Diálogos de Pandemia. Aportes y desafíos de la comunicación en tiempos de COVID-19

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Libro colectivo virtual

DIÁLOGOS DE PANDEMIA Aportes y desafíos de la comunicación en tiempos de COVID-19 Una iniciativa del Proyecto Colaborativo Comuniteca en alianza con la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria. Coordinación general: Mariana Carranza Ancajima Evaluación y selección de carteles: Andrés Aljure Saab, Amaro La Rosa Pinedo, Daniel de la Garza Montemayor, Lourdes Sandoval Chaupe, Mayra Cajilema Carrión, Rigliana Portugal Escóbar, Rossana Estrada Búcaro y Susana Cáceres González Corrección de textos y cuidados de la edición: Alexandro Jesús Quispe Díaz, Andrea de Fátima Cruzado Paredes, Mario Alberto Juárez Luna, Nadir Sanae Almonacid Bendezu y Noé Cotrina Tacanga Concepto de diseño: Paradero www.paradero.pe Diseño y diagramación: Alejandra Coronado Porras, Luis Fernando Asto Huamaní, Silvia Marisella Rivas Ancajima y Stephany Violeta Cadenillas Solórzano Proyecto colaborativo Comuniteca: www.comuniteca.org www.facebook.com/comunitecaperu comunitecaperu@gmail.com Imágenes: www.pexels.com www.pixabay.com Los trabajos académicos que incluyen esta obra colectiva han sido publicados con el consentimiento de sus autores, luego de ser evaluados por un comité internacional. El contenido y su originalidad es responsabilidad de cada autor. Este libro estará disponible en www.comuniteca.org Esta publicación puede difundirse en cualquier plataforma de libre descarga, citando la fuente. Editado por Comuniteca de Mariana Carranza Ancajima Av. Bolivia 1109 - Breña, Lima. Primera edición digital Octubre, 2020. ISBN: 978-612-48309-1-4


CAPÍTULO I

AUTORES

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EQUIPO PROMOTOR DE LA INICIATIVA

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MIEMBROS DEL COMITÉ EVALUADOR

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PRESENTACIÓN

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ARTÍCULOS

Y

ENSAYOS

DE

INVITADOS

ESPECIALES

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La comunicación, un salvavidas existencial en el confinamiento.

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Información como bien público en escenarios de crisis.

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El importante rol de la comunicación interna en tiempos de COVID-19.

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Fake News (noticias falsas) durante la coyuntura de la pandemia del COVID-19:

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los retos en materia de información durante la era de la información. La comunicación desde los sentimientos. Radiografía de la violencia de

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género en tiempos de pandemia por COVID-19.

CAPÍTULO II

ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

44

Ensayos Categoría profesional

46

Categoría estudiantes

66

Artículos académicos Categoría profesional

87

Categoría estudiantes

140

Artículos periodísticos Categoría profesional

154

Categoría estudiantes

158


AUTORES

8

Adrián Pérez Chucchucán

Trujillo

Perú

Lindsay Carrillo Valdez

Estado de México

México

Andrea Sofía Guerrero Huamán

Callao

Perú

Luz Adriana Mejía Rodríguez

República de Panamá

Panamá

Andrés Leaño

Bucaramanga

Colomiba

Magda Rivero Hernández

Cancún, Quintana Roo

México

Corzo - Arévalo Daniel

Bucaramanga

Colombia

María Del Rosario Zapata Vásquez

Lima

Perú

Edwin Martín Azaña Alejos

Chimbote

Perú

María Eugenia Molina Estrella

Quito

Ecuador

Elmo Valery Bazán Rodríguez

Trujillo

Perú

Miguel Ángel Tejada García

Lima

Perú

Franklin Cornejo Urbina

Lima

Perú

Pamela Hilda Condori Huaraca

Ayacucho

Perú

Gabriel Alfonso Corral Velázquez

Querétaro

México

Diana Rosali Taco Palomino

Chiclayo

Perú

Gabriel Peredo Albornoz

Cochabamba

Bolivia

Renzo Caycay Carpio

Arequipa

Perú

Gerardo Manuel Garcia Chinchay

Lima

Perú

Roberto Carlos Rodríguez Huertas

Trujillo

Perú

Mercedes Elvira Mere Chávez

Lima

Perú

Rodolfo Rojas Virijivich

Lima

Perú

Alejandra Velarde Torres

Lima

Perú

Sandra Milena Castro Álvarez

Bucaramanga

Colombia

Isabel Calle León

Quito

Ecuador

Sandra Orjuela Córdoba

Bogotá

Colombia

Pablo Escandón Montenegro

Quito

Ecuador

Saulo Antonio Balvín Landeo

Junín

Perú

Jhoselyn Carolina Fernández Cabrera

La Paz

Bolivia

Smyle Salette Caceres Ruiz

Guatemala

Guatemala

José Antonio Coca Fiorilo

Cochabamba

Bolivia

Sofia Alejandra Miranda Batuani

La Paz

Bolivia

José Roberto Benítez Camacho

Ciudad de México

México

Tomás López Ramírez

Guerrero

México

Julián Enrique Barrero García

Tolemaida

Colombia

Wendy Dayana Anagua Villca

Cochabamba

Bolivia

Rubén Darley Cristancho Cuestas

Tolemaida

Colombia

Lauren Mariel Sánchez Antezana

Cochabamba

Bolivia

Yerife Andrea Parra Orozco

Tolemaida

Colombia

Yanely Sosa Guzmán

Ayacucho

Perú

Julio Bravo Mancero

Riobamba

Ecuador

Yurleidys Dayan Calderón López

Barranquilla

Colombia

Carlos Larrea Naranjo

Riobamba

Ecuador

Ramiro Ruales Parreño

Riobamba

Ecuador

Laura Marcela Serrano Mora

Bucaramanga

Colombia

Leidy Ruth Ramírez Ramírez

La Coipa-San Ignacio

Perú

Ligia Cecilia Téllez Camacho

Bogotá

Colombia

EQUIPO PROMOTOR DE LA INICIATIVA


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Mariana Carranza Ancajima Fundadora del proyecto Comuniteca Lima - Perú

Nadir Sanae Almonacid Bendezu Coordinadora del proyecto - Lima Lima - Perú

Noé Cotrina Tacanga Coordinador del proyecto - La Libertad Trujillo - Perú

Jefferson Rodolfo Samir Anaya Romero Voluntario Lima - Perú

Luis Fernando Asto Huamaní Voluntario Ayacucho - Perú

Lizbeth Margarita Vásquez Guzmán Voluntaria Lima - Perú

Alejandra Coronado Porras Voluntaria Lima - Perú

Alexander Vicuña Miñano Voluntario Trujillo - Perú

Alexandro Jesús Quispe Díaz Voluntario Lima - Perú

Mario Alberto Juárez Luna Voluntario Guatemala

Miguel Ángel Vergara Delgado Voluntario Trujillo - Perú

Pedro David Campos Miranda Voluntario Trujillo - Perú

Ana Cecilia Rubio Sandoval Voluntaria Lima - Perú

Andrea De Fátima Cruzado Paredes Voluntaria Trujillo - Perú

Fiorella Janeth Benites Suárez Voluntario Lima, Perú

Silvia Marisella Rivas Ancajima Voluntaria Lima - Perú

Tulio Antonio Minervo Toche Martínez Voluntario Lima - Perú

Stephany Violeta Cadenillas Solórzano Voluntaria Jauja - Perú

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MIEMBROS DEL COMITÉ EVALUADOR

Andrés Aljure Saab Colombia Conferencista internacional, experto en comunicación y en felicidad personal y organizacional. Ingeniero Industrial de la Universidad Javeriana, Máster en Dirección de Comunicación de la EAE de Barcelona España. Especialista en Gerencia de Comunicación de la Universidad de La Sabana y en Finanzas de la Universidad del Rosario.

Daniel de la Garza Montemayor México Doctor en Filosofía con orientación en Ciencias Políticas por parte de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Maestro en Innovación Empresarial y Tecnológica del ITESM. Tuvo la distinción de Candidato a Investigador Nacional dentro del Sistema Nacional de Investigadores durante el periodo 2018-2020, concedida por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (México).

Rossana Estrada Búcaro Guatemala Investigadora científica social y poeta. Cuenta con una Maestría en Comunicación, estudios de Maestría en Literatura, Licenciada en Ciencias de la Comunicación, autodidacta en interculturalidad y género. Ha escrito ocho libros de investigación y trabajó como productora y presentadora de televisión cultural por nueve años, finalizó esta etapa en NHK en Japón.

Susana Cáceres González Chile Posee 20 años de experiencia en Comunicación Organizacional, especializada en Comunicación Interna y Responsabilidad Social Interna (RSI). Autora de los libros “Comunicación Interna, Pilar de la Estrategia Organizacional” y “Generación Y a la chilena”.

Mayra Cajilema Carrión Ecuador Magíster en Dirección de Comunicación Empresarial e Institucional (Universidad de las Américas - UDLA) y Licenciada en Publicidad (Universidad Tecnológica Equinoccial - UTE).

Amaro La Rosa Pinedo Perú Licenciado en Psicología por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Especialista en Psicología de la Comunicación. Amplia experiencia en docencia universitaria. Autor de diversos libros de Comunicación y Psicología.

Rigliana Portugal Escóbar Bolivia Presidenta de la Asociación Boliviana de Investigadores de la Comunicación, doctoranda del programa de Doctorado Interuniversitario en Comunicación. Magíster en Ciencia, Tecnología y Sociedad: Cultura y Comunicación en Ciencia y Tecnología (Universidad de Salamanca, España). Magíster en Ciencias de la Educación Superior (Universidad de La Habana, Cuba).

Lourdes Sandoval Chaupe Perú Comunicadora por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Actualmente se desempeña como directora de la Asociación de Comunicadores Sociales CALANDRIA.

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PRESENTACIÓN La pandemia nos ha mostrado, una vez más, que en nuestra realidad todo muta y todo se transforma, pues como diría Jesús Martín Barbero: “Habitamos una sociedad estallada en tiempos y espacios”; y es junto con estos estallidos, que nos obliga a adaptarnos a esta nueva normalidad. Es así que como comunicadores comprendemos la importancia de aportar a nuestra sociedad en la construcción de mensajes que interpreten y transformen esta nueva condición. “Diálogos de Pandemia. Aportes y desafíos de la comunicación en tiempos de COVID-19” es una iniciativa del Proyecto Colaborativo Comuniteca, que surge ante la necesidad de promover, organizar y visibilizar los aportes hacia la sociedad de investigadores, gestores y profesionales de diversas áreas de la comunicación ante la emergencia sanitaria mundial a causa del coronavirus.

Esta obra colectiva, de libre acceso en internet, es la integración de 37 artículos y ensayos de comunicadores, investigadores, periodistas, docentes y estudiantes de ocho regiones del Perú y ocho países de Latinoamérica; quienes fueron invitados a sumarse para expresar, reflexionar y compartir sus experiencias durante este contexto mundial de confinamiento. Te invitamos a acompañarnos en la lectura de cada uno de los aportes que buscan contribuir en la reconstrucción del mundo postpandemia que proyectamos recuperar desde nuestra profesión. Johann Wolfang Von Goethe decía: “No basta saber, se debe también aplicar; no es suficiente querer, se debe también hacer.” Comencemos a actuar en beneficio de una sociedad más justa, equitativa y democrática que renace de una pandemia. Proyecto Colaborativo Comuniteca.

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ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES


Rossana Estrada Búcaro Guatemala

La comunicación, como eje fundamental de la vida y la sociedad, es parte de la historia de la humanidad; sobre esa premisa es válido abstraerse de la nueva cotidianidad para revisar la importancia de la comunicación en nuestras vidas, desde diversos ángulos. Este artículo científico, con toques humanistas, lo aborda para reflexionar y a la vez propone asumir la obligación ética de los comunicadores de contribuir en los cambios mundiales por una sociedad más equilibrada, justa y digna para la humanidad, a partir de la pandemia que se vive. Hoy, más que nunca, nos damos cuenta de la importancia de la comunicación y la tecnología para no ser islas en el inmenso océano de la incertidumbre social, donde la comunicación nos regala un salvavidas existencial para que el confinamiento sea menos pesado. La relación de la comunicación en esta pandemia sorprendió a todo el planeta y sus habitantes, al mostrarse acéfala, incierta y global como lo nombra el maestro mexicano de periodismo de la Universidad del Desarrollo, Alberto López Hermida (2020): “es acéfala porque no tiene una cabeza que pueda responder por sí misma, es global porque abarca a todo el mundo y es incierta porque no se puede afirmar con certeza su desarrollo y final, por lo que causa temor” (8m51s). Esto mismo nos ubica en un evento mundial inédito, nadie había vivido esta experiencia, a pesar que la humanidad atravesó pandemias, la actual, tiene características diferentes. Veamos la pandemia desde la comunicación ecológica. Los titulares de todos los medios de comunicación impresos, televisivos, radiales y digitales del planeta, en los inicios del 2020, fueron sobre el incendio en Australia; acompañados de fotos dantescas que mostraban datos alarmantes sobre el suceso. Se quemaron miles de especies animales y plantvvas cuyo hábitat pertenece a esa región, como los canguros y pandas; además, se dañaron viviendas cercanas y murieron personas. En agosto de 2019, la selva brasileña también se quemó y, así como sucedió en Australia, miles de seres vivos de diferentes especies se quemaron, familias de monos y otros animales sufrieron y perecieron ante las llamas. Lo mismo sucedió en la selva petenera en abril de 2019, el incendio ocasionó la pérdida de la destrucción de fauna y flora, que son parte del patrimonio del país y de la humanidad. Estos incendios se calificaron como no accidentales, sino ocasionados por grupos de empresarios no éticos, motivados por intereses comerciales, con gran egoísmo e inconciencia. Sea o no cierta esta información, los incendios nos alertan sobre la necesidad de desarrollar conciencia ecológica a fin de conservar el planeta que habitamos.

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La explotación irresponsable de los recursos naturales a través de la minería, la falta de medidas adecuadas para el consumo de energía y otros aspectos nos está llevando a daños irreparables en todo el planeta. Los océanos invadidos por basura plástica, los bosques talados para construir centros comerciales y carreteras, ríos que han sido entubados; todo en la carrera, no por el desarrollo para todos de manera igualitaria y sostenible, sino en bien de un grupo empresarial reducido que ha saqueado constantemente al planeta y la humanidad. El agua se está agotando, varias especies de plantas y animales se están extinguiendo. Ante tanto cambio del sistema natural, varias tierras ya no producen y hay sequía, como el caso de la aridez de la franja del corredor seco en Guatemala donde se han introducido semillas alteradas por laboratorio y sembrado plantas que son dañinas a la tierra porque crearán, a mediano tiempo, amplios desiertos. El calentamiento global también es preocupante y el deshielo de los polos muestra un desequilibrio del clima mundial.

CAPÍTULO I ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES

LA COMUNICACIÓN, UN SALVAVIDAS EXISTENCIAL EN EL CONFINAMIENTO

Del vocablo hacia el signo lingüístico que se conoce en latín “communicare” y representa poner en común lo que se sabe o se quiere expresar, remite a la dimensión sociocultural donde los humanos se desarrollan, siendo seres sociales; por lo que se comprende que la comunicación es una necesidad ontológica, al igual que el lenguaje, instrumentos que se han creado a través de diversas formas simbólicas, usando numerosos sistemas y a través de medios diversos como la escritura, la oralidad, la radio, ahora a través de medios tecnológicos, usando convenciones sociales, esencialmente, para transmitir.

Los científicos que poseen principios y ética, han señalado que estamos ante una grave crisis ambiental a nivel mundial; asimismo, relacionan la crisis ecológica mundial con la pandemia. Los humanos definitivamente juegan un papel decisivo en esta situación. La destrucción de hábitats naturales, la disminución de la biodiversidad y la alteración de los ecosistemas hacen que tales virus se propaguen. Así lo confirma un nuevo estudio exhaustivo realizado por científicos de Australia y Estados Unidos. La especie humana continúa penetrando en el hábitat de los animales salvajes, talando bosques para criar ganado o cazar. Como resultado, las personas están cada vez más expuestas a los agentes patógenos que generalmente nunca abandonarían esos lugares. “Nos acercamos cada vez más a los animales salvajes”, dice Yan Xiang, profesor de virología en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, “y esto nos pone en contacto con esos virus.” (Forbes Staff, 2020). Cambiar o destruir tantos hábitats, nos expone a peligros serios que pueden afectar nuestra salud. Con el aumento de la densidad poblacional humana y el impacto cada vez mayor en los hábitats naturales, dice David Hayman, de la Universidad de Massey, en la destrucción del ecosistema no solo aumenta la probabilidad de transmisión, sino también la cifra de virus que hay en la naturaleza y su comportamiento. (Forbes Staff, 2020) La filósofa norteamericana feminista, Judith Butler, en una entrevista para la revista digital Lavaca de Argentina, expresó: En la cuestión sobre si la pandemia es una consecuencia directa o indirecta del cambio climático, creo que es importante centrar la atención en el hecho de que estamos viviendo una pandemia mundial en condiciones de cambio climático. Y eso significa que nuestra relación con el aire, el agua, la alimentación y el resguardo que brinda el medio ambiente, que ya estaba afectada en un contexto de cambio climático, se vuelve todavía más problemática en medio de una pandemia. Son

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inmediato, pero tampoco tardará muchos años. Como lo señala Manuel Castells (2020), “tal vez el orden neoliberal sea la primera víctima de esta pandemia”.

Esta triste realidad nos obliga a asumir una responsabilidad personal para con el cuidado de nuestro entorno natural, para no seguir destruyendo la casa universal. La comunicación ecológica debe jugar un importante papel en los procesos de educación y concientización de las masas, porque es básico para la sobrevivencia. A nadie le agradaría, en algunos años, convertirse en un migrante ecológico debido a que su país sea un lugar inhabitable por sus condiciones.

Vivimos en una red global de redes globales que estructuran cada ámbito de la actividad humana. De modo que, todo sucede bajo una lógica en red, que funciona de la siguiente manera: Cada nodo se comunica a múltiples nodos, los que a su vez amplifican las conexiones a otros tantos nodos; este proceso se denomina small world phenomenon, donde un solo nodo puede generar una gigantesca estructura dependiendo de su velocidad de conexión. Así funcionan las telecomunicaciones y del mismo modo lo hacen estos nuevos virus que se expanden sin control hasta que encontremos el antídoto; aunque, se debe tener en cuenta que ello no previene la aparición de futuros virus por transmisión de otras especies a los humanos (por eso no deberíamos comer animales). (Castells, 2020)

Actualmente, a nivel global, la pandemia pone en evidencia la incapacidad operativa de las estructuras sociales y políticas, el desinterés de los gobernantes respecto al bienestar de la población en general. Además, visibiliza la gran brecha de desigualdad entre pocos que cuentan con bastantes recursos y la mayoría que vive en condiciones desiguales; sin acceso a salud pública, vivienda o nutrición adecuada, elementos básicos para la sobrevivencia. Frente a esta situación político-social, la comunicación sociológica debe ahondar y el periodismo no debe ocultar, ignorar o disfrazar la realidad, de otro modo, sería un cómplice más de tales injusticias. Por ejemplo: Actualmente, en Guatemala, las banderas blancas del hambre se enarbolan en las calles por escuálidos cuerpos, piden ayuda y alimentos para saciar el hambre; mientras tanto, el gobierno y el congreso, aprobaron préstamos de millones de dólares con propósitos desconocidos, ya que los hospitales operan sin insumos en la atención a los enfermos de COVID-19 y los doctores sin pago de sus salarios, algunos muertos por contagio debido a la falta de equipos de protección. El paisaje urbano de la ciudad ahora es silencioso, las aceras extrañan los pasos de tanto transeúnte, los rótulos vacíos y apagados, las vitrinas sustituidas por persianas grises; los cafés —donde los abrazos y la calidez de las palabras narraban la historia cotidiana de los barrios, las zonas y los días— están cerrados. No hay espectáculos ni conciertos, el comunicador encargado de los mismos, no puede convocarnos pues los teatros están cerrados y las expresiones artísticas, que son puramente comunicación cultural y artística, pueden transmitirse solo en línea y quienes viven del trabajo de este tipo de eventos ven su economía directamente afectada ante la falta de ingresos. Parte de las empresas han parado su producción, en Guatemala una maquila fue cerrada obligatoriamente porque más de 300 trabajadores dieron positivo al COVID-19. En el Salvador, el presidente de esa república, prohibió la continuidad de producción no esencial como medida para evitar más contagios. Con el cierre de centros comerciales, fábricas, restaurantes, eventos de entretención, aeropuertos, agencias de viajes se han visto en la quiebra. La economía afecta a todos, incluyendo a los publicistas; las agencias de publicidad también sufren esta crisis. Su labor era comunicar la existencia de los productos y motivar al cliente para el consumo; por ello, es oportuno sugerir la reinvención de este oficio comunicacional. Es indispensable readecuarse frente a estos cambios globales que gestan un orden social diferente, el cual no se dará de

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Ya lo indica Castells, todos estamos incluidos en este small world, en esta red global, la misma aldea global que visualizó Marshall McLuhan donde todo se mueve, porque si se queda estático, socialmente desaparece. Así, el oficio de la comunicación debe corresponderse con la actualidad y anticiparse a los hechos a partir del conocimiento de los fenómenos sociales y lo que generan con su accionar. Para el filósofo y lingüista Noam Chomsky, la primera gran lección de la actual pandemia es que estamos ante “otro fallo masivo y colosal de la versión neoliberal del capitalismo, esto nos podría llevar a estados altamente autoritarios y represivos que expandan el manual neoliberal incluso más que ahora”. Las maestrías de comunicación política o institucional tienen materia de estudio en la comunicación de maquillaje (se da a través de las estrategias de publicidad o de manejo de la imagen institucional), la cual muestra que, al mentir social o políticamente, todo puede caerse sobre nuestros pies y lastimar. Tal es el caso del presidente Trump, no invirtió en salud pública y aún con el conocimiento de informes científicos serios señaló que el COVID-19 era un pequeño resfriado con tos, hoy en día su país se mantiene en la lista de los más afectados. Se confirma entonces que la verdad siempre es revelada y el manejo de la opinión pública a través de falacias, como ha sucedido históricamente, es cada vez una práctica menos aceptada por la ciudadanía, quienes cuestionan y esperan acciones concretas. La infodemia, que señala la Organización Mundial de la Salud, dice que existe mucha información; sin embargo, esta se viraliza a través de las redes sin ningún asidero científico. Es labor, por tanto, de los comunicadores y sus medios brindar información con profesionalismo, bases científicas y en beneficio general. La revolución tecnológica ocurrida hace pocos años (conocida también como revolución de la comunicación porque transformó las formas de comunicarnos), demuestra a través de esta pandemia la indudable y vital importancia del internet, las redes y las formas digitales de comunicación. A través de la web, la sociedad se informa de la problemática social y otros tópicos diversos;

los mismos que un medio impreso, radial o televisivo no publica debido a los compromisos económicos que asume con sus patrocinadores. A través de las redes, la sociedad se informa de casi todo lo que sucede, se presenta mucha información, incluso información alternativa con propuestas de cambios estructurales al status quo. Un ejemplo de ello son las publicaciones de revistas digitales feministas, publicaciones contra el racismo o las comunicaciones de Anonymous. Al analizar estos contenidos, caemos en cuenta de que la comunicación alternativa, incluso la de esta pandemia, es una forma constante de comunicar cambios sociales. Los medios digitales también están colaborando no solo en la difusión de la realidad, sino también en otros ámbitos. Hoy en día se han convertido en aliados de los procesos educativos. Al no poder, los estudiantes, asistir a las escuelas, colegios o universidades; la educación debe desarrollarse de manera virtual. Sabemos que, aunque no todos los maestros están preparados para dar clases en línea y muchos de los cursos son más propicios para clases presenciales, existe un esfuerzo para sobrellevar la formación de los estudiantes y no permitir que se paralice.

economía como en la salud. El riesgo es latente, así como las sensaciones de estrés, insomnio, ansiedad, temor y tristeza; del mismo modo, ciertas conductas se hacen presentes, desde la empatía y la solidaridad hasta el egoísmo y la agresividad. Para concluir, la comunicación en esta pandemia, así como en muchos otros contextos, tiene mucho que aportar en los procesos humanos y sociales. La experiencia globalizada actual debe ser una alerta mayor para toda la humanidad, sino se modifica la cultura consumista y egoísta, vendrán tiempos más difíciles. Toca asumir la responsabilidad de construir una sociedad más sana en todos los sentidos, disminuir el maltrato a los recursos naturales y especies que habitan este planeta, detener la contaminación, tomar conciencia al momento de elegir gobernantes o adherirse a partidos políticos, pues estas decisiones afectan a toda la sociedad, no se puede vivir a expensas de la pobreza y la explotación de otros humanos. Como especie podemos extinguirnos si no modificamos nuestro modelo de vida, hoy por hoy la comunicación nos auxilia en esta pandemia, nos ayuda a sobrevivir en el confinamiento.

CAPÍTULO I ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES

dos problemas diferentes, pero se sobre determinan y condensan en este presente pandémico. (Butler, 2020)

Ningún proceso educativo funciona sin tomar en cuenta la comunicación, ambos conceptos están ligados, incluso hay un área denominada comunicación educativa. Por el confinamiento en los hogares, varias universidades del mundo están ofreciendo diplomados en línea con costos bajos, lo que es inusual. Tal es el caso de la Universidad de Harvard, que ha puesto a disposición diversos cursos en línea como diseño, programación, literatura, entre otros. Asimismo, la comunicación está presente no solo en el ámbito social, sino en el personal. En los hogares, al dejar el celular, desconectar Netflix o la computadora, así como las diversas plataformas que ahora frecuentamos; la comunicación interpersonal, la que se da en la intimidad de nuestras familias, con nuestros hermanos, hijos, padres, esposos y demás miembros de la familia, transcurre en un entorno de paz y disfrute. El confinamiento se da en espacios amplios, se refuerzan las relaciones estables y sanas, se comparten gastos, tareas y se organizan actividades. No obstante, esto se representa en la minoría, al otro lado, la mayoría la pasa mal. Sus entornos se ven afectados por la violencia familiar, parejas que se llevan mal, niños y niñas maltratadas o abusadas, conflictos y peleas entre los miembros de la familia; a nivel económico, los ingresos disminuyen, se han perdido trabajos, etc. En Guatemala, se registró un alza en los casos de violencia intrafamiliar, de 30 reportes diarios se pasó a 55 reportes. Además de violaciones sexuales y feminicidios en medio de la pandemia del COVID-19, según señaló un medio oficial. (El Diario, 2020)

Referencias

Butler, J. (4 de junio de 2020). Judith Butler, la pandemia, el futuro y una duda: ¿Qué es lo que hace que la vida sea vivible? Lavaca. http://ruda.gt/judith-butler-la-pandemiael-futuro-y-una-duda-que-es-lo-que-hace-que-la-vida-sea-vivible/ Castells, M. (21 de marzo de 2020). Tiempo de virus. La Vanguardia. https://www.lavanguardia. com/opinion/20200321/474278473999/tiempo-de-virus.html El diario (15 de abril de 2020). Guatemala registra 55 casos al día de violencia intrafamiliar por la cuarentena. https://www.eldiario.es/sociedad/Guatemala-registra-violenciaintrafamiliar-cuarentena_0_1016998303.html Forbes Staff. (16 de abril de 2020) ¿Qué relación tienen la pandemia actual y la destrucción de la flora y la fauna? https://forbescentroamerica.com/2020/04/16/que-relaciontienen-la-pandemia-actual-y-la-destruccion-de-la-flora-y-la-fauna/ López, A. (2020, 31 de agosto). Desafíos que debe enfrentar la comunicación política respecto a la crisis provocada por el COVID-19. [Archivo de Video]. Facebook. https://www. facebook.com/watch/?v=558599768369215

La psicología también se toma en cuenta como parte de las múltiples facetas en las que la comunicación es parte activa en esta pandemia, psicología de la comunicación. De pronto, la rutina cambió para todos. Se establecieron reglas y ante su incumplimiento se precisan castigos, aunque el castigo más severo sería el contagio; por lo que, adaptarse a una nueva vida no es fácil, a ello se suma que vivir esta crisis representa incertidumbre, tanto en la

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Mayra Cajilema Carrión Ecuador

Y es que, “nadie dijo y nadie advirtió” que los seres humanos éramos tan vulnerables y una pandemia podría sacudirnos de una manera tan grave y devastadora, cobrando tantas vidas, al punto de tenernos confinados por más de 70 días en nuestros hogares. Es aquí, precisamente, cuando nacen ciertos cuestionamientos: ¿nadie dijo y nadie advirtió? o, ¿esta información fue omitida por considerarse de poca importancia para la ciudadanía? o ¿para quién? Este tiempo de confinamiento ha permitido que nos volvamos más críticos con la información que recibimos y que busquemos cerciorarnos de que la información que consumimos sea confiable y veraz, por ello, investigamos y buscamos más fuentes de las que nos proporcionan los medios tradicionales al momento de emitir una noticia, e incluso, verificamos aquello que llega por diversos canales. En febrero de 2018 la Organización Mundial de la Salud (2018) advertía “Es inevitable que se declare una nueva pandemia de gripe. En este mundo interconectado, ya se dan las condiciones para que se inicie el próximo brote mundial, que es solo cuestión de tiempo y tendrá consecuencias de amplio alcance”. Entonces, si en 2018 ya se hablaba de la posibilidad de una pandemia, ¿por qué los gobiernos no tomaron cartas en el asunto y actuaron para evitarla? y, si era inevitable, ¿por qué no se trabajó en educar a la población para mitigar los riesgos de contagio, fomentar el respeto por los pares, el cuidado personal y las normas de higiene algo que, hoy por hoy, sigue cobrando más vidas? Aquí es importante hacer alusión a la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Naciones Unidas, 1948) en la que se habla claramente del derecho a la vida y a la educación, así también, en su art. 19 se señala que “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión;… el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Es clara esta declaración en remarcar que todos, indistintamente de raza, sexo, religión o ideología, tenemos derecho a la vida y a la información, por ende, si el Estado es quien tiene que garantizar estos derechos, la información debe ser concebida como un bien social, común, esto es, un bien público a servicio de la humanidad (Universidad Complutense de Madrid, 2018), que permita el desarrollo de la sociedad. Bajo este precepto de la información como un bien público, en el que su uso es de todos y para todos, sin discriminación alguna, ¿en qué punto la comunidad global falló y permitió que el desconocimiento y la falta de control provocaran que los casos epidémicos sobrepasen la frontera terrestre y se extiendan, como aquel reportado el 13 de enero, fuera de China, en Tailandia? Si la información hubiera sido difundida de manera oportuna y honesta, la epidemia no hubiera trascendido y quizá se hubiera evitado la pandemia.

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Las cosas pasaron como debían pasar y ahora, las autoridades y la humanidad entera, tenemos la obligación de pensar: ¿hasta dónde llega el egocentrismo, la falta de empatía y respeto por el otro, por nuestros similares? No podemos, ni debemos esperanzarnos en los gobiernos paternalistas. Lo que debemos como ciudadanos, de pensamiento libre, es exigir que la información que recibimos sea aquella que traiga consigo el beneficio común. Además, nuestra obligación —como comunicadores— radica en cómo procesarla y ponerla al servicio de la comunidad, con énfasis en el desarrollo social. No es difícil ver que los medios de comunicación están llenos de programación irrelevante y carente de valor para el crecimiento y el desarrollo de la población, no ofertan información que promueva ciudadanos con un pensamiento crítico, faltan espacios que garanticen la pedagogía ciudadana, que estimulen “la capacidad transformadora de la comunicación en pro [énfasis agregado] de relaciones sociales donde primen la cooperación y la equidad” (Martínez-Gómez & Agudiez, 2012).

CAPÍTULO I ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES

INFORMACIÓN COMO BIEN PÚBLICO EN ESCENARIOS DE CRISIS

Wuhan, ciudad China que se convirtió en el “ojo del huracán” en enero del 2020, no hubiera sido conocida por el resto de la población mundial, si no notificaban -a través de su Comisión de Salud- de un conglomerado de casos de neumonía a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Del mismo modo, términos como SARS, MERS, brotes epidemiológicos, coronavirus, COVID-19 y pandemias, no tendrían sentido en la mente de la ciudadanía.

Es evidente que varios sectores sociales han sido afectados por la pandemia; la educación seguramente será uno de los campos que mostrará desbalances en lo posterior, es increíble, pero a pesar de estar en pleno siglo XXI, son muchos los países que aún no estábamos preparados para dar el salto digital, la falta de políticas públicas y el limitado acceso a la información son los puntos que marcan la brecha digital. Este nuevo virus nos abrió miles de posibilidades, una de ellas fue redescubrirnos y aprender nuevas formas de vida, asumir las TICS, enfrentarlas, usarlas y familiarizarnos con su manejo para interactuar en diferentes ámbitos e informarnos. La tecnología venía cobrando fuerza y avanzando vertiginosamente y, en este contexto, no pudo encontrar mejor escenario para su desarrollo. Quienes se desenvuelven en el ámbito académico, en la docencia, tuvieron que adaptarse y desarrollar nuevas habilidades para satisfacer las necesidades de conocimiento por parte de sus alumnos, mientras ellos tuvieron que organizarse para sacar el máximo provecho del espacio virtual. En el ámbito laboral la adaptación fue más rápida, no tardaron en mantener reuniones virtuales, conservando el distanciamiento social, vieron que era absolutamente posible; Zoom, Jitsi, Google groups, Skype, etc., hoy son términos y plataformas más que bien conocidas, inclusive en el campo médico (doctorisy) y social. La tecnología y el internet no solo trajeron esta cercanía, provocaron infoxicación -sobrecarga de información- como lo define Cornella (2013) “Es el resultado de un mundo en donde se prima la exhaustividad («todo sobre») frente a la relevancia («lo más importante»)”, no obstante, la infoxicación no está sola, en medio de la emergencia sanitaria, viene de la mano de la infodemia o pandemia informativa. El confinamiento en casa despertó el interés descontrolado de la población por obtener información referente al avance del COVID-19 en cada país. Las cifras oficiales presentadas por las autoridades gubernamentales no eran coherentes con las noticias que aparecían en los medios de comunicación -locales, nacionales e internacionales-, tampoco en las redes

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La falta o ausencia de información transparente por parte de las autoridades provocó que la ciudadanía tome la información sin importar la fuente, a pesar de no ser verificada y contrastada era asumida como real, las fake news se convirtieron en el diario vivir y en una batalla para las autoridades quienes debían dedicar tiempo a desmentirlas pues no encontraron estrategias oportunas para poner al alcance la información de interés común. La OPS (2020) señala claramente que, la infodemia y la desinformación deben ser controladas para lograr combatir el COVID-19, explica que estas provocan confusión y dificultan los procesos decisorios, avanzan casi tan rápidamente o más que el propio virus, dejan un espacio amplio para la infección y provocan el caos en la sociedad. La desinformación provocó una incertidumbre permanente durante la pandemia, la población completa vivió en inestabilidad y cómo no iban a estarlo, si como lo reporta la (BBC News, 2020) en la región el primer caso de contagio de COVID-19 se reportó el 26 de febrero en Brasil; la primera muerte, el 7 de marzo en Argentina; mientras el 20 de marzo toda Latinoamérica presentaba casos confirmados y el 11 de abril, Brasil ya había superado mil fallecidos y 20 mil casos. La UNESCO (2020) por la celebración del Día de la Libertad de Prensa —3 mayo— emitió el documento “Periodismo, Libertad de Prensa y COVID-19”, el cual señala que, la desinformación está caracterizada por “información falsa (producida y compartida con motivación maliciosa) e información errónea, cuando éstas mentiras son difundidas sin malas intenciones” (p. 2), así también, esta información lleva una carga emocional con discursos de odio, racismo y xenofobia que, en el marco de la emergencia por la pandemia, pueden ser “mortales”. Ante este escenario de confusión por desinformación, cobra mayor importancia “el mejor oficio del mundo” como denominó Gabriel García Márquez al periodismo. “La responsabilidad social del periodista deriva del uso de la información como bien público” (Universidad Complutense de Madrid, 2018), los periodistas son quienes se encuentran luchando, de manera permanente, contra la distorsión de la verdad y contra actos que atentan contra el interés de la ciudadanía como son los casos de corrupción. Desde la primera línea, reporteros, camarógrafos y demás personal operativo del ámbito periodístico informan a la sociedad sobre el COVID-19 de manera comprensible, accesible, oportuna y confiable (Periodismo, libertad de prensa y COVID-19, 2020, p. 10). De acuerdo a información publicada en la página web de Naciones Unidas (2020), los defensores de los derechos humanos de la ONU y otras organizaciones, recalcan que “El periodismo cumple una función crucial en un momento de emergencia de salud pública,

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particularmente cuando su objetivo es informar al público sobre temas críticos [énfasis agregado] y supervisar las acciones gubernamentales”.

Organización Mundial de la Salud. (febrero de 2018). 10 amenazas a la salud mundial en 2018. Obtenido de http://origin.who.int/features/2018/10-threats-global-heath/es/

Pero, al hablar de información como bien público, “los gobiernos deben promover y proteger el acceso y el flujo libre de información durante la pandemia del coronavirus” (Naciones Unidas, 2020). Sin embargo, el transparentar la información no puede poner en riesgo la garantía de otros derechos fundamentales como es el de la privacidad, pues, quienes son diagnosticados con COVID-19 pueden ser estigmatizados y discriminados, e inclusive se pone en riesgo su acceso a servicios de salud.

Organización Panamericana de la Salud. (2020). Entender la infodemia y la desinformación. Obtenido de https://www.paho.org/es/file/64245/download?token=vqDvd7jC Universidad Complutense de Madrid. (12 de febrero de 2018). LA INFORMACIÓN, UN BIEN PÚBLICO AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD. Obtenido de https://www.ucm.es/ iudesarrolloycooperacion/noticias/la-informacion-un-bien-publico-al-servicio-dela-humanidad

CAPÍTULO I ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES

sociales; cientos de obituarios y publicaciones sobre familiares, amigos o conocidos que habían sido infectados por este virus, eran una constante que alertaba diariamente a la población. La incertidumbre creció indiscriminadamente, ya que los datos de ocupación de las casas de salud y número de fallecidos mostraban realidades diferentes.

Concluimos recalcando que la garantía de la información como bien público se convierte en corresponsabilidad del Estado y de quienes están relacionados con la emisión de información; no se debe obviar que la persona es el eje de la sociedad y que el bien común está sobre intereses particulares, partidistas y comerciales.

Referencias BBC News. (27 de abril de 2020). Coronavirus en América Latina: 7 gráficos para entender el avance de la pandemia de covid-19 en la región. Obtenido de https://www.bbc.com/ mundo/noticias-america-latina-52405371 Cornella, A. (10 de octubre de 2013). Infoxicación... Obtenido de https://alfonscornella. com/2013/10/02/infoxicacion/ Martínez-Gómez, R., & Agudiez, P. (2012). Comunicación para el Desarrollo Humano: buscando la transformación social. En U. C. Madrid, CIC. Cuadernos de Información y Comunicación (Vol. 17, págs. 79-106). Madrid: Universidad Complutense de Madrid. Naciones Unidas. (10 de diciembre de 1948). La Declaración Universal de Derechos Humanos. Obtenido de https://www.ohchr.org/EN/UDHR/Documents/UDHR_Translations/ spn.pdf Naciones Unidas. (19 de marzo de 2020). La información accesible y veraz es esencial durante la pandemia del coronavirus. Obtenido de https://news.un.org/es/ story/2020/03/1471482 Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO. (3 de mayo de 2020). Periodismo, libertad de prensa y COVID-19. Obtenido de https:// en.unesco.org/sites/default/files/unesco_covid_brief_es.pdf

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Susana Cáceres González Chile

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¿Cuál es nuestro rol y cuál es el rol de los líderes?

perdemos el impacto de un abrazo o de una palmada en la espalda. Hoy estas acciones en lugar de ayudarnos a sentirnos acogidos, nos generan miedo.

¿Cuáles son las principales preocupaciones que enfrentamos hoy como comunicadores?

En tiempos de crisis el equipo espera más certezas y menos dudas. Pero seamos sinceros, en situaciones complejas, no siempre podemos dar certidumbres.

Estamos viviendo situaciones extraordinarias y en este escenario necesitamos respuestas extraordinarias, desde los distintos ámbitos de nuestra vida personal y laboral.

Para ayudar en estas instancias, recomiendo al líder:

La comunicación hoy es clave y requerimos acciones concretas, ágiles y responsables para salir adelante y entender el mundo que viene, que a todas luces nunca volverá a ser la “normalidad” que conocíamos. Transparencia y mesura informativa

• Alinearse a la comunicación oficial de la organización. Levantar todas las dudas posibles, hasta quedar claro del porqué y cómo se han tomado las decisiones. No siempre estaremos de acuerdo, pero comprender el contexto de la toma de decisiones nos ayudará a alinearnos y dar una mirada común en la institución. • Comunicar al equipo lo que se solicite, por vías digitales, video llamadas, mail, etc. • Resolver dudas por todos los medios. Levantar aquellas en que no se tenga respuesta.

Como comunicadores, estamos llamados a ser un puente de información clara y transparente en tiempos de incertidumbre. No tendremos todas las respuestas, pero en cada organización debemos ser capaces de comunicar las decisiones, cambios de procesos y urgencias que vamos vislumbrando.

• Conocer a cabalidad los protocolos de acción de prevención, en caso de contagio, contacto estrecho, cuarentenas, etc.

Compartir las buenas prácticas entre equipos y entre organización también es crucial. Estamos en tiempos de colaboración, y si bien el COVID-19 nos obliga a estar separados, debemos estar más unidos que nunca, para compartir formas de trabajo en equipo, mejores prácticas en prevención, oportunidades del teletrabajo o dificultades que hemos tenido.

• Contener al equipo, acogiendo en cada reunión situaciones críticas familiares. Entender que trabajando desde casa las condiciones cambian.

Yuval Noah Harari, en su entrevista en el Diario El País de España señala que “la mejor defensa contra los patógenos es la información”. Y vaya que necesitamos estar informados, pero no infoxicados. “La gran ventaja de los humanos sobre los virus es la capacidad de intercambiar información. Un coronavirus en Corea y un coronavirus en España no pueden intercambiar consejos sobre cómo infectar a los humanos. Pero Corea puede enseñar a España lecciones valiosas. Incluso el aislamiento requiere información.” (Harari, 2020) El autor de “Homo Sapiens” también señala que hay muy poca cooperación internacional y que tenemos falta de liderazgo mundial. Liderazgo comunicacional en crisis Si ya en situaciones normales ejercer el liderazgo no es nada sencillo, imaginemos el ejercicio del liderazgo en situación de crisis, con equipos en sus casas y trabajando virtualmente. Es todo un desafío, pero no es imposible de lograr. Cuando no trabajamos cara a cara, el líder debe ser mucho más directo y claro en lo que espera del otro. Perdemos el impacto de la comunicación no verbal y, como no decirlo, también

CAPÍTULO I ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES

EL IMPORTANTE ROL DE LA COMUNICACIÓN INTERNA EN TIEMPOS DE COVID-19

¿Cómo entender, desde la comunicación, esta compleja crisis que estamos viviendo?

• Levantar rápidamente situaciones complejas que se puedan generar en el equipo o rumores que puedan afectar clima o conducir a una crisis reputacional.

