendería sin ella. Creo que la música es un regalo para los seres humanos y que enriquece cualquier cosa con su presencia. Incluidas las novelas. C.B.: (Siempre hay un momento más idóneo para una canción que otro. La pregunta que le voy a hacer variaría en función del momento: su estado anímico, el cansancio, la hora del día e incluso el día). Imagine que ahora el lector o lectora se encuentra con Vd., ambos a solas con esa complicidad del amor por los libros, sentados en un sofá; y Vd. decide levantarse y poner una canción, ¿qué título le viene en este momento a la cabeza?, ¿y por qué? M.R.: Dependería de la persona, de la relación que nos uniera y, en definitiva, del momento concreto; pero no sé por qué se me ha venido a la cabeza la canción de Pretenders “Stop sobbing”, que empieza con ese “It is time for you to laugh instead of crying…” Será que es lo que quiero que pase. C.B.: Tanto el relato como el premio que obtuvo con esta novela nos conducen a Castellón. Podría hacernos de Cicerone y decirnos algún rincón especial. M.R.: Bueno, creo que los que aparecen en la novela son los que más me gustan a mí, por eso los he puesto. Pero


C.B.: Haciendo mención al título del último capítulo del libro y, solo, mención aparte, ¿qué sucede cuando descubrimos que los dados de la vida están trucados? M.R.: Puede suceder cualquier cosa. Que hundamos, que nos resignemos, que nos crezcamos y peleemos… Eso depende de cada cual. Pero hay veces que el dolor de la realidad resulta insoportable.

me gusta especialmente recorrer Benicassim y por supuesto sentarme a tomar un café en ese maravilloso hotel Voramar, tan lleno de historia como relato en las páginas de La chica a la que no supiste amar. C.B.: En el libro encontramos un poema, Hielo, de su amigo Carlos Zanón. Este tiene otro titulado Provocando al mal. ¿Qué le sugiere su final?, si yo le cito: Provoco al mal para sacarlo de mi corazón. Introducir la mano en la madriguera hasta notar que tu brazo es la serpiente. M.R.: Conozco el poema, pero si no me equivoco se titula Provocar al mal. Es un poema que invita a salir de la zona de confort, a atreverse, a no quedarse satisfecho con parecer bueno sino a tratar de serlo arriesgándose, sacando la desidia y la maldad del corazón, aunque el propio corazón se enfade. Adoro a Zanón. Y entiendo muy bien las reflexiones que exhalan de sus poemas y de sus novelas. Creo.

C.B.: Llegamos ya al final de esta pequeña entrevista y no quisiera dejar pasar la oportunidad de preguntarle por la génesis de esta novela; ¿cómo surge la idea de ubicar esta tercera aventura de Roures enclavándola en el mundo de las mafias, la esclavitud, la prostitución…? M.R.: En realidad, quise escribir una novela sobre todo esto cuando me asomé a este turbio mundo por primera vez, hace catorce años, siguiendo el trabajo de dos buenas amigas en una ONG y en el mundo de los documentales. Ellas me convencieron de que, antes de la ficción era necesario dar a conocer el problema. Y me comprometí a ello y lo hice desde el ámbito periodístico con infinidad de artículos, entrevistas etc. Pero un buen día me di cuenta de que se había emitido tantos documentales, publicado tantos reportajes y hecho tantas entrevistas sobre la trata que el asunto ya no le conmovía a nadie. Pensé que solo metiéndome en la piel de una de estas mujeres y compartiendo sus sensaciones con el lector podría hacerle comprender y mover su endurecido corazón. Y creo que lo he conseguido. C.B.: ¿Puede adelantarnos algo de la cuarta entrega?, ¿sabe ya qué tema quiere tra-

tar? O si se trata de otra novela en la que no sale Roures. M.R.: Sé de sobra lo que va a pasar en la cuarta entrega de la serie de Roures. La podría escribir mañana mismo y creo que no tardaría. Pero he querido hacer una breve pausa, dejar madurar la idea y alejarme de la dureza de todos estos temas que me dejan el estómago hecho polvo –yo soy una mujer comprometida y empática en la literatura y en la vida-y, antes de volver a retomarlos zambullirme en otro libro distinto. Así que, primero llegará un ensayo novelado de un asunto que no quiero avanzar, pero que creo que tiene mucho interés y luego, por supuesto, una nueva aventura de Roures. Carlos Bustamante B.

“Hay veces que el dolor de la realidad resulta insoportable”.



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Literatura Europea

FRED VARGAS CUANDO SALE LA RECLUSA

Cuando te dispones a leer por primera vez a alguien que ha ganado un premio literario, lo haces con ciertas expectativas. Si, además, ese premio es el Princesa de Asturias de las letras, lo haces con cautela ¿Será tan bueno? ¿Sabré estar a la altura como lector de la calidad que dicen que atesora? Pero cuando todo el mundo te habla maravillas de la obra del autor en cuestión, te dejas de tonterías y sólo tienes que elegir uno de sus libros para salir de dudas de una vez. Y eso es lo que me sucedió con Fred Vargas, que la descubrí tarde y mal, pero ¡Qué descubrimiento! Después de tener claro que quería leer algo de Fred Vargas, tuve que elegir por cuál de todos sus libros comenzar. Pregunté y los lectores me decían, Huye rápido, vete lejos. Y no, no es un mal chiste, es el título del libro que me recomendaron. Y les hice caso. El problema es que elegí una mala época para empezar a leerla, en pleno confinamiento. Y es que tengo que reconocer que durante esos meses mis ganas y hábitos lectores estuvieron por los suelos, y obligarte a hacer algo que no te apetece sólo puede conseguir que le acabes pillando manía al objeto en sí.

A esto, sumémosle que el inicio de Huye rápido, vete lejos no ayuda. Y no lo digo en el mal sentido, pero es un hecho que la novela se toma su tiempo para presentarte la trama principal. No es un thriller, es novela negra (o policíaca). Y Fred Vargas escribe con una prosa muy rica, un estilo que te obliga a prestar más atención al de otras novelas negras, donde el lenguaje suele ser más mundano, más coloquial.

Autora de Huye rápido, vete lejos y La tercera virgen

Pero centrémonos en la historia. ¿Qué nos cuenta Huye rápido, vete lejos? Pues así, a grosso modo, la posibilidad de que la Peste Negra vuelva al Paris del siglo XXI. Hay una persona anónima que se dedica a pintar las puertas de algunas casas con una especie de 4. Un amuleto frente a La Peste. Al mismo tiempo, Joss, el ex marino reconvertido a pregonero, recibe todas las mañanas misivas en clave que parecen anunciar la llegada del apocalipsis. Estos hechos cobran sentido cuando el Comisario Adamsberg, todavía acostumbrándose a su nuevo puesto “Cuando las malelaboral, entiende que están ante algo más que un simple tas están hechas, loco. Sus sospechas se confirel hombre no man cuando aparece el primira atrás” mer cadáver con signos de haber sucumbido a la temible

muerte negra. Y es a partir de aquí cuando todo empieza de verdad y la trama toma velocidad. Y esto sucede hacia la página cien, pero aún así, al llegar ese momento vemos que todo lo leído era necesario, que ahora estamos metidos en la historia y en el mundo que Fred nos quiere contar; que ya nos tiene donde nos quería. Fred nos narra toda la historia con un exquisito gusto por las buenas palabras y, sobre todo, con unos personajes dignos de mención. El comisario Adamsberg es un tipo peculiar, sí, pero no lo son menos su subalterno y toda la mezcla de personalidades que se juntan en la plaza o en el bar El Vikingo. Nos encontraremos con elementos comunes a otras novelas negras: las investigaciones, todo lo que va averiguando el comisario sobre la Peste, la aparición de nuevas víctimas, los sospechosos que dejan de ser tal para luego volver a serlo, la crítica social, los giros de trama, las revelaciones finales… Todo muy en concordancia con obras del género, pero a lo que Fred sabe insuflarle un estilo personal, más propio de grandes maestros de la literatura que de escritores de pulp (sin desprestigiar a estos últimos). Alejandro Moreno



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JOSÉ CALVO POYATO LA RUTA INFINITA

José Calvo Poyato no necesita presentación, ya que con más de 50 obras repartidas entre ficción histórica o novela histórica y divulgación lo catapultaron desde hace tiempo como uno de los grandes escritores españoles actuales que escriben novela histórica. Su manejo de los tiempos, de la información, los argumentos sugerentes, las explicaciones (obviamente didácticas) que dejan entrever esa faceta de docente, hacen de sus obras, siempre una lectura amena y atractiva. José es muchas más cosas, pero en esta entrevista queremos enfocar su perfil menos conocido, en relación con las temáticas y personajes de sus libros. Sus Novelas cuenta con ese hangcliff que destacan los escritores americanos o ingleses, con ese gancho inicial; y, siempre, con ese rigor y precisión histórica de un docto en la materia. Sabe poner en la balanza el entretenimiento y la enseñanza de cualquier época histórica. C.B.: ¿Está Vd. de acuerdo con la expresión ‘El pasado siempre vuelve’ o con esta otra que dice que los sucesos históricos, los periodos son cíclicos y que se repiten cada equis tiempo? J.C.: No, no estoy de acuerdo. La historia, en mi opinión no se repite. Las personas son libres y las circunstancias de

un momento histórico son diferentes a las de otro. Historiadores como Arnold J. Toynbee en su Estudio de la historia u Oswald Spengler en su obra La decadencia de occidente trataron de explicar la historia como algo cíclico, pero dejaban muchas lagunas sin resolver y numerosas cuestiones sin explicar. C.B.: En su última novela, La ruta infinita, que tiene como telón de fondo la primera vuelta al mundo por parte de Magallanes y Elcano, ¿podemos encontrar un ejemplo de superación en los hombres de esa expedición? Hoy en día, ¿dónde podríamos encontrar otros ejemplos de superación? J.C.: Claro que fue un ejemplo de superación. La resistencia de aquellos hombres ante las adversidades se nos antoja extraordinaria, épica. Tanto que convierten aquel viaje en una auténtica epopeya. Navegaron por aguas desconocidas, sin apenas alimentos —el hambre les pasó una terrible factura—, pero no se arredraron. Hoy hay ejemplos de superación, de resistencia ante la adversidad, pero en las sociedades desarrolladas son menos numerosos. C.B.: En esta misma obra, Vd. expone la jugada que se da a la muerte del Cardenal Cisneros entre los diferentes

Autor de bandos que entran en juego El Gran capitán y con la llegada del joven CarEl espía del rey los I; y que salpicaría de forma directa a Magallanes. Se puede contar sin hacer spoiler, como dicen los jóvenes. J.C.: La muerte de Cisneros supuso dejar como sede episcopal vacante la mitra de Toledo —no olvidemos que se trata de la mitra primada— que tenía muchos aspirantes. Los flamencos que acompañaron a Carlos I se hicieron con ella por la vía de nacionalizar —naturalizar se decía en la época— a uno de los suyos para cumplir con la normativa puesta por la reina Isabel de que en la corona de Castilla los grandes cargos eclesiásticos habían de ser ocupados por naturales del reino. Eso hizo que las Cortes prohibieran que se concedieran más nacionalizaciones, como respuesta a aquel atropello. Eso, sin duda, creó un problema a Magallanes que no pudo nacionalizarse castellano que era la vía más fácil para que, sin problemas, se le encomendase el mando de una armada real. C.B.: Últimamente nos levantamos y desayunamos con noticias de espías, chantajes y “Si tuviera que asesinatos o intentos de asesidestacar un valor nato. Noticias muy alejadas sería el de la lealtad del glamour que desprenden las películas de james Bond; y que rayan lo cutre. En su novela, El espía del rey, obra ambientada en el reinado de


Fernando VI, nos encontramos uno, el personaje de Jorge Juan, quien intenta espiar los astilleros ingleses. ¿Le apasionan los espías? Puestos a imaginar, ¿qué otro bombazo de espionaje nos puede deparar el futuro? J.C.: Lo que me atrajo de Jorge Juan fue su capacidad de acción, además de su alto valor científico. ¡Lástima que a muchos de los grandes personajes de nuestra historia los conozcamos de forma tan deficiente, a diferencia de lo que suele ocurrir con los países de nuestro entorno! Su exitosa aventura espiando a los británicos era digna de una novela. Respecto a lo que nos pueda deparar el futuro no tengo la más remota idea. ¡Fíjese en donde nos encontramos en estos meses! ¿Quién nos lo iba a decir hace un año?

C.B.: Antes hablábamos de intentos de asesinato en la actualidad. En otro libro suyo, Sangre en la calle del turco, nos encontramos con la enorme figura de Prim. También con el protagonista, Fernando Besora, que trata de hacerse un hueco en el difícil mundo de las letras. ¿Cree que los jóvenes de hoy siguen teniendo difícil el acceso al oficio de escritor? ¿Qué futuro espera a nuestros jóvenes? ¿Qué expectativas les cabe tener? ¿Tiene solución? J.C.: El mundo de la literatura nunca ha sido fácil. Creo que los jóvenes de hoy lo tienen incluso más difícil que quienes éramos jóvenes hace medio siglo. Todo comienzo está lleno de dificultades, no sólo en el caso de la escritura. Esas dificultades son las que hacen que, muchos, que podrían haber sido escritores reconocidos, se quedasen en el camino. Hay agoreros que anuncian la crisis del libro —


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me refiero al libro en papel— lo pronosticaron hace algunos años y sigue dominando ampliamente el panorama. También han pronosticado el fin de la literatura e incluso de la Historia, lo que me parece una sandez. Es cierto que el mundo digital abre perspectivas desconocidas hace poco. Pero los cambios necesitan largos periodos de gestación y en la sociedad de nuestro tiempo hay demasiada prisa para todo. Soy de los que piensan que en la vida todo tiene solución, salvo la muerte. C.B.: En la columna que usted escribe en ABC, del pasado 03 de octubre hablaba de la escala de valores. Vivimos en una sociedad con líderes que son muy cuestionados. En El gran Capitán encontramos a un líder con mayúsculas. Un ejemplo de valores, un ejemplo de ese gran pasado histórico poco conocido en los planes de estudio actuales. ¿Qué fue lo mejor de Gonzalo Fernández de Córdoba? ¿Qué necesitaríamos de él hoy en día? J.C.: En mi opinión, si tuviera que destacar un valor sería el de la lealtad. Fue leal con quien no correspondió nunca a los grandes servicios que le había prestado. Los valores de otra época no son los de nuestro tiempo, por eso es posible que Gonzalo Fernández de Córdoba no encajara en nuestro tiempo. C.B.: A mí, particularmente, tengo que decir que hay una época por la que siento una gran atracción. Tal vez sea la menos conocida o una de las menos conocidas de la Historia de España. Se trata del último rey de los Austria, de Carlos II el hechizado. Poniéndonos a hacer hipótesis, ¿qué hubiera

supuesto?, ¿cómo hubieran sido los reinados posteriores de haberse quedado embarazada la reina Mariana de su primo Jorge de Darmstadt? J.C.: Soy historiador que se divierte mucho escribiendo novelas y pretendo que también ocurra eso a mis lectores. La Historia se encarga de estudiar, lo mejor que le es posible, los hechos del pasado. Pero, en modo alguno permite hacer predicciones de futuro. Eso queda para profetas, adivinos, oráculos o arúspices. No sabemos qué hubiera ocurrido si Mariana de Neoburgo hubiera tenido descendencia. Nuestra historia habría sido diferente. Pero no es posible conocer cuales habrían sido esas diferencias. C.B.: Sin salir del siglo XVII. Tal vez haya lectores que desconozcan a Pedro Capablanca. ¿Qué podemos decir de este personaje sin desvelar las novelas? Como diría Julio Iglesias, ¿es un truhan y es un señor? J.C.: Pedro Capablanca es un personaje entrañable para mí. Nunca existió, pero pudo haber existido. Lo moldeé de carne y hueso. Con sus virtudes y sus defectos. Ese pesquisidor —nombre que me parece adecuado para referirme a un detective en el siglo XVII — me ha permitido situar a los lectores en diferentes ambientes de aquella España, con sus luces y sus sombras. El manuscrito de Calderón me parece una curiosa aventura detectivesca que revela muchas cosas de ese final de nuestro siglo XVIIB. C.B.: ¿Qué le debe a Peter Harris?, ¿y Peter Harrris qué le deba a Vd? ¿Cuándo se dio la primera conspiración ‘datada’ en la Historia?

J.C.: Peter Harris es un buen amigo al que le debo importantes éxitos de lectores. El enigma Vivaldi fue un “bestseller” durante muchas semanas. Me llevo bien con él. En cuanto al conocimiento de la primera conspiración de la historia no tengo la menor idea. Posiblemente no haya quedado registro de ella. Sabemos que algunos textos mesopotámicos hablan de conspiraciones. ¿Son las más antiguas? No lo sé. C.B.: No podría terminar esta pequeña entrevista sin preguntarle por uno de sus libros que tiene por escenario a un Toledo del siglo XIX; y cuya trama hace que descubramos la importancia de tal acontecimiento que llegó a ser tratado en el Congreso de los Diputados. Se trata de El último tesoro visigodo. ¿Qué sucedió para que se tratara en la cámara baja? J.C.: La historia que hay detrás de El último tesoro visigodo es real en lo que se refiere al descubrimiento del conocido como tesoro de Guarrazar. El descubrimiento fue casual y extraordinario y la forma en que se mantuvo oculto durante meses hizo, junto a una serie de vicisitudes, que parte de las valiosas piezas de ese tesoro de la época visigoda aparecieran en Francia. Habían sido sacadas de España para venderlas allí. El escandalo fue monumental y se produjo un fuerte debate en el Congreso de los Diputados y llevó al gobierno español a presentar una reclamación por la vía diplomática. Hoy algunas piezas de ese tesoro pueden verse en el Museo Arqueológico Nacional. Carlos Bustamante.


Literatura Hispanoamericana

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LEONARDO PADURA COMO POLVO EN EL VIENTO Leonardo Padura ha vuelto al lugar del crimen, la casa mexicana de León Trotski. Le ha invitado otro de los personajes de su novela, Sieva, aquel niño que en el patio trasero del edificio donde este viernes están los dos sentados, jugaba con los galgos rusos de la familia hasta que un piolet asesino acabó en 1940 con la vida de su abuelo. Al lado de Esteban Volkov Bronstein, Sieva, como llamaba el jefe de Ejército Rojo cariñosamente a su nieto, el escritor cubano explicó los detalles del proceso de más de 20 años que culminaría en la publicación de El hombre que amaba a los perros, su gran novela basada en una historia real donde, como le dijo un amigo, “todos mienten”. “Yo quería saber qué tan malo era ese tal Trotski”, contó Padura recordando que en la Cuba de los 80, cobijada desde hacía dos décadas bajo el manto de la Unión Soviética, “se hablaba de él en voz baja o se le llamaba el gran enemigo”. Su primera indagación fue ir a buscar a la biblioteca central de La Habana, donde sólo encontró dos libros: Trotski, el traidor y Trotski, el renegado. Con 34 años, su primera visita a Ciudad de México y a la casa-museo le conmocio-

“Lo peor de los muertos es que dejan vivos”

Autor de Máscaras, La transparencia del tiempo y Herejes.

nó. Las alambradas, las torres de seguridad, la recreación del despacho donde se cometió el asesinato, las gafas rotas sobre la mesa. Volvió de aquel viaje con una cita de Marco Aurelio en la cabeza: “aquello estaba deseando ocurrir”. Era julio de 1989 y apenas 15 días después cayó el muro de Berlín. “Eso significó entre otras cosas que se abrieron los archivos de Moscú, y tuve mucha más bibliografía a mi alcance”. El ascenso homicida de Stalin, los procesos de colectivización de la economía, el exilio a salto de mata de Trotski, las purgas a viejos camaradas. Comenzó a elaborar una cronología de todo aquello y la lista llegó a sumar 1.400 páginas. “En ese punto fui consciente de que estaba ante un material complejísimo”. También se dio cuenta de que su trabajo de documentación estaba descompensado. La balanza de Trotski rebosaba, pero su contrapeso dramático, su asesino Ramón Mercader era un gran vacío. “Todos los documentos en los que se fue planeando fría y meticulosamente el asesinato llegaban en última instancia a Stalin, que después de dar las instrucciones pertinentes, los destruía”. Padura aprovechó ese hueco para aplicar la fabulación del novelista sobre ese personaje enigmático. “El mío es un Mercader posible, no el verdadero, porque nadie sabía la verdad sobre él”. Todo alrededor de aquel espía catalán era falso, empezando por el nombre: Jacques

Mornard, Frank Jacson, Ramón López o Ramón Ivánovich López, como hasta hace poco rezaba su tumba en un cementerio moscovita.

