25 ANIVERSARIO

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MIGUEL ANGEL PEREZ ALONSO

FELIZ ANIVERSARIO


Media vida pero ha sido un amor de toda una vida de mil colores y cientos de azules intensos, de cuentos, de sueños, de verdades infinitas de fundir los secretos de cada intento.

Miles de imágenes sueltas instintivas crean los sueños amorfos de toda una vida, cientos de palabras inspiradas con el alma forman los colores y la pasión de esta media vida.

Luces de aciertos, de secretos, de anhelos de ver juntos miles de albas, de ofrecerte cientos de besos son los adjetivos de estos recuerdos.

Lanzas y flechas al corazón llenas de palabras de amor de engañar a las perfidias y al llanto son los calificativos de estos versos.

Feliz 25 aniversario.

1 MAPA


Jamás pensé que podría llegar a escribir un libro y mucho menos lleno de poesías.

Jamás creí que en tan poco tiempo soñaría tanto tiempo despierto.

Jamás visité tantos paraísos escondidos y mucho menos desde tan lejos.

Jamás jugué tanto tiempo con mis pensamientos y mucho menos quise transformarlos en tantos colores.

Jamás tuve tanto tiempo de azules intensos y mucho menos tan inocentes.

Jamás sentí tanto cariño por dibujar con poemas, lo que tan profundamente siento.

Jamás pedí nada al ayer y al mañana y mucho menos tan en secreto.

Jamás he sentido celos de mi vida y de mis miedos y mucho menos de mis amores eternos.

Jamás quise hacerte tanto tiempo partícipe de mi vida, MAPA

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y mucho menos de mis tantos sueños.

Jamás soñé que viajarías conmigo en esta jábega de versos, y mucho menos en el mar celeste de mi alma que te sigue día a día.

Jamás añoré unirte a mi con tanta fuerza, y mucho menos como si te fueras para siempre.

Jamás vi tan de cerca el ayer y el mañana, y mucho menos oí tanta dicha y tanta música de tus labios secretos.

Jamás encontré tan aprisa tus pasos y tu nobleza perdida y mucho menos el aroma de nuestros limpios recuerdos.

Jamás supe cuánto mundo nos cubre desde esta silla y mucho menos las maravillas de navegar a escondidas.

Jamás abrigué esta vida tan tranquila y mucho menos sus ibas y venidas.

Jamás volé con tanta facilidad al ayer y al mañana, y mucho menos con la ayuda de tus manos. 3 MAPA


Jamás me olvidaré lo que me rodea, y mucho menos de tí que eres quien reina. Miguel Angel Pérez Alonso

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Sin saberlo

Ahora que no estás veo tu hermosa sombra, entre tu azul intenso y mares que hablan a instantes, y te revuelcas en tus infinitos idilios, sin saber como atraparlos.

Hoy la brisa te acaricia más que ayer, con tus manos la retienes cerca y sin saber que no te pertenece abres el camino de otros nuevos sueños.

Agradecida por los días de ayer, recuerdos que nos pertenecen, y te inquietas mujer por tantas mañanas queridas, y sin saberlo te ladeas en tu silla.

Los deseos los imaginas con ojos quietos, y cuando preguntas no vienen, y sin saberlo salen desde muy dentro, y sin quererlo resbalan en tu mejilla.

Sabes, entre tu perfidia, entre el leve deseo del ayer. y sin dudarlo ni un momento, y sin saberlo saltas y lo compartes 5 MAPA


Sin saberlo

ansiosa por confesar a las olas tu amistad.

Y te acuestas, y acaricias y vuelas y sonríes a ciegas compartiendo tus recuerdos y tus desvelos, y sin saberlo te sumerges en un fresco terciopelo que parece que siempre haya estado contigo.

Y sin saberlo te despiertas, y sin quererlo recoges tus momentos sin saber a donde irán.

De vuelta a la silla ves por fin a gente, que donde irán. Y sin saberlo y sin quererlo ya no están.

Y sales de tu cuerpo, y buscas un refugio fácil y vacío que no existe. y sin saberlo y sin quererlo vuelves ladeando tu cuerpo y tu cara a lo que pides.

Y de pronto inquietas tu mirada Y sin saberlo y sin quererlo recoges y vuelves a tu casa.

Y sin saberlo y sin quererlo a oscuras imagino... 6 MAPA


Sin saberlo

“Dónde estás drástico amigo, el lenguaje de tu lágrima sonora me recuerdan al ayer, tus apacibles ojos, risueños, adorables, me lanzan al mañana, en donde contaremos historias de niños enamorados, de cuándo teníamos dieciocho años; escondidos en aquel bar, guardián de nuestras palabras, de tesoros que sólo comprenden quienes hablan con el corazón, y sienten con el alma, y se van y siempre vuelven, para contarse minutos de ingrata soledad, y olvidar la agonía de tanta espera entre una felicidad inquieta, rociada de frescura y locura, que sólo duerme si te tiene cerca, porque sólo conoce el amor que tu le das, el que le enseñas, el que le impide llevar dentro tormento, el que le permite tener tu azul intenso”.

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Ojitos de niĂąa

Ojos coloquiales alegres y triviales que atrapan al mirar, que animan y enternecen y lloran con facilidad.

Ojos que cautivan cuando se van, que quieren y desean amar, que demuestran y protegen y resbalan al pasar.

Perdidos buscan, cerca te atrapan, enloquecen y embaucan y te engaĂąan si no te vas.

Gemelos de su sonrisa, cĂłmplices de sus labios y amigo de sus ojos, celosos de su cara, queridos y hallados entre tu faz.

Dibujan el presente, entretienen ausentes; prometen, enloquecen y sufren y se defienden. MAPA

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Ojitos de niĂąa

Anhelan el pasado, formando su incierto futuro. Inquietos y sabios, rodean a su antojo a los demĂĄs.

Desvelan, enternecen enamoran. enloquecen y hasta hacer volar pueden.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

EN MI CONCIENCIA

En estos minutos de cansada euforia, de cansancio, de pesadas discordias, de no querer seguir, de ganas de empezar y de romper, de tristezas, de antojos y deseos imposibles; te recuerdo como si te quisiera, como si pertenecieras a mi mundo; a esta paz que vuelve cada año, en la que surgen nuestros más queridos deseos; los que forjamos y arropamos para hacerlos realidad sin saber en qué momento.

Esperando desde lejos sin saber que hacer, deseando volver a aquellos días del ayer; a la tranquilidad, al sosiego de renacer, a esa paz infinita que sólo tu puedes conocer. Cada ocasión es una oportunidad, cada ilusión un encanto, cada esfuerzo una recompensa, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

aunque nadie lo comprenda y a veces nos parecen que hay cosas que nos ocurren tienen más cuerpo, transcurren más despacio como si no quisieran escapar de nosotros, como si jamás hayan salido de nuestros pensamientos, elaboran nuestros hitos, nuestros horizontes y los hacen más posibles.

Hay veces que necesitamos recordar, darnos más fuerza, formar en nuestros ánimos imágenes que nos refuerzan; volar y soñar hasta estrellarnos en la inmensidad. Creer que siempre estaremos pese a los que están demás.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

EN LA IGLESIA

El quince de agosto es día de fiestas. En tu morada, en la iglesia de la virgen; azules de mi mar y blancos como mi tranquilidad, rojos de corales y esmeraldas de viajes orientales, rosas del cielo y celestes como la inmensidad que hoy te abrazan, amarillos tiernos y verdes y grises como el retablo que te acompaña, que te vio nacer, crecer y hacerte tan maja; morados y tules, oscuros de lutos y verdes de esperanza y dorados divinos, colores mezclados de incienso, pan y vino; techo de historia y arte, vetustas paredes que recuerdan y callan, arcos de punta que fijos señalan MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

que te invitan a entrar y a orar entre esas mujeres tan guapas, rubias como el sol que el sur conoce, morenas como tu pelo negro rizado, que a algún gitano enamorado y santo robaste, con platino por talle y mantones; arregladas, de nuevo, del Corte, Zara, o con los más caros moldes; o de tu máquina puntera, o del modisto con más nombre; orgullosas con mirada en alto, matriarcales y responsables, y más que nada esposas elegantes.

Hombres cernidos, labrados con fuerza y garra; con caras marrones de tierra, de sangre, de coraje y calma; tranquilos por estar dónde quieren, sin una lágrima de triunfantes, orgullosos, queridos y afanados, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

vestidos de gala, con sus mejores trajes.

Todos en pie cubriendo firmes sus rostros emocionados; alineados en sus bancos tristes como con farsa, alegres y seguros, blancos, de oro y plata; como si tanta espera cobrara vida en sus miradas, llorosas y emocionadas, pidiendo a la virgen no se qué milagro abandonado, escondido, esperado, ansiado, provocado o deseado o no importa qué tesoro guardan, aquellos que te piden tus galanes y tus damas gallardas.

Miradas abiertas, y encantadas gritos mudos de alegrías, besos prietos que entorpecen, y hasta una paz de hermano y besos interminables y prestos y recios en un gran día. MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

Misa de fiesta; colores untados de aroma celestial, perfidia y alegría, que te ha dejado entrar entre pujas y gritería, y hasta un párroco que canta, que ha sabido subsistir al desprecio, entre mucha desidia y guarda; que dice sorprendiendo “tocar las palmas”; a quien rodeada de flores, y con laureles de guirnaldas, bautizó a tu hijo, y a tu servil esposo que ya no ronca porque se fue contigo, a quien quiere darte el alma;

La tan esperada y querida por tus vecinos y hasta por quienes vienen sólo un día, como casi “yo” y no te conocen, hasta que te ven tan de cerca que atraes y abrazas hasta sentarte a tu lado, hasta que maravillas y haces perder la conciencia MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

como si se tratase de la de Rosa, Paqui, Isabel, Braulio, Migue, Darío, o Mamen que dice estamos con las lágrimas abiertas “y la tuya también cuñao aunque no lo comprendas,” o de Carmeli que ya no estaba o la de Hilario que nos dijo que ese día no falta, o la de Antonio que aseguró “mis padres este año la Virgen pasan”, o la de cualquier Josefa o Manuel o las de todos tus hermanos y primos o las de un sin fin de extraños, venidos desde muy lejos. De Valencia con sus fallas, de Alicante con sus playas, de Madrid la más grande, de Sevilla con Torre y Oro y Giralda por si no fuera bastante, de Granada reina entre todos los tesoros, y del norte frío, también consorte, y de Palma cunera de reyes, y de Barcelona la más creativa y elegante, y de otros muchos pueblos de la Mancha tan mansos, tan humildes, tan llenos de castillos MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

y hasta de Málaga la veraniega, la de la Costa del Sol la de mis padres, la que me ha dado el nombre; la que hoy nos acoge y nos responde y también de otros destinos de no sabemos donde; y de otros muchos lugares de España.

Perplejos, ausentes, anonadados por tanta belleza, por tanta esperanza; por compartir con los del pueblo esos trozos congelados y añejos que aún quedan de sus vidas pasadas, las que todavía recuerdan entre el trabajo, tiempos difíciles y la añoranza, de una tierra que los vio nacer y que hoy los reclama y amamanta.

Voces sonoras y rocieras como mi prima y ariales como me gustan. Cantaoras y andaluzas, y miseras como era tu madre. MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

De vello en punta, animeras como nadie, de Daniel o de otras formas más manchegas que cantan y dan color, y embellecen y costuran y divierten y acompañan a una madre más mayor, a una hermana más joven y cristiana de antes, más consejera por sabia, más humilde como los de tu sangre, más querida y deseada. A la más pedida y confesada, a quien todo es posible pedir, aunque de soledad se tratara; la que duerme y luego se despierta y aguarda y es capaz de cubrir con su blanca mano a nuestros difuntos queridos, aquellos que desde el cielo la llaman, que se rebelan para estar con nosotros y gritan al altísimo que les permita una visita, unos segundos decir unas palabras a su virgen de Luciana. 18 MAPA


Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

A LA ENTRADA

Hay niños que están fuera, unos jugando felices y dichosos con soldados de la plaza, a “tres euros”; a quinientas de las de ayer “qué pasa” otros y otras con sus ropas nuevas y escogidas, y flamantes y cosidas con alguna falta o planchadas de otros días, recordando palabras de celo, de amor y desidia; todos, jóvenes por el momento, mayores y quijotes; todas quietas, triviales, a ratos en pie y estivales; intuitivamente sorprendidos, temerosos, respetuosos, ante tantos encantos esperados, temidos, llenos de calor y abrazo, sin saber qué ocurre; esto qué es, “y yo no se nada”. 19 MAPA


Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

Quieren abrazar con la mirada a todos los que están junto a nosotros, inquietos y perdidos y vivos, fijos en una imagen que embruja, que es vitoreada y soñada y querida como si fuera quien haya guiado todas las penas, las tardanzas, los amores, las mentiras, las tiernas esperas y hasta alabanzas, los sinsabores y aquellos recuerdos de aquel día, de aquel paseo, de aquel engaño, de aquella mirada, de aquel suspiro, de aquella venganza que no llegó a nada.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

LA PLAZA

Poco después en la plaza nueva y aseada a la que se asoman muchas calles, cosida de tantos cuentos y noticias oficiales, la más querida y criticada entre políticos de uno y otro lado que no saben de diferencias; saludos lentos, idénticos, orquestales y coloquiales, y ese encarecido afán por no olvidar a nadie, y esa fugaz mirada que se estrella en tu cara para recordar al bar de Crecen, a la tienda de Frasco a esa torre que se ve desde cualquier lado, a la farmacia, hoy de tu hermano y aquellos bailes de soltería o entre casados que con la orquesta evocan pasos dobles y valses olvidados; hasta seguir rendidos hasta que amanece con el alba con el ruido del caño que sigue siempre sigue sonando y la mente entre tus manos. MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

Y esa otra paz que se esconde entre el sol de agosto y la sombra de su gente, entre esa fuente de agua fresca y chorros que no duermen, que recuerda a los cántaros de tu madre, de tus amigos o amantes a tus secretos y a tus cartas de truque de barajas, de platillos y garbanzos de saltos y dicha cuando chica, cuando aprendías tus primeras palabras comprando golosinas a Francisquito y de torneos y de sorteos y de visita de tantos artistas; y de encuentros de tantas viajeras que te lleva al trabajo o a tus citas; en donde yo hace más de veinte años “pagué el piso” por ser forastero y querer llevarte a otro paraíso.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

EN LA PEÑA

Y cómo dejas a nuestros cincuenta amigos peñeros, simpáticos, risueños, alegres, cultos, vivos y llanos, nacidos por astucia, estrategias y sin motivo; altivos, muy cristianos, sin ningunos aparentes dilemas ni problemas; hasta donde los valgan, se divierten como nadie, nos encantan y divierten al menos algunos minutos mientras la mesa aguarda; nos ayudan a reír, a bailar, a celebrar, y entre una encandilada charla a gastar los ticket de cerveza, de copas o de fanta.

Unos con clara inocencia, otros con mucha guasa; la mayoría sana y dichera pero entre todos la diversión se planta; y nos permiten entretener cada día MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

hasta que el estómago, las cabezas o “la Gaby” ya no aguantan.

Volverán a ser motivo de envidia, a ser cómplices de nuestras charlas, de presumir que tenemos amigos con mucha marcha, de evocar a Diony, a Lucy y a sus hermanas entre ese humor infinito y gracioso y tan pintoresco como el quince de agosto.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

LOS ALMUERZOS

Almuerzos ricos que recuentan entre risas y alabanzas los trasiegos y avatares de una mañana de asueto, cubierta de dicha y calma.

Aperitivos de tantos sabores, vinos de esa tierra y la mejor carne.

Sobremesa eterna, de portales, pesada y despierta copiosa siempre, con rica huella.

Morada de muchos y frescos recuerdos, de hasta cuarenta comensales que forman tu familia como si se tratare de lindas comuniones, bautizos o cientos de manjares, como a los que asistimos hace poco; a la boda de tu sobrino entre el Albaicín, las cuevas del Sacromonte y la Alambra de Granada, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

en la que, te conocí y te amé labré mi porvenir, me casé y me hice hombre.

En el portal interminable, entre vecinos que pasan y saludan y se quedan y hasta comen, que cuentan su vida y milagros; que acaban dibujando escenas escondidas en las que todos participan un rato.

Entre el ruido de los niños y mayores que oyen historias de muchos años algunas tristes, otras elegantes; consejos maduros de padre, con ojos llenos sorpresa con mentes llenas de imágenes; y yo en aquella esquina perplejo y arrogante por no haber asistido antes, porque no me pertenecen todas vuestras historias y destrezas, y verdades y mentiras; por llevarme conmigo MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

lo mejor de este portal de más de cincuenta años de vida.

Aunque entré con buen talante, con los dichos ofrecidos a tus padres, en tu casa del Camino de Ronda en aquella mesa cuadra y ronca, con aristas solemnes como si de leyes tratara; y yo que tanto sabía lo escucho y siento su firmeza lo que dice y piensa, “si la quieres ahí la tienes, será tuya hasta la muerte, si no la amas y te diviertes vete, muere para ella como el refrán que pregona a enemigo que huye puentes de plata tiendes; que para soy su padre, que en esta casa sólo hay hambre de ser rectos y creyentes, de los que no se ríe nadie”. Y la madre que lo escucha, dice muda a los ojos de su yerno, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

“aprende qué razón tiene, no nos faltes”. Y con juramento ciego, sin párrocos y ni iglesias y sin testigos que firman y sin fotos que recuerdan yo te prometí amor eterno como el que hoy nos guía.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

EN LA SIESTA

Siesta que te arrastra, de espera de toros, de intranquilidad y descanso, de ganas de seguir, de continuar contando los minutos que todavía la tarde y noche están esperando.

Ojos inquietos que no se cierran que almacenan instantes de emoción y llanto que no quieren que se escape tu sonrisa, la de tus labios mojados, la que esperan a que me levante con el café entre las manos con la forja con queso y jamón y vino y esos besos que a nadie has dado.

El niño me dice “no” y yo amenazo y digo “si no duermes esta noche no hay dinero pa la plaza, no te quedas con tus primos”, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

y si te ven los titos ya les diré te digan parriba que te espera tu padre que ya verá él que hace, que te quedas en la casa grande a aprender de sus historias de sus desnudas paredes que tienen escritas las memorias de muchos de ustedes”.

Y el que es listo me engaña y dice “papá no me despiertes que si no luego tendré sueño antes; que no sigas, que vale”. Y tu que estás pendiente, dejas la charla y vienes y le dices niño “calla; hazle caso a tu padre y duerme”.

La niña ya se ha ido a buscar a sus primas a esperar a su gente; a aprovechar todos los segundos del día a contar con habla andaluza MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

labios risueños, rojos y elegantes historias de su Málaga y su mar, de su playa y sus amigos, de sus salidas y vestidos. Y verá como encandila y sentirá, sin ser mentira algún un nuevo idilio, que recordará hasta que otro amor le responda, o hasta que devuelva la vista y mire a tus ojos del quince de agosto.

Y sueñas entre el follaje de tus pinos, y duermes entre verdes olivos, entre sombras de ramas de chopos, entre el silbido de tu pasión cuando estamos solos.