• Generar compromiso. Las metas organizacionales siguen y la posibilidad de teletrabajar hoy es una oportunidad que no todos los trabajadores tienen. Pongamos foco en los temas relevantes y en las posibilidades de cumplir tareas, enfrentando estos nuevos escenarios. • Levantar sus propias dudas y sus problemáticas a su jefe o pares. Como líder también necesita apoyo y contención. Comunicación y teletrabajo Hoy la tecnología nos ayuda (a quienes tenemos roles administrativos y profesionales) a trabajar a distancia. Sin embargo, hasta ayer lo hacíamos de manera desregulada, ya que no teníamos ley de teletrabajo. Desde el estallido social en Chile, muchas empresas reticentes al home office se dieron cuenta que era la mejor manera de seguir con la continuidad operacional en tiempos de convulsionados. Hoy, con la crisis sanitaria volvemos a trabajar desde casa, ya más preparados. No podemos perder la comunicación con los equipos que trabajan desde casa. Aprovechemos los videos, mails, redes sociales internas y las plataformas (Zoom, Teams, Slack, Meet, Hangout, Whatsapp, etc.) para entregar información periódica a los equipos. Las personas están sobre informadas a través de redes sociales, tratemos de ser claros y concisos con ellos, sin generar alertas innecesarias ni falsas expectativas. Aquí, menos es más, pero la periodicidad es clave, porque no veo a mi equipo y ellos necesitan continuidad.

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También es importante respetar los horarios laborales y evitar enviar mensajes fuera de la jornada establecida. En esta situación donde se nos mezcla el trabajo con la vida personal, es sumamente importante cuidar los espacios. Big Data y Small Data La gestión de la información y la geolocalización de los contagiados hoy son cruciales a nivel internacional. De hecho, Byung Chul Han, filósofo coreano y profesor de la Universidad de Berlín, señala que China está siendo exitoso en controlar el avance del virus gracias al control de la información digital de los ciudadanos. Obviamente, perdiendo libertad y derecho a la privacidad, con todo lo complejo que ello implica. “Se podría decir que en Asia las epidemias no las combaten solo los virólogos y epidemiólogos, sino sobre todo también los informáticos y los especialistas en macrodatos. Un cambio de paradigma del que Europa todavía no se ha enterado. Los apologetas de la vigilancia digital proclamarían que el big data salva vidas humanas”, señala el filósofo y agrega “La conciencia crítica ante la vigilancia digital es en Asia prácticamente inexistente. Apenas se habla ya de protección de datos, incluso en estados liberales como Japón y Corea. Nadie se enoja por el frenesí de las autoridades para recopilar datos”. En este sentido, debiéramos preguntarnos cómo estamos manejando la información internamente en las organizaciones: cuántas personas en cuarentena tenemos, en qué centros de trabajo, cuántos contagiados, con quién ha tenido reuniones, cuáles son los turnos afectados, tomó el transporte de la empresa, etc. Sin perder confidencialidad de los datos de los trabajadores, pero poniendo énfasis en el bien común de la organización. La información de nuestras instituciones, más pequeña que la global o small data, es hoy clave en nuestras empresas para limitar el contagio. Debemos tomar medidas ágiles -claro- pero en base a información fidedigna y actualizada, tanto interna como del contexto: industria, gobierno, municipios, etc. Especialistas en comunicación, tenemos una gran y relevante labor hoy. No bajemos los brazos y sigamos trabajando por comunicar bien, a tiempo y verazmente dentro y fuera de nuestros lugares de trabajo. Encuesta Comunicación Interna y COVID-19 Entre el 23 y el 30 de abril de 2020, en medio de la crisis sanitaria, realizamos una encuesta para preguntarle a los comunicadores ¿cuáles eran los mayores dolores que estaban viviendo con las necesidades comunicacionales de la pandemia?

Falta de Compromiso de los líderes para comunicar a sus equipos. Este es un tema clave siempre en comunicaciones internas, pero en crisis se intensifica la necesidad de tener líderes comprometidos y preparados para comunicar. En los puntos que siguen, veremos que este rol es cada vez más clave. Dificultad para comunicar a trabajadores sin acceso a computador. ¿Cuánto nos falta por lograr digitalizar a todas las audiencias, especialmente a aquellas con roles operativos, en trabajo en terreno y turnos, sobre todo en momentos en que la distancia social lo hace más necesario y urgente? Aquí es clave el rol del líder para comunicar a sus equipos y comenzar a digitalizar a nuestras personas de las diferentes áreas, con medios que puedan utilizar, como pantallas digitales, redes sociales o apps en el celular. Falta de comunicación bidireccional. La escucha es una deuda de la comunicación interna. En crisis se requiere aún más entender qué pasa con nuestros colaboradores, qué necesitan y qué dudas hay en los equipos. Nuevamente aquí el rol del líder es clave, partiendo por el CEO. Faltan acciones que refuercen la empatía y la contención hacia los colaboradores. Aquí requerimos contención desde los líderes, campañas de endomarketing de agradecimiento, comunicación clara y transparente para aplacar la incertidumbre y talleres participativos. Faltan acciones que fomenten el compromiso de los colaboradores. Igual al punto anterior, incorporando la escucha activa a todos los niveles. No sé cómo priorizar las acciones según las necesidades reales de los colaboradores. Nuevamente, para priorizar, necesitamos escuchar; necesitamos comunicación bidireccional. No existe un comité de crisis en mi organización o el área de comunicación interna no es parte de él. Tema crítico hoy y muy compartido por diversas organizaciones. Debe haber un comité que evalúe el contexto, con asesoría de comunicaciones, para poder tomar decisiones ágiles dentro de la incertidumbre que vamos manejando. Nuestro rol como comunicadores debe estar al servicio de las personas, de su cuidado —hoy especialmente— y de la sustentabilidad de organizaciones que se están viendo golpeadas por una crisis sanitaria sin precedentes. Las organizaciones cumplen metas gracias a las personas. Esas personas mejor comunicadas en tiempos de crisis se mantendrán unidas, pese a la distancia, y seguirán construyendo organizaciones extraordinarias, resilientes y capaces de aportar a su país y a una región, que hoy lo requiere más que nunca.

FAKE NEWS (NOTICIAS FALSAS) DURANTE LA COYUNTURA DE LA PANDEMIA DEL COVID-19: LOS RETOS EN MATERIA DE INFORMACIÓN DURANTE LA ERA DE LA INFORMACIÓN Daniel Javier de la Garza Montemayor México

Entre los hallazgos más significativos aparecieron:

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El propósito del presente texto es contribuir a la discusión académica en torno a un tema que ha estado presente durante la crisis mundial de salud del COVID-19: las fake news (noticias falsas), y la necesidad de contrarrestarlas. La era digital permitió que muchas labores pudieran continuar a distancia durante la contingencia en numerosos países, con el fin de detener el contagio masivo. Pero, así como este momento histórico permitió visualizar algunas de las principales virtudes de la nueva era, también exhibió muchos sus riesgos, como lo fue la desinformación masiva a través de los medios digitales. Por esa razón, estructuramos un texto que nos lleva a reflexionar sobre algunos puntos importantes: en principio, ¿cómo el potencial democratizador de las redes sociales, que prometían combatir la manipulación de los medios de comunicación masiva, terminaría por reproducir los mismos patrones? También se expone un marco conceptual en torno a las fake news, y algunas iniciativas tanto del sector académico como de la sociedad civil que han surgido para contrarrestarlas. Por último, se exponen algunas reflexiones preliminares sobre cómo la contingencia del COVID-19, expuso entre otras cosas, la necesidad de crear distintos mecanismos que inhiban tanto la proliferación como la eficacia de las noticias falsas. Palabras clave: Fake News, Noticias Falsas, Internet, Redes Sociales, COVID-19.

Introducción: COVID-19 y la era de la información: los retos y oportunidades del presente. En el presente capítulo se busca contribuir a esta obra colectiva titulada “Diálogos de Pandemia” en la discusión académica sobre un tema que es importante en tiempos actuales y como en pocas ocasiones demostró su pertinencia: la desinformación en medios digitales. Resulta paradójico que en un momento histórico en el que los usuarios de Internet pueden compartir información en tiempo real, como es el caso de texto, audio y video, se puede mantener una necesaria comunicación entre la ciudadanía, como también llegar al extremo de desestabilizar el estado de ánimo de las personas. Lo anterior puede ser consecuencia de la incertidumbre económica, política y social que se desprende de una crisis en materia de salud sin precedentes en el mundo contemporáneo. Existe evidencia que un alto uso de los medios sociales podría tener alguna relación con efectos psicológicos como el estrés (Eksi, 2019). Esto podría agravarse en una situación inédita como la que se vive en la actualidad, por la incertidumbre que existe. Por eso resulta importante contrarrestar la desinformación que se genera en los medios digitales, algo que se abordará con mayor profundidad en este texto. En una coyuntura sin precedentes, muchos países implementaron estrategias con el fin de que la población se mantuviera en sus casas, la existencia del Internet terminaría por ser una de las mejores aliadas en estas circunstancias. En buena medida, permitió un acceso en tiempo real

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a la información otorgada por las autoridades regionales y nacionales, pero también permitió visualizar cómo diferentes países tomaban medidas respectivas frente a la pandemia, lo que tal vez contribuyó a que los ciudadanos tomaran en serio los riesgos que se enfrentan, aún en el momento en que este texto ha sido redactado. También será una herramienta fundamental para orientar a la ciudadanía en cómo volver a la “nueva normalidad”. Debido a que se trata de un tema actual, es importante mencionar que los textos académicos que nos proporcionen información empírica se encuentran aún en pleno desarrollo. Por ello, para analizar la coyuntura del presente, se cuentan con algunas noticias, análisis preliminares y estudios de opinión que se han formulado en tiempo real. Pero, además, tenemos un amplio marco conceptual sobre el principal eje del presente capítulo, que es la desinformación que se genera en la era digital, en un momento histórico en el que resulta aún más condenable. En este texto, buscaremos construir sobre el siguiente orden de ideas: en principio, se establecerá la narrativa de cómo el uso de las plataformas digitales prometió, en sus inicios, democratizar la comunicación a nivel global. Después de ello, se argumentará de qué forma durante el último lustro, sin que la promesa original se desvaneciera, comenzaron a advertirse algunos de los principales riesgos de esta nueva era. También es importante comentar algunos estudios recientes que nos permiten definir con exactitud que entendemos por fake news. Y, por último, proporcionaremos algunas reflexiones que pretenden contribuir al título de este libro, que es “Diálogos de Pandemia”. Como se ha argumentado a lo largo de este texto, las noticias falsas estuvieron presentes durante la crisis de salud del COVID-19, difundiéndose con una enorme intensidad a través de los medios sociales virtuales. Unos años atrás, existió la expectativa sobre una mayor transparencia en la comunicación, debido a la capacidad de contraste que ofrecían las redes sociales con respecto a las noticias que se transmitían mediante los medios de comunicación masiva. Pero, lo cierto es que existen señales de alarma que apuntan a que la proliferación de noticias falsas puede aumentar durante la era de la información. Del potencial democratizador a la era de la (des)información. Con el fin de examinar la coyuntura sobre cómo se denuncia la Infodemia por parte de la OMS durante la coyuntura del COVID-19, resulta importante mencionar algunos eventos históricos importantes del pasado inmediato (Lebrija Clavel, 2020). Durante los últimos años, hemos transitado de una visión principalmente positiva de la era de la información a una en la que predomina el escepticismo. A principios de la década pasada, el poder del ciberespacio fue evidente cuando la plataforma Wikileaks participó en la divulgación de material secreto que terminó por incomodar a la mayor potencia del planeta. La manera en que esta plataforma digital fue combatida desde el poder, fue una señal de que no solo los medios convencionales tenían la posibilidad de sacudir a las instituciones legalmente constituidas, también desde el ciberespacio se podía lograr un efecto similar (Marechal, 2014; Curtis, et al., 2015; Quian y Elías, 2018).

Al escándalo de Wikileaks, le siguió el derrocamiento de Ben Alí en Túnez y de Hosni Mubarack en Egipto en el 2011. Esto fue a raíz de revueltas que se convocaron desde los medios sociales virtuales (en donde también se denunciaron actos de corrupción). La eficacia de la protesta social tomó por sorpresa al mundo, por lo que parecía que a través de la esfera pública virtual podría articularse un poder ciudadano que tendría la capacidad de retar tanto a las estructuras gubernamentales, como disputar la narrativa de los medios convencionales (Castells, 2012; Mabon, 2013). Esta noción terminaría por reforzarse durante el surgimiento de movimientos pacíficos como lo fueron el #15-M en España, el Invierno Chileno y el #YoSoy132 en México. Se comenzaba a demostrar una tendencia dentro en la juventud en cuanto a que la información que se difundía en redes sociales podría coadyuvar a potencializar su implicación política (Valenzuela, et al., 2012; Galindo y González, 2013; Bonet i Martí, 2015). Se puede reconocer un cambio importante en la manera en que se asimilan las tecnologías de la información y la comunicación. A partir de este momento, existe una paulatina adopción de estas tecnologías en las estrategias de mercadotecnia de las empresas, en la interacción institucional de entidades públicas, y desde luego, como una parte esencial de la comunicación política de quienes aspiraban a un cargo de elección popular (Maarek, 2012; Quiñónez,2014; Líppez-De Castro y García Alonso, 2016). Pero, el punto de quiebre en esta historia fueron las elecciones que se celebraron tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos durante el 2016. En el primer caso, el gobierno de David Cameron convocó a un referéndum en el que los ciudadanos británicos decidirían si se mantendrían o no dentro de la Unión Europea (UE) (Shipman, 2016). Las redes sociales jugaron un papel importante activando a aquellos ciudadanos que se encontraban desafectos con el sistema político. La campaña de los que buscaban la salida de la UE consistió en recurrir a prejuicios, para persuadir a muchos que no habían votado en años. Esto contribuyó a que el resultado electoral terminara por sorprender a propios y extraños (Mancosu y Bobba, 2019). También las elecciones en Estados Unidos fueron un referente importante. Este sería el escenario de uno de los principales escándalos que terminarían por cuestionar el rol de las redes sociales en la democracia. El caso de Cambridge Analytics acabó exhibiendo que la información que los usuarios proporcionan a las distintas plataformas de redes virtuales puede ser usada para un propósito distinto sin su consentimiento (Kaiser, 2019). Durante el proceso electoral celebrado en Reino Unido, así como en las elecciones de Estados Unidos se construyeron en un escenario en el que las percepciones resultaron ser más importantes que los hechos. En muchos casos, tanto los partidarios de la salida de Gran Bretaña de la UE como quienes simpatizaban con Donald Trump en Estados Unidos, terminarían por distorsionar creer y difundir noticias falsas con las que se formó una mayoría electoral que no fue perceptible en las mediciones tradicionales de opinión (Bethlehem, 2017; Stephens- Davidowitz, 2017).

En resumen, el potencial democratizador de la era de la información sigue siendo una asignatura pendiente. En el proceso, como se ha descrito antes, la comunicación digital ha sido adoptada de manera progresiva, y el debate actual no se centra en torno a su influencia. Durante el presente, la atención se encuentra en la veracidad de la información que se encuentra en los medios digitales, especialmente la que se difunde a través de las redes sociales (O’Connor y Owen Weatherall, 2019). Fake News: ¿Qué son y cómo pueden ser contrarrestadas? Cuando se analice en el futuro las circunstancias que millones de ciudadanos vivieron durante la coyuntura del coronavirus, es muy probable que se recordará el importantísimo rol que tuvo el Internet al comunicar a seres queridos, transmitir información en tiempo real sobre medidas de precaución, y también, la manera en que muchas de las dinámicas de trabajo cambiaron de manera radical, con la finalidad de que la economía, educación y funcionamiento de la administración pública no se detuvieran. A través de las redes sociales se ofrecieron cursos, reflexiones, alternativas de esparcimiento que hicieron que el confinamiento fuese más tolerable.

CAPÍTULO I ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES

Resumen

Sin embargo, también existieron aquellos ciudadanos, políticos, empresas y comunicadores que no estuvieron a la altura de las circunstancias. Durante la crisis, surgió una propagación de información falsa, dolosa, que no contribuyó a un clima de racionalidad y salud emocional que la situación exigía. Durante este proceso, se acentuó aún más el oportunismo de algunos actores, que aprovecharon la crisis para posicionar una agenda que se encontraba lejana a representar a los intereses de una población angustiada por una crisis de salud inédita. Es importante antes que nada definir lo que son las fake news, debido a que el concepto resulta lo suficientemente novedoso y a la vez, impreciso, por las muchas interpretaciones que podrían existir. Este concepto ha sido utilizado por algunos políticos para deslegitimar aquellas noticias que les son incómodas, como por ejemplo, el notable caso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump (Tamul et al., 2020), quien utilizó este término para categorizar aquellos reportajes que eran críticos con su administración. El espacio natural para la difusión de las noticias falsas son las redes sociales virtuales, como Facebook y Twitter. Inclusive, existen quienes argumentan que actualmente las redes sociales funcionan como un campo de batalla en donde se dirimen importantes disputas políticas (Singer y Brooking, 2018). Esta idea es compartida por Marantz (2019), quien describe la forma en que los medios sociales han terminado por potencializar el mensaje de grupos radicales, que en el pasado habían sido marginales. Las plataformas virtuales han posibilitado la difusión de mensajes de odio, que han contribuido de manera importante a ahondar la polarización política contemporánea en varios contextos. Pero esta categorización no deja de ser subjetiva y forma parte de un relato político. Una visión más integral es aquella que proporciona Walter (2018), que precisa que las fake news

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En otras palabras, quienes elaboran este tipo de notas son conscientes de su ausencia de veracidad y buscan engañar de manera deliberada a los internautas. La otra condición es que incluso cuando puede existir un amplio debate y distintas perspectivas sobre diversos temas, estas noticias presentan datos que de manera objetiva pueden desmentirse con hechos tangibles. Esta discusión resulta importante, pues permite valorar, aun cuando la interpretación de la información se encuentre tan politizada. Por otro lado, Illades (2018) argumenta que no necesariamente existe dolo en las fake news, pues pueden carecer de calidad, pero al final tienen el mismo efecto. Entonces, es posible que una de las primeras víctimas de la era de la información es precisamente el periodismo de investigación. El modelo de negocios que imperaba en los medios de comunicación masiva no se ha replicado en los medios digitales. En buena medida, esto corresponde a la imposibilidad de vender espacios de publicidad en los diarios cibernéticos como se acostumbraba en la prensa. Esto ha supuesto también que, en muchos casos, la calidad de la información se vea comprometida, por lo que los códigos de ética deben de ser reforzados (Muller, 2014). Uno de los mayores riesgos es que las noticias falsas terminen por representar un peligro para las democracias. Existe una probabilidad real en la que se consolide la era de “post-verdad” donde los principales ganadores sean las empresas que ven en las redes sociales la posibilidad de identificar a clientes potenciales. Asimismo, esta coyuntura se convierte en el vehículo natural para impulsar agendas políticas ocultas (Margetts, 2019), como se ha mencionado antes. Es importante mencionar que, de la mano con el concepto de las noticias falsas, se encuentra la noción de que vivimos en la era de la “post-verdad”. Esto significa que la información empírica termina por convertirse en algo irrelevante para una parte importante de la población, que moldea su opinión con información que resulta más cercana a sus convicciones. En consecuencia, se crea una realidad en la que la puntualidad pasa a segundo término, pero la impostura si contribuye a crear una realidad política tangible (como puede ser un resultado electoral) (Mcintyre, 2019). Un ejemplo de lo anterior son las elecciones presidenciales de Brasil en 2018, en las que se eligió a un candidato de extrema derecha que había hecho declaraciones polémicas. Al respecto, el estudio de Canavilhas, Colussi y Moura (2019) señala a Whatsapp como el canal ideal para difundir noticias que de manera directa o indirecta fortalecían la línea discursiva radical y polémica de Jair Bolsonaro. Durante la coyuntura del COVID-19, Whatsapp terminó por habilitar un chatbot en el que los usuarios podían consultar sobre la veracidad de algunas noticias. La aplicación podía

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desmentir las noticias que los propios usuarios difundían a través de ese mismo medio (Pérez, 2020). Durante ese momento, se creó un sitio de Internet llamado News Guard, que validaba la autenticidad de las noticias. En torno a la grave crisis de salud, un estudio realizado por este sitio determinó que las noticias falsas eran mayores que la información veraz que se podía encontrar en la red. (La Redacción, 2020) Por esa razón, las fake news se han convertido en un serio problema social, de acuerdo con la indagación de Moravec, Minas y Dennis (2019). En un estudio experimental sobre la respuesta cognitiva a las noticias que se pueden encontrar en los medios sociales, se descubrió que los usuarios tienen una tendencia a reforzar sus creencias preconcebidas cuando leen algún reportaje, incluso cuando puedan existir indicios de que puede estar manipulado. El mismo estudio plantea un problema importante, en un contexto donde existen muchas democracias con un alto grado de polarización política. Esto significa que los ciudadanos tendrían una predisposición a confiar en aquellas noticias que reflejen su manera de pensar, con lo que la información que circula en redes sociales podría tener por inhibir una auténtica deliberación pública. Esto implicaría que es posible que prevalezcan las convicciones ideológicas por encima de la racionalidad. En consecuencia, muchas de las fake news van orientadas a buscar incidir en el ánimo de los usuarios, más que presentar argumentos que puedan ser contrastados. En la actualidad, distintos métodos (todos ellos en proceso de consolidación) permiten a los investigadores detectar patrones de noticias falsas. En el caso de Asia, de acuerdo con Jin et al. (2020), existe desde la identificación del lenguaje de las noticias falsas, la manera en que una nota pueda ser cuestionada por los usuarios, así como la indagación que lleva a contrastar aquellas notas que sean dudosas. Los investigadores argumentan que hay un determinado patrón de lenguaje que utilizan las noticias que no son veraces, y en muchos casos inclusive pueden ser objeto de un cuestionamiento por parte de los usuarios. Esto puede llevar a verificar que la información que presentan las fake news carece de sustento. Pero, bajo este principio, se parte del supuesto de que una parte importante de los usuarios puede distinguir la información apócrifa. De acuerdo con un estudio de Kaspersky y Cobra, alrededor del 70 % de los usuarios latinoamericanos consultados no puede distinguir las noticias falsas. Otro dato que llama la atención del estudio es que el 16 % no se encuentra familiarizado con el término (Hernández Armenta, 2020). Si se confía en la información que proporciona este estudio, entonces el antídoto para combatir la desinformación no se generaría de momento por parte de los mismos usuarios en el contexto latinoamericano, lo que implicaría que hace falta trabajo pedagógico importante en la región que permita a los usuarios discernir y, en su caso, denunciar aquellos comentarios que resulten fraudulentos.

Es importante señalar la labor de los educadores en un mundo que ha cambiado demasiado rápido. Crovi (2013) menciona que las redes sociales se habían convertido en los principales canales de socialización de los jóvenes. En tiempos actuales, es posible argumentar que, a través de los medios sociales, la juventud ha aprendido a interactuar con otros en un momento clave de su vida, por lo que se encuentra más susceptible a la desinformación que se genera en los medios masivos. Por esa misma razón, resulta pertinente el estudio realizado por Hunt et al., (2018) donde se menciona que los educadores tienen un rol fundamental al combatir la desinformación que se encuentra en las redes sociales. Para ello, los investigadores sugieren que se conduzcan dinámicas necesarias en clase que permitan discutir videos virales y que contribuyan a la disminuya de la crispación social que se genera a partir de su difusión. No existe un camino fácil para frenar la desinformación generada en los medios digitales. Chen (2018) señala que se requiere de una pedagogía especial para poder indagar sobre la información que reciben los ciudadanos. En otras palabras, la apuesta central es también a la formación. La sugerencia es que, aquellos que se encuentren en la academia tienen una responsabilidad mayor en advertir sobre los riesgos en sus publicaciones y en los espacios educativos en los que tengan alguna incidencia. En un mundo que ha cambiado de manera acelerada en cuanto a su interacción, los programas de estudio y técnicas didácticas deben de apuntar en la misma dirección. Por eso, tanto lo que argumenta Chen (2018) y Hunt et al., (2018) resulta relevante, ya que es necesario generar las condiciones adecuadas para fortalecer una línea de investigación (de carácter multidisciplinario) que pueda reconocer y generar mecanismos contra la proliferación de informes falaces, pero también se tiene el reto de crear las técnicas didácticas que permitan a los estudiantes de todos los niveles establecer la diferencia. Esta situación implica un enorme reto para los centros educativos, en cuanto a la educación que se requiere para tener una valoración objetiva de los medios de comunicación. Esta habilidad resulta especialmente importante cuando se trata de la formación que requiere el servicio público (Landon-Murray, Mujkic, y Nussbaum, 2019). Esto significa que, la capacidad de realizar noticias apócrifas ha llegado a tal nivel de sofisticación que es necesaria cierta destreza para distinguir la verdad en la era digital, aún entre aquellos que tienen responsabilidades importantes. En momentos en los que muchos pueden llegar a cuestionarse sobre la vigencia de las bibliotecas, Eva y Shea (2018) reivindican su labor en el combate a la desinformación, señalando que es urgente convocar a cursos que puedan servir para fortalecer la lectura crítica de la información que se encuentra disponible en Internet. Resulta relevante el estudio de Eva y Shea (2018) respecto a cómo la era digital ha supuesto para algunos la inevitable desaparición de los acervos bibliográficos. El problema central es que la transición digital ha hecho posible que una amplia variedad de textos pueda encontrarse

disponibles como nunca en la historia, pero la disponibilidad no garantiza que los textos que mantienen un rigor académico elemental sean los más utilizados. En la investigación de Kim y Dennis (2019) existe una propuesta concreta sobre cómo disminuir la credibilidad de las fuentes. Proponen un sistema en el que los propios usuarios puedan calificar la veracidad de una fuente, provocando que aquellos que reciben una información determinada puedan cuestionarla con mayor facilidad. Esta solución funcionaría como las calificaciones y comentarios que los compradores pueden proporcionar a los productos que adquieren en una tienda digital como Amazon. De acuerdo con el estudio de Malik y Hussain (2017), las calificaciones que proporcionan los compradores de Amazon pueden influir de manera importante en la decisión de un usuario en cuanto a adquirir o no un determinado producto.

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son aquellas notas que tienen contenido deliberadamente falso, pero que se presentan como una noticia seria. También, otro elemento central es que, bajo una perspectiva objetiva, son notas que presentan información errónea que puede ser contrastada.

Un modelo similar es el que propone Arianto et al. (2019) basándose en que la calificación de los propios internautas puede ser un elemento central en restar validez a las noticias que resulten falsas. De esta manera, la propia contención de las noticias falsas resultarían ser los propios usuarios, esto implicaría que los consumidores de noticias también se convirtieran en activos participantes en las distintas plataformas de noticias de Internet. Una alternativa a los ejemplos mencionados podría ser el caso de VerificadoMx, que tuvo lugar en las elecciones presidenciales en México del 2018. Un grupo de periodistas se dedicó a verificar las declaraciones de los candidatos presidenciales con el fin de señalar cualquier inconsistencia (Magallón Rosa, 2019). También, existe un amplio debate en torno a la posibilidad de legislar para inhibir la propagación de las fake news. Desde un punto de vista jurídico, las acciones que se han emprendido para frenar las noticias falsas son relativamente nuevas. Al respecto, Kraski (2017) argumenta que el enfoque de Estados Unidos consiste en reparar algún daño que sea ocasionado por las noticias falsas, mientras que, en el caso de la legislación alemana, se propone analizar el contenido de algún discurso y proporcionar una variedad de opciones para enfrentar una coyuntura específica. Sin embargo, el estudio concluye que ambos sistemas se han quedado cortos en proteger la reputación de una persona cuando esta ha sido vulnerada. Conclusiones preliminares En el presente texto, expusimos uno de los aspectos en materia de comunicación que se exhibió durante la contingencia del COVID-19. Por una parte, se reconoce que la era digital ha permitido que el confinamiento fuera más tolerable para una parte importante de los ciudadanos. Un ejemplo de lo anterior es que las acciones de las principales plataformas digitales de entretenimiento vieron aumentar sus ganancias durante este momento histórico. Durante la crisis, Netflix vio crecer sus acciones en un 40%. Esto constituiría su mayor crecimiento en dos años (Indigo Staff, 2020). Se debe reconocer que los avances en materia de digitalización permitieron también que

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De igual manera, los medios sociales fueron fundamentales para que las personas pudieran mantenerse en contacto acatando las medidas de distanciamiento social que se implementaron en la mayoría de los países durante este momento histórico. Aplicaciones y plataformas digitales como Facebook Messenger, Zoom, Google Hangouts y Whatsapp permitieron a millones de ciudadanos mantener una cercanía en tiempos de crisis. De acuerdo con Vives (2020), se estima que el tiempo que pasaban las personas en esta plataforma, aumentó un 20%. Se requiere debatir y encontrar soluciones para contrarrestar la información falsa que en muchas ocasiones se difunde en medios sociales. Si bien se ha advertido sobre el peligro que supone la desinformación para las democracias contemporáneas, en una situación crítica como la que vive el mundo en medio de la pandemia del COVID-19, este riesgo resulta aún más condenable. En este texto se presentaron algunos mecanismos para contener las fake news, al igual que un enfoque basado en la prevención. Es posible que en el futuro exista un acuerdo internacional que permita a diversos medios de comunicación digital adherirse de manera voluntaria a un sistema de calificación. Esto se acercaría a lo que propone Arianto et al. (2019) y Kim y Dennis (2019), el principal reto sería constituir, a nivel global o regional, una especie de certificación digital que pueda acreditar tanto a los medios, como aquellos periodistas que escriban en ellos. Pero también existirían muchas plataformas digitales que podrían excusarse de participar en un sistema que permita una calificación por parte de los usuarios. Por otra parte, en caso de que se lograra crear un sistema de certificación, debería existir suficiente participación por parte de los usuarios, que no tendrían los mismos incentivos que aquellos que califican productos que han adquirido. Para ello, es importante tomar en consideración a la intervención en línea como como una modalidad de participación en sí misma, por lo que actuar con la finalidad de crear consciencia entre otros usuarios, implicaría un compromiso cívico con la comunidad digital (Gil de Zuñiga et al., 2010). También se señala el rol que tiene el sector educativo, tanto en la docencia como en la investigación, en cuanto a coadyuvar a que las personas puedan reconocer las noticias falsas. En esto coinciden las indagaciones de Chen (2018), Hunt et al. (2018) y LandonMurray et al. (2019). Sin duda, este enfoque implica un esfuerzo de largo plazo, pero parte del reconocimiento de una transición que se vislumbra como irreversible. En conclusión, el enfoque basado en la educación podría tener efectos más durables, aun cuando su construcción requiere de la participación de diversos sectores: poderes públicos, iniciativa privada y centros educativos. Pero una de las principales cuestiones

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que la pandemia COVID-19 terminó por exhibir es que el cambio en materia de comunicación es una realidad tangible. En la era de la información las oportunidades que tiene la población para interactuar, educarse, entretenerse e incluso generar iniciativas de negocios, resulta inédita. Por eso mismo, resulta importante combatir uno de los principales riesgos de esta nueva era, que es la desinformación que por definición es contraria a cualquier noción de bienestar colectivo.

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varias universidades continuaran con sus programas académicos en línea. Esto contribuyó a generar una serie de reflexiones y análisis sobre algunos de los retos que tiene el sector educativo en esta materia (Fernández et al., 2020).

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LA COMUNICACIÓN DESDE LOS SENTIMIENTOS. RADIOGRAFÍA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN TIEMPOS DE PANDEMIA POR COVID-19 M. Sc. Rigliana Portugal Bolivia

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El estudio aborda desde el nivel descriptivo, la situación de la violencia de género en países de América Latina -especialmente Bolivia- vinculando la emergencia sanitaria por COVID-19 con la situación comunicacional existente. Se desarrolla a nivel teórico la precisión conceptual respecto a información y comunicación, así como a violencia de género y ciclo de la violencia, considerando la estructura patriarcal en la cual se asienta. Desde el análisis documental y la observación, se establece una radiografía de la violencia de género en la región, considerando el especial contexto que marca la pandemia por COVID-19. Destaca como resultado la identificación y priorización de los procesos de información que se realizan, en acciones orientadas a prevención frente a la violencia de género y al COVID-19. Se reconoce el vacío existente en procesos de comunicación que prioricen las emociones y los sentimientos (desde las narrativas y procesos participativos) para avanzar hacia la construcción de procesos dialógicos desde los sentimientos, antes que desde acciones de corte instrumental y efectista. Palabras clave: comunicación, sentimientos, violencia de género, pandemia, COVID-19. Introducción El brote de la enfermedad por un nuevo coronavirus (COVID-19) se produjo en Wuhan, una ciudad de la provincia de Hubei, en China. La rápida propagación de la enfermedad a escala local, nacional e internacional, evidenció el aumento exponencial del número de casos y muertes. El 30 de enero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el brote de COVID-19 era una emergencia de salud pública, cuya importancia era internacional como establece el Reglamento Sanitario Internacional (2005). El 20 de enero se registró en la región de las Américas el primer caso confirmado en los Estados Unidos, posteriormente fue Brasil el primer país de América Latina y el Caribe que registró el primer caso el 26 de febrero del 2020 (OPS, 2020). El COVID-19 llegó a Bolivia el 10 de marzo de 2020, cuando el exministro de Salud, Aníbal Cruz, anunció oficialmente que se detectaron dos casos confirmados de COVID-19, precisando que se trataba “de dos mujeres que estuvieron en Italia y que fueron puestas en aislamiento con el tratamiento correspondiente” (BBC, 2020). Desde entonces, al 20 de junio de 2020, son 22 476 casos confirmados de COVID-19 en todo Bolivia (Ministerio de Salud, 2020). En el marco de la pandemia, una de las acciones previstas por el gobierno boliviano fue llevar adelante una cuarentena rígida a nivel nacional. La misma inició el 22 de marzo y debía extenderse al 4 de abril, pero se amplió hasta el 31 de mayo ante el crecimiento de los casos de contagio por COVID-19, según precisó el Ministerio de Salud. El Ministerio de la Presidencia (2020) señaló en ese contexto: “la presidente Jeanine Áñez decreta cuarentena total en el territorio boliviano por 14 días, medida asumida para defender la salud de las familias bolivianas y prevenir el contagio del coronavirus. La determinación entra en vigencia desde las cero horas del domingo 22 de marzo hasta el sábado 4 de abril”.

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Violencia de género en pandemia Diversas investigaciones dan cuenta que la pandemia de coronavirus tendrá impactos negativos en la economía, por el estrés y la tensión financiera. En criterio de Gupta (2020) esto incrementará entre otros aspectos, el riesgo de violencia contra las mujeres (Womens’s Media Centre, 2000). La violencia contra la mujer, ha sido reconocida como un importante problema de salud pública y derechos humanos, dentro de la Región de las Américas, como establece la Organización Mundial de la Salud. Esta situación tiene graves consecuencias para la salud y el bienestar de las mujeres (Bott, Guedes, Ruiz-Celis & Adams, 2019). El 7 de abril de 2020, el reporte de la Organización Mundial de la Salud (2020) titulado COVID-19 y violencia contra la mujer. Lo que el sector y el sistema de salud puede hacer, precisa que la probabilidad de que las mujeres que están en una relación de maltrato y sus hijos e hijas, estén expuestas a la violencia aumenta enormemente conforme la familia pasa más tiempo en contacto estrecho y hace frente a un mayor estrés y a posibles pérdidas económicas o del trabajo. En ese marco, el estudio de ONU Mujeres reporta que las medidas de prevención y de mitigación de la propagación del COVID-19, como la cuarentena, el aislamiento, las restricciones de movilidad “exacerbarán la violencia contra las mujeres y niñas que ocurre en los hogares porque las víctimas/sobrevivientes se encuentran encerradas con sus perpetradores con oportunidades muy limitadas de salir de sus hogares o de buscar ayuda” (ONU Mujeres, 2020) Asimismo, National Domestic Violence Hotline (2020) precisa que las personas que ejercen el maltrato pueden valerse de las restricciones implantadas debido a la COVID-19 para ejercer poder y control sobre sus parejas. De esta forma, se reduce a las mujeres, aún más, su acceso a los servicios y al apoyo psicosocial tanto de redes formales como informales. El ejercicio de la violencia en un contexto de pandemia, estuvo presente de forma paralela a la enfermedad. Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual en su vida, siendo “el abuso de derechos humanos más difundido, pero uno de los menos denunciados” (Godin, 2020). El estudio de Godin (2020) afirma que, en tiempos de crisis, como desastres naturales, guerras y epidemias, el riesgo de violencia de género aumenta. En China, el número de casos de violencia doméstica reportados a la policía local se triplicó en febrero de 2020, en comparación con el año anterior. En ese marco, Wan Fei, fundador de una organización sin fines de lucro contra la violencia doméstica en Jingzhou, ciudad de la provincia de Hubei, precisó en Sixth Tone, un medio de noticias en China, que “la epidemia ha tenido un gran impacto en la violencia doméstica” (Allen-Ebrahimian, 2020).

En el caso de las Américas, el estudio desarrollado por Bott, Guedes, Ruiz-Celis & Adams (2019), cuyo objetivo era describir en los países de las Américas, la prevalencia de la violencia ejercida en contra de las mujeres por parte de sus parejas, y que incluía la cobertura geográfica, la calidad y la comparabilidad de los datos nacionales; precisó que las mujeres informaron haber experimentado alguna vez problemas físicos y/o de violencia ejercida por sus parejas, donde a nivel de violencia sexual las tasas iban del 14 % al 17 % de las mujeres en Brasil, Panamá y Uruguay a más de la mitad 58.5 % en Bolivia. La prevalencia de violencia ejercida por las parejas, en contra de las mujeres, a nivel físico y/o sexual en 2019 varió de 1.1 % en Canadá, a 27.1 % en Bolivia. Asimismo, se encontró un aumento significativo en la prevalencia reportada de violencia física ejercida por la pareja, en República Dominicana en 2019. El comportamiento de la violencia ejercida contra las mujeres por sus parejas, continúa siendo un serio problema de salud pública y derechos humanos en las Américas; por ello resulta prioritario avanzar en el monitoreo de las acciones de prevención y respuesta a la violencia. En el caso boliviano, un estudio desarrollado por el Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer en Bolivia (2020) establece que: en 71 días que duró la cuarentena rígida en Bolivia –del 22 de marzo al 31 de mayo–, se registraron 2.935 denuncias por delitos contra la Ley N° 348, Ley para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia; de ellas, el 81 % correspondió a violencia en la familia (Coordinadora de la Mujer, 2020). Asimismo, el informe del Ministerio Público, al 17 de junio de 2020, reporta que se registraron en Bolivia, 53 víctimas de feminicidio, en la primera mitad del año. De éstas, 23 perdieron la vida durante la cuarentena, “ellas sobrevivieron al COVID-19, pero no al odio de sus feminicidas” (Coordinadora de la Mujer, 2020). En ese marco, se establece que el hogar resulta ser el espacio más inseguro para las mujeres, niños, niñas y adolescentes. ¿Cómo entender el ejercicio de la violencia de género? La violencia de género es un fenómeno presente en todos los aspectos de la vida cotidiana y expresa relaciones de poder y de desigualdad entre hombres y mujeres. En el caso de la violencia contra la mujer, la misma se ejerce por el hecho de ser “mujer”. La violencia contra la mujer es el resultado de una construcción social y cultural que tiene que ver con la organización de la sociedad en base al sexo de las personas es decir las características biológicas, de acuerdo a las cuales la sociedad determina el comportamiento, señalando lo permitido y lo prohibido. Al varón se le asigna el mundo público y a la mujer el mundo privado; al primero se le reconoce mayor valor social en comparación con el segundo, de donde resulta que la posición de la mujer es de inferioridad y subordinación respecto al hombre. En esa relación de subordinación y poder y no de igualdad, surge el sentimiento de derecho que el hombre se atribuye a educar, corregir, y si es necesario a castigar física, psicológica

o sexualmente a la mujer. Este tipo de relaciones responden a un sistema patriarcal de dominación donde las diferencias biológicas se transforman en desigualdades expresadas en posesión, acceso diferenciado a recursos y ejercicio de los derechos. La estudiosa Dolors Reguant (1996) explica que el patriarcado es una forma de organización política, económica, religiosa y social que se sustenta en la idea de autoridad y liderazgo del varón. Destaca el predominio de los hombres sobre las mujeres, el marido sobre la esposa, del padre sobre la madre y los hijos e hijas, y de la línea de descendencia paterna sobre la materna. Ella explica que el patriarcado expresa la toma de poder a nivel histórico por parte de los hombres, quienes se adueñan de la sexualidad, la reproducción de las mujeres, y de sus hijos e hijas; “(…) creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos y la religión que lo perpetuarían como única estructura posible” (Reguant, 2007, p. 2).

CAPÍTULO I ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES

Resumen

La violencia de género es el resultado de la cultura dominante patriarcal que va reproduciendo valores, así como creencias, tradiciones, prejuicios, costumbres, considerados superiores. Por ello esta violencia tiene como raíz las relaciones desiguales de poder, pero sobre todo “la violencia de género es estructural, porque la organización social es patriarcal” (Vega, 2014, p. 11). Lo estructural se explica en la construcción sólida de relaciones, prácticas e instituciones del Estado que reproducen poderes de los hombres sobre las mujeres (Lagarde, 2011). Por ello los procesos de despatriarcalización apuntan al desmontaje de los sistemas de opresión que se han desarrollado en las sociedades estratificadas, con estructuras sociales y políticas patriarcales. La violencia hacia la mujer está presente como resultado de prácticas culturales y sociales reproducidas a lo largo de la historia, usualmente visibles en los actos de discriminación, desigualdad económica, legal y social que han evitado el desarrollo pleno de las mujeres. Explica Plaza (2007) que la violencia de género es una manifestación de relaciones de poder, por lo tanto, no es solo una violencia física, sino es un fenómeno bastante más complejo que tiene que ver con las relaciones de poder desiguales, histórica y culturalmente establecidas entre hombres y mujeres (p.134). Esta violencia tiene su origen en pautas culturales, prácticas y representaciones que construyen los cuerpos de una manera muy definida inscribiendo en ellos determinadas significaciones culturales y sociales, es decir, en la construcción del “cuerpo como realidad sexuada y como depositario de principios de visión y división sexuantes” (Bourdieu, 1998, p. 22). En el contexto de la violencia, destaca el denominado Ciclo de la Violencia. Las investigadoras Arce, Fariña, Vásquez y Novo (2015) desde el planteamiento de Walker (1979) explican el ciclo de la violencia el cual se compone de tres fases consecutivas: “la de acumulación de tensión, la aparición de un episodio explosivo de violencia y el arrepentimiento o luna de miel” (p. 115). El ciclo muestra que la violencia siempre está latente, ya que aparece y desaparece en distintos momentos. Como se explica en la Figura 1, el ciclo de la violencia aparece de forma cíclica en las relaciones.

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Figura 1. Ciclo de la violencia (Walker, 1979)

1° Fase: Acumulación de la tensión Presencia reiterada de conflictos interpersonales entre la pareja. Incremento del nivel de estrés y de tensión

2° Fase: Explosión espisodios de violencia Se manifiesta a través de las distintas formas de violencia: amenazas, insultos, golpes, abuso sexual, etc.

3° Fase: Arrepentimiento Cuando aparece la posibilidad de que la mujer decida acabar con la convivencia surge el arrepentimiento en el agresor y el espejismo de una luna de miel en la relación. Reconciliación, sin agresión ni lesión, pero en cualquier momento se repite la violencia que va en ascenso.

