Revista-SOCHIAS-V2

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AÑOS SOCHIAS

4 Editorial

5

Los orígenes de SOCHIAS

7 La astronomía chilena

10

Líder en investigación astronómica

12 Representatividad y diplomacia científica

16

Chile y la defensa de sus cielos oscuros

19 Ciencia con impacto

26 Voces de nuestra comunidad

30 Desafios estratégicos

36 Proyección internacional de SOCHIAS

La Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) es una organización sin fines de lucro que representa a la comunidad de astrónomas y astrónomos en Chile ante diferentes organismos nacionales e internacionales. Tiene por finalidad promover el desarrollo de la astronomía por medio del fomento de su investigación, enseñanza y divulgación, junto con velar por los intereses y derechos de las y los astrónomos en Chile.

Palabras de la Presidenta de SOCHIAS

25 años construyendo comunidad astronómica en Chile

Este aniversario nos invita a detenernos un momento y mirar con perspectiva el camino recorrido. Hace 25 años nació SOCHIAS con un propósito claro: cuidar y fortalecer el desarrollo de la astronomía en Chile, articulando a universidades, observatorios, instituciones del Estado y, sobre todo, a las y los astrónomos que hacen de esta disciplina un motor de conocimiento y de proyección internacional para nuestro país.

En este tiempo hemos sido testigos de hitos históricos, como la consolidación de Chile como capital mundial de la astronomía, la llegada de grandes proyectos internacionales, el crecimiento sostenido de programas académicos en 24 universidades a lo largo del país y la expansión de nuestra comunidad científica, hoy con cientos de astrónomos, astrónomas y estudiantes que enriquecen la investigación y la divulgación. También hemos visto cómo SOCHIAS ha fortalecido su rol de representación en instancias nacionales e internacionales, participando en decisiones clave para el presente y el futuro de la astronomía.

Los desafíos, sin embargo, siguen siendo grandes. La protección de nuestros cielos oscuros

y silenciosos, la formación de capital humano avanzado y el fortalecimiento de una diplomacia científica activa son tareas que exigen compromiso y visión de largo plazo. Nuestra proyección es clara: seguir trabajando para que Chile mantenga su liderazgo global, no solo como anfitrión privilegiado de observatorios de clase mundial, sino como un país que desarrolla conocimiento, tecnología e innovación en astronomía.

En este aniversario, quiero expresar un sincero agradecimiento a nuestras y nuestros socios, a las instituciones que nos han acompañado y a los colaboradores internacionales que confían en Chile y en SOCHIAS. Este camino ha sido posible gracias al esfuerzo colectivo de una comunidad que sabe unirse frente a grandes desafíos y que entiende que la astronomía es parte de la identidad de nuestro país.

Sigamos construyendo juntos los próximos 25 años, con la misma pasión, compromiso y visión que nos han traído hasta aquí.

Historia y Fundamentos

Los orígenes de SOCHIAS: cuando la astronomía chilena buscó

su propia voz

A fines del siglo XX, la astronomía en Chile vivía un momento de expansión inédita. Sin embargo, la comunidad científica carecía de un espacio de representación común. La creación de la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) vino a responder a esa necesidad, marcando un antes y un después en la organización de la disciplina.

Antes de la fundación de SOCHIAS, Chile ya se perfilaba como la capital astronómica mundial en aquella época. El desierto de Atacama albergaba los mejores lugares de la Tierra para construir observatorios astronómicos. Paranal, Las Campanas, Tololo, Pachón y La Silla eran lugares reconocidos por albergar instalaciones astronómicas ópticas de alta calidad, disponibles para los astrónomos chilenos. Mientras que una nueva generación de mega telescopios como el VLT, Magallanes y Gemini, estaban en construcción. A ello se sumaba el anuncio de ALMA, el radiotelescopio más potente del mundo, ubicado a 5.000 metros de altitud en el Llano de Chajnantor.

de la IAU, explicó que la astronomía chilena tiene raíces profundas en la Universidad de Chile, donde en 1852 se fundó el Observatorio Astronómico Nacional, que por más de un siglo fue la única institución dedicada a esta disciplina en el país.

“En 1982 se creó el Departamento de Astronomía en la Universidad Católica (PUC) y, posteriormente, en 1994 en la Universidad de Concepción. Para el año 2000 había cerca de 30 astrónomos en Chile que trabajaban en estas instituciones”, señaló. A ellos se sumaban iniciativas más jóvenes en la Universidad Católica del Norte y la Universidad de La Serena, con grupos en etapa inicial.

La necesidad de una voz común

El acceso privilegiado a este conjunto incomparable de instrumentos, recuerda Leonardo Bronfman, primer presidente de SOCHIAS, era una oportunidad única para abordar problemas fundamentales de la astrofísica moderna. “Pero para aprovecharla se necesitaba financiamiento adecuado, más académicos, apoyo a postdocs y estudiantes de posgrado”, mencionó.

En el ámbito académico, Mónica Rubio, Profesora Titular del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile y actual vicepresidenta

El vertiginoso crecimiento planteaba un desafío: ¿cómo organizarse frente al Estado, otras disciplinas científicas y la comunidad internacional? Según mencionó Leonardo Bronfman, una motivación importante fue tener una representatividad común. “SOCHIAS debía ser un interlocutor válido y, al mismo tiempo, un espacio de discusión científica para promover colaboraciones y acceder a financiamiento mayor, como ocurrió luego con el FONDAP de Astrofísica obtenido en 2002”.

En tanto, Mónica Rubio dijo que “era necesario que existiera una sociedad científica nacional que representara a la comunidad astronómica y definiera los objetivos y estrategias de desarrollo de esta disciplina en el futuro”.

El primer directorio provisorio, constituido en 2001 y ratificado por elección en 2002, estuvo

integrado por Leonardo Bronfman (Presidente), Leopoldo Infante (Primer vicepresidente), Ronald Mennickent (Segundo vicepresidente), Mónica Rubio (Directora ejecutiva), Diego Mardones (Secretario) y Felipe Barrientos (Tesorero)

La conformación buscó reflejar la diversidad institucional del país, y entre sus objetivos iniciales destacó aumentar el número de miembros y fomentar la creación de nuevos departamentos de Astronomía en universidades chilenas.

Desafíos

Leonardo Bronfman reconoce que el mayor desafío fue convencer a la comunidad de la necesidad de contar con una sociedad científica: “No fue fácil, pero logramos avanzar en la incorporación de socios y en la conformación legal de la Sociedad, un trabajo arduo que lideraron también el vicepresidente, la directora ejecutiva y el tesorero”.

Para Mónica Rubio el mayor desafío fue organizar la primera reunión anual y convocar a la comunidad para participar en ella. “Si mal no recuerdo, fue de un día. Otro desafío importante fue consolidar a SOCHIAS ante las distintas organizaciones nacionales como la representante legítima de la astronomía chilena”, relató.

Aquella primera reunión, realizada en 2002 en el auditorio de Cerro Calán, reunió a solo 20 personas. “Allí se conversó y se definieron los pasos a seguir de la sociedad. No recuerdo si

hubo presentaciones científicas”, añadió Mónica Rubio.

Leonardo Bronfman también identifica elementos que siguen vigentes en SOCHIAS: “Lo primero y más importante es la participación activa de astrónomos de todo el país, incluyendo los observatorios internacionales. También el espíritu colaborativo y de respeto mutuo, el impulso a la colaboración científica y, por supuesto, el apoyo irrestricto a los estudiantes de Astronomía”.

En tanto, Mónica Rubio destacó que“el objetivo principal sigue siendo el desarrollo de la astronomía profesional en Chile. La reunión anual, donde la comunidad puede conocerse y presentar los avances de esta disciplina, es otro hito fundamental”, detalló.

.A más de dos décadas de su creación, tanto Bronfman como Rubio coinciden en que lo más valioso ha sido consolidar un espacio de colaboración, participación activa y apoyo irrestricto a los estudiantes, un espíritu que hoy sigue vivo en SOCHIAS y que ha acompañado el crecimiento de la astronomía en Chile hasta su consolidación como referente internacional.

El nacimiento de SOCHIAS, en el tránsito del siglo XX al XXI, significó que la astronomía chilena dejara de ser solo un conjunto de esfuerzos individuales o institucionales, para transformarse en una comunidad con voz propia. Una voz que, desde entonces, ha acompañado el crecimiento de la disciplina en Chile y su consolidación como referente internacional.

La astronomía chilena: un crecimiento académico sin precedentes

En dos décadas, Chile pasó de tener cinco universidades con programas de astronomía a 24, y hoy 297 astrónomos y astrónomas trabajan en instituciones nacionales, consolidando al país como un referente científico mundial.

En las últimas dos décadas, la astronomía en Chile ha experimentado un desarrollo sostenido que refleja tanto el interés científico nacional como el impacto de la instalación de observatorios de clase mundial en nuestro territorio. Hoy, más de veinte instituciones académicas a lo largo del país realizan investigación en astronomía, consolidando una red de formación y colaboración que no existía en el pasado.

