Por Jaguay, en Camaná, arribó desde Europa; el jinete Lorenzo, muy bien al sombrero, al poncho y a la bufanda, cabalgando en un brioso caballo blanco. Dirigiéndose a un simpático esclavo negrito, lo invitó a su cumpleaños en el acogedor pueblo de Huambo, siguió su viaje por el valle de Majes y Huancarqui, de donde llevó a un gañán y su pareja la barbara, una yunta de toritos, algunas plantas, continuando rumbo a la tierra prometida de Huambo.
El negrito, tan pronto pudo salir de su faena, fue al encuentro de su amigo Lorenzo, preguntando por él llegó a Huambo un 8 de agosto por la noche, asombrándose por la gran fe que tenía este pueblo por su gran amigo, poniéndose a sus órdenes y encabezando la gran celebración en honor a su Santo Patrón San Lorenzo.
Continuará...