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Empresas familiares
¿Juntos en lo próspero y en
lo adverso?
Por Sophia Goldberg
Las empresas familiares representan el 75% de las compañías de Chile, y son la principal fuente de producción y empleabilidad en el país. Durante generaciones, padres, hijos y primos se han unido para sacar adelante su negocio. Con un rol esencial en la economía, ¿es tan fácil formar este tipo de compañías?
Contar con tu propio negocio, trabajar en horarios flexibles y desarrollarte profesionalmente junto a tus seres queridos. Más que una oportunidad soñada, esta realidad tiene un solo nombre: empresa familiar. En Chile, este tipo de instituciones representan el 75% de todas las compañías creadas, desde microempresas a multinacionales. Al representar un porcentaje tan amplio de la economía de nuestro país cabe preguntarse qué son y cuál es su efecto. Una empresa familiar puede tener muchas definiciones, pero para el profesor del ESE Business School de la Universidad de los Andes, Jon Martínez, hay tres características esenciales. “En este tipo de empresa, al menos dos miembros del grupo familiar tienen una influencia decisiva con tres aspectos fundamentales: es la familia quien controla la propiedad, al menos dos integrantes 18 /
están involucrados en su gestión y tienen el deseo de continuar en el tiempo”, comenta. Según cifras del Servicio de Impuestos Internos, existen cerca de 750 mil negocios de este tipo en el país, siendo la mayoría microempresas como talleres, almacenes o panaderías. Al considerar solo pymes, éstas representan entre 2/3 y 3/4 de las compañías, mientras que de las grandes empresas listadas en la bolsa de comercio, alrededor del 60% son controladas por un grupo familiar. “Tanto en Chile como en el mundo su influencia es altísima. Se calcula que aportan 2/3 del PIB de un país y del empleo. Son la columna vertebral de la economía”, aclara Jon.
Las dos caras de la moneda Aún con una importancia tan alta, muchas de estas firmas no logran so-
brevivir a las próximas generaciones. De acuerdo al profesor Martínez, en Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá se observa que no más del 14% de ellas alcanza una tercera generación. Como todo negocio, las empresas familiares cuentan con una variada lista de ventajas y desventajas que hay que superar. Fernanda Hurtado, gerente general de la Asociación de Empresas Familiares (AEF), destaca que esta organización busca encontrar estos pros y contras para reforzar las herramientas necesarias para enfrentarse a diversos escenarios. “En lo positivo, este tipo de instituciones tienen un compromiso que no existe en otro negocio. Es algo que crea la familia, con un concepto de legado potente. La responsabilidad que se tiene con este producto económico es más fuerte. Además, por