Revista La Otra Costilla N° 27

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Carmen Gloria Donoso Riffo

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Leonor Dinamarca Carrasco

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Daniel Omar Begha

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Danilo Salinas Alcayaga Elias Flores

Nancy Toledo Pacheco (México) Ingrid Odgers Toloza Irma Hernández Zamora (México) Javier Milla Mejias Jorge Labra Leo Lobos

Mariela Lourdes Viera Yannone

Constanza Uribe Valeria Silvana Alcérraca Águila Odette Méndez Paz (México) Pilar Conde (México) Victor Hugo Gajardo Olivares Aurora Fuentes Cristina Ortega Pérez Mariela Ríos Ruiz-Tagle Gabriel Miranda Garomi

Denni Zú

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“ M U J E R

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P Á J A R O ”


CARMEN GLORIA DONOSO RIFFO Tiene una trayectoria de más de 20 años como Actriz, Estudia Actuación en La Escuela de Teatro “La Casa” Fernando Cuadra, Santiago Se desempeña como profesora en colegios, centros culturales, monitora en Proyectos con niños y jóvenes en riesgo social, con adultos y adultos mayores con enfermedades tales como la Distonía, (Trastorno del movimiento) trabajando además con Fundación PRODEMU. Como actriz ha realizado bolos en seriales y telenovelas en televisión y en publicidad o comerciales para la web. Trabaja como locutora para publicidad, programas radiales, otros En el ámbito musical fue ganadora del Festival del Cantar, Forestal Viña del Mar. Es vocalista de la banda de Rock Progresivo PROTEGIDO y directora del Circuito de Cantautoras Mujeres en la Creación Musical. Se dedica también a la Escritura, poemas, cuentos, dramaturgia y fue ganadora del Certamen Siglemas 575 NYC 2020 y del Concurso “Suelta Tus Emociones” en el área Poesía organizado por Arteduca Actriz, Asistente de Dirección y parte de la Producción Compañía de Teatro “La Emoción” (Colectivo) Actriz y Dirección del Montaje “Amor de Mentira” “La Comedia Musical” Compañía “Emociones” Dirección de la Compañía Javier Berríos Actriz y Dramaterapeuta del Colectivo “AlmaArte” “Triángulo de Narradoras” Actriz Compañía Sub-Tren (Dirección de la Compañía, Gabriela Martina Asté) Es directora, Actriz y Productora de la Compañía de Teatro “Las Andantes” y del Montaje Teatral “laVios pintados” con el cual han tenido más de 100 funciones desde el año 2016 a la fecha dentro y fuera de país. Y además la obra de teatro fue ganadora a mejor montaje teatral en el Festival de Teatro de Invierno de Calama FENTIC 2021. Actualmente trabaja en el próximo montaje de la compañía llamado “Radio Mujeres” “Tiempo Radial” y en el Radioteatro “Princesa” de la Escritora Paulina Correa Henríquez.

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LA VISITA EN CASA DE MI ABUELA Todos los sábados era lo mismo, nos levantábamos al alba y dirigíamos a la vertiente de aguas cristalinas y congeladas. Al principio era difícil meterse en esa fuente apacible de olitas pequeñas, luego no había quien nos sacara, lo disfrutábamos, reíamos chapoteando en el agua, pero debíamos volver a casa al terminar nuestro baño matinal. Al llegar nos esperaba una deliciosa harina tostada con leche, sumada a una rica tortilla de rescoldo recién salida del fuego, que exquisito desayuno. Pero no todo era color de rosas ya que todos los sábados mi madre visitaba a la abuela y siempre con alguna de nosotras. Como éramos tantas, nos turnábamos. A mí me tocaba cada 2 meses. Hoy era el momento, no podía decir que no, puesto que siempre tenía alguna excusa. Me dolía el estómago, la cabeza, estaba resfriada, me había torcido el pie, así como de la nada. Mi madre ya no creía en mis argumentos, por lo tanto, ese día estaba obligada a visitar a la abuela Sencilla del Carmen, que de sencilla no tenía nada. La abuela residía en el pueblo, así que el viaje era aproximadamente de 1 hora en carreta De todas, siempre fui la más pulcra, si bien es cierto no tenía mucha ropa que vestir, la cuidaba como si fuera el tesoro más preciado de la existencia humana, es decir los 2 únicos vestidos, pues zapatos no tenía, llegué a usarlos a la edad de 14 años, pero eso es para otra historia. Me puse mi vestido que de tanto lavarlo se había convertido en una tela de cebolla. Partimos a la casa de mi abuela Al entrar nos aguardaba el típico plato de pancutras de los sábados de visita, según ella una delicia, pero a mi paladar era una masa medio encrudecida que al comer cada cucharada me daban ganas de vomitar. A la primera arcada que hacía, mi mamá por debajo de la mesa con el taco de su zapato golpeaba mi tobillo y no había nada más que hacer. Recuerdo que un día tuve la mala ocurrencia de decir: - ¿Por qué me pegas por debajo de la mesa? En ese instante observé como ella que era alba como un papel se trasformaba en un volcán en erupción, no dijo nada, pero al llegar a casa la zurra que me dio no la olvidé en absoluto y por supuesto nunca más hice tal gracia. Ese día mamá debía hacer trámites en el pueblo, por consiguiente, me dejó en casa de mi abuela Sencilla del Carmen. Tenía claro que visitaría a mi tía Ester, por lo tanto, no volvería a buscarme hasta el otro día, en consecuencia, me quedaría a dormir allí. Habíamos almorzado a las 12 del día Eran las 7 de la tarde y ni señas de tomar once. Sentía que las tripas daban un concierto en mi estómago, había comido sólo esas pancutras que ni siquiera pude digerir. Tenía tanta hambre, en la cocina estaba todo con llave. Me quedé sentada en el sillón de felpa negra cuando de repente escucho: -Ya chiquilla ven a comer No podía creerlo, eran las 10 de la noche. Había dormido 3 horas. Me dirigí al comedor. ¿Cuál fue mi sorpresa?, Un gran plato de pancutras sobre la mesa esperándome. No lo podía creer: -No comeré eso

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- Te lo comerás todo cabra mañosa, igual a tú padre -Abuela, ya le dije que no comeré esas pancutras, no me gustan -Entonces jodiste -Llevo más de 10 horas sin alimentarme, tengo hambre -No hay más que ofrecer, así que eliges, las pancutras o nada. Por supuesto dije nada y me dirigí al cuarto donde siempre dormía cuando me quedaba en casa de esta señora. Me acosté encima de la cama, lloré de rabia e impotencia por lo que estaba sucediendo, esta mujer era mala persona, mezquina, egoísta, no me quería y no entendía porque tenía que estar en su casa. No pude dormir, miraba el techo del cuarto y pensaba sólo en que mi mamá me fuese a buscar para irnos a nuestra casa. A media noche siento ruido en la cocina, me levanto y observo como esta mujer de trenza larga y cabellera blanca, pequeña, delgada, comía un delicioso sándwich y tomaba un vaso de leche. De pronto se percató de mi presencia - ¿Qué estas mirando cabra de porquería? Partiste acostarte -Pero abuela… -No quisiste el plato de pancutras, ahora te aguantas - Pero tú está comiendo un rico pan y bebiendo leche, no es justo -No hay más, esto es para mí, necesito alimentarme, estoy vieja, en cambio tú eres una niña gordinflona, con mejillas rojas que parece que va a salir fuego de tú cara, eso es porque estas bien sanita. Mejor sería que hicieras dieta y ahora a dormir No podía creerlo, si bien es cierto era una niña entradita en carne, con las mejillas rojas, no significaba que no tuviese hambre. Esto era el colmo, pero no todo estaba perdido. Fue ahí cuando puse en acción el plan que tanto tiempo había urdido, ahora era el momento. Cuando se fuera a dormir iría a la cocina y buscaría comida, sabía que tenía la despensa llena, era un secreto a voces Por lo pronto me acosté. En la cama había una sábana y sola una frazada. Cabe mencionar que estábamos en pleno invierno, el frío era espeluznante. Me acurruqué lo más que pude esperando a que esta mujer se fuese acostar. Pasaron las horas, el reloj marcaba las 3 de la mañana. Partí silenciosamente a la cocina, estaba con suerte pues la puerta había quedado abierta. Entré a ese lugar espacioso, de color blanco, impecable. Debo reconocer que si en algo me parecía a la abuela era en lo cuidadosa por mantener todo limpio y en orden. Cada cosa en su lugar, el piso brillaba, quizás porque nadie más que ella entraba a ese espacio, se sentía bien estar allí, era un sitio acogedor. Pero vuelvo a la realidad y advierto que todo está con llave, aun cuando ese tema no era problema pues ya estaba resuelto. Saco un cuchillo de uno de los cajones, inserto la punta de este en la cerradura de la despensa y presiono hacia dentro, deslizo el cuchillo y logro abrir todas las vitrinas. No podía creer lo que mis ojos observaban, estaba lleno de galletas, panes, leche, queso, queque, frutas. Era

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el paraíso de la comida, tal era mi hambre, ansiedad, que me devoré todo lo que había en este lugar Me sentía tan feliz, no sólo era el hambre si no la alegría de dejar a esta vieja de trenzas blancas sin comida como tantas veces lo había hecho conmigo y mis hermanas Después de devorar todo dejé tal como estaba como si nada hubiera pasado y partí sigilosamente al dormitorio Esa madrugada no pude dormir. Mi madre llegó a buscarme a las 7 de la mañana, sólo quería marcharme de esa casa antes que la abuela se percatara de lo sucedido. Nos despedimos y partimos en carreta a nuestra casa, con un dolor de estómago intenso de tanto haber comido, pero mi felicidad superaba esta dolencia, pues mayor era mi satisfacción de imaginar la cara de espanto de la querida abuela al encontrar su despensa y vitrinas vacías.

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MI PRIMERA FIESTA Adolescencia, ser niña, creerse adulta, cuerpo transformándose y todo parece tan extraño Crecí en una familia autoritaria sobre todo por el lado de mi padre, hija única de modo que la sobreprotección reinaba en su máximo esplendor, se sumaba la situación país que cada día era más amenazante, las protestas, las marchas que hacían rumorear que pronto caería el dictador y se acercaría la tan ansiada democracia. Cuando se tiene 12 años este tipo de situaciones se comprenden a medias Me gustaba asistir al colegio, era el sitio en el cual por instantes me sentía libre. Sociable, desordenada e inquieta. Participaba en todas las actividades que se vinculaban con el arte. Académicamente no era brillante sino más bien una del montón, me destacaba por mis comentarios asertivos en ciertas asignaturas que se enfocaban en lo humanístico, pese a esto amaba las ciencias ya que las relacionaba con la creatividad, la belleza, lo artístico. Dulce y alocada llegaba a mi casa de manera muy distinta a como me dirigía a clases todos los días de ese año 1986. Cabe mencionar que la vecina Juana era quien me retiraba puesto que mis padres no alcanzaban a recogerme por asuntos laborales. De igual forma mi madre a las 8 en punto me dejaba en la puerta del establecimiento todas las mañanas. Ese día 22 de septiembre cuando la primavera se asoma dejando reverdecer a los majestuosos árboles, sintiendo el aroma de las flores que se transforman en diversos colores que envuelven todo a su haber, percibí que el amor había llegado a mi vida Claudio compañero desde 1 básico era mi sueño convertido en realidad, un chico inteligente, informado, directo, y por primera vez debo decir había puesto sus ojos en mí. Ese fin de semana estaba de cumpleaños y realizaría una fiesta, lo más emocionante fue cuando él personalmente me invitó, de los 25 compañeros de curso sólo 5 tuvimos el privilegio de ser convidados a esta gran celebración Ahora debía convencer a mis padres para que me dejaran ir a la maravillosa fiesta, una misión difícil y sobre todo en este tiempo tan convulsionado Mi certeza era que debía ser parte de ese festejo, además era mi primera fiesta y que mejor junto a Claudio Despeinada, con el chaleco arrastrando, el rostro manchado de tierra al igual que mis zapatos tipo bototos que tanto me gustaban y feliz de pensar que pronto estaría en ese lugar que cambiaría mi vida, regresé a mi hogar, pero antes como todos los días jugué con mi perro Anselmo -Otra vez lo mismo Jacinta, el chaleco todo sucio no te da para el año completo, decía mi madre _Estamos en serios aprietos económicos y es el momento que te enteres de esta situación Mi papá trabajaba en una radio y escribía para un periódico conocido de la zona, pero su tendencia política finalmente provocó que fuese despedido, no sólo era el quedar cesante, sino que además estaba amenazado de muerte -Fernando está desempleado, tenemos una deuda con el banco y estamos a punto de perder la casa, sentenció mi mamá

