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Hackeando el sistema

Ser autodidacta tiene muchos pros y contras, pero conocer los beneficios que tiene este método de aprendizaje, sin lugar a duda, te hará querer por lo menos intentarlo en estos tiempos de pandemia. Después de todo, dedicar el mucho tiempo libre que ahora nos sobra en aprender algo nuevo es una de las decisiones más productivas y beneficiosas para nosotros mismos que podemos tomar ahora.

Te contaré que en la preparatoria donde estudié no había maestros: todo era a través de computadoras e internet, y por lo tanto mi única opción fue aprender por mi cuenta, por lo que casi sin darme cuenta acabé convirtiéndome en una persona autodidacta. Claro, al principio fue difícil, pero poco a poco fui encontrando los grandes beneficios que podría traerme el adquirir conocimientos por mi cuenta. Así, me dediqué con ingenio y esmero a “hackear” al sistema educativo tradicional.

Mauricio gutiérrez Pavón

¡Pero no me mal entiendas! Sí, todos saben que un “hacker” es una persona que se dedica a detectar fallos en el funcionamiento de los sistemas de información, para evadir o romper sus barreras de seguridad y acceder a datos de suma importancia para él o para alguien más que los necesite. Tradicionalmente se le considera una actividad delictiva y por lo tanto reprobable, pero al decirte que me convertí en un “hacker” de la educación no me refería a que decidí cometer un crimen metiéndome en sitios prohibidos, sino a utilizar mis conocimientos para encontrar información que está ahí, pero que para desapercibida para muchos.

Al convertirte en un autodidacta te conviertes precisamente en una especie de “hacker”, pues al mo-

mento de estudiar por cuenta propia aprendes a filtrar información de libros o de cualquier otra fuente, y con la práctica lo haces más y más rápido hasta obtener los datos que realmente necesitas.

Te daré un ejemplo: en un aula de clases todos los alumnos están restringidos a lo que el profesor les quiera enseñar, cuando se los quiera enseñar y con el método que desee aplicar, pero alguien que estudia en su casa lo hace a su propio ritmo y de la manera en que se siente más cómodo, lo que le da una ventaja en el manejo de sus tiempos de aprendizaje. Y, si lo hace bien, logrará comprender más rápido y mejor los temas que desea aprender. Esto, de alguna manera, convierte a un estudiante autodidacta en un “hacker” del sistema educativo, pero subrayo: no se dedica a robar lo que no es suyo, simplemente incrementa notablemente sus habilidades y su rapidez para encontrar y aprovechar lo que realmente necesita, que está ahí, al alcance de todos, pero que solo muy pocos se dedican a buscar.

Llevemos esto un poco más lejos: ser autodidacta no es solo “hackear” el sistema educativo sino nuestro sistema de vida: abrirnos a los hoy más que nunca inmensos recursos informativos que tenemos a nuestro alcance, impulsado por la insaciable hambre de conocimiento. ¡Seamos “hackers” del sistema educativo, de la vida! ¡Seamos autodidactas y logremos una ventaja competitiva en un mundo cada vez más competitivo!

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