Como Ramón López vivió sus cuatro últimos años, del 1974 a 1978, protegido en La Habana por los servicios soviéticos. “Cuando descubrí aquello fue definitivo, pensar que a aquel tipo me lo podría haber cruzado por el Malecón fue como si la Historia estuviera tocándome en el hombro”. Padura intentó hablar con sus hijos, viajó a Rusia, contactó con un familiar lejano en España y hasta coincidió que su médico cubano había tratado una vez a Mercader. Ninguno, ni siquiera el médico, pudo o quiso decirle nada. “Solo un par de personas que cuando las conocí no sabían quién era en realidad Ramón López pudieron darme algo de información”. Así, por esa labor de detective, y porque el género negro es lo suyo, fue como decidió la estructura de la novela. Tres historias –la de Trotski, la de Mercader, y la de un joven escritor cubano, trasunto del propio autor, que investiga el vínculo entre los otros dos– saltando en el tiempo y retroalimentándose unas a otras. Un libro que bucea en la historia, en la política y, como toda buena novela policiaca, en una búsqueda moral. “Trato de no votar por uno o por otro, y hasta deslizo la pregunta de si es posible sentir compasión por alguien que fue manipulado desde niño y conducido al crimen”. David Marcial Pérez



Literatura Norteamericana

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DOROTHY PARKER PERSIGUIENDO A LA MUERTE Dorothy Parker siempre rondando los límites de la autodestrucción. Tras un intento de suicidio cortándose las muñecas, la enfermera le dijo: «No se preocupe, está viva». ─a lo que ella añadió─ «Sí, estoy viva, pero no es lo que quiero». Quien fuera la mujer más ingeniosa de New York, también hacía uso de ese ingenio para suicidarse. Su vida era convulsa y excéntrica, sus artículos pugnaces, su prosa sabrosa y su casa, un hotel. Siempre rodeada por figuras como Scott Fitzgerald, George S. Kaufman, Dos Passos y Hemingway. Se la veneraba, temía, amaba y odiaba a partes iguales. Cole Porter encabezó con ella la canción «Just One of Those Things». Si Dorothy Parker es hoy mito de la «generación perdida» es gracias a ese cóctel de su talento impreso y de su existencia disoluta y bohemia. Parker era el espíritu resacoso del whisky y del cigarrillo, pero también de la perpetua derrota de continuar viva. “A un hombre solo le pido tres cosas: que sea guapo, implacable y estúpido”

No en vano, la biografía se Autora de titula La importancia de vivir, The collected que irónicamente fue lo que Dorothy Parker ella siempre se afanó en sortear. Parker fue frívola y alegre, pero siempre al borde del derrumbe, siempre amagando con no volver. La mordaz reina de los intelectuales y el ingenio sofisticado tenía una pulsión tanática que jamás escondió en su obra. Muchos de sus relatos albergan pistas de esa desesperanza íntima y ese anhelo de muerte, y en «La soledad de las parejas», «El banquete de palabras» o «El señor Durant» Parker no solo está radiografiando a una sociedad sin rumbo, sino a su infierno personal, también en entreguerras. La sensación de que estaba en la vida en contra de su voluntad es certera. Solía decir, imaginando su lápida: «Una buena cosa para grabar en mi lápida: “Fue a todas partes en contra de su voluntad“». Aunque Parker arrancó su carrera literaria con la rima y diseminó poemas por todas las publicaciones en las que colaboró, esta es sin duda su faceta más desconocida, acaso por su oscuridad o su condición flapper. Sus poemas, llenos de una desesperada vitalidad, son islas en verso donde Parker se despega de la ácida humorada y se adentra en las tinieblas de sus in-

tentos suicidas prácticamente sin asideros.

Bebe y baila y ríe y miente ama toda la tumultuosa noche ¡Porque mañana habremos de morir! Aunque ay, luego nunca ocurra. Estos versos escritos, probablemente entre sus dos intentos conocidos, deja patente su obstinación en vivir desenfrenadamente, aunque la vida no le guste en absoluto. De hecho, se evadió temporalmente de ella, de los clubes y las tertulias del Algonguin, para escribir unos poemas que más tarde se editarían bajo el título Enough Rope (Cuerda suficiente) y convierten lo suyo con la muerte no ya en un coqueteo, sino en un romance manifiesto:

Las navajas duelen; el río está húmedo. El ácido mancha; la droga da calambres. La pistola no es lícita; los nudos atrapan. Huele fatal el gas; quizá vivir, ¿no? Dorothy Parker intentaba morirse, pero no lo lograba. Después de despertar en el Presbyterian Hospital por una sobredosis, escribió este poema titulado «Résumé», que la empujó a seguir asida a ese «quizá» y nunca desterró la idea. «En él hizo relación de



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Literatura Norteamericana

diversos métodos disponibles para los lectores que contemplaran la posibilidad de suicidarse: como sabía por experiencia propia, las hojas de afeitar eran dolorosas y los sedantes producían vómitos y retortijones y, aunque había otros métodos que no había probado, había que descartarlos por su más que dudosa efectividad; dados los medios inadecuados de que disponía un aspirante suicida, llegaba a la conclusión de que era mejor seguir viviendo».

He caminado por la arena nivelada a lo largo de una extensión gris: desde lo alto de las dunas al extremo del mar salvo yo no hay ningún ser vivo. He echado el pesado cerrojo contra los golpecitos de la lluvia, y he tiritado ante la chimenea para ver cómo pasan las horas oscuras. La tormenta de medianoche el litoral desolado: viví a solas con ellos: pero aquí, en el recodo de tu brazo, está la soledad. Tras un sucinto flirteo con la desintoxicación, volvió a cultivar el verso y la botella, y convirtió su autodestrucción —que limitaba al norte con el alcohol y al sur con el sexo— en uno de sus motores creativos. «Si no deja el alcohol, no durará más de un mes», le advirtió un médico. «Promesas, promesas» ─protestó ella. Fruto de ese deseo irrealizable alumbró el que es quizá el poemario más tenebroso (y sí, divertido) de la autora, que elocuentemente se titula Poemas del odio y que nace de sus propias llagas, porque ella fue

siempre su primer objeto de descuartizamiento. Ahí es donde Parker se exhibe más noble y más brutal: odia a las mujeres, a los hombres, a los actores, a las actrices, a los bohemios, las fiestas, los libros, a los jóvenes, a las esposas, a los maridos, a los colegiales. Odia a la vida y odia a Dorothy Parker.

I hate Men; They irritate me. There are the Serious Thikers There ought to be a law against them. They see life, as through shellrimmed glasses, darkly. They are always drawing their weary hands Across their wan brows. They talk about Humanity As if they had just invented it; They have to keep helping it along. They revel in strikes And they are eternally getting up petitions. They are doing a wonderful thing for the Great Unwashed They are living right down among them. They can hardly wait For “The Masses” to appear on the newsstands, And they read all those Russian novels The sex best sellers. Pero la mujer que bebía como un cosaco y escribía para lacerar no pudo cantar a la muerte como ambicionaba. Al igual que con el suicidio, no fue capaz. Empezó a escribir Sonetos sobre el suicidio o la vida de John Knox y la obra se le escurrió entre las manos como

un pez muerto. El proyecto acabó convertido en otra antología de relatos llamada Laments for the Living, que sirvió para devolver el anticipo y poco más. «Mis versos no sirven para nada. Enfrentémoslo, cariño, mis versos son terriblemente temporales… como cualquier cosa que una vez haya estado de moda, son espantosos ahora. Abandoné sabiendo que no mejoraban, pero nadie pareció advertir mi magnífico gesto», reconoció ella misma en una entrevista. Había calculado mal sus fuerzas contra la muerte, y también contra la posteridad. Dorothy Parker se quedó sin el epitafio que quería — «Disculpen el polvo»— y sin ser muerta voluntaria, su anhelo soñado. Se quedó prácticamente sin fama y sin aduladores. Sus cenizas permanecieron en el despacho de su abogado veintiún años hasta que alguien fue a reclamarlas, a pesar de que su fallecimiento fue portada de The New York Times. Aunque la mujer de metro y medio de ojos profundos no era rubia, abandonó esta vida por causas naturales —un ataque al corazón— emulando a su protagonista más eterna de su relato más laureado, «Una rubia imponente», que tampoco acierta a reunir el valor o la cobardía para quitarse de en medio. «Rezó sin dirigirse a Dios, sin convencer a ningún Dios, pidiéndole que le permitiera emborracharse, que la mantuviera siempre borracha», concluye la peripecia de Hazel Morse, un espejo del desenlace de Parker que ella sin saberlo, anticipó. Bárbara Ayuso Jot Down


Club de Lectura


Te dejo un libro

EL MAL DE CORCIRA LORENZO SILVA

Lorenzo Silva es uno de los mejores escritores del panorama literario español actual. Se hizo famoso al ser finalista del premio Nadal con la novela La flaqueza del bolchevique que fue llevada al cine siendo protagonizada por Luis Tosar y la entonces debutante María Valverde. No obstante, la saga que más célebre ha hecho a este autor es sin duda la de los investigadores Bevilacqua y Chamorro. Son dos agentes de la brigada central de homicidios de Madrid que van resolviendo asesinatos por toda España. Rubén Bevilacqua es un guardia civil de gran talento que, al principio, desconfía de la hermosa mujer rubia que le han asignado como compañera. Sin embargo, pronto pasa de la desconfianza a la sorpresa y posterior complicidad con una compañera que resulta no solo ser muy apta para su trabajo sino también una confidente y amiga.

“¿Hasta que punto nos convertimos en aquello contra lo que luchamos”

Algunos de los libros más famosos de esta saga, que ya va por la docena, son: El alquimista impaciente, la niebla y la doncella, El lejano país de los estanques o La marca del meridiano, novela por la que ganó el premio Planeta. Las dos primeras han sido llevadas al cine siendo protagonizadas por actores del calibre de Quim Gutiérrez, Aura Garrido, Ingrid Rubio… Esta saga es, sin duda, de una de las mejores opciones si se quiere pasar un rato entretenido, leyendo novela detectivesca actual y sumergirse en un mundo que te atrapa y sorprende por partes iguales, con unos personajes tan humanos como carismáticos.

Autor: Lor enzo Silva Título: El mal de Corcira Categoría: novela negr a ISBN: 978-8423357567

Autor: Jesús Cordero Lorente


Te dejo un libro

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ENTERRAD MI CORAZÓN EN WOUNDED KNEE Enterrad mi corazón en Wounded Knee, publicado en 1970, es un libro que profundiza en la historia de la conquista del oeste americano contada por las tribus indias víctimas de esa colonización. Su trama la constituyen las campañas que el hombre blanco desencadenó para apoderarse de las tierras ocupadas por las tribus indias. La campaña se inició en 1860 con “La Larga Marcha de los navajos” y se cierra treinta años después con la matanza de los sioux en Wounded Knee (Dakota del Sur), todo en nombre del progreso, argumento que servía para ocultar ambiciones inconfesables, se despojó a los indios de sus tierras y cuando se atrevieron a protestar fueron recluidos en reservas donde apenas disponían de medios de subsistencia.

DEE BROWN

A lo largo de estos treinta años se destruyó la cultura y la civilización de los indios de Norteamérica, quedando apaches, cheyennes, sious, comanches y demás naciones indias prácticamente reducidas a la nada. Didácticamente el libro constituye un documento histórico que podría servir como una fuente tratar una parte de la Historia Universal apenas estudiada, podría tener una gran utilidad en lo que respecta a la educación en valores y la formación como persona. Valores como el respeto por las culturas distintas a la occidental, rechazo hacia las actitudes violentas como vía de solución de conflictos, la importancia de cumplir con los compromisos adquiridos y la palabra dada ya que los indios fueron constantemente engañados por los blancos o el respeto por los Derechos Humanos son algunos de los valores que podrían quedar abordados a través de la lectura y análisis de este fantástico libro, auténtico “Best Seller” en el año de su publicación en 1970.

Autor: Antonio Rodríguez Rodríguez

“Narra por primera vez la historia del Oeste americano contada por las víctimas de la colonización”

Autora: Enter r ad mi cor azón en Wounded Knee Título: Dee Brown Categoría: novela ISBN: 978-0805027006


Te dejo un libro TODOS LOS VERANOS DEL MUNDO MÓNICA GUTIÉRREZ

La protagonista de este libro, Helena, ha vuelto al pueblo que la vio crecer, Serralles, con el fin de preparar su boda, ya que ha decidido casarse allí, un lugar con encanto, que le trae muchos recuerdos y le transporta a su infancia, sus calles, sus plazas, los vecinos… Allí se reencontrará con su madre y sus hermanos, que no ve desde hace tiempo y con los que tiene pocos puntos de vista en común. Pasa tiempo con sus sobrinos, en la nueva librería que han abierto y entre viñedos. Todo está más o menos como lo recordaba, excepto que su madre ha convertido la casa familiar en un pequeño taller de cocina, donde se pasean alumnos constantemente y que la familia vive a flor de piel el recuerdo de su padre fallecido.

“Un estilo que conquista, una escritura impecable, unos personajes adorables y una narración fluida y amena”

Autora: Mónica Gutiér r ez Título: Todos los veranos del mundo Categoría: novela ISBN: 978-8417092924

Pero el reencuentro más inesperado es el de su amigo Marc, un amigo que hace años que no ha visto, aunque no tardarán en ponerse al día sobre sus respectivas vidas. Helena es abogada de profesión y lleva una vida muy organizada, metódica, sistemática…, aunque la vuelta a su querido pueblo le hará reflexionar, le hará conocer nuevas sensaciones y distintas formas de disfrutar.

Autora: Clara I. Fernández García


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SIN NOTICIAS DE GURB EDUARDO MENDOZA

Día 9. 07.00. Cumpliendo órdenes (mías), Gurb se prepara para tomar contacto con las formas de vida (reales y potenciales) de la zona. Como viajamos bajo forma acorpórea, dispongo que adopte un cuerpo análogo al de los habitantes de la zona (…) elijo para Gurb la apariencia del ser humano denominado Marta Sánchez. Así comienza la historia de este libro que empezaras con una sonrisa y acabaras con una carcajada. “Sin noticias de Gurb” es un libro fácil de leer que narra las aventuras de un alienígena en búsqueda de su compañero Gurb, del cual no ha recibido noticias desde que salió a inspeccionar el lugar del aterrizaje, la Barcelona pre-olímpica. Sus poderes mentales y su capacidad para adoptar cualquier aspecto, hacen de sus vivencias algo increíble y grotesco. Con un sentido del humor infinito y un estilo narrativo sencillo, Eduardo Mendoza, Premio Cervantes en el 2016 y considerado el escritor serio más divertido de la literatura española, consigue atraparte en las hilarantes historias que este simpático ser cuenta a través de su diario personal, conociendo su progresión desde la torpeza para desenvolverse en su nuevo medio hasta su “humanización” experimentando la amistad y el enamoramiento. Lo que me más me gusta de este libro es la capacidad del autor para mantener la frescura y el humor de sus protagonistas hasta el final. En definitiva, es un libro muy ameno para cuando quieras leer algo que te alegre el momento. Autora: María Calcerrada Ortega

“Una novela de muchas dimensiones”

Autora: Eduar do Mendoza Título: Sin noticias de Gurb Categoría: novela ISBN: 978-8432207822


Te dejo un libro UNA BREVE HISTORIA DE CASI TODO BILL BRYSON ¿Por qué el agua del mar es salada? ¿Cuánto pesa nuestro planeta? “Una breve historia de casi todo” es un el libro de ciencias naturales que contesta a estas y otras cuestiones. Desde la creación del universo hasta el surgimiento de las civilizaciones, desde la inmensidad del cosmos hasta la unidad más diminuta de materia. El autor nos invita a adentrarnos en diferentes materias tan dispares como la física, la química, la biología, la geología y la astronomía. Se trata de un recorrido cronológico de la historia del universo, explicado a un detalle no demasiado complejo pero tampoco insustancial; consigue un equilibrio entre el rigor científico y la anécdota divertida; una ruta por el conocimiento del mundo conocido, narrada en un lenguaje compresible. Además se presenta de manera que cautiva desde el principio.

“Aborda la historia y evolución de

Consta de tres bloques temáticos: “La creación del universo y el planeta Tierra”, “El origen de la vida” y “La naturaleza de la especie humana”. Un bestseller que podemos comprar en formato papel y también adquirirlo en formato electrónico a través de Internet.

la ciencia, de sus protagonistas, con sus grandezas, miserias y excentricidades ”

Autor: Bill Br yson Título: Una breve historia de casi todo Categoría: divulgación científica ISBN: 978-8490562420

Inspirada en la obra “Introducción a la ciencia”, escrita en la década de los setenta por Isaac Asimov, es una actualización de la misma publicada en 2003. El autor, Bill Bryson, ha publicado diversos libros sobre viajes, historia y ciencias naturales; además ha escrito una versión de la obra para el lector infantil llamada “Una muy breve historia de casi todo”. Autor: Luis Fernando Peón García


Te dejo un libro En esta edición os traigo una de las historias de amor más representativas del romanticismo inglés. A pesar del paso del tiempo y de la realidad social actual, la historia continua teniendo la intensidad de antaño. La intriga se mantiene y va en aumento desde el inicio hasta que descubres la historia completa ocurrida en Cumbres Borrascosas y en la Granja de los Tordos.

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CUMBRE BORRASCOSAS EMILY BRONTË

Esta novela narra la historia del romance entre Catherine y Heathcliff que se desarrolla en los brumosos y sombríos páramos de Yorkshire, el cual es el escenario donde se desarrolla con fuerza esta historia de venganza y odio, de pasiones desatadas y amores desesperados que van más allá de la muerte. El señor Lockwood ha viajado a Yorkshire y ha alquilado la Granja de los Tordos. Se sorprende al conocer a su dueño, el señor Heathcliff, un hombre tosco y huraño. Gracias a su ama de llaves conocerá la apasionante historia de los habitantes de la casa llamada Cumbres Borrascosas. El señor Earnshaw, propietario de Cumbres Borrascosas, regresa de un viaje con un chico que encontró abandonado y al que decide llamar Heathcliff. Él, tenía ya dos hijos: Catherine y Hindley y quiere que estos traten al recién llegado como a un hermano. Catherine pasa del rechazo inicial a convertirse en una íntima amiga y en el desenlace de amor poco convencional, pero su hermano siempre le odiará. Cuando el señor muere, el huérfano pasa a la categoría de criado. Por diferentes circunstancias, Catherine y Heathcliff se separan y ella se casa con el Sr. Lipton (vecino de Casa de los Tordos). Cuando Heathcliff regresa y conoce la noticia, Cumbres Borrascosas se convierte en un lugar detestable para vivir. Muchos de los personajes de esta novela viven atormentados. Son personajes dominados por los demonios que manejan sus sentimientos, instalados en el rencor, los celos, la ira, la venganza... emociones muy negativas que se hacen presentes en la trama de la novela. Autora: Irene López Rufo

“Es la única novela de Emily Brontë. Fue publicada por primera vez en 1847 bajo el seudónimo de Ellis Bell. Su hermana Charlotte editó una segunda edición póstuma.”

