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Dellafuente y el eterno renacer

URBAN / Cuando uno escucha “Lágrimas pa otro día” tiene la extraña sensación de que está ante el primer álbum de Dellafuente. Así lo siento en el corazón, pero si soy honesto conmigo mismo creo que tuve la misma sensación con “Tanteo” (EP, 22) y con “Milagro” (21), dos trabajos que alabé en esta misma cabecera en sus momentos. El verdadero milagro de Dellafuente es que parece que nace siempre de nuevo con cada lanzamiento, quizá por eso mantiene la pureza que otros han perdido. Pureza en el caso de Dellafuente es la del amor, el misterio y la vida vivida girando esquinas pintadas de cal en Granada. Por eso, no le hace falta volver al trap ni seguir haciendo lo mismo año tras año. Por eso ha sido capaz de firmar su mejor álbum -desde “Azulejos de Corales” (15)- rodeado de las grandes promesas a futuro de la música española, que han acudido a la llamada del artista. “Lágrimas pa otro día” es un ejercicio de humildad y de soberbia por parte de un Dellafuente que ha sabido ver el futuro en una bola de cristal y no ha renunciado a hacerlo suyo. Desde el folklore universal, Dellafuente viaja a México de la mano de Vatocholo en “3 caras” y en la muy celebrada “Ni soy santo…”; Ralphie Choo y Rusowsky colaboran en dos canciones que redefinen la intimidad y el amor como

Jimena Amarillo La pena no es cómoda Mushroom Pillow

7 POP / Con este segundo álbum, The Tyets logran saltar a la primera línea de popularidad del panorama catalán. Los tiets han publicado un disco de once canciones en las que vuelve a reinar el buen rollo (con su particular punto de descaro) y en el que hay una gran confluencia de géneros. Sin ir más lejos, el tema que abre el álbum, y uno de sus grandes hits, “Coti x Coti”, es una composición popera que acaba explotando en una sardana en su estribillo. Así es como van jugando con los estilos en un disco en el que no faltan temas lentos como “Clar que t’he trobat a faltar”, otros cercanos a la electrónica noventera como “Bailoteo”. Y para saltar entre géneros invitan a cuatro artistas –Julieta, Mushkaa, Flashy Ice Cream y Figa Flawas– que elevan las canciones al estadio al que querían llegar. Sin lugar a duda, este trabajo les permite situarse como la nueva banda referente del tradicional pop-rock catalán. ALEJANDRO CABALLERO

POP / En la misma línea de su debut (a corazón abierto, con las emociones claras y el café bien espeso), la artista valenciana nos entrega su segundo álbum de estudio, una apresurada diligencia de doce canciones hechas por y para ella en las que, sin voces añadidas ni aditivos de recargo, logra firmar desde su ya regular costumbrismo poético sus mejores y más ásperos relatos hasta la fecha. Un escalón más de drama y honestidad, sumado a un innecesario etiquetaje al uso, con el que la joven cantante consigue hilvanar pasajes tan dispares que van desde la electrónica más orgánica (“De la cabeza a los pies”) hasta el shoegaze más rugoso (“Tu sangre de la mía”), sin olvidarse de sus buenas e identitarias dosis de romanticismo emo (“Porque tú lo sabrías”). Una prueba empírica de cómo Jimena Amarillo, conjugada en singular, es capaz de enamorarnos en apenas media hora.

FRAN GONZÁLEZ

“Carameloraro” y “El Camino”: el trabajo que los prodigios de Rusia-Idk han hecho con el imaginario de Dellafuente merecería una reseña aparte. Dellafuente, en su mejor nivel lírico de los últimos años, ha compuesto un álbum precioso, que explora el amor desde el conocimiento, la experiencia y una dosis de desconfianza y honestidad difícil de encontrar en la música actual pero que le conecta directamente con la música popular en español de todos los tiempos.

LUIS M. MAÍNEZ

Deerhoof Miracle-Level Joyful Noise/ Popstock!

Maximiliano Calvo El Gallo Universal

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ROCK / Los de San Francisco se aproximan a su treinta cumpleaños siendo una de las anomalías más pintorescas del mundo del rock: una producción inabarcable al ritmo de The Fall, y el compromiso de no dormirse en los laureles completan el cuadro. Con estas credenciales, poco puede extrañar que éste sea su primer álbum grabado en un estudio propiamente dicho. Y cantado íntegramente en japonés por la vocalista Satomi Matsuzaki, a la que acompañan el prodigioso batería Greg Saunier y los guitarristas John Dieterich y Ed Rodríguez. Ningún problema, sino todo lo contrario. Encuentran un equilibrio muy atractivo entre accesibilidad melódica y espasmos experimentales. Están muy cómodos en esa tierra de nadie entre el indie pop desenfrenado, el rock setentero con querencias progresivas y el math-rock, reflejando a la perfección las virtudes de su explosivo directo.

JC PEÑA

POP ROCK / “El Gallo” es el título del primer disco, y a partir de ahora el apodo, de Maximiliano Calvo. El argentino nos trae de vuelta ese mítico rock que, igual que él, siempre ha estado a caballo entre Latinoamérica y España, pero aportándole su particular punto de frescura. De ahí que podamos notar que las guitarras son una de las grandes protagonistas de todo el trabajo a las que acompaña una producción muy cuidada que hace que en ocasiones lleve al rock al límite como en la inicial “Mocasines italianos”; y a la vez nos regala trazas del estilo que a todos nos ha enamorado alguna vez en temas como “Cuando canta el gallo”. Y en cuanto a las letras tiene como eje central el amor y la libertad, algo que choca con la sorprendente “15/07/54” interpretada por Jaime Lorente. Es una alegría oír propuestas tan distintas y bien hechas, El Gallo ha llegado para quedarse.

ALEJANDRO CABALLERO

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