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Atentos; arriba
Las subastas son una de las tradiciones más antiguas entorno a la Semana Santa, ya que permiten a todos los hermanos moraos en estado activo, poder pujar para alzar del paso que más devoción les transmita. Durante todo el año, son muchas las personas que van decidiendo pujar por los pasos en Semana Santa, ya sea por una promesa, veneración o simplemente tradición familiar.
El ritmo del proceso no es el mismo todos los años, ya que unas veces la gente se pone de acuerdo antes y otras no, lo que hace que los precios para alzar aumenten. El dinero recaudado en este proceso, es destinado a sufragar los gastos que la cofradía realiza en el mantenimiento de los pasos, cuidado de la iglesia, acciones sociales...
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Rafael García lleva pujando desde el año 1990. Actualmente pertenece a la junta directiva de los moraos como encargado del refugio, obligación que aceptó con la condición de poder seguir pujando por los pasos cada Semana Santa.
Como él, cientos de personas pujan año tras año para poder llevar en sus hombros durante unas horas de la mañana del Viernes Santo a Nuestro Padre Jesús Nazareno. A continuación, vamos a ponernos en la piel de Rafael y así entender más de cerca como se vive este proceso.
¿A qué edad comenzó a pujar? ¿Cuál fue el motivo que le impulsó a hacerlo?
Mi primera puja fue a los 20 años, solamente he pujado por el trono de Nuestro Padre Jesús. Ya había alzado a los 18 por mi turno de antigüedad y todo fue para pedirle que me ayudase en los exámenes (nunca fui sobrado de notas).
¿Por qué puja todos los años para alzar de Ntro. Padre Jesús Nazareno? ¿Qué siente cuando alza de él?
Pues desde que subasté la primera vez, en mis peticiones también incluía el encontrar trabajo y si me ayudaba “le di mi palabra” de que mientras pudiese iba a alzar. Cuando alzas de Él, te sientes en paz contigo mismo y aunque cansado, solo deseas que llegue el siguiente Viernes Santo.
¿Cuál es el paso que más demanda tiene?
Indudablemente Ntro. Padre Jesús Nazareno
¿Nota un descenso en el precio de las subastas con el paso de los años?
Por supuesto. Desde mi punto de vista, el comienzo de la crisis fue un factor muy determinante en las subastas y, además se echa en falta más devoción. Últimamente en la Verónica y la Virgen del Primer Dolor, las varas son prácticamente regaladas.
¿Recuerda el año donde más se ha pujado por alzar?
Sinceramente no.
¿Cuál ha sido la puja más alta que ha realizado?
Un año hubo pocas varas y me daba miedo quedarme sin ella, por lo que pujé por 300 euros.
Los hombres son los que más pujan. Yo creo que esto se debe, primero a que muchas mujeres le temen al peso del trono, de ahí que haya bastantes cesiones a esposos y hermanos, aunque últimamente esto se va reduciendo. Segundo por tradición, antes las mujeres no podían ser hermanas de la cofradía y tener los mismos derechos que los hombres.
Los hombres son los que más pujan. Yo creo que esto se debe, primero a que muchas mujeres le temen al peso del trono, de ahí que haya bastantes cesiones a esposos y hermanos, aunque últimamente esto se va reduciendo. Segundo por tradición, antes las mujeres no podían ser hermanas de la cofradía y tener los mismos derechos que los hombres.
En otros pueblos las subastas se realizan en la calle, de manera pública horas antes de la salida de la procesión con el fin de que todos los ciudadanos conozcan el proceso. ¿Cree que esto se podría llevar a cabo en Daimiel?
Todo se puede hacer, personalmente creo que es algo de la cofradía y sus hermanos. Yo al menos soy partidario de mantener tradiciones tal y como están.
¿Cree que la tradición de pujar se seguirá manteniendo o en cambio desaparecerá?
A corto y medio plazo se mantendrá, a largo plazo no lo sé. Los tiempos cambian, las cosas se modifican… ojalá se mantengan.
¿Cuál es su predicción sobre las pujas para este 2020?
Adivino no soy, pero teniendo en cuenta que llevamos dos años sin salir, creo que las pujas serán más elevadas que en años anteriores.
