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Las plataformas de streaming y el boom de las adaptaciones literarias
José Luis Sánchez afirma en Las adaptaciones literarias al cine: un debate permanente, que “literatura y cine están condenados a coexistir, fecundarse mutuamente, dialogar entre sí y entretejerse”
Es cierto que, no es ninguna novedad, los libros con cierto éxito acaban dando el salto a la gran pantalla. No obstante, el auge de las plataformas de streaming ha hecho que estas adaptaciones literarias se den con mucha más frecuencia y que el debate acerca de si el libro es mejor que la película o la serie esté presente en nuestro día a día. Tanto en redes como en los medios de comunicación que se dedican a reseñar y opinar sobre series y películas, podemos observar como las adaptaciones literarias son objeto de una crítica mucho más dura y contundente. Así, nos podemos encontrar con el reciente caso de Persuasión o el caso de A través de mi ventana.
En el artículo, se puede leer como el autor expone que “en contadas excepciones se considera que un película tiene mayor calidad que la obra literaria en que se basa. Lo común es rechazar las adaptaciones bien porque la película resume y simplifica las tramas de la historia de la novela, bien porque supone una interpretación que se desvía del espíritu del texto escrito – y hasta los contradice-, bien por que el lenguaje del filme no tiene la envergadura del literario”.
Los lectores esperamos encontrar en las adaptaciones cinematográficas un reflejo fiel de la obra literaria. Pero, esta situación, casi nunca se produce ¿Entonces, el problema es del producto cinematográfico o de las expectativas del lector que se convierte en espectador? José Luis Sánchez afirma que “una película ha de ser juzgada en sí misma, con arreglo a los criterios analíticos y estéticos propios del cine, y olvidarse por completo de la obra de referencia; o en todo caso, rechazar la operación comercial que supone, la mayoría de la veces, la adaptación de obras de prestigio”.
Tomando esta referencia podríamos llegar a dos conclusiones. Primero, que cuando se trata de una obra cinematográfica basada en una novela somos subjetivos a la hora de analizarla y dos, que normalmente todas estas adaptaciones responden a un fin meramente comercial, algo muy abundante en la era de las plataformas de streaming las cuales son instaneas.