Y te evades entre el aire caliente de la tarde entre arbustos y la ternura de tu arrastre; buscando imágenes de antes pidiendo no ser más que nadie, sólo encontrar un camino hasta llevarme y despertar entre tus brazos de mujer amante. MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

HACIA LA ERMITA

Son cerca de las siete y los toros descalzos en tu tierra no aguardan; quieren entretener con sus muertes la mejor parte del día; quieren ocupar con arte y sangre un sitio destacado como si fueran los artífices de estas fiestas singulares.

Paseo entre pastos y arrabales, entre piedra y grama, entre oro segao de huestes , entre verde de esperanza y mil juegos de antes, entre el primer beso y las acaricias que sólo tu sabes, entre aquélla noche loca y suspiros de amantes, entre tu niñez y juventud y paseos de amargura y llanto de coraje y temores por si te miran o ves MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

a algunos “de esos cobardes” que han enturbiado tardíos días de descanso que no quieres ver cuando visitas a tu padre. Coches que vuelan tarde, carreras que se pierden a prisa, a delante, y un decir de boca en boca “vamos, llegamos tarde”. “si no corremos nos perdemos lo más grande”.

Y llegas a la ermita alta y quieta, con tablas nuevas, las que te hoy te llevan a todas partes, las que has encontrado entre tus recuerdos de siempre, entre tu muchos siglos de espera ciega y escondida como si no fueran de nadie, como si quisieras ganar a la virgen el triunfo de la fama, como si desearas con dinero surgir entre tus ramas.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

EN LOS TOROS

Pagas y buscas la redonda y blanca arca; toros que no existen, risas que no se oyen miradas que se escapan y sonrisas que dibujan mucha juventud sana. Orquesta que muda llama, chiquillos que torpes resbalan, conocidos que se atrapan, y hasta algunos pobres sordos que hoy quien dar lata, y que esperan mañana entrar a “la vaquilla”, y tirarse a la plaza y presumir con un capote viejo y sin color como sólo saben mover los muchachos como “yo” un día de valor aireé aquel de otro año más temprano.

Pipas que se comen, bebidas que englotonan, aturden, embaucan y acompañan.

Toreros, novilleros niños, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

inocentes, bien vestidos. Pañuelos blancos que se afanan, vitorean y aclaman; fotos que eternizan las figuras y dibujan las ganas de seguir en esta plaza, a los que no nos vamos porque queremos más caña. Y un sin fin de comentarios sin más valor que su peso en oro en ese momento y que vuelan y se van para no oírlos nunca más.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

EN LOS JARALES

Tras la campiña, allá a lo lejos, hasta la loma, hasta Santo Domingo, hasta los Jarales, en donde anidan perdices y liebres conejeras y tu infancia feliz en la que dejaste tus brazos media vida y hasta tu frente que los años la han hecho diferente; entre cepas del mejor vino, que celebraron tu suerte, y flores de dos mil dos colores y noches de un millón de estrellas y el amor por el trabajo que predicas tan terca, y tantos sudores y tantos paños; y cántaros calientes; y luego llegamos unos pocos y gratuitamente dividimos en tu cortijo e hicimos las partes de tus padres, de tu herencia, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

de tu pasado, sudor y muerte, de aquellos a quien juraste un día incierto que esos trozos de tu cuna y tu madre no se los lleva nadie; cruzados con una guerra como ninguna como la más triste y puñalera porque no se la merece nadie.

Hasta que cruza esta tierra llana, de caza y pasto y se resbala hasta Los Lirios formando los primeros montes de su tierra hermana.

Tierra de colores ocres como tu cara, amarillos trigueros, verdes como tu mirada, marrones como tus labios, sonrojada como si tu la amaras, con azules de tus ojos como el cielo que hoy te acompaña; que sólo igualan a los mares de mi casa.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

EL PASEO

Y en los paseos, longevos y estrechos, con niños y abrazos.

Personas que andan a paso tan lento que no quieren pisar.

Paredes que cubren y te guiñan con la mirada al pasar.

Casas firmes, blancas, algunas sin terminar; te ríen, te miran, escenifican tu recuerdo como los que más.

La música de fiesta sale de dentro; las horas que no pasan.

Las voces de silencio y hasta un baile en la plaza o en la verbena antaño no sé con que nombre, “los...Herreros creo” y hoy sin más “los latinos”, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

muy modernos que asumen preñados de dolor una tormenta fresca y para algunos molesta porque no sabemos de dónde ha venido a entorpecer estos momentos tan nobles, tan queridos, tan inocentes y tan inquietantes, tan bienvenidos y tan esperados, tan entusiastas y sublimes, que hasta la mujer de Manolo quebrantando su halo mira y dice “qué pasa”.

Hermanos todos que arropan con gracia la escena, que nunca fallan, sus mesas dibujadas, llenas y lucidas, de aromas, de sabores y plenas, que brindan solas. Jamones, quesos y carnes, frutas que se esparraman, licores que adormecen esa paz tan placentera; que te recuerdan a la familia, a las risas de todos, al abuelo, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

a la abuela, a sus prácticas, a su sabiduría relajada por el trabajo, y la experiencia de los años y a la tan buena tía Ángela y a su empeño porque todos estemos en la buena y en la segura y una misma y tierna rama, y a mis hermanos que también un día estuvieron aunque de eso ya no hablan.

Árboles que dan sombra y fresco de vuelta a casa, Camino que no se acaba; saludos y miradas que nos aguardan y esa cantinela de siempre, segura, alegre y esperada que saluda..., “pollica tú donde estás, dime éstos son tus hijos, y tu madre como está... madre mía del alma. Si tu padre estuviera... MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

que trabajador, que planta, cuanto bien hizo y trabajó y fue bueno hasta el momento que os dejó sin que quisiera su estampa. Y tu madre como está, que cuenta, que dice... Pobrecica, Dios dirá. Y tus hijos, dime, habla...” Y tu sin pensar, andas y sigues por fin para no acabar triste para no decir lo que deseas, lo que te hiere el alma.

Y esos churros que también quieren dejar otra mella. Los de siempre, los de Ignacio, los del pata, los que acompañan hasta que amanece, los que te de ardores te matan.

Los amigos pasan y pasan mareados de dicha, y hasta de envidia sana; Y tu quieres volver a abrazarlos por última vez con la mirada o hasta que “díos” o la virgen digan basta.

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

EN TU MIRADA

Y a veces no puedes comprender que tanto don sea posible, y a veces te dejas llevar hasta esos lugares sin limites.

Y en cada desayuno, comida, o cena, entre las chuletas, el chorizo, las morcillas y el vino bueno de la mancha y hasta las cervezas de ayer, de hoy y pronto mañana no quieres dejar de decir en cada historia, en cada paseo, en cada mirada “olé, olé a Terrinches yo quiero volver”.

Y los vecinos que te aguardan, saludan antes de llegar, esperan ansiosos las primeras bruces, te besan y te llaman y por si fuera poco están dispuestos a aguantar a unos que llegan, cantan, ríen, disfrutan MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

y se van mañana, y si toman el fresco de tu calle El Aire ríen y cuentan sus glorias.

Primos todos, unos más, otros también, Y miguelito que dice papá qué familia, qué pasa; este es mi pueblo, qué iglesia, qué imagen,

que riqueza de pertenecer a esta gente de donde es mi madre, mi abuelo, y mis muchos recuerdos que ya me atan a ese lugar de donde es la Virgen de Luciana.

Y hoy quiero decirte, como ayer, como mañana “gracias” Terrinches, gracias Rosa, gracias hijos y a la compaña porque aunque no lo creías, o dudéis, lo que se refleja en estas imágenes, que no es posible describir con palabras, no es más que lo que lo que siento en mis entrañas, que me permito reflejar en esta hoja de colores MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

porque me ha dado la gana, porque necesitaba decirlo entre poemas y sonrisas porque quedarán para mañana.

Y ayer te comenté como un idiota como en otras cien veces que me gusta, que yo he “estao” como siempre, que hasta cuando tú te vuelves terrinchosa a mí me caes bien aunque te exaltas. Que Angélica alardea de andaluza, se ríe y gusta, y añora con esperanza; que tu hijo presume de listo y embaucador; también se ríe y gusta; que seguro contarán muchas historias a sus amigos y hasta yo presumiré de tener a una mujer de Terrinches, con historia, con paseos, toros, caballos y verbenas y campos centenarios de trabajo y una familia y una virgen de Luciana que te puede hacer creer porque no es posible MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

que tanto pueblo y tan bueno se equivoquen, y vuelvan cada año y canten “a Terrinches yo quiero volver”.

Pensaremos, nos acordaremos, desearemos que pasen pronto otros meses para volver a ofrecer su salve y decir y oír otra vez ” a Terrinches yo quiero volver”.

46 MAPA


Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

DE VUELTA A CASA

Y en el camino, entre las cuatro horas de vuelta pensaré algunas locas-bobas historias de Lirios y jabalíes y ardillas mansas, que este año no he visitado como otros años. aunque hasta a los niños impone ver desde su balcón tantos miles de plantones de verde olivos y hasta los tejados de tu pueblo allá a lo lejos y esas tortas que sólo tu transformas en galianos de la mancha, en ese quejío sublime y triste de esa tierra ancha, hospitalaria y fiel por haber pertenecido a España, por haber seguido algunos de tus pasos entre aires de zorros y enjambres de paja y muchos paseos de monte, de vareo y arao y mucho cante MAPA

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OlĂŠ, olĂŠ a Terrinches yo quiero volver

entre bosques de pinos que abrazan a este lugar divino.

48 MAPA


Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

AL SEGURA VOY DEL SEGURA VENGO.

Y yo me acuerdo de otro ayer de otros viajes de alfombras de tomillo y romero entre árboles centenarios y pinos de Génave y de Torres de Albanchez, entre jabalíes que construyen sus caminos. Entre el cortijo nuevo , entre el otro de chuletas tiernas, más ladino; más viejo, más divino; cuna de centenares de hombre y mujeres que a recoger tus frutos fueron; entre muchos amigos, venidos de todas partes que juegan con cartas entre la paz de tus noches, y tranquilos días, que cuentan chistes y mentiras para estar a la altura de tu única belleza, la misma que ha sido testigo de tantas y tantas fiestas, MAPA

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Olé, olé a Terrinches yo quiero volver

de tantos y tantos gritos de alegría.

50 MAPA


Getru

Ayer te hice tu primer poema; “me he enterado que escribes cuñao, cuando me vas a hacer una reina”; y yo te dije “bueno, vale,”. Y tu como si nadie; con humilde sonrisa, con sublime mirada, miras a tu hermana que plancha atenta, que te ve y me dice “no la ves, venga”. Y miras y ríes. Otro triunfo de aires, de voluntad si quiera que me enviste y ciega en esta máquina viajera. Te pinto como vistes, como calzas y naciste; y cuanta recompensa me diste por hacerte un segundo la más prenda. Te leí lo que te hice, Y tu me dijiste “ponle un cuadro, dámelo cuando quieras, MAPA

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Getru

pero no te lo quedes, que esto es mío, que mis amigas lo lean” Y yo te dije “te lo doy en tu cumpleaños, dentro de poco, no te preocupes”. Y tu hermana deja la plancha y seca de sus ojos lágrimas, porque ha visto entre letras entre frases y versos y una cierta gracia a su Gertru, a su hermana del alma, con esa imagen quieta, de tantos años labrada como si de escultura se tratara, pero con encantos infinitos de historias de la infancia, de juegos de adolescentes, de secretos, de mentiras piadosas, de llantos insignificantes, de minutos de silencio, de risas gigantes, de presumir como nadie; MAPA

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Getru

de tener ese tesoro, que no cambia, que es como si no pasaran los años; de oír sus palabras triviales y decir “esta es mi hermana, la más grande. Has estado conmigo siempre, Antes, hoy y mañana, como una estampa viva y alegre, como dibujos del presente y del pasado, como la niña que siempre quise, entre pañales grises, entre gasas y flores malvas entre postales de la virgen, entre glorias y recuerdos de muchos años, entre secretos tristes y otros que por desgracia olvidaste, pero que a veces vuelan y me atrapan”. Y ahora qué le digo, Y ahora qué escribo, si sólo recuerdo unos pocos minutos dedicados a tu mirada, entrecortada, de espera, de antojo y ansia por avanzar en tu infinita infancia MAPA

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Getru

a donde no ha llegado nadie, a donde sólo tu vas cuando te escondes. Te imprimiré este otro poema que acaba como el otro que se ha ido empieza. “Corazón de niña, alma de mujer, de iglesias y Terrinches, de padres y hermanos, de sobrinos y primos, de golosinas y rezos, y de besos fraternales como los que te vieron nacer; de saludos y manía y tesoros escondidos en tus recuerdos que sólo tu conoces, y sueños y viajes y amores fantasmales, y ese tesón que día a día te guía; no cambies, sigues tu rutina que aunque tu no lo sabes eres la más equilibrada, la más paciente, la más sencilla, la que menos necesita, la menos egoísta, MAPA

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Getru

la más cándida y más niña, Y recibirás, sí, esta poesía cuando pronto cumplas tus cincuenta años; y me darás el mismo abrazo, con el mismo cariño y perfidia como si tuvieras tus inacabables ocho años.

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A camino de Granada

A camino, entre ruedas y una conversación fácil; entre el cansancio de veintisiete días de asueto y las ganas de morir en tus sueños.

A camino entre tus recuerdos, y las ganas de cumplir con tus encantos de veinticinco años de promesas, de bodas de plata de mi plaza de la Universidad pasada.

A camino que ya suenan a sierra y mar en tu cara, a esa foto de mil colores que vistes de gala; entre un cielo que te abraza y los encantos moros que aprendiste en tu Granada.

A camino, sin distancia, tan cerca que el mirador te abraza, que haces de él tu balcón, para todas la miradas, de ayer o mañana.

A camino entre coplas que te cantan, entre letras de poetas, reyes magos y fieles cristianos, MAPA

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A camino de Granada

y un sin fin de almas que recorrieron tus entraĂąas.

A camino entre calles blancas y quietas de cĂĄrmenes de lujo y paja y pinos que llegan al cielo y piedras que te aclaman. Esas mujeres rubias que te abrazan, y esos hombres celosos de tu historia de tanta belleza, de envidia sana, y esas palabras que repiten tu grandeza, y reiteran tus palabras.

San NicolĂĄs supo de tu existencia entre el Sacromonte y la Sierra Nevada en un cerro de cielo y alma; frente al Albaicin de Granada; en el Sacromonte de cuentos y bailes gitanos, que te dibujan y te sienten como cristiana.

Torres de tesoros y artes magnas, escondidos entre montes verdes, entre luces y estrellas, y cuentos de mil y una noches, y el reflejo de tus ojos dulces, que recuerdan a tu cueva, a tus amigos, a tu infancia. MAPA

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A camino de Granada

y yo que emigro a aquella mirada en la que tu me esperabas, vestidita de rojo y esmeralda y con una sonrisa callada, esperando mis palabras.

Y yo que soy grande porque he ganao, por torear en esa plaza.

Embrujo de un millón de sonidos mudos, de más de mil horizontes, cortados entre tu fauces, entre tus líneas inmortales, y esos deseos que a todos invades.

Negros y amarillos, dulces de palabras que te anhelan y te buscan como amantes; Darro que te retiene, paseos de alabanzas y chistes de siempre y quién no tiene una copla que te acompañe.

Verdes y dorados con milagros árabes, con pasión tolerante, con tesón de murallas, MAPA

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A camino de Granada

y protección de madre, y ese tibio velo que siempre quise, que te guía y te pide como nadies.

Nacimiento que en el cielo buscaste como lugar sagrado de cuna y sangre; de moros de ayer, de granadinos y paseantes, de tantos locos que te pintan y dibujan y de nosotros cinco que vamos en tu busca queriendo ver tus caras; enséñanosla;

Restaurantes de agua y embrujo como tu facha, como tus serviles ganas, que nos alientan con manjares para ir a tu encuentro y adorarte.

Calle de Elvira, la de mis mentiras por quererte darte más, porque en ti me volví loco de amor, por saber que existe la pasión del momento, por esas dos horas de tantos recuerdos, entre tu conversación fácil, y tu loca compañía y las lágrimas que hoy me acarician MAPA

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A camino de Granada

pensando que ese fue el mejor día. “Quedamos mañana, yo no lo sé...”, y tu que no querías, sin saber que tu angélica y miguelangel son fruto de aquel día.

Les contaremos cuando entiendan lo que es amor, sin mentiras, cómo fue aquel momento, de sorpresas, de secretos que nos unen, por la ilusión de cada día.

Y me acompañarás siempre hasta que duerma. Plaza Nueva y miradas en alto sin saber donde te escondes; sin tener una pista hasta llegar a tu granada diez, entre tantos bailes, copas y dime qué piensas.

Mueve tus caderas, sin medida, como aquel día; “Pelo y cara dibujada cuando te ví; desconcierto con tanta magia, sin saber que será de mi, otro día más o toda mi vida por vivir a tu lado”. MAPA

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A camino de Granada

Y por fin esa Alhambra cuida su prestigio de cumplir sus promesas a la sierra de unirnos para siempre, para verte cada día.

Quiero abrazarte cada momento, entre tus plazas hermosas y calles mojadas, quiero empañar un poquito de mis sueños y dejar algo para verte pronto, para sentirte como a tí vida mía.

Y entre sombras y el aroma de tu cuerpo despierto de este encanto, “qué está pasando;” y me visto y salgo a tu Camino de Ronda buscando, entre aquellas voces de la noche, de tanto embrujo y sueños divinos y me pierdo entre tus calles de Granada, y voy en tu busca y te hallo.

Y me confortas y te quiero. Y volveré a sentir este amor de cuentos y halagos y alegrías y ganas de repetir y decirte de este modo, MAPA

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A camino de Granada

con palabras y aparente tristeza volveré a verte Alambra, que fuiste testigo de mi único amor entre negros y morados y grises y blancos y pócimas que me diste cuando sólo era un niño enamorado.

A camino voy como errante como si necesitara volver a verte como si de promesa se tratara cuando te vi primero y tu me guiñaste. y te juré quererte siempre, no te acuerdas...,

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Aquellas moradas

I Más de dos millones de momentos de existencia y sólo varios puñados de recuerdos dibujan mis entrañas; que han sembrado lo que hoy soy, como seré mañana.

La mitad con mi familia, la otra parte ha sido mi vida. Todavía no sé cual es la raya ni el camino que las separa.

Cómo llegaré hasta tu morada, cómo despertaré de ese espejismo que me espanta. Si soy yo mismo o ya no existo si me he fundido con el fresco de cada mañana.

Con tantas caras que se han ido y se fueron a su morada. Si os habéis alejado, si ya no contáis nada.

Si vuestros frutos ya no veo como en aquellos días, de pocas inquietudes y de tantas desgracias.

De idas y venidas a unos aposentos MAPA

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Aquellas moradas

fríos y alquilados, de paredes de cristales inertes, como vanas.

Ni siquiera los trozos de una vida que se ha roto, que yace y no mira porque tiene cerrados los ojos, de tantas lágrimas escondidas.

Aquellos ya se fueron y puede que se hayan encontrado se llevaron tantos secretos y los recuerdos de sus moradas. II Cuando sólo veía y todavía no sentía fugaz te vi.

Hoy no sé si eras real o si a fuerza de oír dibujaste aquella figura de negro y pelo cano.

Papá Juán, con aire de mando en mí, y en tu hijo y en tus nietos y en una enfermedad tan hostil.