Actualmente, cerca de 300 astrónomos y astrónomas profesionales se desempeñan en universidades chilenas, según las últimas estadísticas de SOCHIAS recopiladas en sus Censos de Astrónomos y Astrónomas. Esta cifra refleja tanto el fortalecimiento de la disciplina como la expansión de los programas académicos en el país. Mientras que a inicios de los años 2000 solo cinco universidades impartían o desarrollaban investigación en astronomía,

hoy son 24 las instituciones que cuentan con actividad en esta área, desde Arica hasta la Región de Los Lagos. A ello se suman más de 500 estudiantes de pregrado a lo largo del país, lo que ha permitido abrir nuevas líneas de investigación, impulsar proyectos científicos y generar mayores oportunidades de formación para las nuevas generaciones.

Este crecimiento no solo responde al impulso dado por la inversión extranjera en observatorios, sino también al esfuerzo conjunto de la comunidad científica nacional, que ha logrado posicionar a la astronomía como una de las áreas más dinámicas y de proyección internacional en Chile.

“Las sociedades científicas cumplen un rol fundamental, no solo como interlocutoras válidas frente a las autoridades, sino también

Historia y Fundamentos

como espacios pedagógicos donde la comunidad astronómica discute y comparte la ciencia que se está haciendo en el país. Estas instancias no solo reúnen a los investigadores, sino también a sus grupos de trabajo, incluyendo estudiantes de pre y posgrado, lo que las convierte en un motor de formación y colaboración científica”, señaló Leopoldo Infante, expresidente de SOCHIAS y actual director de Observatorio Las Campanas.

Infante recordó también el rol clave de la Sociedad Chilena de Astronomía en la negociación con observatorios internacionales como ALMA y ESO durante su presidencia en el año 2000, logrando asegurar para Chile un 10% de tiempo garantizado en telescopios. “Ese acceso es único en el mundo y constituye un recurso estratégico de investigación, comparable a tener un gran laboratorio disponible para toda la comunidad científica nacional”, destacó.

En tanto, Patricio Rojo, también expresidente de SOCHIAS, profesor asociado de Astronomía de la Universidad de Chile, actual director de departamento, también valoró el papel articulador de la Sociedad: “Ha cumplido un rol fundamental como puente entre la astronomía, las instituciones y el gobierno. Se trata de una sociedad compuesta por individuos, no por instituciones, lo que hace que la voz colectiva de sus miembros tenga aún más fuerza que las acciones aisladas. A lo largo de su historia, SOCHIAS ha tenido representación en distintos comités de gobierno y no se limita a responder cuando es convocada, ya que también busca activamente instancias para abordar problemáticas, como ocurrió recientemente frente al riesgo de contaminación lumínica en un proyecto en el norte del país”, mencionó.

Y agregó que “en Chile la astronomía profesional creció de manera vertiginosa en las

últimas dos décadas, impulsada principalmente por universidades y astrónomos. Sin embargo, este rápido desarrollo no siempre fue acompañado al mismo ritmo por la divulgación hacia el público general, como sí ocurre en otros países con menor infraestructura astronómica pero mayor tradición en programas de difusión. Aun así, en los últimos años se han dado pasos importantes en este ámbito y, al mismo tiempo, la disciplina sigue expandiéndose: todavía hay espacio para nuevos proyectos, observatorios y universidades con programas de astronomía, estamos en pleno proceso de crecimiento.”

De cara al futuro, Infante mencionó que “el desafío más importante es que la Sociedad crezca en autoridad. Es fundamental que la voz de SOCHIAS sea respetada y creíble frente a observatorios internacionales, gobiernos y autoridades nacionales. Para eso necesitamos directivas con experiencia, conocimiento y capacidad de negociación al más alto nivel.”

El notable avance de la astronomía en Chile no solo se mide en cifras, sino en el impacto que ha tenido en la comunidad científica, en la formación de nuevas generaciones y en el fortalecimiento de redes internacionales. Los desafíos que vienen apuntan a mantener la autoridad de la comunidad astronómica, proteger los cielos del país y seguir acercando la ciencia a la ciudadanía.

Historia y Fundamentos

Publirreportaje CATA

Chile se consolida como un país líder en investigación astronómica

La calidad de sus cielos, el capital humano y la participación en proyectos internacionales han posicionado a Chile como líder global en astronomía. Con el desarrollo de ALMA, ELT, Rubin, CTA, GMT y otros megaproyectos, el país se proyecta como sede de más de la mitad de la capacidad astronómica mundial hacia el año 2030.

El norte del país se ha consolidado como el epicentro de la astronomía internacional. Sus cielos despejados, el bajo contenido de vapor de agua y la estabilidad atmosférica lo convierten en el mejor lugar del mundo para observar el universo. “No hay mejor cielo en el mundo. Lugares como Hawái, Namibia o Kazajistán se acercan, pero ninguno se compara con Chile”, destacó el astrónomo Dante Minniti, socio fundador de SOCHIAS, Profesor Titular del Instituto de Astrofísica de la Universidad Andrés Bello e investigador Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).

“Triplicamos el número de astrónomos en unas pocas décadas y eso en parte ha sido gracias al acceso a estos fantásticos juguetes, que son megaproyectos multimillonarios internacionales que se han asentado en el país. Claramente el acceso a esas tecnologías de punta ha sido determinante para el desarrollo de la astronomía local. Como científicos nos permite realizar proyectos que son top, liderar grandes surveys como el VISTA Variables in the Via Lactea (VVV), numerosas tesis de estudiantes a todo nivel y realizar descubrimientos importantes, conectándonos al mundo de la astronomía de primer nivel”, señaló Minniti.

A estos factores naturales se suma el creciente capital humano y una institucionalidad estable que, pese a los desafíos, ha permitido que Chile atraiga inversiones astronómicas de alcance mundial y mantenga hasta ahora niveles relativamente bajos de contaminación lumínica. Gracias a ello, el país alberga instalaciones de vanguardia entre las que destacan el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y el Observatorio Vera Rubin, y avanza en la construcción de proyectos emblemáticos para el futuro de la disciplina, entre ellos el Extremely Large Telescope (ELT), el Cherenkov Telescope Array (CTA) y el Giant Magellan Telescope (GMT), todos llamados a marcar las próximas décadas de descubrimientos.

En la misma línea, Rodrigo Herrera, profesor de la Universidad de Concepción y director del Núcleo Milenio de Galaxias (MINGAL), añadió: “No solo las condiciones naturales han ayudado, sino que también ha habido un compromiso del Estado chileno para garantizar marcos legales, normativas y recursos que permiten desarrollar astronomía de alto nivel. Junto con ello, la comunidad astronómica ha sido muy activa y participativa. Ha sido una combinación entre la riqueza natural del desierto y una comunidad científica que ha sabido aprovechar ese interés para instalar en Chile estos grandes observatorios”.

El impacto de estos centros trasciende la investigación. Su presencia ha impulsado mejoras en la infraestructura universitaria, la formación de nuevas generaciones y la creación de redes internacionales. “Estos grandes observatorios han fomentado el desarrollo de centros nacionales. Antes cada uno trabajaba en su oficina, en su universidad por separado. Pero por ejemplo, los centros basales de ANID han sido fundamentales para el desarrollo de astronomía, porque han apoyado con fondos para el desarrollo de becas, para el desarrollo de nuevos programas de Licen-

ciatura y Doctorado en Astronomía a lo largo de todo el país, para financiar viajes, trabajos de tesis, entre otros. Esos centros basales de ANID, por ejemplo el Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) en particular, que ya está funcionando hace más de una década, han sido fundamentales para el desarrollo de astronomía nacional”, explicó Minniti.

Sobre el impacto social y educativo que ha generado el desarrollo astronómico del país, Rodrigo Herrera explicó que “Chile es un país muy interesante porque el público en general tiene un conocimiento alto de astronomía en comparación con otros países, lo que motiva a muchos jóvenes a estudiar esta carrera. Esto ha generado una nueva generación de astrónomos y astrónomas que tienen todas las capacidades para guiar a Chile hacia su consolidación como polo mundial de desarrollo astronómico”.

De cara al futuro, el horizonte es auspicioso pero desafiante. La comunidad astronómica logró que Chile sea sede de la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional en 2030, un evento que confirma su protagonismo mundial. Sin embargo, Minniti advierte que no basta con la inversión extranjera. “El futuro de la astronomía es brillante a cor-

to plazo. Pero cuesta mantener el liderazgo. Vemos que los apoyos concretos de los gobiernos van y vienen como el exoplaneta de 51Peg, pero necesitamos ese apoyo, además del de las entidades internacionales, para seguir desarrollando la astronomía en el futuro más lejano”, indicó.

En la misma dirección, Rodrigo Herrera subrayó que es fundamental contar con apoyo estatal para que la astronomía continúe avanzando. “Tenemos observatorios y acceso a grandes volúmenes de datos pioneros, pero sin respaldo para analizarlos, publicarlos y transformarlos en conocimiento, el progreso se ve limitado. No basta con el éxito en el norte; necesitamos el compromiso de las agencias de investigación para sostener este desarrollo y formar a la próxima generación de astrónomos y astrónomas que aprovecharán estos recursos únicos”.

Con la mirada puesta en 2030, Chile no solo será el país con la mayor capacidad astronómica del mundo, sino también un espacio de formación, colaboración y descubrimiento. El desafío ahora es fortalecer la inversión nacional y aprovechar al máximo esta posición estratégica para proyectar a la astronomía chilena en el escenario global.

