Revista La Otra Costilla 22

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Revista Nยบ22 San Bernardo, Chile 2019


LA OTRA COSTILLA Dirección: Marchant Pereira # 150 OF. 1002, Providencia Santiago Fono: 22 833 46 75 Gmail: edicioneslaotracostilla@gmail.com. revistalaotracostilla@gmail.com ISSN: 0719-1448 Revista literaria - Año 9 - Numero 22 Noviembre, 2019 Directora: Mónica Montero Diseño y diagramación: Marianela Vivar - www.moondana.cl Toda información histórica y cultural que aparece en esta revista corresponde al archivo personal de los directores.

ACHERONTA MOVEBO

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CRÓNICA URBANA

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ELEGÍA AL DESEO

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SINFONÍA A LA PENA

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EL AMOR

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EL CUCHILLO DE BOBBY DARIN

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ALMAS GEMELAS

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SIN FINALES

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KINO MAYOMBE

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MI VIDA HECHA A LAS SOMBRAS

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MI BARRIO SAN BERNARDO

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ALLANAMIENTO MASIVO

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ME DESPIDO FINALMENTE

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INVIERNO CORDILLERANO DEL VALLE

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MADRE DE TIERRA

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SANTIAGO IRASCIBLE

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Revista La Otra Costilla - Nº 22

ÍNDICE

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CRÓNICA URBANA Adeviki Prem

Esfinge plúmbea, vienes a mí buscando muerte, amante voluptuosa de mirada vacua y sexo ardiente. El Cocito se abre camino entre tus senos rampantes y el vaho de tu aliento pinta la calígine en mi sangre. ¡Ven y aférrate a la rigidez de mi canto quejumbroso si es objeto de tu deseo la luz contenida en mis ojos!

Ayer bajé a caminar por las calles porteñas Iba en “modo espora”. Había sol y ráfagas de viento tibio. Iba mirando cada rincón de esta curiosa ciudad. Sus murales, sus gentes, los perros. Yo iba con los ojos así, bien grandes, deteniéndome en cada detalle. La gente andaba como apurada. Pasaban por mi lado a toda velocidad y, ¡Gracias a Dios!, tenían la gentileza de esquivarme. De pronto pasé por fuera de una tienda que estaba rematando todo a $1.000.¡¡wuau!! –penséY desde la vereda pude divisar que adentro había una mochila color naranjo. ¡Si! ¡Naranjo! que es uno de mis colores favoritos, (después del verde). Y como la mía está pidiendo a gritos que la deje desencarnar, entré en la tienda y me fui directo hacia donde estaba ella. La agarré por ambos costados y la estiré. Pude apreciar que tenía el tamaño ideal, (ni muy grande ni muy chica). Y era de una tela suavecita, muy agradable al tacto. Iba a abrirle los bolsillos laterales para conocerla más en detalle, pero justo en ese momento la mochila ¡se movió! Y una cosa es que a uno le guste andar hablando con los objetos inanimados y otra cosa muy distinta es que ellos, -súbitamente- cobren vida.

Diosa quimérica, con diabólica altivez decides quedarte reposando sobre mi pecho abierto, pletórico de males. ¡Fosfórica beldad! ¿Qué es este miedo inflamado, palpitante y doloroso al tacto etéreo de tus manos, y por qué siento que quieres verme muerto? ¡Tomaste el altar y el sacrificio de mi propio cuerpo! Vierte entonces mi osamenta en tu sarcófago de mármol si tienes la fuerza suficiente para despertarme del letargo. Ven y sube este peñón oscuro si quieres verme de baja, que, si de peste será mi agonía, de tinta serán tus mortajas. No importa cuán lento se devane la madeja del tiempo: por vivir moveré hasta el último dios de los infiernos.