Y un segundo después te fuiste del cuarto largo, si no te levantabas. MAPA

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Aquellas moradas

Y sólo nos llamabas, repitiendo un poco de compaña.

A gritos de dolor y carcajadas, y sonrisas que llegan al alma. Y súplicas con quejíos, porque te daban calma.

Me hubiera gustado oír tus historias, las de pequeño. Y las de tus padres y las de tu gente que te siguieron a alguna parte.

Y las de tu madre que no conocí, porque se fue mucho antes de yo nacer. Y de tu padre y de tus abuelos, y de tu vida de carabinero.

De esclavo y guardián de arena que se asalta, de una vida de enero. De frío y mar que te hace navegante, y de tristes historias que nunca me contaste,

Y de celos y cobijo y un filón de añoranzas que se han ido que hoy imagino entre paredes grises y puertas que no existen. MAPA

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Aquellas moradas

Pendiente de tus hijos, de tu mujer Antonia que tanto te quiso, hasta que se fue a su morada, entre velos negros y cuatro paredes.

Tan pronto que no la vi, que también me contaría sus glorias y sus míseras gordas, y los sacrificios que sufriría entre ese tiempo de penas y lonjas, y casitas que brotan solas como si fueran plantas de playa, de arena fina, y jardines de piedras chicas, entre chimeneas enormes y trabajadores que te miran, con sudor de hombres que se proponen acabar el día, llegar a sus casas y coger embrazo a sus hijos, y besarlos y alzarlos hasta el aire que respiran cada día; porque es lo mejor que les sucede.

Y sus mujeres les reclaman, a pesar de que trabajan, porque otra cosa no saben hacer, porque ya es difícil ver el alba.

Tan lejos de todos que no la contaron, MAPA

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Aquellas moradas

tan ausente que no guarda fotos ni imágenes que retienen. Y te fuiste a tu morada, en donde yo tuve después mi cama. III Durante tantos años, hasta que cundió mi ida y brilló mi huida. Compañera de paseos oscuros que te labran y te aran, que descubren tus sentidos.

Y te aíslan y te vuelcan y te hunden un instante, y se repiten y te llenan y deparan para calmarte.

Testigo de mis ganas, de amores de niño que no cuentan ni cantan de adelantarse al mañana.

Amiga de mis sueños, abrazo de mis fríos de invierno, que abrigan tus pestañas cuando duermen en tu almohada.

Aire fresco cuando pienso. Nunca me dijiste no, a pesar de que todos los días te dejaba MAPA

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Aquellas moradas

y por la noche te abrazaba.

Cerca de la ventana, frente al cuarto largo de madrina que se irá pronto, aunque que no se lo imagina.

Cuánto la quise. Cuánto la he querido hasta hoy, hasta siempre aunque se vaya a su morada.

Con sus gestos firmes aprendidos y de nobleza y quieta y oyente, dando a cada uno lo que siente.

“Y dime qué quieres, aquí estoy si puedo ayudarte pide que seré para tí siempre”.

Con su foto y vela y amante de madre que le guía, y su temple que se aleja para no molestar a nadie. Acurrucada en su sofá, doblada por tantos años de sacrificio. Hoy ya no te conoces, MAPA

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Aquellas moradas

sólo eres un reflejo de una madre a la que quise siempre, a la que recordaré hasta que lleguea mi morada, en donde te veré joven como en la foto de tu vida.

En la que te abrazaré y te agradeceré tantos gestos de ternura, de cuando me llevaste un día al mercado central; tendría pocos años, y cuánta paciencia cuando yo movía aquel juego de pelotas que no te sorprendía y me decías “ya esta bien, vamos que se nos acaba el día que tu madre dirá con razón se queda contigo madrina, no ves que a gusto está con los vuestros, a donde va todos los días, a las cinco y cuenta y vigila los minutos queno llegan.” IV Yo también pensaba, apoyado en aquel pollete de madera camino del patio entre el cielo y los huecos de muchacho.

Bajo plantas de aquel jardín de tantas vecinas, de babuchas y rulos y batas de miles de dibujos, MAPA

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Aquellas moradas

que abrigaban con aprecio tertulias y animaban las sequías.

Y miradas ocultas y una envidia mala, porque tenías lo mejor, tus ocho niños que abrazas.

Y maldades de aquella que un día se fue a su morada, entre olores de comida de sus perras, a pitraco, a sangre fresca. A todas sus rarezas, a peleas. De no cruzar el pasillo que va a su casa, para que no te vea.

De no conocer nunca a sus hijos que vivían un piso mas abajo, escondidos en tu guarida de lejía y pocos palmos,

Y no hay quien pueda, ni tu que eras gallarda, con mi madre que orgullosa mandaba en ese jardín de lágrimas.

De triunfos y desidias, MAPA

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Aquellas moradas

de voces que nunca molestan, porque eran las nuestras las de mi sangre y cuna quieta; las que cantaban y prendían nuestros corazones, desde una mesa larga; desde el fondo de nuestros rincones.

Amiga de cientos de almuerzos alegres en donde se repartían cazos de amores, de sonrisas abiertas, de cruzar con abrazos el aire.

Para que me oigan, si aún no soy nadie, si me toca aprender de vuestros gestos y refranes y de historias de una vida.

Por verte cada día de pie mandando a tu prole, que se fía y te admira y se divierten con tu ira que nunca asustó a nadie.

Con el amor que nos envías, con tus ojos heridos por los años de trabajo, y calva de tantos desengaños. y una barba de dos días. MAPA

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Aquellas moradas

V Conversación sin fin hasta muy entrada la noche en aquella terraza de verano, del fresco eterno. Anocheceres inciertos, y de cuéntame como te ayudo, que somos casi hermanas, que nos vemos mañana.

Que la cena termine. La quito y la detengo; si vienen mis hijos que se hagan lo que quieran, que yo me voy con mis vecinas.

Las de enfrente cuentan en alto sus penas, y me tranquilizan, y me dan fuerza y ganas de volver a sentir el aroma de tu verano.

Bajo el árbol de hojas tristes de arrugadas moreas y tronco tieso y encrucijado, en el que mis hijos se suben para criar a sus gusanos de seda.

Cuando llega marzo, cuando se llenan las praderas en primavera, MAPA

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Aquellas moradas

cuando vino el amor, y se detuvo hasta hoy.

Después tantos años de paciencia, sin bodas de plata ni quejas, pero con un tesoro que nunca se aleja, y ahora está cansado y me deja. VI Y de invierno en cada tarde con brasero de carbón y madera cortada de quemar, y perras de caza castañas.

Socorro y tía Rita siempre de negro luto que te saludan al pasar, de Lucena, de su Córdoba que siempre reitera,

VII En el portal número doce, de la calle Los Leones, donde yo nací, de la barriada Girón.

De un nombre prohibido que sólo se dice despacio y bajito, porque no sabemos qué hizo MAPA

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Aquellas moradas

con amigos vándalos que cruzaron nuestros mares de la Misericordia y la Térmica y la Chimenea del Plomo, desde donde yo venía descalzo hasta casa, pensando qué haré mañana, hasta cuando. VIII Y me invitó a nadar, y enseño sus melodías, y me ofreció frescura y alegría, y me echó a ninguna parte, entre el juego de tus aguas que me abrazan, tan mansas y vacías, de terciopelo verde y grises y naranjas, y tus azules de mar que cada día me aguarda, y me ató para siempre a esta tierra marrón, que tiene una hermana líquida, azul y salada, con sabor a miel de juventudes, de cuerpos de niños y niñas guapas, y a toallas de playa, y a palabras de lorenzo y gorros que abrasan, y agradables esperas, bajo un sol que broncea tu alma y la esculpe y la hace cómplice de su amor, MAPA

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Aquellas moradas

de sus noches de luna llena, de viento suave y humedad tan sana, y júas de vientres de junio, y donjuanes de siempre y tulipanes que vuelan y cantan. Que te visitan con amantes, y se echan a tus brazos, bajo las estrellas de ese mes de marzo, de abril y hasta noviembre, y hacen el amor bajo tu manto santo, en granos de arena vendita, como si de alfombras de mil y una noche se tratara; de cuentos y melodías, que no dan calor ni espanto, en una infinidad sana, y tierna y sagrada como esos minutos que robas lo prohibido, que te rompe el alma, que te pide que no desista hasta que llegue el alba.

Déjame tu huella, déjame decirte al oído “te quiero”, en estos momentos no me importa nadie, si tengo estrellas y un mar que brilla, MAPA

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Aquellas moradas

y una luna llena, y un amor para toda la vida, y un cuerpo que me ama, y me acaricia, y roza con ternura, y me toca y aprieta unos instantes, y besa mis labios que arden y me abrasan con pasión, y se funde en tu mirada, y se hace con tu eco, y encuentra en esos tus secretos ocultos, y te brindan, y te oyen por dentro, y te anuda, y gritas de perfidia, y deseas prolongar ese azul intenso para toda la vida, o al menos repetir tanta pasión otro día, junto a ese mar y esa luna, y las estrellas que los acompañan, en un matrimonio infinito, de piel y amor y ardor y pasión, y esa melodía que canta, que te llega hasta el corazón y te llena el alma y te hace cerrar los ojos de placer y calma. 76 MAPA


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IX Aquel que tantas veces me vio jugar a los platillos, al trompo y a las bolas y a las estampas, entre el gentío de tantos niños, ya sin nombres y caras que se han ido, de piel mojada y ropa arrugada por el furor de ser los primeros, siempre bajo la atenta mirada de mi madre que cuando la cosa veía mala decía “Miguel Angel a comer, que ya es la hora”.

Y con orgullo subía la escalera de uno en uno primero, pronto de dos en dos y corría y decía “ tengo tanto... he vuelto a ganar, mira...”, y mi madre ya tranquila mira a mi padre y repite: “no ves, ya te decía”.

Y desde la acera de frente, la que nos cobijaba a la caída de cada tarde y nos esperaba siempre, como el reloj de nuestras vidas, para repetir tantas veces, “no me pillas, te has pasao, has perdío, que se lo digo a tu padre”. 77 MAPA


Aquellas moradas

Y con tres y con cuatro, hasta aquel alba, en la que tantas veces pensé “hasta siempre, hasta hoy, hasta mañana”. X Y tu siempre enfrente, al otro lado de la cama, sin decir, sin estar, oculto en tus mentiras, que tanto reías, burlando por fin a mamá a tus hermanos y abuelos y a algún amigo que no conocía, que tanto te querían, haciendo de tu mundo nuestras vidas porque eran las únicas veces que te hacíamos el caso que merecías.

Frente a mi, en aquel pasillo de entrada a casa, desde donde llamábamos asomados y vencidos de soledad, y decíamos ·”abre, abre que quiero agua.”

Tirando aquella pelotilla que te odiaba MAPA

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Aquellas moradas

que suplicando venía hasta mi manos y cruzando aquel largo tramo me pedía no llegar hasta ti, porque tampoco te entendía, porque no quiso escucharte.

Aquel primer día que fui a clase del Ave María, tu sí lo sabes, lloraba en el camino, en la entrada a clase, te pedí “no te vallas Seba”, y, tu más grande, agachabas la cara, pensando “lo tienes que pasar pero es una tontería,no lo ves”

Y cuántas horas de camino, de desenfreno, de buscar tu destino, de no saber dónde estás cuál es tu sino, aquel que nunca ha estado contigo, ni en casa, ni con tus fantasmas amigos, ni el bar de La Paloma, ni cuando estabas tranquilo, pendiente, sonriendo siempre, sin ningún quejío, MAPA

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donde yo estuve contigo.

Aprendiste las reglas de todos pero no iban contigo; ni las copas te vieron tranquilo, ni las coplas que nunca aprendiste, ni tu primer viaje a aquella mili que te forzó y te hizo añicos, sin pedir, ni decir, sin querer, sin sentir.

Qué pensabas tantas noches de soledad y suicidio; a quién pediste perdón por ser un fastidio, cuántas veces te juraste cambiar sabiendo que no podías; a quién envidiabas si no lo decías.

Qué quisieras haber sido si nunca lo has dicho. Cuál ha sido tu referente Si no lo has conocido. Quién ha podido ayudarte si no lo has pedido.

No bastan las palabras MAPA

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Aquellas moradas

ni los gestos ni los motivos. Pero tú que hiciste porqué renunciaste a nosotros que éramos mundanos. Como todos los demás, como cualquier cristiano, como te gustaría haber sido, como tantas veces has pedido reflejado entre tus lágrimas, entre tus quejas y lamidos; por ser tan diferente, por estar tan lejos entre tu gente, por provocar con tu difusa ternura nuestra ira y nuestros deseos que pronto se acaban.

Por dar un portazo a nuestras vidas y acogerte y ayudarte y estar contigo, pero de verdad, un día, y decirte al oído “todavía no te vayas a tu morada quédate conmigo, te ensañaré lo que quieres, lo que nunca has aprendido, porque te ocupabas de tus propios instintos, aquellos que no conocemos, que vencemos y apartamos, porque nunca nos han sorprendido, porque estamos contentos con nosotros, MAPA

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con aquellos que nos hicieron”.

Tus ojos verdes que tanto tiempo te marcaron te hicieron el más guapo de los hermanos, hoy las fotos se hacen eco de lo que tu mirabas; me gustaría saber “qué querías, qué pensabas, porqué no lo trasmitías cuando podías, porqué tardaste tanto, porqué te conformaste si sufrías, porqué sólo te confesaste a mamá, porqué pasabas de largo y nunca venías, porque nos odiabas y querías, porqué rezabas si no creías, porque nos ayudabas si no te importaba, porque nos alejabas y unías, porqué tus noches eran nuestros días, porqué eras tan diferente, porqué nos mimabas si no nos veías, porqué reías nuestras desgracias si tu las padecías, porqué...porqué..”

Cuarenta y dos, como los que hoy cuento, esos de los dos millones de recuentos. Entre estas letras y tantos recuerdos, y la huída a tu morada, sin morada. MAPA

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Que ninguno quisimos, en la que nos veamos.

Porque no queríamos abrir otro camino, porque ya teníamos abuelos y padres muertos, porque no te correspondía entrar en ningún infierno. Porque no queríamos sentir la amargura de figurar como desalmados que no han sabido guiar a un hermano huerfano y ermitaño. Que mudo siempre ha gritado “yo no sé, qué hago, dadme un abrazo que tardaré en volver cuando sea como queréis aunque sabéis que eso no podrá ser, que no engaño ni ira sino la trampa de mis fantasías que vienen y van a ninguna parte, hasta pronto, hasta mañana, hasta que os diga cómo estáis, si yo os quiero, no me veis. Que no siempre miento, ni cuento cuentos cuando se trata de mis cimientos, de aquellos que de verdad me conocen MAPA

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Aquellas moradas

aunque los trate como un niño, con desconocimiento, como yo habría querido ser sin saberlo, que no quiero infierno ni tampoco que me veáis tierno, que soy como me hizo mi madre, y mi padre que hoy recuerdo. No me dejéis, yo ya me voy, no lo veis, si de esta sala de cuatro metros no salgo. Si yo no pido más que eso, si es la misma cosa que siempre he “sío,”. Desde que era un niño, un mozo y para vosotros ese perdío, ese ser que no conozco”.

Y mucho después antes de ese ayer viniste de lejos, de la Coruña, no sé si será cierto. Desde donde siempre has estado, para decirnos “ya no sufráis, me voy. Sólo os dejo mis mejores rincones, aquellos que no os reclaman, que podréis compartir sin mí cuando ya no esté, cuando sólo algún día triste me llaméis, o pase por vuestros sueños de desvelos, MAPA

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o contéis una historia de ocho hermanos, de mama y papa y mama Pepa y Papá Juán. O cuando tristes veáis las fotos de nuestros padres, que os ven en el sofá cada instante, con mirada fija, como las situaste, los que nos dieron la vida y también vuestra sangre, pero no importa yo os quise hasta el último día que os vi que os guiñé y os dije hasta siempre, no me olvidéis..”

Y desnudo y sin nada te fuiste, en una habitación de hospital igual a la que naciste.

Que marcó tu rumbo, que se ensañó hasta encontrarte sólo.

Hasta que dijiste “adiós, me voy a mi morada. A través de ese purgatorio en llamas en donde purificar mi alma. Y os acompañe en vuestros paseos de soledad, y alcéis miradas al cielo donde tantas veces vais, MAPA

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Aquellas moradas

o cuando juntos almorcéis y me echéis en falta ”. XI Tan pequeño, como siempre, con pantalón gris de uniforme, jersey azul y camisa blanca,

“Lávate que yo te vea los dientes, que llegas tarde, que voy contigo, que no sabes donde está el colegio, que eres “mu” chico, venga miguelanje, venga. Toma el colacao de leche con galletas, te he hecho pan migao caliente, como me lo pides siempre, como sé te gusta, como sé que quieres”.

En la escuela de las Maravillas, en aquella clase gigante, dónde iba gente importante, y mi madre más que nadie “mis hijos también aunque me falte”..

Como siempre con huída adelante, como si los problemas no te sitiaran, como si nunca existieran aunque fueran importantes. 86 MAPA


Aquellas moradas

Firme en mi banquillo marrón, de madera vieja, arañada por tantas uñas que me hicieron sangre, por los porrazos de alegría que nos vencían, sin saber aún desde dónde venían.

Y yo veo mucho más tarde, sentado en otro banco del Ave María, cuando se me calló aquel espejo negro y tu me dijiste “esto que es, niño ¡que haces¡, se lo digo ahora a Don Manuel, que te digan, que te hablen..” XII Escuchando a una profe invisible que era estirá y estrecha, de palabras dulces y con abrigo de verde pizarra, brazos largos y blancos y habla sabia, de muchos refranes y encantos que yo no conocía, y fina de Madrid o de Valladolid, y con muchos niños que están a mi lado pero nunca he llegado hasta ninguno a tanta distancia. 87 MAPA


Aquellas moradas

Y me da pena, y con tanto ruido y olor a goma de borrar y lápiz, y esos deseos desde tan niño por querer ser diferente, por labrar un futuro desde ese instante, que yo no urdía, que no sabía cuál sería la fórmula que me llevaría hasta ti, hasta lo que hoy me toca sin echar a la lotería.

Y una alegría impúdica por aprender lo que antes no conocía, y tantas preguntas por responder, por creer que todo es mágico, que la vida es incienso y mirra y pan y vino y reyes magos que vienen y van y te traen regalos y te acarician, y sales a enseñarlos y todo es mentira. XIII Pantalón corto y contento; “va mejor que nadie, se lo prometo”. Y mi madre feliz, MAPA

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en la ventana que da al patio, con persiana azul y cordón verde y tras su estampa otra ventana que siempre se detiene, que nunca me ha visto la mirada, de celeste y blanco de unos ojos que no paran, y me dice “sigue así yo sabía cuando naciste aquí, el único que sóla asistí, con la experiencia y el deseo de que nacieras de ver a mi hijo, número cinco, de decirte estás conmigo; que serías tan especial como el día que te he traído. Jueves santo, catorce de abril, fiesta de semana santa, de tronos y velos negros y madrinas que llevan mantilla, y la legión que llena las calles y que hoy no están conmigo para ayudarme de estos dolores; qué te parece, cuántas veces lo dirás pero sin mi sin nada en tus manos pero con el seguro MAPA

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Aquellas moradas

de llegar lejos. Mira hasta donde has volado, te seguí hasta donde tu me has llevado, sin ira ni cansancio, queriéndote como aquel primer día de frío y alegría, con tu pelo negro y arruga en las manos, y me viste y lloraste y fuiste otro mío para quererte como en aquel momento que te di el primer abrazo, y te agarré para darte la seguridad que te haría falta, para luchar contra los que hoy te hacen daño, como los que ayer intentaron hundirte, como los que mañana volverán a intentarlo. Pero persiste, sé un hijo que he dado, que no hay más hermosura ni engaño que ser firme y humano y querer a los tuyos que son tu seguro, que son tu llave del futuro. No veas a tus enemigos porque no existen son el fruto de tus sueños y fantasmas, no hagas caso a quien no existe, siente sólo el calor de los que están a tu lado, ellos sólo desean verte feliz y sano”. XIV Papá Ricardo sigue en la silla, MAPA

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Aquellas moradas

moviendo su pie imparable.