Representatividad y diplomacia científica en la astronomía chilena

La astronomía chilena no solo brilla en la investigación y el desarrollo de proyectos internacionales. También se ha consolidado como un actor influyente en políticas públicas y diplomacia científica, gracias al rol de la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) como representante de la comunidad frente al Estado y organismos internacionales.

Durante los últimos años, la astronomía en Chile no solo ha crecido en investigación y proyectos internacionales, sino también en su capacidad de incidir en políticas públicas y en espacios de diplomacia científica. En este ámbito, la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) ha asumido un rol estratégico, representando a la comunidad astronómica frente al Estado y organismos internacionales, participando activamente en la cons-

trucción de normativas y en la defensa de los cielos de Chile.

Mónica Rubio, Profesora Titular del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile y actual vicepresidenta de la IAU, dijo que “SOCHIAS es la sociedad científica profesional que representa a la comunidad chilena en astronomía por lo que su experiencia y voz es necesaria para todas aquellas materias relacionadas con la astronomía”.

En tanto, Bruno Dias, Profesor Asistente del Instituto de Astrofísica de la Universidad Andrés Bello y expresidente de SOCHIAS, dijo que “SOCHIAS fue creada para cuidar el buen desarrollo de la Astronomía en Chile que está creciendo en calidad y complejidad, por lo que es necesario contar con una entidad articuladora entre universidades, gobierno y observatorios”.

“En su momento existió un programa de Astronomía en el ya extinto CONICYT, pero fue finalizado. Hoy, el escenario es mucho más diverso, con actores como el Ministerio de Ciencia, ANID, DECYTI, la Universidad de Chile, además de centros como CATA y MAS, y múltiples iniciativas impulsadas por las 24 universidades del país, junto con los observatorios internacionales de más de 30 países. En este ecosistema, SOCHIAS se consolida como una institución cada vez más fuerte y relevante, que cumple el rol de representar y servir a la comunidad astronómica”, continuó explicando.

Participación en comités y diplomacia científica

Los miembros de SOCHIAS integran distintos comités nacionales e internacionales que fortalecen la astronomía tanto en Chile como en el extranjero. Entre ellos destacan el Comité Asesor del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, el Comité de Áreas Astronómicas y su trabajo en la propuesta de áreas astronómicas, destinada a resguardar la calidad de los cielos para la investigación astronómica. Además, SOCHIAS cuenta con voz y voto en comités internacionales como por ejemplo el Comité Mixto de ESO (European Southern Observatory) y el Gobierno de Chile, y también en el Comité Conjunto NAOC (National Astronomical Observatory of China)-SOCHIAS, lo que le permite incidir en decisiones clave de cooperación científica internacional.

“El Comité Mixto ESO - Gobierno de Chile tiene seis puestos, mitad de ESO y mitad de Chile, siendo nuestro lado compuesto por Cancillería representada por DECYTI, Ministerio de Ciencia y SOCHIAS. De esa forma, el lado chileno presenta su mirada estratégica transversal en su relación con la ESO”, indicó Bruno Dias.

Sobre este rol, el astrónomo

Eduardo Unda-Sanzana, director del Centro de Astronomía (CITEVA) de la Universi-

dad de Antofagasta, explicó que “en este caso, hablamos de una instancia muy específica. A diferencia de otras instancias, el Comité Mixto ESO–Chile, tiene como misión la asignación de recursos a iniciativas que favorezcan el desarrollo de la astronomía en nuestro país. Resulta clave que exista una voz que represente a la comunidad, alguien con sentido de pertenencia y visión colectiva. De otro modo, las decisiones quedarían solo en manos de entidades que, si bien deben estar presentes por lo formal, no necesariamente pueden evaluar qué es realmente beneficioso para el desarrollo de la astronomía nacional. Por eso, la presencia de representantes de la comunidad astronómica es fundamental para poder expresar esa visión”.

Al respecto, Mónica Rubio, indicó que “es un rol esencial para lograr y mantener el desarrollo futuro de la Astronomía Chilena dado los nuevos telescopios que se están construyendo por ESO en Chile. El tener voz y voto, velar por el cumplimiento de los acuerdos suscritos entre el Gobierno de Chile y ESO, para que estos no se modifiquen en perjuicio de la astronomía nacional y el país”.

Protección

de

los cielos

Además de su labor en materia de contaminación lumínica, SOCHIAS impulsa un subcomité de radio en la protección de los cielos silenciosos. “La creciente contaminación en radiofrecuencia es muy relevante hoy con ALMA y otros observatorios con interferencia de antenas de comunicación. SOCHIAS también ha apoyado a la División de Energía, Ciencia y Tecnología e Innovación del Ministerio de Relaciones Exteriores- DECYTI- en gestiones con Naciones Unidas”, mencionó Bruno Dias, expresidente de SOCHIAS.

El trabajo de SOCHIAS también se refleja en procesos de consulta para la designación de representantes en comités de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), así como en conversaciones con autoridades estatales y diplomáticas. Estos espacios ga-

rantizan que la astronomía chilena esté representada cuando se toman decisiones sobre el futuro de la ciencia en el país.

Eduardo Unda-Sanzana, destacó que “la presencia de SOCHIAS en eventos y comités internacionales es un signo de reconocimiento. No solo la comunidad interna la valida como representante, también el propio Estado y organismos externos la reconocen como interlocutor legítimo. Eso significa que, cuando se habla de la imagen de Chile en astronomía, se invita a SOCHIAS porque sus acciones y trayectoria la avalan como vocera de la comunidad”.

Este reconocimiento, agrega Unda-Sanzana, es fruto de un proceso cultural dentro de la comunidad astronómica, donde han ganado espacio perspectivas regionales y nuevas generaciones: “Hace veinte años esto no era natural, hoy sí lo es. Hemos construido códigos culturales de funcionamiento en los que, por ejemplo, la astronomía de regiones, en especial del norte, ha ganado un lugar central, con mayor respeto y participación en las decisiones de la Sociedad”.

Hito histórico: Visita presidencial a ESO

Uno de los hitos recientes más destacados fue la participación del ex presidente de SOCHIAS, Bruno Dias, durante la gira por Europa del Presidente Gabriel Boric. “El anuncio de la primera visita de un presidente de Chile a la sede de la ESO en Garching en 60 años generó gran ex-

pectativa, pero también cierta inquietud entre los astrónomos del país. La preocupación surgió por la posibilidad de que esta visita histórica implicara conversaciones sobre un posible cambio en el estatus de Chile, de miembro anfitrión a miembro regular. Sin embargo, finalmente se trataba de una visita diplomática dentro de la relación de larga data que mantiene Chile con la ESO”, explicó.

“En ese momento yo era presidente de SOCHIAS y fui invitado con este rol para acompañar al presidente Boric en su gira por Europa. Con esa responsabilidad, organizamos una reunión con socios y no socios de SOCHIAS para escuchar a toda la comunidad y definir, en muy corto tiempo, algunas ideas centrales que pudiera transmitir al presidente. Durante la gira, cumplí con ese rol, representando a la comunidad científica chilena. El presidente también defendió la posición de Chile como país miembro anfitrión. Personalmente considero que la presencia activa de SOCHIAS fue clave; no se sabe cómo habrían sido las conversaciones en Garching sin nuestra participación, y creo que fue fundamental para la astronomía chilena”, relató Bruno Dias.

Próximos desafíos de la astronomía chilena

La diplomacia científica ejercida por SOCHIAS ha sido clave para que Chile consolide su posición internacional como capital mundial de la astronomía, asegurando que la diversidad de su comunidad científica esté representada en la toma de decisiones globales.

SOCHIAS

A juicio de Mónica Rubio, el principal desafío de la comunidad astronómica nacional es garantizar que se respeten los acuerdos internacionales suscritos y que el 10% de acceso al tiempo de telescopio se mantenga como un piso intransable para Chile, en su rol de país anfitrión de observatorios internacionales. “Este 10% se debe preservar de manera equivalente para la astronomía del futuro, que será más industrial y donde el uso de los telescopios cambiará, como ha ocurrido con los surveys y las modalidades de observación futuras”, explicó.

Agregó que “la comunidad nacional debe ser consciente de que sería muy difícil mantener el liderazgo y desarrollo alcanzado si las condiciones obtenidas en beneficio de la astronomía chilena se pierden frente a intereses distintos al quehacer científico”.

Bruno Días complementó esta visión destacando que, aunque la investigación académi-

ca ha alcanzado un nivel de excelencia internacional, aún se requiere fortalecer el capital humano, ya que la cantidad de proyectos y datos crece más rápido que la comunidad científica. Asimismo, señaló que la denominada Astronomía 2.0, que incluye astroingeniería, instrumentación y ciencias de datos, avanza, pero requiere mayor colaboración entre académicos y empresas, y líneas de financiamiento más claras.

En conjunto, estos desafíos y oportunidades muestran que la astronomía chilena no solo mira al cielo, sino que también consolida un ecosistema científico, tecnológico y social robusto. Gracias a SOCHIAS, Chile sigue fortaleciendo su liderazgo global, protegiendo sus recursos estratégicos y formando a las nuevas generaciones de científicos que continuarán impulsando la excelencia y la innovación en el país.