Autora: Emily Br ontë Título: Cumbres borrascosas Categoría: novela ISBN: 978-8490654545


Te dejo un libro EL TRIUNFADOR HUMILDE BERNABÉ TIERNO

Había una vez un joven que tuvo que abandonar la aldea en la que vivía dedicado a su abuelo para instalarse en la ciudad, un entorno terriblemente hostil para un hombre que jamás había pisado el asfalto. Por esto, aquel muchacho no paraba de recordar lo que el anciano le pidió antes de morir: que nunca olvidara todo lo que había aprendido a su lado. Así arranca El triunfador humilde, la primera fábula de Bernabé Tierno. En ella, a través de una entrañable y certera historia de superación, el autor nos transmite cuáles son los puntales sobre los que se edifica una personalidad exitosa.

“«El verdadero mérito es como un río: cuanto más profundo es, menos ruido hace».“

Esta es la historia de Ángel, que, gracias a sus valores humanos, triunfa en la vida. Pero también es la historia de quienes le rodean y cambian gracias a sus sencillos principios. Y también es la historia de Laura, una periodista que investiga el extraordinario éxito del protagonista y que termina accediendo a su corazón y descubriendo algo que ni siquiera el propio Ángel conocía. El triunfador humilde podría ser cualquiera de nosotros, cualquiera de las personas que se proponen vencer las adversidades que se plantean en las pequeñas y grandes empresas de la vida, ya sean profesionales, familiares o personales. Atrévete a descubrir los valores que están escondidos en tu interior y que hacen de ti un triunfador humilde.

Autora: Ber nabé Tier no Título: El triunfador humilde Categoría: fábula ISBN: 978-8499983134

Autor: Tomás Cortijo Pérez


Te dejo un libro

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EL PODER DEL AHORA ECKHART TOLLE

El alemán Eckhart Tolle, a los veintinueve años de edad, experimentó una transformación espiritual que cambió el rumbo de su vida. Fruto de esa transformación surgió El poder del ahora. El autor asegura que es posible vivir libre de sufrimientos, libre de ansiedades y neurosis. Para ello tenemos que llegar a entender cómo creamos el dolor. Los problemas no los crean los demás ni el mundo de ahí fuera, sino nuestra mente, con su incesante flujo de pensamientos, recuerdos del pasado y preocupación por el futuro. Según las palabras de Marc Allen, autor del prefacio del libro, “esta obra es más que un libro porque tiene una energía viva que probablemente puedes sentir cuando lo tienes en tus manos”. Aunque Eckhart Tolle utiliza un sencillo formato de preguntas y respuestas, la lectura de esta obra requiere hacer pausas periódicas para reflexionar sobre sus palabras y aplicarlas a tu propia experiencia de vida. El poder del ahora es muy recomendable para aquellos que buscan una primera lectura en el ámbito de las filosofías sobre trascendencia, así como, para aquellos que, aun siendo escépticos, busquen un nuevo enfoque sobre la vida y estén dispuestos a ensayar técnicas para vivir la vida de forma más pausada y con mayor seguridad en uno mismo.

Autora: Gema Velasco Morón

“Con profundidad y claridad muestra un comparativo entre el sistema de pensamiento del ego y la consciencia del observador. ”

Autora: Eckhar t Tolle Título: El poder del ahora Categoría: novela ISBN: 978-8484452065


He venido a hablar de mi libro CASI VIVA: Cómo sobreviví a la maldición de mi gato LOURDES VERGER

Conocí a Sarah, la protagonista, en la barra de un bar de Madrid al que ambas éramos asiduas, yo huía de mis parloteos internos y ella buscaba vida viva. Aquella primera noche su historia me pellizcó tanto, que no pude más que comprometerme a escribirla. Ella, de educación exquisita, tenaz, con una voluntad que son caballos galopando y con nada que perder, aceptó sin dudar con una mirada aprobatoria que fue como un golpe en la mesa. Lo que le estaba sucediendo a ella o lo que le sucedió a mi padre ingresado en un geriátrico, no quiero que lo experimente ningún mayor más de este país. Por eso me comprometí, porque no es justo, me atrevería a decir que ni legal, pero sobre todo moral. Si creen en un Dios, déjenme decirles que no debe andar orgulloso de los asilos. Todos, con suerte, seremos viejos, y es curioso que a ese lugar a donde todos vamos llegar, esté tan descuidado. Aunque tan sólo sea por egoísmo, deberíamos exigir poner orden y cambiar YA el modelo actual. La vejez supone claramente un triunfo de tu cuerpo, mente y espíritu, frente a todas las adversidades a las que te hayas tenido que enfrentar. Y hay tantos tipos de triunfos como personas. Además, la tercera edad abarca un grupo social heterogéneo de más de treinta años. No podemos meter a todos nuestros mayores en un mismo saco, como tampoco podemos y no hacemos, con nuestros jóvenes. A raíz de aquella promesa a la que me entregué, nació una relación que fue creciendo en horas compartidas, secretos, anhelos y botellas de vino. Tanto podíamos ir a la pasarela Cibeles y formar parte de un selecto grupo de invitados vips que toman champagne y no se separan del señor que corta jamón, como irnos de compras a los chinos. A día de hoy, me sigue encantando pasar mi tiempo junto a ella. Cuánto me has enseñado querida Sarah, divertida, deslenguada, valiente y siempre envuelta en situaciones surrealistas como narro en la novela. El novelista Lawrence Durrel afirmó que había sólo tres cosas a hacer con una mujer: amarla, sufrirla o convertirla en literatura. A Sarah la amo desde el primer instante en que la conocí, la he sufrido y sufriré siempre que sea necesario. Ahora, con este paso, la convierto en literatura. Les invito a conocer esta tragicomedia antes de que se conviertan en un gasto del que lucrarse. Se enamorarán de Sarah como yo lo hice aquella primera noche.

Autora: Lour des Ver ger Título: Casi viva: cómo sobreviví a la maldición de mi gato Categoría: novela ISBN: 978-8418238109

“«Los datos hablan, pero en los geriátricos lloran. Y cuantos más recopilemos, mejor, que no parezca la paranoia de un par de viejas »”


Sarah, una octogenaria, que acompaĂąa a una amiga a Madrid para ayudarla a sobrellevar el duelo de una perdida, debe dejar a su amado gato en Estepona. Es entonces cuando comienza a sufrir una serie de catastrĂłficas desdichas. Una historia de aventuras surrealistas en diferentes asilos y en una casa tutelada. Sarah nos dibuja con una ĂĄcida radiografĂ­a del tinglado de los asilos.


He venido a hablar de mi libro

YO SOY ELLAS CRUZ GALDÓN

Cuando un autor se enfrenta a la página en blanco, navega en su ser buscando su protagonista perfecto. Le dotará de cuerpo, de piel, de sentimientos, de errores y de aciertos. En definitiva, el protagonista vivirá su historia en cada página e irá saliendo de su letargo, cada vez que un lector abra su novela. Sin embargo, en Yo Soy Ellas, los personajes principales y secundarios ya existieron y el viaje como autora tuve que realizarlo a la inversa, tenía que novelar la realidad, incluso la propia. Y ese viaje hacia la ficción, debía hacerlo para saber de qué sustancia o esencia estamos hechos. Porque ¿somos realmente lo que nuestra personalidad y vivencias forjan? o ¿estamos impregnados de vivencias de otros que como genes invisibles nos llevan a ser lo que sentimos? Yo Soy Ellas nace de una mochila cargada que tenía que vaciar hasta de mí misma, pero para ello debía tener el valor de volver al pasado y viajar hacia lo más profundo de mi ser. Todo comenzó a fraguarse una noche, una noche de soledad, de “enfermedad de las lágrimas”, con olor a magnolia y corazón de sal. Tras sobrevivir quería vivir, pero ¿cómo se hace eso? ¿sin expectativas?, ¿sin apoyarte en otros?... En mi caso, escribiendo. Así es, durante nueve meses, previos otros tantos de investigación, fueron tatuándose en el papel cada una de las páginas que tejen Yo Soy Ellas. Jamás viví un amor, propiedad de otros, como lo hice a través de las vidas de ellas, y de ellos, porque he de confesar, que conforme se iban presentando en esas cartas y documentos cobraban vida, hablándome desde cada uno de los renglones que me dictaban, desde esa locura producida cuando ya no escribe tu mente, sino ellos. Qué bonito es sentir cómo llegan a emocionarte, hasta tal punto que la pasión llega a romperte por dentro, haciendo brotar las lágrimas o la risa. Yo soy ellas es amor en todos sus colores, aspectos y formas, pero no por ello es sólo una novela romántica, costumbrista o realista. Es también vivencial, y ese es su secreto. Y es hermoso que, quienes la leen no quieren acabarla, que busquen en sus propias intrahistorias. Porque a todos nos llega un momento en la vida en la que tenemos que aferrarnos a algo, y el pasado es lo único tangible, el presente los estás viviendo y el futuro es incierto.

“ Sara, nieta de Ángela e hija de Ana, quiere saber si lo vivido por las mujeres que habitan en ella la ha marcado y cómo.” Autora: Cr uz Galdón Título: Yo soy ellas Categoría: novela ISBN: 978-8417904180


Sara, tras la irreparable pérdida de su madre, se adentra en el desconocido pasado de dos generaciones de mujeres de la España rural del pasado siglo. En ese momento, descubrirá unas cartas de su familia en las que conocerá la increíble vida de dos mujeres valientes y encontrará la pista para llegar a saber quién es y cómo es la mujer que habita en ella.


He venido a hablar de mi libro Cada vez que recibo una reseña de un lector, hombre o mujer, que se emociona, que se identifica, que siente, cobra sentido todo el esfuerzo realizado por elección propia Porque el autor crea en soledad, pero una vez que tu hijo, llamado libro, comienza a volar, siempre vuelve a ti procedente de voces que jamás escuchaste. Sí, escribo porque me sale del alma, igual que respiro para vivir, pero si mis palabras te abrazan… yo siento a través de ti. Soy sincera si les digo, que aquella noche, que encontré las cartas, no dormí leyendo y releyendo cada párrafo, cada esquina, oliendo su aroma en la búsqueda de quienes las escribieron. Esa noche, sentí amor, intriga, dolor, muerte, … vivencias contenidas en viejos papeles escritos con tinta verde que aquellas personas vivieron, pero que perpetuaron aun después de su muerte para que yo, contara nuestra historia. Y como si de una posesión se tratase, mi ser reaccionó con preguntas que nunca me había hecho, con una profundidad que nunca había sentido; y así, de la nada más causal, me vi envuelta en un pasado al que regresé para conocer y dar de nuevo vida en esta historia de tres generaciones de mujeres y una sola en el corazón. Y cada historia fue saliendo en forma de letras que, al juntarse, hacían bailar mis sentimientos en un compás al que muy pronto me acostumbré. Porque las escenas se secuenciaban como en el más perfecto guion con los diálogos más intensos que ya estaban dictados en mi faceta de autor. Tras la pertinente constatación de los hechos y documentos históricamente, sentí como cada uno de los personajes se adaptaban a su realidad, de nuevo, aceptando sus diferencias sociales, culturales, e incluso admitiendo su forma de sentirse libres en su cotidiana vida, incluso a veces careciendo de ella. Con su propio biorritmo, del latido de amores y desamores, de guerra y paz, de muerte y vida, nacieron Ángela, Ana y Sara. Al finalizarla, fui consciente de la preciosidad y magnitud del sentirme mujer a través de ellas: su femineidad, su aguerrida personalidad, la ternura de sus gestos, las caricias de su trato, las enseñanzas de sus pequeñas gestas me vistieron del ropaje más bello del mundo, me envolvieron en la búsqueda del reflejo en sus espejos. Y comprendí la maravillosa y especial forma de sentir en la hombría y la masculinidad de ellos, que decidieron “ser la vida entera de ellas” Y créanme de nuevo si les digo, que comencé a sentir y a sanar, porque aprendí que no hay mejor vestido para el hombre que sus propias emociones y sentimientos, siempre que estos los dejes vivir en ti a su enésima potencia. Pronto hará un año de su puesta de largo, y sentir ser alma, sentir ser amor, sentir que mi cuerpo envuelve mi ser porque estoy viva Hacerlo a mi manera, aceptarlo y vivir en paz con ello, es sentir y saber que Yo Soy Ellas, y tú, también.



El sol de media noche

EL FIN DEL CINE EN EL FINAL DE UN MUNDO ALFREDO J. RAMOS Un poco en broma, pero completamente en serio, suelo decir que fui por última vez al cine el viernes 15 de noviembre de 2019. Ese día, a las 18.30 h, asistí en la sala 2 de los cines Verdi de Madrid al estreno, restringido a muy pocas pantallas grandes, de El irlandés, el canto de ci(s)ne de Martin Scorsese. Bastaba echarle un vistazo al pequeño pero repleto patio de butacas para advertir que quienes allí estábamos, ninguno de los cuales andaría por debajo de los sesenta, éramos ya algo así como una tribu de espectadores póstumos. O un grupo de conjurados asistiendo a una ceremonia secreta. La ocasión también ponía de relieve que nos hallábamos próximos no sólo al fin del cine tal como lo hemos conocido, sino acaso también al de un mundo tal como hasta ahora nos ha asombrado. La llegada poco después de «La Pandemia: el terror está servido», una superproducción mundial cuya proyección aún dura, no hizo más que confirmar los peores pronósticos. «Gente a oscuras mirando una pantalla: eso es el cine», se dice más o menos en Sunset Boulevard (1950), la extraordinaria película de Billy Wilder que con tanta exactitud retrata el ocaso del cine mudo y el crepúsculo de sus estrellas, a la vez que describe la esencia y la magia del arte cinematográfico como pocas veces se ha hecho. La cantinela de la muerte del cine no es ninguna novedad. Aunque todavía hay gente que no la asume. Salvo, si acaso, cuando les preguntas cuándo fue la última vez que vieron una película en una sala. He hecho la prueba a menudo, incluso entre amigos que se consideran “cinéfilos”, y muchos de ellos fueron incapaces de responder. Más que por falta de memoria por exceso de tiempo transcurrido. Y, sin embargo –dirá alguien–, nunca ha habido tanta disponibilidad de todo tipo de filmes, telefilmes, series, documentales… Es verdad. Sólo que, como han apuntado desde Víctor Erice a Jonás Trueba, una cosa es el cine y otra bien distinta “lo audiovisual”. Películas, telefilmes, series… son fenómenos expresivos sin

duda emparentados, pero que en el fondo difieren mucho, tanto en su lenguaje como en sus implicaciones. Lo que el cine (¡en el cine!) tiene de rito, de suspensión del tiempo, de concentración difícilmente se puede lograr en la intimidad de nuestros salones, por muy grandes que sean las pantallas (aunque eso ayuda) y, ni siquiera, por muy aplicada que sea nuestra dedicación. Una cosa es “ir al cine” y otra bien distinta revisarlo, deglutirlo o incluso estudiarlo. No es sólo una cuestión espacial. El hecho de que las películas se piensen para su “consumo” televisivo está modificando el lenguaje cinematográfico. Eso se ve claramente en las series, entre las que ya se han producido algunas obras maestras. Lo privilegiado en ellas es siempre lo argumental, la trama, los bucles de la historia. No hay que deducir de aquí una minusvaloración de ese arte. Pero sí que es preciso señalar que se trata de otra cosa. Quede para otra ocasión profundizar en las diferencias. Espectador póstumo, pero espectador al fin, tan pronto como me fue posible, en lo que absurdamente se llamó “nueva normalidad”, regresé a las salas. Y, aunque no con la asiduidad que me habría gustado, he podido ver en las últimas semanas y, por este orden, Tenet, el palindrómico y quántico ejercicio de Nolan; Las niñas, una delicada miniatura que supuso el debut de Pilar Palomero; y, por último, la impagable cita otoñal de Woody Allen, su quincuagesimonona (¡uf!) película, ese Rifkin´s Festival que tiene sobre todo el valor de una lenta despedida y de un homenaje al cine que el gran maestro y nosotros tanto amamos. Las tres películas las vi en una de las grandes salas del Palacio de Hielo, en pantalla gigante, en compañía de no más de una veintena de espectadores (a veces la mitad), y justo al lado de la pista de patinaje donde, en los meses más duros de la Peste, hubo que improvisar el doloroso tanatorio que no olvidaremos nunca. Todo tenía un aire de fin de ciclo, de mundo exhausto. Ojalá haya un nuevo comienzo. Alfredo J. Ramos (desde La Posada del Sol de Medianoche).



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Un actor entre papeles

ENRIQUE VILLÉN CARLOS BUSTAMANTE De sobra es conocido el perfil y la trayectoria de Enrique Villén. A estas alturas es un actor que no necesita presentación. Es un actor querido por todo el público y por sus compañeros de profesión y por los directores con los que ha trabajado; y en algunas ocasiones e incluso repetido. Podríamos hacer una entrevista al uso citando infinidad de películas o preguntando por tal o cual director. Cosa que a mi modesto parecer es de muy mal gusto porque el entrevistado es él. Él es el protagonista de una entrevista que quiero que nos acerque más al hombre y dejemos un poco de lado a los personajes interpretados. Poder conocer a ese hombre que las veces que hemos conversado hemos hablado de la vida, de todo y de nada. A caso, no es esto el cine, un cine en el que se ha prodigado nuestro querido Enrique: cine social, comedia, drama, corto… Antes de empezar con la entrevista, hablamos un poco de algún proyecto que tiene en mente y que lo tiene aparcado se trata de dos libros que ha forjado en su mente y que con el tiempo los dará forma. Uno se trata de sus memorias. Después hablamos de música e intercambiamos experiencias con el grupo Supertramp. Me dice que le gusta porque forma parte de una época de road movie, cuando era una paloma voladora y dio tres o cuatro vueltas a España en las diferentes giras y era Supertramp la banda sonora que acompañaba esos viajes en coche.

C.B.: Enrique, tú naces en un Madrid de 1960, donde la televisión era en blanco y negro y la policía iba vestida de gris. ¿Qué recuerdas de esa infancia? De esos años que ya no volverán. La escritora Charlotte Brontë comienza su poema En retrospectiva diciendo:

Sueña lo que el tiempo nos ha arrebatado Cuando la vida se encontraba arriba, Sueña lo que el tiempo nos ha arrebatado Cuando la vida se encontraba arriba,[…]

E.V.: Yo vivía en una casa grande cerca de la glorieta de Atocha con una gran vidriera. En la finca vivían capitanes, abogados, médicos y algunas viudas. Y había un hostal, el hostal Córdoba. Todos los vecinos iban a ver la televisión allí. No había televisores en las casas al principio. Fue luego más tarde cuando la gente fue comprando televisores, pero al principio la gente no podía pagarlos. A la policía la conocí muy pronto. Nací el 1 de mayo y cuando era la fecha de mi cumpleaños mi padre nos prohibía salir. No nos dejaba salir a la calle. La manifestación llegaba hasta Legazpi. En Santa María ardían los bancos, los coches… y todo. La gente se escondía en los portales. Lo que más recuerdo de aquella televisión son los Chiripitifláuticos y la serie Bonanza. C.B.: Siendo un joven más de esos que descubren que tras la dictadura hay vida; se da una apertura democrática, una manera nueva de enfocar las aspiraciones por parte de la juventud, surge la llamada movida madrileña; y empiezan a abrirse locales donde los cantantes y actores pueden darse a conocer. Otro Enrique, Tierno Galván, dijo en esa época ─sentirse como un escéptico con entusiasmo: una pura contradicción─. ¿Cómo lo viviste tú? E.V.: ¡Buf! La adolescencia la viví peor. El primer lustro de los años 70 la recuerdo con la crisis típica que tienen los adolescentes a esa edad; es una época de rebeldía. Uno es rebelde contra todo, contra cualquier tipo de disciplina. la gente estaba sometida y yo quería vivir. Me escapé de casa a los catorce años y llegué hasta Alicante. Yo estaba contra mi padre, me oponía a todo lo que él dijese. Él no quería que yo fuese artista porque decía que eran gente de malvivir. Mi padre era de Jaén y trabajaba como portero en la finca en la que vivíamos. Los Rolling Stones vinieron a España y yo fui dos días a verlos al Vicente Calderón. Te digo una cosa: me ganaba la vida muy bien a los diecisiete años. Luego hubo una época de oscuridad y de nuevo, volví.