Quieto y sin habla para no molestar.

Regio y sabio con la cara paralizada como desafiando la vida.

Que siempre vivió día a día sin decírselo a nadie.

Y luego entregó su sangre; tantos años durmiendo por todos.

En aquella cama triste y helada, comprada de tres al cuarto.

Tanto pedir perdón hasta que huiste a tu morada que acecha y atrapa, que se ríe de los hombre buenos y malos porque sabe que siempre gana, pero no importa porque llegará el día que volvamos a contar estas historias, y nos olvidemos de su estampa que ríe que devora y destruye a todos los humanos, MAPA

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Aquellas moradas

sino un día otro, con treinta o cuarenta, o con cien o si puedes más, qué importa. Te encuentra y detiene y te burla y te lleva feliz o llorando o gris o amarillo frío o gritando, o suplicando estar más tiempo porque tienes que ayudar, “qué decir, qué contar, que todavía no es el momento, de tener ese encuentro que sólo tú deseas; que quieres para irte a otro lugar, dónde yo podré elegir ese instante de evasión y abandono hasta tu morada. ” XV Y aquella cortina fucsia de moda que te separaba del salón.

La abuela, de todos los de la casa.

Como si fuera posible huir de tantas miradas, con tus angustias de siempre. MAPA

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Aquellas moradas

Con tus modales finos que no esculpiste, que siempre envidiaste sin saberlo, por no tener la cultura de tus primas, o de tus vecinas finas, de tus sueños encantados, aquellos que durante tantos años te acompañaron.

Te hicieron feliz un rato y te adularon, y te dieron paz y un poco de amor y de alegría y hasta pasión y hasta la tranquilidad que querías, que tantas veces pediste, de rodillas, en los bancos de aquella capilla, pequeña y vetusta y rica en tesoros, de acogimientos y ritos y milagros y cleros y hermanas de blanco.

De madres de ancha calma, que descubren tus iras, tus mentiras y alabanzas. 93 MAPA


Aquellas moradas

Con tus bolsas blancas de tiendas humildes y sagradas, con tus rezos y vicios santos,

Y tu sagrario diario y tu sonrisa que no dice y tus regalos y tus enlutados abrazos, y tu sonrisa de niña que no rompe y ese pelo siempre recogido y estirado, que siempre ha estado a tu lado, y tu sabiduría de tantos años labrando y luchando como ese instante, que también abandonaste y te fuiste a tu morada, aquella que nos acecha a todos, que nos unirá en mundo lejano; no sin antes decirme como era tu madre, cómo eran tus hermanos. XVI Y yo que no entendía te veía y reía, y adoraba aquellas formas tranquilas como si de niña se tratara de relajo y paciencia y feliz armonía que no cansa, que te dice “ven otro día, veremos a don Francisco, aquél que te dije, que te ayudó a ser como hoy vistes, MAPA

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Aquellas moradas

que te proporcionó becas y aseguró tu futuro incierto, que me dijo “déjalo que siga, que ayudará a sus semejantes; que no importa que vista sotanas porque es un tesoro porque no ve a nadie”.

Y tus historias de estraperlo y negocios y de envidias cochinas cuando detrás de alguna esquina prestabas y luego cobrabas pero mama se reía de las ganancias de tu pericia. Y luego un día te fuiste con ochenta y dos y yo todavía con veintidós en Tenerife, tan lejos que no me viste.

En aquella jura de bandera quieta y sin amo.

Sin tener que mirar a la tribuna porque no hay a quien me de las manos, pero yo supe irme de aquel inútil encanto de otros, de llantos y de alegrías pero estaban tan lejos que yo no podía, MAPA

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Aquellas moradas

pero no me importaba porque una vez más ganaría, aunque fuera con dolor y fiebre, y la posibilidad de perder mis oídos cansados de oír tonterías, de volver a escribir por largas cartas, con tanto amor y cariño lo que quería por derecho, por ser a mí a quien pertenecías. XVII Y yo lagrimeaba en las misas de tus misas diarias, las que no perdonabas, las que querían hacerte monja y una enfermedad te engañaba para llevarte a un altar incierto donde tu hija te esperaba.

Pero tendrás tantas historias que contarme cuando pronto nos veamos y completes el álbum de nuestros días pasados, y me deleites con tu cuentos con tu vida y con tus años, de experiencia de guerra, de trenes y desengaños, aunque no te quedaste con tu toñi, ni con tu paco, MAPA

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Aquellas moradas

ni con tu migue al que quisiste en tus sueños y pensamientos reflejados en tus nietos que se fueron alejando. Y ese patio y aquel baño.

Y aquel cuarto de dentro que hiciste para que te visitáramos unos cuantos; y aquella mesa de oposiciones cuando ya no estabas; cuando sólo eras recuerdo de mi juventud pasada.

Pero siempre te he añorado como abuela nítida como mujer que tiene un pasado que alguna vez contaré aunque sea soñando.

De Alora a Las Mellizas a tus cuentos de abuela y padre que juega y pierde y hace sufrir a los de su estirpe y se va y no vuelve porque le duele su estado.

Y buscas sus fincas, y lo logras.

Y no sabes en qué lío te metes, tu que no sabes de suertes. Y tus hermanos arremeten MAPA

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Aquellas moradas

y tu que no los entiendes. Y llega mama y se divierte.

Y tu hermana de noventa años que tanto ha hablado contigo, Hoy te dice “ven conmigo, te esperamos en la morada”. XVIII Ya con nueve años, en una comunión que no iba conmigo; de capitán escondido, tan alegre como en mis sueños, como lo que habría haber sido.

Hoy veo entre fotos y recuerdos de mesa larga, a muchos niños que ríen y son mudos, y no tienen nombres y me acompañan y a una madre que se desvive por servir por decir aquí estoy sóla con mi estampa, y a un padre que desde el pasillo ríe, humilde y noble y sin estar.

Sin querer hurtar un minuto de la gloria de estar con su hijo en ese día de historia.

Pero yo te vi, y desde lejos te advertí. Que yo estaba, MAPA

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Aquellas moradas

que tampoco olvidaría aquel gesto. De padre paciente y de aquel respeto que tuviste a mama, a nosotros. Y a todos los que conociste; cuánta tolerancia aprendí. Tan callado, tan quieto, tan pensativo, tan urdido de tus gestos, de tu hermano Sebastián. Tan arrepentido de vivir algunas historias que nunca contaste porque eran triste, porque no se las deseas a nadie. Sólo quisiste trabajar para criar; veinte, veinticuatro horas seguidas, no importaba. En tu taller o en la paloma o en un merendero o donde te dieran dinero. Que no sintieran tu soledad, de tener a un hermano que mataron. Que nunca lo verás; cuando le dijiste orgulloso, “adiós, ven pronto”. Y supiste que hay despedidas que duran hasta tu morada. Donde lo viste y abrazaste y le hablaste de tus momentos de playa de San Andrés donde te criaste. Donde te hiciste hombre y comenzaste a afeitarte y a amar y viste a mi madre y te enamoraste. Y me hiciste como a mis hermanos que también te quieren MAPA

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Aquellas moradas

y añoran tantos momentos pasados. Y cuándo me dicen: “te pareces, eres igual como papá”. Yo me pregunto “cómo eras sin nunca lo supo nadie, si nosotros no te oíamos, si no estabas presente, si siempre parecías ausente a la espalda de madre, dirigiendo con estrategia, comentándole a tu guarda que también hacía tu trabajo, mientras tu te empleabas vencío”.

Aquella mañana, mientras mamá reía yo te veía como el hombre que hoy soy y tu se sonrojabas y callabas buscando una noticia, si yo no te aguardaba si nunca me pareció nada hasta hoy que lo cuento por tus cuentos y cara de sorpresa. Y cuando me dijiste” qué estudias cómo es la facultad, dime qué aprendes”, y sentados los dos me diste un sitio entre aquellos que van contigo, MAPA

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Aquellas moradas

sin importarte las respuestas, sólo mirando a un hijo que se hace mayor y se escapa como otros que se han ido,

Y en tu sillita de ruedas, y con pañales como un niño, sin contarme tu verdadera historia de adolescente y sacrificios, de pensar que no podías que tus brazos no llegaban, que eras noble como toñi, que callabas y veías; “cómo ha pasado tu vida de galán y guapo un rato, cuántos años has padecido por no hacer lo cuanto querías; y te fuiste a tu morada entre tus hijos y nietos que te lloraban en aquel hospital sin amo sin dar ningún ruido, y pensando como cuando eras mozo y callabas, cuando ibas al puerto y pensabas, cuando eras infante y jugabas en tu San Andrés, que hoy está tan lejos de tu cama, y piensas en tus difuntos los que hoy te acompañan, MAPA

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Aquellas moradas

y te reúnes con tu mujer, con tu hermano, con tu padre y tu madre de tantos años olvidada, que te vio nacer y te amamantó cuándo nada había en el puchero de casa. XIX “Cuáles fueron tus palabras destrozada de dolores y recuerdos que te abrasan, de aquel día de agosto del ochenta y siete. Si tu eras fuerte, qué paso con tus armas de mujer que nunca se hunde hasta vencer a las almas, que resumas valiente que siempre estuvo latente, que sólo te hundes un minuto y sorprendes, que me acompañaste en cada minuto de mi adolescencia imperbe, te diste cuenta de mis fallos y virtudes.

Y no te inquietaste cuando tus vecinas que se han ido a su morada del patio que yo vi cuando tocaba a la flauta una música que aprendí de oído, por que me hacía falta. MAPA

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De Paca y Doña Rosario de Córdoba y prima de Solis, y Doña Pepita de labios untados de rojo carmesí, y ópera y pianos que nos encantan, y la Antonia y la Sagrario, y Maruja y un visionario, que nunca tuvieron retoños ni sintieron tus dolores de parto, y tanto te envidiaron cuando jugábamos en el patio, y nos decía donde vas, vete a casa y no molestes que no nos divierte.

Y yo les veía ahí está mi lagartija, los trocitos de mi mente, no me voy, este es mi patio de soledad y mañana, porqué te metes conmigo, si estoy decidido, y sólo quiero estar un segundo de mis mañanas.

Cosiendo y planchando y siempre esperando.

Si naciste libre, ni nadie te ató.

Ni una guerra que no viste MAPA

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Aquellas moradas

en aquel colegio de la Goleta.

Ni papa que te hizo tantas veces madre, con hijos guapos como ninguno a los que tanto quisiste hasta el último día, cuando nos llamaste a cada uno, en la velada de tu muerte, en aquella cama fría, entre la locura de una morfina que no pides, y tu vida que luchaba, sabiendo que más te da, sin mirar hacia atrás, porque siempre has sabido que te vas, para sellarnos un amor que no olvidaríamos.

Y yo recuerdo con celo de hijo cuando me querían quitar un futuro incierto ganado con tantos esfuerzos y con tantos anhelos y anhelos, y tu me dijiste lucha y vence, no te hundas, que esas es mi vida, la de mis seres queridos, la que será la tuya, y yo subía pensandono perderé, MAPA

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Aquellas moradas

si lo he ganao, si no me comprenden; hasta cuando debo sufrir si no tengo norte, ni referentes que me demuestren los caminos y cuál es mi horizonte, si nací sólo entre tantos que no dejo de sentir, si aquellos días de amor no resultan fácil de repetir.

Y cuándo conocí a aquella niña rubia de once años y me enamoré, y la buscaba de noche, y tu me decías qué haces, levanta, que no te toca que todavía es pronto; eres idiota, ya habrá tiempo de ilusión y de esperanza y de querer a una mujer que te quiera como eres, no lo olvides yo te seguiré.

Hay que ver como es la vida, que hoy creo que eras sabia que sabías qué seriamos sin avisarte..

Y te fuiste dejando ese hueco que sabíamos, que nada ocupará, el de una madre hacia adelante, MAPA

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Aquellas moradas

a la que nadie pudo, ni nosotros, ni padre, ni vecinas, ni jardines de tulipanes, ni un cura nuevo que te dijo adiós en tu entierro.

Me muero por saber qué piensas, seguirte un poco y hablar ahora de aquellos días, que no comprendía que sólo veo desde estos ojos, que todo lo transforma, que acerca los pensamientos e ideas, y los recuerdos de todos bajo este prisma que tanto me unen a aquellas moradas, y ésta que volverán mañana”. XX Y si estoy cansado porqué sigo, sólo porque estoy atado.

Y si no quiero más que sentir que el abrazo que hoy me has dado, porque teníamos quince minutos libres. Y si un simple te quiero me da toda una vida que me quiten el pasado.

Y si con estos poemas sólo refuerzo lo que soy lo que quiero ser mañana “una vida junto a tu lado. 106 MAPA


Aquellas moradas

Y podré ser sentir pena de mis difuntos pero hoy soy más feliz junto a tu lado.

Y podré sentir recuerdos felices y tristes pero no vuelcan mi alma ni mi corazón amado.

Uneme a ti siempre y a mis hijos que son mi morada de hoy, que no quiero abandonar nunca.

Si no vienes conmigo y me sigues mañana no quiero ir nunca a ninguna morada.

Si tu eres la sirena de estrellas y de luna y de mi playa húmeda de arena.

El fruto de matrimonio y de mis hijos y de mi amor pasado.

Que no hace sombra que sólo sigue la raya.

De un futuro incierto que llena mis entrañas y vivirán hasta el final mis imágenes de ayer y de siempre.

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Feliz cumpleaños Felisa

Qué palabras toco en tu piano, que te suenen libres y vibren en tus cincuenta años.

Qué melodías oyes, que te llenen tanto.

Qué santos escondes, que siempre te acompañan.

Dónde está el diario de tus siete días más importantes, que te han hecho como eres.

Qué piensas en estos momentos que sentimos tu alegría.

De Navarra hasta esta tierra de mar celeste e infinita, de olores tiernos de espetos de eterno verano.

De estrellas doradas que pintan las noches frescas, de luna llena o nueva frente a tu balcón de casa.

De gente que ríe y sueña y desvelan corrientes; de pescaito de tu Tintero de enfrente.

De jábegas que duermen de día en la arena de tu playa y cobran vida y se encienden de la mano de pescadores ocultos MAPA

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Feliz cumpleaños Felisa que saludan sin que nadie los vea desde el horizonte.

Donde te has criado desde niña y a tus niñas abrazas.

Dónde fueron esos niños que al nacer sin querer dejaste, que te han hecho tierna y dulce.

Dónde llevas esa mirada quieta que todo lo cubre que sonríe trivial y se despide hasta otro día.

Hoy estamos como tus amigos de siempre, que te felicitaron otros muchos octubres.

Junto a tus seres queridos y hermanos y esos recuerdos de perfidia que sólo tu conoces.

Qué has hecho, a dónde has ido; cómo eres.

Recuerdo tus palabras, tus gestos y sonrisas. Tu celo por tu marido y tus hijas.

Cuáles son las palabras que hilvanan la primera parte de tu vida. A donde te llevan los recuerdos de tus muchos instantes.

Este es un día feliz, MAPA

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Feliz cumpleaños Felisa tan lindo y tan celeste.

Cuca y Paco, Paqui y Javier , Rafael y Ave y Rosa y nosotros y tus amigos, y tu marido, “cuánta gente ha venido”.

A celebrar tu cumpleaños. El de la primera parte de tu vida.

Que tu has preparado; porque tanto merecías.

Bodas de oro de una vida, de tus primeros cuentos de hadas.

Anillos de entusiasmos, de júbilo de querer que cumplas otros cincuenta años.

Entre una sonrisa y una alegre mirada, y entre luna y estrellas y mar y tesoros que te esperan y respetan.

Toca entre notas y aromas lo mejor que das, entre tu paciencia y sabiduría.

Estaremos dentro de cincuenta años aplaudiendo esos momentos de acaricia, de tus mejores recuerdos. 110 MAPA


Feliz cumpleaños Felisa Como aquellos cuarenta de mi Rosa, donde también tu leíste aquella hermosa poesía.

Entre brisa y abrazos Y un jardín de flores y delicias y una tierna sangría.

Y aquella espiga infinita de almas que entonaron tantas melodías.

Como hoy en tu cumpleaños.

Que no te aten los años, ni los dardos, ni las dagas, ni guardianes, ni envidias fatuas. Vuela alto, hacia el arco iris que prolonga tu vida, donde te seguirán muchas verdades.

Donde recojas nardos y rosas y tulipanes y orquídeas mansas.

Que cada mañana te despierte el alba marinera, entre la seguridad de tu marido y la plenitud de tu Paula y de tu Marina.

Que sigas viendo pasar a tanta gente desde tu ventana; despertando a tantos niños en su primer día, y a madres desnudas que dan el primer beso, y mudas te agradecen con sus fauces. MAPA

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Feliz cumplea単os Felisa

Que te feliciten estos versos. Que se viertan estas letras en tus recuerdos. Que se llenen las palabras de esta mesa. Que te sigan y te dibujen siempre con una sonrisa, y hallen tu huella de amiga. Que alcancen esa paz que profesas. Que te se sigan viendo como buena esposa y madre e hija. Que te digan pronto felicidades Felisa.

Como hoy, como ma単ana, hasta siempre.

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Mi diario

Encuentro con mi diario

Porqué vienes ahora si tantas veces te he seguido, porqué me visitas si siempre me has dado de lado.

Porqué hoy me respondes al oído, porqué te da igual y no antes.

Porqué vienes si cada noche te estuve esperando; si siempre has estado en ninguna parte.

Porqué quieres escoger lo mejor de mis días, porqué hoy me detienes .

Porqué me agradeces esos días, porque deseas escoger lo mejor de mi vida.

Porqué escribes ahora mi diario porqué llegas hoy otras veces que te necesitaba.

Hay que ver como es el diario, que no se ciñe a tu rutina, y no entiende de somos ni de sois y escapa y vuelve y se va para siempre.

A veces te he buscado; MAPA

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Mi diario

a veces me has llamado, a veces te he contado mis siete días y tu no estabas, a veces has querido pintar estas melodías.

Y hoy surges y me invitas a dibujar en tus páginas las lágrimas y pasiones y alegrías de mis cuarenta y dos años en tan sólo siete días.

¿Qué hago; te hago caso. Hago las paces con mi pasado. Busco las grietas que me llevan al ayer y me dan fuerza al mañana.?

¿Cuáles son las bruces de mi tantos años. Qué esperas de mí si no lo he pensado.?

domingo

I

Domingo de Noviembre, de veintidós. de un sol limpio y celeste de siempre.