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-Por lo mismo debes cuidar aún más tus partencias, está todo muy incierto Sin anestesia, sin preparación largó la frase completa, no encontró hora más apropiada que la del almuerzo para decirme tan cruel realidad Las lentejas que en principio me parecieron exquisitas quedaron atoradas en mi garganta y no probé más alimento Se produjo un silencio de voces que invadían mi mente ¿Qué vamos hacer? ¿Dónde viviremos? ¿Será la calle nuestro hogar? Quedé petrificada y no supe que decir Dudaba si una noticia como estas era prudente comunicársela a una niña de 12 años, pero ya estaba dicho Esa noche no pude dormir y peor aún al escuchar una conversación qué cambió mi vida - Tenemos que irnos de chile -Si no lo hacemos me matarán -El partido está gestionando los pasajes a Canadá -Debemos viajar en 5 días más ¡¡¡5 días más!!!, no lo podía creer, partir a otro país tan distinto al que vivía, dejar a mis compañeros, a mi abuela Doris, primas y primos, dejar mi origen, causaba mucho miedo y dolor. Esa noche definitivamente no pude dormir A la mañana siguiente como de costumbre mi madre me dejó en el colegio, pero su rostro estaba pálido y la mirada perdida, mencionó que a la hora de almuerzo debíamos hablar algo muy importante y partió a su trabajo de vendedora en una tienda de ropa para mujeres Tenía muy claro que asunto se conversaría, el mundo se venía abajo y desde luego la añorada fiesta se alejaba cada vez más. No fui capaz de pedir el tan deseado permiso, sabía que me dirían que no, así que ese día viernes mi madre nuevamente a la hora de almuerzo me comunicó la horrible noticia Llegó el anhelado día sábado, mis padres deambulaban en la casa como sonámbulos, ordenado maletas, empaquetando nuestras cosas para pronto marchar Se acostaron muy temprano, me pareció increíble, el destino estaba a mi favor, sin pensarlo salí sigilosamente por la puerta de la cocina y me dirigí a la fiesta de mi amado Claudio.

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L E ONOR DINAMAR CA CAR RAS C O CONJURATIO Es la soledad la que juega sucio en las esquinas del deseo y de las sombras. Hombres, animales y monstruos necesitan tener un doble, un par, un espejo, un otro que les permita verse en el afuera, reflejarse, contenerse, sostenerse o; simplemente; sentir que no son ajenos a este mundo. Sin embargo, cualquier configuración es posible. Las realidades paralelas y metafísicas se mezclan con la fantasía y los sueños. Nadie sabe con propiedad si las rutas de lo mágico tienen un sentido o un final. Por ello hablar de esta historia nos empuja a la cuestión de las certezas, de qué es lo permitido o cuánto de magia habita en cada uno de los planos existentes que nos rondan querámoslo o no. Pero vamos al grano, un hombre puede convertirse en bestia por diversos motivos, la pena, la crueldad, el desamor, la violencia de la sociedad, el exilio, la injusticia, las pérfidas drogas, la tibieza del alcohol mal destilado y la propia demencia. Así, entonces no es descabellado insistir en las posibilidades de magia, conjuros, sombras o seres que muchas veces escapan a los convencionalismos y se nos configuran como una posibilidad de realismo mágico tan palpable y asible… que todo lo racional se vuelve ajeno, lejano y confuso. Relatar estos hechos, por cierto, me lleva a transgredir intimidades; a exponer espacios compartidos por almas que nunca quisieron ver la luz… o bien, ansiaron la luz de tantas diversas formas que sucumbieron ante el brillo de sus propias y crueles miradas. En efecto, entonces, no es raro comenzar diciendo que el hombre lobo había asolado varias ciudades en una ruta sin sentido. O señalar; con demasiada propiedad; que ni el amor, ni las predicciones lograban dar un rumbo exacto a sus pasiones o a su necesidad de compañía. Cada cierto tiempo este ser envuelto en añejas nostalgias buscaba en el tequila alguna sombra que le recordara quién era o cómo volver a su centro. Necesitaba calmar las mil bestias que le atormentaban; las mil bestias que en él habitaban. Transitó por todos los espacios posibles hasta perderse por completo, el infierno le llamaba, le hacía guiños; todos los demonios querían tenerle cerca. Caminó siempre sin rumbo fijo, cerca de los parias, las prostitutas, los vomitados por la vida, los expulsados de la sociedad, los artistas, los saltimbanquis, los prestidigitadores, los alcohólicos, los drogadictos, los

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mal nacidos. Quería olvidar su piel, su oscura sangre, su linaje maldito. Pocos sabían que era un elegido, el guardián de las sombras, mitad oráculo, mitad espejo. El caminante entre dos mundos. Pocos sabían de aquellos designios y él, con su actitud violenta, anarquista y sarcástica, borraba toda posibilidad de recuerdo Perdió muchas cosas que amaba, perdió el rumbo, la ruta e incluso el sabor metálico de la sangre. Todo con tal de no tener un lazo con vidas pasadas o un atisbo de misión en este mundo que le parecía tan ajeno y amargo. Olvidó; también; los antiguos trazos, la forma de conjurar versos y la música que brotaba de su alma. Al fin y al cabo, olvidó que era un artista y que de sus manos podía emerger la más cruel o bendita de las creaciones. Pero de pronto, cuando todo indicaba que su hastío era el comienzo de la partida… cuando empezó a programar sus números, a cerrar las ventanas, a despedirse de los árboles, a romper todo rastro de su locura, a pensar en sus últimas lunas llenas… se dejó llevar por el sueño. Quería partir, dejar todo atrás, desaparecer de una buena vez de la realidad que según él no existe. Así fue como un sopor extraño invadió su habitación. Soñó con cráneos, demonios y mujeres aladas. Algunas mariposas azules se posaron en las ventanas y en el umbral de su puerta para velar su extraño descanso. Al otro lado, tal vez demasiado lejos o quizás absurdamente cerca, una antigua bruja había despertado del letargo, se incorporaba y rearmaba sus vértebras. Ella desenredó su cabello oxidado por las predicciones, bebió ajenjo, metió sus manos en la tierra buscando raíces amargas, se alimentó de azahares, pasifloras y jazmines; se vistió de negro y decorada con flores de artemisa… caminó hasta el mar. Allí, con los ojos aún aletargados, con las manos entumecidas y descalza ingresó al agua. El mar le recibió como un antiguo amante. Le había esperado demasiado tiempo y lejos de embravecerse le ofrendó salinidad suficiente y paz… Nadó, se sumergió más y más en un hielo profundo que le hizo sentir cada átomo de su cuerpo, el mar le poseía una y otra vez hambriento de su cuerpo. Miró el cielo, sintió la arena en sus pies, se estremecía completa con el hielo que también quema, su piel ardía, el agua golpeaba su cuerpo en un vaivén embriagador hasta que ella entreabrió sus labios y pronunció en latín extraños conjuros casi olvidados. Habló por vez primera después de muchos siglos de silencio y pidió que se reacomodara el caos, exigió con una rabia milenaria que se levantara el único ser capaz de caminar a su lado.

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Con su voz profunda, textualmente dijo: “Si quieren que me quede me deben dar una mano, esta vez no caminaré sola, esta vez no me levanto para seguir con este dolor en el alma sin poder compartir una lágrima o una sonrisa, esta vez exijo trabajar en paz en el otro lado teniendo en este arte y poesía” Ella pensaba que el mar horrorizado le castigaría por sus blasfemias, sin embargo, el viento sopló tibio y el mar dejó de rugir sólo para que ella supiera que los dioses le habían consentido cada una de sus frases. Salió del agua con un frío sepulcral que le hacía comprender que estaba viva, se tendió en la tibia arena, suspiró profundamente y sonrió creyendo que estaba demasiado demente. Comprendiendo lo absurdo de sus actos, riéndose de sí misma comprendió su insana manera de seguir atada a una vida que le vomitaba hace siglos. A una vida que nunca quiso tenerle de pie. Sabía que estaba viva de milagro. Que nunca debió cruzar el umbral de la vida. Paria entre este mundo y el otro había tomado el rumbo de ser la traductora de las sombras, saboreando la soledad en cada paso. Sin nadie que tomara su mano o acariciara su pelo. Él, en cambio, despertó intranquilo, transpirando recuerdos, borracheras y lágrimas. Cual animal encerrado gruñía por los rincones como si algo le faltase para concretar sus delirios. Algo no estaba bien, su pesada alma le hacía entender que esa noche no había sido cualquier noche. Abrió cuanta puerta, ventana, aldaba o pestillo que encontró a su paso… volvió a su patio a mirar la noche junto a sus perras que lamían sus manos. Sintió el viento frío y ligero. El cielo abierto de par en par, la noche de los muertos estaba cerca. Y decidió, sin saber cómo ni por qué, pronunciar el nombre antiguo de la bruja/oráculo que hacía tantos años atrás había conocido en una delirante pasada por ciudades antiguas, exceso de alcohol y melancolía. Se sobresaltó. Nunca imaginó que recordaría cada letra de ese nombre, nunca había vuelto a pensar en la hechicera… pero esa noche una navaja le había partido el alma. Recordó sus poemas, la extraña mañana en que sus almas se juntaron por primera vez, las promesas y delirios de juntarse al otro lado del mundo una y otra vez, los juramentos que ebrio le regaló en una maldita tarde, las sonrisas que ella trajo y que nunca pudieron borrarse. Ella, respondió el llamado… sonrió al otro lado del espejo. El mar había sido generoso, el guardián había sido tocado por las musas para despertar. Aunque nunca imaginó que sería ese hombre, justamente ese hombre

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que casi había logrado olvidar… el que precisamente se ponía de pie para darle, quizás, un último beso antes de su partida. Después de todo él quería morir, ya lo había decidido y no había posibilidad alguna de deshacer la sagrada numerología que él manejaba. Pero él no contaba con el corazón de esa hembra, ni mucho menos con la voz que ella traía bordada a fuego. Ella habló, honesta y tranquila… pero demasiado. Él se fue envolviendo en la placidez de esa voz; algo en ella le daba una paz que jamás pensó encontrar; en las sonrisas que ella le volvió a regalar y, entonces, él dudó. Algo de su magia se hizo trizas, los números cayeron al suelo mal barajados. Nada encajaba en los planes, la idea de la despedida comenzó a molestarle. Esa voz, le traía recuerdos antiguos, sonrisas que creía olvidadas, futuros que jamás había soñado. Todo cobraba sentido, los ojos del lobo brillaban, el corazón volvía a palpitar de forma intensa, los aromas y sabores aparecían de nuevo, todos los sentidos estaban a flor de piel. Ella le estaba atando a esta vida casi sin darse cuenta, le propuso un sueño, le habló de todo aquello que él amaba y que nunca quiso compartir. El lobo/hombre se fue entregando como un perro apaleado que por primera vez conoce el afecto o las caricias. Bajó la guardia, dejó escapar lo que algunos llaman lágrimas, volvió a escribir e incluso a dibujar, pensó en pintar y por un extraño segundo titubeó… quiso quedarse… aplazar la deuda… seguir atado. Ella ebria de magia volvió a sus manos, habló en lenguajes olvidados, le recordó que debía quedarse tantas veces como fue necesario: “No te dejaré caer” “No te dejaré caer” “No te dejaré caer” Repetía constantemente acercando sus labios a esas fauces que hubiesen aterrado a cualquiera. El hombre lobo volvió a alimentarse, volvió a cambiar de piel, volvió a tener el brillo de un animal poderoso. Nada podía evitar que él se irguiera como la bestia mitológica y terrible que era Ella necesitaba que ese lobo adquiriera el poder suficiente, la fortaleza y templanza necesaria y que tuviese el corazón intacto para comenzar el camino, para saberse juntos por una eternidad. Ambos estaban unidos, lo supieron siempre, el arte había brotado de sus manos como un reloj maldito que