Un actor entre papeles C.B.: Tal vez, haya lectores que no sepan de los comienzos de un Enrique que hacía imitaciones. En España hay un gran número de imitadores. ¿Qué debe tener un imitador? Me viene a la cabeza un imitador americano, Darrell Hammond que decía que él imitaba mejor cuando no tenía sexo, ¿qué opinas de esta frase? Normalmente se está de mejor humor cuando sí se tiene, o eso dicen… E.V.: ¡Joder, eso dice! No sé…, habría que preguntarle por qué. A mí me gustaba el humor político, el que hacía Lenny Bruce. En el año 77 trabajaba en todo tipo de garitos: discotecas, clubes, salas de fiesta ─sobre todo en discotecas─ donde la gente, tal vez, ni me hiciese caso. Yo no era un cómico de primera división. La primera vez que me subí a un escenario fue con nueve o diez años. Yo hacía voces. Recuerdo que cerca de Embajadores había dos peritos, que hacían el paso del ecuador, y que me invitaron a hacer un texto de Alfonso Sánchez. Y la gente se reía y entonces supe que lo hacía bien. Más tarde había en televisión española un concurso que hacía Joe Rígoli en el programa de José María Íñigo, Tarde para todos. Y mi padre me llevó. C.B.: Tu padre fallece cuando tienes veinte años, dejas la interpretación y comienzas a trabajar de transportista. ¿Qué transformación se produce en ti? ¿Qué pasa por la cabeza de un joven en esos momentos? E.V.: Al principio no sabía hablar. había vivido todo: sexo, drogas y rock and roll. me dediqué a sobrevivir en un mundo que no me interesaba. Salí de ese agujero y decidí continuar el camino de mi adolescencia. Volví a reeducarme, a volver a hablar normal, a hacer imitaciones. Surge la posibilidad de hacer títeres durante dos años, también para televisión con la Guagua y Las aventuras de Juan sin miedo. Aprendí a hacer títeres y me recorrí toda España. Esto era otro concepto, luego pasé a la Compañía Calderón de la Barca. Conocí a Emilio Hernández. Éramos como conejillos, asistíamos como oyentes a cambio de ir a hacer de clac. La cuarta pared, para mí no existía. Yo era monologuista. Aprendí conceptos. Y unos cuantos nos decidimos a crear una compañía de teatro. C.B.: Empiezas a trabajar en televisión desde abajo, cuando solo había una única cadena de televisión (TVE). Ahora hay muchísimas cadenas, pero para un actor como tú, ¿qué echas de menos de aquella época? ¿y qué le falta a la televisión de hoy en día? E.V.: Creo que la televisión pudo ser un gran invento y desde entonces ya se veía que era una televisión articulada; ya se manipulaba desde el principio. Tal vez era la visión de un joven y de una televisión nueva. Lo que veo ahora no sé si es mejor o peor. Aunque eso sí, los figurantes tenían un cargo laboral. Se

les denominaba auxiliar artístico. Y gracias a hacer de figurante aprovechaba las cinco mil pesetas ─ya que con el teatro no comía─, También aprendí a ver cómo se movían los actores. C.B.: Tú, Enrique, has interpretado infinidad de papeles en el cine. Muchos de ellos en películas que abordan diferentes temáticas: social, comedia, drama… Hablemos de la comedia o el humor. Hay diferentes tipos de humor. Este varía según las culturas, las épocas… ¿Qué debe tener el humor? ¿Qué es el humor? Crees, como decía el humorista George Carlin que el humor debe hacer pensar al mismo tiempo que reír. Que se trata de producir una risa amarga, producto de una verdad que te debe golpear duro en el estómago. Que precisa del dominio del lenguaje y de una capacidad para radiografiar la sociedad y ofrecer una mirada crítica sobre cualquier tema sin casarse con nadie. E.V.: El humor es un bálsamo. La primar función que debe tener el humor es hacer reír. En los entierros, que son momentos difíciles, debe hacer reír; otras veces es un exorcismo. Te hace reír del miedo. El cómico es un clown, un bufón. Me encantan los bu-


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fones. Te pongo dos ejemplos: uno, Toni Leblanc en una de sus revistas, cuando la gente estaba muerta de risa contaba el chiste de un tipo que iba al psiquiatra porque es está triste y es muy desgraciado. El psiquiatra le dice que por muy mal que esté, siempre habrá alguien peor que él. Que cuando uno de sus pacientes le plantea lo mismo les anima a que vayan a ver a un clown que llora como Charlie Rivel y cuando estos salen del circo se sienten mejor porque es verdad que ellos no están tan mal siempre hay alguien que está peor. A lo que el paciente le dice: «Ya doctor, pero es que ese payaso soy yo». El cómico debe ser un ser sensible. Son lo mismo de alguna manera. Y dos, recuerdo un chiste brutal cuando los atentados del 11S a las torres gemelas: «Burger King ha sacado una nueva hamburguesa con un piso de carne, otro piso de carne, otro piso de carne, otro y otro y ya sabes a la parrilla sabe mejor». C.B.: Los cortometrajes tienen cabida en festivales especializados, tienen varias categorías en los premios Goya, en los Óscar, en Cannes... España es una potencia en calidad de cortometrajes. Se hacen muchos cortos y luego no sigue esta proyección en televisión o en las carteleras de las salas de cine. ¿Qué sucede? E.V.: No interesan los cortos en España. En España no se hacen cortos tan buenos como fuera. El corto nace de la necesidad. Todos los grandes hicieron primero un corto para demostrar que podían hacer un largometraje. Ahora el corto no es aquello. C.B.: ¿Enrique, sabes que eres un actor querido por todo el público y por sus compañeros de profesión y por los directores con los que ha trabajado? Se dice que en tu profesión se dan las zancadillas con frecuencia, en cambio a ti te quieren todos. La amistad, a veces surge, se puede dar o recibir. Alguien da el primer paso. ¿Quién te ha demostrado esta amistad dentro de tu profesión?, ¿y cuándo? E.V.: Yo le debo a mucha gente. Pedro Barbero me cogió en una selección de Inocente Inocente. Luego Pedro también hizo Tuno negro, y de forma casual conozco a Álex de la Iglesia allí en el rodaje de Inocente Inocente. A la tercera broma congeniamos y de allí hasta ahora. Mi primera película fue Justino, un asesino de la tercera edad. Álex de la Iglesia luego me llama para hacer El día de la bestia, La comunidad, Crimen perfecto, Balada triste de trompeta, Las brujas de Zugarramurdi y Mi gran noche. También me llamaron Juan Muñoz y Mota. A Pedro Costa también le debo, a Miguel Bardem, a Santiago Segura. Cómo no a Garci con el que he trabajado también en muchas películas… A mucha gente. A todos los que creyeron en mí. C.B.: ¿Cuál es la película que te gustaría hacer y aún no has hecho?, o puestos a imaginar, ¿con quién (actor

o director fallecidos) te hubiera gustado trabajar? E.V.: Con Berlanga Y con José Antonio Bardem. El cine que se hacía en los años 50, 60 y 70 era buenísimo. Ahora también, ahí están Erice, Aranda Armendáriz y Querejeta, que como productor ha descubierto a mucha gente. C.B.: Sería, más bien, imposible ser actor y no tener buena memoria. En el caso de los actores siempre guardan anécdotas de los rodajes, de los compañeros… Siempre hay una película de la que se guardan recuerdos que no se olvidan, tal vez porque coincidieron con una etapa de su vida que hace que no se olviden. En tu caso, ¿recuerdas alguno que nos quieras contar? (si se puede contar). E.V.: Tengo muchas. de todos los rodajes. Recuerdo unas noches en Asturias después de un rodaje pleno. Te puedes dar por satisfecho. Esas charlas hasta la una de la madrugada y luego al día siguiente a madrugar para seguir rodando. Ninette se rodó íntegramente por la noche; Carlos Hipólito hacía teatro y yo Torrente 3 y Princesas a la vez y un programa para TVE los sábados. Mi cuerpo y mi mente no daban de más. Fue un exceso. así que nunca más. Parte de Torrente 3 se rodó en Argentina. C.B.: ¿Sigues poniéndote nervioso en una entrega de premios de cine? ¿Qué le pasa a un actor momentos antes del fallo? ¿o días antes? E.V.: Depende de los premios y de la edad. El año pasado recibí el Premio de Arnedo a toda una trayectoria y creí sentirme en Hollywood por el trato (gente que viene de la cultura, que aman el cine, el teatro…). Se dan por un cariño especial como en los Gota que te los dan tus compañeros. En cambio, los premios competitivos me parecen injustos porque, ¿para qué sirven? Para nada. C.B.: ¿Qué le falta (si es que le falta algo) al cine español en estos momentos?, ¿y a nosotros?, ¿qué nos falta a nosotros como espectadores de cine y como espectadores de una sociedad que está siendo golpeada duramente en estos momentos? E.V.: Al cine le falta cine porque no es cine. El concepto ha cambiado. El cine es para proyectarlo en el cine y no en plataformas. A nosotros nos falta criterio como sociedad, que nos informemos y valoremos las cosas. En la película de Fernando León, Los lunes al sol, Bardem le pregunta a Tejero: «¿Tú sabes lo que es el criterio?». Falta sentido común. Nos despedimos hablando de literatura y le prometo mandarle el libro de un amigo mío. A las dos semanas me manda un whatspp para decirme que ya lo ha recibido. Carlos Bustamante


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RecomendaCI NEs

Cine y Pandemia ALFREDO J. RAMOS Con dificultades y cautelas, y con la Pandemia en todas las cabezas, el cine ha ido volviendo a las salas, su lugar natural. Algunos espectadores (pocos, muy pocos) también. Estas son algunas pelis de los últimos meses. Tenet, de Cristopher Nolan. Con J. D. Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki e intervenciones especiales de Kenneth Branagh y Michael Caine. 150 min. El siempre atrevido Nolan, y a menudo afortunado, ha tirado aquí por la línea fácil de ilustrar el más famoso cuadrado mágico de todos los tiempos construyendo una historia trepidante, en clave de superproducción jamesbondiana y un enrevesado juego temporal que al final no termina (tal vez como debiera) en el principio. Imprescindible verla en pantalla cuanto más grande mejor, Las niñas, de Pilar Palomero. Con Andrea Fandós, Natalia de Molina, Carlota Gurpegui. 100 min. Una miniatura cuyo cabal disfrute exige también el abrazo acogedor de una sala. Es una historia trágica contada como en un susurro. Valiente y veraz. Rifkin’s Festival, de Woody Allen. Con Wallace Shawn, Gina Gershon, Elena Anaya. 92 min. Está lejos de

ser el mejor Woody Allen, pero tampoco tiene nada que ver con aquella Vicky Cristina Barcelona (2008), del que apenas se salvaban unos minutos. Pero es sobre todo la cita otoñal con el maestro. Y eso ya es mucho. Hay, además, varias recreaciones de películas que son en sí mismas magistrales ejercicios de estilo. La boda de Rosa, de Icíar Bollaín. Con Candela Peña, Sergi López, Natalie Poza. 100 min. ¡Es extraordinaria la madurez artística de Candela Peña! ¡Y qué gran sensibilidad la de Icíar Bollaín! El crítico Javier Ocaña le dedicó estos siete adjetivos capitales: «Preciosa, divertida, agobiante, absurda, festiva y diabólicamente aterradora y feliz». La voz humana, de Pedro Almodóvar. Con Tilda Swinton. 36 min. Cortometraje que es todo un trabajo de artista. Hay que verlo para creerlo. Y olvidarse del texto (casi un pretexto) de Cocteau. Dehesa, el bosque del lince ibérico, de Joaquín Gutiérrez Acha. Con varios linces y otras faunas mediterráneas en libertad. 94 min. Documental emocionante, bellísimo, instructivo. Algunas secuencias han sido rodadas en el Parque Nacional de Cabañeros, AJR (desde La Posada del Sol de Medianoche).



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Historias de la Historia

GÉNESIS DEL LAZARILLO (Una recreación verosímil) MARIANO CALVO Cierto día de 1525 un joven toma asiento frente a un rimero de papeles, moja la pluma en el tintero y comienza a escribir lo que tiene la apariencia de una carta: «Suplico a Vuestra Merced reciba el pobre servicio de mano de quien lo hiciera más rico si su poder y deseo se conformaran...». En realidad, no es una carta lo que escribe sino un relato literario sobre un ficticio pregonero de Toledo llamado Lázaro de Tormes al que pretende erigir, entre bromas y veras, en víctima simbólica de una sociedad que considera falta de caridad y regida espiritualmente por un clero corrompido. El joven se llama Juan de Valdés, tiene alrededor de veinticuatro años y dista de pertenecer a la masa de los desfavorecidos; muy al contrario, es hijo del regidor perpetuo de Cuenca y hermano de un alto cargo de la corte de Carlos V. Entonces, ¿qué le puede empujar a escribir sobre la vida desdichada de un insignificante personajillo que nada tiene que ver con él ni con los de su clase? Sencillamente, la nobleza de su corazón y sus profundas convicciones religiosas. De este fondo íntegro y piadoso nace su deseo de que la obra que escribe se alce como una voz crítica que, so capa de burlas y sarcasmos, zarandee las conciencias dormidas. Escribe en Toledo, en una habitación de las casas principales de don Rodrigo Niño, señor de Añover de Tormes, donde se halla cortésmente hospedado. A través de la ventana oye un tropel de gente que corre alborozado, seguramente para asistir a la llegada de algún grande del reino, embajador o reverendísimo prelado. Hace unos meses que el emperador Carlos V ha hecho su entrada en la ciudad, donde ha convocado Cortes, y

desde entonces no han dejado de llegar oleadas de ilustres personajes acompañados de vistosos cortejos. También él ha venido a Toledo buscando la sombra clientelar del César. Su hermano Alfonso, secretario de Mercurino Gattinara, el gran canciller de Carlos V, pretende conseguirle un puesto de contino en la corte, es decir, un «oficio real, [...] que no hay nadie que medre sino los que le tienen». Pero son tantos los solicitantes con similares instancias, que por fuerza la espera se promete larga. El tiempo que Juan no dedica al Lazarillo, lo emplea en estudiar los textos bíblicos, y cuando las obligaciones de su hermano se lo permiten, charla con él sobre sus viajes con el emperador por Alemania y Países Bajos. Alfonso presenció la comparecencia de Lutero en Worms, y, según le cuenta, lejos de retractarse, se reafirmó en sus noventa y cinco tesis, poniendo en un brete al emperador. Los hermanos sienten, a pesar de todo, cierta afinidad con el fondo de las tesis luteranas, aunque sin llegar a los extremos rupturistas del hereje agustino. Las simpatías de Alfonso se orientan decididamente por Erasmo, de quien se proclama amigo y devoto incondicional, y con el que se cartea con frecuencia. Juan recibe a través de su hermano noticia de los libros y opiniones del holandés, coincidentes con sus propios anhelos de una espiritualidad auténtica y una iglesia renovada. Con irritación contenida, Juan contempla en Toledo la liturgia opulenta de la iglesia Primada de España, segunda en riquezas después de Roma, con su legión de acaudalados canónigos,


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La presente edición, a cargo de Mariano Calvo, aborda una lectura novedosa del Lazarillo –en clave toledana-, centrada en el ámbito socio-histórico del Toledo del siglo XVI. En ella se aportan abundantes argumentos a favor de la autoría de Juan de Valdés, mostrando aspectos inéditos o no suficientemente tratados por la bibliografía de esta obra inmortal, tan enigmática como deliciosa de leer, que sigue siendo el más popular de nuestros clásicos.


capellanes y prebendados, en contraste con la miseria de los que, como su Lázaro, pasan hambre a las puertas de la casa de Dios. Observa la falta de caridad de los religiosos, la fraudulenta utilización de las bulas de la Cruzada, el libertinaje e inmoralidad de muchos clérigos... Y todo ello le reafirma en la necesidad de que la Iglesia retorne a sus viejas raíces evangélicas. Su espiritualidad se ha forjado junto a los llamados alumbrados de Escalona durante el año que pasó siendo paje del duque don Diego López Pacheco. Los alumbrados predicaban la relación directa con Dios sin mediación de la Iglesia, rechazaban el uso de imágenes y oraciones públicas, negaban la presencia real de Jesús en la eucaristía y cuestionaban el sacramento de la confesión. Juan se integró en el círculo con juvenil fervor, impregnándose de un talante inconformista que conservará toda su vida. Cuando en 1524 la Inquisición inicia la persecución de los alumbrados, Juan busca la protección de su hermano en la corte. Un tiempo después el emperador hace su primera entrada en Toledo el 27 de abril de 1525, y Juan llega a la capital española del catolicismo junto a Alfonso, entre el séquito de Carlos V. Durante los diez meses siguientes tienen lugar las sesiones de Cortes y se negocia el matrimonio del César con Isabel de Portugal. En ese tiempo Juan escribe la carta autobiográfica del pregonero toledano, que el mundo conocerá como el Lazarillo de Tormes. Como gesto hacia Rodrigo Niño, en cuya casa se alojan los hermanos, Juan quiso que su personaje llevara el sobrenombre «de Tormes», como su hospedador. Y asimismo, como aún tiene recientes en la memoria los días de Escalona, evoca en su Lazarillo a «la villa del Duque», convirtiéndola en escenario del episodio más célebre de su novela. Finalmente, le pone como título La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades. No es solo un título: es un acróstico de dos endecasílabos donde se inserta su apellido, a modo de firma, en las silabas extremas: «Lavdés»=«Val-dés». Concluidas las Cortes, el séquito imperial abandona Toledo, dirigiéndose a Sevilla para celebrar la boda de Carlos e Isabel. Los hermanos Valdés ven llegado el momento de separarse. Alfonso continúa al servicio del César, mientras que Juan, frustradas sus esperanzas de convertirse en contino del emperador, marcha a la universidad de Alcalá de Henares para estudiar Artes Liberales, paso previo para los estudios de Teología. En Alcalá de Henares Juan se relaciona con un grupo de fervientes erasmistas que la historia conoce como el Movimiento de Alcalá. Entre ellos se halla Miguel de Eguía, uno de los mejores editores de España, con quien Valdés había hecho amistad poco antes en Toledo. A él le muestra el manuscrito del Lazarillo, y el impresor acepta publicarlo de buen grado, aunque le sugiere espe-

rar un tiempo, ya que la Inquisición sigue persiguiendo a los cabecillas alumbrados, entre los que suena el nombre de Juan de Valdés. A partir de aquel momento, el joven Valdés vuelca sus energías en sus estudios universitarios y en la escritura de una obra que aspira a ser el compendio de su pensamiento religioso. Su título será Diálogo de doctrina cristiana, y ya ha pensado en un destinatario para su dedicatoria: el Duque de Escalona, don Diego López Pacheco, en homenaje a quien propició los fundamentos de su acendrada formación espiritual. Después de más de dos años de trabajo, el libro ve la luz – anónimamente, porque continúa la persecución contra los alumbrados– en las prensas de Miguel de Eguía, el 14 de enero de 1529. Pero apenas Juan lo tiene en las manos, se encuentra con que la Inquisición ha detectado indicios de luteranismo en las tesis de su libro y ha dictado una orden de detención contra su autor. Así las cosas, Juan evita su detención marchándose a Italia tras los pasos de su hermano, que acompaña a Carlos V a su coronación en Bolonia como Emperador del Sacro Imperio. Miguel de Eguía nunca llevará a cabo la edición del Lazarillo porque en el otoño de 1531 es detenido por la Inquisición como sospechoso de luteranismo, e ingresará en prisión por un periodo de dos años. Resultó absuelto sin cargos, pero la dura experiencia carcelaria le volvió extremadamente cauto, y su producción editorial, que había estado a la cabeza de la difusión del erasmismo en España, experimentó un giro radical hacia la ortodoxia. El Lazarillo, pues, dejó de figurar definitivamente entre sus proyectos editoriales. En 1546 muere Miguel de Eguía, dieciocho años después de que Juan de Valdés huyera a Italia y seis años más tarde de que se produjera la muerte de este en aquel país, del que nunca regresó. Muertos ambos, el manuscrito del Lazarillo permaneció olvidado en el taller de Eguía hasta que su cuñado Juan de Brocar se hizo cargo de la imprenta. Al descubrir el manuscrito del Lazarillo, el sucesor consideró que merecía ser impreso. Solo cinco años estuvo Juan de Brocar al frente de la imprenta, ya que la muerte le sobrevino en 1552. Para entonces la novelita anónima se había revelado como un éxito comercial, de tal manera que el sucesor y albacea de Brocar, el librero Atanasio Salcedo, ideó con buen ojo empresarial componer una segunda edición, aumentándola con los textos expurgados por su antecesor. El joven que un día de 1525 comenzó a escribir en Toledo la historia de un infeliz pregonero como reactivo sarcástico contra una sociedad falta de caridad y un clero corrupto, no llegó a saber que su «nonada de grosero estilo» vio finalmente la luz veinticinco años después, y mucho menos pudo imaginar que llegaría a alcanzar un pedestal entre los clásicos. Mariano Calvo


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Extracto del libro Lazarillo de Tormes, una novela en busca de autor. Editorial A lmud, ediciones de Castilla-La Mancha (2020)


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INMA CHACÓN ESCRITORA POR OBLIGACIÓN

Conocí a Inma Chacón hace casi un año en un acto al que Lourdes, bibliotecaria de Los Navalmorales, me invitó a acompañar junto a ella a Inma Chacón. De Inma había leído varios libros y cuando la conocí en persona me fascinó. Transmite esa calma y esa sabiduría que es un bálsamo para los oídos y el alma. La solicité una entrevista que amablemente me aceptó y es la siguiente… C.B.: De tu poema Me duele el Sol, si te digo: //Me duelen estos bosques // estas nubes // y esta tierra // en la que siguen creciendo las viñas // Me duele la ciudad, // el nombre de tu calle, tu casa // y los visillos corridos de tu habitación // (Del libro Arcanos). ¿Qué me dices? I.C.: Que es mi hermana. Es un poema que escribí como tantos otros a raíz de la desaparición de mi hermana. Mi primer poemario Alas es todo ella. Todos los poemas los escribí por ella. C.B.: Dices que te hiciste escritora por obligación, que tu hermana te lo mandó. “La mujer del siglo XX sigue usando corsé: el corsé mental que aún hay muchas que lo tienen.”

