PERFIL Por: Carolina Cázares | Fotografía: FoLé
FoLé
Una obra sin límites.
S
alvador Dalí decía que un verdadero pintor era aquél que pintaba escenas extraordinarias en medio de un desierto vacío y, a su vez, era capaz de pintar pacientemente una pera rodeado de los tumultos de la historia. Para Eduardo Fonseca López, mejor conocido como FoLé, pintar y esculpir es el significado de entablar una comunicación consigo mismo, con Dios y con la historia del mundo. FoLé nació en Ciudad de México, pero ha vivido la mayor parte de sus experiencias artísticas en Guadalajara. El arte, cual destino, lo eligió para establecer un vínculo espiritual para comunicar ideas, conceptos, sentimientos y pensamientos y así, expresar un momento histórico. Sus primeros acercamientos con el arte fueron a través de libros, visitas a museos e iglesias, y por la danza y actuación. Su inicio en el ámbito artístico transcurrió como una poética romana. Gracias al mecenazgo de Claudio Miguel Jiménez Vizcarra e Inés Palomar Manzano, FoLé comenzó a establecer una reacción en cadena donde poco a poco fue posicionándose a nivel mundial. Posteriormente, ad-
quirió su nombre artístico y la pasión hacia la pintura, gracias al consejo del galerista francés Jacques Bellamy. El reto más grande al que FoLé se enfrentó fue el migrar hacia Estados Unidos para posicionarse. “Todavía no existe en México una consolidación para ofrecer al artista oportunidades para crear con seguridad y plenitud. En nuestro país, aunque el artista es necesario no somos indispensables. Sin embargo, somos quienes escribimos la historia. Una sociedad sin arte no tiene identidad”. Entre los proyectos de FoLé, en conjunto con el Lic. Juan Domingo De Rábago (abogado y coleccionista de arte) y Pablo Lebrija (productor de cine), se encuentra Pro Familia Inmigrante, A. C. (PROFAMI), una asociación para apoyar a los inmigrantes mexicanos deportados y sus familias en su retorno a la República Mexicana. Para este pintor, el arte transforma y contagia para crear la posibilidad de reinventar un mundo a través de la inspiración y los sueños. "Mi obra es mi tiempo. Sin límites, soy yo. En mágicas formas, en múltiples lenguajes", finaliza FoLé.