éste podría recidivar el tumor", ha explicado Jorge García. Del donante procedía el tejido de la frente, las dos órbitas oculares, parte de la raíz nasal y del hueso esfenoides, la base del cráneo anterior y otros tejidos blandos. "Lo primero que se hizo fue abrir y eliminar toda la zona tumoral hasta asegurarnos de que se había limpiado todo del tumor, y después implantamos en bloque la pieza del donante para finalmente volver a cerrar y dejar al paciente con su nueva cara pero con su misma piel", relata el cirujano García.