Autora de: Nanas para dormir a mis abuelos y Baladas a mis padres.

I.C.: Me lo encargó en vida. Ella siempre quiso escribir una novela inspirada en Isabel de Moctezuma, la cual tiene un palacio en Cáceres. Tras su muerte, he reflexionado mucho por qué ella me lo mandó. Ella no tenía nada escrito, solo la idea. La escribí diferente a la que ella hubiera escrito. Tal vez pensó que la escritura me ayudaría a sobrevivir y así fue, me refugié en ella. Hace dos meses, también murió mi madre y ¡sí! es un bálsamo, es una terapia; me ayuda a sobrevivir. C.B.: La princesa india fue tu primera novela, es una mujer encorsetada en todos los sentidos I.C.: Es una mujer encorsetada. La mujer del siglo XX sigue usando corsé: el corsé mental que aún hay muchas que lo tienen / INTERRUPCIÓN / ¿Crees que se repite el inicio del siglo XX? No, el capitalismo no puede dar solución a la actual crisis. Hay que hacer una revisión del sistema político que queremos. En Suecia funcionó la socialdemocracia. Hay mucha gente que se va a quedar sin trabajo. No soy economista, solo pienso de modo lógico y razonado. La política es súper necesaria. Necesitamos gente que se dedique a la política y estos se lo tienen que ganar. Muchos lo hacen bien, no voy a decir que todos son malos. La gente pierde la fe en la política, en ellos por lo que ven que es contrario a la política.

Política es la búsqueda del bien común. C.B.: En tus novelas nos presentas personajes que mueven los hilos de las vidas de otras personas sin importarles las consecuencias que les pueden acarrear porque trataban de dominarlas. I.C.: El corsé del que hablábamos antes estaba construido por esas personas que trataban de manipular la vida de otras. C.B.: En tu libro Mientras puedas pensarte nos presentas las historias de las mujeres que les tocó vivir una época en la que ser madre soltera se ocultaba por todos los medios posibles. Aparece el robo de niños… ¿Cómo surge esta historia? I.C.: Lo escribí porque me llamó la atención una noticia en televisión: dos jóvenes comprados en Zaragoza, a plazos…, ¡A plazos! Me pareció ¡terrorífico!, ¡tremendo! Como si fueran una lavadora o un electrodoméstico cualquiera, ¡qué más da! Uno no quería buscar sus orígenes; el otro, sí. Estoy en contacto con muchas asociaciones. Se están sobreseyendo las causas. Esto arranca desde hace mucho. Me remonto a su abuela y a los orígenes de esta barbaridad. Vallejo Nájera empezó a sustraer a las mujeres republicanas porque decía que el marxismo ere un gen a extirpar.



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En España no ha habido reparación moral a las víctimas. En Australia o Canadá, sí. Se les pidió perdón a las víctimas por parte del Estado. C.B.: La mujer, la familia y las mentiras se convierten en temas muy presentes en tus obras. Podemos comprobarlo en algunas de ellas: Tierra sin hombres, Tiempo de arena, Mientras pueda pensarte. I.C.: Mi madre y mis dos hijas me han enseñado que las mujeres son muy fuertes. Es intencionado reflejar en las obras la fuerza que tiene la mujer, así como reflejar la importancia que tiene la familia. Pertenezco a una familia numerosa, muy unida y es parte importante de mi apoyo. Esto se refleja en mi literatura, Fíjate si la mujer es fuerte, que se cae, se levanta y sigue. En cuanto a la mentira, es uno de los “pecados capitales”. No creo en el pecado; es un defecto. Una persona que miente no puede tener mi confianza o mi amor… o mi lealtad. Si las cosas se apoyan en una mentira, se apoyan en lodo… eso no se sustenta. La mentira es la base del mal. Se basa en la destrucción, consiste en poner piedras en el camino. La mentira busca el beneficio personal o perjudicar al otro. Yo no exijo nunca una promesa ni la doy porque creo que si pido eso es por desconfianza. Prefiero que no se pida nada. No soporto que me digan mentirosa. Me puedo equivocar, pero nunca habrá intencionalidad por mi parte. C.B.: En Tierra sin hombres y en la Princesa india aparecen mujeres con poderes misteriosos. I.C.: En Galicia se habla de meigas, de magia, de amuletos… con naturalidad. En la princesa india fue por el momento que le tocó vivir en España a la princesa. En América hacían sacrificios (convirtiéndolos en semidioses, según sus creen-

cias), En España la Inquisición los mandaba al Infierno. Nuestra cultura está basada en la superstición; y la Iglesia en ese sentido se ha aprovechado de ello. Al cristianismo le damos categoría de verdadero y en cambio a las meigas, categoría de falso. A la magia la crea el ser humano. Es increíble lo que sabemos de física mecánica para explicar las cosas, pero hay cosas que aún no conocemos. Oímos hablar de universos paralelos. Es algo que me asombra. C.B.: En teatro llevas escritas seis obras: Las Cervantas; El laberinto y la urdimbre; Sí, vale, vale, chao; Fleurs; La Baltasara; y Mirror, mirror (la última). Hablando de la primera obra, Las Cervantas, decir que Cervantes fue casi el único escritor de su época que tanto en su obra como en su vida se distinguió por la defensa de los derechos de la mujer. ¿Por qué el nombre de las Cervantas? I.C.: La Biblioteca Nacional nos lo encargó para el cuarto centenario del Quijote. Era una idea que yo tenía de hace tiempo y fue por medio de Gracia Olalla que nos iluminó. Las mujeres, eran mujeres que vivían en la casa y en escena dimos cabida a todas menos a una criada por cuestión de presupuesto. Las Cervantas, que así era como las llamaban despectivamente, influyeron mucho en la obra de su hermano. En la vida de Cervantes las mujeres fueron muy importantes. Vivían en Valladolid, pues allí estaba la Corte. Un hombre moribundo aparece montado a caballo y pica a su puerta. Muere en las manos de una de sus hermanas. Cuando muere viene el alcalde y el juez. El muerto tenía un papel en el bolsillo incriminando a su agresor. Guardándose el papel, da a entender esta escena que el alcalde sabe

quién lo ha matado y en vez de investigar la muerte, el papel… acusa a los vecinos de la muerte. Hay una extraña investigación, interrogatorios y las conducen a la cárcel donde pasan una noche. Cuando vuelven, lo hacen con arresto domiciliario. Una vecina cuenta que en la casa de las Cervantas entran muchos hombres de día y de noche (de día entraban muchos, pero era porque cosían para la Corte). Eran mujeres libres, muy libres para su época, mujeres ilustradas. A Cervantes no lo llevan detenido porque en ese momento estaba de viaje. Me gustó mucho participar en la producción. C.B.: Creaste un personaje redondo que es «La Baltasara»… I.C.: ¡Sí, sí! Pepa Zaragoza me la dio a conocer. Una mujer como ella que triunfó en el Teatro y lo deja todo para irse de anacoreta a vivir a una cueva. Con esta obra, que es una reflexión, traté de hacer un homenaje a las actrices de toda una época. C.B.: Tienes una novela juvenil titulada Nick: una historia de redes y mentiras. I.C.: Está inspirada en mi hija, la pequeña. Se trata de un libro muy recomendable para nuestros jóvenes y no jóvenes; Una chica se enamora de un “malote” al que con la ayuda de su prima tratará de hacer que se interese por ella creando un perfil falso en Facebook, pero hay alguien más que se interesa por ese perfil falso, alguien con no buenas intenciones. Nos despedimos. A Inma le espera su hija porque como todas las tardes hace que la acompañe a dar su paseo. Carlos Bustamante B.



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En un lugar de Castilla-La Mancha Almudena Mª Puebla es conocida por ser poeta, por su docencia, por su procedencia (La Puebla de Montalbán), por ser una voz asidua en los medios y en los eventos literarios, pero esta es la faceta pública de una mujer…, ¿qué cómo se definiría ella misma?, ¿qué le inquieta?, ¿qué le obra a actuar?, ¿a vivir…? A.P.: Soy una mujer sencilla, amante de la naturaleza, de su familia y de sus amigos. Me inquietan las injusticias y la falta de humanidad. Lo que me mueve a actuar es intentar hacer del mundo en que vivimos un poco más justo y hermoso.

C.B.: Todos los seres humanos son sensibles en mayor o menor grado, pero… ¿qué tiene el artista, en su caso, que no tiene aquella persona que no lo es? A.P.: Todos los seres humanos son sensibles de un modo u otro, quizás el artista, los escritores, tenemos la facilidad de poner en palabras lo que sentimos y sienten los lectores. C.B.: Si yo te cito unos versos de un poema tuyo titulado Mi abuelo: Mi abuelo quiere atrapar // al sol con sus viejas redes […], ¿qué es lo primero que te viene a la cabeza? A.P.: La paz que se siente mirando una puesta de sol al lado del mar y oír el murmullo de las olas y las gaviotas revoloteando por encima de las aguas. C.B.: En otro poema tuyo, La casa de los abuelos, dices: Todo cambia con los años, // vuelan las imágenes del ayer […]. Echando la vista atrás, ¿qué es lo que más añoras de aquellos años? ¿Cuál era la visión del mundo, por parte de una niña?, ¿por parte de Almudena? A.P.: Lo que más añoro son esas personas que ya no están conmigo y que fueron parte de mi niñez y adolescencia. Cuando era pequeña me imaginaba el mundo como un cuento de hadas, donde cualquier cosa podía suceder. Ahora todo ha cambiado, los seres humanos nos estamos deshumanizando, no todos afortunadamente, y eso me duele y me preocupa. Todo sería más fácil si pensáramos un poco más en los demás y menos en nosotros mismos.

C.B.: ¿Cómo se debe acercar a un niño a la literatura?, ¿a la poesía? ¿Te ha sorprendido alguna vez algún niño con preguntas hacia algún texto tuyo? A.P.: A los niños hay que acercarlos leyéndoles en los colegios, en casa, con actividades en las bibliotecas. Hacer que amen la poesía es fácil, los niños adoran la rima, la sonoridad de los poemas, solo hay que ofrecerles textos que les gusten y los animen a seguir leyendo. A lo largo de mis salidas a colegios y bibliotecas ha habido niños que me han hecho preguntas muy interesantes y llenas de sabiduría, los niños siempre me sorprenden y me hacen sonreír. C.B.: ¿En qué falla el sistema educativo, si falla en algo, desde tu punto de vista? o ¿a qué se debe la baja comprensión lectora, el bajo interés por la lectura? A.P.: Creo que los profesores deben leer textos interesantes a sus alumnos en voz alta y los padres también tienen que predicar con el ejemplo de tener un hábito lector en casa. Esta es una buena manera que ver en qué falla al alumno y por qué. Si un niño no sabe leer bien tiene muchos problemas a la hora de entender un texto y hacer sus deberes correctamente. C.B.: Con tu tercer libro, surge otro reto y te conviertes en ilustradora de tus propios libros. ¿Cómo se llega a este punto? A.P.: Fue algo casual. El editor de mi libro Los poemas del tiovivo, Felipe Centelles, fue el que me aminó a dibujar. Fue un reto para mí, pero a partir de entonces, me encanta ilustrar mis libros, es otra manera de expresar mis emociones.


ALMUDENA MARÍA PUEBLA LA OTRA MIRADA DEL ESPEJO

“El escritor no es más sensible que los demás. Todo el mundo tiene sensibilidad, quizá no sepan expresar esos sentimientos con palabras”


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En un lugar de Castilla-La Mancha

C.B.: Existen diferentes tipos de poesía: dramática, lírica, épica…, ¿con cuál te sientes más a gusto, a la hora de escribir? A.P.: Me gusta escribir poesía lírica, pero hay veces que escribo épica y dramática, depende del estado de ánimo en que te encuentres. C.B.: ¿y conectar con el público? A.P.: Cada poeta, tiene una forma distinta de declamar. Desde mi punto de vista hay que ser natural y cercano al oyente. Sentir lo que dices y hacerlo tuyo. Si tú lo sientes, los demás lo perciben y se emocionan como tú.

C.B.: Quiero volver a citar otros versos tuyos: Pero ahora, Río Tajo // ¿En qué te has convertido? ¿Qué estamos haciendo mal, Almudena? A.P.: No cuidamos la naturaleza, contaminamos todo lo que tocamos, no pensamos que la naturaleza es un bien que debemos dejar a nuestros hijos y nietos. Prima el dinero por encima de todo y en algún momento la Tierra nos pasará factura. Yo recuerdo cuando era pequeña bañarme en el Rio Tajo, sus aguas eran limpias y sus riberas se llenaban de vida todos los veranos. C.B.: ¿Qué es la naturaleza en la poesía? A.P.: En mi caso es muy importante. Me gusta rodearme de plantas y árboles a los que cuido con mimo y esmero. Son fuente de vida y riqueza. Cultivo rosas de todos los colores y aromas, me gustan las rosas con olor y en mi estudio siempre hay alguna flor natural, incluso en invierno. Son necesarias en mi vida. C.B.: ¿Qué te ha dado la literatura en estos últimos años?, desde que escribes. A.P.: La literatura me ha dado la oportunidad de conocer a gente maravillosa que de otra manera no había conocido nunca. Gente que lee y se emociona con tus escritos. Eso me llena de felicidad y hacen que siga escribiendo y haciendo dibujos. C.B.: ¿Cuándo se da un antes y un después en la vida, literariamente hablando, de Almudena? ¿En qué libro? A.P.: Todos los libros me han dado muchas satisfacciones y han aparecido en el momento en que tenían que aparecer, a todos los debo mucho y como una madre, no sabría con cuál de ellos quedarme. Todos se complementan entre sí. C.B.: Terminamos y permíteme hacerlo con otros versos tuyos. Esta vez del poema Cambio 03-10-2018: El tiempo no quiere esconderse, // muestra sus huellas desnudas […]. ¿Qué es el tiempo? A.P.: El tiempo lo marcan las cicatrices que llevas impresas en tu cuerpo, a veces son visibles, otras están escondidas y no se ven a primera vista, pero todas ellas han dejado huella en tu forma de ser y sentir, por eso hay que disfrutar de cada momento que la vida nos ofrece y saborear el tiempo con dulzura y esperanza. Carlos Bustamante


Letras de emprendimiento

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ESCRIBIR PARA EMPRENDER FERNANDO LALLANA

Estamos acostumbrados a pensar que la creatividad es un ingrediente necesario para escribir. Es una cosa obvia que la creatividad es un aguijón que estimula a los escritores a lanzarse al insondable universo del relato en cualquiera de sus géneros. En realidad, asociamos la creatividad a cualquier disciplina artística, entre las que la literatura ocupa una posición privilegiada. Sin embargo, pocas veces pensamos en el proceso inverso. “Hay pintores que transforman el sol en un punto amarillo, pero hay otros que, con la ayuda de su arte y su inteligencia, transforman un punto amarillo en sol”, afirmaba Pablo Picasso. Por qué no creer que escribir es un magnífico gimnasio que sirve para desarrollar creatividad en otros campos, aparentemente tan lejanos, como puede ser el empresarial. Toda empresa, todo emprendimiento, nace de una idea nueva. Y se desarrolla a lomos de la creatividad, y la innovación. Un producto o servicio no se mantiene en el largo plazo en el mercado si no está alimentado de manera constante de elementos que lo hacen diferente, que le aportan singularidad. De lo contrario, acaba engullido por las fauces del anonimato y la indiferencia del consumidor. “La creatividad es una de las últimas maneras legales de obtener una ventaja injusta sobre la competen-

cia”, leí hace no mucho tiempo. Cuando imparto talleres o sesiones de creatividad emprendedora, siempre invito a los participantes a escribir. Un cuento, un relato, una experiencia, una vivencia, una reflexión. Da lo mismo, lo importante es soltar amarras y abrir las puertas a la fantasía que permite la plasmación de algo personal, irrepetible, único. Y ahí descubren, superando el miedo al folio en blanco, una metodología que nunca falla. Que les predispone a abrir la mente, a “pensar fuera de la caja” (think out the box) en términos de jerga emprendedora. Crear, esa dimensión que nos conecta con la principal vocación de toda divinidad, es uno de los ejercicios más trascendentes y elevados al que un individuo puede aspirar. Y lanzarse al mercado a ofrecer un producto o servicio mediante el noble ejercicio de un negocio, no deja de ser un ejercicio constante de creatividad -más en los momentos en que vivimos-, que no aleja a su protagonista de un pintor, un escultor, un actor, un bailarín o un escritor. “Nunca dejes de escribir hasta que seas mejor, afirmó Gary Henderson, como invitando a toda alma emprendedora al noble ejercicio de la escritura en su camino de capacitación en pos de la excelencia.


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En un lugar de Castilla-La Mancha Mª Luisa Mora Alameda comienza en este mundo de la poesía desde muy joven. De hecho, es distinguida con el accésit del premio Adonais de Poesía en 1987 y es ganadora del premio en el 93 Le sucede lo mismo con el premio Rafael Morales, que es accésit en los años 91 y 2001; y finalmente lo gana en 2012. También ha sido distinguida con el Premio Carmen Conde en 1990 y con el premio nacional Nicolás del Hierro en 2014 y una larga lista. Con 15 libros y diferentes antologías, además de El pan que me alimenta (toda su obra completa desde 1986 hasta 2013) es una escritora afamada por su obra y querida por sus compañeros de letras.