Nota. El ciclo de la violencia. Adaptado de “Formas de violencia de género y ciclo de la violencia” por A. Ramón, F. Fariña. M. Vásquez y M. Novo, 2015. En R. Arce, F. Fariña, MªJ. Vázquez, M. Novo, y D. Seijo, Programa Galicia de reeducación de agresores de género. Manual de Intervención, pp.115-155. Santiago de

mujeres son servicios esenciales que siguen en funcionamiento en todo el país. Se ha implementado el 911 como número de emergencias para atender específicamente estos problemas. “El número 911 es una de las vías para recibir llamadas para atender emergencias relacionadas a distintos tipos de violencia como son: abuso sexual, acoso u hostigamiento sexual, violación, violencia de pareja y violencia familiar” (Instituto Nacional de las Mujeres, 2020). En Ecuador, el Estado desarrolló el “Protocolo de comunicación y atención de casos de violencia de género e intrafamiliar durante la emergencia sanitaria por Coronavirus (COVID-19)”, y dentro los “Lineamientos del Consejo Nacional para la Igualdad de Género frente a la crisis sanitaria para su implementación en las instituciones del Estado” (2020) se precisaron temas clave como el hecho de que el aislamiento forzoso por la emergencia enfrenta a las mujeres a un riesgo muy alto de que se extreme la violencia en su contra, al convivir tiempo completo con sus victimarios, así como la exposición a esta violencia de niñas, niños y otras personas vulnerables, de forma directa o indirecta. (Consejo Nacional para la Igualdad de Género, 2020) El 22 de marzo de 2020, el gobierno de Colombia, emitió el Decreto 460 por el cual se garantiza la prestación ininterrumpida de servicios de las comisarías de familia (virtual para evitar el contagio). El inciso d. del Decreto establece: “diseñar e implementar protocolos de recepción de denuncias en casos de violencia en el contexto familiar y maltrato infantil, y de articulación de la ruta interinstitucional de atención integral a las víctimas, mediante medios telefónicos y virtuales” (Ministerio de Justicia y del Derecho, 2020).

Compostela, Coruña: Andavira.

Violencia de género en la región, en contexto de emergencia sanitaria por COVID-19 Las acciones de prevención de la violencia de género, en tiempo de pandemia han sido diversas desde distintos países. En Argentina se decretó excepción de la cuarentena obligatoria para mujeres y personas LGBTI en situación de violencia. La resolución permite que salgan de sus casas para hacer denuncias penales o pedir asistencia. El 5 de abril, la resolución fue anunciada por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, como medida de protección de mujeres y disidencias en el contexto del encierro, en el marco de la violencia basada en género. (La Diaria, 2020) Asimismo, en Argentina se implementó la iniciativa “Barbijos Rojos” que, en colaboración con la Confederación Farmacéutica Argentina, permite que las mujeres víctimas de violencia pueden solicitar asistencia en farmacias comunicándose con la Línea 144 a través de la solicitud de un “barbijo rojo”. En Chile la experiencia fue similar, pero bajo un protocolo en las cadenas de farmacias conocido como “Mascarilla 19”. En México, el gobierno de ese país declaró que los servicios de atención a la violencia contra las

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La Articulación Regional Feminista por los Derechos Humanos y la Justicia de Género (ARF) como alianza de organizaciones feministas presente en siete países de América Latina y constituida por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) en Argentina; la Coordinadora de la Mujer en Bolivia; la Corporación Humanas Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género en Chile, Colombia y Ecuador; EQUIS Justicia para las Mujeres en México; y Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer (DEMUS) en Perú, compartió el Informe del Estado de situación y recomendaciones para promover políticas con justicia de género, producto de un monitoreo realizado en siete países. El norte del estudio se orientó a monitorear las respuestas que dan los Estados de la Región para abordar la pandemia y el impacto de estas respuestas en los derechos de las mujeres. Como resultado de ese estudio, Vargas (2020) explica en el caso de Bolivia que en tiempo de cuarentena total: Tras 71 días, en cuanto al derecho a una vida sin violencia y acceso a justicia para las mujeres en situación de violencia, estos no fueron garantizados integralmente por el Estado boliviano durante la pandemia, pese al antecedente de incremento preocupante de feminicidos en el primer trimestre (2020) con cifras que expresaban, un feminicidio cada dos días. Pese al compromiso del gobierno de transición de

declarar el 2020 como año de lucha contra la violencia machista; en las primeras semanas de implementarse la cuarentena total, los servicios de atención no estaban disponibles o atendieron de forma tardía. (Equis Justicia para las Mujeres, 2020).

En el caso de la violencia de género, fueron estos mismos espacios de redes sociales los utilizados de forma privilegiada para el envío de mensajes de prevención, junto a la información difundida por vía telefónica gratuita para ejercicio de la denuncia.

Vargas (2020) explicita que las organizaciones sociales y diversos colectivos feministas, ante el incremento de la violencia en Bolivia, visibilizaron la problemática como tal, considerando el riesgo de las mujeres durante el confinamiento. A nivel comunicacional, se explica que a través de las redes sociales se visibilizaron los efectos del confinamiento en el incremento de la violencia contra las mujeres, y se intentó presionar e incidir en las máximas autoridades para el restablecimiento inmediato de los servicios de atención; “existieron iniciativas (...) se conformaron redes de servicios de apoyo para la asistencia legal, social, (...) también se informó sobre las líneas gratuitas, (...) se buscó apoyar, sin embargo esto fue insuficiente ante la alta demanda” (Equis Justicia para las Mujeres, 2020).

Sin embargo, el gran ausente y sobre el cual es importante profundizar en futuros estudios tiene que ver con la comunicación propiamente dicha, entendida como el proceso dialógico de intercambio de significados y sentidos, en equidad de condiciones, donde la participación -en ejercicio democrático del derecho a la comunicación-, así como el acceso a los medios y recursos con igualdad, se hace evidente.

En el ámbito comunicacional Vargas (2020) explicitó que el COVID-19 puso de manifiesto otras desigualdades como la brecha digital de género, con mujeres que tienen menos probabilidades de tener un celular, o tener acceso a móviles e internet, en relación a los hombres, con lo cual la brecha digital expresa una forma de violencia.

A decir de Beltrán, entendiendo la comunicación como “…el proceso de interacción social democrática que se basa en el intercambio de símbolos por los cuales los seres humanos comparten voluntariamente sus experiencias bajo condiciones de acceso libre e igualitario, diálogo y participación” (Beltrán, 2007, p. 30). Esto implica la necesidad de considerar los procesos de acceso y participación de las personas, al momento de trabajar temas como la violencia de género, en contextos de crisis sanitaria, como la que se vive en el marco de la pandemia por COVID-19. Por otro lado, resulta pertinente comprender que la narración es una forma valiosa de aproximarse a la comprensión de los sentimientos y pensamientos de las personas. Ello demandará generar espacios para lograr recuperar las historias de vida y narraciones de mujeres y hombres que viven y sufren violencia de género.

En un relevamiento inicial de información, destaca el aporte del Equipo Humanitario País en Bolivia, a través de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), ONU Mujeres, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), UNICEF, Visión Mundial Bolivia y HELVETAS Swiss Intercooperation; a nivel de la cooperación destaca Suiza y Suecia; y a nivel académico el Comité de Emergencia de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) quienes realizaron la producción y difusión de contenidos preventivos frente a la violencia de género. Dichos materiales estuvieron soportados en cuñas radiofónicas, vídeos animados, spots, infografías, con información referida principalmente al reconocimiento de las señales de violencia, los datos sobre espacios de denuncia, los números de contacto para realizar la misma, ante situaciones de violencia. Desde el Estado boliviano, el Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional, el Ministerio de la Presidencia y el Servicio Plurinacional de la Mujer y de la Despatriarcalización “Ana María Romero”, efectuaron la difusión de mensajes de contenido informativo ante la violencia, destacando el sitio www.boliviasegura.gob.bo desde el cual se procedió a su socialización.

De la información, a la comunicación desde las emociones Como se observa, en las diversas experiencias señaladas, los procesos de información que se dieron en torno a la pandemia por COVID-19 se orientaron a la difusión de información de carácter preventivo ante la enfermedad, haciendo priorización en el uso de recursos existentes en redes sociales. A su vez destaca “el reforzamiento de las líneas telefónicas disponibles para atender denuncias de violencia en razón de género y la apertura de nuevos canales de comunicación como WhatsApp y correo electrónico” (Coordinadora de la Mujer, 2020)

CAPÍTULO I ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES

El patrón de tres fases se muestra en aumento, lo cual resulta de alto riesgo, considerando que “el estar expuesto directa o indirectamente a la violencia de género, genera más problemas de salud física y psico-emocional” (Arce, Fariña, Vásquez y Novo, 2015, p. 126). Cuando los episodios de maltrato se inician, tienden a ser leves, pero a medida que transcurre el tiempo se hacen intensos y la escalada es progresiva. Las fases tienen a hacerse más cortas y breves de forma tal que el tiempo entre la acumulación de tensión al de explosión de episodios de violencia se hace más breve, y prácticamente el de arrepentimiento casi desaparece.

El ejercicio del diálogo, que permite comprender, “escuchar” lo que piensa y siente la gente en el contexto, por ejemplo, del COVID-19, y en relación a la violencia desde la comprensión de la “vivencia” en confinamiento.

Desde esa perspectiva, resulta prioritario avanzar en la generación de procesos que recuperen el sentido de la participación como “un acto de comunicación que pone en común conocimientos, sentimientos opiniones, prácticas y esperanzas que se comparten, se debaten y deciden nuevos sentidos” (Contreras, 2016), en criterio de Martín-Barbero (1991) a partir de mediaciones sociales, culturales además de políticas y cósmicas, que recuperan la vida cotidiana. A decir de Adalid Contreras (2016): Saber escuchar, desde esta comprensión, es activar todos los sentidos para traducir los sonidos en identidades, en comprensiones y sentires del mundo que se obtiene mirando, escuchando, palpando, degustando, viviendo, reconociendo la importancia de las vidas y de las historias de quienes están expresando su palabra con el habla, con sus sonidos, con sus signos, sus símbolos y sus significados (p. 86). ¿A dónde apunta la comunicación participativa?, a “construir relaciones que van a permitir que los involucrados produzcan y construyan sentidos de comprensión de sí mismos, de los demás y de la realidad, posibilitando cambios decididos por los propios sujetos” (Alfaro, 2006, p. 98). En tiempos donde los barbijos cubren gran parte del rostro, donde no es posible el contacto

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Precisa Zaltman (2004) que lo que una persona piensa está condicionado por lo que siente, pues existen zonas en el cerebro humano que se activan antes de que seamos conscientes de la elección realizada (p. 58); en correspondencia Punset (2005) explica que “no más del 5 % de la actividad mental se desarrolla de manera consciente” (p. 159). Es decir, lo que nos define es lo que nos emociona; y justamente como explica Maturana (1996) son las emociones las que predisponen al individuo para que piense y actúe de cierta manera. Si las emociones nos predisponen de cierta forma, entonces resulta pertinente profundizar en el conocimiento de las mismas, en contextos de alta sensibilidad e incertidumbre, como el de la pandemia por COVID-19. Las emociones fluyen de forma ágil en construcciones narrativas, por cuanto “la narrativa es un recurso que vale tanto para historias transcurridas en el pasado, como historias tejiéndose en el presente, o para historias imaginándose para el futuro” (Contreras, 2016, p. 101). Cada individuo escribe su historia y la narra, desde su contexto, sus imaginarios y representaciones, por ello es importante comprender la dimensión de la violencia de género desde la recuperación, comprensión y socialización de las narrativas hacia la democratización de la comunicación y la palabra. En un tiempo donde priman los desaciertos y la incertidumbre no solo a nivel de los procesos que involucran el tratamiento y la añorada cura del COVID-19, así como la prevención de la violencia como problema de salud pública; es necesario volver al origen de la comunicación, como proceso humano de apuesta por la construcción “en común”, en “comunión”. Esto quiere decir que no se trata de reducir a la comunicación a un proceso instrumental, utilitario, de estrategias de difusión, información y sensibilización masiva, que privilegian los medios de comunicación y las redes sociales, con un sentido efectista de base funcionalista, que se limita a difundir la cantidad de personas contagiadas, fallecidas y recuperadas por COVID-19; o en el caso de la violencia de género, que presenta: cantidad de feminicidios, número de hechos de violencia física, sexual, entre otros. Es preciso recuperar el sentido “social” del proceso de comunicación para entender su valor y su presencia estratégica en el marco del COVID-19 y violencia de género. Una forma de avanzar en ello es abordar la comunicación desde un sentido integral y estructural, que valore lo racional, pero también, y sobre todo, lo emocional. Que procure, por ejemplo, la escucha activa de las narraciones desde los sentimientos, para que a partir de los mismos se construyan propuestas, con participación activa de mujeres y hombres víctimas de violencia, así como de personas que tienen sentimientos de miedo e incertidumbre ante la enfermedad por COVID-19.

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Es posible considerar desde otro punto de vista, el valor sustancial de las narraciones, para entender una parte de la realidad, no solo desde la información, sino desde la comunicación, el diálogo y los “sentimientos”.

Consejo Nacional para la Igualdad de Género (2020) Lineamientos del Consejo Nacional para la Igualdad de Género frente a la crisis sanitaria para su implementación en las instituciones del Estado. Gobierno del Ecuador.

La Coordinadora de la Mujer (2020) al respecto de la violencia de género en etapa de cuarentena, precisó narraciones de personas que enfrentaron hechos de violencia en tiempo de confinamiento. Una mujer de 21 años, tuvo que salir sola en La Paz en busca de un servicio de salud, pues su embarazo llegaba a su fin para dar a luz a su tercer hijo: “Yo le pedí que me hiciera correr al hospital, pero no quiso. Por temor a que me pegue en ese estado, he preferido salir a la calle y pedir ayuda a unos extraños”, “todos los días han sido gritos para mí. Él quería que le alcance rápido la comida y que atienda sola a los niños a pesar de mi estado. Un día, cuando le he pedido que me ayude, ha lanzado un zapato a mi cara. ¿Dónde me podía quejar?” precisó la joven.

Contreras, A. (2016). La palabra que camina. Comunicación popular para el Vivir Bien/Buen Vivir. Quito: CIESPAL Coordinadora de la Mujer (2020). Cuando el hogar es el espacio más inseguro para las mujeres. Observatorio de Género. Boletín Vida Libre de Violencia. La Paz. https:// bit.ly/3emKY2d Decreto 460/2020, de 22 de marzo. Decreto Número 460. Ministerio de Justicia y del Derecho. República de Colombia. (https://bit.ly/3emIC3D) (20-05-2020). Equis Justicia para las Mujeres. (2020, junio 10) ¿Cómo se están garantizando los derechos de las mujeres en América Latina? [Video]. YouTube. https://bit.ly/37OobKl

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CAPÍTULO I ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE INVITADOS ESPECIALES

directo y se requiere el distanciamiento físico como medida de prevención, cuándo se privilegian los procesos de información para reducir la incertidumbre respecto a la enfermedad de COVID-19 y donde se buscan mayores datos sobre el tratamiento y la añorada vacuna; es cuando más se necesita promover desde los sentimientos, el ejercicio de procesos de comunicación, acceso y participación para la prevención de la violencia de género.

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ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES


Sandra Orjuela Córdoba Colombia A inicios de 2020, hablar de teletrabajo y el valor de la flexibilidad laboral en las organizaciones era el anhelo de muchos de los empleados y se añoraba apresurar la digitalización de las labores profesionales, académicas y personales. Este deseo es hoy una realidad derivada de la crisis generada por el SARS-Cov-2 que llevó a millones de trabajadores en el mundo a confinarse para trabajar en sus casas. Desde hace 10 años aproximadamente, el teletrabajo se había instalado como una herramienta laboral en muchas organizaciones, sin embargo, en América Latina aún se presentaban muchos casos de resistencia en varios sectores para instaurar formalmente esta modalidad. Este cambio vertiginoso, sin tiempo de adaptación para muchas organizaciones, ha generado que algunos hayan materializado su aspiración, mientras que para otros se convertiría en su dolor de cabeza, ya que no se encontraban realmente listos para tales ajustes en sus vidas. El futuro llegó antes de lo esperado. Según estadísticas presentadas por Wrike en abril de 2020, el teletrabajo ha ganado 91 % de popularidad en los últimos 10 años; el 73 % de los equipos para 2028 tendrá teletrabajadores; el 62 % de los encuestados dijo que teletrabaja una parte de su tiempo y el 38 % trabaja fuera de la oficina todo el tiempo. Según predicciones de Regus para 2030, la economía de EE.UU. podría experimentar un impulso de 4 500 millones de dólares gracias a la flexibilidad en el trabajo. El 80 % de los trabajadores estadounidenses rechazarían un empleo que no ofreciera trabajo flexible y el 74 % estaría dispuesto a renunciar a su trabajo actual para teletrabajar. Este estudio también indica que para 2030, la demanda de teletrabajo aumentará en un 30 % debido a que la generación Z se convertiría en la población activa más grande del momento; el 50 % de los teletrabajadores planean ser su propio jefe en algún momento y el 34 % de los encuestados se mostraron abiertos a aceptar un recorte salarial del 5 % a cambio de poder teletrabajar. Un estudio de la Universidad de Stanford concluyó que el teletrabajo condujo a un aumento del rendimiento del 13 % y los trabajadores de oficina pasan de media 66 minutos al día hablando con sus compañeros sobre temas no relacionados con el trabajo, en contraposición a los 29 minutos de los teletrabajadores.

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Cuando se habla de teletrabajo se debe entender como una forma de organización, basada en la ejecución de funciones laborales apoyadas en las tecnologías de la información y la comunicación. Estos empleados deben contar con las mismas condiciones laborales y derechos de los colaboradores presenciales, además que la organización está en la obligación de suministrarles las herramientas para cumplir con su trabajo de forma adecuada: computador portátil, conexión a Internet, mantenimiento y pago de la energía; mesa y silla ergonómica garantizando la calidad del lugar de trabajo de acuerdo a la asesoría de las administradoras de riesgos laborales (ARL), según se estile en cada país.

Con este panorama, luce importante aclarar el mapa de públicos de las organizaciones, de acuerdo al tipo de contrato con que cuenten los colaboradores a partir de la post pandemia, ya que algunos solicitarán seguir con su trabajo desde casa, mientras otros preferirán volver a sus oficinas o por lo menos contar con una opción mixta. Esta situación generará cambios en el clima organizacional, donde la comunicación se convertirá en una herramienta aún más vital para alinear a los públicos internos, establecer vínculos, construir puentes y generar conversaciones, ya que no se encontrarán todos compartiendo espacios físicos, sino virtuales, con dinámicas variadas según sus entornos laborales; todo esto impactará en el reperfilamiento de estos públicos a nivel comunicacional-relacional, poniendo alto énfasis en conocerlos con mayor detalle desde su ser como persona y desde allí construir las estrategias de comunicación más acordes, para llegar a ellos con el fin de encontrar las líneas de convergencia entre sus expectativas personales-profesionales, con los objetivos y valores de las organizaciones.

El reto desde la comunicación

Estos teletrabajadores como empleados formales deben gozar de todos los beneficios legales, tales como afiliación a la seguridad social, salud, pensión, riesgos profesionales, fuero de maternidad y paternidad, inclusión en los programas de salud laboral, contar con su derecho a la asociación sindical y su salario debe cumplir el mínimo vital. También deben recibir inducción, formación y capacitaciones en la misma medida de los empleados presenciales, así como el pago por la movilización requerida para el desempeño de sus funciones.

La creación de espacios de diálogo y escucha se repotencian como la vía más idónea para conectar con los colaboradores, el desarrollo de competencias y habilidades para el cambio como la flexibilidad, adaptación y empatía se superponen a las capacidades técnicas, ya que los conocimientos se pueden conseguir con mayor facilidad mientras que el desarrollo de estas capacidades blandas, aportan desde su esencia para lograr ambientes más efectivos de trabajo, creando comunidades de aprendizaje y de trabajo colaborativo. Es un reaprender el sistema de trabajo, se acabarán los días en que la efectividad se medía por las horas de estar sentado en un puesto de trabajo y la chaqueta colgada en el espaldar de la silla demostraba que alguien estaba trabajando, ahora el aporte real a solucionar problemas y aprovechar el tiempo generando soluciones retoman importancia, por supuesto cuidando el equilibrio entre vida-trabajo, ya que el teletrabajo, como el home office o el trabajo remoto, aunque permitan ahorrar tiempo en cuanto a movilidad y respuesta, no significa que los líderes de las organizaciones se aprovechen para no respetar las horas de descanso, tiempo en familia y entretenimiento de sus empleados, así como ir en detrimento de un salario acorde a su perfil académico y profesional por el hecho de no asistir a la oficina.

Según algunas legislaciones, como por ejemplo la colombiana, a los teletrabajadores no se les podrá aplicar las disposiciones sobre jornada máxima legal, jornadas nocturnas de trabajo, ni horas extras, sin detrimento de su derecho al descanso. Igualmente, la legislación indica los requisitos en cuanto a capítulos especiales en el reglamento interno, la figura de otrosí en el contrato de trabajo, inscripción en la ARL y el reporte al Ministerio del Trabajo. El home office o trabajo en casa en la mayoría de nuestros países no implica una modalidad contractual, pues no involucra una modificación del lugar de trabajo y en varias ocasiones es utilizado en las organizaciones como un programa de beneficio extralegal, como parte del salario emocional o como programas de RSE en el marco del balance vida-trabajo. En caso que la empresa tenga entre sus modalidades de operación el home office, estos empleados, deberán contar con las condiciones de igualdad en el trato en cuanto a los derechos laborales de los empleados presenciales; el empleador suministrará las herramientas de trabajo y verificará que su empleado cuente con las condiciones idóneas en su espacio de trabajo. Igualmente, tendrá que reportar a la ARL sobre los empleados que laboran en esta modalidad con el fin de analizar el riesgo y definir las contingencias que deriven de dicha prestación laboral. Además, la empresa deberá dejar por escrito el contrato pactado con el trabajador en home office.

Se viene un gran reto en cuanto al cumplimiento de los derechos humanos y derechos legales de los empleados que ejercen en estas modalidades, para que no sean víctimas de los abusos por parte de empleadores. Es una nueva forma de entender el trabajo y allí la comunicación es protagonista para ser puente, articuladora y relatora de la resignificación del contexto que impactará el clima y la cultura organizacional. Es la llamada a la interpretación de la nueva realidad definiendo la otredad: el reconocer la individualidad diferente del otro y desde allí legitimarlo como uno igual a mí.

En cuanto al trabajo móvil o remoto se entiende como aquel en que los teletrabajadores no tienen un lugar de trabajo fijo o preestablecido, ya que sus trabajos lo ejercen a través de

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Aportar para lograr un equilibrio entre la dimensión personal y profesional, urge con el fin de respetar la desconexión laboral, pues en la actualidad las frases de “estoy trabajando más en teletrabajo que lo que trabajaba en la oficina”, “mi jefe cree que no tengo familia”, “no me dejan descansar”, “la empresa me supervisa todo el tiempo” se podrían convertir en un gran problema de recursos y talento humano. Por ello la necesidad acuciante de armonizar las expectativas de ambas partes y definir los límites para lograr la estabilidad en la vida del teletrabajador; en caso contrario el riesgo de impactar negativamente el clima organizacional, irá en aumento y en definitiva todos estarán afectados en su salud mental y física, motivación, logro de metas y objetivos, lo que verá reflejado en su reputación. Francia e Italia se han preparado anticipadamente, para garantizar el derecho a la desconexión laboral. En el caso francés este derecho se legitima a través de la Ley 2026-1088, que obliga a todas las instituciones a regular el uso de las TIC para un adecuado respeto al tiempo de descanso y vacaciones del empleado; mientras en Italia, a partir de la Ley 81 de 2017, se describen y garantizan los periodos de descanso, las medidas organizacionales y técnicas para garantizar la desconexión tecnológica de los equipos de teletrabajo. El teletrabajo bien definido, aclarado entre las partes es un ganar-ganar-ganar, pues gana el empleado en el mejoramiento de su bienestar, la organización al reducir costos de operación e infraestructura y la sociedad en general al disminuir los niveles de movilización, mitigando la emanación de gases de efecto invernadero que ralentizan el cambio climático. En conclusión La pandemia nos generó una nueva realidad y la comunicación será el hilo articulador y de resignificación que aportará a los niveles de interacción vs. control al interior de las organizaciones, ya que la humanización y desde allí la inclusión, colaboración y cocreación serán signos de los nuevos tiempos. El teletrabajo emerge como una posibilidad de salvaguardar el bienestar y la salud de las personas hasta conseguir una vacuna para el SARS-Cov-2 y después de ello se seguirá consolidado en las organizaciones, con lo cual las empresas que no estaban preparadas deberán diseñar inmediatamente las estructuras legales, tecnológicas y relacionales que permitan el teletrabajo de una forma planificada y a la vez flexible, que permita la adaptabilidad para implantar nuevos procesos y métodos que fortalezcan la humanización del trabajo. La comunicación tendrá que encontrar los caminos que permitan reconstruir la misionalidad de las organizaciones, desde las conversaciones de valor, la negociación y el consenso, a través del mejor uso de la tecnología y sobre todo al servicio de la persona donde no es objeto, sino sujeto de la estrategia. En un entorno laboral donde la ausencia del contacto físico y la lectura del lenguaje corporal tendrá que ser suplido por el diseño de mensajes acompañados de elementos visuales y donde el tono de voz, sus cadencias y calidez toman el protagonismo en buena parte de la comunicación, para transmitir la humanidad, su emoción y cercanía; mensajes sencillos, precisos y oportunos, que contribuyan a suplir la ausencia del

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dispositivos móviles y por sus funciones deben ausentarse frecuentemente de la oficina. El empleador tiene el deber de suministrarles dichos dispositivos: tabletas, smartphone, plan de datos y minutos, etc.

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COMUNICACIÓN INTERNA Y TELETRABAJO, UN CAMBIO DE PARADIGMA

Dadas estas circunstancias y la presente coyuntura, hablar de teletrabajo se ha convertido en uno de los términos que más escuchamos en las conversaciones habituales en los tiempos de cuarentena y no será muy diferente en post-pandemia, por lo que urge aclarar qué es el teletrabajo y diferenciarlo del home office y del trabajo móvil que aunque parezcan sinónimos no los son.


El teletrabajo se ha instalado en las organizaciones con una nueva realidad lo que lleva a redefinir la cultura corporativa fruto de la situación post pandemia, donde la confianza hacia los trabajadores se consolide, así como las decisiones basadas en el propósito, la ética y los valores. Los modelos relacionales y de conexión humana, se deberán adecuar a los cambios que se están generando, ya que se tendrá una relación más mediada y menos física, la pantalla será el canal rutinario de contacto exigiendo una comunicación totalmente inclusiva y segmentada más que nunca de acuerdo al perfil y dinámicas laborales de cada trabajador, ya que éste tendrá que adaptarse a un sistema donde prime su autogestión y mayor responsabilidad para el cumplimiento de sus tareas y logro de metas y resultados; la cercanía desde la distancia será la premisa que marque a la comunicación aportando al trabajo y cocreación en remoto, donde no implique impedimento para el trabajo colaborativo y en equipo, el desarrollo de la creatividad, la afinidad desde los valores, basados en la confianza y el propósito organizacional.

Nicky, D. (22 abril de 2020). 17 estadísticas sobre teletrabajo que te sorprenderán. Wrike. https://www.wrike.com/es/blog/17-estadisticas-sobre-teletrabajo-que-tesorprenderan/.

PANDEMIA EN LA COMUNIDAD RURAL

Recuperado el 15 de mayo de 2020 de https://www.regus.com/ Recuperado el 20 de mayo de 2020 de https://www.equiposytalento.com/talentstreet/ noticias/2018/10/19/en-2030-entre-el-8-y-el-13-de-los-empleos-se-asociara-aespacios-de-trabajo-flexibles/2771/ Leyes: Ley 1221 de 2008 por la cual se establecen normas para promover y regular el Teletrabajo y se dictan otras disposiciones (Colombia). Decreto 884 de 2012, por medio del cual se reglamenta la Ley 1221 de 2008 y se dictan otras disposiciones (Colombia). Ley 2026-1088 sobre derecho a la desconexión relativa al trabajo, modernización del diálogo social y al aseguramiento de los recorridos profesionales (Francia). Ley 81 de 2017 incluye el derecho a la desconexión laboral (Italia).

Leidy Ruth Ramírez Ramírez Perú Nunca imaginamos vivir en aislamiento social, alejados de quienes más queremos, sin poder contactar a nadie por medio físico sino únicamente digital. Esta nueva enfermedad que puso en alerta al mundo en muy poco tiempo va infectando a más de 5 millones de personas alrededor del planeta, además de cobrar más de 300 mil muertes en solo 5 meses (Rtve.es, 2020), estas cifras desconcertantes nos obligan a permanecer en casa y a cuidar de los nuestros con el miedo que en cualquier momento esta enfermedad toque la puerta de nuestro hogar. La pandemia, propagada por el mundo, no ha pasado desapercibida en nuestras comunidades rurales y poco a poco ha ido agravándose la situación en nuestros pueblos; en un primer momento fue controlada por las rondas campesinas conocidas popularmente en la sierra peruana por imponer el orden social en los pueblos, es así que se empezaron a patrullar las calles y a tomar medidas drásticas como evitar el ingreso de personas no correspondientes a la comunidad, entre los principales afectados estuvieron los vendedores de alimentos como el queso, pescado, productos agrícolas o el gas y más; asimismo, establecieron fechas en la semana para que los comerciantes locales puedan ir a la ciudad a adquirir los alimentos de primera necesidad saliendo del pueblo con las medidas extremas de cuidado y desinfección a su retorno con agua y lejía. Sin embargo, la situación a nivel nacional e internacional no ha sido muy alentadora, cada día hemos escuchado en los medios de comunicación aumentar casos y muertes por COVID-19. Ante estas circunstancias, el mundo casi está paralizado. Los productos de primera necesidad empezaron a escasear debido a la ausencia de trabajo obligatorio para todos y todas, ya que las órdenes de los gobiernos han sido permanecer en casa, a excepción de trabajadores de salud, fuerzas armadas, o quienes elaboran y trasladan los productos de comida; como tal, la mercancía en general empezó a faltar o a subir considerablemente su precio, es así que muchas empresas se vieron afectadas, debiendo cerrar sus actividades económicas. Con el aumento del desempleo, el estado peruano tratando de sostener la complicada situación tomó medidas como la de los bonos de 760 soles, repartidos en dos partes de 380 cada uno para las familias en condición de pobreza y pobreza extrema; el bono rural; la entrega del dinero de las AFP; y la repartición de canastas con víveres, siendo estas medidas, beneficios que han sosegado en parte la fuerte crisis económica que atraviesa la población, que en muchos casos se quedaron incluso hasta sin comida.

En el campo, en un primer momento, no habían contagiados, pero ésta era una victoria de momento porque poco a poco el virus se ha ido propagando. En el Perú, el presidente de la república autorizó los traslados humanitarios al interior del país en vista de que muchos ciudadanos se quedaron varados en diferentes ciudades y debían retornar con urgencia a sus pueblos. Esta decisión elevó el número de infectados, pues estas personas se encontraban muy expuestas a contagiarse en el camino; no obstante, necesitaban llegar hasta sus comunidades, pues en la ciudad las cosas iban peor, sin trabajo, sin techo y sin alimento, debían regresar a sus pueblos, entonces empezaron a ingresar carros con personas quienes debían pasar la cuarentena en aislamiento social, algunos de ellos fueron enviados a sus centros poblados, con su autoridad quién tenía que ir a recogerlos, de lo contrario se les impedía el pase. Otros han caminado desde ciudades lejanas como Lima, Piura, Trujillo o Chiclayo para llegar a sus destinos; han pasado peripecias, pero aun así llegaron, siendo muchos de ellos jóvenes que por estudio o trabajo tuvieron que ir a la ciudad y ante los últimos sucesos que vive el país, la necesidad los ha obligado a retornar a sus pueblos. Es ahí donde entra el rol de las autoridades locales, velar por la seguridad de la comunidad, pero muchos alcaldes han sido un saludo a la bandera, casi despreocupados por el bienestar de su gente no han sabido liderar en momentos de vital importancia, tal es el caso que, ante la ineptitud de quienes nos representan, la población se vio en la obligación de presionar al alcalde para que al menos coordine respecto a cómo asistir a quiénes llegaran. Primero se registró quienes ingresaban al pueblo, enseguida se brindó asilo en locales donde pasar la cuarentena aislados de la comunidad; sucedió que a muchas personas sus familiares no quisieron verlos, ni asistirlos con alimentación o abrigo, ante esto el párroco y algunos representantes de la ronda los ayudaron con un plato de comida y frazadas. Asimismo, es lamentable mencionar que algunas de las personas quienes ingresaron con sus autoridades a sus centros poblados, se las vio transitar con total normalidad por las calles siendo este accionar un acto de total irresponsabilidad y desinterés por la salud de los demás.

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Referencias

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contacto presencial, con lo cual las videoconferencias serán vitales para crear espacios de encuentro, diálogo y escucha, donde se priorice la atención en los casos de colaboradores a los que se les dificulte hablar, comunicarse, expresar sus ideas y emociones; siendo todo ello fundamental para generar el espíritu de equipo, colaboración, camaradería y compromiso.

En estos momentos, todos estamos expuestos a que en cualquier momento el virus llegue a nuestras casas y contagie a quienes vivimos en ella. Es inevitable no contraer la enfermedad, porque es casi como si se nos estuviera prohibido respirar, entonces queda quedarnos en casa, evitar salir de no ser necesario, concentrarnos en realizar actividades que sean de ayuda al hogar (puede ser sembrar una planta, pasar tiempo con los hijos, cocinar, hacer limpieza o hasta hacer ejercicio para botar el estrés). La clave en estos momentos de cambio y sobrevivencia humana es cuidarnos, ser responsables, ser creativos sin dañar a nadie, porque es una impotencia ver como personas que pudimos ser tú o yo se encuentran caminando desde tan lejos para llegar a sus pueblos y volver a empezar muchas veces de cero; también es triste ver o escuchar las noticias de personas que mueren en hospitales colapsados con falta de asistencia médica y si uno de ellos fue un familiar tuyo o un ser muy querido, pues es desgarrador y quebranta el alma. En La Coipa, provincia de San Ignacio, departamento de Cajamarca, aún no hemos llegado a esos extremos; y aunque todos estamos preocupados por ésta situación de riesgo a la que

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En nuestro país es casi nula la disciplina pues vemos que, en las ciudades ฀a pesar de la prohibición de la aglomeración de personas, en los mercados y bancos la gente está por montones y no entiende el metro de distancia y el uso obligatorio de mascarillas, de ese modo es casi seguro contraer o ser portador del virus. Las fuerzas armadas ya parecen cansadas y no es para menos, al encontrarse en primera línea de atención, estando expuestos a enfermarse y enfermar a los suyos y aun así lo único que obtienen muchas veces son las malas conductas de los ciudadanos. Al parecer en las comunidades somos más conscientes que en la ciudad y lo demuestran las escasas cifras de infectados en los pueblos, pero eso no indica que seamos indiferentes, por el contrario nos preocupa la situación que atraviesa el país y el mundo, porque además muchos tenemos familia en ciudades de alto riesgo de contagio como Lima, Lambayeque, Trujillo o Iquitos y no queremos que nuestros familiares mueran, al menos no en estas circunstancias donde ni siquiera podemos darle una adecuada sepultura. No creo que exista persona preparada para afrontar la muerte de un ser querido; en estos tiempos vemos muertes masivas; en algunos países, por ejemplo Chile, como medida preventiva frente a la mortalidad ocasionada por la pandemia, se empezaron a ampliar cementerios, para evitar que los muertos se esparzan por las calles. (Publimetro.pe, 2020). Todo esto es un panorama aterrador, donde la espera de una vacuna para detener la pandemia se hace larga, se observa que ni los avances tecnológicos, ni la ciencia han podido sostener la tasa de muertes que suma cada día el coronavirus. El hombre en estos momentos atraviesa una difícil situación de extinción de la raza humana y aunque hay grandes iniciativas de científicos alrededor del mundo aún no se ha encontrado la cura; en la India por ejemplo hubo un químico farmacéutico que murió tratando de encontrar un antídoto (Rpp.pe, 2020), pero esto no significa que como sociedad perdamos la esperanza, por el contrario, esta enfermedad trae consigo nuevos retos. Tal es el caso de los cambios que apreciamos en ámbitos laborales o académicos; y es que nuestro estilo de vida en adelante debe ser mejor, porque tenemos que cambiar, mejorar nuestras acciones, sobre todo en el cuidado con el medio ambiente: la naturaleza y los animales. Es un momento para recapacitar porque por años hemos descuidado nuestra casa llamada tierra, hemos contaminado el aire con el sistema industrial, hemos talado árboles sin preocuparnos por cuantas especies de animales dejamos sin hábitat y en peligro de extinción, hemos ensuciado el agua que bebemos con residuos de minerales, hemos maltratado el suelo arrojando plásticos y vidrios por doquier, nada de eso importó siempre pensamos que

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Con el aislamiento social, todos hemos podido observar un cielo más azul, el agua más cristalina e incluso hemos empezado a cultivar nuestras propias plantas, lo cual siempre debió ser parte de nuestras actividades cotidianas. Nos encontramos en una etapa de transición en la historia humana, el virus nos enseña que no hay barreras ni clases sociales en el mundo que nos impida enfermarnos o morir, la intervención del hombre en la naturaleza hoy nos pasa factura y es muy alta porque jamás imaginamos que sería un peligro un abrazo o un beso, y la era digital nos empieza a bombardear, en estos momentos todos y todas nos encontramos conectados por las redes sociales; las clases presenciales hoy se han convertido en clases virtuales y el que no tiene acceso a ellas prácticamente queda fuera, y a decir verdad en las comunidades rurales no todos cuentan con una laptop, computadora o tablet y menos con internet, todo esto tiene un costo que muchas veces imposibilita a los y las estudiantes rurales acceder a las tecnologías que hoy demanda el mundo. Sin embargo, pese a las carencias de comunidades remotas al interior del país, podemos ver que hay excelentes iniciativas de autoridades realmente interesadas en el desarrollo de sus jóvenes estudiantes, por ejemplo, vale resaltar que en la comunidad de Corani en Puno, su alcalde preocupado por la educación de sus pobladores, decidieron instalar internet gratis para que lleven sus clases con total normalidad (La República, 2020). Decisiones como éstas nos hacen falta en todo el país, autoridades con vocación de servicio para con los suyos, que permitan el desarrollo de su gente, dándoles facilidades a quienes realmente lo necesitan y van a interesarse en aprender y darles buen uso a las nuevas tecnologías, además es éste sector de la población quienes mañana tomarán las riendas del país, por ello no hay que descuidar su educación y tampoco su salud, ya que no hay duda que son las nuevas generaciones las que darán un nuevo sentido y cambio de vida a este mundo, entonces nos queda la esperanza de ser parte de ese cambio. Aún no es tarde para volver a empezar.

Referencias Agamben, G., ZiZek S., Luc Nancy J., Berardi F., López Petit S., Butler J., Badiou A., Harvey D., Han B., Zibechi R., Galindo M., Gabriel M., Yañez Gonzáles G., Manrique P., Preciado P. (2020). Sopa de Wuhan. Pensamiento contemporáneo en tiempos de pandemias. ASPO - Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. 188 págs. Recuperado de: http://www.comuniteca.org/uploads/ libros/04e9d4e89719b757bae0ac1ad1245add208d1a1a.pdf Andina - Agencia peruana de noticias. (01 de mayo de 2020). Ingenio peruano: elaboran alcohol antiséptico a base de papa nativa de Huancavelica. Recuperado de: https:// andina.pe/agencia/noticia-ingenio-peruano-elaboran-alcohol-antiseptico-abase-papa-nativa-huancavelica-795466.aspx?fbclid

Record de muertes diarias por coronavirus en Chile. (15 de mayo de 2020). Publimetro. pe Recuperado de: https://publimetro.pe/actualidad/internacional/coronavirusrecord-de-muertes-diarias-por-covid-19-en-chile-y-polemica-por-tumbas-encementerio-nndc-noticia/?ref=pur Temple, I. (26 de abril de 2020). Cuando esto pase. El Comercio.pe Recuperado de: https:// www.inestemple.com/es/2020/04/cuando-esto-pase/ Temple, I. (10 de mayo de 2020). Resiliencia profesional. El Comercio.pe Recuperado de: https://www.inestemple.com/es/2020/05/resiliencia-profesional/ Un farmacéutico muere tras probar un brebaje que supuestamente curaba el coronavirus en India. (09 de mayo de 2020). Recuperado de: https://rpp.pe/mundo/asia/ coronavirus-india-un-farmaceutico-muere-tras-probar-un-brebaje-quesupuestamente-curaba-el-covid-19-noticia-1264420

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la Tierra aguantaría; sin embargo, eso no es tan cierto porque hoy más que nunca nos lo demuestra de manera drástica purificándose y limpiándose sola.

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estamos expuestos, se escucha el canto de las aves por la mañana, el canto de los grillos y las ranas por la tarde o vemos el cielo azul y nos guardamos en casa los días de lluvia; sin duda es una oportunidad para dar gracias al Creador, porque somos un pueblo congregado por la fe. Cada domingo se asistía a misa y en este mes de mayo los pobladores se reunían a las 5 de la mañana para realizar el rosario de la aurora en honor a la Virgen María, hoy éstas actividades religiosas se han suspendido hasta que pase esta terrible enfermedad.

Arbildo, N. (11 de mayo de 2020). Un virus no tan democrático. Recuperado de: https:// agendacix.org/testimonios_en_tiempos_del_coronavirus_natalia_arbildo.html Campos Olazábal, P. (11 de mayo de 2020). El futuro de la humanidad pos Covid 19. Recuperado de: http://www.usat.edu.pe/articulos/el-futuro-de-la-humanidadpos-covid-19/ Chavarry Castillo, R. (07 de abril de 2020). COVID-19: Libertad del planeta. Recuperado de: http://www.usat.edu.pe/articulos/covid-19-libertad-del-planeta/ Coronavirus. (26 de mayo de 2020). rtve.es Recuperado de: https://www.rtve.es/ noticias/20200526/mapa-mundial-del-coronavirus/1998143.shtml Díaz Suárez, L. (18 de mayo de 2020). Testimonios de reporteros en tiempos de COVID-19. Recuperado de: https://agendacix.org/testimonios_en_tiempos_del_ coronavirus_larcery_diaz_suarez.html?fbclid La República. (07 de mayo de 2020). Puno: En Corani instalan internet gratis para escolares de 5 comunidades. Recuperado de: https://larepublica.pe/sociedad/2020/05/07/ puno-en-corani-instalan-internet-gratis-para-escolares-de-5-comunidadeslrsd/?fbclid Orjeda, G. (03 de mayo de 2020). Los virus surgen porque los hábitats de los animales silvestres están siendo totalmente degradados. Recuperado de: https://larepublica. pe/domingo/2020/05/03/coronavirus-en-peru-giselle-orgeda-biologa-analizala-situacion-cientifica-en-peru-y-los-vinculos-de-la-pandemia-con-habitat-deanimales-silvestres/

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Laura Marcela Serrano Mora Colombia Ese viernes en la tarde, el 22 de mayo de 2020, decidí ir a trabajar a la habitación (de esas opciones que uno puede elegir solo en una cuarentena) entonces entré al cuarto, que adaptamos como estudio en nuestra casa, a recoger todo lo que necesitaba para el resto de mi jornada y le comuniqué a mi hijo Jorge Alejandro de 11 años mi decisión; para Alejo esa fue una muy buena idea y como ya había finalizado su jornada académica decidió acompañarme. Mientras subíamos las escaleras, Alejo dijo: “Eso es lo mejor de esta cuarentena mami, que podemos compartir tiempo en familia, no importa el trabajo, no importa el estrés, lo más importante es el tiempo en familia”. Esas palabras me aterrizaron y digo me aterrizaron por su sabiduría y por qué no, reconocer su inocente y espontánea dureza. Estoy segura que Alejo dijo eso porque las últimas cinco o seis semanas me había visto más ocupada de lo normal, más estresada de lo normal y por supuesto más irritable de lo normal, estaba en casa pero a la vez no estaba y es que si quisiera describir mi cuarentena en dos palabras sin duda alguna serían “montaña rusa” -toda una explosión de emocionesbrevemente le explico, amigos: Las primeras tres semanas fueron tranquilas, era agradable la idea de trabajar en casa y en mi rol como profesional en recursos humanos, las primeras decisiones que tomó la compañía fueron las más sencillas de comunicar, unos íbamos a trabajar desde casa, otros se iban a vacaciones, mientras la compañía se ajustaba. De alguna u otra manera todos íbamos a descansar un poco, a tener un respiro y a compartir con la familia, aunque eso significase lidiar con la idea de ajustar los planes y las proyecciones para las vacaciones, pues esa fue la más sencilla de las estrategias, agotemos las vacaciones. Hasta el momento en Colombia llevamos 11 semanas de aislamiento, lo que se traduce en más o menos 77 días, poco más de dos meses. Dos meses de ajustes, dos meses de incertidumbre, dos meses de preguntas, dos meses de retos, dos meses de adaptación. En las cuatro semanas intermedias, todos en general, empezamos a darnos cuenta que esta situación iba a durar más, que nos iba a ser un poco más difícil de controlar; se empezaron a agotar los recursos (el dinero y las ideas) y se empezaron a cumplir los plazos de las decisiones tomadas inicialmente, lo que necesariamente llevaba a tomar y comunicar otras decisiones, con menos acogida y mayor impacto. Hubo la necesidad de reorganizarse y optimizar recursos, se empezó a hablar de crisis y esta a su vez se proyectó por más tiempo del que se había visualizado en un principio.

