Las aventuras de un niño de la calle xiu by Mariana Suárez Jaramillo

Las aventuras de un ni単o de la calle

Aprender a valorar… la vida Solo una oportunidad para los que no han leído este libro, de aprender un poco mas acerca de dos niños que desde pequeños sobrevivieron solos en las calles. Una oportunidad para ver desde los ojos de Joaquín y Armando, una vida llena de necesidades, perseverancia, amistad y lucha. Que se convierta esta revista, en una herramienta para aprender a valorar…. la vida. Liliana

Marketing y Publicidad Armando Casas

Liliana Chang Directora Editorial Editorial Julián Hurtado Asesor Editorial

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Conoce a Julia Mercedes Castilla Nació en Bogotá, Colombia, donde cursó la educación primaria y el bachillerato. En compañía de su familia viajó por diversas ciudades de su país, con lo que tuvo la oportunidad de ver de cerca las escenas que describe en sus novelas, caracterizadas por un hondo contenido social. Escribió su primer cuento a la edad de nueve años, con el que ganó un concurso de cuentos para niños. Se casó muy joven y se fue a residir a los Estados Unidos, en donde estudió literatura en la Universidad de Minnesota. Fue en ese país en el que inició formalmente su carrera como escritora.

Reseñas de nuestros lectores Reseña de usuario - pobresitos Joaquin y Armando espero que a muchos niños les sirva de lección y valoren las cosas que tienen Reseña de usuario - chevere le enseña a que uno no debe de ser desagradecido con lo que tiene, que gran enseñansa la que le deja a uno Reseña de usuario - libro es espectacular Reseña de usuario - una obra excelente Reseña de usuario - un libro fascinante que nos muestra una realidad mas allá de nosotros Reseña de usuario - ante todo saber valorar las cosas

Valoración de libro:

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Conoce la historia En la calle la sobrevivencia es difícil para los adultos que ya han transitado por varias etapas de la vida, ahora el imaginar a unos niños en este sitio, sin donde dormir, comer y convivir en familia; genera melancolía, y mas aún viendo que en la actualidad no cambia esta historia en Bogotá, donde se inspiró Julia Mercedes Castilla. Esta escritora que veía como era de cruel la vida de los habitantes de la calle, y que además es gente que se acostumbra a vivir en este ambiente, y que por mas facilidades que se le brinden para cambiar de vida, prefieren un sitio sin control de nadie. En las Aventuras de un niño de la calle, existen dos personajes principales: Joaquín y Armando. Allí en la calle se conocen y crean una gran amistad para compartir aventuras donde ellos siempre son

A través de los ojos de Joaquín Joaquín es un niño valiente de 11 años, que desde que fue abandonado por sus padres, tuvo que enfrentar la vida solo y en las calles. Una vida en la que todos los días es una aventura y un reto por vivir, junto a su mejor amigo Armando y su amigo imaginario Pingo Pingo. Tuvimos la oportunidad de hablar con Joaquín y que nos relatara todas sus experiencias desde el punto de vista de el. 7

Liliana: ¿Desde que edad vivías en la calle? Joaquín: Vivía solo en la calle desde los 4 años, cuando mis papás me abandonaron. L: Sabemos que usaban diferentes actuaciones para hacerle creer a la gente que Armando estaba enfermo. ¿Si solía la gente creerles? J: Jajaja si, ese “dolor de estomago” nunca fallaba; aunque nunca faltaba la gente que ni nos escuchaba y simplemente nos cerraban la puerta o se iban. L: ¿A que lugar siempre frecuentaban tu y Armando? J: Nos gustaba ir mucho al Parque Nacional de Bogotá porque siempre había mucha gente que ya nos conocían y nos ayudaban. L: Al ser tan difícil mendigar y que muchas veces no les daban dinero, ¿tenían otra forma de ganar dinero? J: Si, lavábamos carros y con eso nos ganábamos unos pesitos para poder comer, pero siempre que íbamos a un restaurante nos echaban del lugar o nos escondían para que no nos vieran. L: ¿Se veían envueltos en muchas peleas? J: No, como se le ocurre, algunas veces si, pero no era por nuestra culpa; como aquella vez que conseguimos comidita y otros niños mas grandes nos la arrebataron y le pegaron a Armando o cuando nos echaban de algún lugar por pedir algo de comer. 8

L: Sabemos que siempre has sido un niño muy valiente y que no teme decir lo que piensa. ¿Creerías que fuiste un ejemplo para Armando por eso? J: Si, porque Armando era un gallina y como yo llevaba mas tiempo en la calle, ya sabia muchas cosas que le enseñaba a Armando, como los lugares en los que si nos podían dar comida o platica. L: ¿Cual es una de las ayudas que mas aprecias y mas recuerdas? J: Cuando nos quedamos dormidos cerca de una casa y la señora y una niña muy amables, nos dieron comida y nos ofrecieron trabajo en la fabrica del esposo de ella, ordenando cajas de varios tamaños. Pero no duramos mucho porque nos cansábamos mucho y queríamos volver a sentirnos libres y vivir según eran nuestras costumbres. L: ¿Cómo recuerdas aquella noche en la que Armando y tu se emborracharon y Armando termino atropellado? J: De las peores cosas que pudo pasar, porque después esa misma noche, conocería a alguien que jamás hubiera querido conocer. 9