Frente a mi ventana un horizonte de mercado y de iglesias esperando una imagen que nos lleve adelante. 114 MAPA


Mi diario

Guardas un misterio. Cómo eres, cómo serán nuestras miradas.

Allí muy cerca se asoma un mar verde brillante. El de las siete, qué debo decir, a dónde voy, dónde estas pequeña.

Serás María, Rosa o por capricho de tu madre Angélica.

Si ya eras niña en el vientre de tu madre, si desde aquel enero del ochenta y siete diste pistas; si nos avisaste a los dos meses de cómo eras, si lloramos cuando parecía que te ibas, si tu madre luchó desde el principio de tus días.

Si le preguntas te dirá que sufrió lo mas duro de su vida, porque quisieron apartarte de sus entrañas, porque necesitaba tu vida, porque nunca perdonaría a sus ángeles que no nacieras, porque te veía cuando aún no tenías quince años, ni nueve de comunión, ni te asistiría, ni te abrazaría.

Porqué quiso limpiar sus heridas de mujer y madre y sus misterios que a nadie contó ni a mi que me quería. 115 MAPA


Mi diario

II

Hace un rato me ha dicho, “he ido a la farmacia sóla, con la ilusión de ser madre, de romper un pasado de niña, de comenzar una vida nueva con mi niña.

El boticario me ha bendecido para toda la vida, aquí esta la prueba de mi nueva etapa, que ya no soy sólo esposa ni hija sino también madre, ya tengo una ilusión para siempre.”

Y te miro y toda mi piel se enciende, porque veo tus ojos iluminados, del color de una madre, que guarda en sus entrañas su propia sangre.

III

Y celebramos entre aquellas cuatro paredes nuestro nuevo cielo, el que nos apartó de aquella raya de niños enamorados y nos llevó a un jardín embrujado de padres y hermanos, de mares y lunas llenas y noches estrelladas.

Y yo no se quiero, si he estado tanto tiempo tan lejos, MAPA

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Mi diario

sin hijos, si esto es nuevo.

Cómo debí responderte, cómo debo acogerte cuándo te vea, cómo me verás el primer instante cuando te alejen de tu madre y me veas.

Cuál fue el primer beso que cruzó tu frente cómo fue ese primer instante tierno y alucinante; cómo te cogí en unos brazos de principiante, de aquella cuna que me brindó tu primera sonrisa.

Qué quería decirme tu madre, cuando me vio contigo, su niña, su testigo de una vida sin antes.

Moviéndote en el calor de un papi, de los sudores de buscarte, de correr por pasillos y no encontrarte, por no haber asistido a tu nacimiento por haber sido cobarde.

IV

En aquel minuto de emociones empecé a querer otra vida MAPA

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Mi diario

que era fruto de la mía; de nuestra calle de Elvira de paseantes.

Por fin se hizo realidad un sueño, la primera rama de nuestro encuentro, de aquel paseo entre una calle de detalles, y de una melodía que nos acompañó desde entonces.

No te di ningún regalo que aún brille, no te di las gracias por continuarme, con aquellos ojos celestes y una cara tan bonita, que a todos encelaste.

Blanca y chiquita y linda y de labios que ríen, y te mueves despacio para ir a ninguna parte, para decir aquí estoy, llévame siempre, cuídame y dame besitos de alegría,

Que no te vea llorar de amor de padre, que no rompas nunca los cristales de esta vida, que aún es tierna y te necesita, que te vea siempre fuerte y me abraces como aquel día.

Que me cambies los pañales, que me toques con la seguridad de un te quiero hija mía. Que me mires cada noche en mi cuna cuando respiro, cuando me río, cuando lloro para llamarte. MAPA

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Mi diario

Entre lazos rosas y abriguitos de tu madre, entre ese amor que yo envidio, y los perfumes de un baño divino, y ese carrito que te eleva hasta un futuro.

En tu vestidito de gitana, rubia, de tirabuzones como tu falda, engalanada con los amores de tu madre, que se muere de dicha, de verte tan bonita hija.

V

Si vieras cómo se rendía a tus súplicas, cómo se torcía cuando la llamabas para pedir su pecho que te dieron la vida, para abrazar a su retoño, ese regalo de nuestro mejor otoño.

Si supieras cuánto ataste su vida y la mía; nos hiciste cambiar para siempre sin importarnos el ayer, desde entonces fuiste el centro de nuestras miradas.

VI

Cumpleaños de disfraces, de Los Arcos, de tu infancia querida. MAPA

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Mi diario

Con tu amiga Cristi y tus otras niñas vecinas, con tu primera bici y tus muñecas Nancis.

En un jardín de infancia feliz y el calor y el favor de unos padres que sólo vivían para que tuvieras sonrisas y fuerzas para seguir, los pasos de nuestras pisadas.

Cómo fue el primer encuentro con tu guardería. Te quedaste quieta y nos dijiste con la mano” adiós papi”. Sin saber que te quedabas sin nosotros por primera vez, pero nos alegramos cuando nos viste alegre como te dejamos.

VII

Y cada día te llevo a la parada, donde te recoge el autobús todos los días. Si me tomo un café en el bar de la esquina, Tu me dices “papi perdemos el autobús del cole”.

Con tu uniforme de cuadros, y tu linda compañía, me das la fuerza que necesito para librar todas las iras.

Siempre contenta, dabas saltitos de alegría, jugabas y te peinabas igual que ahora MAPA

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Mi diario

que te has convertido en un mujer hermosa, con la misma frescura, con la mismita cara de niña.

VIII

Y han pasado quince años en tan sólo una fugaz mirada, y ya has cobrado cuerpo y vida, y comienzas sóla a buscar tu destino.

Pronto tendrás quince años, como los que yo tuve. Como los que acariciaron mi rebeldía en un vespino y las caricias de niñas que me guiñan y seguían.

Como los que me dieron el peor de mis días, cuando andando sólo y sin compañía me dirigía al instituto para decir adiós a los estudios, “Que no quieren que siga”.

Hoy no me acompaña Toñi, mi vecina, hoy estoy sólo por primera vez en mi vida, hoy debo echarle coraje a la vida, hoy no es un día de rutina. Mi madre también ha llorado conmigo mi desdicha. Cuando se lo he contado no se lo creía. Porqué algunos quieren cortar mis alas, MAPA

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Mi diario

Si nunca he sido soy malo ni molesto.

Pero superé aquel día y me fui como tú con mis amigos, y no perdí ningún momento, y me dieron fuerza y abrigo.

Dónde estás ahora que parece que te hemos perdido. Con quién vas cuando te acuestas en tu cama vacía. A quién has amado tan pronto que no cuentas tus salidas. Dime niña, dime que yo te vea.

Eres tan bonita y sencilla, eres tan franca y tan sentida. Cómo eres por dentro si por fuera brillas, cómo son tus sueños si de día deliras.

Cristales que se rompen como tu mirada, que se encienden cuando hablas, y se ausentan cuando pasas.

Qué piensas en tu soledad quieta. “Papa quiero una poesía, en mi cumpleaños al menos, una para toda la vida, que presuma ante mi gente de un padre diferente”. 122 MAPA


Mi diario

Si no necesitas nada, si lo tienes todo, un cuerpo hermoso y una sonrisa infinita, y una juventud sana. Unos ojos azules, y un amor que te sale del alma. Y un corazón de niña y un espejo por alma. Unos labios rojos y hermosos y palabras que te salen libres como el aire que respiras. Un lujo para quince años, de niña divina a mujer que envidia, lista y astuta como mujer que eres.

Pronto cumplirás con tu vida, y te irás separando de algunas mentiras, recordando los recuerdos de tus encuentros, entre tus melodías y las pasiones que ya has descubierto.

Pronto vivirás tu rumbo sin que nadie te guíe, pronto volarás sóla a tu mañana, pronto querrás tu casa y abrazar a tus hijos que aún no han nacido.

Pronto se hará tarde para contar tus fantasías. Vuela ahora alto sin engaños. Vive feliz sin cruzar tu arco iris que te llevará lejos MAPA

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Mi diario

a un horizonte lejano e incierto, donde podrás recoger frutos y sufrimientos y toda una vida que te está esperando. Sigue tus pasos y no te alejes nunca de nosotros que te estaremos esperando como cuando eras nuestra niña como en nuestro principio y en nuestro futuro y ahí te aguardaremos cuanto sea necesario.

Hoy es tu cumpleaños, deja pasar a los payasos de tu infancia, que te miren con carcajadas sonoras y respeten tu sonrisa provocadora.

Que no la pierdas nunca, y te acompañe siempre hasta en tus días tristes.

Que ausente los malos tragos de esta vida inerte y pasajera, y te cubra y vibre con tus melodías.

Que te haga inmortal para toda la vida, y te haga recordar a los que te quieren y a tu mar y a tus playas .

Que te de una paz infinita como lunas llenas que encienden la noche, y te haga llorar por las emociones y alegrías que te enloquecen.

Que te brinde caricias de amigos que ni siquiera conoces, y te ayude a seguir las notas de tus canciones y de tus valores. MAPA

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Mi diario

Que te de fuerza para seguir siempre sin mirar atrás, y te impida las desdichas y sin razones.

Que te una a los que te retienen con besos y abrazos, y te funda con amores eternos de un solo día.

Que te siga a todas partes y cruce contigo paginas de glorias y soledades.

Que siga unida a las delicias que te esperan y a tu risa, y den paso a tu simpatía y a tu infancia serena.

Que te aparte de algunas envidias y tempestades inciertas.

Que te imprima en la cara ese carácter de frescura y mirada alegre y ternura.

Que te de las manos y sea siempre tu amiga.

Que te lleve hasta las estrellas del horizonte, y te vea desde sus soles.

Tu cumpleaños no se acaba, mañana comienza tus dieciséis, MAPA

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Mi diario

y pasado tus diecisiete.

Y pronto llegará tu domingo que te llenará la vida de poesías, y te conducirá hacia otra partida, pero tampoco pierdas la sonrisa.

Lunes I “Calle de Elvira, de Manolas que andan solas” de escaparte de Granada onda, la de la Sierra Nevada, y la Alhambra Mora.

Desde El Triunfo hasta Plaza Nueva. De paseantes enamorados que ríen y tropiezan, porque el amor los hace torpes como aquel día que termina, perdidos entre casas que te oyen y se encelan por tu dicha.

Miradas que nunca se irán porque buscan y trinan, porque se esconden entre pañuelos vírgenes de encajes y embrujos de moros de niños gitanos que pasan hambre, y la paz de un camino de hierba que llega a todas partes. 126 MAPA


Mi diario

Cómo iniciar los lunes de sol y cirros de cada semana, si fuiste el más importe de los tu saga. Cómo no asignarte el mejor de los comienzos, si me enseñaste cuánto tengo y me aseguraste la vida.

II Entre juegos de niños alegres y mentiras fáciles. En aquel apartamento doscientos catorce de Séneca, De juventud para siempre, De mis dieciocho años de adolescente.

Cerca de tu bar de siempre de San Juan de Dios, del Zeluán que te engañó junto a tu amiga Toñi y te empujo despacio, sin querer, a un malagueño alegre, andaluz traicionero y mentiroso como decía tu madre; que te atrapó en tus sueños de niña virgen e inocente, que todavía no ha conocía el amor de verdad, que todavía canta y se divierte.

Con tu cara vendita llena de ojos celestes con tu pelo de oro cano que no diste a tus hijos, con tu inquietud por descubrir amores pasajeros, con tu halo y tus velos de una niñez de soledad y sueños.

Y tu infancia difícil que no descubrió nadie, y tus idas y venidas y tus inquietudes de niña y tus saltos de azoteas frías y altas MAPA

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Mi diario

y tus amigas que no comprenden qué sientes.

Con historias de tu pueblo veraniego, de tu Terrinches de tu infancia, de tus gallos y conejos, con tus monjas que no te comprenden y divierten.

Y tu amiga de enfrente, y aquel accidente que resquebrajó tu melancolía . Y tus secretos cuando te fuiste, cuando huiste una vez más de tus miedos, sin saber a dónde ibas.

Si nadie sabía tus preguntas si todavía no te oías ni te respondías.

III Si todavía eras tan infante, si la ilusión no te brindaron aún mis palabras, por qué apareciste con rebeca verde y falda negra mojada, por qué viniste a dar el paseo de tus futuros deseos, por qué te sentías diferente cuando me escuchabas.

Cuando me miraste con esa cara y sentí un flechazo en el corazón para siempre. No eran tus palabras las que oía era tu imagen de promesas hundidas en tu sonrisa. MAPA

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Mi diario

Era el futuro el que me aguardaba.

Cuando apareciste ese día temblando entre palabras de soledad y desdichas; “mi hermana se ha ido a la Sierra, me has invitado para pasar de tu pasado a nuestro futuro.

Dime qué me ofreces si yo no soy de nadie todavía, qué me das si tus ojos azules y tus palabras triviales y alegres no me sirven todavía si anoche fuiste uno más en esa tundra de espanto, y vacío donde no hay nadie.

Si estoy aquí sóla. Por qué mi vida está escrita para unirme en la calle Elvira. Por qué has sido elegido entre promesas de un mañana, Por qué me sientes tan cerca si no soy tuya todavía.

Quiénes son esos padres de Fernando que te abrazan como si fueran tus padre, ya empiezo a arder de celos y quiero tus caricias a solas, ven conmigo a mi calle de Elvira que quiero soñar este día.”

Si las emociones sonaran cantaría de alegría, si el amor se levantara gritaría todos los días, si cuando mis vellos se empuñan de amor vuelo, MAPA

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Mi diario

si estás a mi lado nunca tendré miedo de existir, si estoy aquí es por ti.

Si quieres viajaré contigo de noche y de día, al pasado de nuestra calle de Elvira, a mis días de cumpleaños y a este diario que no existe si no te está mirando.

Los días que he vivido me han dado de lado, sólo tú quedas para guardar mis secretos para tenderme una mano, para cuidar de mis hijos, para velar por los que vendrá. IV Después vinieron algunas desdichas y muchas delicias.

Sentados en aquel banco del Triunfo, abrazados cuando nos juramos amor aquel uno de abril del setenta y nueve, cuando me dijiste “ya sé que serás mío para siempre”.

Y aquella poesía que decía. “donde estás drástico amigo...”. vuela hoy conmigo y dime cuánto me amabas.

Y esas fotos de tanto recuerdos, MAPA

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Mi diario

y tanta felicidad bajo sábanas llenas de olor a humanidad y esos viajes juntos a tu infancia, y a tus cuentos de Almadén dónde te vi por primera vez.

V

Y nuestro sagrario hasta Santiago, como los que recorren ese camino descalzos, con caballos blancos, con peregrinos que saludan y amigos que no se paran.

Súbeme a tu lomo de trote errante, que vas perdido a tu camino por esos horizontes de chozas, y alforjas sin destino hasta ninguna parte.

Plaza del Obradeiro, calles estrechas cuando te veo. Y nuestros amigos andan lejos, Y tu hija sólo queda en un recuerdo.

La has dejado en Terrinches con sus abuelos, quieres que aprenda de tus viejos, de los aromas de la calle El Aire de donde tu venías, que nunca se ha separado de tu piel y tu pasado.

Te quedas triste y calmas tu alegría, MAPA

131


Mi diario

me miras y te hierve la piel de ganas. Esto no lo esperabas, ni tampoco lo que ofrece el futuro todavía.

Me miras y ves tu imagen, la que has buscado siempre. Un hombre que te quiera a cada instante y te enseñe y te divierta sin envidia.

“Miguel Angel sigue a mi lado siempre. En Roma y en tu Málaga de tu mar y tu sol y tu aroma, sigue conmigo hasta el fin de mis días.

No dejes que vuelva a aquellos que ya no me guían, hazme fuerte dame esa parte de tu vida que gira y gira”.

VI

“Duerme en mi cama que está caliente de amor y de segundos que siento; reparte tu aliento en este instante de pasión que huele a cielo de cirros y miedo y dame otro abrazo que me llegue más dentro, MAPA

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Mi diario

que me cubra un poco más, hasta abandonar este minuto de sol y soledad”.

VII

“Ven pronto que no puedo esperar. Qué piensas cuando no estoy. Dime que no sienta celos, que recree con juegos mi mente dibujada.

A dónde vas cuando te apartas en tu soledad, quiéreme siempre hasta la eternidad, no me abandones; hoy que necesito hacerte mía por haber estado escondida en tus juegos de niña que me alejen y se rían.

VIII

Fuiste la única que me dio celos cuando bajabas de ese autobús con tu amiga Trini de la Feria de los Caballos. Con quién estuviste si yo no estaba, a quién diste mis abrazos que no los presto.

Te distanciaste por primera vez, MAPA

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Mi diario

para que vieras como yo era, que sólo necesitaba un palillo de nudillo para que vinieran otras niñas a tocar mis sentidos.

Pero yo te quería a ti y a ninguna más y a nadie que se situé dentro ven pronto que ya son muchas las horas de agonía que vea y te bese aunque no sea en tus labios para dejarlos hasta esta noche que serán míos.

IX Ya tiene más de veinticinco años nuestra Calle Elvira, ya han nacido muchos soles niños y se han ido mayores, nos han acompañado tus muchas lunas llenas, y muchas acaricias y algunas desidias.

Ya ha fraguado un amor eterno, para toda una vida. ya tenemos hijos que nos enseñan, ya mi siembra me ha hecho hombre como yo quería; ya nos atan nuestros hijos y provocan imágenes que a veces desconciertan, y muchas delicias y algunas penas que nos enseñan, las mismas de aquel poeta que anunció sus despedidas. 134 MAPA


Mi diario

Ya hemos descubierto lo que es amor sin mentiras, ya tenemos edad para mirarnos desde cerca, ya nos conocemos sin vernos, ya nos ayudamos sin reservas.

Ya podemos probar que aquel amor no fue de un día. Ni de adolescentes que se la jugaron. Fue para siempre, hasta la muerte; hasta que nos llegue nuestras moradas.

Quién de los dos escribirá la carta de despedida, quién será quién pida un poco de tregua hasta el mañana eterno, quién jurará hasta el fin de nuestros días, y rogará por nuestros corazones que están como el primer día. Quién calmará a nuestros hijos y nietos y amigos y familia, esos segundos de agonía. Quién contará entre cuentos como fue el primer encuentro de nuestra calle de Elvira.

Ya sabemos que son palabras de amor llenas de notas de melodías, de canciones que pasaron por nuestras vidas capaces de enervar misterios MAPA

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Mi diario

y llevarnos a un cielo limpio carmesí.

Solo necesito recordar una vez más tu olor junto a arena.

Cerca del frescor del mar donde no existen penas, sino dulces y blancas y espumosas miradas y testigos de olas que no vuelven jamás, y se repiten sin parar hasta un horizonte estrellado infinito, que se alejan sin parar como nuestros instintos, y te dicen adiós estando despiertas, con notas que sólo igualan a amores de una juventud sana que siempre llevamos en nuestra piel descuidada. X

A veces sueño que no eres mía, que te vas a otras casas alejadas, y me despierto entre gritos y sudores de agonía, que te buscan y te piden que vuelvas.

La noche se hace larga y tu no llegas. Si hace un rato tú sufrías, cómo es posible que yo no quepa en tu vida que antes ha sido mía.

El reflejo que me abrasa MAPA

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Mi diario

me despierta y me vuelvo en la cama que te abraza y duermo tranquilo y sueño como un niño.