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ACHERONTA MOVEBO Jonathan Navarro Ruz

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ELEGÍA AL DESEO Javier Milla Mejia Sutilmente me rozas con tus alas en el estío, y me encadenas a tu febril desvarío, y mientras el alba se mece, despiertas en mi un indescifrable sentir; que inconmensurable crece Me abrasas más como los rayos del sol, al avanzar el día, perturbando con alevosía de a pocas mi pensamiento, y lúdica reavivas un ignoto ardor; que llevo dentro Adormeces mi razón renuevas mis denuedos, en la tertulia vespertina sigilosa me aletargas, me arañas las entrañas me encandilas lentamente, me sofocas con tu encanto envolviéndome en tu impúdico manto

Luego con lascivia te deslizas en mi piel, bajo la luz de las estrellas, succionando mis ansias, y ya sesgada por la pasión tu voz trémula; aletea acezante en el vaivén de la húmeda habitación

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Mi cuerpo reaccionó con susto y la soltó velozmente. Entonces supe la verdad. La triste verdad. Aquella linda mochila no estaba a la venta. Estaba colgando de la espalda de un tipo que, agachado y afanado, revolvía uno de los canastos de ofertas. El hombre se enderezó y se dio vuelta. Mi mente, a la velocidad de la luz, organizaba las palabras para explicarle la situación, pues de seguro el creería que yo había estado intentando robarle. Cuando volteó, me pilló justo detrás de él, (que para ese entonces era justo frente a él), y me miró. Lo miré, pero sus ojos estaban como en otra parte. De hecho, me miraron sin ver. Y antes de que yo pudiera siquiera comenzar a hilvanar las palabras, él me hizo el quite (como quien le hace el quite a un poste) y simplemente se fue. Supe que él nunca se había enterado de nada. Respiré aliviada. Salí de la tienda para continuar con la ruta sin ruta por las calles porteñas. Disfrutando del viento calientito, y de las buenas secuelas que tiene esto de andar en “modo espora”, una de ellas: es que, en el mundo, ¡nadie te ve! Y esa invisibilidad trae tanta brisa, ¡tanto frescor!, que a toda espora simplemente, se le encumbra aún más el corazón.

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Tenía colgada una pena; en la pared de mis recuerdos, desempolve sus congojas, y cuando la tarde moría; sigiloso la arrulle, la vestí de alegría La saque a bailar a la pista de la vida, y cuando cándida se me resistía, zarandee presto sus densas cuitas, devolviéndola así; la gracia perdida Unidos en coloquial abrazo, efluvio en la sangre un ancestral ritmo, cuál cómplice melodía y entonces zigzagueantes los pasos se deslizaron, al armonioso compás de una inusual sinfonía 8

EL AMOR Javier Milla Mejia Así sin imaginarlo le hice bailar a la pena, maquillé su felonía desplegando sus enjutas alas, mientras la mecía adormecí sus dolores, la liberé raudo de su pérfida agonía Y con grácil gesto, besé sus resecos labios, enmarcando con destellos de amor, sus acongojadas emociones, y al amanecer avizoré un cuadro de vivo color, donde el numen había hecho brotar; nuevas ilusiones

El amor nace; en una mágica mirada, se impregna en tu alma, se posa en tus labios, e inconmensurable crece; en tu corazón Vive en aquellos seres, que se aman; con límpida pasión, y que auscultan su amor, sin despojarse; de su vestidura anterior Se alimenta a diario, con un te quiero, una sutil caricia, un húmedo y tierno beso, cuál prolijo aguacero, que fecunda la relación Y finalmente languidece; cuando lentamente, se va extinguiendo, la enhiesta tea, que incandescente ardía; en tu interior

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SINFONÍA A LA PENA Javier Milla Mejia

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EL CUCHILLO DE BOBBY DARIN Begoña Suazo

Te perdono. Por no amarme, por tus ciegas ganas de pasar una vida junto a mí. Te perdono porque realmente nunca fui yo si no tú. Perdono tus besos mentirosos, tu caricia sin amor, mi tiempo perdido.

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Te perdono por haber arruinado mi vida por esas eternas lágrimas. Perdono tu desamor y me perdono por haber creído y haber invertido tanto tiempo en vos. Me perdono, porque en las ruinas, y casi sin quererlo, encontré el verdadero amor. Srta. Cronopio Yaritza Beiza Cerda

Pero se cae el péndulo y rompe el vidrio retorciendo las notas, del canto. El viaje ya no existe ni tampoco el filtro.