C.B.: ¿Te sientes querida? M.L.M.: Hay que diferenciar entre poesía y vida, pero en general sí. Tanto en la poesía como en la vida hay amigos y enemigos. Pero debo confesar que los amigos son más y mejores, por lo menos para mí, por lo que aportan y porque te sostienen con su afecto. Sin que te quieran es difícil vivir, incluso escribir. Pero eso sí, lo que he aprendido últimamente es que lo importante es quererse una misma. Me gustaría, si te parece, que esta entrevista, por la admiración que te tengo, no fuera la típica entrevista de preguntas que se puede hacer a cualquier entrevistado. Que considero impersonales y que no requieren de ningún tipo de preparación de la entrevista porque sirven para todos los escritores. Quisiera que el lector de la revista si no te conoce, se acercara más a tu persona y a tu obra. De tal modo que las preguntas las haré mencionando algunos versos de tus poemas. C.B.: En Estrella nacarada te confiesas ser distinta: / soy distinta / Eso lo saben todos y les gusta / tan solo a unos pocos / Sé que tengo / muchas cosas en contra /. ¿En qué te consideras distinta a los demás? Eso, ¿te perjudica o beneficia?, ¿cómo? ¿En qué se diferencia la Mª Luisa del presente de aquella que empezó a escribir siendo niña? M.L.M.: Pues no me diferencio respecto a mi manera de ser. Sigo siendo la misma por dentro. No sé si la gente puede cambiar, pero eso sí, he aprendido muchas cosas. Cuando era niña no conocía el amor entre pareja, los desengaños de todo tipo, las muertes de los seres que amaba, incluida la de mi hija Verónica. Todo eso te marca y te moldea, aunque creo que la esencia es la misma. He intentado ser diferente, no como ser humano porque sería pensar que estoy por encima de los demás y nada más lejos de mi intención, pero sí que he querido poseer siempre un estilo personal. Aunque pensándolo bien, es lo que hacen la mayoría de autores. Lo terrible es cuando pretendes parecerte a alguien tanto que ya eres un clon suyo. Y las copias en poesía, como en tantas otras cosas, no suelen ser lo más aconsejable C.B.: En el poema Debilidad encontramos los siguientes versos que cito: / y, por eso, creaste Tú el perdón; / bálsamo que cura las heridas / mano que acuna la sangre de los vivos /. ¿Cómo se sobrepone Mª Luisa a esos momentos de debilidad por los que todos pasamos? Recuerda alguno (si se puede decir). M.L.M.: Esos versos son de un poemario místico, por lo tanto, es como una especie de oración. Yo suelo hablar con Dios, con mis seres queridos que se han ido al otro lado. No es que sea religiosa en el estricto sentido de la palabra, pero estoy segura de que hay algo más de que lo que vemos. A eso me aferro en las horas bajas. Por supuesto que la muerte de mi hija fue un tiempo de tristeza y de debilidad, porque en esos momentos una se plantea para qué ha nacido, para qué vive. Pero la poesía siempre me ha servido de terapia y ha sido una ayuda también para afrontar los días tristes. C.B.: ¿Qué te recuerda? ¿Qué te sugieren los siguientes versos de otro poema tuyo, Decir: ¡Buenos días!? / Volver a empezar / como si nada hubiera sucedido; / decir: buenos días /. M.L.M.: Pues es una manera de decir que ya estoy aquí, a pesar de todas las decepciones, de todos los sufrimientos, hay una nueva oportunidad. Hay que dar los buenos días, y reinaugurar nuestro mundo, con la luz del sol, con la fuerza de voluntad que cada uno posea. Es optimismo, pero con los pies en la tierra. C.B.: / En la ciudad se pronuncia un nombre: Olvido / . Hay diferentes tipos de olvidos, ¿cuáles son imperdonables? M.L.M.: Se trata de un poema titulado Inspiración donde se habla de su importancia a la hora de hallar mi felicidad. La inspiración me sirve de vehículo para encontrarla, y cuando no está ahí, todo es olvido. Pero hay muchas clases de olvido. Yo creo que el peor es el de ser humano respecto a sus congéneres. Cuántas personas a las que no tenemos en cuenta hay en el mundo. Y luego también llega el momento en el que los olvidados somos nosotros mismos.


MARÍA LUISA MORA LOS FRUTOS SIDERALES

Santiago Sastre: “La poesía de Mª Luisa Mora nos regala una luz emocionante, corpulenta, cosida con el hilo de un brillo especial”.


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C.B.: Recogiste en el poema Sueños lo siguiente: /Hay gente que nunca es adulta; / pero es tan reducido el número / que da vergüenza contarlo /. Peter Pan, ese personaje que se negaba a ser adulto, ¿tenía algún motivo?, ¿lo tienen otras personas? M.L.M.: Era una alabanza hacia el espíritu infantil, lleno de pureza, del ser humano. Cuando somos niños todo es posible. Intentamos alcanzar lo inalcanzable y lo hacemos incluso posible gracias a nuestros sueños. Eso no quiere decir que nos olvidemos de nuestra responsabilidad como adultos, pero no hay que perder la chispa interior que nos recuerda nuestra inocencia y la lucha por nuestros ideales. C.B.: En el poema El día de ayer dices: / que raro hoy que ya es mañana / ¿Cuándo empezaron a ser raros algunos días para Mª Luisa? M.L.M.: Este poema lo escribí cuando ya había muerto mi hija y cuando mis otros hijos se habían marchado de casa. Era como haber vivido en un tiempo hermosísimo y no haberme dado demasiado cuenta de que lo disfrutaba. Aunque recuerdo que yo solía decir que aquello era mi felicidad. Después empezaron esos días raros de la soledad, la frialdad y la tristeza. Y el anhelo de recuperar todo aquello a través de satisfacciones personales e íntimas, como escribir un poema, tomar un café… C.B.: Tienes un libro, Navegaciones; donde encontramos el poema Demanda donde dices: / Me he arrojado al suelo, destrozada por este terremoto. / Sobre mí diluvian las oscuras banderas de la luna / y se me han escapado de la casa / esos pequeños pájaros / a los que quise curar de su tristeza / . Este poema es una manifestación de dolor que al lector le llega y le conmueve. ¿Es inherente el sufrimiento a la más alta belleza poética? ¿Te ayuda a mitigar el dolor la escritura? M.L.M.: Este poema es de un libro titulado Navegaciones. En él hablo de navegar por la vida, por la Tierra, por el amor. Estos versos son de un poema de amor, donde la entrega es fundamental, y donde, a pesar de las tormentas que trae consigo a veces, debemos aferrarnos a ese remo de la esperanza. En realidad, es una lucha de la que pretendo salir a flote. Respecto al sufrimiento creo que resulta inspirador, para qué voy a negar que escribo más, incluso mejor cuando estoy triste. Y no soy yo la única. Se lo he escuchado a muchos poetas. Sí que en cierta forma escribir es una especie de medicina que nos sana en ocasiones. Como si nos extirpáramos el sufrimiento y lo dejáramos impregnado sobre ese poema que más tarde o más temprano leerá alguien.

C.B.: Continúo, /La vida tiene que entregarnos algo / de lo que nos debe / forma parte del poema Este dolor. ¿Qué es la vida?, ¿qué nos debe? M.L.M.: La vida nos debe lo que pretendíamos de ella. Al menos en ese tiempo lo pensaba: seguridad, amor, estabilidad, caridad, comodidad, seguridad. Sin embargo, después de casi treinta años que lo escribí y de haber vivido situaciones más o menos duras, pues he comprendido que no hemos venido aquí de vacaciones, sino a aprender, a andar por un camino donde hay árboles cargados de frutos buenos o también dolorosos. Pero también hemos venido a luchar por lo justo, por aquello en lo que creemos, por aquello que merece también el prójimo. C.B.: Has manifestado en diferentes entrevistas que tus referentes poéticos son: Neruda, Lorca, Ángel González, José Hierro, Pedro salinas… ¿Querrías recomendarnos a algún poeta ‘menor’ o poco conocido que particularmente te guste?, ¿por qué? M.L.M.: Ahí faltan mujeres que también me gustan mucho y a las que hay que nombrar, si no, no sería justo. Por ejemplo: Ada Salas, Chantall Maillard, Juana Castro, Francisca Aguirre, María Victoria Atencia, Angela Figuera. Y tampoco quiero olvidar a poetas de mi tierra como son María Antonia Ricas, Santiago Sastre, Jesús Pino…

C.B.: ¿Cómo se puede acercar la poesía a aquellos que manifiestan que no les gusta sin haber, siquiera, cogido un libro de poemas? M.L.M.: Es fundamental acercársela desde niños, pero no por imposición, sino leyéndosela en voz alta, por ejemplo. También es cierto que la poesía gusta a bastante gente, lo que pasa es que no se ha acercado a los autores actuales y no nos conoce demasiado. Creo que si la poesía es buena y posee esa magia desconocida que cala en el corazón del lector es fácil que les llegue. C.B.: ¿Qué libro, obra o proyecto te gustaría realizar y aún no lo has hecho? M.L.M.: Este año he publicado “Los frutos siderales” y el año que viene sacaré seguramente un nuevo poemario. Puesto que desde que publiqué mi obra completa, en 2013, ya he acumulado una seria de poemarios que no están incluidos en ella y además sigo escribiendo con la perspectiva de sacarlo a la luz, me gustaría un día reunir una antología personal. Aunque eso lo dejo para más adelante.



MANUEL CAMUÑAS PROSEMAS EN TÁNDEM

“Se me podría calificar por la creación literaria de mis versos como un golpeador de las conductas del ser humano”.


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De Manuel Camuñas sabemos que es sonsecano de nacimiento, poeta, organizador de eventos poéticos, colaborador en radio, asiduo y requerido en certámenes de poesía, divulgador de letras y escritores, prolífico en las redes sociales, etc., pero ¿cómo es el Manuel íntimo, el Manuel familiar, el amigo? M.C.: Soy una persona muy exigente conmigo, mucho, y esa condición me ha ayudado a lograr las metas que me he ido fijando a lo largo de mi vida. Cuando he tenido que enfrentarme a un problema siempre lo he hecho con determinación, y si el impedimento era insuperable optaba por elegir el camino que me permitiera rodearlo y continuar. Mi meta ha sido adquirir conocimiento día a día para pensar por mí mismo, y en ese objetivo de búsqueda de la sabiduría iba incorporando mis sentimientos, emociones, sensaciones, deseos y pasiones, con el fin principal de ser feliz, porque entiendo que para disfrutar la felicidad debo ser consciente del mundo en el que vivo. Y este mundo, ínfima parte del Universo, ha tenido un pasado, tiene un presente y se dirige a un futuro, por eso, en la medida que sea capaz de comprender y conocer las dudas que surgieron antes, las que me abordan ahora y las que me plantearé después, estaré incrementando mi nivel de felicidad, pues tendré más certeza de las causas y consecuencias que conlleva el vivir para reaccionar con racionalidad, cordura y sentido común ante lo que nos vaya sucediendo. En relación a mi familia, siempre he procurado que cada uno de ellos ejerciera su responsabilidad para que su personalidad se fuese construyendo con los matices personales de cada cual. Nunca he sido partidario de imponer las conductas a seguir a mis hijos. Pasados los años me siento satisfecho, aunque no dejo de reconocer que hemos sufrido bastantes problemas, pero entiendo que eso ha pasado en el seno de las demás familias, y si tenemos en cuenta que estamos sometidos a los cambios continuos, es para alegrarse de cómo estamos en la actualidad. Valoro altamente la práctica de la amistad, principio que trato de poner en marcha tanto con amigos como con personas a las que no se les puede calificar con esta denominación. Los amigos pueden dejar de serlo, pero la vivencia de la amistad se puede desarrollar con unas u otras personas sean o no amigas, y, en mi opinión, eso es lo realmente valioso. C.B.: En tu último libro, Prosemas en tándem, dices: «Se me ocurre que un poeta es un inventor de metáforas» y «un poeta es el que hace belleza con los ingredientes del día a día». ¿Cuáles son tus ingredientes? M.C.: Mi caladero en la poesía lo forma todo lo que sucede en la vida, aunque para muchas personas pueda pasar desapercibido. Una noticia, un descubrimiento, una sentencia judicial, un sentimiento, una pasión, cualquier deseo, las conductas humanas respecto de los cambios y sobre todo la imaginación. En resumen, los ingredientes que utilizo en la composición literaria son los que provienen de las relaciones entre las personas y los que brotan de la naturaleza, ya sea viva o inerte. C.B.: otro poema tuyo, No creer es la cuestión, extraigo dos versos: / No creo en las uvas de la suerte en Noche Vieja, / […] / No creo […] por las lágrimas de los herederos /. ¿Eres un hombre incrédulo o empírico por la experiencia de los años y la vida? M.C.: Soy una persona rebelde desde mi infancia. No descarto que una buena parte de esa condición provenga de la enfermedad ocular que me ha dejado ciego. Yo siempre he querido vivir en función de lo que era, tanto físicamente como mental y culturalmente, y eso porque pensaba que debía basar mi felicidad en aquellos mimbres que definían lo que realmente era mi persona. La credibilidad se fundamenta en la coherencia y la hipocresía es un virus que ataca lo auténtico, y yo necesitaba mostrarme tal como lo que en cada momento iba siendo, por seguridad y aceptación mía y por generar confianza en los demás. Soy una persona crédula. Para mí es accesorio creer en lo que provenga de las ficciones, sin embargo, creer en lo que la ciencia demuestra es determinante para mi conducta o modo de vida. Entendiendo la libertad en su acepción clásica, la verdad nos permite ser libres, por eso la verdad que es la que realmente nos libera es la que proviene de las demostraciones científicas y no de las retóricas explicaciones de las ficciones, por muy poéticas que éstas sean. C.B.: Si te digo: / Podría considerar que soy un loco de paja en los mercadillos medievales […] /. Para saber más de ti, ¿cómo te consideras o cómo querrías que te viéramos? M.C.: Para ser coherente con lo que he expresado en la respuesta anterior, y porque además quiero que así sea, procuro aparentar lo que soy, sin postureos ni alharacas o impostaciones de la personalidad. Es mi voluntad ser una persona sincera y ofrecer siempre la cara que tengo y que todos ven porque está a la vista. No me gusta que me denuesten, humillen o vejen. En definitiva, es mi voluntad que me vean como lo que soy, sin máscaras ni maquillajes, sino tal como soy, un aprendiz de persona que busca el bien común y la convivencia en paz con la naturaleza y en la sociedad en general.


En un lugar de Castilla-La Mancha C.B.: Tienes otro poema titulado Me gustaría. ¿Qué te gustaría en estos momentos de tu vida? M.C.: En estos momentos de mi vida me gustaría vivir lo suficiente para asistir a los cambios que pueden llegar a producirse en el Homo sapiens y, por tanto, en la comunidad humana y en el planeta que ocupamos. Cambios que vendrán de la IA (Inteligencia Artificial). Me parece tan trascendente estos cambios que la revolución tecnológica puede forjar en la humanidad y en la naturaleza que me apasiona poder vivirlos. Es más, según Yuval Noah Harari, historiador y pensador israelí, autor cuya lectura es totalmente aconsejable, esta revolución puede desembocar en la extinción del Homo sapiens y dar paso a un nuevo ser que se parezca a lo que imaginamos como dioses y crear unos seres amortales que vivan varias centenas de años. C.B.: Manuel, / Me llamas poeta porque ignoras que mis versos son gritos desgarrados en los abrazos, /. ¿Qué otra cosa podríamos llamarte? (Una palabra, un calificativo…, ¿y por qué?) M.C.: Podría decirse que soy un convencido o concienciado de que si lo trabajamos a nivel global lo conseguiremos. Por tanto, un mundo mejor para todos no sería una utopía sino algo al alcance nuestro. Se me podría calificar por la creación literaria de mis versos como un golpeador de las conductas del ser humano, o lo que es lo mismo, de sus actitudes y aptitudes. También acepto, como cierto, que haya personas que me califiquen, por considerar que un mundo mejor es posible, como iluso, pero eso no es admisible ni me define pues si algo es seguro en la vida del ser racional, por mor de las leyes de la evolución. C.B.: Un verso tuyo: / En cada golpe de verso el poeta se desnuda. / ¿Se puede conocer al poeta plenamente por sus versos o siempre esconde algo? ¿Qué no se debe decir nunca en un poema? M.C.: Yo soy de los que piensan que en los poemas se puede expresar lo que a cada cual le parezca, pero, en mi opinión, sin rebasar los límites que deben observase para no faltar al respeto. Al escribir plasmamos en parte nuestra personalidad y reflejamos nuestra propia vida en cada momento de nuestra trayectoria vital, y el cómo la estamos viviendo y el cómo nos gustaría vivirla. Y sí, efectivamente, solemos desnudarnos, pero al hacerlo por medio de los versos, esa desnudez, en ocasiones puede pasar inadvertida, y, por consiguiente, fruto de la estructura literaria del poema, nuestra forma de ser queda oculta y no resulta fácil descubrirla. Además, el no agregar a los poemas nuestra personalidad, es tarea harto complicada y difícil pues cuando no lo hacemos conscientemente, la plasmamos inconscientemente. C.B.: Tú has escrito: / Soy un conjunto de contradicciones, y para colmo sin orden ni método. / ¿Es así la naturaleza o la condición humana? (en caso afirmativo, ¿por qué? M.C.: En el cerebro se producen innumerables procesos por los cuales pensamos lo uno y lo contrario, hasta que por mecanismos que todavía se desconocen, se toma una decisión, que si es a corto plazo puede que no se cambie, pero si es a medio o largo plazo, es totalmente probable que la modifiquemos. Las últimas investigaciones de la ciencia nos aportan que, lo que entendemos por decisiones libres, no lo son. Decidimos que nos gusta esa mujer o ese hombre, pero no intervenimos, con lo que llamamos libre albedrío, en que nos gusten las mujeres o los hombres. En nuestro cerebro se producen múltiples reacciones químicas y corrientes eléctricas que eligen por nosotros si nos han de gustar los varones o las hembras. Dicho de otro modo, el libre albedrío no existe, es una ficción inventada por las religiones. Por lo tanto, es evidente, si nos detenemos a pensarlo, que al decidir lograr lo que deseamos ejercemos nuestra voluntad libremente, pero de igual modo también queda claro que no decidimos el por qué deseamos eso y no lo otro. C.B.: Tienes un magnífico poema titulado Arrepentimiento. El arrepentimiento, ¿cuándo nos hace extraordinarios y cuándo, esclavos? M.C.: Sin perder de vista lo que he expresado en la respuesta anterior, puedo ser libre o esclavo tanto cuando me arrepiento como cuando no lo hago. Si el arrepentimiento es de algo que debiera haber hecho porque de hacerlo hubiese experimentado alguna mejora, lo primero que pensaríamos es que nos hemos equivocado en base a esa nuestra propia decisión, pero esa situación mental no nos conduce a entender que hemos sido esclavos de algo que nos ha impedido adoptar esa decisión. Ahora bien, como la libertad a la que aludimos como causa de esa decisión no es tal como la entendemos hoy día, podemos decir que siempre somos esclavos pues algo en nuestro cerebro decide por nuestra voluntad. Sin embargo, al mismo tiempo, podríamos decir que al ser nuestro ese órgano ─el cerebro─ somos nosotros los que decidimos libremente. C.B.: A esta edad que todo se relativiza, que no se tiene prisas y que se mira más al pasado porque abarca más recorrido que el futuro. Escoge una foto del Álbum de los días perdidos. (¿Quiénes aparecen?, ¿cuándo fue tomada?, ¿qué te evoca? M.C.: A esos días que ya no volveré a vivir porque solo se vive el presente, aunque los evoquemos por medio del recuerdo y eso signifique que continúan, en cierto modo, viviendo aún con nosotros ya que el olvido los haría desaparecer por completo.