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Las cuatro semanas siguientes, han sido más livianas en carga laboral o en lo que a la cantidad de labores respecta porque finalmente uno termina adaptándose y organizándose ante el ritmo y la cantidad de actividades, pero la carga mental, esa ha sido la que se ha mantenido, la que más ha costado e incluso podría decirse ha ido aumentando; y es ahí donde me miro al espejo y comprendo a mi hijo Jorge Alejandro, últimamente ha tenido una mamá más enojona, irónicamente, una mamá más ausente. Por eso me regalo esa reflexión, porque seguramente aun no entiende porqué su mamá, aunque está en casa, se comporta un tanto diferente y tal vez en un intento por ver a su mamá, la que conoce, la de siempre, dijo que la familia es más importante que el estrés y el trabajo; tal vez quería que yo me descargara, que me tranquilizara. Y es que al analizar todo lo que ha pasado, puedo ver que más allá del estrés y el reto que en estas semanas ha representado el trabajo, esta pandemia y su consecuente cuarentena para mí ha sido un cuestionamiento en todos los sentidos, que podría consolidar principalmente en dos categorías: Desde lo personal La importancia del equilibrio personal, familiar y económico, pues esta cuarentena nos ha hecho ver que realmente no estábamos preparados para vivirla desde ninguna dimensión del ser humano. En todas las perspectivas nos desajustamos. Martínez (2009) afirma: El ser humano, como todo ser vivo, no es un agregado de elementos yuxtapuestos; es un todo integrado que constituye un suprasistema dinámico, formado por muchos subsistemas perfectamente coordinados: el subsistema físico, el químico, el biológico, el psicológico, el social, el cultural, el ético-moral y el espiritual. Todos juntos e integrados constituyen la personalidad, y su falta de integración o coordinación desencadena procesos patológicos de diferente índole: orgánica, psicológica, social, o varias juntas. Se requiere entonces, dedicar tiempo a cada uno de los subsistemas mencionados anteriormente, desarrollarlos e interrelacionarlos, de tal manera que, ante una realidad como esta, tengamos mayor claridad y mayor cantidad de elementos para adaptarnos y afrontar. Ser más organizados con el tiempo y los recursos, estudiar algo nuevo o fortalecer nuestro conocimiento, desarrollar un talento. Trabajar el desarrollo social, tener espacios para compartir, de recreación, ahorrar. Y finalmente, pero no menos importante, destinar tiempo para reflexionar y profundizar en la espiritualidad.

“Lo que es bueno de la vida es tan genuino como lo malo y por lo tanto merece igual atención por parte de los psicólogos” (Peterson y Park, 2003). No se trata entonces que en la vida solo nos sucedan experiencias positivas, al contrario, se trata de desarrollar las habilidades y competencias que nos lleven a afrontar y solucionar las situaciones negativas, aquellas en las que no nos sentimos tan cómodos, aquellas que nos llevan al límite y nos ayudan a identificar y reconocer todo lo productivos y creativos que podemos llegar a ser. En esta línea aparece el concepto de resiliencia que últimamente también se ha venido trabajando y consolidando, diversos autores lo han desarrollado, entre ellos Suarez Ojeda (2004) que la definen como “Una condición humana que da a las personas la capacidad de sobreponerse a la adversidad y, además, construir sobre ellas. Se la entiende como un proceso dinámico que tiene por resultado la adaptación positiva, aún en contextos de gran adversidad.” Y es aquí donde estos conceptos, adversidad, sobreponerse, construir y crear, se pueden interrelacionar, generando así en el individuo un proceso de crecimiento, de satisfacción y de creación. En consecuencia, se podría concluir que sí, las crisis terminan siendo positivas y sí, cada experiencia vivida nos lleva a convertirnos en mejores personas. El tener la habilidad de mirarse a sí mismo, hacia adentro, sin la necesidad de estar distraídos con lo externo. En este punto es necesario reconocer que el ser humano también requiere trabajar y fortalecer su espiritualidad, su tranquilidad y ¿cómo se logra esto? Un buen camino es conocerse, valorarse y reconocerse, sacar lo mejor y lo peor de sí mismo, construirse una y otra vez, tomar cada experiencia como una escuela para aprender. Ramírez (2017) afirma: “Gran parte del drama del oficinista contemporáneo está en que en realidad no sabe qué hacer con él cuando no está trabajando.” Al humano contemporáneo le cuesta estar solo, le cuesta encontrarse consigo mismo sin tener más que hacer que reconocer, por eso, el trabajo, las ocupaciones, el estudio, el celular el juego, se convierten en distractores, perfectos encubridores de ese miedo al autoconocimiento. En consecuencia, ante una crisis como esta, en que el ritmo de la actividad disminuye y en que la excusa de la falta de tiempo pierde su veracidad y soporte, este humano contemporáneo queda solo, obligado a verse y conocerse y es ahí que la pandemia fácilmente se convierte también en una crisis interna. Pensar diferente, ser diferente, hacer diferente. Cada experiencia en la vida es una oportunidad, se requiere desarrollar el olfato y saberla identificar, saberla potenciar. Ante cada experiencia darse la oportunidad de repensarse, incluso redefinirse e identificar aquellos talentos, aquellos sueños, que nos pueden llevar al éxito. Ver más allá de la crisis, tener confianza y dejar ir, cuando se debe dejar ir. Mis diversas

experiencias personales y profesionales, unas vividas y otras compartidas, me han llevado a concluir que en ocasiones lo más sano es hacerse a un lado y dejar fluir. Cuando se acaba una relación, cuando se vence un contrato, cuando alguien requiere tiempo para estar solo, cuando alguien ríe e incluso cuando alguien llora. Hay momentos para callar y hay momentos para dejar pasar; a veces cuando nos resistimos o nos aferramos, más nos lastimamos, nos autogeneramos malestar. En esta vida, una regla básica de supervivencia podría ser no forzar y esto junto a los todos los elementos anteriores necesariamente nos llevan a desarrollarnos, a mejorar, a crecer. A veces resistirse puede ser el más grande obstáculo para avanzar y nos puede generar una vida entera de malestar, insatisfacción e infelicidad. A veces es necesario dar ese salto al vacío y con los pies en la tierra, sin perder de vista las metas, dejarse llevar. Desde lo organizacional ¿Cómo encontrar el equilibrio entre el bienestar de la compañía y del colaborador?, ¿cuáles son las competencias y/o habilidades que sobresalen en estas crisis?, como en la selección Natural ¿quiénes son los que pueden mantenerse y avanzar? Se debe sembrar cuando hay que sembrar y cosechar cuando es tiempo de cosechar. Dicho en términos técnicos empresariales, podríamos hablar de engagement, adaptación, disposición e incluso multifuncionalidad.

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La necesidad de ver el lado positivo, agradecer y poderse adaptar. En las últimas décadas se ha venido desarrollando y ampliando la ciencia de la psicología, generándose en consecuencia, nuevas corrientes, nuevas áreas y teorías; una de las más recientes es la Psicología Positiva que dista mucho del Positivismo, como comúnmente puede confundirse.

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FAMILIA, GESTIÓN HUMANA Y PANDEMIA

Todo lo anterior, definitivamente aumentó la carga laboral y por supuesto la carga emocional y mental. ¿Recuerda? En mi rol profesional en la gestión de recursos humanos mi principal responsabilidad es comunicar, orientar, liderar. Para ese momento las decisiones a comunicar eran un tanto más impopulares, contundentes, milimétricas y exigentes, empezaron a aparecer términos como “suspensión” y “no renovación”, lo que a su vez me llevó a que cada día fuese más difícil identificar esa delgada línea imaginaria entre el tiempo laboral y el tiempo familiar y/o personal; se requería por esos días darle prioridad a lo laboral, la dimensión profesional.

¿Se puede repensar nuestra estructura organizacional?, ¿desarrollar estructuras organizacionales más funcionales? ¿Nuestros equipos están tan sinergizados como para funcionar óptimamente desde la virtualidad? ¿Cómo armonizar lo estratégico y la operatividad? Y finalmente, ¿cómo comunicar aquello que no se espera, aquello que es necesario, aquello a lo que nos vemos obligados y que definitivamente va a caer mal, aquello difícil de suavizar? Las anteriores son las cuestiones que en lo que resta de este escrito, espero resolver y comprender, por eso lo invito a que se quede un poco más para solucionarlas conmigo. Sigamos leyendo, sigamos construyendo, sigamos aprendiendo, a ver cómo nos va; con suerte aquí aprenderemos y en una próxima y ojalá lejana cuarentena logremos ser más eficientes al actuar. TISOC The International School of Coaching en su Manual Executive Coach, cita el Informe de Tendencias Mundiales del Capital Humano 2018, en el cual se evidencia el cambio al que se enfrentan los líderes de las empresas a nivel mundial, al enfrentarse a fenómenos como la automatización, el endurecimiento de los mercados laborales y el papel evolutivo de los negocios en la sociedad, entre otros. Lo que definitivamente no se consideró y no se vio venir fue una pandemia, esta pandemia, que nos enfrentó a un reto empresarial que no esperábamos. En este informe, se plantean 10 tendencias que se interrelacionan para desarrollar una visión integral de la organización, estas son: equipos liderando equipos, la gestión más allá de la organización, nuevos programas de compensación, de planes de carrera a experiencia como empleado, trabajar en la era de los 100 años de vida, la ciudadanía y el impacto social, bienestar: estrategia y responsabilidad, inteligencia artificial, robótica y automatización, la hiperconectividad con el trabajo y los datos de las personas.

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Sin duda, estamos aprendiendo, cuando todo esto acabe seremos mejores, miraremos para atrás y nos daremos cuenta que si bien esta pandemia con su cuarentena nos puso a prueba, también nos llevó a deconstruirnos y a ser más firmes pero más flexibles, más organizados, más equilibrados, más tranquilos, más sencillos, más fuertes, más efectivos, más unidos; incluso habremos avanzado tanto que en ese momento nos preguntaremos ¿cómo lo logramos?, y tendremos muy presente eso que con infantil sabiduría me dijo mi hijo Jorge Alejandro, que la familia es más importante que el estrés y el trabajo.

Martínez 2009. Dimensiones básicas de un desarrollo humano integral. Polis Revista Latinoamericana 23. Recuperado de: https://journals.openedition.org/polis/1802 Park, Peterson, Sun 2013. La psicología positiva: Investigación y aplicaciones. Ter Psicol Vol. 31. Recuperado de: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_ arttext&pid=S0718-48082013000100002 Ramírez S. 2017. Felicidad a prueba de oficinas. Bogotá, Colombia. Paidos. Rodriguez 2009. Resiliencia. Revista Psicopedagógica Vol. 26. Recuperado de : http://pepsic. bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0103-84862009000200014 Tisoc 2019. Executive Coach - CE

UNA MIRADA A LA COMUNICACIÓN EN FAMILIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA Ligia Cecilia Téllez Camacho Colombia La familia, considerada como primera comunidad de la cual hacemos parte, se ve afectada frente a la coyuntura del virus, teniendo en cuenta que las dinámicas establecidas socialmente se resignifican para dar paso a la adaptación actual y el surgimiento de nuevos roles en nuevos espacios. Es así, como se hacen escasos los tiempos para compartir y pensar en el otro. La familia en sí es “la institución familiar de hoy, variada y heterogénea en su origen, presente los contrastes y matices de funcionalismo y disfunción que esta obra pone de presente y aclara” (Gutiérrez, 1968, citado en Pachón, 2005). Se infiere que en estos tiempos no se cuenta con un único tipo de familia, ahora está compuesta de diversas maneras, con retos por asumir cada día, con formas de ver y asumir la crianza, los compromisos, con tonalidades que pasan por todos los colores, con percepciones diversas y sentires opuestos. Es así como existe una necesidad de establecer relaciones bilaterales entre los sujetos, en las cuales los hijos necesitan a sus padres y viceversa, como una posibilidad de crecimiento y aprendizaje mutuo, logrando una comunicación directa y transparente. “La familia es el primer contexto de aprendizaje de las reglas sociales y, por tanto, el primer agente socializador de los valores que adquieren sus miembros” (García, Ramírez, Lima, 2001 citado en Navas, 2010). Es evidente entonces la influencia que tiene la comunicación establecida en cada familia y la importancia que se le da a la misma, basada en las relaciones entre los sujetos que la conforman. Es menester mencionar los tipos de familia que se encuentran en la actualidad; la familia nuclear; compuesta por los padres y los hijos, la familia extensa; de la cual hacen parte otros integrantes de la familia, como los abuelos o los tíos. La familia monoparental, formada por uno de los padres y sus hijos, la familia adoptiva; hace referencia a los padres que adoptan a un niño y la familia compuesta o ensamblada, formada por familias nucleares, tras la ruptura de la pareja, y la familia homoparental, constituida por padres o madres homosexuales, que adoptan un hijo.

La familia ha sufrido algunos cambios en su composición, de acuerdo al número de integrantes y de esta manera ha evolucionado, con relación a su misma conformación, en el tiempo actual, con la situación de salud presentada, el rol que cada integrante tuvo que asumir es diferente al que desempeñaba antes de que esto pasara. Es así como la madre que cumplía con una profesión en una empresa, ahora además es maestra y ama de casa, no quiere decir que antes no lo era, lo diferente es que ahora desempeña varias funciones al mismo tiempo. Los niños o demás integrantes de las familias, comparten en la actualidad espacios físicos, los rotan y los distribuyen para poder cumplir con sus deberes, se interrumpen las conversaciones, se intercambia voces en los teléfonos celulares o los micrófonos activos. La escuela se está comunicando por medio de diferentes herramientas tecnológicas, los momentos y los lugares que tenían las familias para compartir, están colmados de tareas, restando tiempo a la comunicación entre los integrantes de la misma. A continuación, se expone cómo se está presentando la comunicación dentro de las diferentes familias, teniendo en cuenta la situación de aislamiento preventivo que se propuso por los gobiernos nacionales y locales para preservar la vida.

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Referencias

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Las anteriores son tendencias que, en principio por su denominación, son atractivas, nos motivan y nos llevan a pensar que si es posible que como organizaciones evolucionemos para responder mejor a los retos de la realidad. Por supuesto estas tendencias se desarrollan y funcionan por la gestión del ser humano, ese que necesitamos cada vez más tranquilo, consciente y equilibrado, un ser humano con habilidades, con competencias, en constante cambio y desarrollo. Un ser humano que sabe de liderazgo, de trabajo en equipo, de comunicación, de resolución, de evolución. Un ser humano que se sobrepone a la tormenta, aprende y sale bien librado de ella.

La comunicación es una acción que permite expresar ideas y pensamientos, es la transmisión de un mensaje, en el cual participan un emisor, quien transmite y un receptor, quien recibe. Según Franco, “la comunicación es una ciencia: se aprende poco a poco, se desarrolla con la práctica” (Franco, 2001, p.18). Siendo la familia la primera institución de la cual se hace parte, en donde se establecen las acciones para manifestar diferentes formas de ver las cosas, los espacios, los sujetos, de construir canales de comunicación que involucran los gestos, las miradas, los momentos, entre otros. Por tanto, es necesario conocer cómo se está dando la comunicación al interior de las familias. Para ello, se aplicaron encuestas semiestructuradas a 133 familias, que permitieron comprender las dinámicas internas de comunicación, llevadas a cabo en tiempos de aislamiento por el COVID-19. Para el análisis de este estudio, se tuvo en cuenta un rango de edad, desde los 17 años, hasta los 65 años. Se tomó esta muestra teniendo en cuenta que ya se permite la argumentación frente a las experiencias familiares y la convivencia. Partiendo del aspecto demográfico y las respuestas divididas por género, se puede inferir que el 74.4% de los encuestados son mujeres y el 25.6% restante, son hombres. Los resultados permitieron evidenciar desde el análisis de los mismos, que el 66.2 (49.7 %) son familias nucleares, las 10.3 (7.7 %) familias extensas, el 9.2 (7 %) familia monoparental, el 23.1 (17.4 %) familias compuestas o ensambladas y las 24.2 (18.1 %) familias homoparentales, para un total de 133 personas encuestadas, entendiendo que la mayor cantidad de familias son de composición nuclear, hoy en día. Para entender cómo se dio la comunicación al interior de las familias, se estructuraron preguntas de tipo cualitativo con metodología transversal, que tenían como fin ahondar en la percepción de cada encuestado acerca de la relación y la manera de comunicarse. Preguntas

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De lo anterior mencionado se deduce que la comunicación al interior de las familias ha tenido un impacto positivo en esta pandemia, puesto que un 58.6 % afirman que su comunicación se basa en el diálogo, en compartir momentos juntos, con principios de convivencia sana y de unión, sin dejar de lado que se pueden presentar discusiones ocasionales. Que en ocasiones se torna difícil convivir con tantas personas, y compartir el mismo espacio, aunque esto genera aprender a respetarse y a escucharse. Se menciona que la cuarentena cambió el sentido de la comunicación en las familias, porque al no poderse ver con los integrantes de la familia extensa, deben acudir a formas de comunicación mediadas por las tecnologías y las nuevas formas para hacerlo. Por otro lado, el 41,4 % de los encuestados manifiesta que no ha cambiado la forma de comunicarse con su familia ya que las dinámicas familiares se han mantenido igual desde antes de entrar en cuarentena. En conclusión, tras analizar los resultados de las encuestas es evidente cómo el aislamiento preventivo impactó la comunicación en la esfera privada de forma positiva, lo cual permite pensar que la comunicación no depende estrictamente de la cercanía de los miembros, sino de las bases establecidas previamente en torno al respeto, la escucha y la tolerancia.

Becker, G. S., & de Grado, C. P. (1987). Tratado sobre la familia (Vol. 1). Madrid: Alianza editorial. Franco, G. E., & Cuartas, G. E. F. (2001). La comunicación en la familia (Vol. 72). Palabra. Navas, J. L. P. (2010). La educación familiar en la familia del pasado, presente y futuro. Educatio siglo XXI, 28(1), 17-40. Pachón, X. (2005). Virginia Gutiérrez de Pineda y su aporte al estudio histórico de la familia en Colombia. Maguaré, (19). SANCHEZ, J. M. R., ANTON, L. J. M., & MARTIN, M. Á. C. (2009). Tipos de familia y satisfacción de necesidades de los hijos. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1), 549-558.

EL PAPEL DEL BIBLIOTECÓLOGO PARA COMBATIR LA INFODEMIA. UNA SOLUCIÓN EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS PARA MEJORAR LAS FORMAS DE COMUNICACIÓN José Roberto Benítez Camacho México La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha colaborado en el trabajo para frenar el avance mundial del virus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, a través de la publicación de directrices que ayudan a las naciones a establecer sistemas de control, y también con el proyecto de investigación en busca de una posible vacuna. En muchos sentidos, las labores se enfocan hacia la salud de las personas, pero existe otro fenómeno que es igual de peligroso que el mismo virus, y que también la organización intenta combatir. La infodemia es la causante de la desinformación, que en situaciones de crisis como la que actualmente se vive, puede tener repercusiones en la agenda política de un país, causar alarma social, tener efectos económicos e inclusive, que haya confrontaciones geopolíticas (Colomina, 2020, p.1-3). Siendo este el caso, la importancia de su tratamiento debe ser igual de primordial que la investigación sobre el patógeno, por lo que para lograr combatir las noticias falsas y garantizar el acceso a la información, se requiere de Bibliotecólogos, es decir, de los profesionales

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especializados en el tratamiento de la información. Para entender esta necesidad que puede no ser obvia para la sociedad, habría que hacerse las siguientes preguntas: ¿Cuál es el papel del Bibliotecólogo dentro una sociedad? y ¿cómo puede ayudar contra la desinformación? Infodemia El término infodemia se refiere “a un gran aumento del volumen de información relacionada con un tema en particular” (Organización Mundial de la Salud & Organización Panamericana de la Salud, s.f., s.p.). En otras palabras, y para entrar en contexto, actualmente la sociedad vive un período de infodemia en torno al virus SARS-CoV-2 que ha causado desconfianza e incertidumbre en todo lo que se relacione con él. Por un lado, la población no solo tiene que lidiar con el problema del crecimiento exponencial de la información, haciendo más difícil encontrar lo que se busca, sino que se genera un hartazgo que impide darle un correcto seguimiento a aquellos datos que sí pudieran ser de interés para un individuo o para un grupo. Por otra parte, se cuestiona la veracidad de la información que se difunde, pues se sospecha de encubrimiento de cifras reales con fines políticos, generando desinformación. Esto es provocado por tres factores: 1) El desconocimiento de la realidad, 2) La interpretación de los hechos y 3) La divulgación de datos sin confirmar.

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Referencias

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como “Antes de iniciar el aislamiento preventivo, ¿cómo era su relación con su familia?” arrojaron resultados en los que se pudo observar que, en términos generales, la comunicación establecida cuenta con características de respeto, reconocimiento y escucha, sin dejar de lado las falencias que se pudieron generar a raíz de la convivencia de los integrantes de los hogares antes y durante la cuarentena.

El desconocimiento de la realidad genera miedo, ya que la pandemia es una situación extraña que no se ha vivido y que ha afectado en gran medida la vida de las personas. Aunado a ello, si alguien está en contacto con una gran cantidad de información en torno al virus y no posee un cierto conocimiento o experiencia, será propenso a darle una interpretación a datos que pudieran ser determinantes, causando una alteración de ellos. Además, gracias a los avances tecnológicos en materia de comunicaciones, las noticias, documentos, videos o cualquier recurso que pueda contener información, puede ser fácilmente divulgado. Pudiera entenderse esta situación como algo positivo debido al hecho de compartir el conocimiento, pero la verdad es que pocas veces se hace uso de un correcto comportamiento informativo en el que se pueda corroborar lo que se acaba de socializar, ayudando a aumentar la desinformación. Bibliotecólogos La figura del bibliotecólogo, según el perfil de egreso del Colegio de Bibliotecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (2015) menciona que es “capaz de planear, organizar y dirigir servicios bibliotecarios y de información”. Dicho de otra manera, sirve como intermediario entre la información y el usuario que la necesita, trabajándola para presentarla en forma de servicios, aunque su actividad no solo se limita a ello. Esta función mediadora del bibliotecólogo le permite responder ante un amplio margen de instituciones y personas, siendo el responsable de atender a comunidades de usuarios que pueden diferir en cuanto a objetivos, edades o escolaridad, por ejemplo. En este sentido, una de las tareas del bibliotecólogo, en favor del correcto acceso a la información, es la alfabetización informacional que, según Wilson, C., Grizzle, A., Tuazon, R., Akyempong, K. & Cheung, C.K. (2011) se compone de los siguientes procesos:

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Los usuarios acuden a un centro de información con una solicitud, es decir, necesitan saber algo. El bibliotecólogo comprende el comportamiento que los orilló a ello, que es explicado en el Modelo sobre las Necesidades de Información (Modelo NEIN) (Calva, 2004, p. 155) que consta de tres fases: • • • •

Surgimiento de las Necesidades de información Comportamiento informativo Satisfacción de las Necesidades de información Al comparar este modelo con lo expresado al respecto de la alfabetización informacional, se puede afirmar que el profesional puede orientar al usuario satisfactoriamente en casi todos los puntos, como a continuación se expresa en una relación:

Modelo NEIN

Alfabetización informacional

Surgimiento de las Necesidades de información

Definir y articular necesidades de información.

Comportamiento informativo

Localizar y evaluar información. Evaluar la información Organizar la Información.

Satisfacción de las Necesidades de Información

Uso ético de la información Comunicar información.

El punto 7 de la alfabetización, uso del conocimiento de las TICs para procesar información, es una cuestión técnica, por lo que en esencia el profesional podría ayudar al usuario pero dependiendo del conocimiento que este posea, lo que no es suficiente para establecer una satisfacción en este ámbito. Como se ha demostrado con el ejemplo, el bibliotecólogo está capacitado en todo lo que se refiera a información, no solo a su organización y ofrecimiento de servicios, pues es consciente acerca de la teoría acerca de los comportamientos y la práctica para la satisfacción de necesidades informativas. Discusión La desinformación como producto de la infodemia, disminuye la capacidad de respuesta de las personas al momento de tomar decisiones y no contar con los datos adecuados o tener incertidumbre respecto a ellos (Organización Mundial de la Salud & Organización Panamericana de la Salud, s.f., s.p.). El bibliotecólogo juega un papel de vital importancia en este hecho al poder colocarse como un filtro, participando en el proceso de comunicar no

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solo para que la información se reduzca, sino para que esta sea más relevante y pueda ser utilizada para los fines que el usuario convenga. A través de la alfabetización informacional se puede ayudar a despejar dudas sobre la realidad de la pandemia, y de esta manera concientizar a la población para que entienda el porqué de las medidas que se han tomado como prevención, pues el desconocimiento genera conflictos sociales, económicos, políticos y culturales. En México, han surgido grupos de personas que no creen en el virus, argumentando que la gran cantidad de información que existe tiene por objetivo asustar para que no se salga de casa y así hacer movimientos políticos que beneficien a los grupos de poder. En otros aspectos, se han dado casos de audios o videos con información falsa, que solo han contribuido a generar pánico entre la población. Como se puede observar, se hace notoria la ignorancia respecto a los hechos concretos porque, aunque la situación es complicada, poseer la información necesaria y correcta, lograría evitar estas conductas negligentes. El bibliotecólogo tiene un deber como agente de cambio social que no solo se restringe a su centro de trabajo, ya que puede contribuir de manera personal por el bien de una sociedad que está ávida de que se le inyecte información confiable que brinde seguridad. En un sueño utópico, cada institución (con o sin fines de lucro, privadas o públicas) deberían de comprometerse a establecer mejores canales para comunicarse, apoyados por un profesional de la información que colaboré hacia dentro de la institución en cuanto a sus procesos, y hacia fuera, estableciendo un vínculo responsable para la sociedad. En realidad, un bibliotecólogo puede estar inmerso en cualquier actividad si sabe dónde y cómo insertarse.

Referencias Calva González, J. J. (2004). Las necesidades de información: fundamentos teóricos y métodos. CIUB, UNAM http://dx.doi.org/10.22201/iibi.0187358xp.2004.37.4057 Colomina Saló, C. (2020). Coronavirus: infodemia y desinformación. CIDOB opinión (613), 1-3. https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/opinion_ cidob/seguridad_y_politica_mundial/coronavirus_infodemia_y_desinformacion Organización Mundial de la Salud & Organización Panamericana de la Salud. Entender la infodemia y la desinformación en la lucha contra la COVID-19. https://www.paho. org/es/documentos/entender-infodemia-desinformacion-lucha-contra-covid-19 UNAM. (2020, 26 de mayo). Perfil del egresado. Facultad de Filosofía y Letras http:// colegiodebibliotecologia.filos.unam.mx/inicio/programas-academicos/ licenciatura-en-bibliotecologia-y-estudios-de-la-informacion/perfil-del-egresado/ Wilson, C., Grizzle, A., Tuazon, R., Akyempong, K. & Cheung, C.K. (2011). Alfabetización mediática e informacional. Curriculum para profesores. UNESCO https://unesdoc. unesco.org/ark:/48223/pf0000216099

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Definir y articular necesidades de información Localizar y evaluar información Evaluar la información Organizar información Uso ético de la información Comunicar información Uso del conocimiento de las TICs para procesar información

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Específicamente hablando sobre el combate de la infodemia causada por el SARS-CoV-2, el profesional puede realizar bibliografías especializadas para aquellas personas que deseen leer sobre los estudios que se realizan; distribuir información resumida para no bombardear al usuario de datos; crear alertas para quién necesite estar informado con las actualizaciones al momento sobre lo que sucede u orientar a las personas sobre las fuentes confiables. Conclusiones El camino que se ha recorrido hasta reconocer el acceso a la información como un derecho, ha sido largo, y ahora que se tiene es necesario un guía que acompañe cada paso hasta alcanzar una madurez en el comportamiento informativo. La importancia de reconocer al bibliotecólogo como un agente de cambio social, que debe insertarse en cada institución por su función como el mediador entre la información y un usuario, permitirá establecer mejores canales de comunicación. Su labor, hablando en específico del virus SARS-CoV-2, podría crear un filtro en toda la información que se genera como parte de las investigaciones, logrando combatir la desinformación que se produce por causa de la infodemia. Siendo así, podría hablarse de un aliado en la lucha contra la pandemia, pero también se debe de concebir su figura como parte del desarrollo de la sociedad.

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Isabel Calle León Pablo Escandón Montenegro Ecuador Copla XV Dejemos a los troyanos, que sus males no los vimos, ni sus glorias; dejemos a los romanos,

En estos sesenta y más días de vida digital forzada, vivimos la ucronía de la cultura digital, pues el aislamiento físico se ha trocado por la continua presencia cuadriculada de los seres humanos en la pantalla de Zoom, lo cual no es sinónimo de dominio digital ni de estar dentro de la cultura de la colaboración, menos aún de ser parte de la sociedad en red, en la cual las instituciones adaptan sus trámites y procesos a una emergencia, sin una lógica digital de administración y gestión; asimismo los contenidos que circulan en las plataformas mediáticas muestran que los datos informacionales, excesivamente ilimitados, generan confusión y angustia. La verdadera comunicación digital no es esta ucronía real, pero con las experiencias, propuestas y estudios empíricos, la hibridez comunicacional debe llevarnos al equilibrio mediático para la socialización, la educación, la economía y la cultura, incluso debemos hibridar teorías y prácticas comunicacionales.

aunque oímos y leímos sus historias; no curemos de saber lo de aquel siglo pasado, qué fue de ello; vengamos a lo de ayer, que también es olvidado como aquello.

Jorge Manrique

¿Qué hubiera ocurrido si esta pandemia nos afectaba en los años 80 del siglo XX? Es una pregunta que en El País se hace Jaime García Cantero, quien desarrolla una ucronía sobre lo que hubiese sucedido como historia real. El análisis ficcional no es desacertado, pues con la velocidad de las comunicaciones (para transporte de pasajeros y de datos), el virus, propagado por la gente, y el exceso de información no hubieran producido lo que hoy vivimos, pero tampoco hubiese existido la pronta reacción ni tendríamos videoconferencias para todo: educación, trabajo, salud, encuentro con amigos, webinario. Las ucronías son vividas en la ficción y no en la realidad, pues como dice Salvador, jefe de El Ministerio del Tiempo, serie de televisión española, que se estrenó en su cuarta temporada durante el pico más alto de la propagación de virus en España, “la historia es la que es”, por lo tanto, los tiempos de pandemia son los que nos tocan vivir y en las que tenemos que desarrollar todas las acciones de la vida “normal”: estudios, trabajo, socialización, sanidad, comercio, trámites burocráticos, sin que ello cambie el ordenado discurrir de nuestras vidas líquidas, en términos de Bauman, para que los ríos, que son el vivir, no lleguen tan pronto al mar de féretros a causa del COVID-19, parafraseando en esta pandemia a Manrique. Vivimos en una ucronía, pues la comunicación y estrategias de digitalización no son las la que se previeron al inicio de la World Wide Web, por lo cual el propio Berners Lee aboga por retomar el camino de la cooperación en línea y abandonar, en medida de las posibilidades, la

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Son más de sesenta días de un aislamiento físico con conectividad y encuentro, en el que el tiempo social y del trabajo se ha violentado, se ha roto, mediante la “zoomización” de la sociedad, una condición anormal de vivir en pantalla dividida para interactuar y sustituir el contacto físico y presencial, basados en el contacto visual por medio de la webcam. Es muy normal recibir un viernes por la mañana, un mensaje por Whatsapp, de compañeras o compañeros de colegio, que hemos postergado un café, un trago o un encuentro fraternal desde hace meses. Lo más fácil es el encuentro virtual por Zoom, para mirarnos en una sola pantalla. Nunca falta quien no puede entrar a la sala, pero cuando lo consigue, el descontrol reina en la interfaz creada y, en estos tiempos, ese es un acto de alivio social y una terapia grupal. Hablar de la familia, del teletrabajo y la teleducación es lo más común, como para anular el miedo que provoca la pandemia, pero con la cercanía de las amigas y los camaradas, la felicidad del gregarismo retorna y nos sentimos cercanos y seguros de lo que el grupo nos entrega. ¿No es eso comunicar? La cercanía, antes nos molestaba. Necesitábamos que el espacio personal no estuviera invadido, y es ahora, en época de emergencia sanitaria y distanciamiento social, cuando nos damos cuenta de que la comunicación es real cuando tenemos cercanía, proximidad, no solo temática, de conversación, sino física. Creamos la cercanía física mediante la pantalla: esa virtualidad de poder encontrarnos en un espacio-tiempo sanitizado, en donde el COVID-19 no penetra, donde nos sentimos seguros de poder tener a los amigos o a la familia frente a nosotros. La digitalización ahora ya no es el demonio de la impersonalidad, de las experiencias mediadas por un lenguaje binario e informático. Su interfaz es de cercanía y de interacción, para conversar, para dialogar, para llorar e incluso para pelear. El apocalipsis del uso de la tecnología ahora es la integración por medio de las multipantallas, de los dispositivos y de las herramientas digitales, que nos acercan como humanos, nos integran y dan soporte emocional en estos tiempos de incertidumbre y desconcierto.

Hoy en día, la comunicación es la única actividad que nos mantiene atentos y con esperanza y, es en esta “nueva normalidad”, cuando las diversas posturas teóricas de la comunicación convergen y conversan entre sí, pues es indispensable articularla y darle sentido, a partir de lo que establece la comunicación política, la comunicación estratégica, la comunicación digital, la mediática y la organizacional, en diálogo y práctica con otras ciencias sociales y humanas. Los comunicadores necesitamos integrar al otro, al que hace comunicación interna, al que piensa la estrategia, al que difunde por medios sociales, al que analiza la realidad, en fin, todos los ámbitos de la comunicación en lo académico y profesional tienen que conversar para que cuando regresemos a la “nueva normalidad”, no olvidemos el pasado, ni hagamos de la historia una ucronía vivida y olvidada. Las empresas, organizaciones e instituciones sociales enfrentan un reto aún mayor del que tenían seis meses atrás; sostenerse activos en la mente de sus públicos, dentro de la vorágine y rapidez de las comunicaciones en plataformas digitales. Para ello, necesitarán recurrir a estrategias de comunicación basadas en sus principios y valores; más allá de una comunicación de marketing, pues necesitan reinventarse y comunicar desde y con su lado humano. La pandemia activó otro tipo de posibilidades comunicativas a sectores que actualmente se encuentran deprimidos, como el arte y la cultura. Las colaboraciones de acción comunicativa y solidaria ponen en valor de la sociedad la presencia de la música, la danza, los títeres, entre otras actividades artísticas, como catalizadoras del bienestar en medio del confinamiento. Las redes se inundan de encuentros cercanos donde dos o más artistas se juntan en una suerte de escenario digital, donde el telón se abre con un clic y nos acerca a la esencia humana, que es el material del que están hechos los sueños. La educación se ha visto forzada a implementar mecanismos de comunicación persuasiva, donde el maestro más allá del soporte digital que utiliza para dictar su clase, debe pensar las formas apropiadas de comunicación para llegar a su público: desde niños de 5 años a jóvenes universitarios y posgradistas. La dinámica social del aula debe ser suplantada por la dinámica comunicacional que el maestro formule en plataforma: estructura del mensaje, lenguaje, diálogo, exposición y pausa, y retroalimentación, en sincronía y asincronía.

y vigilancia física por la virtual, tener conectados a los empleados para ser productivos. Nada más alejado al principio de mentes e inteligencias en conexión. La comunicación en el contexto del COVID-19 evolucionó y puso en valor el trabajo estratégico y holístico de quienes la desarrollamos, de quienes creemos en una comunicación inclusiva, integradora, propositiva, persuasiva, real y transparente. Llegó el momento de hacer de la comunicación a la protagonista, en un mundo hiperconectado donde cada vez la plataforma es lo principal y no los participantes. Son más de sesenta días que nos han llevado a proponer estrategias y acciones de hibridez de la comunicación, para aplanar la curva de la brecha digital y la “infoxicación”, para provocar una resiliencia colectiva que sostenga en esta “nueva normalidad”. Vivimos la ucronía de una propuesta idealizada, como en 2001 Odisea Espacial, cuando Hal 9000 intenta apoderarse de la nave. Estamos a tiempo de desconectar a Hal y retomar el control de la nave, mediante la hibridez: pues solo el ser humano, apoyado en la tecnología, es decir en la comunicación fundamentada en el humanismo digital, como diría Lévy, podrá llegar a conocer la causa de la misión, en este caso, la razón del confinamiento de más de sesenta días: volver a ser humanos y no olvidar ni a troyanos ni a romanos, ni lo hecho en el siglo pasado, pues lo de ayer se puede repetir y si así sucede, la ucronía se volverá a vivir.

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Son más de sesenta días de un proceso de digitalización acelerado, que nos puso a todos en la misma condición: ineptitud digital en lo educativo, laboral y burocrático, debido a las deficiencias institucionales y a la concepción de que la vida se desarrolla de igual manera en todos los espacios, sin tomar en cuenta geografía, clima, conectividad, ni densidad poblacional; todo en pocos metros cuadrados, que es el confinamiento de las familias.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

UCRONÍA DIGITAL EN TIEMPOS DE COVID-19

mercantilización y manipulación de la información. La ucronía que la comunicación digital ha creado en este tiempo de pandemia tiene su fundamento en los estudios y propuestas de la cibercultura y en la evolución de las plataformas mediáticas, una realidad, que no es ucronía.

Referencias Bauman, Z. (2004). Modernidad líquida. Argentina: Fondo de Cultura Económica. Castells, M. (2002) La dimensión cultural de Internet. Recuperado de https://www.uoc.edu/ culturaxxi/esp/articles/castells0502/castells0502.html Castells, M. (2005). La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Tomo 1. México: Siglo XXI De Kerckhove, D. (1999). Inteligencias en conexión. Barcelona: Gedisa. García Cantero, J. (2020) Una ucronía analógica: así habría sido la crisis del coronavirus sin Internet. Recuperado de https://elpais.com/tecnologia/2020-04-10/una-ucroniaanalogica-asi-habria-sido-la-crisis-del-coronavirus-sin-internet.html Lévy, P. (2004). Inteligencia colectiva: por una antropología del ciberespacio. Washington: OPS. Lévy, P. (2007). Cibercultura. La cultura de la sociedad digital. México: Antrhopos.

Uno de los aspectos que más relevancia adquirió en el distanciamiento social es el teletrabajo. La pandemia puso en evidencia que esta modalidad permite un rendimiento óptimo por parte de los colaboradores, y a su vez puso en valor a la comunicación interpersonal y el trabajo en equipo, orientado a cumplir objetivos específicos. Esta es la ucronía idealizada, pues en la realidad, muchas instituciones cambiaron la hora de control

Manrique, J. Coplas a la muerte de su padre. Recuperado de https://www.rae.es/sites/default/ files/Coplas_a_la_muerte_de_su_padre.pdf Olivares J. y Olivares., P. (2015-2020). El Ministerio del Tiempo. España: Onza Partners, Cliffhanger y TVE.

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Lindsay Carrillo Valdez México A finales de 2019, el mundo era sorprendido por el surgimiento de un nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) capaz de desarrollar una enfermedad respiratoria en humanos hasta ese entonces desconocida (COVID-19). Por su rápida extensión en los cinco continentes, el 11 de marzo de 2020, alcanzó la denominación de pandemia. Actualmente, tras cinco meses de coexistencia con el SARS-CoV-2 y el COVID-19 existe evidencia suficiente para afirmar que hacerles frente exige el trabajo conjunto de las autoridades gubernamentales, de salud, la comunidad científica y la sociedad. De esta tarea coordinada depende el éxito de los profesionales sanitarios que se encuentran en primera línea de respuesta al brote. Sin embargo, la experiencia en países de diversas partes del mundo deja ver que el cumplimiento de su labor se complica al enfrentar, no solo a un virus que amenaza la integridad física de todos los seres humanos y es capaz de colapsar hasta los mejores sistemas de salud, sino también a la escasez de recursos para la protección personal, largas jornadas laborales, discriminación, estigmatización y violencia (Almutairi et al., 2018; Alpuche-Aranda, 2020; Diaz, 2020; Hasan et al., 2020; Ramos, 2020; WHO, 2020a, b) Estos tres últimos procesos son las respuestas conductuales al miedo, desconfianza, suposiciones, prejuicios y rechazo que se originan ante la exposición a la información incompleta y se asocian a profundas implicaciones emocionales, psicológicas y sociales para

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Estigmatización El estigma se define como un vínculo negativo entre una persona o grupo y un atributo que se considera indigno, deshonroso o de riesgo. Se trata de un proceso social complejo y dinámico de sospecha, diferenciación, etiquetado, devaluación constante y desacreditación de los individuos que altera las relaciones interpersonales, impacta en la integridad biopsicosocial, la dignidad y los derechos humanos de los estigmatizados, además, torna los ambientes en hostiles y de desconfianza. El origen del estigma se asocia al miedo, así como a actitudes y creencias desfavorables, tanto individuales como sociales, que se propician a través de conductores como la falta de información y facilitadores como las normas y leyes poco equitativas. Cabe señalar que el comportamiento estigmatizador no siempre se reconoce, pero queda evidenciado en el discurso legitimador y agravante, así como en conductas de discriminación, micro-agresiones y violencia física, psicológica y social que atraviesa los niveles familiar, comunitario e institucional (Agencias, 2020; Almutairi et al., 2018; Canadian Centre for Occupational Health and Safety, [CCOHS), 2020; Korte et al., 2020; Logie, 2020; Organización Panamericana de la Salud [OMS/OPS Representación Guatemala], 2013; Ramaci et al., 2020). La comunicación en tiempos de crisis De acuerdo con Pulido et al. (2020) la humanidad atraviesa la segunda revolución de la información; una transformación digital derivada de la globalización, que implica el uso -y abuso- de la inteligencia artificial y del big data que a su vez configuran las formas en que se crea, accede, comparte y procesa la información que es empleada en la toma de decisiones cotidianas. Solanilla (2020) agrega que las sociedades actuales no se rigen por un principio de orden y jerarquía en verticalidad, sino de conectividad física y emocional entre actores múltiples en los que impera la desconfianza generalizada y donde la información que tendrá mayor impacto será aquella que provenga de personas y comunidades que generen compromiso y credibilidad a través de la reputación, aun cuando sus discursos refuercen y reproduzcan la desinformación y estigmatización.