Hecho el brazo en tu ombligo divino y aprieto tus sentidos y pido que no se repita un sueño maldito, que me ha hecho llorar como un niño.

Anoche dormí tocando tus pelos finos enredados en mis dedos desolados, y me dijeron” tranquilo, eres mío”.

MARTES

I Yo necesitaba un hijo pero nunca lo decía, que se pareciera a mi como yo he sido siempre.

Ven dime qué quieres ser, “yo quiero un niño con quien hablar de mi infancia”

Que me escriba y me recuerde y esté junto a mi cuando sueñe.

Y que se llame Miguel Angel MAPA

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Mi diario

que eso no se negocia.

Que vea las estrellas y el mar como yo mismo, para que piense desde chico lo que yo quería.

Que yo pueda contarle mi vida de hombre y de niño algún día y aprenda historias que pasaron y se fueron. Que se quede conmigo todos los días.

Dieron las once y las doce y no venías Oíamos gritar a mama sin suerte Desgarrada por su vientre, porque tu no aparecías.

La primera imagen fue mía. No lo dije a nadie pero supe que desde entonces que mi savia seguiría, vi en tus ojos mi melodía.

II Si no sabes leer porqué me pides poesías, si no tu memoria sólo retienen canciones sencillas, si solo necesitas verme si sólo quieres me señalas cuando me necesitas.

Caramelos y chicles de fresa, MAPA

138


Mi diario

y dulces de fiesta, y un besito cuando te acuestas, y rezamos juntos hasta en las siestas.

“Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos que me acompañan, dos arriba, dos abajo la virgen María está en medio y dice que me duerma que si viene alguien Ella se despertará, y sino mama y si no papa” y si no mi hermana a la que enseñaste esta canción de cuna que me oye y siente y también quiere que vayas a cantarle su canción de cuna.

La de siempre que aprendimos de tus palabras y cantaremos cuando tengamos en nuestros brazos el abrigo de nuestros hijos.

Si quieres que cante canciones cortas no se si debo pero se te quiero.

¡Si te pones malito MAPA

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Mi diario

ponte en mis brazos de papaito. Duerme en mi cama que te abrazaré un poquito déjame que me desquite de aquel día maldito.

Si te duele alguna herida ven conmigo que te daré fuerzas para olvidar aquel sino.

Si te despiertas en una noche oscura no olvides que estoy contigo. Si lloras te abrazaré fuerte hasta que se vayan tus congojas y vampiros.

III

Hallarás tus hitos cumplirás tus promesa y llegarás lejos a tu infinito y te preguntarás siempre qué has sido.

IV Si piensas que no hay nadie si sólo juegas contigo, si deseas vivir a lo grande si llegas a tu destino con quién lo compartes. 140 MAPA


Mi diario

V Tu vida arde desde niño, por dentro está alegre por fuera piensas qué te queda.

Qué difícil es dibujar con palabras imágenes tristes o de un día y un mañana. Quiero soñar tu futuro en este instante déjame decirte en este palco como serás de niño grande.

Infundes deseos de lo que yo no he sido posees ese don de los hombres grandes, ya eres recio y con tan sólo diez años sabes lo que haces.

Cuanto respeto recreas si sólo hace unos días que has nacido. VI

Por qué no puedo contar tus historias de niño, si siempre has sido grande, por qué cuando pienso en ti recuerdo y no recuerdo esos momentos de tu infancia.

VII MAPA

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Mi diario

Viniste desde tan de lejos con ojos vivitos y ya nos decía “aquí estoy” tan chiquito y bonito.

Como un pajarito que aprende a cantar solito en un jardín de soles escondidos entre viento y marea y sueños desconocidos y pedidos.

“Ven conmigo hijo dime que sientes cuando me besas y me dices te quiero, te quiero vente conmigo que ahora estoy perdido.

“En mi carrito azul fui uno más, en mis viajes de paseos dormidos yo os veía y lloraba por vuestros abrazos secretos y me decía yo necesito más”.

VIII

Firme, directo y sin temor a lo imposible “quiero ser arqueólogo o lo que quiera”. Dame un poco de tu tiempo que te sigo y te llevo”. 142 MAPA


Mi diario

Vive y olvida que todavía estás a tiempo; entre flores y ese tiempo tierno llegar a donde viajaste con aquel sonido ambiguo sin norte y sin estío.

Sin rellenar páginas de poesías, que no necesito. Contaré mis páginas de amaneceres Y viviré todos mis días.

“Sólo cúbreme esa etapa en la que se aprende y seré libre.

Sólo llévame unos segundos para seguirte y seré siempre firme.

No necesito que me digas como seré mañana; en mis sueños ya vivo lo que anhelo cada noche.

Cuando despierto ha pasado un día menos hasta llegar a mi destino.”

Diez años desde naciste y pasarán muchos más. Dime que ha de venirte, MAPA

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Mi diario

si lo sabes, si ya has venido.

IX

No creas nunca que no te quiero, no pienses jamás que no te siento no dudes nunca de mi aprecio, no olvides quién fue quien te enseñó a ducharte y a rezar unas hermosas frases al acostarte, y a pensar tantas veces despierto.

Quién te escuchó cuando preguntabas tus primeras dudas de niño inquieto.

Siempre he sido tu papi, tu guía cuando lo has permitido y tú mi martes, mi tercer día de un diario que no se apaga y contigo se enciende.

144 MAPA


Mi diario

JUEVES I

Jueves santo, catorce de abril, abriste los ojos por primera vez, entre azules y aquel atardecer tras esa ventana que da entrada a una vida tĂ­mida y con coraje, alegre y viva como el verde de la persiana que te evitĂł el frĂ­o al nacer. El quinto que ya es bastante.

II

Alimentar otros ojos vivos que vienen a aprender en este mundo que no es oscuro si se ven con mi locura si se quiere siempre.

III 145 MAPA


Mi diario

Quiero seguir abrazándoos desnudos hasta la muerte quiero seguir vuestros pasos para que cuentes, quiero apretar vuestras penas quiero curar vuestras heridas como madre quiero asistir a vuestros cumpleaños, quiero casaros, quiero alimentarme de vuestros deseos, quiero sentir vuestros desvelos y alimentaros siempre.

IV

Cómo fue ese deseo de verme cómo fue ese antojo de llamarme Miguel Angel, cómo vibró tu juventud de madre cuando me viste y me abrazaste.

Cómo me vieron mis hermanos mayores, cómo me quisieron ese instante. Dime ahora que me oyes cuántas lágrimas brillaron en tus ojos de madre.

Cuántos fueron esos sudores de muerte cuántos gritos lanzaste, cuántas veces pediste que viniera antes, cómo era mi piel y mi semblante. Cómo eran mis manos MAPA

146


Mi diario

cómo fue aquel instante.

Cómo fue mi primer agarre a dónde miré, hacia qué parte.

Cuáles fueron mis testigos; cómo era aquel saloncito; qué me dijo mi padre, a qué hora llego. Llegó tarde.

Quién corrió primero a verme. quién fue quién me unió a la calle, cómo fue aquel catorce, qué procesiones viajaban esa tarde.

Sueña conmigo otro instante y traspásame esos minutos de mi nacimiento para que te lo cuente. V

Unos momentos para seguir dentro, y evadir esos pensamientos que llevas inquieto.

Antes habías huido de tu sino antes ibas sin aliento. MAPA

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Mi diario

Cuenta tus canciones busca esas melodías que van y vienen.

Vive sólo ese día, refresca tus idas y venidas.

Ríe triste los chistes del ayer aprende y alza tu vista de navegante.

Qué dejaste, donde llevas tu mirada inerte.

Huye de ese horizonte de cielo que nada esconde.

Y te atrapa y te divierte, sigue buscando sus pisadas que te atan.

Vive con quien te quiere, muere con quien te mata.

Si cada eco se lo lleva una mirada si esa calada te embalsama.

Cuál es el paraíso dónde está ese ángel que engaña. MAPA

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Mi diario

Si ya no escribes qué te cruza el alma.

SABADO I Diecisiete años desde aquel ocho de septiembre; con tu vestido nuevo de princesa, de gasas y raso blanco y perlas grises y guirnaldas y aquel alba, y un velo blanco de niña en aquel atardecer, con tus veintitrés, con tus ganas de una vida llena de sueños, de tantos cuentos, desde tus primeros encuentros, esperando con ilusión la salida, con deseos para empezar una nueva vida.

II

Y la iglesia de Regina te admira; y la Victoria te envidia; desde el cielo agradecen ser tus elegidas.

III

Risas en alto, MAPA

149


Mi diario

abrazos al aire, besos de hermanos y un alma que parece perdida te aplaude.

Y unos padres que ya no están, pero quisieron apadrinar entre amor y felicidad y besos y aplausos el futuro de sus hijos de sus nietos y bisnietos aunque saben que no los verán.

IV

Seis años de lenta espera, hasta hacer de verdad la ilusión de una vida llena de esperanza, de dar amor y gestos y sonrisas y miles de minutos de silencio a tu lado, oyendo y sintiendo el olor de tu voz de tus gritos subliminales de pasión, de abrazos de terciopelo, de suplicas por estar junto a ti. Y me visto de traje gris, y corro por las calles de Granada con las manos vacías, y corazón abierto MAPA

150


Mi diario

y la promesa de hacerte feliz; y te espero en la iglesia y me dices “que sí”; entre testigos ciegos de celos y un párroco que nos dice “para las buenas y las malas”.

V

Y siendo niños de veinticinco y veintitrés nos lanzamos unidos a un mañana incierto, sin entender; sin tener nada en el bolsillo; pero no importaba.

Y desde entonces cuántas historias, dos niños y qué gloria. Sentir cada día un nuevo calor, abrir y cerrar puertas contigo, con gente que han venido y se han ido. Entre tres paredes viejas y nuevas y ese pasado que juntos hemos forjado; y entre fotos e imágenes contaremos cuando peinemos canas y nos guiñemos igual que aquel septiembre. 151 MAPA


Mi diario

Y me dices “no lo recuerdas” y yo te sigo y sólo pienso que fue el mejor día.

VI

Ahora tengo diecisiete años como los que tú tenías como cuando empecé la facultad que nos unió para siempre; y no quiero cumplir más. Me gustan los días de entonces; me ayudan a seguir; a pensar que este mundo no es difícil.

Y salimos de la mano para siempre desde aquel ocho de septiembre.

VII

Y hoy si te vas te añoro y si no vienes te busco, y si me miras te adoro, y si me hablas te oigo, y si tu me dices ven corro, y si tu me dijeras empezamos nacería del mismo modo los últimos diecisiete años. MAPA

152


Mi diario

Desde la calle de Elvira, hasta la iglesia; en mi Málaga querida; desde siempre hasta siempre; hasta que en nuestra próxima vida tengamos otro ocho de septiembre.

Y contaré estas historias cuando llegue el amanecer, cuando llegue el atardecer, cuando nos digamos ven.

Y viviré estos recuerdos cuando tristes estemos, cuando alegres vivamos, cuando nos digamos ven.

153 MAPA


Deseos de Navidad

POEMA UNO

Las siete de una tarde cualquiera; gestos y miradas de espera, y ganas de guiñar a un año diferente con tantas mañanas pasajeras de lisonjas y aromas que quedan.

Las siete de otro otoño o de otro invierno; que me buscó y recogió entre hojas de morea, y cubrió de lágrimas y sonrisas ligeras para llegar tarde a una noche nueva llena de espejos y cristales y espavientos.

Traje nuevo de estreno de un quince de febrero, azul casi intenso como tu cielo que no olvidas jamás estando ciego, y nutre tus recuerdos y caricias de viejo, sentires eternos.

Pajarita gris perla, perlas de nácar entre genio y semblante, y fuegos dibujados en una noche que se esconde entre velos y estrellas, y te turba un instante porque está lejos, MAPA

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Deseos de Navidad

Dios sabe dónde.

Felices minutos de impaciencia y dulzura quieta y frescura de oscuros vestidos nuevos pensando que vamos a tomar uvas de nuestros viñedos, de los de ceremonias domingueras.

Las ocho de toalla celeste y ducha fresca de querer verte de nuevo; de mover entre recuerdos de siempre, aquellos que vuelan lejos y van y vienen.

Vamos que no llegamos; dónde estaremos sentados. cuáles serán nuestros deseos, a quién confiaremos nuestro pasado, con quien hablaremos más despacio.

Por dónde tiramos, qué coche llevamos, a qué velocidad vamos que nos alejen de ese pasado tan intenso y cercano.

Las luces se esconden, MAPA

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Deseos de Navidad

dando rumbo a un atardecer que se acaba, y se duerme en un horizonte donde aún no he pisado, mirando su entorno casi emocionado.

Quiero contar esos momentos quiero sentir con más fuerza tus secretos, aunque te alejes aunque me digas “no lo entiendo”, quiero pensar en mis deseos que la noche se acaba. POEMA DOS

Fugaces son tus miradas amable tu cariño de amada sublime el respeto de tu cama, a veces no sé porqué me amas.

Por fuera sólo respiro por dentro vivo en calma, si me abrazas cúbreme todo que se me escapa el alma.

Piso escaleras que no bajan que te retienen en un jardín de flores en una noche que empieza, y nos trilla locos de alegría porque sin saberlo el año ya no espera. MAPA

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Deseos de Navidad

Alejados y atrapados en tus manjares y vinos morados y blancos rosados, y una familia feliz que ríe y asombra y piensa, con ganas de pedir deseos y dar abrazos, y brindar con cava de dos mil dos burbujas.

Anunciando tus encantos, y niños que gritan y saltan porque quieren estar estando, entre cuadros de mil imágenes y cristales y cerámicas del quijote y sancho panza y belenes que son santos, y el calor de tu leña que arde con espanto porque que se va y no vuelve a ver a sus amos, a sus muebles de siempre y armarios que ven sordos, y gestos de un techo que tantas veces te reflejan y callan.

Con mesa de mantel y plata con luces que no dan batalla, que han oído decir calla, únete a esta siembra que no raya, o te pide pon el brazo en tu sien que piensa y ama.

Espejos y cristales de vitrinas y lámparas brillantes, MAPA

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Deseos de Navidad

manteles rojos que visten mariscos y entremeses de colores y asados de carne, y velas que decoran tu corazón inquieto que oigo cuando late.

Dónde me has traído qué disparate, ya quiero sentir para sentirte ya quiero desear para desearte, correr a un rincón divino que se haga el dueño de este instante.

POEMA TRES

Bronces y oros y ocres entre paredes y esa voz tan segura que se pierde y aturde.

Rubia y bella como el norte que sólo piensa y no esconde.

Paquita por nombre siempre has querido a tu hombre. Aquel que te mira y que una vez con catorce se hizo el amo de tu horizonte.

Que te guía en tus soledades y te hace soñar cada noche MAPA

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Deseos de Navidad

en tus pisadas de mujer y madre y en tus días tristes y triunfantes.

Un día llegaste a Málaga para quedarte y tanto pediste a la virgen y a tus padres.

Vestidita de tules limpia como los ángeles, triste porque dejaste tus menajes, por dejar tu cielo que te cobijaba y a tu Pili y a tu corte, y a tu profesión y a la mitad de tu vida y a tus pasiones y romances.

Deseando como este fin de año.

Otro lleno de soles de playas y carcajadas.

Venid y venid pastorcillos de mi alma.

No cantéis penas que ya se fue mi padre que mis hermanas ya no lloran, que mi madre me espera MAPA

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Deseos de Navidad

sentada y sin habla, que hoy la beso y miro desde tan lejos.

A belén a belén pastorcillos, Holanda ya se fue, ya se fue quiero vivir y ver a mis hijos vivos y a todos los que se fueron quiero ver a mis hermanos felices entre enhebrar mi piel dichosa y un te quiero Javier no te alejes de mis miradas que me hiciste mujer con perdón y calma.

Quiero ver a mi hija Mara, quiero ver a mi Javi nacido de ti, quiero desear muy fuerte luces y credos entre salud y amor y mi virgen de Luciana, y quiero brindarle a Dios un verso, que dice que aclama que no quiero nombre ni ramas, ni credos, ni rabia sino sentir lo que llevo en mis entrañas.

Porqué hablo y nadie me oye, porqué no deslumbran mis palabras porqué sóla estoy en mi casa; cuanto tanto quiero; MAPA

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Deseos de Navidad

si sólo deseo en este día de fin de año y que me digan aquí estoy; dime qué canto, qué pido al cielo, dime cuál es el sueño más dorado.

POEMA CUARTO

Estás fijas y atenta como si no estuvieras, entre palabras y frases que no interesan, sonríes si te miro para atraparme, cómo te gustaría ser cada instante.

El lenguaje de los sordos me serena, estoy aquí para desear lo que quieras, pide que mis labios sellen tus promesas, señala el camino de los deseos, que tan bien reflejas, mírame despacio para que entienda que dicen tus verdades y tristezas, pide que llegas tarde deséale al más grande, mírame y luce tus galas que arden.

POEMA CINCO MAPA

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Deseos de Navidad

Que llegan las doce que vienen las uvas a adorarte, que el año se acaba que viene otro dispuesto a jurarte, esos segundos que no mienten aunque se van para siempre.

Los villancicos y canciones se unen a tus saltos de alegría, no me dejes ahora que comienza el dos mil tres, deséame acariciarte un poco más todavía, no me eches en cara ninguna desidia, retén lo mejor de mí en tus recuerdos y pide por resistir sin las mentiras que te alejan.

Abrázame en tu regazo dame calor y un abrazo con pasión y corre y ven que te vea de cerca como cuando hace veinte cuatro años como antes de que te conociera.

POEMA SEIS

Los segundos ya no cesan los deseos dan comienzo MAPA

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Deseos de Navidad

ya han pasado los cuatro cuartos y se han ido los días amargos ya no están los miedos y fantasmas es momentos de ruegos y abrazos.

Guía mis sueños, anda junto a mi lado cuando estoy despierto, sufre conmigo si lo necesito, sigue mis pasos.

Dame las manos y espera que te siga observando.

Que no quiero dejar esta vida hasta que no podamos seguir amando, ni pedir deseos, ni dar abrazos ni ver a mi familia, ni adorar a mis hijos sagrados, ni sentir la emoción de ver el cielo y el mar ni sentir la felicidad de seguir luchando, de comprar juguetes y perfumes y tocar la arena caliente de nuestros veranos, y sentir frío y calor y ver las estrellas junto al sol.

De ilusionarme hablando, y de oírte cada día palabras que incitan y gritan. 163 MAPA


Deseos de Navidad

De ver albas grises y atardeceres malvas, y tus súplicas mudas cuando me dicen te quiero brindemos, juremos juntos eternamente vivir los mismos sueños, deseemos seguir sanos.

Quiero ver tus ojos mojados de valor y la firmeza de tus manos y la felicidad de tu cara de diecisiete años; que no olvido jamás y se quedaron siempre en mi retina de niño amando para siempre junto a tus manos.

POEMA SIETE

Ya están lejos nuestros hijos y quieren saber si los amamos.

Mi angi, mi miki del alma, pero qué decís si cubrís lo que nos falta.

Si nuestros deseos van tan lejos como vuestras alas, que sólo desplegáis si viajáis sin nuestras hablas.

Si nuestros deseos de navidad van con vosotros MAPA

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Deseos de Navidad

no os apartĂŠis, venid pastorcillos venid aunque sea sin habla.