1137. El duque de Aquitania aparece muerto en Compostela. El cuerpo queda de color azul y con la marca del «águila de sangre», una ancestral tortura normanda. Su hija Eleanor decide vengarse

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y para ello se casa con el hijo del que cree su asesino: el rey de Francia. Pero el propio rey muere

durante la boda en idénticas circunstancias. Décadas antes de la muerte del duque de Aquitania, un niño sin nombre es abandonado en un bosque por sus cinco madres. Acaso un monstruo, o tal vez un santo, el pequeño superviviente acabará convirtiéndose en uno de los hombres más excepcionales del medievo europeo.


HILARIO BARRERO ADIÓS, TOLEDO

“Educación nocturna es como la Biblia o el libro de salmos de H.B.”


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Hilario Barrero (Toledo, 1946) es poeta, prosista y traductor que reside en Nueva York desde 1978. Fue profesor en Princeton y en CUNY, una de las universidades de la ciudad. En 1999 ganó el premio Gastón Baquero con In tempore belli, (Madrid, Verbum). Colaborador de radio en Cadena SER, en el diario ABC y en la revista Clarín. En Pre-textos ha publicado una muestra de la poesía de Jane Kenyon y de Ted Kooser. En prosa ha escrito, entre otros, los diarios Las estaciones del día, De amores y temores, Días de Brooklyn, Dirección Brooklyn y Prospect Park. Es igualmente traductor de El amante de Italia, una selección de las Italian Hours de Henry James. Ha traducido a Emily Dickinson (La esperanza es una cosa con alas) y a Sara Teasdale (Luces de Nueva York) en Ravenswood Books Editorial. Ha publicado Un cierto olor a azufre, un volumen de relatos ilustrados por él mismo. Su tesis doctoral trató sobre don Félix Urabayen, tan injustamente olvidado, y fue pregonero del Corpus toledano, un honor inolvidable. Recibió el Premio de literatura de la Academia de Bellas Artes de Toledo en junio de 2015 «en reconocimiento a su obra literaria, poética y de traducción». Pronto aparecerán los artículos publicados en ABC y una antología bilingüe de una parte de los poemas de Walt Whitman. C.B.: Con In tempore belli ganaste reconocimiento ya que fuiste el ganador del premio Gastón Baquero. De él quiero entresacar los siguientes versos del poema Black death: / En todo lo que antes fuera gozo / y aquel placer de venas traspasadas, / un furioso huracán, montado en un caballo / de agujas derretidas, enarbola un sudario de otoño / con la imagen enturbiada de la muerte /. (No sé si alguien ha encontrado cierto paralelismo con la esencia de algunas letras de David Bowie) ¿Qué nos puedes contar de este poema y del conjunto del libro? H.B.: Me gusta David Bowie, pero me gusta mucho más Haydn. De una de sus misas viene el título del libro: “En tiempo de guerra” (tristemente ahora cobra actualidad). El título hace referencia, en general, a otra peste que diezmó y aterrorizó a una parte de la población joven del mundo: SIDA. En lo particular el libro habla de las guerras que todos llevamos dentro: la guerra de la soledad, del amor, de la muerte, del olvido. El fragmento que citas, que es un poco como un retablo medieval con imágenes barrocas, intenta resumir la llegada de la peste. C.B.: Del libro Prospect Park he marcado dos fragmentos: uno; «La vejez es hierro en la mirada, plomo candente en las manos, cadena perpetua en los huesos, dolores en el alma. un viejo está hecho de enlaces, un viejo tiene falta de ortografía en la razón, sangres mezclada, camisas llenas de arrugas y un olor a leche cortada y agria»; y dos, «Resultaron humanos nuestros dioses, / bellísimos sus cuerpos, inmunes a la peste parecían, / pero sufrieron y fueron derrotados por la muerte». Otra faceta tuya es la fotografía. En este libro, ¿qué importancia tiene el ojo fotográfico a parte de la memoria? H.B.: Es uno de mis diarios favoritos. Primero está editado primorosamente por Renacimiento y segundo es el libro de un diarista que empieza a sentir la vejez que le muerde la mirada y recuerda el pasado, aquellos tiempos de “esplendor en la hierba” y gloria en los cuerpos. La muerte, al final, es la boca de lobo que termina devorando todo: la belleza, el ruido de la vida, hasta el olvido. Al llegar a este país hice un Master y recuerdo haber tomado un curso de fotografía. Desde entonces, que aprendí la magia y el esplendor del poder de una imagen, no he parado de aprender cada día y descubrir nuevas luces y viejas sombras. Rostros llenos de vida, labios vacíos de gozo. C.B.: «/ Así estamos, amor, / cada vez más invierno, / una rosa fugaz e inalcanzable / que mancha con su nieve / nuestras noches» (Versos extraídos del libro Blending) ¿Podemos entender que muerte es antónimo de vida, pero que a la vez son una misma y única cosa; y que jamás caminan separadas? H.B.: Llegar a viejo es perder territorio, sentir frío en verano, dejar de sentir el perfume de una rosa, notar el hielo en las sábanas. Es lo que tiene los que han sido señalados con la cicatriz del amor. C.B.: Tienes un bellísimo poema, Pocantico River en el cementerio de Sleepy Hollow, que comienza así: «/ Pasa junto a las tumbas sin rozarlas, / sin despertar a los que duermen. / Pasa deprisa. / No sabe todavía lo que es llegar al mar. /» No sé si podríamos encontrar un guiño poético a Jorge Manrique. (En caso afirmativo) ¿Qué supone Jorge Manrique para un poeta como Hilario Barrero? ¿Qué poetas han influido más en tu obra? Aunque no lo hayan hecho, ¿a quiénes admiras más?, ¿y por qué? H.B.: Este es otro de mis poemas preferidos. Y es que siempre digo que se debe escribir de lo que se sabe, de lo que se siente, de lo que te da vida, de lo que te lleva a la muerte. El poema es un trozo de la vida de alguien que se siente acompañado por lo que le rodea, pero también por el glorioso peso de una rica presencia literaria que le condiciona a uno para toda la vida. ¿Cómo olvidar los versos de Manrique si son vida, aunque sean muerte, si son ya Renacimiento aunque sean Edad Media? ¿Cómo olvidar al “lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme”? ¿Cómo vivir sin Berceo? ¿Cómo no tener a Garcilaso en un al-


En un lugar de Castilla-La Mancha tar? Góngora y su montaña precipitante, Quevedo señalando... ¿Quién no se estremece leyendo el paseo de doña Endrina en el Libro de Buen de amor del Arcipreste? ¡Ay Dios, cuán hermosa viene doña Endrina por la plaza! ¡Qué talle, qué donaire1, qué alto cuello de garza! ¡Qué cabellos, qué boquilla, qué color, que buenandanza! Con saetas de amor hiere cuando sus ojos alza. C.B.: La pintura, otra de tus aficiones. Figuras imposibles. Unas a color, otras en tonos grises a lápiz, con un estilo propio, inconfundible. Normalmente ilustrando Cuadernos de humo. ¿Qué es la pintura para alguien con alma de poeta? H.B.: Más que nada es el uso y abuso que hago del color. Utilizo materiales muy elementales: cartones de cajas de cereales. Como no me considero pintor, que me considero un pintamonas, me cuesta contestar a esta pregunta y agradezco que te hayas fijado en esta faceta que, por supuesto, ayuda mucho a seguir viviendo, sobre todo en estos tiempos difíciles. Pasar de pie horas delante del cartón le ayuda a uno a cansarse de lo que le rodea. Es una manera de respirar espiritualmente. C.B.: Un libro tuyo, A quien pueda interesar, recoge a escritores tales como: Charles Wright, Frank Wright, Mary Oliver, James Tate, Derek Walcott, Ezra Pound, Langston Hughes, Denis Levertov, Edward Hirsch o Adrienne Rich. La mayoría de ellos desconocidos para cierto público medio español. ¿Qué nos puedes aconsejar de algunos de ellos H.B.: A mí me gusta mucho Frost, el “Machado americano”, con una poesía asequible y cotidiana. Tiene un poema titulado “El camino no tomado” que es una lección de moral entre otras muchas cosas. (traducido por HB). Otro poeta que me gusta es Langston Hughes, un poeta afroamericano que se adelantó a su tiempo en cuestiones sociales y raciales. Auden y Eliot son dos nombres imprescindibles a la hora de leer poesía americana o en inglés. Recomendaría la poesía de Jane Kenyon, y su libro “De otra manera”, una poeta que murió joven y que estaba casada con Donald Hall. Su poesía es una bocanada de aire fresco y de amor a la naturaleza. C.B.: En Educación nocturna tratas temas como el tiempo y el deseo: «/ Miraste de reojo. No había nadie, / sólo la sombra de tu sombra / que aumentaba la carga de la noche… /». ¿Cómo se llevan estos dos conceptos?, ¿cómo se relacionan?, ¿se llevan bien o no? H.B.: Educación nocturna es como la biblia o el libro de salmos de HB. En la antología, con una espléndida edición y ensayo del crítico García Martín, están todos los poemas que uno considera que pueden definir la poética de uno. Es curioso: para celebrar en el 2021 los 50 años de vida con mi compañero se va a editar mi poesía completa y el titulo puede que sea ese que tú mencionas: “Tiempo y deseo”. Estos 50 años son la mejor respuesta a tu pregunta. C.B.: Brooklyn, New York son la geografía vital de Hilario Barrero. ¿Cómo es la mirada de New York de una persona (tú) que lleva más de media vida allí?, ¿cómo influye en la creación literaria? H.B.: Yo diría que hay un antes y un después en mi escritura. Aquí he aprendido a amar de otra manera, a ver la vida de otra manera, he llenado mis alforjas con nuevos temores, nuevas muertas y he tenido que borrar muchos nombres de la agenda de mi vida. Una de las razones por las que di prioridad a los diarios era para no perder mis raíces y al decir “madre” que suene madre, al decir “amor” que suene amor. Mi poesía tiene un perfume de algunos poetas americanos. C.B.: Los que te seguimos por las redes o somos tus amigos sabemos de tu amor por la ópera, por la música clásica, la zarzuela... ¿Puedes decir a nuestros lectores qué es Réquiem de réquiem de HB? ¿Qué es la música para ti? H.B.: No podría vivir sin música clásica. Desde que me levanto, a las seis ya estoy en pie, hasta que me acuesto la casa está iluminada con la música. No veo televisión en absoluto. Me gusta mucho la ópera y una de las ventajas de vivir en NY es haber podido ver a los grandes cantantes: Domingo, Pavarotti, Freni, Caballé, Juan Diego, Flórez, Kauffman, Bartoli, Ghiaurov, etc, etc. También tengo una colección de misas y réquiems y pensé que cuando me muera me pongan por un rato unos fragmentos de mi “música fúnebre” favorita. (Escanea el link de Spotify) Carlos Bustamante.


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Letras y melodías

SHARIF FERNÁNDEZ CARLOS BUSTAMANTE A Mohamed Sharif Fernández Méndez lo descubro en 2016 en un programa de AragónTV, Canal Saturno, en el que compartía espacio junto con Luis Alberto de Cuenca; y en un mano a mano, ambos nos brindaron una gran noche: uno, recitando un gran poema con un largo título El poeta a su atracadora, pidiéndole que vuelva sucintamente vestida de negro; y otro, Sharif, con su canción titulada El retrato de Dorian Grey. Hay diferentes raperos que suenan en mi casa un día sí y otro también, uno de ellos es Sharif (de quien mis hijas se saben parte de sus letras). Un día decido ponerme en contacto con él e intentar pedirle una entrevista para nuestra revista. No esperaba que me contestara tan rápido y, ahora, quiero aprovechar públicamente para darte las gracias. C.B.: Tu canción Enero tiene más de 11 millones de reproducciones en Spotify y 100 frases más de 14, en Youtube. En 1981 se inauguró MTV y esto hizo que todos los cantantes o grupos se volcasen a grabar vídeos musicales. En la última década han caído las audiencias de emisoras especializadas como MTV, Los40, VH1, vevo, etc. Y lo han ganado las plataformas en streaming en detrimento de estas. ¿Esto democratiza la libertad de elección o también se da la influencia de las grandes compañías de mass media? S.F.: Como todos los momentos de cambio, hubo una grieta, breve y luminosa, en la que sí que se democratizó el acceso a nuevas plataformas, pero en seguida la industria vino a engullirlo todo, el capitalismo sabe monetizar cualquier revolución. C.B.: ¿Es, tal vez, la colaboración Pyramo con Mxrgxn, la mejor de las colaboraciones hasta la fecha?, ¿por qué son importantes las colaboraciones? S.F.: No sé si es la mejor, sí que sé que es la única que podía hacer en ese momento, igual que ahora se que debo centrarme en terminar mi disco en solitario. Pyramo es lo que nos apetecía hacer en ese momento, y tuvimos la suerte de poder darle todo el amor y mimo que quisimos.

C.B.: ¿Se aprecia más el rap español en Hispanoamérica que aquí?, ¿o en todas partes, aún encontramos reparos a la hora de aceptar el rap por los medios? En Estados Unidos es un negocio que mueve mucho dinero y que surgió en contraposición a la ausencia de afroamericanos en las listas de Billboard. ¿Qué camino le queda por recorrer al rap en España para alcanzar metas parecidas al de Estados Unidos? S.F.: Creo que el paralelismo con el mercado de estados unidos es válido. Necesitamos que pase algo más de tiempo para que el género evolucione y que las generaciones que crecieron con el rap desde chicos, se hagan adultos, aunque ya es un poco lo que está pasando. Pero la aceptación del rap por parte de la sociedad desde mis tiempos a estos, es ahora mucho mayor, así que creo que algo está haciendo bien el rap. C.B.: ¿Qué supone la edición del libro Lo vívido vivido?, ¿cómo surge? S.F.: Como una descarada aventura por parte de mi amigo y editor Rafael Lechowsky. Los dos amamos la literatura y la escritura, y ese libro fue un paso lógico en nuestras carreras. El resto se puede encontrar en las páginas del susodicho. C.B.:

En el libro encontramos un poema. Si te digo: «¿Lo malo de crecer son las espinas?». ¿Qué me respondes? S.F.: Cuando no saben a nuevo los pecados.

C.B.: « / Y me voy con una duda y una certeza: / La duda de si podré olvidarte. / La certeza de no querer hacerlo. / ». ─que pertenecen a otro poema tuyo titulado Luminosas dudas, oscuras certezas. El amor duele. Puedes contestar ¿durante cuánto tiempo? S.F.: Cuando nace del centro de nuestro ser y se ha sentido en cada una de nuestras fibras, ha de durar para siempre. Tiene un verso maravilloso Ángel González, que reza: “Este amor, ya sin mí, te amará siempre”. Así ha de ser el amor de verdad.



Letras y melodías

C.B.: « / Un papel en blanco es un espejo infinito / ». ─dices en Cobarde. ¿Qué problemas puede presentar un papel en blanco, que pase el tiempo y siga en blanco? S.F.: Ayer leía una entrevista a Leiva en la que decía que en las canciones (esto es en la escritura) cuando más te expones mejor suele ser la canción. Si en ese espejo que es el folio no se ve nada, puede ser por una cuestión de tiempo o de profundidad, y quizás haga falta que pasen los días o tal vez necesites escarbar más hondo en ti. C.B.: En Palimpsesto mencionas a diferentes personajes de novelas: conde de La Fère, Dorian Grey, Don Quijote, Aureliano Buendía, etc. ¿Qué obra o qué escritor te enseñó un mundo nuevo?, ¿cuándo? ¿Nos puedes recomendar alguna lectura que hayas leído últimamente? S.F.: El primer libro que me descubrió la lectura no fue el primer libro que leí, y quizá, con perspectiva, carezca de la épica de otros muchos libros que he leído posteriormente, pero en su momento, fue un bello escalofrío de luz que me hizo sentir que todo lo que había leído hasta la fecha no había pasado nunca de mi dermis, era como agua que se secaba al sol sobre mi piel. En cambio, el primer libro que leí de verdad, me conmovió hasta mi centro, fue agua que no bebió el sol, sino que calmó mi sed, una sed que ni siquiera sabía que tenía. Y ese libro fue “El maestro de esgrima” de Pérez Reverte. Desde él he bebido mucho en otros libros, y puedo recomendaros todas las obras de Dumas padre (de las que a su vez bebe Reverte), y como obra excelsa de reciente lectura y apabullante conmoción os puedo recomendar “Sobre héroes y tumbas” de Sábato. Un libro complejo, profundo y bello, como la vida misma. C.B.: De la letra de la canción Doryan Grey, un amigo, Alfredo J. Ramos, me hizo una observación: «¡qué bueno! ─vivo en lo que tacho─ me lo apunto». ¿Cuánto se tacha en un poema, en una letra? ¿Cuándo se decide que un poema está acabado? ¿Es mejor no releerlo mucho para no tachar ni corregir? S.F.: Yo siempre digo que si a veces, mi música corre el riesgo de simular una buena calidad lírica, es porque dedico mucho mimo a tachar. No sé escribir versos buenos siempre que quiero, pero si se tachar versos malos cuando los veo.

C.B.: Duele escribir las letras de canciones en las que uno se confiesa como Triste canción de amor: «/

Culpable de mis pecados lo confieso, / que le voy a hacer siempre me vendo por un beso. / Culpable de mis pecados lo confieso, / que le voy a hacer siempre me vendo por un beso. /». S.F.: Casi todo lo que duele, suele curar. C.B.: El rap (que está lleno de poesía) y la juventud que tiene muchos referentes en el mundo musical, por un lado; y por otro, que se dice que la juventud no lee, que no se interesa por la lectura ─o literatura─. ¿Qué impide llevar el rap a las aulas?, ¿a las clases de literatura y de música? ¿Qué cambiaría si esto sucediera? S.F.: No sé lo que cambiaría, pero también sé que no se pierde nada por intentarlo. Eso sí, no de una forma superficial y barroca, sino haciendo un profundo análisis de nuestros jóvenes y de nuestro sistema educativo, e intentando actualizar a dicho sistema gran parte de las revoluciones tecnológicas de nuestro día a día. Hay que desmomificar un sistema que no se actualiza al ritmo que si lo hace la vida. C.B.: Quiero terminar invitando a los lectores a que vea tu último videoclip Lluevo, del disco De inmensidades. ¿Qué se van a encontrar en este tu último trabajo? S.F.: La esencia de todos mis discos anteriores, sumada a todo lo aprendido en Pyramo, esto es, un disco en el que mis raps van a estar la altura de la exigencia de mis oyentes, y en el que tratare de meter estribillos algo más melódicos siempre y cuando mi voz y el autotune me lo permitan. Carlos Bustamante.