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todo lo marca. Las mismas frases, los mismos delirios, los caminos que se cruzaban una y otra vez sin toparse como una absurda jugarreta del destino. Descubrir, con un inusual nerviosismo, que cuando la vida quiere que dos almas sean una… no hay opción posible para desanudar el destino trágico ni la red que nos sostiene en un plano etéreo o simbólico. Tantas veces cerca, demasiado cerca y nunca toparse. Hasta que todo se confabuló en horribles penas y maquetas de terribles finales, todo se hizo caos, silencio o desasosiego. Ambas vidas habían saboreado similares penas, amores corruptos, maldiciones, brujerías, demasiado alcohol, opio y deseo. Viajes al otro lado del mundo, vueltas que nunca debieron hacer, jugadas maniáticas con el destino, nefastos intentos de suicidio, rock pesado, aplausos, escenarios, vidas prestadas, demenciales sonrisas. Saborear la alquimia, vomitar la biblia, asquearse del mundo, reírse de todo, blasfemar. Cada uno a su ritmo y con indiscutible talento podía erguirse anatemizado para el gran final. Necesitaban crear juntos, pintar o escribir; plasmarse, dejar constancia de que estaban hechos el uno para el otro. Ellos que sabían de lo frágil de la vida y del amor; se obsesionaron con la idea de vaciarse en una tela, en un libro, en un trozo de algo que les diera la torpe certeza de que al menos algo era cierto. La pasión se encendió de golpe. Nada podía detener el pacto que se había firmado en cada rueda kármica. Hervía la sangre y como amantes desesperados por la muerte se juraron amor, deseo, vida y maldiciones por siempre. Extasiados de sudor, fueron acariciándose cada vez más profundo. Querían amarse hasta el punto del canibalismo. A mordidas atroces se entregaban el uno al otro cada vez que el día era reordenado para que el amor y el desenfreno dieran paso a la locura... a la lujuria. Ahogados el uno al otro quería fundirse en una sola alma, en un solo cuerpo. Frotándose como desquiciados se sumían en un placer que les arrancaba el alma y, tal vez, la poca humanidad que iba quedando en esos cuerpos que mostraban el paso de los años, las heridas del tiempo y la bruta manía de los dioses por castigar a los que no venden el alma por miserias. ¿Cómo se podría explicar el éxtasis de quienes encuentran aquello que tanto se anhelaba? ¿Cómo se vive sabiendo que todo tiene un fin, incluyendo aquello que llamamos amor? La hechicera había cambiado de piel tantas veces, quería volverse común y corriente, se había inventado

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un nombre, un disfraz una vida buena. Pero nada saciaba el hambre voraz que le despertaba a las mismas malditas horas todas las noches… Sin saber que, al otro lado, ese hombre con su bestial animalidad dormía intranquilo rugiendo tempestades despertando a las mismas extrañas horas, sin entender las implicancias de los números; de la hora del diablo como muchos la llaman. Esa hembra sabía de lo incompleto de la vida, del sin sentido de vagar por un infierno con hedor a vida, por eso pidió a los elementales que se apiadaran de su ruta; balbuceando en latín frases importantes para quienes escuchan más allá de las sombras. Un compañero de camino, susurró. Alguien como yo, insistió. Tantas y tantas veces caminó adormecida por un frío que todo lo envolvía sin distinguir si sus labios saboreaban el agua de mar o sus propias lágrimas. Fue así como esa bestia mitad hombre, mitad lobo; a quien Satán había arrancado de las entrañas de Lucifer, le encontró. Como si algo hubiese despertado al animal de ese letargo sombrío que lleva al suicidio, como si un designio escrito con sellos de fuego hubiese vuelto a encenderse su sangre enferma de venganzas comenzó a palpitar violenta en el aparato que otros llaman corazón. Por eso no era extraño que ese ser se apoderara del cuerpo de aquella mujer con un hambre milenaria, devorando todo vestigio de pasado o toda posibilidad de futuro. Su lengua fue dibujando ese cuerpo, humectando cada rincón provisto de piel hasta enloquecerle de un placer tan incomprensible que ni el mismo infierno podría contenerles juntos. Ella sentía como él se había incrustado en el montón de huesos que llevaba a cuestas y sintió el peso de entender con un horroroso placer que eran una misma maldita alma… Imperfecta, ni la mejor, ni la más buena. Un extraño cóctel de venenos, con lenguas afiladas, humor negro y el sarcasmo a flor de piel. No podían escapar del destino que llevaban tatuado. “No quiero otras voces ni otras pieles. Te quiero mil veces a ti y te quiero todo y te quiero mío, sólo mío. Porque soy tú.” Repetía ella una y otra vez con sus lenguas entrelazadas, con sus manos atadas, con su pupila clavada en la suya. El animal bajó la guardia cada vez más: “Te amo y soy tuyo” gritaba con fragmentada demencia aun cuando ella no pudiera escucharle. Lentamente empezaron a unirse, de una manera aberrante y confusa. Con la paz extraña de saberse amados y comprendidos. Sus mentes jugaron al sucio juego de inventar un futuro, una posibilidad de usar el as bajo la manga que cada uno había aprendido a ocultar muy bien y a usar de manera inteligente cada vez que fuese necesario. Pensaban las mismas cosas, decían las mismas frases al mismo tiempo, reían como desquiciados recién

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paridos lanzados al abismo, sentían el mismo vértigo al verse y la misma estúpida angustia de perderse. De esa manera se fue dibujando el caos, ese caos que las personas cuerdas insisten en llamar amor. No hubo día, noche o silencio que no fuese para ellos señal de condena, de proximidad, de enfermizos celos. Nadie pudo imaginar que él intentaría arrancar de este mundo a cada ser que rondaba a la mujer de sus delirios. No hubo carne ni sangre que no sucumbiera antes esas fauces. El animal había despertado y todo atisbo de ser humano oliendo si quiera la sombra de esa hembra… Su hembra… era firmar la condena de muerte en sus colmillos. Horrorizados todos quienes observaban las macabras escenas de los cuerpos mutilados, pensaban – en su absurda ignorancia - que la naturaleza cobraba con sangre la necesidad de sacrificios que nunca habían sido efectuados. Pero ella sabía que el lobo rugía tras sus pasos; que no permitiría cercanía, deseo, cuerpos o sonrisas cerca de ella. Él empezó a mudar de piel tantas veces como fue necesario y emergió un atisbo remoto de felicidad en sus ojos. Pensó en desposar a la mujer oráculo, en encender la única posibilidad real de atarle a su vida para siempre. Ella se dejó llevar como quien sueña con un capricho añejo y olvidado. Aceptó unirse en un ritual pagano a ese ser que con violencia desmedida le hacía saber que tenía su puerta marcada con las vísceras de los hombres que tenían la indecencia de sonreírle o pretendían de manera ingenua que ella se fijara en alguno. No fue gentil con nadie. Despiadado destrozó los cuerpos de cuanto ser que caminó demasiado cerca de ella. “Mía” era la consigna que él le enrostraba cada vez que penetrándole clavaba su pupila en sus ojos y ella, finalmente, se sabía con dueño. Por eso la mujer no opuso resistencia al amor o al deseo; así se lo hizo saber de diversas formas al lobo y él, triunfante con su presa entre sus patas se esmeraba en recordarle: “Soy tuyo, completamente tuyo”. Ningún beso apaciguó a la bestia. Ninguna promesa pudo más que la sed horrorosa que emergía en el fondo de sus entrañas al ver la posibilidad de defender su territorio, ese cuerpo que había atrapado con bestial fiereza, esa mujer a la que había embriagado con sus fluidos hasta llevarle al éxtasis más sublime. Nada presagiaba que cada gota de sangre derramada hacía encender en la hechicera una llama de agobiante deseo que le envolvía por completo. Poco a poco fue dejándose llevar por un delirio absoluto, una idea de amor y pecado que le provocaba pasión y un despiadado deseo de atarse a ese hombre para siempre. No era extraño, entonces, que caminaran juntos por las sombras; que armaran un mundo nuevo, que mezclaran su sangre con whisky, que disfrutaran de besos cannábicos e infernales cocteles que podían

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levantar a los muertos. Alcoholizados, drogados, ebrios de sí mismos, hambrientos de lujuria se amaban hasta que todo lo permitido daba paso a los más indecentes deseos. De esa manera todo se reordenó de manera mágica. La vida dio un giro completo y la posibilidad de ser feliz se tornó cierta. Nada podía detenerles, eran una máquina perfecta con un ritmo definido y marcado. No existía ser que pudiese sacarles de su centro o de su manía angustiosa por amarse hasta en los escenarios más diversos. Él se sabía triunfante, al fin tenía a su compañera, su mujer, su niña, su dama. Ya no debía buscar en otras pieles lo que ella sabía darle de sobra. Fue así como él volvió de las sombras. Vestido por completo con un nuevo pelaje, transmutado, violento y fuerte, seguro de sí mismo, con sus sentidos a flor de piel, obsceno y lujurioso como nunca antes se había visto… Sólo para ella. Entonces, cuando la sangre del lobo se había mudado por completo, cuando todo sumaba nueve… la hechicera se levantó con ojos nuevos y un deseo milenario que le intranquilizó por completo. Ella se acercó completamente segura de sus pasos y acarició esa nueva piel con una demencia jamás recordada, mientras besaba los labios encendidos de su hombre con una pasión infinita… Él se entregó hipnotizado por esa voz antigua y profunda, su animalidad; por cierto; dio paso a aligerar el alma, se sintió animado, libre de toda atadura. Ella se dejó llevar por completo y traspasó el límite de lo permitido, revolcándose y frotándose como primitivos amantes se entrelazaron en ahogados gemidos y lujuriosos besos profundos que encendían una fiebre corrupta en sus ansias. En ese instante se produjo un temblor intenso en cada rincón de la tierra; ella aprovechó el eclipsado nadir de los ojos de su amado para hundir sus uñas en la piel del lobo sin ninguna misericordia. Entonces con atroz entereza, fue capaz de desgarrar la carne de esa bestia y con sus propias manos arrancó ese corazón de animal terrible. El lobo aulló cegado por la tristeza y sus ojos mostraron vidriosos el dolor del mundo. Ella cerró los ojos para no llorar, puso el corazón tibio entre sus labios y se alimentó de aquella carne prohibida. El animal… sin oponer más resistencia que una lágrima permanecía en el suelo oliendo su propia sangre;

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así, poco a poco, los gemidos se fueron apagando con la noche. Ella acarició una vez más esa piel maldita, se acercó hasta su temblorosa oreja - envenenada por la sangre negra - el corazón dejaba de latir lentamente, clavó su mirada en la mirada del lobo y simplemente le susurró despacio “Ahora estás dentro de mí”.

