PRINCIPIOS ÉTICOS Y ECONÓMICOS MODERNOS 1RA PARTE: LA CRITICA DE A. SEN
Por: Jacob Mendoza1
El desarrollo del pensamiento económico en el transcurso de los siglos XIX y XX, sentó las bases teóricas de una ciencia cada vez más desvinculada de la ética. En los últimos años, la mayor parte de los economistas han desarrollado supuestos al margen de la ética, considerando que ésta disciplina filosófica no debe ejercer una imposición moral sobre una ciencia que, desde su perspectiva, es positiva y totalmente autónoma.
Durante este tiempo los premios nobel en economía han sido entregados a científicos (en el mejor de los casos), cuya aplicación real de sus aportaciones teóricas no siempre ha siempre ha sido en beneficio de la humanidad, precisamente por su falta de conexión con la ética.
Cuerpos teóricos que desestiman los efectos sociales y ambientales en busca de la maximización del interés privado, han permeado sobre los organismos internacionales y las políticas públicas nacionales, teniendo así, las más terribles consecuencias humanas: la pobreza, la devastación ambiental, y todos los efectos negativos que de estas se derivan (el hambre, la migración, el desabasto, el cambio climático, etc).
En este sentido, la necesidad de una reconstrucción ética de la economía se presenta desde siempre, pero con urgencia contemporánea, puesto que en términos de Rosa Luxemburgo, la historia se decidió por la barbarie y ésta se generaliza y profundiza. La locomotora del progreso, que va dejando tras de ella pobreza y devastación ambiental, marca la derrota histórica de la ética y el triunfo de la lógica económica capitalista.
Se presenta la posibilidad de replantear la propia ciencia económica, deconstruyendola desde su propia definición: una ciencia encargada únicamente del estudio de la producción 1 Mg. en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México