SOCHIAS en el Presente
Chile y la defensa de sus cielos oscuros: un patrimonio para la ciencia y la humanidad

El cielo nocturno de Chile es uno de los más limpios y estables del planeta, condición que lo ha posicionado como capital mundial de la astronomía. Sin embargo, enfrenta la creciente amenaza de la contaminación lumínica.

Chile es uno de los pocos lugares en el mundo donde aún es posible observar el Universo en toda su magnitud. El desierto de Atacama, con su atmósfera estable y prácticamente libre de nubes, lo convierte en un laboratorio natural único para la astronomía. Sin embargo, este cielo privilegiado enfrenta una amenaza creciente: la contaminación lumínica.

Frente a este desafío, la comunidad astronómica ha asumido un rol clave. La Sociedad

Chilena de Astronomía (SOCHIAS), junto con observatorios y universidades, ha trabajado de manera activa para visibilizar el problema y promover regulaciones que limiten la emisión de luz artificial en ciudades cercanas a los centros de observación astronómica.

SOCHIAS cuenta con un grupo de trabajo para la Contaminación Lumínica, que se creó en agosto de 2019, con la finalidad de atacar la problemática de la contaminación lumínica nacional a distintas frecuencias para proteger el futuro de la astronomía chilena.

Eduardo Unda-Sanzana, director del Centro de Astronomía (CITEVA) de la Universidad de Antofagasta y quien anteriormente fue coordinador de este grupo de trabajo, destacó que la conformación de este equipo ha permitido ordenar la comunicación entre SOCHIAS y las distintas entidades involucradas. Además, señaló que ha optimizado los esfuerzos de la comunidad astronómica, convirtiéndose en un espacio clave. Sin embargo, recalcó que aún existen desafíos, como alcanzar una mayor

SOCHIAS en el Presente

articulación y estabilidad, “pues estamos protegiendo algo que pertenece a todos”.

A esto se suma el Decreto Supremo N°1 de 2022, del Ministerio del Medio Ambiente, que regula la contaminación lumínica y protege las Áreas de Protección Especial (APE), incluyendo las Áreas Astronómicas y las Áreas de Protección de Biodiversidad, con el fin de controlar la contaminación lumínica y proteger la calidad del cielo nocturno y la biodiversidad. Sin embargo, como explicó Unda-Sanzana, se trata de una norma primaria, es decir, establece restricciones a las luminarias, pero no garantiza aún la protección integral de los cielos oscuros de Chile, lo que requiere avanzar en la creación de una norma secundaria.

“La existencia de la norma lumínica permite orientar la toma de decisiones por parte de autoridades a distintos niveles, gradualmente vamos a estar viendo que las autoridades de todo Chile van a tener algún grado de preocupación por esto, porque las restricciones son mayores en las áreas astronómicas”, puntualizó.

Integrantes de este grupo participaron en las discusiones sobre la Ley 21.162, que modificó la Ley Nº 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, exigiendo estudios de impacto ambiental en proyectos que puedan generar contaminación lumínica en zonas específicas conocidas como “áreas astronómicas”.

El astrónomo recordó que la introducción de estas áreas fue uno de los principales logros de la comunidad científica: “Yo considero que haber sacado adelante ese decreto fue una de las principales innovaciones de la comunidad astronómica chilena. Persuadimos a las autoridades nacionales de modificar una ley difícil de tocar, la Ley 19.300 sobre Medio Ambiente, e incorporar la contaminación lumínica como un contaminante formal. Eso no existía hasta el año 2019”.

En este marco, las Áreas Astronómicas quedaron definidas como territorios donde se exige un estudio de impacto ambiental antes de

autorizar cualquier proyecto que pueda alterar las condiciones del cielo.

“Hay que precisar que son dos avances legales distintos, aunque complementarios”, explicó Unda-Sanzana. Mientras el decreto de áreas astronómicas obliga a evaluar proyectos, la norma establece especificaciones respecto a lo que deben cumplir las fuentes contaminantes: regula el ángulo de la luz, el color, los horarios en que puede estar encendida. Son normas de emisión que limitan directamente lo que el emisor puede o no puede hacer”, precisó.

En definitiva, la nueva normativa amplía la protección de los cielos oscuros de Chile a través de una doble vía: la evaluación ambiental y la regulación de las fuentes de contaminación lumínica.

Otro de los desafíos pendientes a juicio de Eduardo Unda Sanzana es el ordenamiento territorial, contar con un plan regional de ordenamiento, que proteja los territorios cercanos a los observatorios.

Gracias a la participación de representantes de SOCHIAS en instancias de toma de decisiones a nivel de gobierno, se ha logrado incidir en la creación de normativas que buscan resguardar este recurso natural y científico. En palabras de la propia comunidad, el cielo oscuro no solo es un bien natural chileno, sino también un patrimonio de la humanidad que debe ser protegido.

Chile comparte esta responsabilidad con otros pocos lugares del mundo aptos para la astronomía profesional, como Hawái, las Islas Canarias o el norte de África. De ahí la importancia de que el país mantenga un liderazgo en la defensa del cielo nocturno, entendiendo que su preservación garantiza tanto el avance científico como la herencia cultural para las futuras generaciones.

Ciencia con impacto: investigación y divulgación

La astronomía chilena avanza con descubrimientos de frontera, fortalecimiento comunitario e iniciativas inclusivas que buscan acercar la ciencia a todas las personas.

La astronomía en Chile no solo se destaca por sus cielos privilegiados y su infraestructura científica de clase mundial, sino también por el impacto de sus investigaciones y el compromiso con la divulgación y la inclusión. En este marco, distintos hitos recientes reflejan cómo la ciencia nacional sigue ganando presencia en el escenario internacional y ampliando sus horizontes hacia una comunidad más diversa.

En los últimos años, los cielos de Chile han tenido un rol clave en investigaciones que han marcado pauta a nivel global. Incluso el Senado reconoció la labor de la astronomía nacional tras la primera imagen de un agujero negro captada con el observatorio ALMA en 2019.

Al respecto Patricia Tissera, directora del Centro de Excelencia de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), explicó que “Chile ha sido protagonista de descubrimientos astronómicos de alcance mundial gracias al talento de sus investigadoras e investigadores y a la infraestructura única que existe en el país. Destacan los avances en el estudio de la formación planetaria liderados por Laura Pérez, Investigadora Principal del CATA y académica de la Universidad de Chile, cuyos trabajos con el radiotelescopio ALMA revelaron detalles sin precedentes en discos protoplanetarios, transformando nuestra comprensión sobre el nacimiento de sistemas planetarios”.

Laura Pérez fue galardonada con el New Horizons Prize in Physics 2024 por sus significativos aportes al campo de la formación planetaria. Con este reconocimiento, se convirtió en la primera chilena

SOCHIAS

en recibir este premio otorgado por la Breakthrough Prize Foundation.

Asimismo, el Premio Nacional de Ciencias

Exactas ha sido entregado a destacadas figuras de la astronomía nacional como María Teresa Ruiz (1997), José Maza (1999), Mario Hamuy (2015), Guido Garay (2017) y Mónica Rubio (2021).

Al respecto Patricia Tissera destacó que “las investigaciones de Mónica Rubio, Investigadora Asociada del CATA y académica de la U. de Chile, han permitido mapear la formación estelar y la distribución de moléculas complejas, aportando claves sobre el origen de la química prebiótica y las condiciones iniciales para la vida. En el ámbito de la cosmología, los estudios sobre supernovas y energía oscura impulsados por Mario Hamuy han sido fundamentales para entender la expansión acelerada del universo”.

Roberto Assef, académico del Instituto de Estudios Astrofísicos de la Universidad Diego Portales y director alterno del Centro CATA, dijo que “la astronomía chilena ha tenido un rol protagónico en los descubrimientos más relevantes de las últimas dos décadas. Si bien hubo aportes muy significativos antes, en los últimos 15 o 20 años el país se ha insertado con mayor fuerza en la comunidad astronómica internacional”.

Según explicó el Roberto Assef, un ejemplo claro son los grandes programas de ALMA liderados desde Chile, que han tenido un impacto decisivo en distintas áreas. Entre ellos destaca el programa Cristal, encabezado por Rodrigo Herrera-Camus de la Universidad de Concepción, que estudia galaxias normales en edades muy tempranas del universo y reúne a investigadores de Chile y del extranjero bajo un liderazgo nacional.

En esa línea, Patricia Tissera agregó que “el proyecto CRISTAL, ha abierto una nueva ventana al estudio de galaxias en el universo temprano a través de ALMA y JWST. Estos logros han posicionado a Chile como un referente internacional, atrayendo talento, fomentando colaboraciones estratégicas y consolidando su papel como un polo de investigación de frontera”.

“Resulta difícil elegir un solo ejemplo, pero por una muy buena razón: existen demasiados proyectos de gran nivel e impacto, en los que Chile está siendo protagonista”, explicó Roberto Assef.

En tanto, Patricia Tissera subrayó que “los reconocimientos obtenidos por astrónomas y astrónomos chilenos validan la excelencia científica del país, inspiran a nuevas generaciones y fortalecen la diplomacia científica. En este contexto, SOCHIAS cumple un rol fundamental visibilizando estos avances mediante actividades de divulgación, programas educativos y acciones de articulación entre universidades, centros de investigación y observatorios, fortaleciendo así la comunidad astronómica nacional e internacional”.