ALDO PEREDO MALEBRAN

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DANIEL OMAR B EGHA DE PERVERSAS PERVERSIDADES Deliciosa transgresión Esa, la de su cándida perversidad. Esa, la de sus ojos Esa la de ese ingenuo, lúdico coquetear de su mirar. Esa, mirada, la de sus curiosos ojos negros. Ese mirar colmado de deseos, de pasión clandestina. Esa, la de sus labios, quietos, tiernos, tibios, dulces, voluptuosos. Deseosos de besos. De pecaminosos besos. Esos labios que seducen, que provocan. Provocan el deseo de embriagarse en ellos. Ese perverso deseo difícil de contener.

ANUENCIA Permítete consentir, a mis golosos ojos, mirar tu cuerpo vestido, imaginando los senderos que le brindaría a mis labios. Permítete conjeturar que, en la anhelante desnudes de tu cuerpo, en la oscuridad de la vergüenza, se ocultan aquellas palabras no dichas. Permítete acoger a mis labios para que, acuciosos, en cada pliegue de tu piel, busquen aquellas letras y frases veladas. Permítete susurrar, entre tus gemidos y mi jadear, esos versos que tu carne vehemente proclama y que ávido mi cuerpo desear escucha Permítete proferir, insolentemente, esos vocablos atesorados y ruborizar, con voces nuevas, la tersa albura de mis sábanas de algodón. Permítete cabalgar mi erguido deseo de ti al amanecer y, sin recatos, consolarlo de la privación de tu pasión reprimida Permítete conspirar con mis labios para que lean y relean vocablos del goce, en tu piel presentes, hasta agotarse en sus lenguajes como hojas de un libro mil veces leído.

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VERSOS PARA NAT TY Hay en ella un perturbador atractivo. No es solo culpa de su mirar, ni del gracioso susurrar de su voz. Ni del candente verbo de su legua, que seduce hasta sus propios labios. Tampoco es esa deliciosa forma que tienen sus piernas de caminar, Tal vez sea el sudor que llena de perlas el valle de tus senos o ese intimo temblor que el deseo entre sus muslos provoca. Hay en ella un perturbador atractivo que se suma a su prodigiosa hermosura. A esa incitante y telúrica sensualidad de su cuerpo dorado Al arrebol de crepúsculo de su espalda Territorio atractivamente perturbador. Quizás la inquietante quietud de la belleza inquieta O el ardiente fuego de la pasión madura Tal vez eso sea ese divino perturbador atractivo

SINUOSA GEOGRAFIA “Esa sinuosa geografía, la de su cuerpo, telúrico, ardiente e indómito. Ignoto territorio que explorar quisiera y… En regiones vírgenes de su piel, descubrir habilidades confesables… O aquellas Inconfesables.”

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DANILO SALINAS ALCAYAGA Danilo Salinas Alcayaga, nace un 25 de julio de 1971 en la ciudad de Valparaíso, Chile. Sus intereses literarios despiertan en la época de estudiante, cuando comienza a escribir canciones y poemas. Finaliza sus estudios de Enseñanza Media en el Liceo N° 4 del Cerro Barón. El año 2000 participa en los Juegos Poéticos de Otoño, organizados por la Sociedad de Escritores de Valparaíso. Ese mismo año ingresa al Grupo Literario La Mano, desarrollando un estilo poético personal y creciendo en el conocimiento literario. La convivencia con sus pares y las actividades de taller le proporcionan el contexto adecuado para su formación lírica. Obtiene el 3° lugar en los Juegos Poéticos de Otoño de 2003, éxito que le permite ingresar formalmente a la Sociedad de Escritores de Valparaíso. Desde el año 2004 participa activamente en la Agrupación de Poetas Itinerantes Rubén Darío. El año 2006 es designado jurado del VI Concurso Poético La Mano, patrocinado por la Sociedad Amigos de los Animales y la Corporación Resplandor y auspiciado por The Cove Rincón Internacional. Ha sido publicado en diversas revistas y antologías: “La Mano”, “Revista del Pacífico, SEV”, “50 Años de la SEV”, “Carnavales Culturales de Valparaíso”, Sociedad Escritores de Valparaíso; “Por Un Patrimonio Cultural”, Sociedad Escritores de Valparaíso; “Luces de Valparaíso”, Agrupación de Poetas Itinerantes Rubén Darío; “Valparaíso”, Agrupación Literaria Regional ALIRE, entre otras publicaciones. El 9 de septiembre de 2011 publicó su primer poemario individual, titulado “CUANDO LOS SILENCIOS”, bajo el patrocinio de la Sociedad de Escritores de Valparaíso, con presentación del poeta Juan Meza Sepúlveda y prólogo del poeta Iván T. Contardo. En el año 2017 lanzó en la Feria Internacional del Libro de Viña del Mar, Chile, su segundo poemario individual, titulado “ANFITEATRO DE LOS TIEMPOS”, también patrocinado por la SEV. y prologado por la educadora y poeta Elena Montaner Sepúlveda. Su gestión cultural ha sido reconocida por la comunidad, siendo galardonado con las distinciones: “Reconocimiento a su destacada labor al servicio de la comunidad” (I. Municipalidad de Valparaíso, 2009) y “Distinción por su constante creatividad y desempeño social” (Sociedad de Escritores de Valparaíso, 2010).

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VALPARAÍSO Se despide con el dolor a tajo abierto con la sangre en horizonte en agonía como anestesiados Un país que llora la partida de un lucero de Ámbar que será incrustada en el firmamento con las estrellas nerviosas Hay un cosmos intranquilo Esta noche Valparaíso óxido rojo que se despide entre sonidos de aluminio Estos ecos que se envuelven en la soledad de los cerros Esta congoja que forma remolinos entre la tristeza que se va Junto al último vuelo que descansa Sobre el mar en un tiempo indiferente a mil preguntas

Las interrogantes que chocan junto a la sangre derramada en las esquinas cómplice Una pieza maldita que se negó a soltar los gritos por las ventanas Blindadas de terror y muerte Solo se sintió un grito que nadie escuchó

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PLEGARIA

CÚPULAS AL VIENTO

Lanzo una plegaria por Latinoamérica desde los cerros de Valparaíso Una plegaria se eleva sobre el viento con un sentimiento que llevó dentro una angustia en mi corazón Quiero creer que los hijos del campesino obrero minero compartan un nuevo cambio sin odio sin hambre Lanzo una plegaria de una bahía lejana donde los remolinos y mil lluvias pasaron Y las flores cubren los ecos del destierro Siento un dolor en mi pecho a falta de justicia e igualdad Quiero que la sangre sea una sola como en Nicaragua y el Arauco Solo una bandera unida una sola tierra Un lenguaje universal

Las cúpulas de Valparaíso muestran el tiempo Sangra todo El oxido que envuelve a la bahía que amanece quieta y sumergida en los ecos del sol Valparaíso son tus cristales que muestran espejismos Las gaviotas levitan en las alturas Testigos de tu vida junto a los ángeles que observan Tu existencia entre el silencio

Mientras los faroles se multiplican por los cerros y los funiculares cuentan la historia de tu vida de un Valparaíso que ha sido quemado destruido donde la agonía esta presente en cada quebrada donde el tiempo no descansa donde están los jardines suplicando un grito de esperanza


LLUEVE Esta quieta la bahía empieza a llover en lo alto de los cerros donde están las quebradas las madrigueras de codornices junto a la salvia que sobrevive en los caminos Llueve sobre Valparaíso sobre el llanto de su gente La lluvia que golpea las ventanas y el canto del yal Llueve sobre la incertidumbre sobre la desolación sobre las poblaciones que fueron devoradas por los incendios Junto a los árboles santos de los jardines Junto a las muñecas enterradas en las cenizas con sus miradas mutiladas Llueve sobre Valparaíso dentro de las casas sobre los braceros sobre la cama de la abuela Isabel Esta Valparaíso quieto con una mudez en la garganta Valparaíso epicentro de artificios

anfiteatro natural ¿Qué te han hecho Valparaíso? ¿Por qué han callado tu mirada? Valparaíso de pasos guardados Llueve sobre las calles desteñidas sobre los perros de la Plaza Echaurren Llueve sobre los ecos agonizantes enredados entre las cúpulas de las iglesias Llueve sobre las cruces abandonadas en ojerosas tumbas Llueve sobre el Maqui sobre las raíces hermanas del canelo Llueve sobre la congoja de don Rubén Santander Inmovilizado al lado de una ventana junto a un olivo lleno de recuerdos Llueve llueve sobre la sangre derramada en el cemento

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Llueve sobre los techos oxidados estos cuentan historias de mil temporales donde sangran los gritos que caen en medio de las olas Llueve sobre el océano sobre el torrente de justicia que evitara secar esta indómita lluvia.


ELIAS FL OR E S

GALATEA: Yo no quiero estar sin tu piel, Galatea... ya no quiero fingir que no estamos; me niego a negarte, a negarme, a negarnos. No quiero evitarte esta noche escultura que he hecho, Galatea, noche de deseo, de tu alma, de esta pasiva rabia que me he formado. La piedra que eres entre el polvo, aquella que una galaxia amorosa habría labrado me tiene preso en la duda en el infame sueño de tu cuerpo vil presagio del sueño mismo que me generas, de las ansias de poseerte y que seas objeto, en un momento de mis manos. ¡Me desgarro, Galatea! Te dieron vida para que yo te

viva voz para que te escuche tu mente donde he acampado ¡Este cincel delineó tus curvas, pulí tu superficie con seda, pasé mis manos imaginarias por tu alma, hasta el desmayo! ¡Galatea! ¡Existe para mí! No descartes mi falaz conciencia no me dejes tan solo como un recuerdo vago, hazme tu sombra solo una vez redúceme, expándeme a tu placer unámonos solos tú y yo volvámonos alabastro.

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CARA DE CERA: Cara de cera La capa plastilina, epidermis Al calor del llanto levitando Humeante, goteando El suelo como un lago, Superficie color piel Junto a los pies desnudos. Piel de cera Arráncame a tirones Lunar, bello, grano Sangre acrílica Y en el espejo el desdén: La figura del cuerpo cuasimuerto. Tejido, hueso de cera La mente se ha mudado al sur Quedó el panal vacío; Caminos de miel Lágrimas polímeras Recién caídas, maduras. Cera, vida de cera De cera el irse, artificial, Plástica enmienda. Quedó el panal vacío; Caminos de miel Lágrimas polímeras Recién caídas, maduras. Cera, vida de cera De cera el irse, artificial, Plástica enmienda.

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N A N C Y T O L E D O P A C H E C O (M é x i c o) GANAR CON PASIÓN CADA MAÑANA Hagamos que las flores del asfalto despierten, que las cenizas que arrulló el viento soplen al corazón cansado. Que los trigos que alimentan el universo sean la estrofa que ilumine vuestros cuerpos. Que sorteemos desaciertos y las tempestades que descolgaron nuestras venas sean migas del pasado, que no contamine nuestros días. Vivamos como el último perfume encarecido en la vitrina..., Que todos nos admiren con respeto, dejando fragancia sobre la tierra. Soñar, despertar y … ¡GANAR CON PASIÓN CADA MAÑANA!!!

AMAR, CANTAR Y SOÑAR Abrigados de pequeñas gratitudes sobran las semblanzas no hacen falta… Conozco el perfume de tu alma, el concierto de tus labios la prosa tibia de tus manos. Amar, cantar, soñar Es el celestino idilio que nos cobija naturales melodías que nos endulzan el pastel de media tarde, el café que no necesita la cucharada azúcar el bombón asado a fuego lento o la palmera que se despeina cuando el viento la toma de sorpresa y la besa… o el capricho de la mariposa, posarse encima del ciervo. Idilios de amor, conjuros entre almas doctrinas y verdades sabor y encuentros amar la fruta devengar los sueños amar, cantar y soñar es vivir y es estar.

