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ENTREVISTA

a Los Ángeles”. La misma con la que grabó algunos de los discos más importantes de su carrera como “Lucinda Williams”, en 1988, y “Car Wheels On A Gravel Road”, diez años más tarde. Se trata de la banda en la que estaban Gurf Morlix, Donald Lindley y John Ciambotti. Con el primero lleva veinticinco años sin hablarse, desde la grabación de “Car Wheels”, pero Lucinda no dudaría un segundo en reunirse con él.

PUEDE QUE TODO ESTO de echar la vista atrás le venga del hecho de que también anda presentando su autobiografía, “No le cuentes a nadie los secretos que te conté”, cuyo título está sacado del estribillo de “Metal Firecracker”, y que escribió a la vez que grababa el disco. Eso sí, reconoce que escribir una autobiografía es “mucho más duro y difícil” de lo que pensaba y que “no he disfrutado mucho el proceso de escribirla porque no me gustan las fechas límite”.Eso sí, me confiesa que “sienta bien sacarlo de ti y ponerlo en el libro. Puede ser muy terapéutico, es casi como escribirlo en un diario”, haciendo referencia a una relación abusiva y tóxica, relacionada con canciones como “Wakin Up” de “Good Souls, Better Angels” (20). Aun así, parece claro que este será su último paso por la escritura de un libro y que sus libretas seguirán alimentando canciones escritas en la mesa de su cocina… o en sueños. Y es que también me dice que “hoy he escrito una canción en sueños y al levantarme seguía ahí. Nunca se sabe dónde te puede aparecer una canción”. Lo que parece claro es que, a pesar de sus setenta y tres años, queda Lucinda para rato, aunque ya hayan pasado más de sesenta años desde que sintió la llamada escuchando a Dylan. “Solo tenía doce años pero una parte de mí ya tuvo claro entonces que eso es lo que quería hacer, se metió debajo de mi piel y me elevó”.

LOS GUIÑOS DE ESTE DISCO siguen siendo clásicos, aunque haya otra canción para un miembro de The Replacements, Bob Stinson. “No le llegué a conocer pero mi marido Tom sí. Le solía ver, a través de la ventana de su apartamento, yendo todos los días por la mañana, a la misma hora, a la licorería que estaba enfrente”.

El reverso de la vida del rock. Pero sus referentes siguen siendo los de siempre, coincide con Lou Reed (“todavía siento que el rock & roll salva vidas”) y se pone del lado de Neil Young diciendo que nunca va a desvanecerse y que, ya saben, hey, hey, my, my, el rock & roll no puede morir nunca. Este es un disco y una artista que así lo atestiguan, algo que podrá seguir probando en su visita al Azkena Festival de este año, una cita que le hace especial ilusión por compartir cartel con gente como Iggy Pop (“ese maravilloso loco”), su querida Chryssie Hynde y sus Pretenders o con Steve Earle, el coproductor del mítico “Car Wheels On A Gravel Road” (98). Ese disco en el que venía la canción titular, la que escribió sentada en la mesa de la cocina mientras sonaba Loretta en la radio, en medio del olor a café, huevos y beicon… No puedo evitarlo, ya estoy cantando otra vez. S A

Entrevista completa >> l Vitoria-Gasteiz 17 junio. Azkena Rock

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