Junio de 2019 Curicó-Santiago-Curicó, Chile

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Un amor de poesía se hace razonable, cuando la belleza imperfecta órbita en cada ojo y compromete todo el cuerpo. Vuelve, melodía y verso al paisaje en la ventana de un pequeño viaje perpetuo. Sostiene el vaivén de un péndulo con fantasía, como la complicidad de una infanta amiga.

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Te vi, y supe que eras tú quien siempre esperé a que llegara unidos más allá del tiempo en otras vidas en otro espacio Te he visto en otras vidas, revoloteando con tu sonrisa el día te he visto tomado de mi mano acunándome en tu pecho dándome un abrazo regalándome un beso. supe que eras tú, cuándo aquella melodía sonó tan familiar cuando tu aroma, me hizo añorar tiempos que no he vivido cuando toqué tu mano y sentí que te conocía Y entonces, ya no había dudas eras tú, era yo, suerte la nuestra que en esta vida coincidimos una vez más.

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SIN FINALES Natividad del Carmen Navarrete Cares Carmen Cares Apostaron a su amor ensueños de pura pasión. Alimentando con candor ellos siempre su corazón. La fuerza y sus caminos fueron pilares en casa. Chiquita de besos tibios donde no faltaba nada. La vida te llamó mamá a descansar merecido. Segura descansas en paz esperando tu marido. Hoy me abrazo con la luna con la fuerza que dejaste. Esa con mucha ternura que al nacer me brindaste.

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ALMAS GEMELAS Evelynne Castro Romero

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KINO ES KUMA MAYOMBE COSE EN CROCHE LA NOCHE YIRA SU CUERPO BRILLANTE DEL BLIN BLIN FRUÑE SU PLANTE PIDE SU MERKA AL TOKE KINO ES KUMA MAYOMBE MEZCLA ARAGUAKA BATÁ OJOS CHINESCOS DE ORO EL BROCHE CHUSCA LA CRENCHA TAJO AL PESCUEZO LA GARGANTILLA COMO PERTRECHO CAMBÁMABARA LA CAMISETA KINO ES KUMA MAYOMBE LA MAYONESA NEGRA LA UÑA HIRVIENDO DE AMAR AZUL DE DADDY YANKI DE PIBES CHORROS LAS DAMAS GRATIS EL BALANCEO DURO ULTIMO REINO KINO ES KUMA MAYOMBE DE MAÑANA SE AFILA EL PISCO DE SU LENGUA MACHETE EL DIENTE DE SU VERBA REXONA DENIM UNICA PIELA KINO ES KUMA MAYOMBRE EL BLACK STAR DE SU CALLEJA

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Foto: Laura Bustamante

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KINO MAYOMBE Samuel Ibarra Covarrubias De su libro DIRECTIVÍ ABAKUÁ 2019

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Miro mis puños. Los jóvenes del entorno pasean brillos falsificados una marca de una no marca. donde nos sumergimos en las dinámicas miserias tras miserias. Seres que, al fin y al cabo reproducen en simultánea complicidad la escena del neocolonialismo donde morenos nos juntamos a danzar al compás del posmodernismo en cuarta fila, y las balas suenan cuando veo pasar a la Yesenia y quisiera besarla

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EL RABILLO TOSCO DE SU CEJA EL ANILLO BRILLO DE SU DEDA ALLÍ EN LA CALLE SU REYERTA KINO ES KUMA MAYOMBE PELIENTO SANGRE FLAITE EMBLEMA CHISPA RIMA MUSICANA DE MURO A MURO SU RECETA KINO ES KUMA MAYOMBE EL CHANO CORAZÓN DE MISERERE LA CAMA SUCIA DE MI HERMANO EL RIO EL AGUA LA MADERA PIEDRA SU MESA POZO NEGRO LAS PALOMAS KINO ES KUMA MAYOMBE AQUÍ ACÁ EN LA CINCO PINOS DE ALLÁ DE ATRÁS LA RATONERA KINO ES KUMA MAYOMBE CHOCOLITO SU PUPILA CARTONERA MADE IN CHINA SU SECRETO CORPALUMA CHI WA CHI WA SU RECHINA SILBATINA KI WA KI WA WAGNERINA SU OPERETA

