

Misión
Somos un equipo de terapeutas del lenguaje especializados que brinda soluciones en el desarrollo del lenguaje comprensivo y expresivo a los niños. Utilizamos herramientas innovadoras, entretenidas y efectivas; sobre todo, basadas en resultados. El fin es optimizar el tiempo de cada tratamiento.
Visión
Mis Niños se proyecta a ser uno de los destacados centros de terapia del lenguaje; a partir del equipo de terapeutas especializados; el constante perfeccionamiento de los productos y/o servicios; promoviendo la participación de los familiares del pequeño mediante la triada entre la terapeuta, niño y padre o madre de familia. Es decir, un análisis interno y externo del entorno del infante para maximizar los resultados.
Rafaela siempre esperaba con ansias esta época del año, no solo porque podía disfrutar, sino también porque le encantaba participar en la preparación. Era una tradición en su familia que todos ayudaran en la cocina.

Había una vez una pequeña niña llamada Rafaela que vivía en un pueblo rodeado de montañas en Ecuador. Todos los años con su familia preparaba la fanesca.

Luego, se dirigió al mercado local para comprar los demás ingredientes como zapallo, hojas de achira y queso. Rafaela estaba muy emocionada de tener la oportunidad de prepararla y quería asegurarse de que fuera perfecta.
Un día, Rafaela decidió que quería hacer su propia fanesca para sorprender a su familia. Así que se levantó temprano y salió al jardín de su casa para recolectar los ingredientes necesarios. Recogió maíz, fréjol, habas y arvejas.


De regreso a casa, Rafaela comenzó a preparar los ingredientes, siguiendo cuidadosamente las instrucciones que su abuela le había enseñado. Puso los granos de maíz a cocinar en una olla grande, junto al fréjol y habas. Después de un rato, agregó el zapallo y hojas de achira. La cocina se llenó con un delicioso aroma y Rafaela se sentía muy orgullosa de su sopa.

Finalmente, llegó el momento de agregar el queso y los demás ingredientes. Mezcló todo cuidadosamente y sirvió la fanesca en tazones grandes. Su familia estaba impresionada y maravillada de que una niña tan joven pudiera preparar una sopa tan deliciosa. Todos se sentaron alrededor de la mesa y disfrutaron de la fanesca de Rafaela, compartiendo la historia de los ingredientes de este plato. Según la tradición; los granos utilizados en la fanesca representan a los 12 apóstoles de Jesucristo; la leche, representa la pureza; el queso, figura la comunión y la unidad. Desde entonces, Rafaela se convirtió en una experta en la preparación y cada año con su familia continuaron compartiendo y recordando su amor por la cocina y la tradición.