Liderazgo en tiempos de crisis Las crisis, en calidad de situaciones excepcionales e imprevistas, son la verdadera prueba de liderazgo, desnudan la ausencia y carencias del mismo y bosquejan el comportamiento futuro de los liderados. Las crisis se afrontan con acciones y comunicación, con previsión y flexibilidad. No sigue el ritmo de los eventos, incide en ellos. Por tanto, es deseable que el líder se muestre seguro, tranquilo, puntual, transparente y actualizado, capaz de comunicar, de diseñar e implementar soluciones, de motivar, reconfortar y acompañar a lo largo del periodo crítico. El líder busca consensos, se muestra abierto a la oposición, llega a acuerdos, observa a otros líderes para avanzar junto con ellos, reconoce errores y los subsana. Es consciente de que las personas no recordarán sus palabras sino el estado emocional con el que las recibieron, por ello, busca construir y apelar a un relato memorable y generador de confianza que facilitará la comprensión por parte de sus liderados cuando las decisiones no sean del agrado de las personas, cuando lo previsto se aleje de la realidad. (D’Auria & De Smet, 2020; Fernández-Montesinos, 2020; Peytibi, 2020). Comunicación y liderazgo en tiempos COVID-19 y estigmatización del personal sanitario: el caso de México Con la llegada del brote epidémico a todos los rincones del mundo se esperaba que el trabajo de los profesionales en primera línea fuera respetado y apreciado, como sucedió en China y Reino Unido. No obstante, esto no ocurrió en países como India, Bangladesh, Pakistán, Indonesia o México, donde los médicos, enfermeras, y prácticamente todo el que portara un uniforme blanco, recibieron muestras de estigmatización, discriminación e incluso otras formas de agresión y violencia. Al analizar los casos alrededor del mundo se puede observar que las actitudes y conductas estigmatizantes que muchos mexicanos exhibieron tienen una estrecha relación con las características de una sociedad dividida, en la que impera la desconfianza, incertidumbre, descalificación, personalización de errores, violencia, pobreza e infravaloración de riesgos. Sin embargo, se exacerbaron con algunos eventos plenamente identificados en los que la comunicación y el liderazgo se mostraron poco coordinados e inconsistentes dando lugar a la falsa información, a los rumores, las críticas, las teorías de conspiración y las reacciones violentas ante, lo que muchos creen, una peste hospedada y esparcida intencionalmente por el personal de salud. El gran reto para México en tiempos de COVID-19 es generar un cambio profundo, de las creencias, actitudes y prácticas cimentadas en condiciones históricas, para

frenar la estigmatización que solo hace más grandes las brechas y vulnerabilidad sociales (Almutairi et al., 2020; Agencias, 2020; Diaz, 2020; Fernández-Montesinos, 2020; Hasan et al, 2020; Logie & Turan, 2020; Mohamad & Azlan, 2020; Nigam, 2020; Peytibi, 2020; Ramaci et al., 2020; Rana et al, 2020; Shuja et al., 2020; Solanilla, 2020) Las organizaciones internacionales y expertos invitan a aumentar la calidad, objetividad, ética y perspectiva de vulnerabilidad de la información. Alientan a comunicar, corregir y educar a la población, establecer canales de comunicación-retroalimentación entre los gobiernos y la población. No obstante, la complejidad de la sociedad mexicana y sus procesos exige más que comunicación y gestión. Urge un liderazgo estratégico y experto, capaz de prevenir, actuar y modificar los planes con flexibilidad, de escuchar a otros, comprenderlos y motivarlos a actuar. Es decir, México necesita líderes locales, regionales y nacionales con conductas y actitudes que favorezcan las respuestas adecuadas ante la crisis sanitaria y las crisis políticas, económicas, sociales y psicológicas consecuentes (Almutairi et al., 2018; American Psychological Association [APA], 2020; BCCDC, 2020; Betsch, 2020; CCOHS, 2020; D’Auria & De Smet, 2020; Diaz, 2020; Fernández-Montesinos, 2020; Guttman & Salmon, 2004; Hasan et al., 2020; Hennekens et al., 2020; IASC, 2020; Logie, 2020; Logie & Turan, 2020; OPS/ OMS, 2013; Pulido et al., 2020; United Nations Children’s Fund [UNICEF], 2020).

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En tiempos de crisis, en los que la desinformación y noticias falsas no solo coexisten con la información objetiva, sino que la superan en generalización, alcance y rapidez de difusión, es impensable pretender la centralización de la comunicación e incidir en las opiniones del público y su emocionalidad. Por tanto, en reconocimiento de la complejidad de la sociedad y de la crisis, la gestión de la comunicación tiene que realizarse desde una perspectiva de distribución y colaboración, una nueva gobernanza de la información -y las formas en que se presenta- a manera de red y relato inspirador, motivacional y catalizador de la gestión de la crisis y la mitigación de la incertidumbre (CCOHS, 2020; Logie & Turan, 2020).

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

COVID-19, COMUNICACIÓN Y LIDERAZGO. EL RETO DE FRENAR LA ESTIGMATIZACIÓN DEL PERSONAL SANITARIO EN MÉXICO

quienes los experimentan. Se trata entonces de una cuestión de comunicación, de las formas en que las personas acceden, recaban e interactúan con la información que, lamentablemente, es atravesada por la sobreabundancia, el rumor, el engaño, la falsedad y el alarmismo innecesario que da lugar a la infodemia. Ante esta condición es urgente e imprescindible responder con liderazgo (Almutairi et al., 2018; Betsch, 2020; British Columbia Centre for Disease Control [BCCDC], 2020; Diaz, 2020; Hasan et al, 2020; Logie, 2020; Nigan; 2020; Pulido et al., 2020; Ramaci et al., 2020; Rana et al., 2020; Shuja et al., 2020; WHO, 2020b). En este marco, el presente trabajo pretende analizar las relaciones entre estigma, comunicación y liderazgo en el contexto de la crisis sanitaria por COVID-19 y la estigmatización de los profesionales sanitarios en México. Para ello, se desarrollan los conceptos de estigmatización, comunicación y liderazgo en crisis y se realiza un análisis de sus implicaciones y desafíos en la pandemia por COVID-19.

Conclusiones El proceso de estigmatización del personal sanitario en México en el contexto de COVID-19 deja ver que la comunicación y liderazgo en tiempos de crisis tienen un impacto tanto positivo como negativo, no solo en el control del brote epidémico, sino en las consecuencias biopsicosociales del mismo para la población en general, pero en especial para los grupos específicos y más vulnerables. Así, toda persona que se encuentre dirigiendo equipos, grupos y sociedades, a nivel local, regional, nacional y global, durante el curso de la emergencia sanitaria y el periodo post pandémico, ha de reflexionar sobre la capacidad que tienen sus palabras y sus acciones para crear escenarios de respeto y reconocimiento a quienes, por su profesión, ética y cumplimiento del rol social asignado, se encuentran en la primera línea contra la pandemia, de la misma forma que pueden abonar para el desarrollo del estigma y desatar sus consecuencias devastadoras. Se reconoce que ha habido aciertos de comunicación y liderazgo en todos los niveles, eso es innegable. No obstante, es importante que, una vez que se ha identificado la existencia del estigma, se evalúen las estrategias de comunicación y liderazgo con el fin de que, de inmediato, se orienten hacia la prevención flexible, el sentido de pertenencia, la inclusión, la motivación, el reconocimiento a la labor de servicio, la construcción de confianza y el despliegue de creatividad colectiva. De esta manera, se estará en posibilidades de observar, vivir y desafiar a la crisis sanitaria actual como una oportunidad para empezar a unir a una sociedad mexicana fracturada desde mucho antes de la llegada de la COVID-19.

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Almutairi, A.F., Adlan, A.A., Balkhy, H.H., Abbas, O.A., & Clark, A.M. (2018). “It feels like I’m the dirtiest person in the world.” Exploring the experiences of healthcare providers who survived MERS-CoV in Saudi Arabia. Journal of Infection and Public Health, 11, 187–191. https://doi.org/10.1016/j.jiph.2017.06.011 Alpuche-Aranda, C.M. (2020). Infecciones emergentes, el gran reto de la salud global: Covid-19. Salud Pública de México, 62(2), 123-124. https://doi.org/10.21149/11284 American Psychological Association. (2020). Combating Bias and Stigma Related to COVID-19. American Psychological Association [APA]. https://www.apa.org/news/ press/statements/combating-covid-19-bias.pdf Betsch, C. (2020). How behavioural science data helps mitigate the COVID-19 crisis. Nature Human Behaviour, 4, 438. https://doi.org/10.1038/s41562-020-0866-1 British Columbia Centre for Disease Control. (2020). Supporting the psychosocial wellbeing of health care providers during the novel coronavirus (COVID-19) Pandemic. British Columbia Centre for Disease Control [BCCDC]. http://www.bccdc.ca/HealthProfessionals-Site/Documents/COVID19-Psychosocial-Supports-HCW.pdf Canadian Centre for Occupational Health and Safety. (2020). Preventing stigma. Canadian Centre for Occupational Health and Safety [CCOHS]. https://www.ccohs.ca/images/ products/pandemiccovid19/pdf/preventing_stigma.pdf D’Auria, G., & De Smet, A. (2020, March 16). Leadership in a crisis: Responding to the coronavirus outbreak and future challenges. McKinsey & Company. https://www. mckinsey.com/business-functions/organization/our-insights/leadership-in-acrisis-responding-to-the-coronavirus-outbreak-and-future-challenges Diaz, M. (2020). A growing stigma: The danger of discriminating against the rights of healthcare workers. Strengthening Human Rights and Peace Research and Education in ASEAN/ Southeast Asia. [SHAPE-SEA].https://shapesea.com/op-ed/covid-19/a-growingstigma-the-danger-of-discriminating-against-the-rights-of-healthcare-workers/ Fernández-Montesinos, F.A. (2020). COVID-19. Reflexiones sobre el liderazgo y la gestión global de la crisis. Instituto Español de Estudios Estratégicos [IEEE]. http://www. ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2020/DIEEEA16_2020FEDAZN_ReyNaya. pdf

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CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

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Yanely Sosa Guzmán Perú En el Perú existen 51 universidades públicas, que equivalen al 25 % de la instrucción universitaria, que cuentan con una población estudiantil de aproximadamente 319 752 (Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria [SUNEDU], 2020), quienes en el marco del contexto del COVID-19 vienen implementando la educación a distancia acorde a las disposiciones de la SUNEDU, a través de la Resolución Viceministerial N° 087-2020, donde señala que, durante la emergencia sanitaria, los servicios educativos deben brindarse de manera no presencial utilizando herramientas de soporte digital y medios de comunicación disponibles en el contexto. Esta medida tomó de imprevisto, particularmente, a las universidades públicas. Pues, cabe aclarar que las universidades privadas ya venían implementando y desarrollando la modalidad de enseñanza a distancia, así como explorando con cierta profundidad el mundo de la virtualidad. Bajo las consideraciones mencionadas, las universidades públicas están afrontando ciertos desafíos debido a que la mayoría de estas, hasta antes de la crisis sanitaria, se enfocaron en la enseñanza presencial, dejando de lado el uso de las distintas tecnologías de enseñanza que ya son vigentes en el contexto actual. Por ello, en el presente artículo se abordará los desafíos de la educación pública peruana del nivel universitario en el empleo de las TIC en tiempos del COVID-19. En los primeros párrafos se esbozará una definición de las TIC, seguidamente se incidirá en los desafíos de las universidades públicas en el empleo de las TIC, los cuales son: infraestructura tecnológica; exclusión tecnológica y económica; y capacitación y actualización de los docentes y estudiantes. Las TIC En la actualidad, formamos parte de la sociedad del conocimiento, que implica el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) como herramientas indispensables para acceder a la información en tiempo real. Asimismo, estos colaboran al desarrollo de los distintos sectores de un país, y sobre todo al ámbito educativo, ya que genera plataformas

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Por lo tanto, en el contexto actual del COVID-19, las TIC están cumpliendo un protagonismo fundamental en el proceso de enseñanza, ya que la pandemia mundial ha generado el impulso de la educación a distancia en los distintos niveles, pero con ciertas dificultades en los países en vías de desarrollo, como el Perú. Pues, la crisis mundial está generando en ellos una rápida adaptación, y cambio en la modalidad de enseñanza. Esto trae consigo ciertos problemas y dificultades. Desafíos de la Educación Pública Peruana del Nivel Universitario A finales del mes de marzo, la SUNEDU estableció los siguientes criterios a las instituciones de educación superior para la modalidad de enseñanza a distancia: a) adaptaciones no presenciales de las asignaturas de sus programas académicos, b) contar con sistemas basados en tecnologías de la información y comunicación, c) la ruta de aprendizaje de las asignaturas adaptadas a mecanismos de educación no presencial, d) estrategias de seguimiento y acompañamiento a los estudiantes universitarios e) facilitará los recursos tecnológicos necesarios que se hallen disponibles, f) adaptará de forma no presencial las evaluaciones previstas, g) identificará las asignaturas cuyas actividades académicas requieran de un ambiente o instalación especializada y h) adoptarán las medidas necesarias para mitigar las brechas que se generen por el acceso desigual del estudiante universitario. Es así que, en el Perú, la implementación de estos requisitos para el e-learning en la educación pública del nivel universitario está generando ciertos desafíos (infraestructura tecnológica; exclusión tecnológica y económica; y capacitación y actualización de los docentes y estudiantes). Pues los retos mencionados son el reflejo de la modesta inversión de las autoridades del país en el sector educativo a lo largo de las últimas décadas. Aunque se percibió un incremento sustancial en el periodo 2012-2019, tal como afirmó el presidente de la República, Martín Vizcarra, que “la inversión en educación se duplicó, pasando de 15 000 millones a 30 500 millones de soles.” (El Peruano, 2019). Esto no fue suficiente para que el sector educativo, en general, y las universidades públicas, en particular, puedan afrontar de forma pertinente la enseñanza a distancia durante esta crisis mundial. A diferencia de otros países de la región (Uruguay, México, Colombia y Chile) que tienen una mejor capacidad de respuesta en el sector educativo durante esta crisis sanitaria, pues esto se debe, a “que se han apoyado en desarrollos previos”, tal como señaló Emanuela Di Gropello, gerente del área de educación del Banco Mundial para Latinoamérica y el Caribe, a BBC Mundo. Por ejemplo, Uruguay dedicó los últimos años a garantizar la conectividad y el acceso a herramientas digitales por la comunidad estudiantil. Por otra parte, Colombia ha invertido en valiosos portales educativos.

Tal como señalan García, Reyes y Godínez, para que “el proceso de enseñanza aprendizaje [a través de las TIC] en las instituciones de educación superior sea una realidad, es necesario que se cuente con la infraestructura tecnológica necesaria” (2017, p. 9). Esto implica que las universidades públicas cuenten con una buena plataforma virtual de enseñanza, acceso a la Red de forma ilimitada, contar con dispositivos como laptop o computadoras, etc. Pero, cabe recalcar, que Hugo Ñopo (2018) a través del análisis que realiza sobre la inversión peruana propone que si se quiere poner al día la infraestructura educativa [del Perú] por lo menos se tiene que invertir un 11 % del PBI (p. 10). Por otra parte, a través de una conferencia online titulado “La universidad pública y la educación superior: experiencias y perspectivas” organizado por la Universidad Nacional José María Arguedas, que contó con la participación de algunos representantes de las universidades públicas, tales como: Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, Universidad Nacional de Cajamarca, Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco, Universidad Nacional del Altiplano de Puno, Universidad Nacional San Antonio de Abad del Cusco y la Universidad Nacional Micaela Bastidas, señalan de forma contundente que una de las deficiencias semejantes en estos casas de estudios es la falta de una buena plataforma y el acceso de internet por los docentes y estudiantes. Esto se debe al descuido tecnológico.

estudiantes, cuando en realidad esto tendría que haber sido permanente en los años anteriores. Es así que el panorama actual nos brinda la imagen de universidades públicas retardadas en el tiempo, sin la capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías de enseñanza y aprendizaje; y generando como consecuencia el desconocimiento de las nuevas herramientas por los estudiantes y docentes. En conclusión, las Tecnologías de la Información y Comunicación son herramientas esenciales en el contexto de la pandemia mundial del COVID-19 para la educación pública del nivel universitario en el país, aunque esto implique que las universidades públicas asuman ciertos desafíos y limitaciones: incapacidad de gestión; infraestructura tecnológica; exclusión tecnológica y económica; y capacitación y actualización de los docentes y estudiantes; siendo la mayoría de los puntos señalados el resultado de la poca inversión e interés del gobierno en la implementación de las nuevas tecnologías en las universidades públicas, antes de la crisis sanitaria mundial, lo que motiva a una reflexión sincera sobre los posibles desafíos que viene afrontando la educación a nivel de las universidades públicas del país.

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son el conjunto de tecnologías que permite adquirir, producir, almacenar, procesar, presentar y comunicar información. Esto incluye las computadoras, a dispositivos más tradicionales como la radio y televisión, y las tecnologías de última generación, como los reproductores de vídeo y audio digital (DVD, Mp3, 4, 5) o los celulares entre otros. (citado en Perez de, María del, y Tallería, 2012, p. 89)

Infraestructura Tecnológica

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

LA EDUCACIÓN PÚBLICA PERUANA DE NIVEL UNIVERSITARIO EN TIEMPOS DEL COVID-19

para la educación a distancia (e-learning), una modalidad distinta a la enseñanza tradicional. Por ello, se puede decir que las TIC, tal como lo señalan Mezadra y Bilbao:

Exclusión Tecnológica y Económica La exclusión tecnológica y económica hace referencia a “la desigualdad en el acceso a servicios digitales [y] entre los distintos sectores de nuestra sociedad se agudiza con quienes [tienen] menos posibilidades económicas” (García, Reyes y Godínez, 2017, p. 7). Es así, que la exclusión económica trae como consecuencia la exclusión tecnológica. Pues, tanto para los docentes universitarios como para los estudiantes, es de vital importancia el acceso al internet y contar con un aparato electrónico (laptop, computadora o celular) para acceder a la enseñanza virtual. Cabe mencionar que la brecha digital en el Perú aún es amplia, ya que según el informe del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (2019) en Lima Metropolitana la población usuaria de internet significó el 80,1%, en el resto urbano el 63,1 % y en el área rural el 22,5 %. Además de ello, el aspecto geográfico es un limitante en el acceso al internet, pues algunos estudiantes universitarios pertenecientes a la serranía peruana sufren ciertas complicaciones, tal como aclararon los participantes de la conferencia online, mencionado anteriormente. Capacitación y Actualización de los Docentes y Estudiantes Este desafío hace referencia a que los docentes “posean conocimientos, capacidades y habilidades para el manejo de tecnologías aplicadas a la educación” (García, Reyes y Godínez, 2017, p. 9), Pues esto indica que los docentes deben manejar las plataformas, las redes sociales y aplicaciones, ya que ellos serán los facilitadores de la enseñanza. Por otra parte, los estudiantes deben de tener un conocimiento amplio de las nuevas tecnologías con el fin de que estos puedan contribuir en su aprendizaje y desarrollo personal. Es así que, durante este contexto del COVID-19, la mayoría de las universidades públicas en el país siguiendo las disposiciones de la SUNEDU están brindando capacitaciones tanto a los docentes y

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García, M., Reyes, J. y Godínez, G. (2017). Las Tic en la educación superior, innovaciones y retos. Revista Iberoamericana de la Ciencias Sociales y Humanísticas, 6 (12). https://doi.org/10.23913/ricsh.v6i12.135 Instituto Nacional de Estadísticas e Informática. (2019). Estadísticas de las Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares. https://www.inei.gob.pe/media/ MenuRecursivo/boletines/ticdiciembre.pdf Ñopo, H. (2018). Análisis de la Inversión Educativa en el Perú desde una mirada comparada. Impresiones y Ediciones Arteta E.I.R.L. Pais, A. (24 de abril de 2020). Coronavirus: 4 países de América Latina que lograron aplicar estrategias exitosas de educación a distancia ante la pandemia. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52375867?fbclid=IwAR2wim OHM5CaWU5mcDoscSZpbkQ1lLi39ppDZgZga4uzOh0kKjCoKsklrNg Perez de, M., María del, C. y Tallería, M. (2012). Las TIC en la educación: nuevos ambientes de aprendizaje para la interacción educativa. Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales, (18), 83-112. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=65226271002 Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria. (12 de marzo de 2020). Estadísticas de universidades. https://www.sunedu.gob.pe/ sibe/?fbclid=IwAR33e9qvLeb3p_KemrZb8TdVxRXV4Om9YzoirxiwpxFJ6ttzE_ IVTaObbZI Universidad Nacional José María Arguedas. (2020, 13 de mayo). ¿Qué está haciendo la Universidad Pública por la Educación Superior en tiempos de Coronavirus? Consultado el 18 de mayo de 2020. https://www.facebook.com/UniversidadNacional-Jos%C3%A9-Mar%C3%ADa-Arguedas-201246637024803/

CONVIVENCIA DE LAS IDEAS UN RETO FRENTE A LOS EFECTOS DEL FILTRO BURBUJA EVIDENCIADOS POR LA PANDEMIA DEL COVID-19 Tomás López Ramirez México Introducción La base de la convivencia es la comunicación. El proceso comunicativo se efectúa entre en un emisor y un receptor a través de un canal cuyo contenido es el mensaje. No puede existir convivencia si se desconoce el mensaje del receptor, ya que la convivencia se efectúa entre dos o más individuos con ideas afines o diferentes. Si hablamos entonces de convivencia de las ideas, la comunicación es el pilar de su desarrollo. Sin embargo, ¿qué sucede cuando la convivencia de las ideas pasa de ser una práctica cotidiana a un reto que las personas deben alcanzar? Alaine Touraine (2001) señala que el gran reto de la humanidad del siglo XXI es lograr la convivencia en el marco de las diferencias. El presente ensayo es un análisis en el cual se expone que el orden informacional en el mundo moderno es el primer obstáculo para alcanzar la convivencia de las ideas, ya que sin este tipo de coexistencia es imposible alcanzar cualquier otra forma de convivencia. Este orden informacional del que hablamos, está siendo influenciado por el efecto del filtro burbuja, lo que está dejando como consecuencia que las nuevas generaciones se conviertan en seres agrupados en redes con características afines a

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La tesis principal de este trabajo es que el COVID-19 ha generado un fenómeno en el que los seres en red han tenido que encontrarse con ideas diferentes a las suyas, en donde la intolerancia ha sido el primer obstáculo para entender el pensar y el actuar del otro. Sin embargo, para explicar dicha situación, el ensayo se desarrolla en cuatro partes: primero, se explica la forma en que un mundo moderno se enfrenta a una crisis generada por un virus; este mundo moderno nos permitirá justificar la construcción de los seres en red, conectados pero relacionados con usuarios afines, una de las principales causas del filtro burbuja; en este apartado explicaremos el proceso y las posibles consecuencias que este fenómeno ha generado; finalmente, basados en un análisis general de las ideas que se han expuesto en la esfera pública sobre el COVID-19, evidenciaremos la intolerancia que existe hacia los pensamientos del otro como una oportunidad para reflexionar acerca del uso deliberado que hacemos de las tecnologías digitales de la información.

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El Peruano. (27 de enero de 2020). Presupuesto 2019 para educación se incrementó en 11%. El peruano. https://elperuano.pe/noticia-presupuesto-2019-para-educacionse-incremento-1175127.aspx?fbclid=IwAR0jmjywonSeQCXyi_iMcmOVHWc2LH_ adLqcgtWO3pMJBEG1vffYlfmpiD4

partir del uso generalizado de algunas tecnologías digitales para la información y que, cuando se enfrenten con otros puntos de vista diferentes a los suyos el proceso de convivencia se vea obstaculizado por la intolerancia al otro.

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Referencias

Tiempos de crisis en un mundo moderno La humanidad ha vivido diferentes tipos de crisis durante su existencia; muchas causadas por cuestiones de salud, otras por desastres naturales y algunas por conflictos sociopolíticos. Todas las crisis nos han situado en abyectas condiciones y, hemos tenido que enfrentarlas según el contexto en el que nos encontramos cuando surgen. Entonces, ¿qué hace diferente a esta crisis generada por el COVID-19? Lo mismo que generó los contagios entre diferentes países: estamos conectados. De acuerdo con la OMS (2020) el 31 de diciembre de 2019 la Comisión Municipal de Salud de Wuhan (provincia de Hubei, China) notificó un número de casos de neumonía en la ciudad. Después de una semana, se determinó que estaban causados por un nuevo tipo de coronavirus . Este tipo de coronavirus, informó la OMS, se denominaría COVID-19. El nombre respondería a las palabras “corona”, “virus” y “disease” (enfermedad en inglés), mientras que 19, representaría el año en que apareció. La enfermedad afecta directamente el sistema respiratorio provocando, en ciertos casos, la muerte. El virus comenzó a esparcirse en el territorio Asiático y para el 21 de enero de 2020 “Estados Unidos tenía ya, su primer caso; el cual fue confirmado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU” (CNN, 2020). Hasta el día de hoy, USA se ha posicionado como la nación con más infectados a nivel mundial, superando a China, Italia y España; originando cientos de muertes, desempleos y desplomes económicos. El COVID-19 avanzó velozmente. Según BBC (2020) el 26 de febrero, Brasil confirmó su primer caso de esta enfermedad; llegando así, a tierras latinoamericanas. En esta parte del mundo la recepción de este padecimiento ha sido muy elocuente debido al desarrollo de las instituciones y la distribución de la riqueza en territorios latinos. En cuanto a México, “el primer caso de COVID-19 apareció el 28 de febrero en la capital del país, según informó

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Ahora bien, ¿por qué se habla de una crisis? De acuerdo con Bauman y Bordoni (2016) la crisis representa un estado fuera de la normalidad; un momento en el que un proceso es interrumpido por causas graves. Este término ha sido asociado estrechamente con la economía. No obstante, es utilizado en muchos contextos, ya que al final, el concepto de crisis evoca la imagen de un momento de transición desde una condición previa a otra nueva. En este sentido, podemos afirmar que el COVID-19 ha interrumpido miles de procesos alrededor del mundo, tales como: suspensión de la producción global, interrupción de las clases presenciales, nuevos modelos laborales, cuarentenas masivas, efectos en el precio del petróleo y alteración en el orden informacional. ¿Cuánto durará esto? Podría durar más de un año, y cuanto más dure, mayor será la devaluación, incluida la fuerza de trabajo. Los niveles de desempleo se elevarán y, si no existe la intervención eficaz del Estado, alcanzarán niveles comparables a los de los años 30. Son múltiples las ramificaciones inmediatas de la economía, así como de la vida social, y es de la vida social sobre la que en este ensayo se intenta reflexionar. Cabe mencionar que, como apuntamos en el inicio de este apartado, el mundo ha atravesado por muchas otras crisis incluso peores que la que, hasta el día de hoy, ha provocado este virus; empero, la modernidad de un mundo global hace que esta crisis tenga características muy particulares propiciadas por el desarrollo de la tecnología. La forma en que estamos conectados a través de las redes sociales y las redes sociales virtuales ofrecen un panorama de la forma en que vivimos en el siglo XXI, el cual está caracterizada por la modernidad. Cuando hablamos de modernidad, nos referimos al mundo actual y a su ascenso histórico. Sin embargo, existen diferentes definiciones sobre el concepto de modernidad. Ibañez (1984) sostiene que el mundo moderno se basa en la fe que se tiene en el progreso y el crecimiento indefinido de la sociedad; así como la aspiración de conservar este proceso de manera íntegra. Esto es, siempre mirando hacia el futuro. Los Estados se configuran como naciones soberanas que multiplican la vida social, es decir, configuran diferentes sociedades en el mundo. Así se combina también la cohesión política, económica y militar de los Estados nacionales para transmitir y expandir hasta la actualidad las formas de vida occidentales por todo el mundo. (Daza, 2010, pág. 65). Con lo anterior, se concluye el siguiente pensamiento: progreso tecnológico + conexión = globalización. Vivimos en una sociedad globalizada, en donde las relaciones entre países van más allá de lo económico; atraviesa todas las dimensiones de la vida humana. Compartimos todo a través de redes. Es cierto que, desde inicios de la humanidad, la individualidad del ser ha sido una realidad, pero también lo ha sido, el querer socializar lo que somos, primero con el uso del lenguaje y ahora, a través de la tecnología. Esto ha provocado que el ser humano

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¿Cómo vive entonces este mundo moderno, planteado en líneas anteriores, la crisis provocada por el COVID-19? En este contexto de hiperconectividad, en el que es posible saber en tiempo real que ocurre en todo el mundo, da un cariz particular al virus: de cercanía y de efecto directo. Otro aspecto importante, es el miedo que produce; la sociedad moderna tiene muy pocas barreras para acceder a la información, lo que genera un exceso de datos, mismos que están guiados por un patrón (algoritmo) y muchos de éstos, carecen de veracidad. Y, por último, la caída de las bolsas de valores en diferentes jornadas y el dólar disparado, algo que se veía venir, pero al que el COVID-19 dio un empujón. En esta tesitura es posible pensar que las relaciones entre países provocan un efecto holístico del nuevo tipo de coronavirus, sabemos lo que pasa en todo el mundo; no obstante, lo que sabemos es solo una clasificación de la realidad. Estamos conectados, pero tal vez solo estamos conectados con ideas afines a lo que sabemos y a lo que quizás, queremos saber. Somos seres en red, pero existen infinidades de redes. Seres en red El desarrollo tecnológico nos ha permitido estar en contacto con gente de todo el mundo, creando así, diferentes redes sociales, hoy en día se suman a este fenómeno las redes sociales digitales (o virtuales). Y es que, desde inicios de la humanidad, “los individuos existen siempre juntos, en relación interactiva. En términos de Gregory Bateson: somos seres en-reddándonos” (Massoni, 2009, pág. 19). El COVID-19 ha demostrado que las herramientas para investigar en comunicación desde una mirada individualista han quedado obsoletas. Nuestro objetivo debe ser ahora el movimiento generativo de los actores implicados en el proceso comunicativo. El hecho de ser seres en red implica abordar lo comunicacional como un fenómeno situacional complejo y fluido; un estudio de relaciones emergentes, de lo que emerge y hace surgir nuevas realidades compartidas. No obstante, ¿con quién compartimos dichas realidades? ¿y hasta qué punto toleramos la realidad del otro? Es lo que poco a poco iremos desdeñando en este escrito. ¿Quiénes somos en la era digital? cuestiona Capurro (2017). Todas las facetas, apunta el autor, por las que nos definimos de una forma u otra en la era digital están sujetas a transformaciones sociales relacionadas con otras tecnologías. Entonces ¿quiénes somos en la era digital durante la pandemia generada por el COVID-19? Nuestra teoría es que, somos seres en red. Las redes se establecen con una base común entre los integrantes. En esta ocasión, el virus es la base de una nueva red, que a su vez tiene subredes. Los integrantes de estas subredes asumen un papel activo de salud pública durante la pandemia y, en paralelo, utilizan pancartas, ventanas emergentes y otras herramientas para enviar mensajes directamente a los usuarios sobre el lavado de manos y el distanciamiento físico, por ejemplo. Este enfoque aumenta la probabilidad de que millones de personas vean miles de mensajes sobre el COVID-19 cada vez que acceden

a la plataforma digital. Y es este mismo enfoque, el que establece diferentes tipos de subredes. Es decir, se agrupan por medio de un patrón para que los mensajes sean comunes: el efecto filtro burbuja, demostrando que “la era digital nos enfrenta con el desafío de pensar en un juego de libertades en el medio digital, buscando reglas y valores comunes, así como instituciones y procedimientos que las sustenten” (Capurro, 2014, pág. 10). Para comprobar la conexión que tenemos a través de las redes sociales digitales durante esta contingencia de salud, podemos recurrir a un reciente informe de Comscore , el cual a partir de datos de Shareablee , revela que en Argentina, Brasil, Chile y Paraguay son los países de la región que han experimentado el mayor crecimiento en el número de publicaciones e interacciones en Facebook en la comparativa marzo 2019-2020 debido a la palabra “coronavirus”. México se posiciona en el octavo lugar, con 13 mil publicaciones más en el mes de marzo, lo que representa un crecimiento del 0.43 por ciento en el comparativo año con año. Esto nos permite ver que el distanciamiento social no es tan social como se ha tratado de conceptualizar, sino más bien, es un distanciamiento físico, ya que tan solo con los datos expuestos en líneas anteriores podemos encontrar que la palabra “coronavirus” ha hilado a millones de usuarios constituyendo una gran red, convirtiéndonos en seres en red, pero, ¿a qué red pertenecemos? Ibarra (2016) afirma que los vínculos interpersonales constituyen la esencia del aprendizaje social sobre las reglas de conducta en limitaciones y posibilidad. La relación entre A y B, dentro de un grupo C, con ciertas características definidas, implica un conjunto de relaciones endógenas que se amplían a los miembros con otros conjuntos diferenciados, D, E, F, etc., donde los mediadores egocentrados, juegan el papel de nodos de relaciones. Este actor ego-referenciado vincula y relaciona a los individuos de su red –familiar, étnica o profesional, etc.– con los conjuntos articulados de otro grupo donde, por ejemplo, se hacen negocios o se cruzan relaciones afectivas o información mutuamente útil”. (Ibarra, 2016, pág. 12) Lo anterior, es una explicación detallada de cómo se forman las redes. La relación entre A y B es una alusión a la relación entre dos individuos dentro de un determinado grupo, dicho grupo está constituido por actores con características en común. Estos grupos producen relaciones establecidas dentro de un mismo modelo, donde los “mediadores egocentrados” unen a estos grupos, dando origen a infinidad de redes condicionadas por patrones comunes. El COVID-19 ha permeado en este proceso, generando que cientos de redes entren en conexión con otras, provocando que los individuos se encuentren con ideas distintas a las suyas en donde impera la intransigencia, afectando el proceso de convivencia. Esta es una oportunidad para reflexionar acerca del futuro que queremos, ya que, hasta ahora, el virus ha evidenciado que las personas ya no se ven como seres autónomos que guían su vida en consonancia con sus deseos, y en cambio se acostumbran a verse como una colección de mecanismos bioquímicos que está constantemente supervisada y guiada por una red de algoritmos electrónicos (Harari, 2016, pág. 36).

Entonces, ¿cuál es la consecuencia de lo expuesto anteriormente? Primero, mayor exposición de las ideas en una esfera pública propiciada por la plataforma digital. Posteriormente, la construcción de redes sociales a través de la virtualidad, cuya base es el efecto de filtro burbuja. Y finalmente, la creación de un entorno en donde las tecnologías digitales operan con base en la “retroalimentación positiva”, impidiendo que los individuos entren en contacto con otros puntos de vista distintos a los que no son parte de su red, y que, cuando llegue ese momento de interacción no exista una aceptación de la otredad, negando así, el proceso de convivencia de las ideas. Hoy, ha llegado ese momento, diferentes posturas con respecto al COVID-19 y el actuar de las instituciones y de la sociedad emergen del aislamiento y se han integrado a la esfera pública; sin embargo, esta situación está siendo caracterizada por una intolerancia a las ideas y acciones del otro. ¿A que estábamos acostumbrados? El efecto filtro burbuja Desde la publicación del libro de Eli Pariser sobre el tema acerca de qué es lo que vemos en la red, se ha hecho hasta cierto punto habitual, al menos en ámbitos especializados, hablar del efecto de filtro burbuja.

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de hoy no sea un ser único, como lo pretendía quizás la Era Moderna. Pluralidad y diversidad es lo que caracteriza nuestro tiempo.

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Lopez Gatell ” (Miranda & Morales, 2020). A partir de entonces la Secretaría de Salud asignó diferentes fases para la pandemia, todas inevitables, ya que hablamos de un proceso cuyo objetivo es sistematizar el desarrollo de la contingencia.

Cuando buscamos un término en Google, la mayoría de nosotros asume que todos vemos los mismos resultados: aquellos que PageRank, el famoso algoritmo de la empresa, sugiere que son los de mayor relevancia a partir de los enlaces de otras páginas. Pero desde diciembre de 2009 ya no es así. Ahora obtienes el resultado que el algoritmo de Google sugiere que es mejor para ti en particular; y puede que otra persona vea algo totalmente diferente. Pariser (2011) explica que, la nueva generación de algoritmos en internet, observa las cosas que parecen gustarnos e intenta explorar opciones similares a partir de estos patrones, convirtiéndose así en máquinas de predicción cuyo objetivo es crear y perfeccionar constantemente una teoría acerca de quién eres, lo que harás y lo que desearás a continuación. Pariser ha denominado a este fenómeno “Filter bubble” que en español es “Burbuja de filtro” o “Filtro burbuja”, el cual altera nuestra manera de encontrar ideas e información. Vemos como consecuencia de lo anterior: la atomización informativa. Es importante esclarecer que no se habla de una atomización desde la individualidad, sino desde las múltiples redes que existen, es decir, cada red representa cierto grado de atomización informativa. En el apartado anterior se hablaba precisamente de que somos seres en red; sin embargo, apuntábamos también la interrogante acerca de a qué red pertenecíamos. Cabe mencionar que Lobo (2017) argumenta que el filtro burbuja no necesariamente es un fenómeno negativo. Se trata más bien de un mecanismo social antiquísimo y muy útil. Y es que los filtros burbuja también pueden funcionar como espacio de protección. Pero uno puede caer fácilmente en la trampa de esos filtros porque los seres humanos tienden a sobreestimar su entorno más próximo (pág. 42).

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Arriaga (2018) ejemplifica el fenómeno en cuestión con las elecciones en México en el 2018. El autor explica que durante los comicios de ese año la mayoría de los usuarios adquirieron una narrativa antisistémica (anti – PRI), y que por lo tanto la información tomó un rumbo de diferenciación bastante dicotómico. Arriaga concluye que fue la operación filter bubble la que denotó que en el transcurso de la campaña electoral se hablara de un principio diferenciador en el que, por un lado, se encontraba la “mafia del poder” y por el otro “la esperanza y el cambio”. Frente a este fenómeno y muchos otros, el politólogo propone que el reto de la gobernabilidad del siglo XXI es la convivencia, ya que la burbuja de filtro ha distanciado las ideas distintas que el individuo tiene. En el presente ensayo se afirma que ese momento ha llegado, y que durante el COVID-19 el proceso de la convivencia de las ideas se ha visto afectado por una obcecación al pensamiento y actuar de los demás.

Los seres humanos somos complejos. Gell-Mann (2007) explica que los humanos son los organismos más complejos en la historia de la tierra, los flujos de los que dependemos no son solo energía y materia sino también información y organización. Por eso, a lo largo de la historia hemos tratado de significar todo lo que nos rodea, de buscar un referente para entender nuestro entorno. Esto se puede expresar como un proceso en el que las personas aprendemos a partir de la relación con nuestro entorno, lo cual quiere decir que cada persona tiene la capacidad de estructurar ese entendimiento a partir de su información, contexto y experiencia, lo que le permitirá seguir conociendo el mundo. Arriaga (2018) sostiene que, cuando el proceso de estas convicciones, perspectivas, creencias e ideologías se ve afectado por un efecto reduccionista y binario (atribuido, según el autor, al filter bubble) puede reducir nuestra capacidad de convivencia con los que piensan de una forma distinta; tal y como tratamos de demostrar a continuación.

Otro ejemplo de los efectos de la burbuja de filtros se encuentra en España. Brea Carrete (2019) realizó un estudio para explorar si en este país los usuarios de internet son afectados por el filter bubble. Para ello, comparó los resultados de información que reciben a través de Internet un grupo de ciudadanos seleccionados intencionadamente de Barcelona, Girona, Ponferrada y Valladolid. Sus datos, comparados a nivel geográfico e ideológico plantean reflexiones que llevan a pensar que en España los individuos conectados a la red también sufren los efectos de la burbuja de filtros y esta se refleja mayoritariamente entre los participantes de Ponferrada y Valladolid y los votantes de Ciudadanos y Partido Popular.

La información durante la pandemia generada por el COVID-19 ha sido sumamente fluida en un contexto en donde la expansión a nivel mundial del virus las personas pasan más tiempo frente a las pantallas en búsqueda de información y entretenimiento. Lo que ha provocado un mayor número de ideas con respecto al tema en el espacio público. En las últimas semanas, las redes sociales digitales han sido canales desde donde han coexistido los mensajes racionales y oficiales para combatir el problema sanitario con un torrente de bulos que solo pretenden desinformar a la población.

¿En qué nos estamos convirtiendo? ¿Qué nos está dejando el desarrollo tecnológico a nivel conductual? ¿Quiénes somos en la era digital? ¿A qué estamos acostumbrados? Las consecuencias del efecto de la burbuja de filtros no son parte de una conspiración contra el ser humano puesto que nosotros legitimamos dicho proceso y, como en todos los procesos, intervienen distintos factores y suelen existir excepciones. Tenemos a nuestra disposición demasiada información, lo que provoca entre otros efectos, que no hagamos caso a nada o que hagamos caso a falacias enormes dejando hechos relevantes fuera de nuestro análisis. El momento oportuno de la reflexión ha llegado. El COVID-19 ha sido un detonante mundial para repensar en el estilo de vida que llevamos. En cuanto a la información, la pandemia

Convivencia de las ideas en tiempos de pandemia

En el caso particular de México, los contenidos con respecto al COVID-19 han adquirido las siguientes características: La información que los mexicanos consumen a diario solo demuestra una cosa: la gente no consume medios, consume información. Y precisamente esta información es la que ocasiona diferentes formas de percibir la realidad frente al COVID-19. Hoy, la realidad virtual nos permite conocer muchas de esas perspectivas, las cuales, nos atrevemos a decir, entran en conflicto al encontrarse con distintos puntos de vista. Para esto, abordaremos cada eje de manera muy general pero lo suficientemente entendible. Esto nos ayudará a comprender el problema que ha generado el filtro burbuja al reducir nuestra capacidad de convivencia con los que piensan de una manera diferente.