La Sociedad también ejerce un rol de representación al tener miembros en comités internacionales para la asignación de tiempo astronómico y en otros grupos de evaluación de proyectos. Esta participación garantiza que las voces de los astrónomos chilenos sean escuchadas y que los intereses de la comunidad estén presentes en las decisiones globales sobre el uso de los grandes telescopios instalados en el país y en el extranjero.

Punto con el que coincide Carolina Agurto, Profesora Asistente del Departamento de Física de la Universidad Federico Santa María, quien aseguró que el éxito de Laura Pérez, Paula Sánchez, Neil Nagar y muchos otros, sirve

como una inspiración poderosa para estudiantes y jóvenes en Chile. “Por una parte, dan visibilidad en el ámbito científico global. Al ser reconocidos por su trabajo en proyectos de vanguardia, los científicos chilenos demuestran que el país no solo alberga algunos de los observatorios más importantes del mundo, sino que también produce investigadores de élite capaces de liderar descubrimientos de gran impacto”, detalló.

SOCHIAS y CATA: Redes que fortalecen la comunidad

Roberto Assef también destacó el papel de la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) como una red que ha permitido consolidar un verdadero sentido de comunidad entre astrónomos y astrónomas del país.

“Creo que SOCHIAS ha jugado un rol súper importante en generar este sentimiento de comunidad astronómica. No somos grupos separados, sino que todos formamos parte

de una gran comunidad científica en Chile”, señaló.

En esa misma línea, explicó que la Sociedad también ha asumido un liderazgo en la representación de la astronomía chilena frente a distintos actores. “Eso ha tenido un impacto importante en cómo nos relacionamos con los observatorios internacionales y con otras entidades de gran envergadura. El hecho de que exista un grupo en Chile que representa de manera natural los intereses de la comunidad facilita la comunicación y permite establecer de inmediato quiénes son los interlocutores válidos”, añadió.

Otro actor fundamental es el Centro de Excelencia de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), que desempeña un papel crucial en el desarrollo científico, al conectar investigadores de distintas universidades y fomentar colaboraciones estratégicas. Además, aporta el respaldo económico necesario a través de

SOCHIAS en

fondos especializados para impulsar investigación de calidad y sostener estas alianzas.

“Respecto a la interacción de CATA con SOCHIAS, considero que nuestros roles son altamente complementarios. SOCHIAS cumple una función organizativa y representativa dentro de la comunidad científica, actuando como un ente de orden y representación. Por su parte, CATA tiene un enfoque mucho más ejecutivo, ya que se encarga de implementar proyectos concretos, llevar a cabo colaboraciones efectivas y, como mencioné anteriormente, transformar la ciencia básica en ciencia aplicada y desarrollo tecnológico”, detalló Roberto Assef.

En esa línea, Patricia Tissera, directora del CATA, reforzó la importancia estratégica del centro en la proyección de la astronomía chilena hacia la frontera del conocimiento y la innovación tecnológica. “El CATA ha desempeñado un rol decisivo en el desarrollo de proyectos científicos y tecnológicos al articular equipos interdisciplinarios, impulsar instrumentación de nueva generación y promover el análisis avanzado de datos provenientes de grandes observatorios instalados en Chile. Nuestro modelo de trabajo integra grupos de investigación y laboratorios a lo largo del territorio nacional, favoreciendo la formación de capital humano, el acceso a infraestructura de cómputo de alto rendimiento y la transferencia tecnológica hacia sectores como inteligencia artificial, sensores, agricultura y minería, entre otros”, afirmó.

En este marco, Patricia Tissera coincidió con Roberto Assef en la relación de mutuo fortalecimiento entre ambas instituciones: “CATA coordina y ejecuta proyectos de investigación y desarrollo, mientras que SOCHIAS amplifica su impacto mediante divulgación, vinculación con el sistema escolar y representación del ecosistema ante la sociedad y las autoridades”.

En los últimos años, SOCHIAS ha fortalecido las redes entre universidades, centros de in-

vestigación y observatorios internacionales al ofrecer espacios de encuentro y visibilizar resultados destacados, sobre todo de estudiantes y jóvenes investigadoras e investigadores. Asimismo, ha promovido estándares de equidad e inclusión, contribuyendo a una comunidad más diversa y colaborativa, y ha potenciado la presencia de Chile en foros globales.

“Las reuniones anuales de SOCHIAS son un pilar fundamental para la creación de redes. Estos encuentros congregan a astrónomos, estudiantes e investigadores de diversas universidades y centros de investigación de Chile y del extranjero. Sirven como plataformas para presentar nuevos descubrimientos, debatir ideas y fomentar colaboraciones futuras”, complementó Carolina Agurto, profesora asistente del Departamento de Física de la Universidad Técnica Federico Santa María.

Carolina destacó además que la sociedad ha promovido estándares de equidad e inclusión, contribuyendo a una comunidad más diversa y colaborativa, y ha potenciado la presencia de Chile en foros globales. Esta interconexión, indicó, es vital para que la astronomía chilena siga siendo relevante a nivel mundial.

Proyectos educativos e inclusivos

La ciencia chilena también se proyecta como herramienta de equidad. Un ejemplo es Breaking the Barriers (BTB), iniciativa financiada por el Comité Mixto ESO-Chile que buscó derribar barreras en la divulgación astronómica, haciéndola accesible a personas con discapacidad visual, auditiva y motora.

Erika Labbé, quien integró el Grupo de trabajo de Inclusión y Género SOCHIAS entre 2019 y 2024, destacó: “El proyecto BTB fue esencial para instaurar la necesidad de incluir Intérpretes en Lengua de Señas en la divulgación astronómica chilena”. Con respecto a la investigación, señaló: “Hay temas de fondo en la comuni-

dad astronómica, como en todas las comunidades, y el Censo SOCHIAS 2022 que realizamos en el Grupo de Trabajo nos permitió conocerlas y nos dió un punto de partida para que evolucionemos hacia algo más justo y equitativo, que facilite que distintas personas puedan ejercer y desarrollar su mejor potencial en el área de la astronomía”.

Erika Labé agregó: “Hay estudios que indican que la diversidad en los grupos de investigación es la que aporta nuevas visiones y estos generan publicaciones con más citaciones. Debemos hacernos conscientes del potencial que tiene la diversidad y cambiar la mentalidad respecto de que es la discapacidad. No es solo un problema, es una forma distinta de ver el mundo. Esto es algo en lo que hemos ido avanzado”.

En 2021, el grupo liderado por Erika Labbé se adjudicó fondos ALMA-ANID para el proyecto «Generando una comunidad astronómica más inclusiva: Discapacidad visual, auditiva y física» (ASTRO20-0044). El objetivo fue impulsar acciones que mejoraran la accesibilidad en la comunidad astronómica, dirigidas principalmente a los miembros de SOCHIAS, pero extensibles a educadores y divulgadores externos.

Se realizó un primer levantamiento de datos relacionados con diversidad e inclusión, se contrató a un equipo de asesores, se establecieron recomendaciones para eventos, difusión e investigación, se realizaron capacitaciones online sobre diversidad, inclusión y accesibilidad, entre otras iniciativas. Lo anterior, permitió instalar la idea de que tanto la comunidad científica como el público general debían contar con acceso equitativo, ya sea a la carrera astronómica o a actividades de divulgación.

Pero en palabras de Erika Labbé, aún hay desafíos: “Uno de ellos es ligar aún más la astronomía con los pueblos originarios y su cosmovisión”.

SOCHIAS

Punto con el que coincide Carolina Agurto, mencionó al respecto “aún existe una brecha de género en los cargos más altos, como profesores titulares y directores de proyectos, donde las mujeres siguen subrepresentadas. Acoso, discriminación y sesgos inconscientes también son desafíos persistentes que afectan el desarrollo profesional de las astrónomas. Además, la inclusión de otros grupos minoritarios, sigue siendo un área con importantes carencias, ya que a menudo se ignora la participación de personas con discapacidad, de comunidades indígenas y de otras minorías en el ámbito científico”.

La astronomía chilena avanza con pasos firmes, no solo en la generación de conocimiento de vanguardia, sino también en la construcción de una comunidad científica más inclusiva, diversa y conectada con su entorno. Desde los grandes descubrimientos que marcan hitos globales hasta las iniciativas que derriban barreras y amplían horizontes, la ciencia se proyecta como un puente entre el universo y la sociedad.

Astronomía y educación formal

Pero más allá de su rol en la investigación y la representación científica, SOCHIAS también cumple una función clave como puente entre la astronomía académica y la educación escolar en Chile. Según explicó Carolina Agurto, la Sociedad ha asumido la tarea de acercar la astronomía a las nuevas generaciones a través de la divulgación, la capacitación docente y la promoción de la ciencia en las aulas.