DIARIO POBLA MI VIDA HECHA A LAS SOMBRAS Luis Cañio

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MI BARRIO SAN BERNARDO Leticia Román A

Recuerdo con nostalgia la casa de adobe donde crecí, era fiel copia de un tiempo colonial que ya paso. Parece que veo la belleza de los jardines y los capullos en flor…aquellos árboles frutales que había por doquier, y los hermosos manzanillones blancos que mi padre cultivó. También viene a mi mente el hermoso rosal rojo, donde me cobijaba bajo su sombra para leer el Peneca y el Simbad (revistas de aquellos años perdidos en el ayer) Las vecinas, la gente noble de corazón con la sencillez propia de ese lugar, mis queridas amigas de juegos infantiles de mi adorada niñez. Siempre se premiaba con una fruta a la niña que ganaba jugando al luche o saltando la cuerda. Algunas se han ido a vivir lejos, otras duermen tranquilas y en paz y la nostalgia se apodera de mi alma…mis ojos se humedecen de tristeza. Los almacenes de mi barrio, de don Tito Vásquez y la Señora Carmen, surtido con cuanto hay, donde compraba dulces para agasajar a mis amiguitas. San José fue mi calle, Buenos Aires con Covadonga cualquier camino daba lo mismo para llegar a mi querida escuela Superior de niñas numero dos. La gran vía ¡Cómo no recordar esa tienda! Ahí se compraba la ropa y los zapatos para toda la familia. Aledaño estaba el Mercado Municipal con sus pequeñas acequias… ¡Cuántos lugares surgen, que recorrí en mi niñez! 20

Tendría que hacer una biblia para explicar lo que fue un pueblo… En las tardes se juntaban las señoras sentadas en sendas sillas de mimbre, afuera, en la vereda de sus casas, para tejer, conversar; donde todo el mundo se saludaba con educación y cortesía con una amplia sonrisa. Nadie molestaba en las noches, todo era paz en las tertulias, se disfrutaba y reía de buena gana…cosas sanas de un tiempo sin igual. Se podía ser feliz con cosas tan simples como regalar una flor a la madre…nos juntábamos niñas y vecinas para ir al “Teatro Municipal” Hoy único testigo del recuerdo del ayer. El cerro Chena, se engalanaba para el dieciocho chico celebre por su fiesta folclórica… ¡Cómo no recordarlo, si también íbamos a jugar! El Canal Espejino ¡otro recuerdo! Se detenían personas para olvidar una pena o tirar una carta por sus aguas diciendo adiós a un querer o llorar por un amor eterno. Aciago destino de algunas almas que nacen para sufrir. Ese fue mi barrio, ahí transcurrió mi niñez, un lugar donde se conversaba, se jugaba era una vida llena de paz, sin violencia, sin miedos…SAN JOSÉ, calle querida ¡Ese fue mi barrio, mi lugar de infancia que nunca olvidaré!

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Nací y pasé mi infancia en un hermoso barrio, llamado San José, comuna de San Bernardo…por eso amo ese lugar.

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ALLANAMIENTO MASIVO A las dos de la mañana golpean fuerte la puerta y un altoparlante alerta que hay que salir de las casas, las mujeres a la plaza, los hombres a un sitio eriazo; a golpes y culatazos sacan a la población sin blusa o sin pantalón y casi todos descalzos. Al llegar hasta el potrero nos forman en largas colas, las casas se quedan solas, registran el día entero.

