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Entrevista a Lola
LOLA
Dolores Martín Ruíz, más conocida en el centro como Lola, se despidió del instituto después de más de 30 años trabajando en él. Llegó el momento de su merecida jubilación. A lo largo de este tiempo nuestra querida conserje ha visto muchos cambios. Las personas y las instalaciones han cambiado y ella ha presenciado todo eso. Amablemente ha accedido a realizar esta entrevista para la revista del instituto para contarnos sobre sus experiencias y las anécdotas que ha vivido trabajando aquí.
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¿Cuándo te jubilas?
Mi último día de trabajo es el día 22 de diciembre de 2021. El último día lectivo del año.
¿Desde cuándo llevas trabajando en el centro?
Llevo trabajando en el centro desde el 13 de octubre de 1987. He visto muchos cambios a lo largo de estos años.
¿Has trabajado antes en algún otro centro?
Cuando aprobé las oposiciones me otorgaron una plaza con vivienda en un centro de la comunidad de Madrid. Estuve un año rondando por centros, pero no tenían vivienda. Primero estuve en Móstoles y no había, luego en la Escuela Oficial de Idiomas de Leganés y tampoco. Cuando llegué a este centro no tenía vivienda incorporada, pero la habilitaron. Actualmente es raro encontrar edificios públicos preparados para que sus trabajadores residan en ellos, debo de ser de las últimas en conservar este tipo de plaza.
¿Siempre te has dedicado a esto?
No, llevo trabajando desde los catorce años así que he tenido tiempo para dedicarme a varias cosas. Primero estuve en un taller, más tarde, cuando terminé de estudiar, estuve trabajando en una editorial. Luego pasé a una oficina y después de eso aprobé la oposición para este trabajo y así hasta ahora.
¿A cuántos equipos directivos has conocido?
Ahora no estoy segura, deben haber sido unos seis o siete. El año siguiente al que entre en el centro cambiaron al que estaba de director. Después de él hubo unos cuentos directores y directoras más. Hasta llegar al actual director César Naranjo. Cada dirección llevaba el instituto a su manera, pero todos se portaron muy bien conmigo.
¿Ha cambiado mucho tu trabajo en este tiempo?
El trabajo en sí no ha cambiado casi. Lo que sí ha cambiado mucho ha sido el trato, las formas.
¿A qué te vas a dedicar después de la jubilación?
Ahora mismo no lo sé, de momento a no hacer nada y a dormir.
¿Qué momento recuerdas con más cariño?
Pues hay muchos momentos que recuerdo con cariño. Porque he tenido la suerte de que la gente aquí me ha tratado muy bien. Este lugar ha sido mi casa durante casi 34 años, y he vivido muchas cosas aquí. El momento con el que me quedaría fue tener a mi hijo correteando por los pasillos del instituto.
¿Qué momento prefieres olvidar?
No olvidaría ninguno porque cada uno ha tenido su por qué. Y esos momentos sirven de experiencia por lo que no olvidaría nada.
¿Echaras algo de menos cuando te vayas?
Si creo que lo que más será el trato con la gente. Aunque vivir aquí a veces es un circulo muy
Algunos alumnos del centro han realizado los retratos de Lola que aparecen en estas páginas. Arriba, Lola por Julia Gil de 4ºB y abajo por Lucía Bodor de 4ºD. la siguiente página (de izquierda a derecha y de arriba abajo): Lola por Alan Carrasco de 4ºC, En por Giuliana Guerra de 4ºC, por Lucero Sánchez de 4ºD y por Erik Carreño de 4º C.











cerrado. La gente normalmente va a trabajar, vuelve a su casa, sale a la calle… Pero yo no, mi lugar de trabajo también es mi casa. Hay veces que parece una ventaja, pero hay días que no veo la calle.
¿Hemos cambiado mucho los alumnos a lo largo de este tiempo?
Si, habéis cambiado muchísimo. Comprendo que sea otra generación y otras ideologías, pero se nota el cambio. También han cambiado mucho los métodos de aprender, de enseñar y de estudiar.
¿Nos puedes contar alguna anécdota que te haya sucedido en estos años?
Sí, recuerdo una anécdota que me hizo mucha gracia. Me entere de uno de los motes que me pusieron de los que me he sabido: Terminator, por la película. Lo gracioso fue que oí que llamaban así a alguien. Me pregunte: ¿y quién es ese? Luego me entere de que era yo a la que llamaban así.
¿Quieres añadir algo?
Me gustaría decir que me da mucha pena marcharme. Porque no solo dejo mi trabajo y me jubilo, también dejo la casa en la que he estado viviendo tanto tiempo. He visto muchos cambios en este tiempo, no solo en las personas también en el edificio. Cuando yo empecé solo estaba el módulo A. Luego después construyeron el módulo B y el C, en un solar que había. Antes el gimnasio estaba en el módulo A, en una especie de semisótano cerca de donde está ahora la biblioteca. El edificio ha vivido muchos cambios.

Alicia Campos, 1º F