La eterna enamorada

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VIGILIA DE UN DÍA DE PRIMAVERA VALLE HIDALGO Isabella Andreini (Padua 1562 – Lyon 1604) publica en 1588 con el título de “Mirtilla”, la primera obra de teatro, que conservamos con la firma de una mujer seglar. Es una pastoral que presenta similitudes con “Sueño de una noche de verano” estrenada por primera vez en 1600. En ambas, encontramos personajes que aman, persiguen a la persona amada, son rechazados, rechazan y durante la acción, mudan sus inclinaciones. Pero al contrario de la famosísima obra de Shakespeare, donde los cambios de voluntad se deben a un elemento mágico, en la obra de Andreini las mutaciones en los afectos obedecen únicamente al reconocimiento de los personajes, por si mismos o influenciados por algún otro personaje, de los errores que les mantienen en la desdicha. Preconizando de este modo las teorías modernas de la psicología positiva, la programación neurolingüística o la inteligencia emocional, que abogan por despojar al ser humano de los pensamientos y las emociones que boicotean nuestra felicidad y realización personal. Es impresionante la riqueza léxica y metafórica que presenta la obra, para desarrollar infinidad de imágenes diferentes, que expresan un mismo concepto: el Amor. Afecto, sentimiento, emoción que, por ser intangible, se presta a infinitas formas de ser vivido y expresado, atravesando todo el argumento, desde su inicio, con el prólogo a cargo de la Diosa Venus y su hijo Cupido. Amoríos adoles-

centes, sentimientos desbordadamente bellos. La acción desvela distintas posiciones de los personajes respecto del tema principal, para desentrañar las formas saludables y tóxicas de este sentimiento. El amor, el más universal de los temas en el arte, tiene en esta obra como antagonista a la muerte, el otro gran universal, que sobrevuela las intenciones y deseos de muchos de los personajes, que no se ven correspondidos en sus anhelos. Es destacable la comicidad que provoca la obstinación de los personajes, en seguir amando a quien les desprecia abierta y reiteradamente. Incluso el cambio, que a veces se opera en pocos segundos, entre la ternura y devoción hacia la persona amada que les rechaza y la dureza en rechazar a quien los ama. Finalmente, triunfa el amor en su sentido más lúdico y positivo, terminando la obra con tres nuevas parejas que deciden olvidar sus antiguas obstinaciones y sufrimientos, optando por el amor correspondido que posibilita una vida plácida y fructífera. Y a la vez, conservar la amistad entre todos sus miembros, libres de celos y rencores. Amo a Isabella Andreini desde que tuve noticias de su existencia en 1990. Pionera en conciliar el ejercicio de la escritura con las giras de teatro y la dedicación a su familia, como hacemos muchas mujeres actualmente, entre las que me incluyo. Valle Hidalgo



El rincón de Jante

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musArañas JOHANA ROLDÁN LORENTE MusAraña es el nombre que recibe una exposición de cuadros y escultura de distintas técnicas afincada en la ciudad de Gudalajara. Así es cómo la he llamado. Pensando el otro día sobre la temática de la exposición y la génesis de su nombre, que en este caso resume muy bien todo su sentido, me di cuenta de que era así como me llamaba mi padre de niña, quien siempre me daba nombres muy ratoniles, si bien la musaraña no es de la familia de los roedores, ni yo tampoco. Las palabras que utilizamos en la configuración de nuestro lenguaje son las que nos conforman y seguramente este título no llegó de un modo tan racional como yo pudiera pensar, sino que estuviera aparcado desde siempre de un modo subconsciente en algún rincón del “parking piso subtres” y me debía a ella hasta encontrar su lugar en esta exposición. Y no solo por ser un apelativo cariñoso paterno, sino porque lo he oído asociado a mí misma desde que pude pronunciar “dame un lápiz” en frases como “ya estás en las musarañas”, atribuido su sentido en un principio a que son un animalillo que vive bajo tierra en los campos y que cuando algún campesino se quedaba sin hacer nada se decía que había visto una de ellas y que también encontramos por primera vez en el mundo de la literatura en los Cuentos de Cuentos de Quevedo. Cuando se me ha dicho alguna vez esta frase, apenas ha llegado a rozarme o molestarme, pues sabía que era mi estado de pensamiento más profundo. Y así desde las pequeñas musarañas, que no son culpables de nada de lo que hago, llego al sentido de mi exposición la de las Musas y las Arañas, que se encuentran en el subconsciente creativo necesariamente para que surja algo nuevo y distinto. Estas MusArañas, nos rondan en el proceso de creación porque sin una la otra es invisible. Nos dan la percepción de lo bello y lo detestable sin que uno sea mejor que otro (1) y ambos se amen en las líneas y colores, hasta en el vacío en blanco del fondo del lienzo, y en el silencio, es el poema que realza lo que miras. Pero como nunca me quedo en un solo pensamiento cuando activo una obra, esta idea me ha llevado también mucho más lejos, no sólo a este tipo de reflexión estética que siempre me atañe, sino a una que como mujer me ronda desde esa infancia con la que comencé a hablar y que asimilaba a las musarañas Se nos ha dicho a las mujeres que ya no somos musas, sino creadoras. Así ha sido a lo largo del tiempo, aunque no fuera una realidad social proclamada o tan manifiesta como en esta actualidad. ¿Cuándo no ha sido una madre la mayor manifestación de hermosa creación, y cuánto no sabemos de aquellas que crearon para sí mismas o para otros? Sea como fuere, siempre supe cuál era mi posición en esta doble posibilidad de la mujer en la historia del arte: la de que teje la red creadora. En las observaciones al tema más actuales hemos podido asistir a ciclos como el de “Ni ellas Musas ni ellos genios” de la Caixa Forum de Madrid (2), en el que con este expresivo título se nos abre el mundo femenino de la creación, desde todas sus facetas, y la necesidad que ha habido de igualdad, contemplando a través de distintas mujeres de la historia que no fueron valoradas debidamente. Es por esto también, que he disfrutado haciendo alguna de mis musarañas representadas con mujeres a quienes conozco y son grandes creativas, además de musas de sí mismas. Así es como ocurre en realidad… las musas llegan para decirte palabras de amos al oído, susurrarte hechizos a los pinceles, la tinta de un bolígrafo apresurado, el teclado de un ordenador desgastado; entonces, llenan los ojos de imágenes que son sorpresa, caricia del mundo, deseo de atrapar las esencias. Así, sin darte cuenta, resulta que bailas tanto con las musas que te conviertes en una de ellas, pero con la sabiduría de una araña vieja, la que tejía las ideas para que Platón hablara de la belleza y otros la reinventaran de nuevo cada vez que la vieran. (1) Si se quiere entender más en profundidad este tipo de pensamiento solo hay que acercarse a las obras de Historia de la Belleza e Historia de la fealdad de Umberto Ecco, en las que lo bello y lo feo aparecen no solo como conceptos estéticos sino morales, entendemos como feo aquello que nos produce malestar emocional y no es armónico. La belleza en realidad, no es un opuesto a la fealdad en el momento que son expresión y arte. (2) Clasicas y Modernas (Asociación para la igualdad de género en la cultura) y MAV (Mujeres en las Artes Visuales) presentaron este ciclo de conferencias sobre parejas de intelectuales y artistas en el 2015 que estuvo coordinado por Laura Freixas, escritora y presidenta de Clásicas y Modernas y Pilar V. de Foronda, escultora y secretaria de la misma.


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THE CROSSING OF THE RIVER BEREZINA Lawrence Alma-Tadema

A pesar de que Napoleón Bonaparte y sus principales generales consiguieron atravesar el río y ponerse a salvo, la desbandada de buena parte de la tropa francesa causó una monumental masacre entre sus soldados. En su intento por alcanzar el puente, cientos de ellos cayeron a las heladas aguas del río pereciendo por hipotermia, otros fueron aplastados por sus propios compañeros y otros alcanzados por el fuego enemigo.

Para asegurar la retirada del contingente que había conseguido cruzar el puente, el alto mando francés decidió volarlo para retrasar su cruce por los ejércitos rusos, dejando al resto (hombres, caballos y armas) al otro lado a merced del enemigo. Al mediodía del día 28 apareció la temida caballería cosaca, que aniquiló a todos los que habían quedado allí. Se calcula que 30 000 soldados de la Grande Armée perdieron allí la vida. Algunos decidieron huir hacia el norte, pero sus esperanzas de sobrevivir eran escasas.

Gustav Burgmann



Teatro El Rey León lleva ya nueve años sobre el escenario madrileño del Teatro Lope de Vega, el cual sufrió una reforma casi completa para poder albergar la mayor producción en la historia teatral de España. La cual fue necesaria para estar al mismísimo nivel de las actuaciones de Broadway. Con más de 3000 funciones y con más de 4 millones de espectadores esta función de Stage Entertainment y Disney Teathrical se encuentra bajo la dirección de Julie Taymor y el productor musical Thomas Schumacher. Quienes se han encargado de crear la maravillosa representación teatral que supera su duración a la del filme original ya que son dos horas de actuación. Durante ese tiempo todos los días han subido a escena 25 tipos de animales, más de 200 máscaras, tallas y figuras influenciadas en las culturas africanas, japonesas o el uso de sombras chinescas, 70 trajes que cobran vida gracias a los tejidos usados que permiten emular los pelajes, plumas o piel de los personajes. Un alucinante maquillaje que toma su inspiración en sociedades tribales del sur de África como los masái o wodaabe, se une a las máscaras, la danza, el movimiento de los actores y la música para completar un espectáculo mágico que transporta al público al ambiente selvático de la historia. Los bailes son exquisitas y cuidadas coreografías que van desde el movimiento más ligero hasta piruetas imposibles que emulan a los animales representados como el salto de la gacela o la caza de los leones.

Los escenarios cobran vida, los actores representan a la misma vegetación de la sabana y para ello los bailarines y actores que entran en cada una de las escenas necesitan cumplir con el alto nivel de exigencia física. Así como unos ser bailarines muy completos y flexibles que les permita realizar los movimientos ágiles y explícitos de cada animal y planta representado. Coreografías mágicas llenas de simbolismos que entremezclan una exquisita de danzas africanas, indonesias, balinesas y japonesas. El elenco de actores encargados de dar vida a estos icónicos personajes ha ido variando con el paso de los años, pero en él se han encontrado nombres de la talla de Esteban Oliver (a Bella y La Bestia) quien incluso interpretó al personaje Zazú en el musical de Broadway ,siendo el primer español en dar el salto a Broadway en New York. El personaje de Scar también ha tenido la suerte de contar con un actor como Sergi Albert (Invisibles, Hospital) quien interpreta de forma espectacular a este villano tan carismático de Disney.

Un espectáculo mágico que representa valores como el respeto y amor por la naturaleza, la superación de los problemas, la importancia de formar parte de un todo, la fuerza del amor o el valor de la amistad. Un conjunto de experiencias visuales y auditivas que provocan que más de uno derrame alguna lágrima. Todo el que asista a una de sus representaciones de seguro se enamora de este grandioso musical y deseará repetir. Es, sin ninguna duda, de los mejores musicales que pueden disfrutarse en España.


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Teatro

Su estreno en Madrid ha sido aplazado por motivos obvios. Se basa en el bestseller ‘Los pilares de la Tierra’. Producido por los creadores de ‘El Médico’, el musical ofrecerá al espectador una experiencia inmersiva con proyecciones y sonido envolventes, dando un paso más respecto a los espectáculos musicales tradicionales.

octubre de 2020, da un paso más respecto al concepto de musical que se puede ver en los escenarios hoy en día. Gracias a las últimas tecnologías, el espectador podrá disfrutar de un concepto teatral revolucionario, haciéndole partícipe de una experiencia inmersiva con proyecciones 360o y sonido envolvente.

El escritor Ken Follett ha presentado en Madrid el que será uno de los musicales más sorprendentes de los próximos años: ‘Los pilares de la Tierra’. La novela de éxito, una de las más leídas en el mundo, se convierte en musical de la mano de los creadores de ‘El Médico’, en un proyecto diferencial que evoluciona la forma de producir musicales que conocemos hasta el momento.

Ken Follett, que ha estado acompañado en la presentación por Iván Macías, compositor de la música de‘Los pilares de la Tierra’ y Rafael Argudo, uno de los productores del musical, ha manifestado su emoción ante el nuevo proyecto: “Estoy encantado de que ‘Los pilares de la Tierra’ se convierta en una producción musical. Es un gran honor ver como mi trabajo cobra vida en el escenario y me emociona ver qué hará el equipo de productores con la historia”.

Esta gran superproducción, que estrenará en Madrid a nivel mundial

se en

El autor ha tenido el privilegio de dirigir a la orquesta, que durante la presentación ha interpretado en exclusiva la obertura y uno de los duetos del musical, en un adelanto de las composiciones en las que está trabajando Iván Macías. El compositor ha explicado el interesante camino de convertir en música la novela más leída en España, acompañado una vez más por el dramaturgo Félix Amador, encargado de escribir el libreto. Para Macías, “es un reto mastodóntico poner música a una obra como ‘Los pilares de la Tierra’. Es una gran responsabilidad y a la vez una enorme fortuna poder musicalizar una de las obras


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más importantes del S.XX, donde el auténtico objetivo es hacer sentir a la gente la misma pasión que muestra la novela, pero a través de la música”. El musical ‘Los pilares de la Tierra’ nace con vocación internacional y pretende convertirse en un éxito mundial tal y como ha señalado Rafael Argudo, para el que este proyecto “es un éxito no sólo para los productores, sino para nuestro país. Que autores de la talla de Noah Gordon y Ken Follett confíen en nosotros para desarrollar escénicamente obras tan universales como ‘El Médico’ y ‘Los pilares de la Tierra’, nos sitúa a la altura de grandes escenarios como los del West End londinense o los del Broadway neoyorquino”. Los pilares de la Tierra es la novela más leída en España desde su publicación en 1989, según las encuestas sobre hábitos de lectura y compra de libros de la Federación del Gremio de Editores. Con seis millones de ejemplares vendidos hasta la fecha en nuestro país, las ventas mundiales superan los 26 millones. El libro describe el desarrollo de la arquitectura gótica a través de las vicisitudes del priorato de Kingsbridge, en contraste con el telón de fondo de los acontecimientos históricos que se estaban produciendo en el momento. Ambientado en la Edad Media del siglo XII, la novela incluye pasajes en España durante una peregrinación a Santiago de Compostela.

Ken Follett (Cardiff, 1949) es licenciado en Filosofía en la Universidad de Londres, donde se graduó con honores y se convirtió en acadé- mico en 1995. Comenzó su carrera trabajando como periodista y posteriormente empezó a trabajar para una pequeña editorial de Londres, Everest Books, de la que terminó siendo director adjunto. El primer gran éxito de Ken Follett llegó con la publicación en 1978 de El ojo de la aguja, un thriller sobre la Segunda Guerra Mundial ambientado en Inglaterra que fue premiada con el Edgar Award de los Mystery Writers of America en 1979. En 1989 se publicó Los pilares de la Tierra, y su secuela,Un mundo sin fin, obtuvo un éxito similar cuando se publicó en el año 2007. El último proyecto de Follett, la trilogía The Century, ha vendido más de 18 millones de ejemplares en todo el mundo. Follett es miembro activo de numerosas organizaciones que promueven la alfabeti zación y fue presidente de la asociación Dyslexia Action durante diez años. Ken Follett también fundó The Follett Trust, organización que realiza aportaciones para financiar pro yectos relacionados con las artes y la educa ción, así como con la pobreza social.


Teatro

TEATRO ESCOLAR GRUPO DE TEATRO CEPA LA RAÑA

Las últimas obras producidas por el grupo de teatro han sido: Pasión y Poder, Tomasa and Company, Viajes por el cosmos y Cocktail. Todas escritas por Soraya Campos hasta que por motivos laborales abandonó el grupo. El pasado año llevamos a escena dos sainetes del dramaturgo toledano José Cedena con un gran éxito. Su representación tuvo que ser pospuesta por motivos de diversa índole. Finalmente los pudimos representar en el mes de enero dentro de la programación del V Ciclo de Teatro del Cepa La Raña de Navahermosa. Ciclo que se tuvo que suspender por la pandemia la misma semana que iba a ser representada la segunda de las obras en cartel, La dama boba, de Lope de Vega y a cargo de la compañía teatral Grupo Acción-Reacción.

Las otras obras que tuvieron que ser suspendidas fueron El despiporre griego de la dramaturga Ana María García y directora de la compañía Teatrerana; y la obra El anillo de carlos Bustamante. Los sainetes que nuestro grupo de teatro representó sobre el teatro auditorio Juan José Miguel de Navahermosa fueron: Margarito está mu’ malito y De compras por el pueblo. El primero de ellos narraba las aventuras y sobre todo desventuras del pobre Margarito que se encuentra encamado desde hace dos semanas y cree que va a morir y todo por el equívoco al tomar la medicación recetada por el médico. El cual no vuelve a visitarlo desde que abandoran el pueblo dos semanas antes. La segunda obra es una crítica mordaz a aquellas mujeres que se reúnen en torno a una pequeña tienda de pueblo para descuartizar a todo ser vivo que no se encuentre presente entre ellas y a veces entre ellas, también.. Carlos Bustamante


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Firma invitada SANTIAGO SASTRE

Teoberto Mirón escribe una Calculo que tendría diez años cuando nos conocimos. Llevaba un tiempo guiñando los ojos, porque de lejos no veía tres ni cuatro en un burro. El oftalmólogo me dijo que no entendía cómo había aguantado tanto tiempo sin vosotras, pues tenía más de una dioptría (era incapaz de reconocer a la gente por la calle). Las primeras gafas que me compré eran metálicas, de color dorado, con unos cristales grandotes. ¡Coño, se parecen a las que ahora se han puesto de moda! Tuve esas gafas durante bastantes años. Recuerdo que se me rompieron en una partida de tenis por parejas. Yo estaba cerca de la red, un compañero dio un raquetazo, la bola iba hacia mí, giré la cabeza y, ¡a tomar por culo!, se cayeron y se rajó uno de sus cristales. Fue un disgusto para mis padres, porque valían un huevo. Me cambiaron el cristal pero seguí con la misma montura. Cuando empecé a trabajar, me compré otras gafas con una montura más chula, de pasta y de colores. Prefería que tuvierais los cristales pequeños. Como me gusta mucho leer y escribir, me subió la miopía. Me acojoné porque me crecía más y más y los cristales iban engordando, pero después, ¡aleluya!, se estabilizó (aunque se añadió un ingrediente nuevo: un poco de astigmatismo). Con esa graduación no podía estar sin vosotras, era gafoso a tiempo completo. Incluso veía las típicas mosquitas volantes que ven los miopes. Nunca me he sentido mal por llevaros, no he tenido complejo por eso (por ser bajito, tripudo y con poco pelo sí). Tuve una temporada en la que usé lentillas, pero no era lo mío, porque había que ser muy meticuloso a la hora de ponérselas y de limpiarlas. Confieso que me las compré con la intención de ligar (pero no funcionaron) y de poder hacer deporte, y ya sabéis que tengo alergia al ejercicio físico… Vosotras me acompañáis a todos los lados desde que me levanto de la cama. Solo os quité para dormir, ducharme (nadar no), cortarme el pelo, follar… Habéis presenciado discusiones, alegrías, paisajes increíbles, fiestones, películas buenísimas… Os cuido mucho: os limpio con una toallita especial para que no os rayéis. Hay una cosa que no puedo soportar: que estéis torcidas. Tenéis que estar rectas en la cara, sin ningún tipo de inclinación, que eso queda feo. Os amo, gafas mías. Gracias a vosotras he visto la realidad tal como es. Habéis estado conmigo a las duras y las maduras, en todas partes (hasta en la intimidad del cuarto de baño). Conocéis como nadie lo que de verdad dice mirada. Si después de morir me espera otra vida (en el infierno o el paraíso) os confieso que no sé si podré acostumbrarme a vivir sin vosotras sobre mi nariz, queridas gafas mías, ¡oh, gafas de mi alma!

Santiago Sastre

Santiago Sastre ha publicado 8 libros de poesía (La escucha silente. Convento del oye 1988), Zoom (premio Benito de Lucas, 1994), La tierra transparente (1997), Dentro (2005) y El reloj de Gulliver (2009), Agua corriente (2011) y Los lagartos llorones y otros poemas (2012) y Las flores del campo no quieren maceta (2013). Es responsable de la antología poética, con un estudio introductorio, sobre poetas toledanos Zocodoversos. Poetas en Toledo, 2010.

Es coautor de un libro de literatura juvenil (Craco y El Greco, 2010) y de dos novelas policíacas (Mazapán amargo, 2010, con la que consiguió una beca a la creación literaria concedida por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y La última sombra del Greco, 2013). También colaboró con José Carlos GómezMenor en un estudio histórico sobre los orígenes familiares de san Juan de la Cruz (Raíces históricas de san Juan de la Cruz, 2011). Es director de la colección de libros Toledo en tu mano, en la que apareció su estudio, junto con Rafael G. Casero, sobre el escritor toledano Ángel Palomino (El vuelo de Ángel Palomino, 2012). Recientemente ha publicado el cuento infantil El Greco y el amarillo gruñón (2014) y la obra teatral, junto con Rafael G. Casero, A cuadros (2014). Acaba de ganar el XIII premio de poesía León Felipe en 2014 con su poemario Poeta en Jamón York.


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carta a sus gafas



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