Ni vuestros besos ni vuestros abrazos ni cuando nos necesitĂĄis Si nos dais el cielo.

OCHO DESEOS

Deseo cumplir los dieciocho para volver a conocerte, y ver tus ojos como aquella noche perdida, alejado e inocente; bailar a tu lado frente a un coche rosa que oye y busca desesperado tu rostro.

Deseo sentir sin odio para sentirte, y volverte loco en tu pasado, animado e inconsciente, jugar a tus juegos dibujados que nutren y vienen a verme calmado.

Deseo ser el abuelo de mis hijos, y ver a mis hijos abuelitos, comprendido quiero ser, jugar como cuando era chiquito que busca tu aliento desesperado. MAPA

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Deseos de Navidad

Deseo vivir cada mañana y levantarme contigo, y darme la vuelta y hacerte la sillita, atado y hallado en tus sueños, amar para amarte mucho tiempo que el calor me abrase apasionado.

Deseo mirar para mirarte, y retorcerme de pasión y ver como vuelca mi corazón herido de amor cada vez que te toco y te que pido perdón, que vengan estrellas cada noche,

Deseo pasear unido a tu cintura, deseo ver arco iris cada día y dibujar en tus oídos sus colores y confesarle mis dolores, y reprenderle sus huídas.

Deseo brindar estas navidades y desearte felicidades vida mía y que lleguen las siete y las ocho de cada día, y esperar a que llegue otro año y otro otoño y primaveras al sol con inviernos de verano. y levantar muchas copas de alegría y sentirme tu amo. MAPA

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Deseos de Navidad

Deseo ver tus ojos ilusionados, que siempre sigas a mi lado, y veas en mĂ­ a un muchacho enamorado, que busca desolado que se impacienta si no llega, y se estira preso de tu ira bendita, frĂĄgil y adulta astuta y sabia, rendida y noble, paciente y paciente deseos

y

deseos

son

Navidades.

167 MAPA


PALOMA Paloma, te he visto esta ma帽ana, me has pedido que te devuelva la vida, deseas volar fuera de esas esquinas donde el cielo blanquea entre azules y mares que te esperan. Rindes honores porque tus ojos nos ven dentro, entre verdes y hermosas flores de colores; miradas que entretienen, todo me parece bonito. Empiezo de nuevo, donde te has ido paloma, te sigo, dime si puedes. Jadea con tus alas, r铆e con tus ojos, abre tus labios carnosos, ven y vuelve a mi si quieres. D贸nde busco tu historia si persigues la gloria. D贸nde anidas hoy, si vuelas tan alto.

168 MAPA


SI ME PIDES A ANA Si me pides que dibuje estas paredes anidadas, y tu claro traje y tu blanco vuelo; con ese vestido de color de tarde que abraza a nuestra niña que hoy brilla. Si me pides que recuerde tus ocres divinos; tu infancia contada ayer mismo. Si me obligo a escribir tu mejor recuerdo, cómo lo digo para que te suene a un sueño. Entre amaneceres verdes, y albas de amapolas y jaras, entre lirios y la belleza de tu antigua plaza has lanzado mi destino; á dónde voy díosmío, si sólo quiero verte. Si te he visto sin abrigo, y hoy me abrazas como si fuera tu hijo. Si aquel día me dijiste “ven conmigo” Si vuelves, me vuelvo niño. Si me conociste ayer, si no me viste sino hace un rato. Si no elegiste mis palabras de amor. Ni mi profundo ser, ni mi aroma, ni mi cama. En Cáceres con tus queridos padres, entre tu gente y este cielo vendito, y tu perfidia de niña y tu hija llena e inquieta, y este te quiero vida mía. En mi málaga, quiero verte, con mis quereres,, y con mi hermana y con mi gente, y con mis padres que no duermen. MAPA

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SI ME PIDES

Que mi niña lo vea y lo sienta; que mi Alba ya es mi cielo y mi esperanza, que ya casi anda y me abraza, que ya nos conoce y te llama Ana. Ayúdame, que me hoy me caso. Con mi vida y mis amigos. Con esta chica que me ha vuelto loco, por venir a esta ciudad a contártelo todo, a decirte, vente, lo dejo todo. Y mi niña, y mi mujer y mi familia qué dicen. Enséñame como es mi sino, tu que ya lo has vivido. Dime qué me contestas, si mi futuro todavía no he visto, a dónde me lleva este amor si estoy loco perdido. Qué piensas Ana, mi vida. Dímelo que quiero seguirte siempre. Y cuando te repita estas palabras Alba; dí que era amor del que no se no da todos los días; dí que eras mi hija, di que me casé con tu madre que ha sido la mujer a la que más quería.

170 MAPA


SI ME PIDES A PACO Me pides que te pintes mi fiesta, que dibuje ese sueño que encontré a tu lado, vanagloriando un pensamiento franco, retocando un atardecer que se ha ido, soportando la espera sorda de un vacío, atemperando y recordando mi desazón, adormecida y vacía y quieta como con mi llanto. Me pides, Paco, que pinte estas fiestas que despierte hoy mi ilusión, que conmigo y con mi hija Alba vivían. Deformando mis dolores por alegría, ¿Te acuerdas?, dime, no es lo que querías?. Siento, Paco, que estoy en un altar de rosas y amapolas blancas, y tulipanes amarillos y rezos y refranes. Esa paz que escondías. Siento como se alargan mis días, siento como el sol brilla, siento como los árboles se visten de plata y escarlata, siento como mis manos hurgan en tus pensamientos; Siento tu aroma al atardecer, cada noche y cada mañana. Y pides que también pinte estas fiestas. Y yo qué digo, qué me toca, Si te quiero, si también estoy loca. Me pides que pinte nuestra vida, y sólo ser poner cosas que suenen bonitas. Palomas que vuelan y cantan cosas tan lindas, madres que ríen con ojos llameantes a sus hijos. Estrellas que cuentan cuentos, MAPA

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SI ME PIDES esos que andan por la vida. Algunas de mis ilusiones que brillan, que no se apartan de tu mejilla. Y ese amor que llevo tan dentro, que hoy te da la bienvenida. Con mi hija y mi familia y mis amigos y tu familia. Que hoy han venido, desde tus playas celestes de Málaga, y de tu sol que es el mío; desde Terrinches y desde Holanda, desde mi barrio y tu acera. Con esos ojos negros que ya te esperan. ¿Es que no lo sabías, qué pensabas mientras dormías.? Vente conmigo y abrázame junto a mi hija. ¿Dime que siento,? Descubre mi vida. Que estas son mis fiestas, que toco tu melodía. Ven conmigo para siempre, Que este es mi mejor día. Brindad todos con vuestras copas. Despacito que se llenen, para recordarlo toda la vida,

172 MAPA


ATARDECERES Cuando mi mar celeste se seque, cuando mi sol no me despierte, qué voy a hacer si no tendré un guía que me enseñe ¿Y tú seguirás a mi lado?. El invierno me llama tan fuerte, que el verano no llega, dónde me llevas que no te sigo, que tu alma me señale siempre. Dónde está ese destino que no encuentro, ni de noche ni de día, dónde estáis mis ibas y venidas, por qué decís adiós a mi vida. Alegrías y fuentes, y despertares y quejíos, entre un divino cuento que no ha existido. Y me partes, y me vienes, dónde escondes ese tesoro que me guía. Si llego, A dónde voy que quiero ver mi destino y llegar hasta tu suerte. Donde hablaré libre, sin que me molesten, con mis fantasmas y amigos, y conmigo mismo hasta verte. Cuando mi colores duermen, y mi vida despierte, 173 MAPA


ATARDECERES cúbreme en tu manto, de la vida y de la muerte. Ayuda que te sorprende y no viene, si estás sólo vente, no me dejes quiéreme. Ayer fui feliz, no lo sabías.

174 MAPA


MARA Te conocí con bucles negros en mi Plaza de la Trinidad de Granada. Con sonrisa abierta y suspiros como los angelitos que te llaman; con hoyitos en la cara, dándote el sol en tu mirada. Corrías alegre y libre como las palomas que te acompañaban, a saltitos lindos, moviendo tu melena larga; casi te caías entre tanta gente atenta que te observaban sin soltar a tu tita que presumía feliz de su Mara. “Esta es mi sobrina, de la que tanto hablan la linda niña de mi hermana, la que yo quiero tener si algún día la vida me guiña el alma, o mi corazón se despierta y te abraza. La traigo para que conozca otros tesoros, miradas suaves como estos árboles de la plaza, delicias que no se compran ni se venden, encanto y besitos que no se esconden. Dulzura y paz sin llanto azules como tus mares. Cómo será su vida, dónde llegarán sus sueños de niña, qué pensará cuando sea grande”. Pasaron los días y las noches de tu Meridiana, llegaron tus tantos recuerdos vividos de Málaga, pero tu vida no cambia. Tienes la misma perfidia de niña. Cuántas veces me confesaste con tus quince y dieseis años y ayer mismo. Hoy recuerdo tus mensajes lisonjeros de mujer que vuela alto y no engaña a nadie. Qué filmes nos guiaron. Cuánto encanto entre sillas errantes, 175 MAPA


MARA Si te invito al cine es porque quiero ver tu canto. Tu aroma de niña, tu juventud que me llama, pero eres mi sobrina, la que llevo en el alma. Qué te guardo. Viviste entre ramos y atardeceres nuevos, entre mi mar y el que conociste y hoy te quedas en esta ciudad que te acoge y te ofrece tu vida y un futuro cercano y ciego.. Colores vivos que están alegres, deseos que te dan la bienvenida. Con tu Lucas y ese te quiero vida mía. Haz que tus cruces crucen toda tu vida. Hoy adoro aquella niña, a una mujer que conserva valores y estima, quiere a su gente y no esconde su calma, vuela de ilusiones y sueña con amores para toda la vida. Tu vida empieza, vuestros corazones se mezclan, dibujos que tropiezan y dibujan estrellas; dónde van dios mío que encandilan y sueñan. No ves tus fauces ni tu mirada. No quiero tener envidia. Haz que sea tan verdadero. como el sol y las estrellas y tu sonrisa. Luce tu encanto, en ese blanco de locura y plata, y luceros y claveles y rosas pardas, 176 MAPA


MARA y ese amor que respiras. No ves cómo luce la tarde, está cubierta de alegría, de cuando eras niña, y de mujer te aguarda. Mira como te miro, vibra tu luz verde de siempre. Desde que eras niña ya me iluminaste y hoy te ríes como el sol que amanece. Para toda la vida, desde niña a mujer, de todos y a todos, para siempre Mara. Pronto verás tus estrellas esas que te ponen loca y te vacían de alegrías y tristezas y de amores que rizas y cuentas. Pronto serás mujer, con la misma sonrisa con bucles y esa carita, como cuando te vi aquel día, en mi plaza de Granada. Y suspirabas cuando me diste ese besito que te salió del alma. Y abrazaste a un amigo para toda la vida. Y te juraste en un instante ser fiel contigo misma.

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AMANECE Si las estrellas se apartan de tu sonrisa, si cuando duermes sueñas con la luna, no querrás que llegue el alba, ni el sol ni tu mirada celeste y sabia. Si cubres tu manto divino, si hieres lo que te hace daño, no querrás despertar mañana ni pensar más que en tu morada rosada. El aroma te sopla, dibujando tus alas, pides soñar despacio, para no despertar temprano. El amor se va acercando, entre tu almohada, y tus sábanas fresca, y tus labios mojados. Amanece y las estrellas se estrellan, el horizonte se abre, pero el mar se acerca, y cuando amanece también sueñas. Tu balcón se viste de flores, de jazmines, hortensias y damas de noche, tu sol te abraza y tu cierras los ojos como si te pesara porque amanece. Esos pajarillos ríen y picotean y se asoman a tu mirada que despierta de un sueño infantil eterno como si recorriera tu alma. Amanece que te espera, esperando otro día para volver a soñar despierta. 178 MAPA


IMAGINO A veces cuando pienso e imagino, cómo eres por dentro, qué piensas viejo amigo cuánto tiempo estarás conmigo. A veces cruzo tu raya, cómo escondo mi morada, qué pintas si te arrastras, cuánto merece tu calma. A veces lucho, divido y venzo, cómo como por ello, qué quiero, dónde voy cuánto silencio. A veces muero y me despierto, cómo cambio este esperpento, qué me dices si no aguantas, cuánto amor guardo en silencio. A veces te miro y no te veo, cómo eres; eres sincero, contigo o con la gente, cuanto cúmulo deseo. A veces pienso e imagino dónde está ese destino; qué dices que no te oigo, cuánto pintas, si pintas conmigo. Volverán las tundras y verás las mareas te quejarás y alzarán voces de ese horizonte que imaginas cuando eres sincero.

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CORAZÓN PERDIDO Anoche coloreaba un te quiero, quiero que no cambie la noche; dime como soy por dentro, para que no sufra nadie. Anoche sufría por dentro, por no asegurarte la vida, por no decir que eres mi vida, por no dejar de inquietarte. Cómo eres, cómo soy somos los de toda la vida, sin engaños, para que mentir si ya cae la verdad. Tu semblante es tu espejo, yo lo he sabido siempre, tú luchas por la sangre, y yo te sigo a todas partes. Los espejos del alma no se esconden, brillan en todas partes, tu luz te hace fuerte, tu nobleza te enternece. Qué quieres que te diga que no sepas desde siempre, ni por dentro ni por fuera seremos así siempre hasta la muerte.

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VEO Y NO VEO Veo y no veo, y quiero verte siempre, átame con tus dedos, despacito, suavemente. Veo y descubro un mundo nuevo, lejos de mis quereres viejos, leo corazones abiertos y veo y no veo estando despierto. Cómo me pides que señale tu esfinge, si eres divina como una diosa faraónica, cómo me pides que describa tus caricias si eres tan hermosa. Qué te digo que no sienta si llevo contigo toda la vida, cómo me pides que te cante al oido si sólo tengo una misma melodía. Si la luz canta, si los aromas bailan, si tu cuerpo siempre es joven y eterno, que quieres que te diga que no sea un sueño. Veo la tarde y no veo tu huida, ven no te alejes, quédate toda la vida. Veo y no veo porque eres vendita. Míra mis ojos, mírame por dentro que te veo y no te veo porque estoy ciego y te creo.

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LUCES DE BOHEMIA Luces de bohemia, bohemios son tus secretos que me llevan por la vida, luces de acaricias que trinan y me inspiran. Luces de paz, paces que quiero hacer con mi huida, que me den tranquilidad, luces que me dirijan y me llenen a escondidas. Luces que encienden y encandilan, al llegar la tarde, al llegar la noche, al llegar el día. Luces de bohemia, bohemios son tus recuerdos, que no llegan todos los días, luces que te abrazan y ríen y lloran y te esperan.

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INQUIETUDES Cuando me llamas salto de alegría, cuándo me aclamas corro de esperanza, qué quieres hijo mío del alma, a dónde voy para que te llegue la calma. Conciso, de amor propio de voluntad y lo que quieras, qué te falta, si serás tan grande, si no te faltará nada. A veces sueñas y te despiertas, qué dirán tus imágenes quietas, dónde volarán tus alas, a quién pedirás compaña. A veces me acuerdo cómo eran mis días, y te veo y te encuentro. Cómo es posible tener un doble dentro, si cuando sales piensa y vives sólo tus recuerdos. Tus atardeceres fueron los míos, quietos en tu cuarto, formando un futuro incierto, de esos que sólo son tuyos y carecen de dueños. Cuando viajas despierto siento tus encuentros porque fueron los míos cuando los días eran tremendos. Al emprender tus huidas sin saber dónde está el destino invades tu sino y te acercas. No dejes tu sitio, 183 MAPA


INQUIETUDES vence a los que te despiertan, ahí está tu futuro, el que deseas. Finje cuando estás, vuela cuando no te vean, que la luna se estrelle, y las estrellas te vean. Si los que pasan te pisan, pasa deprisa con tu mejor sonrisa. Si te desean que bajes, sube aprisa, sin mesura y con risa. Ve despacio que la vida te aguarda, aprende a tener paciencia, que no todo es oro lo que brilla, ni si quiera tus perfidias. Si tus queridos te quieren, pregunta por si es mentira. Si tu quieres, lucha por ello toda la vida. Cuando alcances el cielo, deja tu mano quieta, que otros esperan y te desean y esperan tu infierno. Da de comer a tu amor propio, que te servirá de escudo te dará cobijo, y te guiará como ninguno. Cuando te miro me miras, cuando te quiero acierto, eres mío y yo soy tuyo 184 MAPA


INQUIETUDES somos los dos un mismo encuentro.

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QUIERO Quiero contar un cuento que te llene de envidia, que te de paz y alegría quiero contar como te quiero. Quiero escribir versos que te den la vida, que los leas cuando no me veas quiero amar despierto. Quiero ir y venir despierto que me esperes toda la vida, que me creas y me desees, quiero que me ames cuando sueño. Quiero llegar a tus heridas que embalsamen tus mentiras que se hundan contigo siempre quiero ser tu lazarillo ciego. Quiero que me encantes que te siga a todas partes, que te diga lo que diga quiero ser tu amante amado. Quiero vencer ese miedo de querer, que nadie te iguale, que seas la única en mis pensamientos, quiero volar en tu cuerpo. Quiero tener tu corazón limpio, que me llene, que me queme, quiero que des siempre tu sentido. Quiero que no pienses, que alucines conmigo, 186 MAPA


QUIERO que yo sea el mรกs hermoso, quiero que despertar contigo.

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PROVOCAME Pienso cómo provocas mi azul intenso, cuando te miraba sin terciopelo ni celo y levantabas mi acaricias de cielo, aunque deseaba cruzar tu velo. Venías e ibas dónde nadie te pedía, mañana hablaremos de ello, de tu alegría, y de cuánto te pedía. Esas conversaciones que no conoce nadie ni tu misma, ni cuando pude y no quise, ni cuándo deseaste mis caricias. Las fotos no te inmortalizan, son tus sonrisas las que anhelo, cuándo venías a verme cuando te ibas vacía. Sin cruzar ningún horizonte, Nos hemos ido Y ya no somos, provócame y ven de nuevo.

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LA JARANA

Ayer tuve un sueño soñé con La Jarana; cuando seré socio de personas tan sanas y sagradas. He visto la caseta llena de flores y guirnaldas y a tanta gente tan maja; cuando me dirán vente, si te sientes Jaranero de Málaga. Sus luces de colores de Agosto lleno de estrellas. Sus miradas bajo la luna llena, Su música imparable que palpita y suena. Su alegría que hasta envidia el mar de Málaga. Ayer mismo estuve en su fiesta despierto, de encanto, de baile fino y estampas doradas. Estuvimos en una hermandad de verdaderos amigos, de esos que se llevan en el alma. Si no te conocen te preguntan dónde estás, vente que aquí tienes amigos, Jaraneros de hoy y de siempre, de estirpe de Málaga. Dime que quieres, échate un baile conmigo. No importa de qué sitio, Si eres jaranero eres de los nuestros Aquí tienes tu sitio. Entre los jazmines de Agosto y cantares que te abrasan. Ven que somos una familia amplia, que no se esconde entre farolillos y te aguardan. Ven que estamos contigo entre flores malvas. Ayer soñé que quería ser Jaranero para alardear de Málaga, de su feria y de sus luces candiles 189 MAPA


LA JARANA

y del mejor sitio de la feria de Málaga. No solo se ríe, son gente sana, se esa que ya no existe sino no tienes la suerte de encontrarla. Primero fueron unos, luego se sumaron los que te abrazan. Ayer soñé con La Jarana Y hoy soy uno más el que te alaba. Quiero ver de nuevo tus colores amarillos, blancos, morados y verdes y tus mujeres tan guapas y tu alegría cuando cantas. Quiero estar en la caseta Y ver la luna de mi Málaga, su cielo y sus mares entre lo mejor de España. Esta visita turística de encuentro con nuestra infancia, y estos toneles que recuerdan tantas estancias dejan que marquemos un minuto los Jaraneros de Málaga.