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I n g r i d O d g e r s Tolo z a LACRIMÓGENA

MI LUJURIA

El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que no ves

Yo lo vi todo lo vi todo no necesitan decirme nada nada porque mis binoculares invisibles me permitieron otearlo todo hasta el estiércol de las ratas de abril los rinocerontes aturdidos por la niebla el asco caminando en cuatro patas el vómito en la espalda de los ebrios la mochila de los jóvenes sin lengua la tortura del silencio en los oídos de los grillos porque mis binoculares invisibles rodearon la tarde de los sesos dormidos

a Fabiola Campillay

Sin motivo Sin juicio sin ley Llagada Es tu dolor la navaja que rebana vértebras Deja tu tristeza un nudo -Un espasmo cruentoEspanto y crueldad se unen En un grito sin voz Angustia nuez y cáscara Paloma santa y real Todo era pacífico Tu marcha al trabajo Tu marcha al yugo Todo era inocente Un turno comprometido Un paradero La compañía y la espera Nada preveía la nube de sanguijuelas

El crujir de dientes El golpe y la fatal desnudez No, no es irreal La malsana malignidad El disparo inesperado La llaga -un verde vilSin motivo Sin juicio Sin ley Todo existe para llorar y gemir Y batallar luego del hastío y del llanto. Únicamente batallar.

Robaron las pupilas desgreñadas asaltaron la mansión del psicótico y asombraron mi ojo turbio de emociones clandestinas lo vi todo no necesitan decirme nada

nada porque mis binoculares invisibles me dejaron ver los hombres y las mujeres saltando en pijama las gallinas desnudas y los gallos hirvientes el semen de la cocina derramado en la tierra la noche oculta en los glúteos de las mujeres cocineras del hambre y del sudor viscoso lo viví todo y no quiero escuchar las horribles mentiras de los hombres el engaño de las mujeres viles con sus patéticas lágrimas los saltamontes de la ira enjuiciando mi ojo el pulso de las ovejas resbalando sobre mis costillas desatornillando el sentido de mi gigante inercia en esta tarde - tarde / tarde de abril.


CARACOL

A Soraya, víctima de femicidio en Concepción

Cuánta zozobra vino a tu sino

No fue suficiente el peligro

No quieras recordar

Que tus dientes vieron en los días tortura

La obtusa manía histérica

Dime dónde avizoraste justicia

La persecución

Sable que clavó tu entraña

Los pájaros mutilados

Cuánta zozobra

El lento arrastrar del tiempo

Para luego reposar la cabeza en balacera

El farol apagado

Y volverte nívea pura inerme

Albur desventura miseria

En la fláccida balanza

Albur desventura desdicha

_ ya lo sabes, esa justicia inexistente_

Escribiste en tus cabellos Y tus pies deletrearon aquella ira –pobres días Muchacha de junio

te dormiste El clamor es uno ¡No recuerdes! Y no permitas que olvidemos. No permitas.

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HABLEMOS DE CONFINAMIENTO

DEL LIBRO LENGUA INSOMNE 2021

Obligada yazgo esclava Como en Egipto Grecia o Roma Esclava Mano de obra de mí misma En la guerra de mi propio cuartel Presa expatriada y con letargo son largas horas de ver y escuchar El sonido- retumbo que me deja en el sendero de las telarañasDe las cuatro esquinas y ese abejorro muerto y el vuelo del picaflor la leña caída la lluvia golpea las ventanas Esclava del encierro - atrapada En burbujas de la mente indócil Que no repara el fragmento de los años Soy autómata cotidiano del café y el cigarrillo Macilenta como recuerdo añejo Enmohecida en la espera Releo pedazos del pasado Gimo jirones de antaño

Hay una foto que cuelga hago un puzzle ficticio rasgueo una guitarra tecleo un poema es el milésimo de segundo del oído tomo un sorbo de Nordic Mist y ese árbol, ese árbol pequeño aun no crece Nadie ha sacudido el polvo del hall Tengo un agujero en mi manta -La pavesa hizo su obra del díaGiro en un temblor temible terrible Es de 180 grados donde traspapelo imágenes con lápices multicolores que locuaces diseñan la forma fútil de la existencia. El modelo del agobio La represión del juego.

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DÍAS DE CIRCO Noches locas Noches de insomnio Noches de soledad Noches incertidumbre Noches cadáver Noches lluvia Noches desoladas Noches frías Noches hambrientas Noches implacables Noches de poemas Noches de novelas Noches canción Noches de silencio Cuando la temblorosa voz del silencio te envuelve Sabes que hay un inicio, pero el final es ausente -No hay luz al final del túnelLa ausencia titila en tus pestañas Y golpea las pupilas La fiebre de la carencia exponencial y ácida La orfandad del padre y la orfandad de la madre todo es una correspondencia unívoca las pisadas son un tronar lento y breve La casa deshabitada de risas y gorjeos de pájaros ¡Dios mío, el tiempo cómo pasa y a nadie veo! Los árboles desnudos tras la ventana El pasaje húmedo y febril El viento que gime sobre la cabeza -Lo posible es cada vez más imposibleY extrañas la mano, el brazo el cuerpo del otro y de la otra El flujo del amor y la caricia El beso en la frente El abrazo que contiene La mano en las nalgas

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El sexo que se volatiliza La llamada que no llega Y el oscuro pasaje de la muerte aplaca cabezas y cáscaras No hay pañuelos suficientes para el llorar No hay hombro alguno Todo se cocina en el ansia y el tramadol Es la noche larga del drama La noche del teatro Pero que digo ¡es la orgía del teatro! una caricatura de ti mismo se eleva en el escenario bordeado de sombras que punza y sangra sobre el estiércol del orbe apenas se mueve el espantapájaros doliente y apesadumbrado cementerios le rodean es la hora del cultivo del llanto es la hora de la cruz el vía crucis solapado la oscuridad de lo oscuro refulge la herida en el costado duele salvaje salvaje e impúdica la malsana sonrisa del enemigo ves en el espejo la sequía abruma obscena quietud que me desborda soy un volcán a punto de explotar correr, caminar, trotar, volar una salida para esta cárcel una sola salina para esta prisión que nos encadena al recuerdo a la memoria al dolor a la pausa a la siesta y de nuevo el dolor

la grieta profunda la grieta profana el abismo el abismo este puto abismo incomprensible que se me atora en la garganta mientras me niego a levantar los brazos y dejarme caer caer caer

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OJOS CIEGOS El sol implacable se ausenta Y mis ojos vacíos escriben en las nubes El gozo clandestino Hondamente perdidos Fracasados en el intento De volver a sonreír Altamente Ociosos y encantados En tu mirada viva y clara Es el clamor de la tragedia La luz de las estrellas se ha dejado ir Y los ojos ciegos te buscan con denuedo De nada sirve el fuego de mis manos El ardor del ansia que consume Mis labios suplicantes Ante el dormido resplandor del día Vienen a mí El aroma de tus cabellos Tu silueta morena Tu palabra callada…Ya lo sé… El sol se niega despiadado Y gime en tinieblas la garganta Un grito se desprende quemado en añoranza El golpe del vacío me derriba.

SECUESTRO Dime si esto no es un secuestro Dime si no es un soplo negro Quebrando mis huesos Arrinconada llorando presa de una orden que destroza La noticia que aletarga La palabra que hipnotiza Y desarma desencaja La soledad ha subido las escaleras Y despliega su hedor mortífero Es una espuma aciaga que martiriza -revienta mi cabeza aullanteDesatada del sillón de la cordura - no logra alcanzarmeVeo tu silueta desnuda Tu cabello al viento Los pies en la arena El beso que toca mi boca y se arrastra hacia mi cuello tu aliento en mi espalda y tu mano que sube y baja lentamente- perezosamente Dime si esto no es un secuestro

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I R M A H E R N Á N D E Z Z A M O R A (M é x i c o)

TRISTE DESPERTAR Me dormí temprano Me urgía despertar Me quede esperando Pues dijiste llegar Me bañé apresurada Me vestí sin sentir Me arreglé con esmero Me maquillé para ti Me puse perfume Para ver si así Te embriagaba el aroma Que emanaba de mí Me miré al espejo Y me sonreí De ver las locuras Que yo hacía por ti Me quede dormida De tanto esperar Me venció el cansancio Y no te vi llegar Y de pronto unos toquidos Yo pude escuchar Me levanté como pude Para irte a alcanzar Fue tanta mi sorpresa Que quise llorar Me mandaste un enviado

Y algo de desayunar Sentí que el enviado Se reía de mí Le di las gracias Y le sonreí Fueron momentos amargos Que jamás voy a olvidar Esa mañana siempre la he de recordar Más tarde caminé unas cuadras Para ver si así Apartaba de mi mente la idea de morir En el trayecto de regreso Sentí que la distancia Te alejaba aún más de mí Y lloré en silencio porque creí Que con tu ausencia Te alejabas de mí Y busqué en el cielo consuelo a mi dolor Y tan solo vi dos estrellas lejanas Como tú de mí.

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NADA Que soy para ti, nada Tan solo un fragmento que flota en la nada Tantas lagrimas por ti derramadas. Y hoy me doy cuenta Que para ti yo nunca fui nada Tan solo fui una más que creyó ser amada. Una hoja seca que el viento arrastraba Y al llegar a ti Tú la pisoteabas Convertida en polvo a tus pies me arrastraba Y de la hoja seca ya nada quedaba. Te amé tanto pero hoy ya no importa Porque de mi amor ya no queda nada Nada, nada… Nada.


JAVIER MILLA MEJIAS NO SE HAN IDO

(in memorial)

Ellos no se han ido, están incólumes ahí viven con sigilo en nosotros, en las aguas de los ríos en el cuenco de una chimenea que incandescente flamea, en las volátiles hojas de los milenarios árboles, que el viento menea; impregnando su espíritu está El cuerpo se desintegró pero el alma no languidece, la energía viva no decrece, en la faz de la luna que en el plenilunio con bondad nos ilumina, y en los trémulos recuerdos que en la intemperie tiritan; cuál oscilantes sombras febriles les dan vida Ellos solo duermen nunca se fueron, están invisibles acá en la morada de los vivos, otean nuestro devenir, palpitan con fulgor en el día y en la noche, son almas vecinas que en lo etéreo; nunca dejaran de existir.

MUJER En la diacronía del tiempo; imaginé tu difusa silueta moldeada en barro, un sutil soplo divino te dio energía y vida, la innata intuición en ti, ignoro a la sierpe pérfida, la astucia delineo tus encantos, ornando de color el lánguido edén, y tu inquebrantable voluntad; discernió el mal del bien Desterrada de tu querencia; tu espíritu sin resabio mitigó su dolor, el infortunio rozó tu esencia, y cubrió tu desnudez con pudor, y al emprender con fe la repentina huida, con valentía construiste tu nuevo destino; con las ignotas espinas que un día hirieron tu primigenio camino Transporte de vida y amor; viajas atemporal y libertaria, la madre tierra se regocija en tu regazo, las hierbas con esperanza brotan a tu paso, a la vera los árboles se mecen, y en el estío dan constante sombra, y tú cuál mágica gota de rocío; eres una genuina flor que la vida adorna

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JOR G E L ABRA 1° DE MAYO De un tris así, como un rayo Cuando el talán talán de los pináculos seduce a los pusilánimes A medida que los obreros embanderados avanzan al plató a escuchar pregones sindicales Un perro feliz hostiga su cola Mientras a mayo lo embarga el otoño El heladero, el vendedor de libros y chapitas revolucionarias Cielos opacos nublan la cordillera Los sombreros de las acacias amarillan en esta estación del año Se asoman tus ojos entre la multitud Para penetrar en los míos Un chincol fuera de temporada cotorrea la buena nueva El vendedor de ramos se solaza por una venta inminente Nos armamos y amamos entre millones de palabras Todos los besos tienen nombre El roce tibio de tu piel llena de versos mi imaginación Te escribo desde el aromo cada vez que puedo Tenemos el invierno a nuestra disposición Ya vendrá el tiempo verde Cargado de semillas Para continuar la vida (primavera de 2018)

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CAPAS Y COPAS

(octubre 2019)

Este brindis de acero y sangre evoca apocalipsis de novelas románticas Mojados pañuelos en estación de trenes Abur demacrado y ácido Vierte savia envenenada a los riachuelos donde se nutren mis sueños mis versos Como borracho caigo al centro de la tierra Avergonzado Se apaga mi voz Me esconde una vela la muy burlona la muy bribona Me embolina la perdiz Jocosa y aguafiestas Organiza mi réquiem con coristas afónicos Censura arengas en mi honor Expulsa a los panteoneros de mi nueva casa Esconde las llaves La desdichada luce aretes y pañuelos de colores en mi último responso Propiedades que hice de élla en otra calle Descollan en su cara de ángel en su nariz opulenta Hoy festejo cócteles de cicuta y agüeperra De yerbabuena y jengibre Para aliviar la pena Llevar el dolor Olvidar a la pacata

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MI CIUDAD, VERBIGRACIA “En la ciudad de los fanáticos del amor la vida se suspende en hálitos encantadores Bengalas líquidas iluminan cuartos oscuros Inventan historias de magos opulentos Hadas nodrizas La noche selene romancera tarda minutos en largar Lo necesario para mudar camisas delantales En el útero transparente de las esquinas los amantes se dan al encuentro En la ciudad los flautistas de Hamelín soplan coplas El abuelo a la abuela seduce Las ninfas rozan arpas con sus rosados dedos En cada parada de autobús un concierto Para bien del día Parabienes de tarde En la ciudad de la holganza Los aromos hacen señas infructuosas a las acacias indiferentes Envían capullos con notas comprometedoras brisas celestinas las portan amables Antes de primavera se juran los impacientes En la ciudad los fanáticos del amor arden de frío al fin de la jornada apuran sus zapatos cenan la conquista del día beben té de hojas del aromo pócimas de las acacias adelantan el sueño” (Agosto de 2015, un pucho y otro)

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LEO LOBOS (Santiago de Chile, 1966) Poeta, ensayista, traductor, artista visual y gestor cultural. Ha escrito y publicado más de 20 libros de poesía, traducción y arte. Su poesía ha sido traducida al portugués, francés, inglés, italiano, holandés y alemán. Ha realizado innumerables exposiciones individuales y colectivas, sus pinturas, poemas visuales y dibujos forman parte de colecciones de arte en Francia, Brasil, España, México, Argentina, Estados Unidos y Chile. Ha traducido al castellano a los poetas brasileños Hilda Hilst, Roberto Piva, Claudio Willer, Alice Ruiz, José Geraldo Neres, Tanussi Cardoso entre otros. Leo Lobos fue laureado con la beca UNESCO-Aschberg de literatura el año 2002 y realizó una residencia creativa en el Centre de Arte de Marnay Art Center CAMAC en la ciudad de Marnay-sur-Seine, Francia el año 2002-2003, con apoyo del Fondo Internacional para la promoción de la cultura. Ha trabajado en gestión cultural promoviendo el teatro, las artes visuales, la música, en galerías de arte, bibliotecas y espacios culturales en Chile, Brasil, Francia y España.

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PICNIC AL LADO DEL SERPENTINE

A Freddie Mercury in memoriam

inadaptados tocando para un mundo de inadaptados no quieren una jubilación de un trabajo que no les gusta no quieren ser una máscara cuando salen de la sombra quieren ser la oportunidad que se le da al sueño de triunfar

PENSAR EN VOZ ALTA Arrebatar al olvido lo que nos pertenece lo que hemos vivido el pasado invisible un instante digno de una nostalgia insoportable ‘llenaran la tierra de fronteras, cargaran el cielo de banderas, pero solo hay 2 naciones, la de los vivos y la de los muertos” Mia Couto el poema es como una explosión el poema es la expansión abrupta de una realidad fundamental el poema desafía a las normas y los estereotipos el poema es la densidad donde se gesta el lenguaje el poema ciego que lo canta todo

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MARIELA LOURDES VIERA YANNONE PENSEMOS UN INSTANTE… De suaves remolinos Se eriza el alma Los que son de la alegría Más también de la añoranza Con pizquitas de tristezas Y sabores a esperanzas… De cálidas caricias El corazón se ensancha Aquellas que por tiernas Se guardan tan adentro Como si fueran capullos De mariposas albas… De palabras bien dichas Llega la calma De aquel espíritu inquieto Que nadie doblegaba Y que al ser tan humano Solo se equivocaba… Con tus huellas vas dejando Tu sangre derramada La va absorbiendo la tierra Como un brebaje de magia Y formas parte de ella Como si fueras su savia… Remolinos y caricias, palabras… huellas dejadas Almas y corazones que sin querer se desgastan Sin detenerse siquiera para pensar un instante Que la vida es un regalo que en un suspiro se acaba.

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CONSTANZA URIBE PRÓLOGO Para mí, la naturaleza nos ordena y nos deja tranquilos. Es ahí de donde provienen preguntas como ¿de dónde viene esta preferencia al orden?, ¿qué pasa con los que no creemos en la naturaleza sin intervención del humano? Estas preguntas me guiaron desde un ámbito personal y recopilando las referencias académicas para poner en cuestionamiento qué es ser mujer. Desde mi realidad y con narrativas en verso, cuento la historia de una mujer que desborda sentimiento de injusticia y opresión, discusiones como la heterosexualidad y la separación de inspección sobre lo diferente de la perspectiva de sexo y género, sumando sobre el falogocentrismo y el impedimento al conocimiento y la razón de forma machista y patriarcal. (Butler, 1999). En el primer canto llamado duelo del saber, incorporo el lenguaje y el arte como es “secuestrado” por las políticas y leyes para mostrar una figura femenina estereotipada con expresiones de género heteronormadas, domesticadas y conservadoras. Este personaje literario que despierta simbólicamente en un desierto, al darse cuenta de los controles y limitaciones impuestas e intervenidas de una innegable naturaleza instalada, expresa coraje, protesta y rebelión ante figuras simbólicas como la religión judeocristiana, en partes como Dios y citas bíblicas famosas que estigmatizan la palabra mujer. Esta carga simbólica de sobre identificación con el cuerpo de mujer, santificándolo en sus acciones innatas, conllevando el ser mujer a un sentido común de la misma forma que lo ha hecho el patriarcado, como lo menciona (Dragnic, 2016) sobre qué nos hace más sagradas que un hombre, si antes que todo somos personas diversas, con realidades, clases, etnias y subjetividades diferentes. De esta manera, el canto II de Conversación con la virgen, trata de introducirse en esta fantasía de una virgen que se rebeló y también dejó de ser la representación del deber ser mujer. Por el contrario, a los otros temas en el tercer canto La otredad absoluta, considero una reconciliación con el sentirse sin género asignado, de forma erótica y lésbica, donde no exista reproducción ni culminación. Esta reconciliación con la carne que también expresa (Paz, 1993) donde se expresa la esfera carnal y espiritual sagrada. En el último canto y finalizando llamado la explosión vital, expreso la misma crítica que hacen Mia Dragnic y Judith Butler sobre cómo el mismo feminismo se convierte en un ser absoluto y universal, ignorando todos los géneros, etnias y cosmovisiones culturales. La pretensión de una coalición es un comportamiento colonizador.

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DUELO DEL SABER De tres pestañeos despierto En un desierto Donde la poesía considera una mujer Como centro de inspiración Que sucede con el lenguaje De ser el secuestrado del fraude de la era sideral Fuerza reflejos de un punto en un rincón del cielo, El punto de un centro preponderante Fálico, limitante, continuo, delirante… Le es fiel a la lengua vibrante Que carga cada vez más conceptos Que almas subversivas y errantes. Esta complicidad del lenguaje con la universalidad ¿De dónde viene y adónde va? ¿Cómo huir? Se adueñó de nuestra madre, se acerca, persigue, hostiga. Me ancla como barco sin puerto, Y con lágrimas de incendio intenta darme pistas Señales tupidas de mentes jerárquicas, Con frentes resbaladizas Con misiones peregrinas De una era que se condensa En aguas no libres, siempre sostenidas.

La misión de rosa abruma, fastidia. Saber duele, no saber más… Por eso, te señalo silencio siniestro No es más que cruces condenables A limitarme A tu semejanza como la otredad. ¿Así musa de lo que te sobra me crees? ¿Así musa de tu costilla me ves? El lenguaje es tu miserable cometido Y abandono cualquier lengua Que me haga típica de la flor en primavera Rosada, con manos de lavanda, Cuidando la pradera binaria De ortiga y salitre. Que me criaste a ser condescendiente De compartir mejillas violetas Y volcarlas hacia el hogar impaciente, Que no hay terremoto que sostenga.

¡Qué cumbre tengo que elegir! ¿Para ser señalada como alguien? Si el verbo que me perfumo, lo señalo con una extremidad empuñada Revelándose la idea innumerable Que me vuelve la histérica en la lista de roca.

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CONVERSACIÓN CON LA VIRGEN Me dormí sobre ripio mineralizado De cobre, carbón y litio Encorvada como un espiral hacia dentro Mi cabeza alcanzaba el vientre Tres respiraciones se escuchaban Mente, corazón y útero. Entonaban ásperas sales andinas La tierra se acercaba con las nubes De pronto una sombra reclama atención De curvas redondas que habitaba aquella mujer Vestida con doce mantos, siete condenas, dos abortos y un misterio. Era la virgen sentada en Venus Me dice: Exiliada del Sol me encuentro, Exiliada de la lengua del corazón. Mi aureola está oxidada Cargada de máscaras de ternura Santificada sea la razón le dije al patrón Que dualizo todo rostro en castigo y delimitación. Me arrodillo ante ella en simetría con su circunferencia Y con vértigo le pregunto ¿Es acaso mi cuerpo una condena? Mi deseo de dar amor cesó por tanto dolor… Me pregunto: ¿Es acaso la cristalización de mis representaciones, la forma más adecuada de ser igual a ti? ¿Por qué tenemos que conversar de modo privado sobre quiénes somos? Oh madre, quítame la condena de ser feroz Ya que no cumplo con la tarea de servir Pregunto nuevamente; ¿Qué tan cerca estamos del final, para tener una certeza y sentir la confianza de poder ser la imagen real de mi yo?

Ya que este encuentro contigo es monstruoso. Solo renunciando se llega al abismo Y es ahí donde nos encontramos Entre la representación triangular Y mis arroyos fatigados de estaciones. La virgen responde: Inocentes somos todos los que el brillo del oro vislumbro Inocentes somos todos los que almacenamos recuerdos De culturas extinguidas por el camino recto Los pájaros sin corazón me cuelgan con nombres De mudas, sin eco, palabras secas, párpados caídos La tierra está cansada, ningún valiente se hace testigo También hija, hermana, amiga, soy un cristal en el mesón De un traje de lino blanco ligero que nunca se arrugó Con monedero falso, con ideas de profetas, Solo puedo contestar, Que si escuchas en la noche vidrio, llanto y sirenas La saliva caliente del saber cómo diluvio caerá Hasta que procures que el silencio de la selva Es el silencio de la canción inicial La melodía que cada uno sabrá Y el cuidado de sí debes procurar.


OTREDAD ABSOLUTA Con regocijo de una tibia mañana Me expando la otredad. Con cuarzos en los ojos Después de tan eterno sueño Ha comenzado mi serenidad Como si el abrazo con delirante figura Me hubiera desnudado y acariciado los cabellos Y como cual ley de atracción Se reúnen ante mí, signos Las flores polinizadas cierran mi camino Y siento gracia de eso, Voy al rio a mezclar mi sudor en fuego Con el caudal de un fluir que presume discontinuidad No cesaban mis suspiros de equinoccio Mi figura se sentía ligera Descascarada Sin color ni bandera Sentí que jamás tendría sed Este reposo en aquella caudal tenía más poder Que cualquier tumba Se borró pensamiento e ideas Ni la lengua materna tenía espacio Para tal goce de desprendimiento Veía como hojas los juicios Que salían de cada parte de mi cuerpo Como serpiente de noche Solo que esta vez A vista del sol Mi desnudes no era arte No era ruido

Un encuentro redondo, con mis muecas sueltas Ojos vidriosos del éxtasis Del encuentro con mi propio cuerpo No hay misterios No hay fronteras No hay conquistas No hay anónimos Somos dos otredades juntas Bordeando nuestros límites Sin apuntarnos, Solo siendo conjunción. Los termómetros no entienden Tan cálida pasión, de observarse desde la nada Besarse y lavar intermitentemente Lo que fuimos y seremos. De repente un insecto contra corriente nos pregunta ¿Qué hora es? Les contestamos Es la hora de la renuncia a la fatiga caminata De la imagen y la torre de mármol al medio del valle.

El claro de luna no me representaba Los nudos de profetas se desenredaban Todo era caricia prudente Los naufragios de huérfana se alejaban La jaula la veía dentro de mí misma Y con manos de alambre liberaba cada vez más Los recuerdos de sonidos De gargantas ásperas de vino De raíces de malezas Que crean en mi lejos de la nebulosa

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LA EXPLOSIÓN VITAL Tras girar sobre senderos azules Después de colecciones de saludos Sostengo un pensamiento O el intenta sostenerme a mi Y que muestra de cada frase exhalada Una obra invertida Una trampa ilusa.

¡Renuncio! La unificación es a través del trabajo y la posesión digna. Y no proyecto más que eso, No quiero etiquetar, Ni ningún tipo de insinuación El misterio es más peligroso para el poderío Y con esto termino sin llegar a ningún lugar Sin dar soluciones, solo pasión, distensión.

De cada razón, de cada oración Se ignora a otro. Y en este sentimiento de desnaturalización La dicha mía De sentirme fuera de eso Mientras se encarcela esta explicación Con leyes y políticas Depravando el corazón y la empatía. Como poder tener en consideración La desviación de la lógica unificadora Sin pretensiones de ser la anticipada La punta de la pirámide que observa El acento, el punto o la coma que ordena.

Es una historia inconclusa que nunca tendrá final Ya que aquí se encierra el círculo vital De ser idéntico a sí mismo y no a los huesos. Solo caminar el valle diverso, Para obrar por la otredad, de forma horizontal. Bibliografía Butler, J. (1999). El genero en disputa. Piados. Dragnic, M. (9 de enero de 2016). Feminismo Hiperreal. Le monde diplomatique, pág. 1. Paz, O. (1993). La llama doble. Seix Barral.

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V A L E R I A S I LV A N A A L C É R R A C A Á G U I L A LA PRIMAVERA EN EL VIENTRE No miento si te digo que llevo siglos deseando palpar con mis dedos bajo el cuello de tu camisa, dejando un rastro de flores en tu piel, sentenciando la primavera que dejaste en mi vientre con tu suspiro suave junto a mi oído. No miento si te declaro que, al cerrar los ojos en la oscuridad, trato de sentir tus labios como pétalos divinos, recordando cuando yo los acogía tan serena, tan cuidadosamente como si fuesen a expirar para siempre, en cualquier momento. No te miento si te confieso que creí que perdería la cordura cuando te aventuraste a mis silencios, para cobijarme entre tus dedos, y guardarme en tu caja de los deseos concretados. No miento si te aseguro que he muerto y revivido a la vez cuando tu mirada coincidió con la mía, dentro de la complicidad mutua de las cuatro paredes de tu habitación.

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MIRADAS PECADORAS Es de noche. Tus rizos parecen de negro azabache encantador, pero de día me hipnotizaron con sus matices rojo fuego que hacían gotear ascuas en mi corazón pecador. Estás dormido. Te he tapado con mi chaqueta estampada de Van Gogh, y ahí estoy yo admirándote como si tú fueses la obra expuesta en la galería, y yo la chica de ojos vírgenes que se enamora del arte por primera vez, o el pintor empedernido a punto de enamorarse de la musa. Luego despiertas y me miras, sin saber que yo te veo como mi Edén, y tú me miras como si yo fuera la tierra de los mortales. Te acaricio, sin importar si soy atrevida. Te entregas a mi lagotería, y por un segundo siento que compartimos lo mismo. Pero callas. Callas como si fuese un error, como si yo fuese un pecado. Callas con culpa, callas con determinación. Y yo me doy cuenta, y también callo. Callo como el guerrero que debe resignarse ante la derrota.

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SERÁS RECUERDO Cuando el sol se caiga y el día nos despida, tú serás recuerdo. Cuando la luna brille y sea la linterna entre el manto negro, tú serás recuerdo. Cuando intente soñarte nostálgicamente, tú serás recuerdo. Cuando camine solitaria por nuestras calles, tú serás recuerdo. Cuando piense en acariciar el enjambre de tus rizos otra vez, tú serás recuerdo. Cuando quiera abrazarte de nuevo y no tenga tu pecho para apoyarme, tú serás recuerdo. Cuando quiera oír tu voz dulce chocando en las paredes de mi mente, tú serás recuerdo. Cuando cante tu nombre y mi sinfonía se la lleve el viento, tú serás recuerdo. Cuando te escriba poesía y mi prosa no sea leída, tú serás recuerdo. Cuando susurre que te amo durante la madrugada, tú serás recuerdo. Tú serás recuerdo, y yo seré olvido.

¿QUIÉN ES ÉL? Él es de aquellos que enamoran a primera risa. Él es de los que nunca llega tarde al trabajo y siempre deja añorando su regreso a los que tuvieron la gracia de tenerlo. Él es de esos jóvenes respetuosos que tratan de “don” o “usted” a los mayores, porque sabe que la rugosidad en sus pieles significa la sabiduría de los maestros. Él es el chico alto, de semblante delgado y ojos tristes que guardan secretos desmesurados. Él es el tipo de persona atenta, que memoriza todas tus expresiones y molestias, desde bajar la mirada cuando estás ansioso, hasta por qué te tocas la nariz. Él es un demonio que marcha sin tomar en cuenta los corazones que romperá, hasta que el reloj ya expiró y no hay tiempo para la piedad. Él es el ladrón sentimental que roba suspiros con sus rizos desordenados. Él es el señuelo que hace que te enamores silenciosamente y luego te rompe delicadamente el corazón. Él es la travesura que merodea por mi mente sin cansancio. Él es el único por el que yo quisiera dar todo de mí. Pero él no me corresponde. Él no me ama. Y yo a él lo amo con locura.

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OD E T T E MÉ N D E Z PA Z (MÉXIC O)

TODO Y NADA Para que no nos asalte nuestro pasado, hace falta recordar las promesas que jamás se cumplieron, en un tiempo que creímos eterno Las caricias que se dan así… tan mudas y profanas son testigos de todo lo que el tiempo se lleva; de lo que guarda siempre el sabor amargo de una despedida sin adiós de los besos llenos de soledad… Entre silencios envueltos en promesas sin cumplir de un presente donde no hay un pilar que sostenga nada, porque nada dura para siempre… Aún siento tus dedos entre mi pelo y como pequeños aros de fuegos avivan cruelmente tu recuerdo en la calle, en el café en mi insomnio, en tu espalda y nuestro lecho nosotros a medias y completos y la vida y sus prisas y yo escuchándote de menos… cada mañana despertando conmigo charlando las horas de todo y de nada…

SÍ DE ÉL SE TRATA Sí de él se trata te diré que fue piel de espinas, soplo suave que avivó mi fuego en el quiebre de las olas antes de las heridas, y, a punto, del, sin nosotros… te diré, que no se debería de echarlo de menos ni mostrar compasión por sus silencios. Pero hoy, haría a un lado sus pretextos y le pediría mantener los ojos cerrados con sus pies pegados a los míos porque ellos, lo trajeron a mí.

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P I L A R C O N D E (MÉXIC O) CARICIAS El sol me enternece acaricia mis sentidos… a través de los segundos intangibles de la vida, del vuelo de las gaviotas; de olor a bosque y pino…del sentimiento enigmático al albor de un nuevo día. De cicatrices que duelen, cuando el cristal de la lluvia me recuerda: ser silueta sin color, en la abrupta lejanía. De las manos que me imploran, felicidad, bendiciendo mi camino. De los sueños que se guardan entre nostalgia y las sombras, en espera de la noche Aparecen musas que abrigan mis sentimientos…y me ofrendan el placer, de vagar por las estrellas cuando el ruiseñor hermoso, me regala versos dulces despertando a su musa ensoñadoras.

AMOR ETERNO Surge la magia del amor aún en la luz que se extingue en el farol… En pensamiento de los recuerdos a través del día. En el tumulto de la algarabía que recorre el sendero. En la luz de tus ojos vida mía. En el sentimiento que nos arropa cada instante, cuando la luna me besa En tu nombre, porque deseas mi cariño. En la alegría de cada caricia por las mañanas…en beso robado al Minuto perdido; en la desnudez del alma que añora tu cariño…Y en el Beso del viento que suspira En el horizonte que pinta de colores y deseos. En la dicha de ser mujer para ti adorable y tierna.

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VICTOR HUGO GAJARDO OLIVARES Nació el 3 de junio de 1965 en Playa Ancha Valparaíso. Tiene enseñanza media completa. Ha realizado diversos talleres de computación y participa del Valparaíso cultural. Actualmente, con siete producciones publicadas y antologado en diversos medios tanto nacional o internacionalmente. Publica en 1997 su primera obra, en editorial Andrés Bello, la principal editorial chilena de ese tiempo. “Un grito desde los cerros”. Se asoció a la Sociedad de Escritores de Valparaíso, a los Poetas Itinerantes Rubén Darío, al grupo La Mano. Aparecerían, regularmente, más obras: “Con las ventanas abiertas” (2000) “Caliope, la musa de la poesía épica” (2005), “HVGO” (2012), “Latinoamérica Sensual” (2013), “Micropoemas Virtuales” (2015), “El Purgatorio de los Ángeles” (2018) y “Poemas de Consciencias” Entre barricadas y pandemia (2021). Publicaciones en general de la poesía decimonónica, con rasgos y recursos de estilo que demostraban en cada libro un rápido desarrollo.

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SALA DE ESPERA Aquí me tienen retirándome las mangueras del respirador artificial y apagando los monitores que anuncian que todo acabó En fin aquí está mi cuerpo derrotado por el virus de esta pandemia que desbasta al mundo Los médicos levantan el acta de fallecimiento Los auxiliares vienen por este cuerpo inerte Desde un rincón observo manipular mis restos cubriéndolo con bolsas de plástico Afuera de la sala mi familia se acaban de enterar de este triste desenlace Mi mujer mis hijos mis amigos a la deriva por el dolor

No pueden escucharme no me ven no me sienten Siento que me elevo siento que entro a otra dimensión Voy por un túnel una luz radiante me llena de paz A lo lejos escucho trompetas Un coro celestial me da una bienvenida Una voz divina pronuncia mi nombre He llegado hasta el reino de los cielos Un olimpo generoso un verdadero paraíso donde descansara mi alma

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PAÍS Entre tanto delirio que nos entrega el sistema Acumulamos rabia que mezclamos con hambre Salimos a la calle Marchamos a pasos firmes para reclamar justicia Uno a uno elevamos cantos de libertad Abrimos sendas de esperanza mientras sueltas tus perros de represión con sus carros de lanza agua con sus tanques disuasivos Mientras nos disolvemos para reorganizarnos Exigiendo nuestros derechos barricadas brotan en las avenidas No nos intimidan no nos callaran Seguiremos marchando

por nuestro futuro por nuestros hijos defendiendo el mañana Queremos paz Pero también queremos justicia y un país sano donde podamos trabajar por nuestro pan diario No queremos regalos menos limosnas pero si deseamos salud educación y trabajo para crecer con nuestras manos fuertes y generosas Entregando nuestros frutos para construir un mejor porvenir

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POEMA AL MEGÁFONO Se comunica que las personas que estén provocando disturbios serán detenidas en el acto Toda persona deberá edificarse debidamente Se hace el ultimo llamado para abandonar la zona de conflicto Se solicita a disolverse pacíficamente sino nuestros efectivos de fuerzas especiales entraran en acción Por último se ordena categóricamente que regresen a sus hogares en forma pacífica Todos deben obedecer de lo contrario se dejará caer todo el peso de la ley

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AUR ORA F UEN T E S HOMENAJE A LA POETA ELIANA NAVARRO Primero mujer y poeta luego madre de siete hijos y un esposo amante

Desde donde fabricando una escalera con peldaños de luz radiante y olorosa a boldos, a lluvia recién parida

Que llevas prendido en tu pecho cada uno te canta y te venera en tu partida

Hoy estás con los siete reyes esperando a cada uno de tus seres queridos que algún día se encontrarán contigo

Sacan su pañuelo blanco untado con rocío y lo alzan en alto

Poeta Eliana navarro los bosques brindaran por ti Alzaran sus copas en ceremonia

Para saludarte dándote la bienvenida a tu nuevo hogar Donde estarás en vigilia sentada en la luna creciente con las manos llenas de estrellas coronadas de arcoíris

Los pájaros agitarán sus alas sonando como campanas invitando al recogimiento.

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ODA

Al maestro Osvaldo Ulloa – 1991

Llegué, me recibió Ciega del alma coja de la voz con mi poesía herida en la yugular Llegué, me recibió con metáforas no metaforizadas aún, con mi inspiración gateando en ripio Llegué, me recibió con mi bagaje a cuestas poético en mantillas aun con mis puntos y comas en edad de amamantamiento Llegué me quedé aprendí a caminar y aprendí a correr Y a cruzar el semáforo critico para no morir como poeta descuidado en cualquier ortigada del eco del ego en este cruzar de versos. versados llegué me quedé.

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CRIS TINA ORT EGA P ÉR EZ A TI MUJER

ME QUEDA EN LA PIEL

A ti que cantas, escondiendo esperanzas escapando al taller de la vida, sintiendo halos de libertad calmando, seniles dolores.

Me queda en la piel cantares del agua, el zumbar de aleteos de la azotada naturaleza. Quedan memorias heridas levantando, lanzas. Emigrando voces, por ver crecer hojas de primaveras. Se quedan tiempo, al pie de aurorales, enamoramientos aleteos, en pupilas del creador quedándose, en tus ojos.

A ti que trabajas, naciendo el alba callando al sol siendo, invisible al ojo del cesar que solo te mira cobrando su, tributo. A ti que no te sacan, a bailar porque hueles a cocina pobre, con tierra, en tus, uñas.

COMO TÚ

A ti mujer quiero abrazar, a ti que transitas, con el alma con ruidos de lágrimas que no, escucha nadie.

Como tú amo, la vida y el amor, capaz de dar, libertad. Como tú amo, la flor perfumando el aire. Como tú amo, el dulzor del abrazo cuando brotan llantos. Como tú amo, la libertad de, pájaros y animales. Como tú amo, susurros de la, naturaleza meciendo, el viento. Como tú amo, la esperanza que no todo, este perdido. Y Como tú amo, los puentes no los muros.

A ti quiero, que el mundo te mire obsequiando invitaciones a pasar por alfombras rojas de olimpos trasparentes.

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MARIELA RÍO S RUIZ-TAGLE ARTIFICIO La mujer delira, mientras un gangster escucha ópera en su living Su casa es lujosa, producto del sudor de tantos La mujer delira, es la sirvienta del gangster La maltrata y la somete Ella se deja llevar por la música Delira notas musicales Canta en italiano El gangster la golpea, ella enmudece El gangster es el sirviente Canta en italiano Ella lo somete y lo golpea El gangster delira, es el sirviente de la patrona Ambos sueñan en la misma pobla; anhelan una casa con muebles lujosos Mientras sus hijos encienden fuegos de artificio.

POR LA PAZ Desde mi corazón humano lastimado, En el planeta, Despliego mis alas invisibles, milenarias y arcaicas, Para volar hacia el más puro anhelo, Del niño que corre entre pasarelas inflamadas, Minas ocultas y el mal rondando como un torturador, De día y de noche, Para que nunca sea derrotada su esperanza febril, De día y de noche, En luchas solitarias, Compartidas por el universo silencioso, Que escucha su grito iluminado y total, Clamando por la Paz.

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GABRIEL MIRANDA GAR OMI TRIBUTO PARA ANA GONZÁLEZ Yo sé que la edad rompe los procesos Y que no te hablo desde otros rincones Estamos aquí, sin vino, sin sal Sin tu presencia querida Ana Y los gramaticales tenían trincheras Creyendo ser mejores Y se fueron, a martillar son sonetos Que no les pertenecían Y tú, querida Ana González Te amarrabas junto a Matilde Urrutia En el viejo congreso Nacional Ese mismo donde hoy se sacan fotos Y sonríen ante la noticia pobre de Chile. No eras un ave de colores Tus cigarros hilaban el humo de la Pena No encontrando más a los tuyos. Illapu te saludaba Todo el pueblo y las comunas Con banderas que eran más lindas Desde el exilio O desde este hoy Reventados de enfermedades Y egos tremendamente subidos. Tus eras pueblo, tú eras el dolor totalitario Y el colibrí de colores Y tus palomas de escultura Las derribaban en choques Oh gran Anita González Humilde como la vida flameando Sin miedo Y lloran las estrellas de los selknam Lloras tú Y tú filosofía es un colibrí que gira Cuando dices Ninguna foto tengo de los míos. Y relampaguean nuestros ojos de lágrimas

Y la Anita Tijoux te canta en tu lecho De enferma Y dices, ahora si regreso a la vida Anita González, mujer entera en esta Patria donde nos quedamos Para siempre dándote un abrazo eterno.

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MUJER Un ocho de marzo se apuntó Este día Y desde la primera mujer originaria La que machacaba de rodillas En una piedra esculpida Y de rodillas ibas preparando el Alimento para tus hijos y el hombre. Nada sabias del machismo Hasta que te levantaste moderna Quería ser más que la vida misma Más que Marilyn Monroe Más que Gabriela Con su poema obrerito Más que los países Cuando sales de tu Republica Abrazando tu hijo de Luna y lluvia En el paisaje del fuego En territorio invadido. Ahí en tus lágrimas te saludo mujer La paramédico que te dice No te preocupes La amiga mexicana que hace una manda A la virgen del Carmen chilena A la niña de lugares extremos de la Patria Porque todas las mujeres del mundo Llevan la valentía en sus protestas Ni una menos y se abrigan bajo la luna De las oraciones, del poema O la discursiva apañando ternura.

Mujer de todos los ocho de marzo Que tus lágrimas contenidas Sean flores, sean ese baile de protesta Cantada con fuerza frente a la Moneda Porque también te pegaron e hirieron Porque tú valentía iba más allá del amor Por tu esencia de alegría y Esperanza. Mujer de países en que la guerra Arrebata la palabra familia Y también una pulsera de cobre Con perlitas de fantasía Cayó en la plaza de la dignidad A lo mejor eras tú la que te llevaban Arrastrando Eras tú la que sintió el dolor de tus padres y tíos en 1973 Eras tú en otros países Como la mujer mexicana que denuncia Su dolor O la chilena Mariela poeta de fuerza recitando en este chile Frío y de lágrimas, Todas las mujeres del mundo Juntan sus manos en una letra De Esperanza y grito un ocho de marzo.

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GABRIEL MIRANDA GAROMI

GABRIEL MIRANDA GAROMI

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DENNI ZÚ LA CULPA ¿Y si culpamos al sillón? a ese que nos abrazó desnudando nuestros miedos dejando Migajas uniendo nuestras bocas a través de agitadas respiraciones. Mejor aún si atribuimos a la cerveza al cigarro a la comida a la soledad a la rutina al hastío a todos ellos juntos emparejados separados por esta necesidad de copular cada vez que tus ojos se topan con los míos o talvez solo es un espejismo y nunca más te volví a ver. Ebria capturó hormigas, domesticó a los zancudos y sobre todo lloro cuando las perras aúllan en las noches pronosticando según las malas lenguas una desgracia en este caso insisto la culpa fue del sillón.

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AMANDA

a la gran Amanda Espejo

¿Y si culpamos al sillón? a ese que nos abrazó desnudando nuestros miedos dejando Migajas uniendo nuestras bocas a través de agitadas respiraciones. Mejor aún si atribuimos a la cerveza al cigarro a la comida a la soledad a la rutina al hastío a todos ellos juntos emparejados separados por esta necesidad de copular cada vez que tus ojos se topan con los míos o talvez solo es un espejismo y nunca más te volví a ver. Ebria capturó hormigas, domesticó a los zancudos y sobre todo lloro cuando las perras aúllan en las noches pronosticando según las malas lenguas una desgracia en este caso insisto la culpa fue del sillón.

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IFE INGRESO FAMILIAR EMERGENCIA La emergencia familiar ingresa vistiendo un finiquito causa necesidades de la empresa efecto tres meses de seguro de cesantía un escenario que ni Netflix pudo haber presagiado pandemia muerte caos portonazos infanticidios revuelta social y cuarentena. Los bancos como si narcotraficantes en poblaciones te seducen la letra chica se vuelve gigante y la plata escasea no hay trabajo, los meses pasan el pueblo gime misericordia. Infeliz fracasada estúpida. Debo marcarme como ganado ¿cómo? le explicó a Enel, Aguas andinas y Santander que pertenezco al segmento del ochenta por ciento más rico del país. La burocracia es la rutina diaria. y vuelvo a intentarlo una y otra vez mientras el IFE parece jabón gel entre mis manos volviendo agua y nada.

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A LA GRAN OLGUITA MARINA ¡Oh! diosa de los ahogos feminista visionaria dime que hago cuando tu mal me ataca. Me hace falta el aire necesito bailar aunque sea, con boca tapada bañarme, desnuda, desnudita, desnuda en la playa y correr hasta que me sude las orejas. Estoy ahogada en las paredes de esta fase uno. Por los dedos de pies, sube ese cosquilleo secando mi boca sudo, empapada completamente quisiera ser una araña escabullirme rapidito y todos me temieran que nadie se me acerque, porque muerdo ¡Oh! Gran Carmen Disa Gutiérrez actriz chilena de tomo y lomo tú que diste a luz a la Olguita en tiempo de post-dictadura, patriarcado absoluto acógenos en tu regazo de madre recibe a todas las que sufrimos de soponcios a las bataclanas, incomprendidas, juzgadas. Queremos huir, escapar, fugarnos tan lejos llegar tu patria prometida en donde todas las Olguitas Marinas podamos emanciparnos volver y venir cuantas veces queramos.

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Articles inside

Denni Zú

2min
pages 63-66

Mariela Ríos Ruiz-Tagle

3min
pages 59-62

Cristina Ortega Pérez

1min
page 58

Aurora Fuentes

1min
pages 56-57

Victor Hugo Gajardo Olivares

2min
pages 52-55

Constanza Uribe

7min
pages 42-46

Odette Méndez Paz (México

1min
page 50

Mariela Lourdes Viera Yannone

1min
page 41

Valeria Silvana Alcérraca Águila

3min
pages 47-49

Pilar Conde (México

1min
page 51

Leo Lobos

1min
pages 39-40

Jorge Labra

2min
pages 36-38

Javier Milla Mejias

1min
page 35

Daniel Omar Begha

1min
pages 18-19

Danilo Salinas Alcayaga

4min
pages 20-23

Carmen Gloria Donoso Riffo

11min
pages 3-8

Gabriel Miranda Garomi

3min
pages 30-32

Irma Hernández Zamora (México

1min
pages 33-34

Elias Flores

1min
pages 24-25
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