“SOCHIAS trabaja activamente para fortalecer la enseñanza de la astronomía en las escuelas. Un ejemplo de esto es la creación del equipo de Coordinadores Nacionales de Educación Astronómica (NAEC), que forma parte de una iniciativa de la Unión Astronómica Internacional (IAU). Este equipo organiza eventos como el Congreso Nacional de Educación Astronómica para capacitar a los profesores, dándoles las herramientas y los conocimientos necesarios para enseñar la materia de manera más efectiva. Estos eventos también

sirven para que los docentes compartan experiencias y estrategias pedagógicas”, puntualizó Carolina.

SOCHIAS también apoya directamente a estudiantes de todo el país al organizar, financiar y preparar delegaciones para las Olimpíadas de Astronomía y Astronáutica, tanto a nivel nacional como latinoamericano. Estas instancias no solo permiten a los jóvenes demostrar sus conocimientos, sino que también inspiran vocaciones científicas y generan redes de aprendizaje que trascienden las fronteras.

Un ejemplo reciente fue la destacada participación de la delegación chilena en las Olimpiadas Latinoamericanas de septiembre de 2025 en Brasil, donde los cuatro representantes nacionales volvieron al país con reconocimientos: dos medallas de plata y dos menciones honrosas.

Sobre este punto, Andrea Mejías, Primera Vicepresidenta de SOCHIAS, destacó que “estas Olimpiadas fueron una tremenda experiencia para nuestros estudiantes, que se estuvieron preparando durante casi un año. Estas instancias se convierten en un verdadero espacio de crecimiento personal y colectivo, marcado por el compañerismo, el intercambio cultural y la construcción de redes que trascienden lo académico”.

Andrea Mejías añadió que esta experiencia no termina con el regreso al país, pues siguen formando a nuevas generaciones de olímpicos y olímpicas que buscarán representar a Chile en las próximas ediciones. Además, están ad portas de comenzar los preparativos para la versión 2028 de las Olimpiadas Latinoamericanas, que se llevarán a cabo en nuestro país.

De esta manera, SOCHIAS se ha consolidado como un actor central en la articulación entre la astronomía de frontera y la educación formal, contribuyendo a que la ciencia se viva

y se enseñe de manera más cercana y significativa.

Proyección global

En los próximos 10 a 15 años, se espera que la astronomía en Chile tenga un impacto cada vez mayor en distintos ámbitos. En el plano científico, el país generará conocimiento de vanguardia gracias a catálogos profundos del cielo producidos por el Observatorio Vera Rubin, así como a estudios sobre exoplanetas y el universo temprano.

En el ámbito tecnológico, los avances estarán vinculados al desarrollo de algoritmos de inteligencia artificial, al manejo de enormes volúmenes de datos, a la creación de nueva instrumentación y a la transferencia de estas innovaciones hacia sectores productivos.

En lo social, la astronomía seguirá siendo motor de formación de talento, de fortalecimiento de la cultura científica y de la aplicación de innovaciones en beneficio de la sociedad. Con la entrada en operación de nuevas instalacio-

nes y el fortalecimiento de sus redes de colaboración, Chile se perfila como un país capaz de liderar la investigación de frontera y de generar tecnologías cuyo alcance va más allá de la propia astronomía.

“La astronomía en Chile no solo seguirá siendo líder en el ámbito científico durante la próxima década, también tendrá un impacto social y tecnológico clave”, destacó Carolina Agurto. La llegada de grandes proyectos como el Giant Magellan Telescope (GMT), el European Extremely Large Telescope (E-ELT), el Fred Young Submillimeter Telescope (FYST), el Observatorio de Rayos Gamma del Sur (SWGO) y la modernización de ALMA abrirán nuevas oportunidades para investigadores y empresas chilenas. Según explicó, este ecosistema de alta tecnología “impulsará la transferencia de conocimiento, generará empleos altamente calificados y potenciará el desarrollo de soluciones innovadoras que trascienden la astronomía”.

SOCHIAS

Voces de nuestra comunidad

En esta sección queremos dar espacio a las experiencias, recuerdos y reflexiones de quienes forman parte de la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS). A través de sus voces, se entrelazan las motivaciones que los llevaron a unirse, las anécdotas que marcaron su camino y las miradas sobre cómo la astronomía chilena ha crecido y se proyecta hacia el futuro.

Porque la historia de SOCHIAS también se escribe con las historias de sus miembros, aquí compartimos algunos de esos testimonios que reflejan la riqueza y diversidad de nuestra comunidad astronómica.

Márcio Catelan, Investigador

Asociado, Pontificia Universidad Católica de Chile.

¿Cuál fue su primer acercamiento a SOCHIAS y qué lo motivó a formar parte de la Sociedad?

“Yo llegué a Chile en octubre de 2001 y, por lo que recuerdo, SOCHIAS se había constituido recién el año anterior. Pronto participé en una reunión en Cerro Calán, que además fue mi primera visita a ese lugar. Fue una excelente oportunidad para conocer personalmente a muchos miembros de la comunidad. Integrarme a la Sociedad fue un paso absolutamente natural”.

¿Tiene alguna anécdota o recuerdo especial de SOCHIAS?

“No hay una reunión específica, pero sí guardo muy buenos recuerdos de los encuentros presenciales previos a la pandemia, en el período en que fui vicepresidente y Mónica Rubio era presidenta (2019-2021). Una reunión muy agradable fue en la PUC de Valparaíso, lugar que no había tenido la oportunidad de conocer antes. Lamentablemente, la pandemia puso fin a esos encuentros presenciales”.

Mirada al futuro:

“Con el apoyo de SOCHIAS, espero que la astronomía siga creciendo con fuerza en nuestro país, donde tenemos ventajas compara-

SOCHIAS
Aviso Deep Sky Chile

tivas innegables. El desarrollo tecnológico es un área con enorme potencial que aún no ha sido suficientemente explorada. Sería muy importante fomentar una mayor participación de la iniciativa privada, como ocurre en Europa y Estados Unidos”.

Patricio Rojo, Astrónomo. Profesor Asociado de Astronomía de la Universidad de Chile.Director del Departamento de Astronomía de la misma institución

¿Cuál fue su primer acercamiento a SOCHIAS y qué lo motivó a formar parte de la Sociedad?

“Siempre consideré muy valiosa la representación transversal que podía ofrecer SOCHIAS. Mi primer acercamiento debe haber sido en 2011… o quizás un poco antes, alrededor de 2009, poco tiempo después de regresar a Chile. En ese entonces la Sociedad era aún pequeñita, con algunas actividades esporádicas y ciertos intentos de generar cosas nuevas, pero sin tanto ímpetu como el que ha alcanzado después”.

¿Qué destacaría de su experiencia en SOCHIAS?

“En lo personal, mi primer cargo directivo importante fue la Presidencia de SOCHIAS. Ese rol me implicó un contacto directo con la comunidad antes que con la institución, lo que no es lo más habitual, ya que generalmente ocurre al revés: primero se asume un cargo institucional y luego uno de mayor alcance nacional. Esa experiencia me entregó una perspectiva distinta, más amplia y global, que reconozco comenzó justamente gracias a mi vínculo con SOCHIAS”.

Mirada al futuro

“Lo más importante es que las condiciones se mantengan y no cometer errores graves. El desafío número uno es proteger nuestro patri-

monio de los cielos frente a la contaminación lumínica, para que sigan siendo un recurso invaluable para la astronomía y la ciencia durante muchos años y proyectos más. Esta no es solo una tarea de los astrónomos: es una responsabilidad de todos los chilenos. Nosotros tenemos el conocimiento para advertir los riesgos, pero el éxito depende también de los legisladores, de las instituciones y de cada persona. Es fundamental generar conciencia y llegar a todos los rincones del país. Los astrónomos no podemos quedar aislados, sino que debemos mantener un contacto permanente con la ciudadanía a través de la prensa, actividades y espacios de difusión”.

Paula Jofré, Profesora Asociada del Instituto de Estudios Astrofísicos IEA de la Universidad Diego Portales, actualmente Directora del programa de doctorado en Astrofísica y Directora del Núcleo del Milenio de ERIS.

¿Cuál fue su primer acercamiento a SOCHIAS y qué lo motivó a formar parte de la Sociedad?

Habrá sido ir a la reunión anual de la SOCHIAS en Temuco, donde pude apreciar lo grande que es la comunidad, la energía que tienen y la gran variedad de temas de investigación interesante que se hacen desde Chile. Esto me sirvió para “aterrizar” en el país y querer formar parte de la sociedad.

¿Tiene alguna anécdota o recuerdo especial relacionado con una reunión, actividad o iniciativa de SOCHIAS que le haya marcado?

Recuerdo cuando finalmente me postulé para la SOCHIAS, que envié un email bien vergonzoso diciendo que no tenía excusa para no ser parte de la sociedad, entonces “porfa acéptenme”. Por esos días me encontré en el metro con Bruno, que al verme conversamos con humor de mi argumento, y me contó orgullo-

so que venía de conseguir firmas del gobierno para postular a Chile para la IAU 2030.

Desde su perspectiva, ¿cómo ha cambiado la astronomía chilena a lo largo de estos años? Me impresiona que no deja de crecer. Es emocionante estar en la mecca de la astronomía, y vivir su desarrollo en tiempo real.

¿Qué rol cree que ha tenido SOCHIAS en el desarrollo de su carrera o en el fortalecimiento de la comunidad astronómica en Chile?