Desde el primer caso de COVID-19 que se informó en México, los comentarios acerca de la veracidad del virus comenzaron a surgir y a propagarse; a tal grado que aquellos que creían (o creen) que el virus no es real comenzaron a tratar de “ciegos” o “poco analíticos” a los que asumen que dicho virus si existe, quienes han llamado “ignorantes” a los escépticos. Definitivamente el problema va más allá de dos tipos de ideas con respecto a la credibilidad del COVID-19, la gravedad del asunto es la intolerancia para tratar de aceptar que el otro piense diferente a mí. Cabe aclarar que no se trata de una apelación a los escépticos del COVID-19, sino a una aceptación de una forma distinta de pensamiento, en la que quizás se logre entender el origen de dicha idea y así poder, desde un principio basado en la convivencia, invitar a coexistir en un acuerdo donde imperen los hechos. Sin embargo, esto resulta sumamente difícil cuando el número de contagiados comienza a crecer junto con el número de muertes, e inician las especulaciones acerca de la veracidad sobre las estadísticas, donde nuevamente se entra en debate acerca de si son o no, las cifras reales, lo que ha provocado una confusión entre la población y un devenir de los comportamientos con respecto a las medidas sanitarias. En cuanto al origen del nuevo tipo de coronavirus, el efecto de filter bubble parece que se mantuvo para los usuarios afines a las teorías de conspiración, desencadenando la idea de que el virus fue creado en un laboratorio para iniciar una “guerra biológica” con objetivos económicos y políticos o bien, culpar a los habitantes de China por las condiciones en las que se preparan los alimentos en un mercado, cuya característica principal es ser el posible lugar de origen del COVID-19. La intolerancia para aceptar que esto pueda ser distinto ha provocado un impacto sociocultural en términos de actitudes y comportamientos, como juicios de valor negativo hacia la raza o color de piel de las personas, y en este caso comunidades chinas, coreanas y japonesas. Un escenario en el que el virus más mortal puede ser el virus del racismo y la sinofobia, alimentado por la ignorancia y la desinformación, por la intolerancia de aceptar que otras ideas puedan explicar los hechos. Las opiniones en la red sobre las formas de contagio han estado en constante cambio, y, por lo tanto, las perspectivas de los usuarios también. Sin embargo, el problema de convivencia más elocuente surge en el miedo que tienen muchas personas hacia el equipo que labora en salud, incluso se han visto agresiones por parte de la población al personal médico, lo que sin duda ha desatado una ola de opiniones en la plataforma digital en la cual ha quedado demostrado que la intolerancia hacia las ideas y el actuar del otro cada vez se agudiza más. Es importante aclarar que en ningún momento la agresión a los integrantes de salubridad es justificada, lo que entra en debate es el desacuerdo que genera en la esfera pública, un desacuerdo caracterizado por la desinformación y las famosas “fake news”: entre los que crucifican tal acto y los escépticos que prefieren hechos a solo declaraciones. ¿Quiénes pueden quedarse en casa durante la contingencia? ¿Quiénes no pueden hacerlo? Este es el tema que ha causado mayor controversia en la sociedad mexicana. Las posturas con respecto al “Quédate en casa” han adquirido un cariz que deja entrever una realidad devastadora, en el que se vislumbra un escenario atroz, porque la pandemia no respeta hemisferios, países desarrollados, fronteras, ni el libre mercado. Más bien nos ha colocado en una

situación sumamente vulnerable: por un lado, están las ideas sobre los que pueden quedarse en casa, aquellas personas que perciben un salario seguro o aquellos que tuvieron la oportunidad de ahorrar fondos económicos. No obstante, sobre este gremio, existe un juicio acerca de la facilidad que les resulta el quedarse en casa debido al beneficio que han obtenido en la estructura de oportunidades; y, por otro lado, están aquellos que no pueden quedarse en casa porque no perciben un salario fijo y tienen que salir a comercializar sus productos o servicios siendo objeto de múltiples críticas por no acatar la medida sanitaria. Como podemos observar nuevamente: un problema de ideas distintas. ¿A qué estamos siendo acostumbrados a nivel informacional? Las consecuencias de esta dicotomía de pensamientos que ha producido la pandemia debería ser una oportunidad para ser capaces de procesar la diferencia y poder construir las condiciones de convivencia con los distintos a mí. Con respecto al desempleo y al cierre de empresas la intolerancia se agudiza aún más. Para finales de abril de 2020, diferentes medios de comunicación reportaron que el 13 % de las empresas mexicanas no indispensables aún continuaba laborando, lo que ha ocasionado una serie de comentarios negativos hacia a estas empresas. El 17 de marzo La Razón publicó una nota en la que narra la historia de una mujer que agredió a un trabajador, quien se encontraba protestando para que cerraran los negocios por el COVID-19; el ataque se volvió viral, y por supuesto las reacciones de los usuarios también. ¿A qué queremos llegar con esto? La reacción negativa de la mujer al trabajador es una prueba evidente de que estamos acostumbrados a tratar con ideas afines a nosotros, y ese no es el problema, lo importante de coincidir con ideas distintas es saber coexistir con ellas.

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ha demostrado que vivimos en un mundo moderno en el que todos estamos conectados a través de redes. Los números sobre las menciones acerca del nuevo tipo de coronavirus en la plataforma digital son muy altos. Las ideas han permeado en la esfera pública y todos tenemos derecho a opinar. Sin embargo, en este ensayo se afirma que existe intransigencia frente a las ideas del otro, provocada por los efectos del filtro burbuja a través de los últimos años, construyendo seres en red a partir de ideas comunes y conductas afines. El virus ha evidenciado múltiples escenarios sobre la clasificación de la realidad y la intolerancia a los intereses del otro se ha agudizado durante la pandemia. No se trata de uniformar la realidad, sino de coexistir a partir de la convivencia de las ideas.

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De hecho, existen autores que refutan la teoría de Filter bubble argumentando que el efecto de dicho fenómeno no aísla, sino todo lo contrario, conecta. Por lo queh es importante señalar que, en efecto, no se trata de un aislamiento sino más bien de una conexión. Empero, dicha conexión se da, en la mayoría de los casos, entre seres comunes, seres que forman redes a partir de ciertos filtros. Evidentemente existen múltiples excepciones, en las cuales, normalmente se presenta una intolerancia a la otredad, es decir, cuando descubro que alguien no piensa igual a mí, esa persona debe estar errada. Precisamente esas son las consecuencias que intentamos abordar en este escrito ya que, cuando existe un fenómeno mundial como el COVID-19, las ideas tienen exposición total y a su vez, el proceso de su convivencia se ve obstruida por la intolerancia para convivir con pensamientos que no son afines a los míos. ¿A qué estábamos acostumbrados?

Finalmente, se encuentran las posturas sobre las políticas emprendidas durante la contingencia para ayudar a los más vulnerables. ¿Una despensa? insuficiente, ¿no dar una despensa? inconcebible. ¿Suspensión de clases? Atraso académico para los estudiantes, ¿clases en línea? insuficientes. ¿Adelanto del pago mensual para los adultos mayores? oportunismo, ¿no adelantar el pago mensual para los adultos mayores y así evitar una mala percepción política? desinterés. Podríamos citar más ejemplos, pero los anteriores son suficientes para ilustrar nuevamente que existe una intransigencia frente a lo que es distinto, y con el tiempo, gracias a la burbuja de filtros, cada vez se torna más compleja. El problema de la intolerancia que se ha trazado en los párrafos anteriores ha existido desde tiempos atrás, sin embargo, con la aparición de la burbuja de filtros la gravedad del asunto se ha agudizado cada vez más. Como se pudo observar, un buen número de problemas de convivencia de las ideas durante la pandemia generada por el COVID-19, tienen que ver con la conservación del orden informacional, el cual hemos constituido con estímulos que reducen la complejidad y nos habían hecho sentir cómodos con algunas certidumbres pero que, durante la pandemia, dicha situación se ha visto alterada por paradigmas distintos a los que somos afines. La contingencia ha traído consecuencias muy severas, pero también ha evidenciado muchos escenarios, y el ámbito de la comunicación no es la excepción. La pandemia ha demostrado que no estamos listos para convivir con ideas distintas a las que poseemos; ha revelado

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Conclusiones

Agulló J. (2020). Entender el consumo de medios durante la pandemia del Coronavirus. Comscore. Arriaga, O. (2018). Convivencia: reto de la gobernabilidad del siglo XXI. Gobierno del Estado de Guerrero. México.

Explicar el fenómeno del COVID-19 desde el mundo moderno en el que vivimos nos permite entender que las circunstancias de la crisis que ha provocado, son muy particulares. La conexión que hemos establecido entre naciones de todo el mundo tiene un cariz de análisis en dos sentidos. Primero, la propagación del virus de una manera muy rápida; en dos meses había llegado a todo el mundo. Y segundo, la información en tiempo real que nos permite estar en sintonía con otros usuarios a través de la red. Esto ha evidenciado que estamos conectados y que somos seres en red dándonos (realimentación).

Bauman, Z., & Bordoni, C. (2016). Estado de crisis. Buenos Aires: Paidós.

Ahora bien, ¿quiénes somos durante la contingencia? Somos usuarios en red ávidos de información y de exponer nuestras ideas, lo cual ha generado un encuentro con otros puntos de vista que, han formado un ambiente de sistemas caóticos (por ser distintos, por obedecer a otras lógicas) provocando un problema de convivencia de las ideas. Pero ¿cuál es una de las principales causas de no poder coexistir en un mundo de ideas diferentes? El efecto del filtro burbuja.

Capurro, R. (2014). La libertad en la era digital. Informativo; 19(2), 5-23. Recuperado de https://bit.ly/3fA6How

No es una novedad que existan individuos con ideas diferentes ni que esto ocasione problemas de convivencia. Lo que es una realidad en el mundo moderno es que este problema se ha agudizado cada vez más gracias a los efectos de la burbuja de filtros, la cual ha construido seres con características comunes agrupados en diferentes redes, lo que ha ocasionado que, frente a un problema mundial como el COVID-19, en donde las ideas no pueden permanecer aisladas en redes específicas, se origine una intolerancia hacia lo que es distinto. ¿Podemos seguir coexistiendo juntos, iguales y diferentes? Morin (2001) advierte que la respuesta a esta pregunta acerca de la interculturalidad, la tolerancia, la solidaridad, la inclusión, etcétera, corre el riesgo de convertirse en un universalismo abstracto, por carecer de un principio que provoque la necesidad de conocer y comprender al otro. La pandemia es una oportunidad para reflexionar un reto que tenemos en el presente: la convivencia de las ideas; mirar las diferentes clasificaciones que tienen en común la realidad universal a partir de las distintas expresiones del ser humano y que puede ser la base para la gestión de soluciones a partir de un proceso comunicativo.

BBC. (2020, 27 de abril). Coronavirus en América Latina: 7 gráficos para entender el avance de la pandemia de covid-19 en la región. BBC News Mundo. Recuperado de: https:// bbc.in/3fujRUb Brea Carrete, F. (2019). Facebook y Google ante el independentismo catalán: ¿Qué dice la burbuja de filtros?

México. El Universal. Recuperado de: https://bit.ly/35BFZr1 Morin, E. (2001). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona, Gedisa. OMS. (2020). COVID – 19: cronología de la actuación de la OMS. Organización Mundial de la Salud. Recuperado de: https://bit.ly/3c5q5aB Pariser, E. (2011). The filter bubble: How the new personalized web is changing what we read and how we think. Penguin. Touraine, A. (2001). ¿Podremos vivir juntos? México, F.C.E.

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Referencias

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que hemos estado construyendo una personalidad cuya tolerancia se encuentra limitada con pensamientos dentro de una misma red basada en una retroalimentación positiva. Esto, permite una reflexión sobre el rumbo que queremos tomar, ya que es problema del sujeto el incrementar la complejidad de su operación informacional (ideas – acciones) para permitirse conocer su entorno y la otredad que este representa.

Capurro, R. (2017). ¿Quiénes somos en la era digital? Bibliotecas. Anales de Investigación; 13(2), 113-115. CNN. (2020, 21 de enero). Los CDC confirman el primer caso de coronavirus de Wuhan en EE.UU. CNN. Recuperado de: https://cnn.it/2W5iseQ Daza, H. (2010). La sociedad moderna. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, 16 (2). Recuperado de: https://bit.ly/2WzQbMs Gell-Mann, M. (2007). El Quark y el Jaguar. Aventuras en lo simple y lo complejo. Barcelona: Tusquets. Harari, Y. N. (2016). Homo Deus: breve historia del mañana. Debate. Ibáñez, R. (1984). La Perspectiva Sociológica. Historia, Teoría y Método. Madrid, Taurus. Ibarra, A., & Jumar, F. (2016). Introducción. Imperio poroso y redes sociales: del espacio local al mundo global (Dossier). Illes i imperis, (18), 9-17. Lobo, S. (2017). Cómo influyen las redes sociales en las elecciones. Nueva sociedad, (269). Recuperado de: https://bit.ly/3dw43hC Massoni, S. (2009). Comunicación estratégica: somos seres en-red-dándonos. FISECEstrategias, 5(12), 3-24. Miran P., & Morales A. (2020, 28 de febrero). Se confirma el primer caso de coronavirus en

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La emisión y recepción instantáneas y casi simultáneas de la información más que ser en tiempo real, ya suceden en una especie de tiempo presente perpetuo, con un régimen de temporalidad que no es lineal ni secuencial, sino más bien esférico, donde se pierde la importancia habitual de la sucesividad de los hechos. (Mori M., 2004, p.10)

Ya que la percepción de inmediatez en el contexto del mundo virtual nos da la ilusión de que todo proceso comunicativo debe ser mensaje - respuesta inmediata, del mismo modo se espera que el ser humano trabaje de la misma forma, pero no es así.

Conclusiones

Bolvia Introducción En plena pandemia nos topamos como sociedad con el teletrabajo y el estudio por internet. Ambas actividades han sido objeto de diversos artículos donde un elemento común que se ha notado: las grandes cantidades de trabajo que se esperan de las personas. Pero ello deriva a la pregunta clave de este ensayo ¿hemos considerado alguna vez el tiempo que le emplea a una persona el realizar las actividades detrás de una pantalla? El modelo del feedback elaborado por Wiener (1961) inició con la percepción de la inmediatez en la comunicación a través de aparatos comunicativos, pero con la situación única que se está viviendo justo ahora se puede comenzar a refutar este aspecto asociado a la comunicación mediante internet y telecomunicaciones. Desarrollo Como afirma Giner, en un artículo publicado en la web en 2018, “Internet y Redes Sociales son los nuevos canales de la comunicación. La manera de consumir información está cambiando. El consumidor cada vez es más exigente y quiere la información ya, el consumidor busca inmediatez”. Con la llegada al mundo del modelo del feedback comunicacional usualmente la comunicación es vista como un proceso inmediato, rápido y que debe de ser de respuestas constantes entre los interlocutores, pero la transformación de la percepción comunicativa no acaba ahí. Como expone Miriam Mori citando a Banet, la percepción del tiempo ha cambiado con la intromisión de la informática en la vida cotidiana: Si bien desde el inicio de la escritura ‘los registros escritos permiten una reapropiación del pasado. Fomentaron la emergencia de un sentido lineal del tiempo y el surgimiento de formas basadas en la cronología, como la historia y la narrativa’(Banet,1998), la inestabilidad temporal del sentido ha contribuido de manera decisiva para encontrar formas de comunicación del sentido propias y características. (Mori M., 2004, p. 09)

Los últimos datos tras más de seis semanas de confinamiento corroboran, que la jornada laboral de los españoles que trabajan desde casa ha aumentado en dos horas. [...] Se ha pasado así de una dedicación de ocho horas a las diez horas diarias, según se ha recogido en Forbes y en Bloomberg. (Sen C., 2020) En el caso de la educación, los ministerios de educación de Bolivia (Noticias Bolivisión, 2020, 1m 47 s) y Ecuador pidieron públicamente a los maestros que ya no saturaran de tareas a los estudiantes (Heredia V., 2020). Argumentación La comunicación entendida a través de los medios de comunicación digitales tales como los celulares, internet, laptops y otros es comprendida desde el lugar de la inmediatez. Herramientas como WhatsApp permiten una comunicación inmediata entre dos o más personas y facilitan la forma de expresarse, debido a que permiten enviar mensajes de texto, notas de audio, fotografías e incluso emoticones. El acelerado ritmo de la cotidianidad en el siglo XXI exige inmediatez en los mensajes; esto altera las formas de la comunicación. (Botero M., Betancur, D., Nieto R., 2017) Como menciona el modelo del feedback comunicacional o el tiempo esférico de Mori M., el ser humano percibe su tiempo en línea no como un proceso lineal que debería tener un inicio y un final sino como un constante intercambio entre dos o más usuarios. Pero este no se ha quedado dentro de la interacción por mensajería. Pues ha avanzado a grandes pasos a la percepción de cuánto trabajo puede realizar una persona detrás de un computador y en cuanto tiempo este debería ser entregado. Se ha llegado a un nivel dentro de la cuarentena donde las jornadas laborales se han extendido a una cantidad de horas que no se veía en años y con padres y estudiantes sobrepasados ante la cantidad de tareas asignadas mediante clases virtuales. La percepción del tiempo esférico, sin fin ni inicio, deja que fácilmente cualquier persona se deje llevar por la ideación de un ser

El ser humano tiene necesidades y tareas dentro de cada hogar. Ello es fácilmente comprobable dentro de la pirámide de necesidades de Maslow (1954) donde el ser humano cumple con una serie de necesidades que va satisfaciendo hasta llegar a la autorrealización, pero si se ve en una espiral dentro del mundo virtual, donde la percepción del tiempo está alterada y esto se entromete dentro de sus actividades de la vida diaria, este ser humano no podrá llegar a un estado de bienestar. Un claro ejemplo de esto está dentro del trabajo de las madres en el hogar que se ha visto incrementado durante la pandemia. Históricamente ha existido desigualdad entre hombres y mujeres en el cuidado y las labores domésticas. Es conocido que en la mayoría de los hogares estas tareas recaen sobre las mujeres, incluso a pesar de que ellas tengan trabajos remunerados a los que responder en su día a día. En el contexto de la pandemia por COVID-19, la situación se ha acrecentado, puesto que ahora muchas mujeres a lo largo del país están realizando sus trabajos remunerados desde casa, lo que las obliga a ejercer, al mismo tiempo y en el mismo lugar, sus labores de maternidad, trabajo doméstico y trabajo remunerado. (Bustos A, 2020)

El cambio que debería darse en la comunicación es el concebir un modelo comunicativo enfocado en el ser humano y la comunicación mediante el internet, considerando el tiempo y al ser humano. Ya no un tiempo circular de intercambios ininterrumpidos que lleve al sujeto a pasar largas jornadas de teletrabajo o que se llegue a considerar a un hombre maquina encerrado en un tiempo esférico. La comunicación como campo teórico puede agregar el tiempo como una variable comunicacional relevante. Los procesos comunicacionales en redes van a tener un gran cambio post cuarentena. Todo el mundo probablemente se vea lleno de cambios y el comenzar a considerar un modelo comunicacional que ponga el foco protagónico en el ser humano, considerándolo un usuario de la tecnología sin verse desprovisto de las características, rol en la familia y sociedad que tiene fuera del mundo virtual, puede ayudarnos a tener una perspectiva nueva de estudio que podría abrir nuevas vertientes de investigación desde un ángulo más humano y ético.

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si cuenta con una conexión a internet. Por ello los consejos sobre organización no bastan, ya que no solo es un problema de ordenamiento.

Por otro lado, en la cuarentena se ha podido evidenciar que las personas que llevan a cabo el encierro y trabajan o estudian desde sus hogares experimentan el incremento de tareas y trabajo. Como informó el World Economic Forum este año:

Sofia Alejandra Miranda Batuani

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humano que debe de estar frente a un computador por una cantidad de tiempo ilimitado hasta que cumpla con un trabajo o hasta que ya no pueda pagar por su tiempo en línea.

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PERCEPCIÓN DE LA NOCIÓN TIEMPO EN RED Y EL TIEMPO REAL

Para ejemplificar la afirmación previa Mori expone también la percepción del tiempo que habría generado el uso de chats instantáneos, dando así:

En este contexto, que impactará nuestras vidas para siempre, es acertado que se comience a reformular los procesos comunicativos pero enfocados en el ser humano, separado de la máquina. Si bien se puede tener una perspectiva del ser humano como un ser al cual la tecnología está para servirle, no lo concebimos sin la tecnología justo a su lado. Y el poder comprender que el ser humano no es inmediato como la tecnología que ha creado es una de las propuestas claves de este trabajo. El ser humano es un ser que requiere de un tiempo para poder llevar a cabo sus actividades. Al hablar de un proceso comunicativo, por ejemplo, este recibe, percibe, procesa, contempla sus opciones para responder ,analiza, elabora el mensaje y responde. Para cada pequeño paso necesita un tiempo (si nos saltáramos uno de esos procesos la comunicación se vería rota) pero la inmediatez, que viene de la mano con la tecnología, ha hecho que se perciba la idea de que el sujeto realiza trabajos a la velocidad de un mensaje instantáneo. Con el boom de la cuarentena, se desarrollaron bastantes webinars y artículos que nos dicen que solo basta que una persona sepa ordenar sus horarios; que sin duda es un buen consejo, pero ello no basta. “Todo el mundo está enfrentando esto. Todos debemos adaptarnos, aprender lo mejor que se pueda.” (La Guardiana, 2020). La imposibilidad de pensar en un bienestar está ligado a la percepción del ser como un ser que puede realizar tareas inmediatas

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Bustos A., (2 de mayo de 2020). Maternidad, trabajo doméstico y teletrabajo: La triple jornada laboral de miles de mujeres en la pandemia. Diario U Chile. Recuperado el 26 de mayo de 2020 de https://radio.uchile.cl/2020/05/02/maternidad-trabajo-domestico-yteletrabajo-la-triple-jornada-laboral-de-miles-de-mujeres-en-la-pandemia/?fbclid =IwAR3dL5B0TjL5VHIB1_DyqqvlVUaxjBPakP1s2abTub0wN7racdwaYY25WIs Giner J. (22 de noviembre de 2018). Internet y redes sociales: los nuevos canales de la comunicación. Escuela de negocios y dirección Business Review. https:// br.escueladenegociosydireccion.com/actualidad-enyd/internet-y-redes-socialeslos-nuevos-canales-la-comunicacion/ Heredia V., (28 de marzo de 2020) Ministra de Educación pide que no se sature de tareas a los estudiantes durante la emergencia sanitaria. El Comercio. Recuperado el 26 de mayo de 2020 de https://www.elcomercio.com/actualidad/coronavirus-millonvisitas-registra-plataforma.html La Guardiana. (5 de mayo de 2020). Planificación y disciplina, claves en el teletrabajo y telestudio. La Guardiana y Revista Emprendedores. Recuperado el 26 de mayo de 2020 de https://guardiana.com.bo/preparate/planificacion-y-disciplina-claves-enel-teletrabajo-y-teleestudio/?fbclid=IwAR2ZARPRH-sMCCv4wiIJC3Pjj4nhqgvkf5L VqkBxS17NWxSi00seP8ycE4M Maslow A. (1954) Motivation and personality. Harper & Row, Publishers, Inc. Mori M., (2004). Percepciones del Tiempo - inmediatez, simultaneidad, velocidad y aceleración. VI Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Noticias Bolivisión (27 de marzo de 2020). Prohíben la sobrecarga de tareas [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=o3qqo5a_p6o Sen C., (1 de mayo de 2020). El teletrabajo aumenta dos horas la jornada y avanza su inicio. World Economic Forum. Recuperado el 26 de mayo de 2020 de https:// es.weforum.org/agenda/2020/05/el-teletrabajo-aumenta-dos-horas-la-jornaday-avanza-su-inicio-1e7cdc6219/?fbclid=IwAR0TgcFl_IhijZXoV10OEGxoRyxItpZ4wc0I88Tp1X0fPmEagzeuPxfQzg Wiener N. (1961) Cybernetics or the Control and Communication in the Animal and the Machine (2a ed.) MIT press.

A GENTE POSADA. VIDA COTIDIANA EN CUARENTENA

Ante el ámbito prístino de la producción social una pandemia sí que tiene novedad. Me refiero a la vida cotidiana sobre la cual, en casi la totalidad del globo, nunca se había prolongado durante dos o tres meses una medida de privación de la libertad o un encierro sanitario. La cuarentena ha visibilizado radicalmente, en todo caso, la continua anormalidad institucional, y las rutinas sufren un sinceramiento del que no hay marcha atrás.

Renzo Caycay Carpio Perú

Boaventura De Sousa Santos (2020), entiende la situación como la normalidad de la excepción, donde la cuarentena es sobre todo la cotidianeidad de un largo número de personas de variados estratos y grupos sociales en el mundo quienes, con o sin un virus pandémico son permanentemente privadas de libertades. Sin embargo, se confunde una exclusión, marginalización y/o discriminación en muchos casos inmaterial o simbólica –en otros, directamente física– con un edicto internacional y coercitivo a cargo de aparatos estatales. El aislamiento estirado indefinidamente es por lo menos sorpresivo.

Vida cotidiana, sentido común, espacio social, drama, encuentros.

Nuevo sentido común

La presente crisis sanitaria mundial parece no ser del todo excepcional o impredecible. Se ha expuesto, por ejemplo, que la crisis económica y financiera no es algo privativo de estas épocas pandémicas, que la concepción cortoplacista del capitalismo tiene una importante responsabilidad en la falta de respuesta ante la demanda de personal médico e infraestructura hospitalaria, que las debilidades geopolíticas y la guerra comercial ha obstaculizado la eficacia de una lucha articulada contra el virus, que el mundo ha sufrido una cantidad considerable de pandemias y más de epidemias comparables a la presente , todo lo anterior señalando al coronavirus como una suerte de excepción dentro de la excepción. Lejos de ser una advertencia de la biología contra el ímpetu necropolítico de lo moderno donde “hoy la madre naturaleza se ha rebelado; ha jaqueado a su hija, la humanidad” (Dussel, 2020, pág. 88), hay de dónde pensar que el coronavirus y la devastación que lo acompaña es producción genuina del ser humano a modo de una gran –macro- función latente en términos de Robert K. Merton.

En el Perú, ha pasado 68 días de aislamiento social obligatorio y a la declaración del primer Estado de emergencia (90 días) le queda menos de un mes cuando termina la primera fase de flexibilización del encierro y reanudación de actividades. En el examen de cuánto nos tomaría adecuarnos a un nuevo tipo de rutina, como el caso de un horario distinto para las asignaturas de la universidad, un salón de clases y compañeros nuevos en el colegio o un mejor puesto de trabajo, dos meses y quizás uno es una respuesta que supera lo suficiente.

Sin embargo, un hecho no se debe inferir como inclusivo del otro al día de hoy, ni tampoco como completamente excluyentes en el transcurso histórico de la humanidad. Por un lado, el carácter consecutivo de estados de crisis en los últimos años en los que una pandemia sería simplemente una más de distinta índole o bien un asentamiento y consolidación agrupadora de las anteriores, por otro, la causalidad social de la misma; ambas constataciones se implican sin llegar a rozarse, pero suponer o exigir una conciencia plena o advertencia social de las consecuencias de la crisis no es oportuno. La pandemia no es una normalidad como tal, sino que habilita la cocción de una nueva.

De buena o mala gana nos hemos acostumbrado a la cuarentena. Un nuevo arreglo de actividades, hábitos y horarios en nuestra vida cotidiana producen una nueva concepción de tiempo y espacio. Hemos consolidado ya una rutina específica de emergencia, la cual se viene objetivando a una nueva duración y disposición espacial. Venimos construyendo con estas nuevas prácticas, decisiones, sentimientos, motivaciones y esquemas de obrar, una refrescada confianza y seguridad; pero no es tan simple como se narra. Hubo un quiebre entre las formas de vida anteriores y sus actividades institucionales –con efectos como el aumento de la violencia y de los problemas de salud mental en los individuos –. Los sectores productivos se detuvieron, lo que conllevó grandes afecciones a la economía familiar y nacional, del mismo modo las dinámicas políticas se vieron amenazadas de replegarse al absorbente asunto de salud pública. Esta perturbación sistémica precede a un reorden estructural y social, en tanto la vida cotidiana es el lugar de mutua constitución y habilitación de las formas macrosociales. Esto lo entendió Max Weber al revisar la historia de la concreción del desarrollo capitalista en Alemania a mediados del siglo XVIII .

Las élites gobernantes se han responsabilizado instrumentalmente del problema sanitario, lo que no significa una elección predictiva de lo que sucedería. Esto se acerca a lo que Anthony Giddens describe como la asociación circular de consecuencias no elegidas -funciones la-

Estamos produciendo nuestro tiempo histórico, lo que conlleva asimismo un imaginario de orden restituido y una práctica moral disciplinada en función a ella, de cuya representación me ocuparé más adelante. Lalive D’epinay (2008) defiende a lo cotidiano como el lugar donde

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Botero M., Betancur, D., Nieto R. (10 de junio de 2017). Internet y su inmediatez: ¿agentes de los cambios en la comunicación escrita de la lengua española? Medium. https:// medium.com/@rafa.nieto/internet-inmediatez-cdcd2ca112e4

tentes - y condiciones imprevistas, muestra del lado irreflexivo de nuestras acciones sociales motivadas, en cierto porcentaje, por deseos y figuras del inconsciente.

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Referencias

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El sentido común tiene para los peruanos hoy un nuevo cariz. La sociología le reconoce un permanente contenido colectivo y un carácter cognoscitivo, además de una función de orden en arreglo a la interacción. Zygmunt Bauman –citado en Plaza (2015, pág. 21) – se refiere al sentido común como el conocimiento rico pero desorganizado del que nos valemos para la diaria tarea de vivir. Más adelante Plaza (2015, pág. 22), señala la socialización como el origen de este conocimiento cotidiano, expresado en reglas de alta utilidad y considerable sanción, así como símbolos y recursos para reproducirlos empíricamente. Las reglas y los recursos, una al lado de la otra, se alinean en el método de comunicación e interacción . Desde la fenomenología, Alfred Schutz (1974) ha descrito el sentido común del mundo de la vida (lebenswelt) como la inteligencia práctica y el ‘acervo de conocimiento’ social, tipificaciones y recetas que posibilitan la interacción de los individuos. Nueva moral El acervo común de conocimiento tiene, como lo insinuamos antes, una carga moral. Al respecto, Max Weber conceptualiza las propiedades éticas a partir de la obligatoriedad consensuada de su cumplimiento: “Aquí se ofrece no solo una técnica vital, sino una ‘ética’ específica, y el hecho de romperla es una omisión del deber, además de una sandez, y esta es una obligación fundamental” (Weber, 2017, pág. 35) . De ahí que entendamos al sentido común como el reflejo de la representación de orden mítico, esto es, práctico. Durante la emergencia sanitaria el sentido narrativo y el orden cultual de nuestras acciones se ha transformado, dando paso a nuevas recetas, reglas y recursos. Ya socializados, no podríamos evitar desconcertarnos, preocuparnos o indignarnos al ver a una persona en la calle sin una o dos mascarillas cubriendo su rostro; del mismo modo un individuo que toca indiscriminadamente los objetos metálicos en la farmacia o el transporte público, por lo menos no pasaría desapercibido y podría incluso ser sancionado colectivamente sin la necesidad de un efectivo policial en la zona. A una ya conseguida rutinización, Weber pospone el disciplinamiento (disziplinierung) y, por fin, la objetivación (versachlichung). Anthony Giddens (1995), por su parte se refiere a las acciones cotidianas desde el uso popular de la conciencia diferenciando grados de ser/estar consciente, comenzando con estar físicamente atento y despierto. Los siguientes grados de conciencia son los de interés sociológico: en el diario vivir colectivo opera anexadas la conciencia práctica y la conciencia discursiva cuya diferencia recae principalmente en la inefabilidad de la primera y enunciabilidad de la segunda (pág. 44). Ahora bien, si suponemos su disciplinamiento, las principales medidas de prevención dictadas por el gobierno (lavado diligente de manos, uso de mascarillas, aislamiento y distancia social de por lo menos un metro) después de dos meses estarían pasando de alojarse en la conciencia discursiva a fagocitarse en la conciencia prác-

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Según una encuesta del IEP sobre la percepción de las medidas gubernamentales ante el COVID-19 en el Perú urbano, solamente el 3 % de los participantes acata con ninguna frecuencia el toque de queda; el 3 %, el aislamiento social obligatorio (cuarentena) y el 7 %, la recomendación de que una persona por familia haga las compras y los trámites bancarios. Lo anterior no significa que el desacato de las medidas sea ínfimo a un mes y medio de su promulgación, es ínfima la percepción de su absoluta irreverencia (ninguna frecuencia). Sea de cumplimiento total o parcial, el discurso se ha interiorizado masivamente en nuestra cotidianidad. Cómo salir, cómo comportarse al comprar alimentos y medicina y qué ritual repetir al regresar a casa está, en mayor o menor medida, sedimentado en el conocimiento práctico de los individuos y su fundamento, por significar hábitos, no iría más allá de la generalidad de la práctica de ‘cuidarse del virus’. Para la gente de a pie, la respuesta a un interrogatorio sobre esta forma de vivir sería tan obvia que su explicación sobraría. Nuevo espacio De paso, utilizo la expresión gente de a pie para referirme a su ethos, al saber de uso popular y al sentido común. Mas en la extensión de esta cuarentena, las personas de a pie –expresión anotada por De Sousa Santos como propia de América Latina (2020, pág. 31)–, dan paso a las personas posadas. Esta provisional forma de normalidad tiene implicancias en el ‘ser con’ en interacción, hablo del componente espacial del contexto de nuestras relaciones sociales en cuarentena, en lo que dure esta contingencia el espacio doméstico emplazará al espacio cotidiano, irrumpiendo todos sus significados y añadiendo un sentido específico al sentido común: lo posado (del latín pausare) y no lo móvil. Las personas pasan la mayor parte de su tiempo situadas o emplazadas en el espacio doméstico sea en un asiento, sofá, colchón o superficie y únicamente de desplazan para volver a posarse, echarse o sentarse, de asiento en asiento. Esto no sugiere un cambio radical según el cual no existan para el momento personas paradas o en movimiento. De hecho, parte importante de la población continúa sus labores fuera

del hogar, sobre todo los llamados trabajadores de primera línea, sometidos a un exceso de presión física y psíquica. Al 15 de mayo según Ipsos Perú , el 30 % de la población ha declarado encontrarse trabajando: 13 % por home office, 10 % con autorización del Gobierno y 7 % sin ella. Otro tanto ha logrado mantener una actividad física constante. Pero lejos de aludir a una forma directa de postura lo que se intenta es señalar las consecuencias de la normalidad posada en el saber común, en la moral y en el ‘ser con’, el agente estrictamente social, quien con conocimiento de su contexto físico, se identifica corporal y comunicativamente entre los otros (Giddens, 1995, pág. 398).

vos biopolíticos y autoritarios, que han probado su eficacia contra el COVID-19, nos instan a enmascararnos. Con la crisis pandémica regresa la negatividad y lo opaco que origina la representación.

Se puede entonces permitir el desarrollo de cierta distinción. Las personas posadas reemplazan a las caminantes o trajinantes, esto en el orden de la actividad – el 41 % de los encuestados por Ipsos señala haberse quedado sin trabajo–, pero también en cómo se arrojan en la disposición espacial. La cuarentena es el lugar donde la gente se posa, reposa, se coloca, se deposita en comparación a su descolocamiento, su marcha, volubilidad y moción. Se difuminan las ya opacas distinciones entre lo cotidiano y lo doméstico, el común de las personas vive en constante situación, en tanto situadas y supeditadas al domus. La producción del espacio en el sentido de Lefebvre (2013), de otrora campo para el trabajo, el juego, el retrail y sus respectivos lugares, transcurre ahora en la casa.

En cierto sentido, y en la medida en que esta máscara representa el concepto que nos hemos formado de nosotros mismos –el rol de acuerdo con el cual nos esforzamos por vivir–, esta máscara es nuestro «sí mismo» más verdadero, el yo que quisiéramos ser (pág. 31).

Ahora, sobre el orden ritual de la pose puede acaecer dos disgresiones. Primero, lo doméstico puede devenir narrativamente en el espacio de dominación, donde la pose se convierte en la posesión/desposesión. Segundo, la pose se puede emparentar a la postración, al abatimiento. La caída ceremonial, la derrota y la consternación espiritual por los caídos propios y ajenos, esto unido a la analogía de la pandemia con un conflicto bélico. La máscar(ill)a Byung Chul Han (2010), filósofo mainstream del momento, revisó los postulados morales que hizo Rousseau en el siglo XVIII para encontrar un precedente de la valoración de la transparencia en parangón al dispositivo de dominación del siglo XXI. En el apogeo de la vida teatral y del modus vivendi parafernálico se adornaba excesivamente tanto el espacio público en festividades paganas y religiosas, como el ámbito privado, la moda, los cuerpos y el rostro (García Fernández, 2013). La Europa de esta época exultaba con objetos y prácticas el verse bien y la apariencia. Esta cultura material castellano-peninsular llegó también al virreinato peruano . Rousseau asiste entonces a una disyuntiva entre las máscaras y el corazón, la apariencia/engaño y la esencia/verdad. El imperativo moral que concibe es expresar el corazón desnudo, el interior descubierto y apartar las escenas, el maquillaje, los lunares, el atavío de símbolos. “La expresión no ha de ser una pose sino que debe ser un reflejo del corazón transparente” (pág. 84). La sociedad del siglo XXI no está exenta de simbolización, ninguna sociedad lo está, sino que los medios y la razón para extender el significado descifrable y poético se minimiza. Hoy, en el tambaleo de la prédica neoliberal, la sociedad que acoje el mandato ético del descubrimiento, se presencia el regreso a las máscaras cultuales y rituales. Junto al encierro, los dispositi-

Pero, ¿qué es pues la máscara? En base principalmente al análisis dramatúrgico de Erving Goffman (1997), podemos distinguir cuatro conceptos al respecto que interactúan entre sí: • Es el dispositivo que contiene las características del sí mismo, lo denominado por Cooley como el ‘yo espejo’.

La máscara constituye nuestra apariencia modificada, modulada en el método. • Es el locus de nuestra identidad, confianza y seguridad ontológica. La vida cotidiana ordinaria incluye una seguridad ontológica que expresa una autonomía de gobierno corporal dentro de rutinas predecibles. [La máscaras] son «dispositivos protectores» que sostienen la mutualidad implícita en la confianza por la vía de un tacto y de otras fórmulas que salvan la cara de otros (Giddens, 1995, págs. 85-86).

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tica de los peruanos, de acuerdo a su influjo intenso y constante sobre la vida de la mayoría de estos. Ambas conciencias son mecanismos psicológicos de recordación en un contexto de acción y su disimilitud va en los términos de recordar discursivamente las medidas, sus razones y fundamentos técnicos y, por otro lado, recordarlos prácticamente en la duración de su acción (pág. 84). En la experiencia cotidiana de la cuarentena y en su duración, de naturaleza inmediata, la razón de ser de las medidas en el sentido común no sería capaz de enunciarse profusa y racionalmente o de ser sometida a una explicación exhaustiva; por el contrario, sería equivalente a una interpretación y reflexión operativa de las acciones, hechos y sucesos. Las reglas y los recursos anteriormente referidos de esta nueva técnica vital en la pandemia serían de inducción penetrante, cuantitativamente en la población; a su vez, tácitas e informales en sus propiedades –pese a sustentar o reproducir medidas legales y oficiales-; y finalmente, de sanción débil y decisivamente social (pág. 59), esto unido a la disminución preventiva de oficiales en las calles .

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

se origina las tensiones entre naturaleza y cultura, entre lo positivo y lo construido, lo a-histórico y el acontecimiento. Desde lo dicho por Norbert Elías (1989), Pierre Ansart (1977) y Giacomo Marramao (2008) sobre el tiempo rutinario, el relato diario en cuarentena reificaría en un ritual práctico característico.

• Es donde se deposita las formas de nuestra socialización, nuestra segunda naturaleza. “Nuestros hábitos animales son transmutados por la conciencia en lealtades y deberes, y nos volvemos «personas» o máscaras” (pág. 68). • Es asimismo el lado visible de nuestra interacción la posibilidad de representación. • Unido a lo anterior, la máscara es de inevitabilidad para la actuación, para el personaje. Reflexivamente nos agenciamos del lenguaje, el rol, el papel, los medios y la intensidad para la puesta en escena social. Tenemos la confianza de ser y psíquica de actuación acorde a la cuarentena desde que aceptamos y creemos en su información, las recomendaciones y las medidas al respecto. Nos sumergimos en el teatro y el drama del coronavirus, escenificamos nuestro rol, nuestro papel y simbólicamente llevamos puesta nuestra máscara e indumentaria para la ocasión. Ante esta orquesta de convicciones solamente un cínico, incrédulo, escéptico o idiota en el sentido etimológico sería capaz de verse fuera del escenario (Goffman, 1997, pág. 31). A este propósito los experimentos de Garfinkel han sido una muestra del sedimento moral del método cotidiano del habla, los encuentros y la interacción. Como se mencionó, las reglas del mundo de la vida tienen la suficiente fuerza coercitiva como para estigmatizar y tipificar una desviación, pero también para pintarnos insatisfactoriamente con el rótulo de infractores.

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La segunda consecuencia de deambular públicamente sin mascarilla -en relación a la vergüenza- es el descubrimiento del rostro nudo, lo que ejercería una directa asociación y coincidencia del hábito moral y el lugar de la fachada. Han en líneas posteriores testifica: “[...] me he acostumbrado tanto a ver personas enmascaradas que la faz descubierta de mis conciudadanos europeos me resulta casi obscena” (pág. 106). Salimos desenmascarados ante la mirada social y la acción nos aclara una especie de bifurcación del significado. El enfrentamiento moral se duplicaría en el espacio cotidiano: desnudez (física) y desnudez (intersubjetiva); seguridad (biológica) y seguridad (social); mascarilla y máscara. Dentro del domus la situación se multiplica, quizás nos deshagamos de la mascarilla, pero la máscara dramática continúa cubriendo nuestro rostro la mayoría del tiempo. Con hacinamiento o sin él para el sentido común de las personas posadas no hay la ocasión suficiente para estar a solas. Para Erving Goffman (1997) la situación es el tiempo-espacio donde ocurren encuentros de copresencia: no hay soledad. “Una interacción puede ser definida como la interacción total que tiene lugar en cualquier situación en que un conjunto dado de individuos se encuentra en presencia mutua continua” (pág. 27). La copresencia en los encuentros implica la inspección del otro, un registro reflexivo –diría Giddens- permanente, de la conducta, de los modos, del habla y sobre todo del rostro enmascarado. La continua inspección conlleva a la vez una continua actuación, representación, tacto y recuperación. Aunque no inexistente, el backstage queda reducido en cuarentena. Esta ‘región posterior’ es el lugar donde se almacenan todas nuestras conductas evitadas, es aquí donde el individuo puede despojarse de su máscara, su rol, su identidad sea en interacciones corporales o virtuales. “[...] cuando la actividad de alguien tiene lugar en presencia de otras personas, algunos aspectos de la acción son acentuados de manera expresiva, mientras que otros, capaces de desvirtuar la impresión suscitada, son suprimidas” (págs. 122-123). Pero la omisión del backstage como línea de descanso social en el espacio-tiempo de los encuentros es caracte-

Para concluir Una cuarentena como la presente ha adquirido la cualidad de extraña en el saber común de una sociedad global y abierta. Con el paso de los meses, esta anormalidad se va convirtiendo en la usual condición en la que nuestra rutina –ordenada o amorfa- discurre. Por su implicancia en los procesos tanto históricos como a-históricos, el coronavirus se ha superpuesto a otras crisis irresueltas, genera autónomamente sus propios problemas y exhibe otros cuantos. De ahí que el seguimiento de su relato social permita descifrar la relación entre lo micro y lo macro, entre la situación y la institución. Se ha expuesto cómo el saber común se ha adaptado a las disposiciones formales, para habilitarlas en el ritual y la ceremonia social, lo cual hace que los conflictos en la acción cotidiana de los agentes aislados salgan a flote en los sistemas sociales. El nuevo sentido común de la gente posada, que esperará y quizás superará a ‘cuando el virus pase’, es el reflejo ondulante de las dinámicas estructurales; así, el imaginario de orden autoritario no comienza fuera de él sino que se alimenta en el mundo de la vida.

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rística de las instituciones de disciplina biopolítica. Sumidos a la abierta comunión familiar -o al satisfactorio y seductor plano virtual de las redes sociales-, un exceso de cohabitación hace de nuestra pose, sin lo posterior, una existencia positiva; a nivel de esta tensión se reproduciría tanto la vigilancia estructural como el quiebre de la seguridad e independencia del obrar. La gente posada extiende, con el aislamiento, sus situaciones de existencia postiza.