Con un sargento primero a cargo del pelotón. Rompen muebles y colchón y hasta el guater lo desarman buscando supuestas armas que tenía la población. Y mientras tanto en la fila no puede moverse un dedo, no se puede mirar feo hay que poner car’e risa porque o si no la paliza te llega por todas partes. Así nos pilla la tarde sin probar un vaso de agua y al sonido de la diana seguimos bailando el baile. Por fin a las cuatro y media revisan los documentos unos se ponen contentos porque los mandan de vuelta, a otros los ojos nos vendan y nos tiran a un camión con un tremendo empujón nos acuestan en el piso, llevándonos de improviso a un lugar de detención (De: Memorias Para Olvidar)

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Décimas (2003), en cuyo prólogo el escritor Luis Sepúlveda señaló: “Manuel Paredes Parod conoció la cárcel, la tortura, vio morir a muchos de sus compañeros, y decidió cantar la saga de los perdedores para componer la gran canción de la memoria colectiva de un país que fue obligado a aceptar la amnesia como razón de estado, el olvido forzado del dolor como garantía del estado” (página Sociedad de Escritores de Chile, 31 de julio 2019)

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Boris Romero Aguilar nacido en Santiago de chile el 17 de mayo de 1991.

sin jaulas y sin cadenas,

que en la vida no halla penas, ni presos injustamente.

Si ayer yo fui penitente

pido el permiso de ustedes

Todo este proceso es vinculado con sentimientos preciosos por la naturaleza y descensos inconmensurables del pensar y vivir.

-Participante en tres ciclos semestrales durante los años 2017-2018 del “Taller Viaje a la palabra” dirigido por el escritor, poeta y comunicador Cristián Warnken.”

Yo soy el Parod Predes Paredes Parod yo soy.

-Licenciado en Educación en la Universidad Sek.

- Participante en la publicación de la 1° y 2° antología de la edición la Otra Costilla.

en liberta’ ahora estoy. Con mi canto ya me voy,

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Espacio que le permitió la inspiración por ese verde semejante a la hierba fresca, complementado con las letras y la poesía. Revista La Otra Costilla - Nº 22

Me despido finalmente

Oriundo de la región metropolitana centralizado en la comuna de “Quinta Normal” lugar al que ha pertenecido en las últimas dos décadas.

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Con las nubes, viento, nevazón y la despampanante humedad del periodo invernal. Honores para nuestra querida Lucila Godoy Alcayaga:

Invierno, yo te amo y soy la primavera… yo sonroso, tú nievas: tú porque todo sabes, yo porque todo sueño…

La cordillera está en su hábitat. El nevazón la empapo en sus mejores condiciones las puertas del invierno condicionan los próximos eventos. Ahora todo puede suceder y claro así fue… La aves emergieron volaron y volaran hacia los valles centrales. Los presagios susurraban de oriente a poniente 26

primero me gané el nobel y después el nacional… MADRE DE TIERRA como también de norte al extremo sur. En realidad todo sucedió en paz fueron movimientos cercanos a nosotros, ilusiones y circunstancias que se apoderaron del pensar. Hay que afrontar los extremos con afinidad desde las altitudes con el noble viento en compañía de las nubes como también desde lo terrenal en compañía de las raíces, musgos e inmensos humedales. Ha llegado el invierno

Entre tantas mujeres la Mistral subyace de las entrañas de la tierra. Tu feminidad fue distinta a la normalidad interesante elemento para trascender a la cotidianidad de las épocas anteriores. Todo sucedió en Vicuña; centro energético y de una preciosa cosmovisión del universo. La aridez fue indispensable para tu crecimiento, el astro rey se hizo presente en aquel valle. La contribución de tu obra es preponderante Desolación es digna de tu enseñanza, pero Tala es la concepción adelantada a la época.

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*Delmira Agustini “Extracto del poema nocturno” INVIERNO CORDILLERANO DEL VALLE.

Yo soy Lucila Alcayaga alias Gabriela Mistral

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Encuentro en Metro parque Bustamante, charla con don Juan 64 años. Nostalgia del Santiago de antaño, apreciando la contemporaneidad de la capital en los años presentes. Agosto 2019.

Tu legado vive; con flores y racimos de uva pero tus raíces pertenecen al árbol de donde proviene esa savia distinta y sensata que abarca tu escritura. Oh querida Gabriela. Oh querida… Madre de la tierra.

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SANTIAGO IRASCIBLE Entre tanto asfalto, edificios y un sin fin de elementos aparece la selva de la ciudad. Obreros en micros, oficinistas en subterráneo, la bicicleta logra oficiar de humildad económica. Ahora la podríamos denominar la gran metrópoli. Las épocas anteriores fueron de barro, campamentos, frío, borrachera y brutalidad social... Pero la cultura permanecía entre política, arte provinciana y demandas en torno a los mejores tiempos. Fuimos subyugados en siglos anteriores como también en décadas anteriores. El Chile centralizado en un solo lugar el poderoso Santiago.

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Tu personalidad fue como un cactus lograste sobrevivir con poco y permanecer en el tiempo te basto el sol y la humedad de la noche para estar ahí, firme y robusta ante el paso de los años.

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METROCEMENTERIOS.

Demarcado y contenido entre bloques de humildad “pobreza esa que solo algunos les apetece apreciar” el otro lugar el alto Santiago, energizado por parques de gran naturaleza, colores preciosos y otro andar en el entendimiento de la vida. No todo lo que brilla es oro, pero los espejismos existen. El crecimiento nos ayudó, pero concentró la vorágine económica en pocos segmentos. Solo queda pensar en intentar ingresar al poderoso Santiago…

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Por el origen rural del poeta la mirada con observa el diario vivir le es doloso y lo escribe con nostalgia y añora los bosques y su mundo campesino, para él la vida está muy lejos de lo que acá pretenden imponer, modernidad no es lo que es , progreso no es lo que es, humanidad está lejos de su forma de ser. Cuando sube al metro o a una bus del transantiago se le ocurre que las personas que transitan junto a él, no son personas, sino seres olvidados o en camino a otro lugar, donde la ley del más fuerte se impone. El ser dio paso al tener a como de lugar y los fantasmas que viven en la gran ciudad lo acorralan. El edificio de los muertos. A que piso va el señor? Lo más cerca del cielo por favor Le recuerdo que el cielo ya no existe señor Pues bien que sea el infierno.

Alejandro Yáñez Salcedo poeta del Maule o del trueno como gusta a Yáñez decir, poeta de profesión profesor, nos ofrece su nuevo trabajo METROCEMENTERIOS. Otros libros publicados son ENHORABUENA, PALABRAS DE UN HOMBRE HEBITUAL Y POESIA PARA MATAR EL HAMBRE.

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Metro cementerios, es un texto poemario basado en la vida de un poeta provinciano que vive en la ciudad de Santiago, desde su llegada el poeta se impregna de una desidia hacia la forma de vida que tienen las personas que allí habitan o intentan vivir, o más bien intentan sobrevivir a como de lugar.

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Todos deberíamos llamarnos González o al menos visitar el metro Cementerio, Antes de morir, al menos una vez en la vida, e ir al Quitapenas por la memoria de nuestros muertos. Esa es la primera imagen que se me viene después de leer “Metro Cementerio” de Alejandro Yáñez; una poesía prístina, coloquial, sin las influencias de Parra , Bertoni u otro ; lo que la hace una poesía completamente original y que es como un cristal donde deberíamos todos espejearnos en un momento del día. En estos tiempos de asumir “La marginalidad” como un punto de encuentro desde donde mirar desde las orillas el centro, Yáñez se pone justamente en el centro, desde un lenguaje vital , que me recuerda la poética del fallecido tempranamente Héctor Figueroa, donde la poesía revela sin artilugios y pirotecnias las posibilidades de un lenguaje común y con una mirada social (Sin caer en lo panfletario) Un poema bueno, es aquí o allá, en el recurso lingüístico o en la tecla que toque, un buen poema. El poeta ruso Yevgeny Yevstushenko escribió: “Volveré a caminar por el tejado, / o de lo contrario, no soy un poeta” La poesía como un faro observando la olvidada “realidad”. 32

Metro de Santiago En Baquedano intento amar Manquehue es la frontera el desamor se aferra al andén odio odio es lo que siento en la próxima estación. Este poema que me recuerda tantos poemas de desencuentros cotidianos: Baudelaire, Pound y Oscar Hahn; revela una poesía de la capacidad de resumir o captar la esencia de manera breve y perfecta de el instante, que deseamos detener (Como Goethe). En este viaje pasamos por El Costanera Center, Los cementerios, Los metros, los barrios, el jornal y toda una cartografía de lugares comunes, en el buen sentido de esta palabra. Estoy seguro que este libro y este poeta no pasarán inadvertidos en el concierto de la poesía chilena, porque es una escritura necesaria y “Usual como el cielo que nos desborda” (J. Teillier). Giovanni Astengo Ñuñoa, 30 de agosto 2019.

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PRÓLOGO A “METRO CEMENTERIOS” DE ALEJANDRO YÁÑEZ.

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Hijo del trueno improvisa lapidaciones y esquirlas hizo su andar con el hacha entre las manos regurgita carbón y metales rompió en crepitaciones de espejos y esponjas Nacido de un hachazo mixtura de estrellas y estornudos de luz despavorido al aire entre los cerros van esas alas de vidrios oh indómitos volcanes que muestran al universo sus dientes

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EL PROVINCIANO El mequetrefe que cabalgó sobre el demonio con dirección a la ternura heredó la plasticidad de las piedras arena y arcilla cuerpo de hombre y de mujer suspiro del don de lo irreconciliable él es la fotografía que cuelga eternamente de la pared De tralka…de donde nace el trueno ningún poeta deja en manos ajenas el cuidado del fuego de eléctrica mirada con vocación de lluvia poeta obstinado del Piduco sueña con lavar sus llagas en el histórico río del primer Santiago.

Mi niña no sé exactamente qué hago aquí perdido entre ojos y reflejos de ojos la gente apurando relojes sin pausa de todas partes y a todas partes con estómagos inquietos etiquetados en el desespero yo en medio de la estridencia y en los bolsillos el azar para comprar minutos Un rosario campesino decora mis suburbios han migrado los escasos sueños a la urbe y los bienes enlatados llegan de contrabando

Mi niña me veo procurando ahorros yo que bajé por las quebradas que trasvasijé la vertiente de los sauces amanezco apretado en un andén. La hora del taco Aquí nos quedamos sin poder hilvanar una hebra los de allá no van a ninguna parte los de acá no sabemos a dónde vamos como diría mi abuelo esto es un enredo de corbatas

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EL TRUENO

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Entrampados en sus propias redes los miro atentos al dial engranajes de piel y gases los miro absortos de metal devorados por el caucho y se me ocurre ¿y si sembráramos de acelga esta encrucijada? Esto es como el tranque de Pencahue diría mi abuelo cuando se tranca el agua es porque se nos vienen días grises.

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DESPUÉS DE LA JORNADA Cuelgo la camisa sobre la silla descalza que reclama el espíritu del sudor La camisa percudida de bocinas que en carnicerías y esquinas de perros se aferrara a mi piel Un botón estuvo a punto de explotar esta tarde de pre emergencia Sin embargo, aún no regreso en algún semáforo me quedé allí en el cruce de dos calles en celo me puse a regar las flores cada vez que el tránsito se detuvo. Revista La Otra Costilla - Nº 22

La calle tose un resfrío de asfalto el minutero está clavado en las seis y media las manos fijas al volante nadie pretende irse de este infierno sin estrangular el verde de los semáforos

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COSTANERA CENTER Cómo se alcanza tamaña altura qué tipo de pájaros anidará sobre las luces me podría alguien responder ¿quién levantó esta torre? Las lombrices festejarán en el ombligo los astronautas la usarán de paradero los fantasmas recorrerán sus oficinas hasta que caiga el rayo y todo acabe.

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Participaron en este número: Jonathan Navarro Ruz Adeviki Prem Javier Milla Mejia Begoña Suazo Srta. Cronopio (Yaritza Belza Cerda) Evelynne Castro Romero Natividad del Carmen Navarrete Cares Samuel Ibarra Covarrubias Luis Cañio Leticia Román A. Boris Romero Aguilera (En memoria, Manuel Paredes Parod)



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