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ANGELICA

Y han pasado quince años en tan sólo una fugaz mirada, y ya has cobrado cuerpo y vida, y comienzas sóla a buscar tu destino. Pronto tendrás quince años, como los que yo tuve. Como los que acariciaron mi rebeldía en un vespino y las caricias de niñas que me guiñaban y seguían. Como los que me dieron el peor de mis días, cuando andando sólo y sin compañía me dirigía al instituto para decir adiós a los estudios, “Que no quieren que siga”. Hoy no me acompaña Toñi, mi vecina, hoy estoy sólo por primera vez en mi vida, hoy debo echarle coraje a la vida, hoy no es un día de rutina. Mi madre también ha llorado conmigo mi desdicha. Cuando se lo he contado no se lo creía. Porqué algunos quieren cortar mis alas, Si nunca he sido pájaro de mal agüero ni molesto. Pero superé aquel día y me fui como tú con mis amigos, y no perdí ningún momento, y me dieron fuerza y abrigo. 191 MAPA


ANGELICA

Dónde estás ahora que parece que te hemos perdido. Con quién vas cuando te acuestas en tu cama vacía. A quién has amado tan pronto que no cuentas tus salidas. Dime niña, dime que yo te vea. Eres tan bonita y sencilla, eres tan franca y tan sentida. Cómo eres por dentro si por fuera brillas, cómo son tus sueños si de día deliras. Cristales que se rompen como tu mirada, que se encienden cuando hablas, y se ausentan cuando pasas. Qué piensas en tu soledad quieta. “Papa quiero una poesía, en mi cumpleaños al menos, una para toda la vida, que presuma ante mi gente de un padre diferente”. Si no necesitas nada, si lo tienes todo, un cuerpo hermoso y una sonrisa infinita, y una juventud sana. Unos ojos azules, y un amor que te sale del alma. Y un corazón de niña y un espejo por alma. Unos labios rojos y hermosos 192 MAPA


ANGELICA

y palabras que te salen libres como el aire que respiras. Un lujo para quince años, de niña divina a mujer que envidia, lista y astuta como mujer que eres. Pronto cumplirás con tu vida, y te irás separando de algunas mentiras, recordando los recuerdos de tus encuentros, entre tus melodías y las pasiones que ya has descubierto. Pronto vivirás tu rumbo sin que nadie te guíe, pronto volarás sóla a tu mañana, pronto querrás tu casa y abrazar a tus hijos que aún no han nacido, pronto se hará tarde para contar tus fantasías. Vuela ahora alto sin engaños. Vive feliz sin cruzar tu arco iris que te llevará lejos a un horizonte lejano e incierto, donde podrás recoger frutos y sufrimientos y toda una vida que te está esperando. Sigue tus pasos y no te alejes nunca de nosotros que te estaremos esperando como cuando eras nuestra niña como en nuestro principio y en nuestro futuro y ahí te aguardaremos cuanto sea necesario. Hoy es tu cumpleaños, deja pasar a los payasos de tu infancia tan bonita, 193 MAPA


ANGELICA

que te den carcajadas sonoras y respeten tu sonrisa provocadora, que no la pierdas nunca, que te acompañe siempre hasta en tus días tristes, que ausente los malos tragos de esta vida inerte y pasajera, que te cubra y vibre con tus melodías, que te haga inmortal para toda la vida, que te haga recordar a los que te quieren, y a tu mar y a tus playas de verano, que te de una paz infinita como lunas llenas que encienden la noche, que te haga llorar por las emociones y alegrías que te enloquecen, que te brinde caricias de amigos que ni siquiera conoces, que te ayude a seguir las notas de tus canciones y de tus valores, que te de fuerza para seguir siempre sin mirar atrás, que te impida las desdichas y sin razones, que te una a los que te retienen con besos y abrazos y acaricias, que te funda con amores eternos de un solo día, que te siga a todas partes y crucé contigo paginas de glorias y soledades, que siga unida a las carcajadas que te esperan y a las risas que todavía no has dado, 194 MAPA


ANGELICA

que den paso a tu simpatía y a tu infancia serena, que te aparte de algunas envidias, y a tempestades inciertas, que te imprima en la cara ese carácter de frescura y ternura y mirada alegre, que te de las manos y sea siempre tu amiga y te lleve hasta las estrellas que no tienen nombre.

Tu cumpleaños no se acaba, al día siguiente comienzan tus dieciséis, y al día siguiente tus diecisiete.

Y pronto llegará tu domingo que te llenará la vida de poesías, y te conducirá hacia otra partida, pero tampoco pierdas la sonrisa.

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GERTRU 2

Cómo te lo pasas en la playa, dime un algo. Di que puedo decir más para que escribas mis palabras. Compro chicles si me mandan a por mandaos, sueño con la virgen y con mis amigas de Graná, y tengo recuerdos de mi padre y con mi mamá, y vuelo cuando si sueño a ese más allá. Si me acerco es porque acierto, si te miro es porque te veo, si te siento es porque estás cerca, no te vayas nunca Dios mío y vela porque te vea. Viviré toda mi vida siendo niña, tu hija de corazón, cuándo buscaste mi razón, allí estuve esperando tu amor. Me escribiste un cuadro de palabras, dibujaste mi alegría, y pusiste color a mi falta, con todo el cariño que podías. Yo te miro y también te veo, y aprecio las alabanzas de tus gestos, y me gustaría que sintieras por dentro, lo que yo siento. No hacen falta ganas, no inquietan las melancolías, ni ser infantil ni adulto, quiere en todo momento y con eso ganas.

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HASTA SIEMPRE

HASTA SIEMPRE Brindaste a mi vida tu mejor sonrisa, hoy y mañana y siempre os recordaré despierta, para tí Antonio y para nuestras hijas, y pa Juan, y pa Braulio y para tu hijo Hilario. Traedme a los niños, venid “que os quiero tanto”, que os he perdido muchos días en esta vida, pero aquí os aguardo. “Tere, que vienen de Huete, que ya han segao, que viene padre delante, y los muchachos vienen cansaos”. “Pon el perol caliente; calienta el quisao, mira que ojos tienen, tanto trabajo, madre mía del alma”. A mi pueblo, a mis íntimas, también os quiero. Sólo es un momento. Alegrad vuestros sinos, no seáis más que el viento. Desde que fui ninfa y luego fui mujer, desde que me casé aquel día, tanta lucha, tanto candor, “cuántas veces he pedido a Dios.” Mirando a lo lejos, a San Isidro, para ver si vienen mis hijos. Si no tengo otra cosa, que cuidar sus vidas. 197 MAPA


HASTA SIEMPRE

A mis padres y a mis hermanos y a mis hijos quiero decir ”adiós, o hasta la vista,para que me améis más que yo, porque seáis como cuando yo soñaba siendo la mejor”. “Hasta cuando Dios quiera, hasta que nuestros horizontes se crucen con los Jarales, hasta que mi calle el Aire se deslice con mi Antonio, hasta que llegue otro mar que sea celeste. Me voy a dónde voy. Voy a buscarte porque también me dijiste, “vente pronto que aquí estoy sólo, despídeme de mis hijos que ellos lo tienen todo”. Yo sólo he sido hija, madre, esposa y abuela pero he querido siempre, y por eso me voy contenta a adorar a mi marido. Adiós a todos, a los que me contasteis aquel día, a quienes pasearon por mi vida, a los que hoy lloran porque no ven mi sonrisa. Adiós con el corazón de mi Madre Luciana que con la mano no puedo; adiós, adiós con el alma que es mi mejor tesorera y la guía de su gracia. Si contara mi historia, si alabara mi vida, con quien me encuentro, contigo “Antonio de mi vida”.

Con mi Angela, con mi Juan y mi Tere 198 MAPA


HASTA SIEMPRE

Y contigo Braulio y contigo Hilario “abrazaros cuando me digáis adiós como cuando erais niños que todo era pedir perdón”. Paquita, Carmen, Rosa Mary, y mi Gertru y mi Gertru cuántos tesoros aguardas, qué será de ti cuando me vaya. Me voy contenta, entre mi gente y mi pueblo, y la alegría de tener 83 años de tantos recuerdos; con todos vosotros por supuesto.

HASTA SIEMPRE

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HASTA SIEMPRE

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AMIGA INVISIBLE

Cuando las cascadas vuelen hasta tu mirada tenue, cuando el verde paisaje colme tu río mundo, cuando veas tan cerca esas estrellas que te retienen, pensarás que estás cerca. Si oyes y ríes y no te alejas, si miras y piensas y vienes y no te quedas, si te acuerdas de ese mediodía despierta y sonríe descubierta. Al oír esa mañana, al sentir el calor de tu cama descalza, al vivir encantada cada alba temprana querrás seguir todavía envuelta. Entre el ropaje de tu sino, entre la flagrancia de tu aroma divino, entre tu perfidia y tu amigo, nada más vale que un mensaje escondido. La noche azul se esconde, la brisa mojada acaricia tu horizonte, la perdida mirada vacía tu semblante, pero no te pierdas y arde. Esto es lo que quiero, esto es lo que siento, esto es lo que debo y creo pero no pierdas la calma. La navidad se acerca, el nuevo año comienza; panderetas, turrones y mazapanes, como cuando mecieras primero a tus primores.

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AMIGA INVISIBLE

Blancas palomas volotean; rojos son tus tulipanes, amarillos y blancos y verdes tus lirios, los de tus amores. Amiga invisible, descubre estos pomas de poesía, descifra estos mensaje y estas frases y sueña con sus melodías.

Porque los sueños sean cada vez más visibles.

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SIEMPRE QUEDARÁ PARIS

SIEMPRE QUEDARÁ PARIS Volveré a pisar tus aceras encantadas pintadas de colores bohemios y cien miradas como los de tus calles mojadas arqueadas de fachadas de cuentos de hadas. Soñaré con tus aguas mansas guiadas entre caminos de sedas y miles de malvas como los de tus cabellos dorados y el amor que abrazas. Seguiré hasta el fin en tu regazo azulado mientras vibran las alas de tus palomas y vuelan tus pájaros anacarados entre arlequines y museos mansos. Viajaré en sueños a ese país encantado aunque esté despierto si es a tu lado anidando tantos recuerdos de enamorados entre tu perfidia y esos castillos aterciopelados. Soportaré el dolor de tu ausencia si me esperas mañana o me prometes al oído que serás eterna en mi alma. Sentiré paseos que no se dónde me llevan volando entre paisajes verdes como si quisieran completar mi esperanza y el celeste de tus ojos que enloquecen. Buscaré las pisadas de tus poetas y el candor de tus pintores y el corazón de tus artistas y el mirar de tus rincones. Si fueran lirios o azucenas o si estuviera en ese mar de tantas estrellas o si de pronto amaneciera estaría contigo en ese alba que me espera. Siempre quedará ese encuentro alegre siempre quedarán tus imágenes galopantes siempre estaremos allí con esa gente siempre quedará Paris. 203 MAPA


SIEMPRE QUEDARÁ PARIS

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VERDADES

La vida está sembrada de verdades infinitas como el camino que nos lleva y se aleja a un cielo abierto, donde reposan los mares y las estrellas que sólo Dios conoce. Andar ese horizonte, es descubrir sus mil maravillas, como los segundos que nutren el alma y se escapan a escondidas hasta las esquinillas. Ayer tuve una vida y hoy se suma a tantas alegrías; vienen y se van con la dulzura de tener paz y amor eterno. Hoy tengo el fruto de la verdad de mi vida, se la lleva el alma; ha encontrado su camino; se va descalza a su destino divino contra mares y cielos de perfidias. Mañana será la hora de encontrar esa melodía que acaricie el final y el principio de la vida la que espero sentir junto a tu lado entre tu manto de verdades esculpidas.

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SI ME ENCUENTRO

Si me encuentro volveré a vivir entre tus sueños, aquellos que vuelan como palomas blancas entre suaves cielos sin que los cubran la esclavitud del viento. Si yo me encuentro volverás a tener los mismos anhelos, los de ayer y los que todavía no han vuelto porque solos no quieren vivir nunca sueltos. Si me encuentro ya no existirán paredes, ni alfombras, ni lamentos, ni tampoco lágrimas, ni sombras, ni desencuentros, ni amores con falsos juramentos. Si yo me encuentro, sólo veo tus azules intensos, pasiones sobre ríos de aromas amables y muchos, muchos colores con un cierto olor a incienso. Cuando vuelven las carcajadas, cuando vienen abiertas tus alegrías y sólo digas te amo estando despierta yo me encuentro. Si alguna vez amé como nadie y si lo recuerdo como si fuera hoy, vibrando enamorado y perdido en el espacio infinito yo me encuentro. Yo me encuentro entre el quejido de tus pasiones y el aroma de tus amores así es como yo me encuentro.

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SI ME ENCUENTRO

Y si te digo o te miro o te hablo al oído si hablamos mudos sin mirarnos y si bendecimos ese espacio y ese crujido yo me encuentro. Llámame que aquí estoy tendido busca mi encuentro que ya ha venido; a dónde estás, a dónde me voy yo contigo sé que me encuentro. Si me hallas, allá entre esas sombras insonoras escondido entre ayeres y tus rosas encuéntrame tu, que eres la más linda Rosa. Si me encuentro, aunque esté escondido entre mariposas, cubierto, arropado, seguro y amado o equivocado si ya despierto estoy a tu lado ven conmigo.

Cuando reinas entre las olas del mar, cuando soplas caricias almadas al respirar, cuando me miras de verdad, yo me encuentro. Si siempre y siempre estas a mi lado, si cubres todo, todo mi espacio si me quieres y me quieres para siempre yo me encuentro, yo ya me encuentro. Y una vez más y un anteayer y un hoy y un mañana y para siempre yo así SI ME ENCUENTRO.

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FELIZ 60

Veterano aprendiz de calendario reitera tu sonrisa de sesenta estrellas al alba y sigue tu vuelo lleno de luces y palabras con tu inolvidable amor y sin fin destino sobre las luces del tiempo que te aguarda. Existen instantes en la vida lleno de tiernas alegrías que nunca escapan como este que te deseamos en tus sesenta y en los que te despertarán cada mañana. No cabrían versos ni palabras ni lugares ni imágenes para desearte miles de felicidades hoy en tus sesenta, ayer y mañana. Volveremos siempre a tu casa, seguiremos compartiendo vuestra vida como amigos como si fuéramos tus hermanos.

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FELIZ 49

FELIZ 49 CUMPLEAÑOS Bendito fue ese día, aquella vista pasajera, aquel encuentro de nuestro apartamento entre miradas grises e indiferencia. Nacería aquel día, como si viniéramos de Paris; pero sin cigüeñas atolondradas, ni un nidito vestido de azules intensos de porvenir ni un futuro tan incierto. Tus inquietas palabras y tus geniales miradas y tus ardientes inquietudes enamoradas o tus gestos inquietos vestiditos de rojo carmesí; me apasionaron, sí, así te ví. Entre infinitos pendientes de cierres profundos y alegres, honestos, íntegros, dichosos deseos porque me dijeras vente mañana; suspirar a cada momento de mis futuros días. Vinieron muchos días y muchas moradas Y nos acogieron tus nidos Angélica primero y Miguel Angel la ha seguido; te quieren, lo sabes, como cuando nacieron. Cierran tus anillos del alma y mueres por servirnos en vida donde quieran que vayamos; te esperan con calma de madre. Las pulsera son como nuestra unión son para siempre como nuestro pasado como nuestros hijos de hoy como nuestro amor eterno.

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FELIZ 49 AÑOS

Veinticincos años desde aquel siete de septiembre; con tu vestido nuevo de princesa, de gasas y raso blanco y perlas grises y guirnaldas dentro de nuestro alba.

Un velo blanco de niña en aquel atardecer, con tus veintitrés, con tus ganas de una vida llena de sueños, y tantos cuentos.

Desde tus primeros encuentros, esperando con ilusión la salida, con deseos para empezar una nueva vida que acabará a un tranquilo atardecer.

Regina, tu iglesia, te admira; y la Victoria te envidia; desde el cielo agradecen ser elegidas para cubrir con sus mantos nuestras desidias.

Risas en alto, abrazos al aire, besos de hermanos y un alma que parece perdida te aplaude.

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FELIZ 49 AÑOS

Y unos padres que ya no están, pero quisieron apadrinar entre amor y felicidad besos y aplausos el futuro de sus hijos de sus nietos y bisnietos aunque de sobra saben que no los verán.

Seis años de lenta espera, hasta hacer de verdad la ilusión de una vida llena de esperanza, de dar amor y gestos y sonrisas y miles de minutos de silencio a tu lado, oyendo y sintiendo el olor de tu voz de tus gritos subdiminales de pasión, de abrazos de terciopelo, de suplicas por estar junto a ti. Me visto de traje gris, y corro por las calles de Granada con las manos vacías, y corazón abierto con una promesa de hacerte feliz te espero en la iglesia; y me dices “que sí”; entre testigos ciegos de celos y un párroco que nos dice “para las buenas y para las malas”.

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FELIZ 49 AÑOS

Y siendo niños de veinticinco y veintitrés nos lanzamos unidos a este mañana incierto, sin entender; sin tener nada en el bolsillo; mas que unos tiernos brazos de esperanza y un giño al futuro entre tantas alabanzas.

Y desde entonces cuántas historias, dos niños y qué gloria.

Sentir cada día un nuevo calor, abrir y cerrar puertas contigo, con gente que han venido y también se han ido.

Entre tres paredes viejas y nuevas y ese pasado que juntos hemos forjado estando desnudos.

Entre fotos e imágenes contaremos cuando peinemos canas y nos guiñemos igual que aquel septiembre.

Y me dices “no lo recuerdas” y yo te sigo y sólo pienso que fue el mejor día de mi vida. 212 MAPA


FELIZ 49 AÑOS

Ahora tengo veintres años como los que tú tenías como cuando busqué el primer trabajo que nos unió para siempre. No quiero cumplir más. Me gustan los días de entonces;

Y salimos de la mano para siempre desde aquel siete de septiembre.

Y hoy si tu te vas yo te añoro más y si no vienes yo te busco, y si tu me miras yo te adoro, y si tu me hablas yo te oigo, y si tu me dices ven yo corro, y si tu me dijeras empezamos yo renovaría del mismo modo los últimos veinticincs años.

Desde la calle de Elvira, hasta la iglesia; en mi Málaga querida; desde siempre hasta siempre; hasta que en nuestra próxima vida 213 MAPA


FELIZ 49 Aテ前S

tengamos otro siete de septiembre.

Y contarテゥ estas historias cuando llegue el amanecer, cuando llegue el atardecer, cuando nos digamos ven.

Y vivirテゥ estos recuerdos cuando tristes estemos, cuando alegres vivamos, cuando nos volvamos a decir ven.

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