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Salir sin máscara fuera del domus tiene dos consecuencias intersubjetivas. La primera es la reacción sentimental de haber quebrantado el ritual pandémico socialmente consensuado, la vergüenza y la culpa, por ejemplo, son consideradas para este caso como emociones morales y autocorrectoras. Ya teniendo en cuenta la normalidad de las medidas, sentiríamos vergüenza de no coincidir con el comportamiento esperado por los demás y de estar expuestos casi desnudos ante su mirada, desearíamos devolvernos a casa: “[...] la paradoja emocional de la vergüenza radica precisamente en la necesidad o exigencia de ocultamiento luego de esta exposición excesiva” (Mancini, 2016, págs. 198-199). Menos estructural y más situacionalmente, sentiríamos culpa de haber cometido una acción equivocada y de ser/estar en contradicción a lo socialmente convenido, previa opción, selección –llevarla o no– y decisión. Byung Chul Han escribe, por ejemplo, residiendo en Europa: “Los coreanos [sus compatriotas] llevan mascarillas protectoras antivirus incluso en los puestos de trabajo. Hasta los políticos hacen sus apariciones públicas solo con mascarillas protectoras. En Corea lo ponen verde a uno si no lleva mascarilla” (2020, pág. 104). Estos mecanismos emocionales son entonces el autocastigo para nuestra transgresión moral.

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Jhoselyn Carolina Fernández Cabrera Bolivia La comunicación digital se ha convertido en un método fundamental para resolver o minimizar el impacto de la creciente crisis por la pandemia, donde los medios, por no poder informar de la forma en la que habitualmente lo ejercían (impresiones de periódicos, entrevistas cara a cara, etc.), recurren a las diferentes plataformas para mantener enterada de los acontecimientos a la audiencia, debiendo trabajar con una correcta gestión de los contenidos y generando prácticas sociales de responsabilidad para que la gente cumpla con las medidas necesarias contra la propagación de la pandemia. Para Contreras (2020) un error común de los periodistas es transmitir las noticias de forma sensacionalista, fenómeno que no solo es visto durante la propagación del COVID-19; sino tiempo atrás debido a la idea de generar más rating a sus respectivos medios, (radio, tv, periódicos), lo cual ha llevado en incurrir en la propagación de noticias falsas hasta por los mismos. Se entiende que “información trucada o falsa puede significar la desestabilización de una determinada sociedad” (Unesco, 2017). Tomando en cuenta que “más de 3.900 millones de personas ya ha sido invitada u obligada a quedarse en sus hogares ante el avance de la pandemia” (Clarín, 2020, parr.1). La rapidez con la que se trasmiten las Fake News ha aumentado considerablemente, convirtiéndose en uno de los problemas de igual importancia que el COVID-19. Ante esto, gobiernos de todo el mundo han impuesto restricciones radicales a la cobertura de información de la pandemia, como la prohibición de impresiones de periódicos; un ejemplo claro es el caso de Hungría que posee una nueva ley que otorga al primer ministro amplios poderes de emergencia y una disposición que prohíbe la publicación de información falsa sobre la pandemia (Miller, 2020). Este es un caso parecido al de Bolivia, donde a través de un decreto la presidenta Añez quiso regular la propagación de información falsa, acto que fue considerado por miembros de la Asociación Nacional de Prensa como un intento de frenar la libertad de expresión en el país.

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Una correcta gestión de la información trata de generar propuestas de información dirigidas a todo el público (niños, jóvenes y adultos) sin incurrir en provocar temor en la población. Propuestas que mencionó Contreras (2020) deben estar enfocadas en construir sentidos a través de un correcto periodismo atractivo, equilibrado, accesible y bien documentado. La exigencia de los distintos medios por políticas gubernamentales eficaces ante el reciente brote del coronavirus se ha vuelto una necesidad. En Bolivia, la entrega de un bono universal para la compra de alimentos, el pedido de más pruebas para la detección temprana del coronavirus y la compra de respiradores y trajes de bioseguridad para el personal de salud, han sido las noticias más trascendentales que ocupan la agenda de los usuarios, y que interpelan a las autoridades, quienes tienen el deber de responder con eficacia ante la pandemia. La cantidad de noticias que giran en torno al COVID-19 han generado el fenómeno de la infodemia, calificado por la OMS (2020) como “una cantidad excesiva de información en algunos casos correcta, en otros no que dificulta que las personas encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan” (parr. 3), donde es necesario que los medios determinen que es importante que sea difundido y que no lo es, ya que se ha llegado a un punto donde el número de infectados se anuncia como goles de un partido (Salazar, 2020, 2:23) perdiendo la sensibilidad antes las personas. Zommer (2020) periodista argentina habla de un nuevo término denominado desinfodemia, que se convertía en la práctica de difundir noticias falsas sobre la pandemia y que aumenta el pánico y la angustia en la sociedad. Pero uno de los daños que ha tenido mayor impacto en los usuarios de redes sociales son las noticias falsas, según los datos de Salazar (2020) 1 de cada 5 casos de manipulación rastreados desde 2015 en Europa, guardan relación con el COVID-19; el instituto Reuters de Oxford presentó un informa que indica que un 88 % de las noticias falsas sobre el coronavirus fueron compartidas por las diferentes redes y solo un 9 % por la televisión. Cristina Tardáguila, directora adjunta de la Red internacional de Verificación de datos, afirma que nos encontramos ante una globalización de la mentira, porque las Fake News, no tienen bandera, idioma, o una ideología definida, cuya propagación masiva depende de la emoción y la impulsividad que genere. Entonces se debe reflexionar en que al estar en un mundo hiperconectado, con acceso a la información indiscriminadamente, es necesario formar prosumidores de contenido, críticos y capaces de verificar la información antes de compartirla.

1. Teorías conspirativas sobre el origen del virus: Se han detectado noticias que abordan este tema y a pesar de no detectar su veracidad y falsedad, su falta de sustento las hace ser dudosas. 2. Teorías de cómo se contagia y expande el virus: Han circulado por las redes sociales noticias que afirmaban que el virus permanecía en el aire. 3. Supuestas curas o tratamientos: La peligrosidad de estas noticias radican en que las personas al tener un “tratamiento” o “cura” posible incumplan la cuarentena. 4. Falsas medidas de los gobiernos: Uno de los ejemplos que más llama la atención es una noticia de un supuesto colapso de sistema de internet en Argentina que alarmó a la población. Otras noticias falsas que circulan por las redes sociales giran en torno a supuestas vacunas o tratamientos contra la enfermedad, por ello Laura Del Rio (2020), afirma que para dar veracidad a los estudios “científicos” sobre posibles vacunas, primero se debe verificar la institución a la que pertenecen, leer el resumen del documento, saber la cantidad de muestra utilizada en dicho estudio y las conclusiones a las que se llegaron. También existen declaraciones de médicos que hablan sobre distintos temas en torno al coronavirus; sin embargo, muchas de estas fueron dadas por galenos que no necesariamente eran expertos en la materia sino en otras ramas (ej. video del Dr. Mario Pesaresi en Argentina), o en otros casos esto eran actores (ej. caso del actor Johnny Sins); por ello, Miriam Valverde, verificadora de hechos para PolitiFact, recomienda que se deben comprobar las declaraciones de los personajes públicos desde los medios para evitar difundirlas. Conclusiones Debido a la veracidad de la cuarentena los medios de difusión se han visto obligados a configurar nuevas formas de construcción de los mensajes, nuevas dinámicas para la transmisión, distribución y exhibición de sus contenidos y nuevas posibilidades de relación e interacción de los lenguajes y de los medios con los usuarios a través de las plataformas de comunicación digital. Es innegable afirmar que, en Bolivia, después de vencer la pandemia, la forma de transmisión de mensajes cambiará radicalmente y quizá podría ser esta una oportunidad para mejorar la forma y el contenido de las noticias en cuanto a calidad.

ante la situación de los trabajadores de salud, policías y personal de limpieza que han sido criticados y discriminados y, además, crear esperanza informando el número de recuperados. Exigir a las autoridades la creación de políticas aptas para no dejar que el sistema de salud ni la economía caigan, actuando a la altura de la situación y no engañando a la población, aprovechando que esta no puede salir a las calles para hacer oír sus reclamos. Considerando que es el momento educativo de la comunicación (Contreras, 2020) se deben promover propuestas de información eficaz ante el coronavirus, que no caigan en generar pánico como se dio con un spot presentado por el Ministerio de Salud de Bolivia, donde un coronavirus hablando a la población no fue la respuesta más apropiada ante la pandemia. Hay que considerar que debido al emergente aumento de las fake news es necesario que los periodistas y los medios trabajen en conjunto para detectarlas y desmentirlas ante la población. Se han creado deferentes sitios web enfocados en verificar información que circulan por internet, dirigidos por periodistas de diferentes países que realizan la labor del fact checking, entre los cuales encontramos:

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Para Salazar (2020) la comunicación en este tiempo debería estar centrada en los temores y necesidades de la gente. Uno de los principales problemas de la gente es la incertidumbre al saber qué es lo que va a pasar en el futuro; es pertinente generar responsabilidad social a la ciudadanía respecto al cumplimiento de la cuarentena, el correcto uso de los insumos de limpieza y desinfección, y la solidaridad con aquellos que están trabajando por controlar la pandemia.

Gracias al aumento de Fake News compartidas durante el confinamiento, expertos en la verificación de la información y al periodismo de datos como Zommer (2020), han detectado cuatro categorías sobre desinformación entorno a la pandemia:

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COMUNICACIÓN EN TIEMPOS DE DESINFODEMIA, PANDEMIA E INFODEMIA

Desarrollo y argumentación

• Chequeado (Argentina) • Maldita.es (España) • PolitiFact (Florida) • Proyecto iniciado por la organización argentina Chequea (actualmente reúne a 28 organizaciones de verificación de datos de 16 países latinoamericanos y España) y tiene como objetivo ayudar a periodistas y verificadores en la cobertura del coronavirus para que puedan encontrar información confiable de manera más rápida y sencilla. Es prioritario reafirmar la idea de promover entre los ciudadanos la llamada alfabetización digital debido a que, cada vez más, aumenta el número de personas que producen y consumen contenidos. La educación se constituye en un eje central en un proceso de transformación (Portugal, 2020, 6:25), donde las competencias digitales deben ser entendidas desde políticas educativas, desarrollando habilidades para la recepción, la decodificación y creación de análisis crítico (Pérez, Rodríguez, 2012) y comenzar a dudar sobre la información que recibimos. Las nuevas generaciones deben ser críticos ante lo que comparten y así evitar poner en riesgo su libertad de expresión. Deben dividir y polarizar a la población, y condicionar su libertad de elección antes los contenidos que reciben.

Es necesario volver a plantear la necesidad de una pedagogía para los medios digitales, una educación para la recepción de los mensajes que busque formar usuarios activos y críticos, antes que promover audiencias masivas que transmitan información que no sea verificada. Reafirmar la labor de los medios y del periodista en torno a qué debe informar, no por ganar audiencia y rating sino más bien por buscar un periodismo de calidad. Generar también conciencia

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Qué es la infodemia y cómo influye para promover la discriminación en medio de la pandemia de coronavirus. (4 de abril de 2020). Infobae, Recuperado de: https://www.infobae. com/america/mexico/2020/04/04/que-es-la-infodemia-y-como-influye-parapromover-la-discriminacion-en-medio-de-la-pandemia-de-coronavirus/

Universidad Andina Simón Bolívar. (9 de abril de 2020). La comunicación en tiempos de coronavirus [Conferencia Virtual]. Zoom.

Como dice McLuhan, los medios y las tecnologías son extensiones del ser humano; las redes, las videoconferencias, los webinars y el aula virtual se han convertido ahora en los nuevos escenarios y espacios para enseñar, aprender, estudiar o reunirnos. Algunos especialistas advierten sobre los peligros contra la privacidad y el control de la información, debido al ingreso de datos personales en páginas webs para activar programas y cuentas de acceso a las plataformas de conversación y telecomunicación. Sin duda ese peligro es real, por eso se están conformando juntas de supervisión independientes, como los supervisores de contenido de Facebook, que velarán por proteger a las audiencias de las redes sociales de los “discursos odiosos, dañinos y engañosos”.

ONLINE Y LA BÚSQUEDA DEL SENTIDO DE COMUNIDAD EN LA PANDEMIA

Sin duda, este es un tiempo de aprendizaje, de ensayo y error en lo tecnológico; un ámbito de intercambio, que tiene sus límites, porque en una conexión con muchos interlocutores se debe mantener la motivación, habilidades de comunicación no verbal, el feedback para evitar la distracción o que alguien se vaya de la sala virtual.

Franklin Cornejo Urbina Perú Personas conversando por videollamadas, utilizando las redes sociales, los teléfonos móviles y las plataformas de videoconferencias han sido el común denominador de la pandemia. En este tiempo de emergencia sanitaria y aislamiento social han crecido las audiencias y usuarios de la tecnología, y un dato cierto: no hay silencios ni ausencias en el entorno digital; lo cual nos hace pensar en la necesidad que tiene conversar y dejarse ver en la vida online como parte de una práctica por mantener vínculos, que están a la base de las comunidades de sentido y significado en las que nos desenvolvemos, como lo afirma Sante Babolin en su libro Producción de sentido. Es decir, en el fondo, lo que se está buscando en la pandemia a través de la comunicación online es reconectarnos con sentidos de comunidad, contextos locales y temas en común que movilizan y animan esas comunidades en el mundo de internet y la telefonía móvil. La tecnología redujo el tiempo y la distancia, y el ser humano llevó hasta esa tecnología la emoción, la necesidad del encuentro, el deseo de dejarse ver, la intensidad de la amistad y el amor. Esta es una tecnología al servicio de la comunicación que se está revelando. Estamos en la cresta de la ola de la revolución electrónica, presenciando el triunfo de la banda ancha, de la telefonía móvil, de las redes sociales, del Whatsapp, en la práctica es el triunfo de la virtualidad; porque estas herramientas posibilitan nuevos espacios para recrear la interacción social. La novedad son las conexiones entre las personas, que va más allá del “me gusta”, la descarga virtual de documentos, o la transmisión y difusión de noticias.

No hay que olvidarnos que los resistentes a socializar en público, se movilizaron hacia el uso del correo electrónico y la llamada telefónica, pero en la pandemia, los poco proclives a los medios sociales están valorando, entrenándose en habilidades blandas para conectarse a la comunidad online; sin embargo, el espacio público seguirá siendo el contexto real, porque todavía articula lugares y actores sociales para el ejercicio y defensa de los derechos ciudadanos. Comunicar, generar confianza, tener empatía, ponerse en el lugar del otro, construir algo juntos, integrarse a la comunidad significa, en el tiempo de la pandemia, revincularse con los valores y la identidad; estos son los intangibles de la comunicación (es decir valores que no se ven, pero si se perciben) que aparecen una y otra vez, en las interconexiones y en las estrategias comunicacionales para defendernos contra el virus.

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Amado, S. (febrero 2011). Conociendo los medios de comunicación. El tratamiento informativo. Reflexión Académica en Diseño y Comunicación, 1(11), 13-14. https:// fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/publicaciones.php?id_ publicacion=6

No, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad no advirtió sobre un colapso del sistema de internet nacional. (24 de marzo de 2020). La Voz, Recuperado de: https://www.lavoz.com.ar/ ciudadanos/no-defensoria-del-pueblo-de-ciudad-no-advirtio-sobre-un-colapsodel-sistema-de-internet-n

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

Referencias

Los gobiernos, los médicos, los investigadores, los periodistas demandan a la ciudadanía tener autoconciencia, autodisciplina, una dimensión ética de cambios de valores y costumbres o fortalecerlos, es un pedido para la ampliación de capacidades frente a la pandemia, para mantener el distanciamiento social y el autocuidado. Esto nos habla de una fragilidad (si no hay autocuidado) frente al virus, pero al mismo tiempo de un convencimiento de los valores y principios primeros, que nos conectan directamente con la familia y las comunidades en las que participamos como sujetos sociales. La emergencia y la crisis demuestran que son claves la identidad comunitaria y el bien común para sobrellevar carencias y miedos y para apoyarnos ante la adversidad y la dificultad. Una vez más, vemos cómo la confianza y la legitimidad se construyen como parte de la relación y el vínculo. Al igual que los vínculos se fortalecen mediante la virtualidad. Por otro lado, el simbolismo de los emoticones, los memes, las fotos que aparecen en las múltiples pantallas; las narrativas con videos y audios de la cotidianeidad en el aislamiento social nos muestran un mundo paralelo al mundo real que ya existía, pero al que nos co-

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Algunas buenas prácticas de las interconexiones en tiempo de pandemia resultan muy útiles para proyectar una comunicación asertiva, como por ejemplo: • Durante una conexión, mostrarse presente y participar; la confianza se construye mediante hechos y palabras.

Construir la comunidad es parte de la vida social que permite establecer vínculos laborales, educativos; pero también mantener vínculos familiares, afectivos y ciudadanos.

• Dosificar el uso de la tecnología en el teletrabajo y la teleeducación evita el estrés digital.

El desafío es cómo en la comunicación online se puede reflexionar o repensar sobre la relación con los otros, el bien común y el sentido colectivo de la vida, porque en estos valores se sustentan los sentidos de la comunidad.

• Promover la autonomía y la escucha activa. • Desarrollar habilidades blandas. • Organizar redes de solidaridad y redes de intercambio de experiencias. • Alentar y visibilizar la presencia de interlocutores válidos, es decir legítimos (con autoridad), que se comuniquen con relativa frecuencia para mitigar el efecto crítico del contexto. En la emergencia se necesita de la comunicación online para mantener el vínculo, pero la comunicación offline seguirá siendo necesaria para vivir la vida todos los días, en un tiempo donde todo cambia, somos testigos y protagonistas del cambio en una historia que se hace en la comunicación online y offline. Queda por comprender cómo en esta comunicación online se puede administrar el diálogo, la crítica, el conflicto, la controversia, la brecha digital, las dificultades de la falta de alfabetización mediática. Lo online es parte de la solución en una crisis, es parcial y complementaria. La comunicación en la modernidad se convirtió en tecnológica, está relacionada con la industria, el mercado y el negocio, pero todavía falta establecer mecanismos de salvaguarda para la protección de los datos y la privacidad de los internautas y usuarios de las nuevas tecnologías. Todavía seguirá siendo un desafío entender cómo en el entorno online y virtual se puede ejercer la libertad, evitando los problemas generados por la hegemonía, los autoritarismos, la injusticia, la manipulación y las desigualdades. En tiempos de pandemia, ser actores de la realidad es una práctica en el mundo contemporáneo, el mundo de los afectos y lo cercano, de la realidad y la virtualidad; es también la relación con el otro conectado. Lo que marca la diferencia es el hecho de estar conectados a la aldea global. Una metáfora que nos conecta con un sentido de comunidad virtual que para algunos es un avance, para otros

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Sin embargo, en la crisis epidemiológica guarecernos en la casa conectada a internet se está convirtiendo en una estrategia global y local para mantener el vínculo y la relación; prácticas tan antiguas como la civilización y las instituciones. El vínculo y la relación son en la pandemia: la estrategia y la necesidad para construir y representar nuestras realidades, proyectos y sueños en un sentido de comunidad virtual, mientras nos protegemos contra el virus.

Lo tecnológico y lo virtual forman parte de los canales de conexión. Las personas desde sus experiencias, compromisos y conciencia de pertenencia a una comunidad pueden hacer la diferencia para por ejemplo seguir o propiciar una discusión pública y política en tiempos donde lo tecnológico no es la solución sino parte de los entornos digitales y las herramientas para construir espacios para la conversación, el encuentro, la escucha, cuestiones de fondo de la comunicación.

Referencias Babolin, S. (2005). Producción de sentido. San Pablo. Botero-Marino, C. y otros (2020, 6 de mayo) ¿Quién decide cuáles publicaciones se eliminan de Facebook? A partir de ahora, nosotros. The New York Times. https://www.nytimes.com/es/2020/05/06/espanol/opinion/facebook-junta-supervision.html McLuhan. M. (1996). Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano. Paidós. Viñarás, M. (2013). Estrategias de comunicación para generar confianza. Revista Comunicación y Hombre. Número 9. Año 2013. Madrid: Editorial Universidad Francisco de Vitoria.

SOBREVIVIENDO A LA INFODEMIA EN TIEMPOS DEL COVID-19

Este es un ejemplo que ilustra claramente como la influencia a partir de noticias se ve favorecida por la masificación del uso del internet y las condiciones tecnológicas de la sociedad en red, propiciando un espacio para la libre expresión donde prácticamente cualquier información puede ser producida y transmitida por pseudo-periodistas. Contexto y desarrollo

Andrés Leaño Corzo - Arévalo Daniel Colombia La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado que estamos percibiendo una “infodemia” de información sobre coronavirus 2019 (COVID-19). La infodemia se caracteriza por una cantidad excesiva de información de dudosa credibilidad (algunas falsas, inexactas o sin evidencia); haciendo que sea difícil para las personas encontrar fuentes confiables y orientación cuando se requieran, lo que significa un riesgo para la salud mundial. Desde el surgimiento del brote, diversas teorías de conspiración y noticias falsas se reproducen y contagian a mayor número de personas en todo el mundo, a una velocidad mayor que el propio virus. La información falsa y engañosa ha sido difundida a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería de texto. Los miles de videos, artículos, imágenes y mensajes de texto que se diseminan diariamente cubren una diversidad de temas en torno a la pandemia; desde curas y tratamientos milagrosos hasta teorías conspirativas sobre una presunta guerra biológica, pasando por datos falsos o imprecisos sobre las formas de contagio, protección, automedicación, sintomatología y autodiagnóstico. De hecho, las noticias falsas tienen registro desde la Italia del siglo XVI. Darnton (2017), recuerda el surgimiento de pasquines con la intención de comunicar noticias falsas sobre figuras públicas; otro ejemplo, es la aparición de los Canards, gacetas con noticias falsas que circulan en París desde el siglo XVII. Recientemente la investigadora Carole Cadwalladr escribió una serie de artículos que dan cuenta de cómo la empresa de inteligencia de datos Cambridge Analytica contratada por un grupo de empresarios, fue capaz de incidir en un número significativo de ciudadanos británicos, persuadiéndolos de votar en favor de la salida de la Unión Europea en el referéndum de 2016 (Cadwalladr, 2017). La estrategia para la campaña de Vote Leave, se basó en la recolección de datos de miles de usuarios de Facebook y sus contactos, complementada con la compra de bases de datos de otras plataformas, con los que construyeron perfiles detallados de su personalidad, preferencias y comportamientos; lo que permitió enviar mensajes específicos dirigidos a los usuarios “persuadibles”.

Luego de la revisión de literatura sobre los conceptos y las características de las noticias falsas, el investigador Dewey, (2016) define este fenómeno como “artículos de noticias que son intencionalmente falsos y pueden verificarse como tal, y que puede inducir al error en los lectores”. Mientras que (Barreto, 2012) habla de “un nuevo tipo de desinformación” marcado para una dudosa realidad con fines de lucro. Los contenidos encuentran terreno fértil en los sitios de redes sociales (Ellison & Boyd, 2013) por ejemplo, los usuarios tienden a confiar en los portales y personas influyentes. La relación entre plataformas y la difusión de noticias falsas fue investigado por Newman (2017), el cual analiza la opinión de los usuarios de 36 países. La investigación arroja que los usuarios sienten que la combinación de ausencia de reglas y algoritmos fomenta la difusión sin previa verificación; además, la forma en que se comparten los enlaces en las redes sociales dificulta la identificación de la naturaleza del contenido en circulación. El contexto es propicio para las noticias falsas, como explicaron Chen, Conroy y Rubin, (2015).

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Podemos decir que esta es la tecnología y la comunicación de la pandemia. Hay otras tecnologías del entretenimiento, del periodismo, de la investigación científica, de las informaciones (y la variante de la desinformación) pero la tecnología al servicio de la telecomunicación es inédita, porque nunca antes la humanidad se había convocado, reunido y conectado tantas veces y al mismo tiempo para el teletrabajo o la teleeducación.

una intromisión a la privacidad y a la intimidad, una recarga en las muchas actividades del hogar, una realidad distante separada por la brecha digital, con la imposibilidad de entender su lenguaje y dinámicas de navegación, pero también puede ser la situación real de no tener servicios de electricidad ni poseer la tecnología necesaria para conectarse.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

nectamos cada vez más para compartir las vivencias de la paradoja de “estar juntos, pero separados”.

La facilidad inherente que representan los medios virtuales para diseminar información de manera inmediata, sencilla y a bajo costo, ha contribuido a generar esta disyuntiva. Sabemos que cualquier persona con acceso a internet es capaz de generar contenido en línea y difundirlo; por lo que mucho de ese contenido podría estar parcializado en función de los intereses de la persona que lo creó. Sin embargo, el hecho de que un video, artículo o imagen venga compartida por parte de amigos, familiares y conocidos, especialmente si están ubicados cerca de nosotros, difumina las dudas sobre la veracidad de la información y nos hace más propensos a compartirla (Wiese, Kelley, Cranor, Dabbish, Hong, & Zimmerman, 2011). La confianza que depositamos en las personas que forman parte de nuestro círculo social, que son los transmisores de la información, nos genera una propensidad a aceptarla como verdadera. Ahora bien, existe una diferencia entre compartir los enlaces y leerlos; un estudio realizado por la Universidad de Columbia y el Instituto Nacional francés, señala que el 59 % de los enlaces compartidos en las redes sociales no son leídos en su totalidad (Dewey, 2016). De esta forma, un titular interesante o sugestivo sería suficiente para compartirlo; pero incluso se ha encontrado que pocos lectores superarán los primeros párrafos. El estudio realizado por Nielsen Norman Group mostró que el 81 % no terminan de leer en totalidad la publicación (Nielsen, 2013). Algo semejante ocurre con la calidad de lectura según autores como (Chen, Conroy y Rubin, 2015) señalan que el 71 % reconoció tener dificultad en temas de comprensión lectora. Otro aspecto que contribuye al sentido de credibilidad de las noticias falsas es el refuerzo por repetición. Una noticia falsa no duraría lo suficiente como para generar un impacto

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El tema de noticias falsas en la política y ahora por el COVID-19, son utilizadas como campo de batalla en narrativas fácilmente absorbidas por usuarios e influenciadores; las estrategias de desinformación son más exitosas cuanto más caótico es el entorno informativo. Es decir, la desinformación produce “infodemia” y es producida por ella en un círculo vicioso. Las llamadas “tropas cibernéticas” o ejércitos virtuales son usadas comúnmente en redes sociales para el activismo en línea a favor o en contra de medidas poco populares de los gobiernos para simular opiniones; sin embargo, la literatura internacional muestra que el uso de robots en las redes sociales dirige la atención pública, distrayendo a la ciudadanía e introduciendo una programación de prensa y opinión pública artificial. Es decir, aunque los robots no pueden votar o transmitir enfermedades, su desempeño en las redes sociales puede contagiar el comportamiento de la opción e influenciar en la toma de decisiones o comportamiento. Otros investigadores, como Llorente (2017), demostraron empíricamente que exponer a las personas a las noticias falsas tiene consecuencias sociales, políticas y culturales relevantes.

Conclusiones

a. Contexto educativo y propositivo La problemática de la infodemia desde la perspectiva educativa es discutida por la falta de referencias culturales de la ciudadanía cuando percibe mensajes de información falsa o ilógica, al no tener la capacidad de distinguir eficientemente la verdad de la mentira. De acuerdo con lo anterior, tenemos una falta de alfabetización digital por parte de la ciudadanía, que en última instancia son los que verifican y validan los mensajes a los cuales son expuestos. Es un tema de interés no solo para la ciudadanía o gobiernos, pues el campo académico tiene un espacio importante para aportar propuestas en su lucha contra la infodemia. La propuesta por parte de varias instituciones, radica en fortalecer la capacidad de distinguir información sabiendo cómo buscar y verificar dicha información de manera más eficiente. Además, se menciona la necesidad de restaurar y fortalecer la confianza en las instituciones de la sociedad democrática para luchar contra la tendencia a devaluar la verdad de los hechos probado por entidades oficiales. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia

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La ONU también estableció lineamientos para que las redes sociales tomen medidas; en el caso de Facebook, la compañía anunció dos medidas. La primera fue el análisis automático para identificar engaños producidos intencionalmente, la segunda novedad fue mostrar al usuario los contenidos cuestionados por un verificador de hechos en “disputa” (Su, 2017). Estas medidas implementadas por las plataformas, en los que a pesar de las medidas de verificadores de hechos y la señalización de artículos falso, todavía no hay evidencia de la efectividad. La lucha contra la infodemia merece una visión holística del asunto, no se puede resolver con fórmulas simples y listas, sino con mecanismos que van desde recursos técnicos hasta inversiones en educación y alfabetización digital.

Aunque las noticias falsas son un fenómeno antiguo, la difusión mediante las redes sociales en línea y la cultura de compartir benefician la desinformación. Por tal motivo, el alcance tiene un nuevo nivel. Como lo vimos en el artículo, el problema ganó visibilidad debido a la capacidad para influir en los gobiernos y los procesos electorales, y en este caso para desinformar sobre la pandemia producida por el COVID-19. Nos damos cuenta de que la práctica de noticias falsas influye fuertemente en la opinión pública, especialmente cuando proviene de personas de gran influencia ante la sociedad. Esta situación se da, en un complejo terreno de tensión entre la garantía de libertad de expresión y los límites de su ejercicio. Favorecido por la crisis en las instituciones y el periodismo mismo, el fenómeno está relacionado tanto con la credibilidad periodística como con los nuevos modelos de producción de comunicación pública; además, es posible observar que hay un giro en el periodismo centrado en la cobertura de los hechos y los cambios en el modelo de narraciones de un lenguaje verbal escrito, a un lenguaje más audiovisual universal, capaz de presentarse bajo diferentes contextos y culturas (Araújo, 2011). El fenómeno se basa en el surgimiento del escenario de comunicación compartida y supone el reconocimiento de superar el paradigma informativo a favor del paradigma interacción (Francia, 2003).

Referencias Araujo, BB. (2011). Periodística y la construcción de la narrativa real: www.bocc.ubi.pt/pag/ araujo-bruno-a-narrativa-jornalistica-construcao-real.pdf. Barreto, A (2012). El seguimiento ocular como método de investigación aplicado a las ciencias de la vida. Revista Comunicando, 1 (1), 168-186. Cadwalladr, C. (2017). El gran robo británico del Brexit: cómo fue secuestrada nuestra democracia.The Guardian: https://www.theguardian.com/technology/2017/ may/07/the-great-british-brexit-robbery-hijacked-democracy Chen, Y., Conroy, NJ y Rubin, VL (2015). Contenido en línea engañoso: reconocimiento de clickbait como noticias falsas. Actas del taller de ACM sobre detección de engaño multimodal. Darnton, R. (2017). La verdadera historia de las noticias falsas. El País: https://brasil.elpais. com/brasil/2017/04/28/cultura/1493389536_863123.html. Dewey, C. (2016). 6 de cada 10 de ustedes compartirán este enlace sin leerlo, un nuevo y deprimente estudio dice. El Washington Post:www.washingtonpost.com/news/theintersect/wp/2016/06/16/six-in-10-of-you-will-share-this-link

Wiese, J., Kelley, P. G., Cranor, L. F., Dabbish, L., Hong, J. I. y Zimmerman, J. (2011). ¿Estás cerca de mí? ¿Estás cerca? Investigación de grupos sociales, cercanía y disposición para compartir. Actas de la 13ª conferencia internacional sobre computación ubicua (p. 197-206).

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y la Cultura (Unesco) en el año 2016, desarrollo el proyecto MIL CLICKS para aumentar la alfabetización en medios de información (Alfabetización en Medios e Información - MIL) operando en dos frentes: comunicación y educación.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

importante si estuviera contenida en una sola pieza. Las campañas de desinformación solo despegan cuando sus mensajes se diseminan y replican, en una suerte de orquesta que llega a oídos de la audiencia en una diversidad de ritmos, tiempos y tonos. Una pieza de información fuera de lo común, compartida por un amigo incidentalmente, puede pasar como un hecho aislado. Pero si, de pronto, el mismo tema empieza a inundar el feed de noticias, se vuelve difícil de ignorar. Después de todo, si tantos de mis amigos comparten tantas publicaciones y mensajes del mismo tema, ¿qué tan probable es que todos estén mintiendo al mismo tiempo? Knobloch-Westerwick, Mothes, & Polavin, (2020) encontraron que las personas somos más propensas a creer en noticias que se alinean con nuestra forma de pensar (sesgo de confirmación), y en noticias que presentan escenarios negativos (sesgo de negatividad). Por ello, cuando nos topamos con información que refuerza nuestras creencias, o contenido que resulta chocante, estaremos más dispuestos a aceptarlo y compartirlo sin necesidad de comprobar su veracidad.

Ellison, NB y Boyd, DM (2013). Socialidad a través de sitios de redes sociales. En Dutton, WH (Ed.), The Oxford Handbook of Internet Studies. Oxford: Oxford University Press. Francia, VL. (2003). Quéré. Modelos de comunicación. Fronteras - estudios de los medios. V. V,n. 2, 2003. p. 37-51. Knobloch-Westerwick, S., Mothes, C. y Polavin, N. (2020). Sesgo de confirmación, sesgo de grupo y sesgo de negatividad en la exposición selectiva a información política. Investigación de comunicación, 47 (1), 104-124. Llorente, J (2017) La era de la post-verdad. Realidad versus percepción. n. 27. http://abraji. org.br/noticias/pos-verdade-e-credibilidade-no-jornalismo-estao-no-centro-dodebhasta-en-congreso-de-Abraji. Newman, N. (2017). Reuters Institute Digital News Report. Instituto Reuters. El estudio del periodismo. Nielsen, J. (2013). Lectura del sitio web: sucede (a veces). Grupo Nielsen Norman: www. nngroup.com/articles/website-reading/ Su, S. (2017) News Feed FYI: nuevas pruebas con artículos relacionados. Sala de prensa de Facebook: newsroom.fb.com/news/2017/04/news-feed-fyi-new-test.

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El presente artículo presenta algunas de las iniciativas de información sobre el COVID-19 o coronavirus en lenguas indígenas u originarias peruanas, tanto desde el sector público, como del privado; en el contexto de la pandemia mundial que se está viviendo actualmente. Estas iniciativas buscan informar a los usuarios de estas lenguas indígenas sobre las medidas de prevención, las distintas formas de transmisión del virus y quiénes conforman la población vulnerable, entre otros datos. Dichas iniciativas se encuentran respaldadas por la legislación vigente en cuanto a COVID-19 en el Perú y a las lenguas indígenas u originarias en general. Finalmente, se hace un breve análisis de las iniciativas identificadas a partir de indicadores específicos. Palabras clave: lenguas indígenas u originarias peruanas, COVID-19, difusión Abstract This paper shows some of the disseminate initiatives regarding COVID-19 (commonly known as coronavirus) in peruvian indigenous languages, from the public and private sector, in the current context of global pandemic. The main goal of these initiatives is to inform to the speakers of these indigenous languages about the prevention measures, the different forms of contagion and who conform the vulnerable population, amog other facts. Said initiatives are supported by current legislation about COVID-19 in Peru and peruvian indigenous languages in general. The paper concludes with a brief analysis of the initiatives based on specific factors. Keywords: peruvian indigenous languages, COVID-19, dissemination

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TOTAL población de 3 y más años de edad de lengua materna indígena 4,477,195 3,805,531 450,010 73,567 56,584 34,152 17,241 3,895 4,290 3,895 3,809 3,569 2,680 1,553 1,366 1,301 1,185 1,142 1,074 877 712 664 638 574

(*) El número de hablantes de esta lengua es aproximado, según datos del Ministerio de Educación. (**) Información aproximada que se encuentra en proceso de actualización

®

Colombia Ecuador

Tumbes

Loreto

Piura

Amazonas

Lambayeque

Brasil

Cajamarca

San Martín

Reserva Indígena Isconahua

La Libertad

Áncash

N° Pueblos Departamento Indígenas Amazonas 3 Áncash 1 Apurímac 1 Arequipa 1 Ayacucho 2 Cajamarca 2 Cusco

8

Huancavelica

1

Huánuco

6

Ica

1

Junín

5

La Libertad Lambayeque Lima

1 1 2

Loreto

32

Madre de Dios

11

Moquegua Pasco Puno San Martín Tacna

2 4 3 4 1

Ucayali

20

Huánuco Ucayali

Pueblos Indígenas

Reserva Indígena Murunahua

Awajún, Quechuas, Wampis Quechuas Quechuas Quechuas Ashaninka, Quechuas Awajún, Quechuas Ashaninka, Harakbut, Kakinte, Kichwa, Matsigenka, Nanti, Quechuas, Yine Quechuas Ashaninka, Kakataibo, Kichwa, Quechuas, Shipibo-Konibo, Yanesha Quechuas Ashaninka, Kakinte, Nomatsigenga, Quechuas, Yanesha Quechuas Quechuas Jaqaru, Quechuas Achuar, Arabela, Ashaninka, Asheninka, Awajún, Bora, Chamicuro, Chapra, Ikitu, Jíbaro, Kakataibo*, Kandozi, Kapanawa, Kichwa, Kukama Kukamiria, Maijuna, Matsés, Muniche*, Murui-Muinanɨ, Ocaina, Omagua*, Resígaro, Secoya, Shawi, Shipibo-Konibo, Shiwilu, Ticuna, Urarina, Vacacocha*, Wampis, Yagua, Yine Amahuaca, Ashaninka, Ese Eja, Harakbut, Iñapari*, Kichwa, Mashco Piro*, Matsigenka, Quechuas, Shipibo-Konibo, Yine Aimara, Quechuas Ashaninka, Asheninka, Quechuas, Yanesha Aimara, Quechuas, Uro Awajún, Kichwa, Shawi, Yaminahua Aimara Amahuaca, Ashaninka, Asheninka, Awajún, Cashinahua, Chitonahua, Iskonawa, Kakataibo, Kichwa, Kukama Kukamiria, Madija, Marinahua, Mashco Piro*, Mastanahua, Matsigenka, Nahua, Sharanahua, Shipibo-Konibo, Yaminahua, Yine

Pasco Reserva Indígena Mashco Piro

Junín

Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros

Lima

Reserva Territorial Madre de Dios

Madre de Dios

Huancavelica Cusco

Ica

Ayacucho

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Mapa de Pueblos Indígenas del Perú

o ífic

Resumen

Lenguas indígenas u originarias N° BDPI TOTAL de hablantes de lenguas indígenas u originarias a nivel nacional 1 Quechua 2 Aimara 3 Ashaninka 4 Awajún 5 Shipibo-konibo 6 Shawi 7 Matsigenka 8 Ticuna 9 Nomatsigenga 10 Achuar 11 Wampis 12 Yine 13 Kakataibo 14 Matsés 15 Urarina 16 Kukama kukamiria 17 Yanesha 18 Cashinahua 19 Kandozi-chapra 20 Yagua 21 Harakbut 22 Secoya 23 Yaminahua

573 448 416 328 273 232 212 132 121 118 117 53 44 22 3 23 8 4 2 1 8,774 748 519 417 250

Pa c

Perú

A pesar de estas cifras, la diversidad lingüística del Perú se ha visto amenazada por muchos años, lo que ha llevado a que un número considerable de lenguas indígenas u originarias se encuentren en una situación de vulnerabilidad y cuenten con menos de 10 hablantes. Es por eso que en los últimos años han surgido iniciativas, tanto por parte del Estado como de los mismos hablantes, con el objetivo de proteger a todas las lenguas indígenas u originarias peruanas y promover su uso en los distintos contextos sociales y culturales.

Sharanahua Jaqaru Murui-muinan Amahuaca Kakinte Nahua Ese eja Kawki Maijki Arabela Kapanawa Shiwilu Ocaina Iskonawa Omagua Chamicuro (*) Muniche (*) Iñapari (*) Taushiro (*) Resígaro (*) Asheninka (**) Bora (**) Ikitu (**) Madija (**) Nanti (**)

o éan Oc

Gerardo Manuel Garcia Chinchay Mercedes Elvira Mere Chávez Alejandra Velarde Torres

En Perú se hablan 48 lenguas indígenas u originarias, además del español y la lengua de señas peruana (Ministerio de Educación, 2018). De estas 48 lenguas indígenas, 4 son andinas y 44 son amazónicas y sus usuarios exceden los 4 millones de personas (ver Tabla 1). Asimismo, datos del último Censo de Población y Vivienda (INEI, 2017) señalan que el quechua es la lengua indígena u originaria más hablada del país, con aproximadamente 3.8 millones de hablantes. La segunda lengua originaria más hablada es el aimara, que cuenta con 450 010 hablantes, mientras que el ashaninka es la tercera lengua originaria más hablada a nivel nacional con alrededor de 73 mil hablantes.

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CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

INICIATIVAS S DE INFORMACIÓN SOBRE COVID-19 VID-19 EN LENGUAS INDÍGENAS U ORIGINARIA ORIGINARIAS EN EL PERÚ

1. La realidad lingüística del Perú

Apurímac Puno

Bolivia Lago Titicaca

Arequipa

Moquegua

Tacna

*Pueblo indígena sin localidad en la BDPI en el departamento Pueblo Indígena Achuar

Cashinahua

Iskonawa

Kukama Kukamiria

Muniche

Resígaro

Uro

Aimara

Chamicuro

Jaqaru

Madija

Murui-Muinanɨ

Secoya

Vacacocha

Amahuaca

Chapra

Jíbaro

Maijuna

Nahua

Sharanahua

Wampis

Arabela

Chitonahua

Kakataibo

Marinahua

Nanti

Shawi

Yagua

Ashaninka

Ese Eja

Kakinte

Mashco Piro

Nomatsigenga

Shipibo-Konibo

Yaminahua

Asheninka

Harakbut

Kandozi

Mastanahua

Ocaina

Shiwilu

Yanesha

Awajún

Ikitu

Kapanawa

Matsés

Omagua

Ticuna

Yine

Bora

Iñapari

Kichwa

Matsigenka

Quechuas

Urarina

Más de un Pueblo Indígena

Chile

Fuentes de BDPI: ANA, COFOPRI, IGN, INEI, MINAGRI, SDOT-PCM Fecha: Agosto 2020

Tabla 1. Población a nivel nacional por lengua materna indígena. Fuente: Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarias (BDPI, marzo de 2020)

Imagen 1. Mapa de Pueblos Indígenas del Perú Fuente: Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios (BDPI)

2. El COVID-19, su expansión en el Perú y los pueblos indígenas 3. Normativa sobre traducción e interpretación en lenguas indígenas u originarias La pandemia del coronavirus o COVID-19 llegó al Perú a inicios de 2020 y aunque su expansión se ha centralizado en la capital, la ciudad de Lima, también se han visto afectados las regiones donde residen los pueblos indígenas. En el Perú, según la Base de Datos de Pueblos Indígenas se encuentran 55 pueblos indígenas, de los cuales 51 son amazónicos y 4 en la zona andina. Estos pueblos se encuentran presentes en las 24 regiones del país, siendo Loreto una de las regiones que más pueblos indígenas alberga y, coincidentemente, una de las más afectadas en el Perú por la pandemia.

El 15 de marzo de 2020 el gobierno peruano aprobó el Decreto Supremo N° 044-2020PCM, declarando Estado de Emergencia Nacional a consecuencia del brote del COVID-19 . En el Artículo 11 de dicho decreto se señala que los ministerios, las entidades públicas y los gobiernos regionales y locales deberán dictar las normas que sean necesarias para cumplir con las medidas establecidas en el decreto en el marco de sus competencias. Por otro lado, en el artículo 4.1. de la Ley N.° 29735, Ley que Regula el Uso, Preservación, Desarrollo, Recuperación, Fomento y Difusión de las Lenguas Originarias del Perú , promulgada en 2011, se establecen como derechos de toda persona, entre otros,

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Es a partir de estas normas antecedentes que se aprobó la Resolución Ministerial N° 109-2020MC en donde se especifican las acciones del Ministerio de Cultura en el marco de la emergencia sanitaria a nivel nacional. Estas incluyen, entre otras acciones, la identificación y traducción de la información prioritaria emitida por el Poder Ejecutivo relacionada con las medidas de prevención y atención de los casos de COVID-19 a lenguas indígenas u originarias. Se señala que toda esta información debe ser publicada en el portal web del Ministerio de Cultura y enviada a los medios de comunicación, gobiernos regionales y locales, así como a las organizaciones indígenas de carácter nacional, regional y local. Es importante destacar que se recomienda usar en las traducciones un lenguaje sencillo, claro y directo en la lengua o lenguas indígenas u originarias predominantes en la región, provincia o distrito, de acuerdo con la información del Mapa Etnolingüístico del Perú, que se encuentra anexada a la resolución. 4. Iniciativas de difusión de información sobre el COVID-19 en el Perú 4.1.