Las oportunidades que da SOCHIAS de armar proyectos asociativos como los Núcleos, Institutos Milenios y centros basales creo que sirven para la carrera de todos a diferentes niveles. Poder liderar trabajos supervisando

estudiantes e investigadores jóvenes más allá que la institución propia, poder acceder a fondos que permiten organizar reuniones temáticas, y poder tener una comunidad que sirve para atraer talento internacional nos permiten ir creciendo como científicos viviendo cada uno de los eslabones de la escala académica en astronomía.

¿Qué espera o le gustaría ver en el futuro de SOCHIAS y de la astronomía en nuestro país?

Ojalá llegar al punto que SOCHIAS tenga financiamiento independiente de los fondos concursantes de sus miembros, y que pueda contar con apoyo concreto del Estado para poder asegurar la prosperidad de esta ciencia como eje prioritario en el desarrollo territorial del desierto.

la historia de SOCHIAS también se escribe con las historias de sus miembros, aquí compartimos algunos de esos testimonios que reflejan la riqueza y diversidad de nuestra comunidad astronómica.

SOCHIAS en el Presente

Los desafíos estratégicos de la astronomía chilena para la próxima década

Chile se consolida como epicentro mundial de la astronomía, pero su liderazgo exige superar trabas institucionales y avanzar en una estrategia integral que combine protección de cielos, desarrollo tecnológico y formación de capital humano.

La astronomía chilena se encuentra en un momento histórico. Con más del 50% de la infraestructura astronómica mundial instalada en territorio nacional y la próxima celebración de la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (IAU) en 2030, Chile se perfila como el epicentro mundial de esta disciplina. Sin embargo, este liderazgo trae consigo desafíos complejos que requieren una respuesta estratégica coordinada.

En este escenario, SOCHIAS emerge como pieza clave dentro del ecosistema astronómico. Julio Carballo, profesor asistente del Instituto de Alta Investigación de la Universidad de Tarapacá, recalcó que “SOCHIAS ha sido y debe ser la voz más fuerte de la astronomía nacional, en permanente contacto con universidades y grupos de investigación, para que su voz sea lo más representativa posible”.

El análisis que realiza Carballo sobre las prioridades de la agenda astronómica nacional se articula en torno a tres ejes fundamentales: la protección de cielos oscuros, el desarrollo tecnológico endógeno y la formación de capital humano especializado.

Respecto al primer eje, destacó que “nuestros astrónomos y astrónomas ya no son meros usuarios o testigos externos de ese desarro-

La astronomía chilena se encuentra en un momento histórico. Con más del 50% de la infraestructura astronómica mundial instalada en territorio nacional y la próxima celebración de la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (IAU) en 2030.

Mirando

Publirreportaje Deep Sky Chile

llo; ya estamos participando activamente en la astronomía mundial en Chile y seguiremos adelante. En concreto, estamos dando grandes pasos en el desarrollo de instrumentación astrofísica, y sinceramente creo que ahí está nuestro futuro como país y comunidad”.

No obstante, el camino hacia la consolidación del liderazgo astronómico chileno enfrenta obstáculos institucionales. Carballo advierte sobre trabas burocráticas que afectan tanto al desarrollo de proyectos como a la capacidad de atraer y retener talento internacional. “A veces las trabas burocráticas internas de las universidades (acceso a fondos asignados) y de Chile como país (visados para investigadores extranjeros) afectan al desarrollo de nuestros proyectos. Estos problemas se ven agravados por la incertidumbre en los procesos de financiamiento: los concursos gestionados por ANID tienen plazos desconocidos y en ocasiones se demoran más de un año en conocerse sus resultados, lo que hace inviable atraer o retener jóvenes investigadores prometedores”, puntualizó.

Asistente del Instituto de Astrofísica de la Universidad

Andrés Bello y expresidente de SOCHIAS, los temas que deberían convertirse en prioridades de la agenda astronómica nacional incluyen la protección de los cielos oscuros y silenciosos, garantizando condiciones óptimas para la observación; el impulso de la denominada Astronomía 2.0, que abarca instrumentación, astroingeniería y ciencias de datos; la creación de un instituto nacional de astronomía que permita desarrollar proyectos de investigación en colaboración entre varias universidades y utilizar de manera conjunta el 10% de tiempo de diversos telescopios para iniciativas de gran envergadura; y la reactivación de un programa nacional de astronomía que gestione de forma centralizada y estratégica los fondos concursables, los acuerdos

internacionales y otras iniciativas relevantes para el desarrollo científico del país.

IAU–GA 2030

En línea con estas prioridades y el impulso del desarrollo astronómico nacional, la próxima celebración de la Asamblea General de la IAU en Chile será mucho más que un evento científico: representa una oportunidad única para posicionar al país como referente mundial en astronomía y demostrar las capacidades de la comunidad nacional. “Queremos involucrar a todo el país en este gran evento, especialmente a los más jóvenes”, subrayó Carballo.

En un siglo de asambleas generales de la IAU, será la primera vez que Chile sea sede, y la tercera vez que se realice en Latinoamérica. El proceso de postulación duró 11 meses de trabajo intenso, con reuniones semanales lideradas por el entonces presidente de SOCHIAS, Bruno Dias (UNAB), junto a Mónica Rubio (UCH), Carolina Agurto (USM) y Julio Carballo-Bello (UTA).

“Logramos un hito histórico no solo con la elección de Santiago de Chile como sede, sino que una ganancia aún más importante fue haber conseguido el apoyo unánime de las 24 universidades chilenas activas en astronomía, del Gobierno Central, Senado, Cancillería, Ministerio de Ciencia, SERNATUR, Imagen de Chile, Gobierno Regional de la Región Metropolitana, Centro de Convenciones Metropolitan, los principales observatorios inter-

Mirando al Futuro

nacionales, las sociedades astronómicas de latinoamérica y hasta de premios Nobel”, detalló Bruno Dias.

A su juicio, el gran logro del proceso de postulación va más allá de la adjudicación “fue el hecho de haber logrado mover mucha gente y muchas instituciones unidas hacia un objetivo común y un proyecto de gran envergadura. En 2030 recibiremos a 3000 astrónomos de todo el mundo para celebrar el inicio de una nueva era en Astronomía mundial. Los telescopios gigantes estarán iniciando o a punto de iniciar sus operaciones, marcando Chile como epicentro de la Astronomía mundial y lugar donde se reúne todo el mundo para explorar esta ventana hacia el Universo”, mencionó.

tunidad para el desarrollo del país. El plan es aprovechar este momento para potenciar la divulgación científica y actividades educacionales, similares a lo que se realiza en el Día de la Astronomía, con la posibilidad de invitar a astrónomos de reconocimiento internacional a participar en diversas actividades.

La estrategia contempla actividades de difusión científica “a lo largo del país, en establecimientos educacionales pero también en otros lugares públicos, con el fin de integrar distintas regiones”, mencionó Julio Carballo.

“El evento incluirá stands de observatorios internacionales y generará instancias de diálogo y negociaciones con empresas e industria local, ofreciendo un espacio privilegiado para fomentar la interacción académico-corporativa, especialmente en innovación y transferencia tecnológica en el ámbito de la Astronomía 2.0, que abarca instrumentación, astroingeniería y ciencias de datos”, agregó Dias.

Hacia una astronomía integral y descentralizada

La proyección de la astronomía chilena al año 2035 es prometedora, con SOCHIAS consolidándose como la principal voz del país ante organismos nacionales e internacionales.

Los desafíos identificados por Carballo para la próxima década reflejan tanto las oportunidades como las responsabilidades que implica el liderazgo mundial en esta disciplina. A su juicio, mantener y expandir esta posición privilegiada no depende únicamente de ventajas geográficas, sino que exige una estrategia integral que combine unidad comunitaria, fortalecimiento institucional, desarrollo tecnológico propio y una representación efectiva a través de organizaciones como SOCHIAS.

Según explicó Bruno Dias, el evento tendrá carácter científico con varios simposios en paralelo, pero también constituye una opor-

“El camino hacia 2035 no es solo el de una comunidad científica en expansión, sino el de un país que asume conscientemente su rol como líder mundial en astronomía, con todas

Mirando al Futuro

las oportunidades y responsabilidades que ello implica”, planteó.

En tanto, Bruno Días dijo que “Chile tiene los cielos más oscuros del mundo, pero mantenerlos oscuros así como firmar y cumplir acuerdos de colaboración internacional es fruto de una política de Estado que tiene Astronomía como prioridad en Chile. Desde los años 60 Chile solo ha demostrado su compromiso con los acuerdos internacionales, por lo que se creó una muy buena reputación y confianza para que cada vez más observatorios internacionales deseen instalar su infraestructura en el desierto de Atacama y puedan acceder a las ventanas hacia el Universo”.

“Durante estas décadas, Chile ha crecido muchísimo en investigación y formación de capital humano en Astronomía gracias en gran parte a los 10% de acceso a los mejores telescopios del mundo. Ya alcanzamos un nivel de calidad de excelencia y seguiremos creciendo. Ahora es momento de explorar más la Astronomía 2.0 con colaboraciones con los expertos de los observatorios internacionales para aprender de ellos y colaborar con ellos en proyectos de instrumentación, para potenciar lo que ya está en desarrollo en Chile en temas de astroingeniería y ciencias de datos en varias universidades”, agregó.

