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Adaptado de: Alimentación perceptiva para niñas y niños de 0 a 5 años: Manual para agentes educativos en los Centros de Atención Infantil, México 2018.
Entre los 9 y 12 meses, continúas con la lactancia materna a demanda, además de la alimentación complementaria. Como ves en el gráfico, los alimentos deben estar en trozos pequeños, no tan triturados, porque tiene que aprender a masticar, pero cuidando que no sean muy grandes o duros. La comida debe ser variada e incluir cereales, tubérculos, frutas, hortalizas, pollo, huevo, carne roja y vísceras, así como granos secos. En esta fase tu bebé debe aprender a comer de manera autónoma. Antes de sentarse a comer, enséñale que debe lavarse bien las manos, así será seguro que toque los alimentos para percibir su textura y probablemente se ensucie. Déjalo experimentar con sus sentidos. Procura que tenga su propio plato y cubiertos y que estos se mantengan bien limpios. Es recomendable que ya tenga tres comidas principales al día y dos refrigerios nutritivos. En esta etapa, puedes ofrecerle pescado fresco en pedacitos (cuidando que no tenga espinas) y añadir a la alimentación granos secos como fréjoles, lentejas, arvejas, habas o garbanzos, cocinados y aplastados. Puedes mezclar cereales con leguminosas, como por ejemplo arroz con fréjol, arroz con lenteja, mote con arveja, colada de haba con tostado triturado. La cantidad de alimento que puedes ofrecerle es de 5 a 7 cucharitas (1 taza), sin embargo recuerda que tu bebé debe autoregularse y darte la señal de saciedad. Permite que este ciclo fluya naturalmente. También evita distractores (juguetes, tv, celulares) mientras come.
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