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Redes de apoyo social

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La libertad

La libertad

Por: Armando H. Toledo

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Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Académico de tiempo completo en la Escuela de Estudios Superiores de Mazatepec de la U.A.E.M. fundador y coordinador general del Movimiento Ágape, que promueve la integración familiar y comunitaria mediante el compromiso con valores espirituales trascendentes. Correo de contacto: a.h.toledo@hotmail.com

y abrazos contra el estrés y las infecciones

¿Podría un abrazo al día (en vez de la manzana del adagio popular) mantenernos alejados de los médicos? De acuerdo con un equipo de investigación de la Universidad Carnegie Mellon (CMU), esa puede no ser una idea descabellada. Liderados por el psiconeuroinmunólogo Sheldon Cohen, del Colegio Dietrich de Humanidades y Ciencias Sociales de la CMU, un equipo de investigación abordó el planteamiento de si los abrazos actúan como signos de apoyo social, brindando directa o indirectamente a la gente estresada protección contra las infecciones y las enfermedades. Publicado como Artículo de Investigación en la revista Psychological Science, hallaron que la percepción del apoyo social, así como el aumento en el contacto físico en forma de abrazos frecuentes, disminuyen la susceptibilidad a las infecciones asociadas con el estrés interpersonal, y resultan en síntomas de enfermedad menos severos.

Cohen y colaboradores eligieron estudiar los abrazos porque es un indicador típico de apoyo social que denota una relación más íntima y cercana entre personas. Según Cohen, estudios previos han demostrado que las personas que experimentan conflictos frecuentes con otras, están inmunológicamente menos capacitados para lidiar con los virus de la gripe, por ejemplo. También se sabe que las personas que reportan contar con apoyo social se encuentran parcialmente protegidos de los efectos del estrés propio de ciertos estados psicológicos, tales como la depresión o la ansiedad.

En su estudio, Cohen se propuso probar si las percepciones de apoyo social son o no, en sí mismas, eficaces para protegernos de la susceptibilidad a las infecciones inducidas por estrés, y también si el hecho de recibir abrazos podría explicar o no esos sentimientos de apoyo, y si ellos mismos protegen o no a una persona de las infecciones. A través de un cuestionario se evaluó a 404 adultos saludables en cuanto a su percepción subjetiva de apoyo social. Mediante entrevistas telefónicas durante 14 noches consecutivas, los sujetos de investigación reportaban la frecuencia diaria de sus conflictos personales, así como la cantidad de abrazos recibidos a lo largo de esos mismos días. Posteriormente, los participantes fueron expuestos a un virus que causa un catarro común, y monitoreados en cuarentena para evaluar sus signos de infección y enfermedad. Los resultados mostraron que el apoyo social percibido efectivamente reduce el riesgo de infección asociada a la experiencia del conflicto social. Particularmente, los abrazos estuvieron asociados al 32% del efecto protector del apoyo social. Entre los sujetos infectados, tanto la mayor percepción del apoyo social como la mayor frecuencia de abrazos recibidos resultaron en síntomas menos severos de la enfermedad — hubiesen o no experimentado el conflicto. Los resultados sugieren que el acto de ser abrazados por personas de confianza puede actuar como un medio eficaz para comunicar apoyo, y que el aumento en la frecuencia de recepción de abrazos puede ser un medio eficaz para reducir los efectos nocivos del estrés. El aparente efecto protector de los abrazos puede ser atribuido al contacto físico en sí o al hecho de que el abrazo sea un indicador conductual de apoyo e intimidad. En cualquier caso, aquellos que reciben más abrazos, de algún modo están más protegidos de las infecciones.

Estudios previos han mostrado que en las sociedades posmodernasindividualistas en las que se valora más al individuo que al grupo, y donde las muestras de afecto escasean cada vez más, es donde se dan algunos de los niveles más elevados de depresión y ansiedad. La importancia que tiene la presencia del afecto en la vida de la gente es fundamental para el buen desarrollo no solo de su autoestima sino de un óptimo funcionamiento de su sistema inmune, el cual los protege de la depresión y la soledad así como de las múltiples enfermedades asociadas a éstas.

Referencia bibliográfica: Cohen, S. et al. (2015). “Does Hugging Provide Stress-Buffering Social Support? A Study of Susceptibility to Upper Respiratory Infection and Illness”. Psychological Science 26(2), 135–147.

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