L: ¿Que paso aquella noche después de que atropellaron a Armando? J: Después de que ese señor atropellara a Armando, el todo asustado solo me dio un billete de $5.000 y huyo en el carro. Yo gritaba pero nadie me ponía atención, hasta que la mesera de un restaurante cercano llamo una ambulancia y se llevaron a Armando al San Juan de Dios. Toda esa madrugada camine solo y preocupado sin rumbo fijo, hasta que en un parque escuche un disparo y había un señor herido al que lo ayude; su nombre era Aurelio y me ofreció posada esa noche. Al otro día conocí a un socio de el, Cardozo, ambos eran ladrones y quienes durante los próximos 2 días, me obligaron a robar, hasta que en el ultimo asalto a una casa, vi la oportunidad de escapar y lo hice. L: Después de toda esa mala experiencia, ¿nunca pensaste en buscar a Armando? J: Claro que lo hice señorita, al otro día fui a buscar a mi amigo a ese hospital, fui a todos los pisos y nunca lo encontré. L: ¿Qué hiciste después? ¿A dónde fuiste? J: Ya había pasado muchos días sin comer y fui a una cafetería y al ver que nadie me daba nada, decidí aprovechar el descuido del dueño y me robe unos panes , pero al cabo de unos minutos me agarraron unos policías y me llevaron preso pero a los 2 días me dejaron libre.

L: ¿A dónde te dirigiste después del incidente? J: Empecé a caminar y a caminar sin rumbo alguno, hasta que llegue al Parque Nacional de la Ciudad de Hierro que me recordaba los mejores momentos de mi vida al lado de mi mejor amigo Armando. L: ¿Nunca mas te encontraste con Armando? J: No señorita, al contrario, gracias a Dios nos encontramos cerca al Parque Nacional en unos arboles, cuando ambos buscábamos lugar en donde pasar la noche. A la mañana siguiente empezamos con mucha energía a lavar autos, contar historias, pedir limosna hasta que una señora de buena apariencia nos ofreció llevarnos a almorzar. Llegamos a una casa hogar para niños de la calle, estuvimos 1 semana allí, pero extrañábamos la libertad de nuestro mundo: la calle, así que decidimos escaparnos y ser libres de nuevo.

A través de los ojos de Armando Armando es un niño luchador de 10 años, que por la difícil situación económica de su casa, se vio obligado a deambular por las calles desde pequeño y quien gracias a la compañía de su mejor amigo Joaquín, ha sabido enfrentar una dura vida en las calles. Tuvimos la oportunidad de hablar con Armando y esto fue lo que nos conto.

Liliana: Según tu, ¿Qué es lo que los diferenciaría a ti y a Joaquín? Armando: Yo pienso que lo frentero y valiente que es Joaquín, digo, porque el siempre me defendía y siempre era el que no se la dejaba montar de nadie cuando nos molestaban. L: ¿Qué paso después de aquel accidente en la cual te atropellaron? A: No me acuerdo mucho, solo sentí un gran golpe y de ahí todo negro, después desperté y estaba en un cuarto, acostado en la camilla y una enfermera alimentándome y diciendo que yo ya estaba bien y que estaba en el hospital San Juan de Dios. L: ¿Cuando te dieron de alta? A: Al otro día porque ya estaba mejor y no tenia el dinero ni algún adulto que respondiera por mi. L: Sabemos que Joaquín te busco y pensó mucho en ti, ¿Tu también lo hiciste? A: Claro, como no lo iba a hacer, si es mi mejor amigo y siempre estaba con el y de la nada sentir que estaba solo, me dio muy duro. Lo busque a todos los lugares donde frecuentábamos y nunca lo encontré. L: ¿Te hubieras imaginado todo lo que vivió Joaquín después de esa noche? A: Nunca, y es que todo eso paso tan rápido pero el sabe que siempre será un ejemplo de valentía para mi, porque a mi me hubiera dado mucho miedo escaparme de esa gente tan peligrosa.

L: ¿Cómo fue el encuentro entre Joaquín y tu cuando habían pasado ya tantos días sin saber del otro? A: Muy feliz, porque estábamos muy preocupados frente al otro y fue muy chévere cuando al otro día nos contamos todo lo había pasado en esos días. L: ¿Por qué decidieron escapar de aquel lugar que los había acogido por 1 semana y que tanto los había ayudado? A: Porque no nos gustaba que nos dijeran que hacer, siempre fuimos muy libres de hacer lo que queríamos y no nos acostumbrábamos a esa nueva vida.

Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlos.