Agave 01

Page 15

“Los juegos de nuestra infancia”

C

uando echamos la vista atrás y recordamos nuestra infancia, se entremezclan diversos sentimientos. Evidentemente, no todas nuestras vidas fueron las mismas. Las circunstancias de los que ahora están felizmente jubilados no fueron las más deseables para una niñez perfecta, ya que la guerra en algunos casos rompió en pedazos unos proyectos que se antojaban felices que les hizo pasar de la etapa infantil a la adulta sin escalas, ya que debieron asumir obligaciones para las que no podían ni debían estar preparados. Otros, en cambio, fueron más afortunados y disfrutaron una vida más acorde a la que se espera de un niño, y el desahogo les permitió acceder a bienes vetados a otros, y concretando en lo referido a los juguetes, dispusieron de algunos de los más codiciados: trenes, muñecas,... por los que suspiraban boquiabiertos los menos pudientes frente a los escaparates de las tiendas. A éstos niños especialmente va dirigido este artículo, porque tendemos a superar las dificultades y a hacernos fuertes ante las más duras circunstancias, y aún careciendo de medios económicos suficientes, conseguimos sacar momentos de felicidad y juego aún con los medios más básicos e incluso sin ellos. Y además, con un poco de humor.

S

i hay algo asociado indefectiblemente a la niñez es el instinto del juego. Todos los mamíferos utilizan esta etapa como aprendizaje para la vida adulta, y mediante la relación con otros miembros de su raza va adquiriendo las habilidades motoras, verbales y sociales que necesitará con el tiempo. Así, para disfrutar mientras se aprende no se necesita más que un poco de imaginación. Los niños, habitualmente más torpes en las habilidades del habla, enfocábamos esta etapa hacia juegos donde primaban las habilidades físicas. “Los niños sois unos salvajes”, nos acusaban las niñas... Y no les faltaba razón: éramos una especie de máquinas primitivas que disfrutábamos corriendo, saltando como monos enfurecidos y no rehuíamos el enfrentamiento directo aunque fuese a cabezazos, en peleas con palos o a pedradas: para los que tengan dudas, a algunos aún nos quedan las cicatrices de aquellas “proezas”.

15


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.