En este contexto, SOCHIAS se proyecta no solo como representante gremial, sino como el arquitecto de una visión nacional que busca

transformar la excelencia científica en un desarrollo integral para Chile.

Sobre el papel que debería desempeñar SOCHIAS, Bruno Días dijo que “de cara a la próxima década, el objetivo es acercarse al 100% de afiliación de los astrónomos en Chile, fortalecer la representación de la astronomía nacional ante actores académicos, gubernamentales e internacionales, y mejorar la infraestructura permanente de la sociedad, incluyendo el apoyo administrativo y profesional necesario para asegurar la continuidad y eficiencia de un trabajo que hoy es llevado adelante por astrónomos voluntarios con tiempo limitado”.

Astroturismo: potenciando la astronomía como identidad nacional

“La astronomía en Chile es una potencia. Mirando hacia adentro, hablamos del desarrollo de la Astronomía como tal, desarrollo de ciencia fundamental, involucrando fondos, acuerdos con observatorios, entre otros. Pero hay un lado hacia afuera que es muy fuerte, que trata de cómo usar la Astronomía para el desarrollo del país. La Astronomía como herramienta favorece la educación, eleva el nivel cultural e intelectual de la sociedad, genera muchos empleos, como por ejemplo en comunicación, trabajos técnicos en observatorios, impulsa el desarrollo tecnológico y también en astroturismo”, según Bruno Dias.

Mirando al Futuro

“SOCHIAS no trabaja actualmente de forma directa en astroturismo, pero favorece y apoya iniciativas que son clave para generar un ambiente nacional favorable al desarrollo de la astronomía. En particular, en el contexto de la XXXIV Asamblea General de la IAU en 2030, SOCHIAS ha colaborado desde la postulación con SERNATUR, discutiendo planes para promover el astroturismo con ocasión del evento”, detalló Bruno Dias.

El punto de partida de estas conversaciones fue establecer caminos interministeriales que permitieran procesar posibles solicitudes de visa de manera más ágil, asegurando que los participantes de todo el mundo puedan planificar sus viajes a Chile con suficiente anticipación. “Desde la etapa de postulación también se mantuvieron reuniones con los principales observatorios profesionales del país, logrando su apoyo para el proyecto. La idea es organizar visitas de los participantes interesados a distintas instalaciones astronómicas de Chile, coordinadas con empresas de turismo, y planificadas con antelación”, acotó.

La ejecución de la Asamblea General servirá como contexto para impulsar el astroturismo interno, aprovechando la presencia de reconocidos astrónomos internacionales durante su visita al país. Este enfoque permitirá que la población en general conozca y valore la astronomía como parte de la identidad nacional, al mismo tiempo que se generan empleos directamente relacionados con la ciencia y la observación astronómica.

Sin duda, SOCHIAS se ha consolidado como un actor clave en el desarrollo y la divulgación de la astronomía en Chile, velando por los intereses y derechos de los astrónomos, manteniendo vínculos con organismos nacionales e internacionales y coordinando acciones que representan a toda la comunidad científica del país.

Proyección internacional de SOCHIAS: liderazgo en redes globales y

participación en consorcios internacionales

La Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) refuerza su rol articulador en la proyección internacional de la astronomía nacional, consolidando alianzas estratégicas y preparando el camino para los grandes desafíos de las próximas décadas.

SOCHIAS se ha convertido en un actor clave para posicionar a Chile como referente mundial en astronomía. Su capacidad para potenciar y articular redes globales ha permitido que las colaboraciones internacionales de los astrónomos chilenos se fortalezcan más allá de los vínculos personales, logrando consolidar una comunidad cohesionada en el escenario global.

En efecto, SOCHIAS es la institución responsable del Comité Nacional de Astronomía de Chile ante la Unión Astronómica Internacional (IAU), lo que la convierte en la voz oficial del país en este ámbito. Esta representación implica la responsabilidad de votar en nombre de Chile en las asambleas de la IAU,donde se abordan temas tan trascendentes como la definición del estatus de Plutón, así como gestionar las solicitudes de membresía individual de los astrónomos nacionales.

Además, SOCHIAS participa en distintos comités de la IAU, entre ellos el Centro para la Protección del Cielo Oscuro y Silencioso frente a las interferencias de constelaciones de satélites (CPS). Cabe destacar que varios astrónomos chilenos han ocupado u ocupan cargos relevantes dentro de esta organización internacional, como es el caso de Mónica Rubio, actual vicepresidenta del comité ejecutivo, Dante Minniti, Patricio Rojo, entre otros destacados representantes.

En este sentido, el profesor de la Universidad de Concepción y director del Núcleo Milenio de Galaxias (MINGAL), Rodrigo Herrera, destacó que “este paraguas ha permitido que las redes de colaboración se canalicen de manera más concreta, ayudando a que la astronomía chilena se siga desarrollando en el contexto internacional como un todo”.

En tanto, el astrónomo Dante Minniti, socio fundador de SOCHIAS, Profesor

Mirando al Futuro

Titular del Instituto de Astrofísica de la Universidad Andrés Bello e investigador del Centro de Excelencia de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), también puso en valor este papel articulador de la SOCHIAS: “Tenemos que estar muy agradecidos con las directivas de SOCHIAS, que encuentro admirables porque han trabajado muy duro por el beneficio de nuestra comunidad. Siempre debemos apoyarlas, porque son representantes que elegimos entre todos, para que la Sociedad dure más que un tiempo de Hubble”.

Más allá de los cielos: capital humano y ciencia de frontera

Uno de los ejes prioritarios para la proyección internacional es la protección de los cielos oscuros, considerados patrimonio científico y cultural de la humanidad. “Es de mayor interés tanto para la comunidad chilena como para los observatorios seguir trabajando con cielos limpios que permitan avanzar en la investigación astronómica de frontera. Los ojos de la humanidad están puestos en Atacama y Antofagasta. Si cerramos esa ventana, pierde la humanidad por completo”, explicó Rodrigo Herrera.

Dante Minniti complementó que SOCHIAS, como sociedad científica, cumple un rol de li-

derazgo que une a toda la comunidad astronómica y la representa en instancias nacionales e internacionales: “SOCHIAS no es una sociedad de gobierno ni de divulgación, sino científica. Por eso tiene la autoridad para actuar en negociaciones y espacios donde se requieren acuerdos más allá de una sola universidad o institución. Ese liderazgo es fundamental”.

La proyección internacional de SOCHIAS, coincidieron ambos astrónomos, no se limita a destacar las ventajas naturales de Chile para la observación. “No es solo la inversión extranjera ni los cielos limpios. Es también el capital humano, los recursos y la comunidad científica que, en su gran mayoría, forma parte de SOCHIAS. Ese es el paquete completo que debemos mostrar al mundo”, agregó Herrera.

En esa línea, Minniti resaltó los aportes de la Sociedad en cooperación científica y diplomacia astronómica: “Los grandes aportes son demasiados para enumerar, pero sí debemos destacar el liderazgo en la protección de los cielos con la ley de descontaminación lumínica y la exitosa postulación para traer la Asamblea de la IAU en 2023. Además, SOCHIAS ha impulsado convenios con países

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como Japón, China, Corea, India y Tailandia, fortaleciendo la cooperación global”.

De esta forma, Chile no solo se presenta como la capital mundial de la astronomía por sus condiciones geográficas, sino también como un país con capacidad de generar ciencia de excelencia y contribuir al desarrollo tecnológico de frontera.

El futuro: telescopios y grandes misiones

Los próximos años traerán hitos decisivos para la proyección internacional de Chile. Entre ellos, el Extremely Large Telescope (ELT), cuya escala promete revolucionar la observación astronómica. “La resolución angular será seis veces mejor que la del telescopio James Webb, lo que marcará un salto sin precedentes”, explicó Rodrigo Herrera. A esto se suma el impacto del Telescopio Rubin y los avances en ALMA, que consolidarán al país como líder en investigación astronómica hacia 2040.

En tanto, Dante Minniti fue optimista pero también crítico: “La proyección de la comunidad astronómica local es brillante como una LBV al límite de Eddington. Sin embargo, la construcción de instrumentación en los 2040s la veo más difícil. Aún no existe un apoyo significativo para desarrollar áreas afines sumamente importantes como la astroingeniería, la astrobiología o la exploración del sistema solar. Son temas que desde CATA estamos tratando de impulsar, y soy optimista en que juntos podremos avanzar”, mencionó.

Una cita histórica: IAU 2030

La Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (IAU) en 2030, que se celebrará en Chile, será una ventana única para mostrar al mundo la capacidad de la comunidad científica nacional. Rodrigo Herrera, quien integra el comité organizador, dijo que “no son solo los observatorios. Es una comunidad chilena vibrante, joven, capaz y talentosa. Organizar la IAU 2030 en Chile consolidará su liderazgo y expondrá a una nueva generación

de astrónomos a conexiones internacionales que serán clave para su desarrollo”.

Con estos desafíos y oportunidades, SOCHIAS reafirma su papel como motor de la internacionalización de la astronomía chilena, proyectando no solo la ciencia que se hace en el país, sino también el talento humano que la impulsa.

Mirando al Futuro
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