Por otro lado, entre las iniciativas personales, se encuentra Lucinda Díaz, profesora de EIB de la UGEL Carhuaz (Áncash), quien compuso una canción en quechua en la que brinda datos preventivos sobre el coronavirus, el lavado de manos y la permanencia en casa. Esta ha sido difundida en un video por redes sociales que cuenta con subtítulos en español. Igualmente, a través del canal de YouTube de Yaw Runa Simi Studios, su director creativo, Fernando Valencia, ha difundido un video informativo de 5 minutos en lengua quechua en el que explica a gran detalle aspectos clave sobre el coronavirus como su origen, síntomas, las formas de contagio y quiénes conforman la población vulnerable con el objetivo de que esta información pueda llegar, en especial, a la población quechua-hablante del campo. Por su parte, la productora Ojo de Agua ha elaborado material informativo , spots radiales y videos en quechua como parte de su propia campaña de prevención en esta lengua originaria, que vienen difundiendo en su blog y en sus redes sociales.

de Mariscal Luzuriaga, Municipalidad Provincial de Huamanga, Municipalidad Provincial de Paruro, Municipalidad Provincial de Huancayo, Hospital Regional de Ayacucho “Miguel A. Mariscal Llerena”, Municipalidad Regional de Huanta, Municipalidad Regional de La Mar, Municipalidad Distrital de Megantoni junto con el Ministerio de Cultura, Gobierno Regional de Loreto, TV Perú, Facultad de Letras de UNMSM, ARIAP, SERVINDI, Lucinda Díaz, Yaw Runa Simi Studios, productora Ojo de Agua y Grupo de Investigación y Desarrollo Cultural de la Zona Huascarán); 3 iniciativas consisten en spots radiales como tales, representando el 11 % (Ministerio de Salud junto con el Ministerio de Cultura, Universidad Nacional José María Arguedas y productora Ojo de Agua) y 4 iniciativas se sirvieron de otros medios como un formulario para saber si pertenece a grupo de riesgo, un noticiero bilingüe, guía para padres y una charla informativa, representando el 14 % del total de iniciativas (Gobierno Regional de Ayacucho, Municipalidad Provincial de Espinar, UNICEF Perú y Colegio Médico de Puno). Esta información se muestra a continuación en el Gráfico 1.

14%

11%

11% 64%

afiches (3) videos (18) spots radiales (18) otros medios (4)

Iniciativas públicas

El gobierno central realizó diferentes iniciativas para difundir información preventiva. El Ministerio de Salud en conjunto con el Ministerio de Cultura elaboró, tradujo y difundió afiches sobre la prevención y el correcto lavado de manos en diferentes lenguas originarias como yine, yanesha, wampis, urarina, shipibo-konibo, awajun, asháninka, aimara, ocaina y las variedades de quechua Cusco Collao, Cajamarca norteño y Áncash . Además, se difundieron spots radiales en quechua y en aimara sobre la prevención y el cuidado de adultos mayores durante la cuarentena. También se difundieron spots radiales de recomendaciones generales para prevenir el coronavirus en zonas rurales. Por su parte, el Hospital Regional de Ayacucho “Miguel A. Mariscal Llerena” difundió en su página oficial de Facebook un video realizado por el personal médico donde se hace un llamado a la prevención en quechua. Dada la realidad lingüística del Perú, los gobiernos regionales no han actuado según las necesidades de los hablantes; por ello, se relata la labor de gobiernos regionales, como el de Ayacucho. En su página web oficial , presentan un formulario para identificar el posible riesgo de contagio, donde se pide información de la persona consultante, si presenta síntomas, entre otras cosas. De esta forma la Dirección Regional de Salud de Ayacucho realiza un monitoreo y seguimiento de pacientes y posibles pacientes. Por su parte, el Gobierno Regional de Loreto difundió en su página oficial de Facebook un vídeo informativo sobre las medidas tomadas por el Estado para mitigar el contagio del COVID-19 en las lenguas ticuna, secoya, achuar, awajun y shawi.

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de que un menor en casa esté contagiado. Por su parte, el Colegio Médico de Puno realizó en el mes de marzo de 2020 una charla informativa brindando recomendaciones generales con respecto al COVID-19 a estudiantes y trabajadores de la institución en lengua aimara; mientras que la Asociación Raíces Indígenas Amazónicas Peruanas (ARIAP) ha elaborado y difundido a través de su página de Facebook videos en distintas lenguas habladas en el departamento de Ucayali, como el shipibo-konibo y el asheninka , brindando información sobre prevención y formas de contagio a los pueblos que hablan estas lenguas.

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Por su parte, el primer eje de la Política Nacional de Lenguas tiene como objetivo específico la formación de intérpretes o traductores/as en lengua indígena, complementando el requisito de “Contar con los servicios de intérpretes y/o traductores/as de lenguas indígenas u originarias predominantes cuando sean requeridos” señalados en el Reglamento.

Por su parte, las municipalidades provinciales tomaron como medida difundir información a través de sus redes sociales oficiales, haciendo traducciones de información dada por el gobierno central, así como realizando sus propios afiches y videos informativos. Resalta la labor de la municipalidad provincial de Espinar, que retransmite mediante su página oficial de Facebook un noticiero bilingüe (quechua-español) manteniendo a la población informada y dando mensajes preventivos. Otras instituciones públicas, como la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, realizaron un video en realidad aumentada sobre el COVID-19 en idioma quechua, mientras que la Universidad Nacional José María Arguedas difundió spots radiales también en quechua. De la misma forma, el canal de televisión de señal abierta TV Perú compartió un video en aimara dando datos tales como qué es el coronavirus y cómo prevenirlo.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

el “Gozar y disponer de los medios de traducción directa e inversa que garanticen el ejercicio de sus derechos [lingüísticos] en todo ámbito”.

Gráfico 1. Porcentaje de iniciativas de difusión de información sobre COVID-19 en lenguas indígenas u originarias en el Perú según el tipo de material elaborado. Fuente: Elaboración de los autores

Imagen 2. Afiche informativo en lengua ashaninka sobre el correcto lavado de manos Fuente: Gobierno del Perú. Acciones contra el coronavirus. 4.2.

Iniciativas privadas

Por un lado, entre las organizaciones que han elaborado y difundido información sobre COVID-19 se encuentra SERVINDI, que elaboró un video con información sobre el coronavirus en lengua quechua, variedad Cusco Collao, que se publicó en su canal de YouTube. Igualmente, el Grupo de Investigación y Desarrollo Cultural de la Zona Huascarán elaboró y publicó en su página de Facebook un video informativo en quechua y con subtítulos en español a partir de la información publicada por el Ministerio de Salud. UNICEF Perú ha elaborado la guía para padres “Paciencia y amor para ganarle al coronavirus” en quechua y en español con recomendaciones sobre cómo abordar el tema con los niños y cómo proceder en caso

Imagen 3. Video informativo sobre COVID-19 en lengua shipibo-konibo Fuente: ARIAP Amazonía. (15/04/2020) 5. Análisis de las iniciativas a partir de indicadores Se han identificado un total de 28 iniciativas por parte de 25 instituciones, de las cuales 17 son públicas y 8 son privadas, representando el 68 % y el 32 %, respectivamente, del total de instituciones identificadas. De estas, 3 iniciativas consisten en afiches informativos o relacionados a la campaña Quédate en casa, representando el 11 % (Gobierno Regional de Ayacucho, Ministerio de Salud junto con el Ministerio de Cultura y la Municipalidad Provincial de Concepción); 18 iniciativas son videos informativos y de sensibilización representando el 64 % (Municipalidad Provincial de Carlos Fermín Fitzcarral, Municipalidad Provincial

Asimismo, 22 iniciativas son exclusivamente en alguna variedad de la lengua quechua, que representa el 79 % (Municipalidad Provincial de Carlos Fermín Fitzcarral, Municipalidad Provincial de Mariscal Luzuriaga, Gobierno Regional de Ayacucho, Hospital Regional de Ayacucho “Miguel A. Mariscal Llerena”, Municipalidad Provincial de Huamanga, Municipalidad Provincial de Espinar, Municipalidad Provincial de Paruro, Facultad de Letras de la UNMSM, Universidad Nacional José María Arguedas (UNAJMA), Municipalidad Provincial de Huancayo, Municipalidad Provincial de Concepción, Municipalidad Regional de Huanta, Municipalidad Regional de La Mar, SERVINDI, Lucinda Díaz, UNICEF Perú, Yaw Runa Simi Studios, productora Ojo de Agua y Grupo de Investigación y Desarrollo Cultural de la Zona Huascarán); 2 son solo en lengua aimara, representando el 7 % (TV Perú y Colegio Médico de Puno); y 4 son en otras lenguas originarias o incluyen más de una lengua, representando el 14 % del total. Del total de iniciativas identificadas, 18 iniciativas utilizaron Facebook como el principal medio de difusión, que es el 64 % del total (Municipalidad Provincial de Carlos Fermín Fitzcarral, Municipalidad Provincial de Mariscal Luzuriaga, Gobierno Regional de Ayacucho, Hospital Regional de Ayacucho “Miguel A. Mariscal Llerena”, Municipalidad

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7%

18%

11%

64%

Facebook (5) páginas web (3) YouTube (2) otras plataformas (5)

Gráfico 2. Porcentaje de iniciativas de difusión de información sobre COVID-19 en lenguas indígenas u originarias en el Perú según el medio de difusión utilizado. Fuente: Elaboración de los autores Finalmente, el tipo de texto de 5 iniciativas es escrito, siendo el 18 % (Gobierno Regional de Ayacucho, Ministerio de Salud junto con el Ministerio de Cultura, Municipalidad Provincial de Concepción y UNICEF Perú); el de 4 iniciativas es oral, representando el 14 % (Ministerio de Salud junto con el Ministerio de Cultura, Universidad Nacional José María Arguedas (UNAJMA), Colegio Médico de Puno y productora Ojo de Agua); y de 19 iniciativas es audiovisual, siendo el 68 % del total de iniciativas identificadas (Municipalidad Provincial de Carlos Fermín Fitzcarral, Municipalidad Provincial de Mariscal Luzuriaga, Hospital Regional de Ayacucho “Miguel A. Mariscal Llerena”, Municipalidad Provincial de Huamanga, Municipalidad Provincial de Espinar, Municipalidad Provincial de Paruro, TV Perú, Municipalidad Distrital de Megantoni junto con el Ministerio de Cultura, Facultad de Letras de la UNMSM, Municipalidad Provincial de Huancayo, Gobierno Regional de Loreto, Municipalidad Regional de Huanta, Municipalidad Regional de La Mar, ARIAP, SERVINDI, Lucinda Díaz, Yaw Runa Simi Studios, productora Ojo de Agua y Grupo de Investigación y Desarrollo Cultural de la Zona Huascarán).

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• El número de iniciativas por parte de organizaciones privadas es menor en comparación con la respuesta por parte de las entidades públicas y, si bien no es posible identificar todas las iniciativas de difusión de información existentes en todas las lenguas indígenas u originarias, en este artículo se hace mención de aquellas que han sido notables en internet y medios radiales. • En la mayoría de los casos, se han difundido un número significativo de materiales y videos informativos en alguna variante de la lengua quechua, dado que esta es la lengua que cuenta con la mayor cantidad de hablantes en el país, como se ha señalado anteriormente. Por otro lado, son pocas las iniciativas de difusión de información en lenguas amazónicas y esta falta de difusión de información puede ser un factor importante en el número de contagios, en especial en regiones de la Amazonía que son las que cuentan con un número elevado de casos de COVID-19 (Andrade, 2020). En cuanto a distribución de lenguas, Loreto es el departamento que alberga la mayor diversidad lingüística, con cerca de 27 lenguas habladas en la región (INEI, 2017) y es de las regiones con mayor número de contagiados por COVID-19. • A partir del análisis de las iniciativas identificadas, es notable la poca iniciativa de difusión de información relacionada con el COVID-19 por parte de los gobiernos locales (en específico provinciales), cuyas acciones en muchos casos ha consistido solo en difundir el material brindado por el Ministerio de Salud. • Dado que no todas las iniciativas identificadas se han difundido por redes sociales y de manera digital, es difícil medir si la información que estas brindan ha llegado efectivamente a los hablantes de lenguas indígenas u originarias; en especial en el caso de los spots radiales y afiches, pues requeriría una comprobación presencial que, dada la situación y los recursos, no se puede dar por el momento. Incluso, la difusión digital de las iniciativas identificadas representa un obstáculo en el caso de las poblaciones de la Amazonía, quiénes, en la mayoría de casos, no cuentan con conexión a internet y dispositivos digitales.

Referencias Andrade, L. (21/042020). “Ñuqa wasillaypim qipani”: la traducción indígena durante la pandemia. Instituto de Democracia y Derechos Humanos - PUCP. Disponible en: https://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/nuqa-wasillaypim-qipani-latraduccion-indigena-durante-la-pandemia/. Acceso en: 21/04/2020.

INEI. (2017). Sistema de Consulta de Base de Datos. Disponible en: http://censos2017.inei. gob.pe/redatam/ KillaTika_movie. (23/03/2020). Coronavirus! Atakaw, kukuchi!. Disponible en: https://www. facebook.com/watch/KillaTika_movie-1988779311412715/820977435087807/. Acceso en 22/04/2020.

ARIAP Amazonía. (15/04/2020). Por mientras quédate en un tu casa porque yo también me quedo en la mía. Juntos contra el CORONAVIRUS. Disponible en: https:// www.facebook.com/ariap.amazonia.7/videos/686485118766862/. Acceso en: 20/04/2020.

La República. (15/03/2020). Colegio Médico de Puno da capacitación en aimara para prevenir el coronavirus (VIDEO). Disponible en: https://larepublica.pe/sociedad/2020/03/15/ colegio-medico-de-puno-da-capacitacion-en-aimara-para-prevenir-elcoronavirus-video-lrsd/. Acceso en: 20/04/2020.

ARIAP Amazonía. (21/04/2020). Información de Prevención para COVID-19 en la Lengua Indígena Asheninka. Disponible en: https://www.facebook.com/ariap.amazonia.7/ videos/689873131761394/. Acceso en: 22/04/2020.

Ministerio de Cultura del Perú. Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios. Disponible en: https://bdpi.cultura.gob.pe/. Acceso en: 27/04/2020.

Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios (BDPI). Mapa General de Pueblos Indigenas. Disponible en: https://bdpi.cultura.gob.pe/sites/default/files/archivos/ paginas_internas/descargas/Mapa%20General%20Pueblos_0.pdf Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios (BDPI). (marzo de 2020). Información sobre población por lengua materna indígena. Cadena TV Huancayo. (27/03/2020). Canción en quechua para prevenir el #Coronavirus. Disponible en: https://www.facebook.com/CadenaTVHuancayo/ videos/535512040321606/. Acceso en: 20/04/2020. Gobierno del Perú. Acciones contra el coronavirus. Lenguas Originarias. Disponible en: https://www.gob.pe/institucion/cultura/campa%C3%B1as/872-acciones-contrael-coronavirus-lenguas-originarias. Acceso en 23/04/2020. Gobierno Regional de Ayacucho. Formulario COVID-19 Quechua. Disponible en: https://www. regionayacucho.gob.pe/index.php/enlaces-de-interes/covid-19-quechua. Acceso en: 20/04/2020. Grupo de Investigación y Desarrollo Cultural de la Zona Huascarán. (03/04/2020). #NuqaWayiichawmiTakuu. Informados venceremos al #Coronavirus. Disponble en; https://www.facebook.com/114590569969545/videos/1257078974467245/. Acceso en 24/04/2020. Hospital Regional de Ayacucho. (20/03/2020). Nuestros profesionales del Hospital Regional de Ayacucho, envían mensaje de sensibilización a toda la población ayacuchana frente al #coronavirus “Quédate en casa”. Disponible en: https://www.facebook. com/HOSPITALAREGIONALDEAYACUCHO/videos/229776918216314. Acceso en: 20/04/2020.

Ministerio de Educación del Perú. (2018). Lenguas Originarias del Perú. Lima: Ministerio de Educación. Municipalidad Provincial de Espinar. Programa “Noticiero del Pueblo”. Disponible en: https://www.facebook.com/pg/Municipalidad-Provincial-de-Espin ar-2019-2022-545008419336553/videos/. Acceso en 22/04/2020.

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6. Conclusiones

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

Provincial de Huamanga, Municipalidad Provincial de Espinar, Municipalidad Provincial de Paruro, TV Perú, Municipalidad Distrital de Megantoni, Ministerio de Cultura, Municipalidad Provincial de Huancayo, Municipalidad Provincial de Concepción, Gobierno Regional de Loreto, Municipalidad Regional de Huanta, Municipalidad Regional de La Mar, ARIAP, Lucinda Díaz, productora Ojo de Agua y Grupo de Investigación y Desarrollo Cultural de la Zona Huascarán); 3 iniciativas utilizaron sus páginas web oficiales, representando el 11% (Gobierno Regional de Ayacucho, Ministerio de Salud junto con el Ministerio de Cultura y UNICEF Perú); 2 difundieron las iniciativas a través de sus canales de YouTube, siendo así el 7 % (SERVINDI y Yaw Runa Simi Studios S.A.C.); y 5 han difundido la información en otras plataformas como radios locales, en aplicaciones de realidad aumentada, en blogs y de manera presencial, representando así 18 % (Universidad Nacional José María Arguedas (UNAJMA), Colegio Médico de Puno, Facultad de Letras de la UNMSM, y productora Ojo de Agua). A continuación, la información detallada se muestra en el Gráfico 2.

Noticias Universidad Nacional Mayor de San Marcos. (18/03/2020). Facultad de Letras presenta video en quechua sobre el coronavirus en realidad aumentada. Disponible en: http://www.unmsm.edu.pe/noticias/ver/Facultad-Letras-presenta-video-enquechua-sobre-el-coronavirus-en-realidad-aumentada. Acceso en 20/04/2020. Productora Ojo de Agua. (18/03/2020). Coronavirusmanta. Disponible en: http:// killatika.com/blog/blog/2020/03/coronavirusmanta/?fbclid=IwAR2KQV_ MLa8eAEPZMpaH4nk14M0JxLH73tQINoY71ohwmV0_gzt4JFDt38Q. Acceso en 22/04/2020. SERVINDI. (20/03/2020). Consejos en quechua para prevenir el Coronavirus. Disponible en:https://www.servindi.org/producciones-audios-spots-videosradioteca/20/03/2020/campana-en-quechua-para-prevenir-el. Acceso en 20/04/2020. UNICEF Perú. Paciencia y amor para ganarle al coronavirus. Versión quechua. Disponible en:https://www.unicef.org/peru/media/7566/file/Hawkalla%20hinaspapas%20 kuyaywam%20coronavirus%20unquy%20llallinapaq.pdf. Acceso en 20/04/2020. Yaw Runa Simi Studios S.A.C. (16/03/2020). El coronavirus en quechua / Activar subtítulos. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=R7fGoFsqop8. Acceso en: 22/04/2020.

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Rodolfo Rojas Virijivich Perú Vivíamos en una época en la que pensábamos que si nos preparábamos lo suficiente podríamos afrontar exitosamente cualquier reto de comunicación que un cliente nos ponga sobre la mesa. No podíamos estar más equivocados. Ni el mejor curso de Data Science, Design Thinking o Marketing Digital podía preparar a esta generación de comunicadores para afrontar sin dudas ni errores el coronavirus. Una vez iniciado el aislamiento social el día 16 de marzo, cambiaron todas las reglas de juego de un día para otro. Mientras que algunas marcas optaban por posponer o pausar campañas, otras intentaban adaptar no solo su comunicación, también su propuesta de valor para no perder terreno ante la coyuntura. En este proceso de adaptación rápida y poco informada detecté tres problemas base que seguramente afectaron a otros colegas. En primer lugar, la estructura básica de una agencia de publicidad no está pensada para trabajar de forma remota intempestivamente. En segundo lugar, la incredulidad de los clientes ante esta situación inesperada y su visión ciega que los llevó a tomar decisiones apresuradas y poco atinadas. Por último, el impedimento técnico de no poder planear a largo plazo y tener que comunicar sin la certeza de que la información que le brindas al usuario es la correcta, no por falta de diligencia en la investigación, sino debido a que la información cambiaba cada día y, en algunos casos, cada hora. En los siguientes párrafos voy a desarrollar más a detalle estos tres problemas base de la comunicación en tiempos de pandemia. Ahora que ya hemos vivido meses en esta coyuntura y se ha cumplido lo dicho por Gabriel García Márquez en su libro 100 años de soledad: “llegó el día en que la situación de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo”. Es relativamente fácil mirar atrás y ver todas las acciones de debieron tomarse y no se realizaron. Ahora hay guías, manuales de gestión de crisis para el COVID-19 y una serie de artículos académicos muy interesantes sobre el tema. Sin embargo, es material que llega de forma asincrónica a la necesidad real de consultarlo y aplicarlo.

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Al igual que todos los comunicadores, el aislamiento social provocado por el coronavirus nos encontró totalmente desprevenidos. Con la guardia baja y sin ninguna intención de salir de nuestra zona de confort. El primer reto fue el teletrabajo, de lo que ya se ha hablado largo y tendido, por lo que no me explayaré al respecto. Más allá de la necesidad de controlar actividades y la productividad de los trabajadores, no se tomó en cuenta que en ambientes creativos y de trabajo en equipo, cambiar lo físico por lo virtual es restarle muchísimo al proceso de creación. Se perdió la ilación de una idea de forma colaborativa, los aportes espontáneos que muchas veces resultaban ser los mejores y transformaban una idea buena en una idea excelente. Quizá el mayor impacto publicitario del coronavirus fue directo a la rama creativa del rubro.

También se manejó el reto constante de qué sería pertinente comunicar y cómo hacerlo. Existió muchísima información de fuentes confiables que podrían ser compartidas con los usuarios. Sin embargo, una característica de esta información es que era confiable pero efímera. Un anuncio del Gobierno, un aumento en una cifra o una baja en otra significaba replantear toda la estrategia desde cero, tanto para las acciones en social media como para las campañas digitales.

Una persona que debe desempeñar una labor creativa necesita de un momento y tiempo distinto a aquellos colaboradores que desempeñan labores de gestión. Un claro ejemplo de esto se puede apreciar en Enter The Anime, un documental de Netflix del 2019 en la que se entrevistan a las grandes mentes detrás de la nueva generación de animes, todos llegaban a la conclusión de que las mejores ideas se les ocurrían cuando se bañaban. El teletrabajo en aislamiento social, que es distinto al teletrabajo sin aislamiento social, le arrebata al creativo la posibilidad de pensar en bus camino al trabajo, mientras pasea al perro, salir a dar una vuelta, tomar un café y procesar las ideas de forma no convencional. A la situación antes mencionada hay que sumarle la imposibilidad de contar con material nuevo, ya sea fotográfico o audiovisual. El hecho de reciclar material de archivo se ha sentido en varios aspectos de la industria publicitaria. Un ejemplo de esto es el video Every Covid-19 Commercial is Exactly the Same disponible en la plataforma de YouTube que cuenta con más de un millón y medio de reproducciones. En este video se ve como las principales marcas a nivel mundial como Uber, Samsung, Apple, Kia, Budweiser y muchas marcas reconocidas más recurren a los mismos recursos creativos en sus spots publicitarios desarrollados durante la cuarentena. Si bien un creativo debe adaptarse a los recursos disponibles y la carencia siempre debe abrir las puertas a la innovación y creatividad, debemos asumir que esta situación excepcional será la nueva normalidad y empezar a generar contenido creativo en base a ella y estando en ella.

Más allá de la capacidad comprobada que tienen las marcas para seguir vendiendo a pesar de todo, lo que los usuarios ponen en duda es la logística para cumplir de forma satisfactoria con lo prometido. Los sectores más golpeados por esta falta de credibilidad en la promesa son el sector educativo y el retail. A modo de conclusión, debo enfatizar que hay que cambiar nuestra forma de pensar que estamos viviendo algo temporal, pasajero y que todo volverá a la normalidad. Esto nos genera una traba mental que evita que podamos ver la situación de aislamiento como un semillero de ideas y estrategias. La sensación de que el mundo está en pausa solo es real en nuestras cabezas, mientras muchos comunicadores están esperando “volver a la agencia” para retomar los proyectos en pausa, otros ya están creando su nueva normalidad y eso es realmente elogiable. Los problemas indicados en los párrafos anteriores son problemas que surgieron de un día para el otro.

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¿Qué decir y cómo decirlo?

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

ADAPTARNOS Y READAPTARNOS: PUBLICIDAD EN PANDEMIA

Hoy en la agencia, mañana teletrabajo

Hoy, meses en esta situación, ya es momento de adaptarnos nosotros mismos, la forma de trabajar y, más importante aún, la forma de pensar. Lo cierto es que cuando salgamos de esta pandemia, tendremos que readaptarnos al mundo que nos espera, con nuevos miedos y nuevas motivaciones. Sin embargo, ahora no tenemos excusa para decir que no estamos listos.

Clientes: “No pasó nada, sigamos igual” Lo que más me sorprendió de la situación creada por el coronavirus fue la total incredulidad de muchos clientes y comunicadores, entre los que me incluyo, sobre lo que estábamos viviendo. Esto nos llevó a manejar una comunicación de espaldas a la realidad, mientras más de un millón de personas en Perú perdían sus trabajos durante las primeras semanas de la cuarentena, se seguía con la férrea determinación de no ajustar la comunicación, precios o incluso beneficios de diversas marcas, productos y servicios que se manejan en la agencia. Esto, como es obvio, generó una serie de crisis digitales que, estoy seguro, se replicaron de igual forma en otras agencias de comunicación.

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Julián Enrique Barrero Garcia Rubén Darley Cristancho Cuestas Yerife Andrea Parra Orozco Colombia

Desde la normalidad de los procesos académicos desarrollados por la Escuela Militar de Suboficiales Sargento Inocencio Chincá (EMSUB), como escuela de formación del Ejército Nacional de Colombia e Institución de Educación Superior (IES), el enfrentarse a la contingencia actual del COVID-19, más que reinventarse académicamente se puede definir desde la pedagogía como una oportunidad de aprendizaje frente a los componentes teóricos, metodológicos y prácticos propios del modelo pedagógico definido por esta Institución. La flexibilidad del currículo y la contingencia generada académicamente a nivel global ha permitido, que el personal docente de la EMSUB consolide un proceso de adecuación del proceso pedagógico como un instrumento innovador, que impacte positivamente en los procesos de aprendizaje propios de la academia y principalmente, desde la especificidad de este caso, en

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Por ello, el presente documento realiza una reflexión y análisis desde la visión del personal docente y directivo de esta institución educativa frente a la aplicación y uso de diferentes medios de comunicación para poder seguir ofreciendo educación de calidad a los alumnos, contando con un equipo docente capacitado en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). En este texto se darán a conocer esas herramientas, metodologías y estrategias utilizadas por los docentes para seguir enseñando y educando al futuro Suboficial del Ejército Nacional de Colombia en tiempos de pandemia. La educación en el contexto militar La formación militar en la EMSUB está compuesta por: a) Formación Militar Académica (FMA), b) Formación Militar Práctica (FMP) y c) Formación Militar Complementaria (FMC), líneas marcadas y definidas puntualmente en herramientas teóricas, técnicas, tácticas y físicas que estructuran las competencias requeridas para el cumplimiento de la misión del futuro Suboficial. La importancia de cumplir los objetivos establecidos a nivel académico ha obligado a los docentes a desarrollar estrategias que respondan a las metas propuestas desde el desarrollo de una catedra remota y se soporte con la virtualidad en la cual se implementa la comunicación digital, exigiendo al docente, profesor o instructor desde la adecuación de los syllabus o diseño curricular de la asignatura o saber que orienta, la programación, la revisión bibliográfica, la intervención organizada y metódica, el desarrollo, la lúdica y la evaluación. Cada uno de estos aspectos obedece a un estudio riguroso y una descripción detallada; sin embargo, se ha decidido centrar en el proceso de evaluación como aspecto determinante, tanto desde una visión cuantitativa como cualitativa y que implica el cierre del ciclo de aprendizaje específicamente en una línea de tiempo, bajo unas características especiales. Pero hoy, con la particularidad de la situación mundial provocada por la pandemia del COVID-19, la calificación más que un simple número debe ser el equilibrio entre la exigencia de buscar moldear al alumno desde la academia, la justicia que permita la motivación individual y grupal, y la humanidad propia de quien lidera el saber para entender, desde el principio de la particularidad, que cada aspecto afecta directa o indirectamente a los alumnos en diferentes

Sin embargo, el proceso no solo debe verse desde la falta de los recursos materiales, sino también desde la parte del comportamiento del alumno en su nuevo escenario (aula o casa), su tipo de aprendizaje, su cambio de rutina, su movimiento, alistamiento, y disponibilidad, entre otros factores. Esto juega un papel muy importante y es difícil de detectar desde la rutina del aula de clases, ni se le da la relevancia requerida; estos aspectos al ser tenidos en cuenta, hacen que los procesos de comunicación sean efectivos aportando de manera significativa al aprendizaje y educación. Evaluar es un arte y como tal obedece a sincronizar una infinidad de procesos que permitan reflejar un logro, el cumplimiento de un objetivo o un número, para el caso de la formación militar (FMP – FMA y FMC); el número es el resultado de adquirir adecuadamente las competencias requeridas para su nivel y su antigüedad según el perfil establecido por cada programa académico, y ese número permite organizar descendentemente el curso militar y generar el escalafón en el cual, a futuro, ingresará los alumnos como Cabo Tercero . Las implicaciones de ese listado organizado que determina la antigüedad también establece mando, subordinación, reconocimiento y distinción frente al resto de la población militar; sin embargo, teniendo en cuenta la importancia del resultado de la evaluación y haciendo énfasis en que debe ser exigente, justa y humana por parte del docente, también es necesario que este observe e identifique en el alumno el compromiso con sus deberes como integrante de la población académica, el respeto por el desarrollo de la sesión de clase (remota, virtual o presencial) y la responsabilidad con los requerimientos que se generen durante el desarrollo de la asignatura o saber. La educación militar en tiempos de pandemia. Una experiencia de educación y comunicación digital. En el presente apartado se mencionará la experiencia y reflexión que se puede evidenciar desde las funciones laborales que se llevan en curso durante este estado de emergencia debido a la pandemia y como, desde la educación militar, se sigue trabajando y brindando de la mejor manera educación de calidad a través de recursos y herramientas tecnológicas para que los alumnos puedan continuar con sus procesos formativos, al igual que seguir aprendiendo y capacitándose en su carrera militar. El análisis del contexto que se ha realizado comprende las necesidades que se presentan en los grupos familiares y las zonas en las que se encuentran ubicados cada uno de los alumnos, ya que no todos tienen las mismas oportunidades de conectividad por la geografía del territorio en donde se encuentran y por las condiciones ambientales, de igual manera por la falta de recursos tecnológicos; estos y otros aspectos se han analizado para poder desarrollar un proceso educativo pertinente a las necesidades del alumno y que permita generar un

aprendizaje significativo durante el tiempo que dure el estado de emergencia y se utilicen las tecnologías de la información y la comunicación aplicadas a la educación. Se reconocen, hoy en día, los nuevos retos que debe asumir la educación frente a los procesos de enseñanza y aprendizaje en las diferentes instituciones educativas del mundo. En el caso de la Escuela Militar de Suboficiales, se realiza un proceso formativo mediante el uso y aplicación de diferentes herramientas informáticas, entre las que se encuentra la plataforma Blackboard, a través de la cual se realizan las sesiones en línea donde los alumnos reciben sus clases de manera remota, se crean grupos colaborativos, talleres, evaluaciones, foros y demás actividades que el docente crea pertinente en el desarrollo de su asignatura o saber. A su vez, la aplicación de comunicaciones digitales como el uso de redes sociales con fines educativos, plataformas como Zoom, Facebook Live, y aplicaciones como WhatsApp . Los procesos comunicativos han cambiado al docente y al alumno, les ha tocado adaptarse a la educación mediada por las TIC en la cual ya no hay un contacto físico, pero se presenta una comunicación visual, auditiva, virtual e interactiva a través del uso de herramientas digitales que permiten que el mensaje de la asignatura o saber que oriente el docente y que quiera dar a entender, de acuerdo al desarrollo del mismo, llegue de manera pertinente. Por lo tanto, en este proceso de adaptación de educación mediada por las TIC se sigue desarrollando el proceso comunicativo; el emisor, que en este caso es el docente, quien además realiza la instrucción, exposición y socialización de los temas concernientes a su área de conocimiento; el receptor que es el alumno, quien se encuentra al otro lado de la pantalla de manera participativa y activa frente al aprendizaje que está llevando a cabo en su formación académica como militar. Por último, pero no menos importante, está el mensaje, que es el que emite el docente y que llega al alumno, esta vez de diferentes maneras en las cuales debe aplicar la innovación para no solo impartir teoría y compartir contenido en documentos y archivos, sino que utilice aplicaciones y metodologías interactivas en las que el mensaje se pueda impartir de una manera creativa que le permita al alumno también fortalecer sus competencias digitales.

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En la actualidad, la humanidad se encuentra en la cuarta revolución industrial, en donde las actividades desarrolladas por los diferentes sectores de la economía a nivel mundial utilizan la tecnología y la comunicación digital para agilizar sus procesos haciéndolos más eficientes. A su vez, el sector educación no se ha quedado atrás y ha empezado a utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para aplicarlas a la educación. Para el caso de la Escuela Militar de Suboficiales, ha buscado mantenerse a la vanguardia en el uso de diferentes herramientas informáticas para el desarrollo y ejecución de sus procesos académicos.

dificultades que se pueden presentar durante el proceso de aprendizaje, como lo pueden ser: la limitación de equipos de cómputo, el difícil acceso a la tecnología, la ubicación geográfica que los restringe a recibir y/o enviar la información requerida.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

RETOS EN EDUCACIÓN Y COMUNICACIÓN DESDE LA FORMACIÓN ACADÉMICA DEL SUBOFICIAL DEL EJÉRCITO NACIONAL DE COLOMBIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

la generación de competencias propias del líder que se quiere formar como futuro Suboficial del Ejército Nacional de Colombia.

La educación es uno de los pilares más importantes que componen la sociedad, ya que está directamente relacionada con el comportamiento de conocimiento y competencias que adquieren las personas durante el transcurso de sus vidas para desempeñar un rol significativo que aporte al desarrollo positivo de la sociedad. Los diferentes avances y desarrollos tecnológicos que se han utilizado desde la educación han permitido la creación de entornos virtuales de comunicación creativos, innovadores, versátiles y flexibles, desde los cuales el docente y alumno pueden desarrollar el proceso de enseñanza y aprendizaje de la mejor manera, siempre buscando que lo orientado sea significativo para el alumno y este pueda aplicarlo a su contexto real. El uso y aplicación de la comunicación digital permite transferir conocimiento, comunicar ideas, tratamiento de información y creación de un proceso académico siempre didáctico, lúdico y nuevo. Lo digital permite romper la monotonía y rutina de la educación presencial en la que se recibe la clase en un aula y el docente imparte su cátedra; la comunicación digital se

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El papel del docente en la aplicación de la comunicación digital en el proceso educativo.

El uso adecuado de las TICs también permite la generación de equipos de trabajo colaborativo en la comunidad virtual o remota, dan paso a una red de aprendizaje la cual el docente puede aprovechar para enriquecer la enseñanza que imparte desde su área de conocimiento, permitiendo la aplicación de diferentes metodologías en las que se promuevan nuevas formas de enseñar de manera creativa, aplicando la didáctica apoyada en las TICs para que se desarrolle una comunidad educativa con destrezas y habilidades para asumir los nuevos retos de adaptación que traerá el mundo cuando se termine la pandemia.

El docente en la Escuela Militar de Suboficiales ha tenido el reto de implementar diferentes estrategias pedagógicas aplicadas a la enseñanza de su asignatura o saber desde la educación mediada por las TICs, teniendo en cuenta que la comunicación que realice con los alumnos se desarrolle de la mejor manera para que estos puedan obtener el aprendizaje que se espera frente a las diferentes habilidades y competencias que adquieren, fortaleciendo su perfil profesional como futuro Suboficial. El papel que también tiene el proceso educativo en el contexto militar es el desarrollo integral de características, habilidades, destrezas y competencias propias del militar preparándolo para las diferentes situaciones que enfrentará en su diario vivir, a partir de la misión de la protección del territorio colombiano y su población. El docente tiene la responsabilidad, desde la mediación remota, que la comunicación del contenido temático de determinada área de estudio llegue al alumno, apoyándolo y guiándolo en la adquisición del conocimiento que requiere tener para cumplir a cabalidad sus labores militares en un futuro. El alumno es el centro del proceso de aprendizaje, quien en compañía del docente construye su propio conocimiento, como un proceso individual en la medida en que cada persona aprende de una manera distinta y presenta habilidades y destrezas diferentes. En este contexto el uso de entornos virtuales facilita el aprendizaje permitiendo que el alumno se comunique con el docente y con sus demás compañeros en la transferencia de información propia de su proceso académico, las TICs desde este punto de vista son un elemento primordial utilizado por el docente como herramienta y estrategia pedagógica para generar un aprendizaje significativo en el alumno. Desde la nueva experiencia que están teniendo los docentes de la Escuela Militar de Suboficiales en el proceso educativo mediado por las TICs a partir de la crisis sanitaria, al utilizar diferentes plataformas y aplicaciones como las que se mencionan anteriormente, para el desarrollo de sus asignaturas, se debe también tener en cuenta el estilo y ritmo de aprendizaje de cada alumno, ya que cada uno aprende de manera diferente y presenta necesidades particulares frente al desarrollo de la temática impartida por el docente, el uso de estos medios digitales le permite al alumno acceder a diferentes informaciones en la que se comunica con el mundo frente al análisis que debe realizar en el desarrollo propio de las actividades propuestas por el docente. Las herramientas tecnológicas han cambiado la forma de comunicación. Las plataformas y aplicaciones multimedia permiten en el alumno el desarrollo de capacidades y habilidades, fortaleciendo sus competencias digitales, las cuales van a enriquecer el perfil del egresado, sacando el mayor provecho al aprendizaje desarrollado mediante estas tecnologías. Los alumnos se sienten motivados y autónomos, en la utilización de estas herramientas digi-

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Los docentes han tenido que considerar diferentes situaciones por las cuales pasa el alumno durante el desarrollo de su proceso formativo en estos tiempos de pandemia. La distancia presenta diferentes características, dificultades y ventajas desde las cuales se deben revisar varias posibilidades para generar un proceso de comunicación a través de herramientas informáticas para el proceso de enseñanza – aprendizaje entre el docente y el alumno: se desarrolla la autonomía por parte de los alumnos, los cuales pueden establecer su proceso educativo y ritmo de acuerdo a sus circunstancias; el docente construye reflexibilidad, ya que no se dispone del mismo tiempo por diferentes causas, entre ellas la falta de recurso tecnológico, conexión a internet, la geografía del territorio donde se encuentre el alumno y sus otras obligaciones . La comunicación entre el docente y el alumno debe ser efectiva para que la información que se brinde llegue de manera correcta y no se presenten confusiones que puedan conllevar a que la educación no se convierta en una carga que pueda afectar el estado mental y social del alumno. También, el docente, quien hoy tiene una gran responsabilidad al distribuir su tiempo entre sus actividades familiares y labores, algunas veces va dejando de lado su propia vida personal para seguir enseñando y fortaleciendo el proceso de educación para formar futuros Suboficiales del Ejército Nacional Colombia. Tiempos de emergencia para repensar la educación y los procesos de comunicación. La escuela como lugar y espacio, es una construcción social en la que la convergen múltiples realidades generadas por diferentes relaciones humanas, que dan paso al desarrollo del proceso de la educación; es sobre este espacio de aprendizaje, de creación de nuevo conocimiento e investigación en el cual debemos reflexionar y replantear si los objetivos del actual sistema educativo están cumpliendo y satisfaciendo las necesidades de las generaciones actuales, las cuales tienen habilidades, destrezas y comportamientos ligados a la globalización y a la era tecnológica en la cual se vive. Esta generación trae consigo un chip que le permite adaptarse fácilmente a los nuevos avances científicos en materia de tecnología y comunicación y, por lo tanto, la educación debe adaptarse a este reto y repensar sus métodos de enseñanza.

De acuerdo a esa primera posición que se plantea de repensar la educación frente a las nuevas tecnologías, las comunicaciones y a las necesidades de las generaciones actuales, se debe abordar que este replanteamiento permitirá adaptaciones nuevas frente a situaciones de emergencia. En los tiempos actuales el planeta entero se encuentra asumiendo y viviendo el reto de una pandemia, la cual no se había presenciado y vivenciado por gran parte de las generaciones actuales; y, aunque en épocas anteriores han ocurrido diferentes pandemias y la humanidad las ha ido superando, esta es la primera vez en que se vive una experiencia real desde la posición de los jóvenes y adultos de la sociedad, la cual ha generado que los hábitos y comportamientos de los diferentes grupos sociales estén cambiando para adaptarse a la nueva realidad; y la educación ha sido uno de los escenarios que ha asumido ese reto para adaptar los procesos de aprendizaje y poder seguir construyendo conocimiento en las diferentes instituciones educativas del mundo a través de diversos programas, estrategias, actividades y metodologías, con el fin de seguir capacitando en las diferentes áreas del conocimiento a las generaciones actuales desde esas herramientas informáticas que manejan con eficiencia y destreza. La educación al ser uno de los sectores que ha tenido la misión de responder de manera adecuada a las necesidades y tiempos de emergencia que se viven por la pandemia, también ha generado cambios y nuevos procesos de comunicación para desarrollar el aprendizaje. Los tiempos han cambiado, el día a día es desconocido, la educación ya no es ni será la misma, la comunicación que se generaba en las instituciones educativas se ha ido adaptando a la realidad, los actores involucrados en este proceso han buscado diferentes herramientas digitales que permitan tener un acercamiento entre los docentes y los alumnos, para seguir el desarrollo del año escolar y el cumplimiento de las actividades propuestas. La comunicación ya no es física ni presencial, las tecnologías de la información y la comunicación están cumpliendo sus funciones de cerrar brechas y acortar distancias. El generar espacios formativos a través de la pantalla de un computador, tablet o un celular para el desarrollo del proceso educativo mediado por estas herramientas informáticas está generando un cambio en el comportamiento, hábitos y costumbres de la sociedad actual, la comunicación no es como la conocíamos; hoy en día la pandemia le quito las relaciones afectivas al ser humano y consigo la interacción entre diferentes grupos a los que pertenece, un beso o un abrazo son acciones peligrosas en estos tiempos de pandemia y por lo tanto ha cambiado la forma de comunicación; los alumnos, docentes, padres de familia y demás comunidad educativa deberán cumplir los protocolos de seguridad para realizar las diferentes actividades académicas pero sin comunicación física directa de manera constante. ¿Podrá ser este nuevo proceso de comunicación efectivo, al no tener una interacción constante con los actores involucrados en el proceso educativo de manera presencial?, ¿generará un aprendizaje significativo o lo aprendido quedará en la memoria solo por el momento? Es difícil comprender como cambió la realidad de un día para otro; todo lo que conocíamos a escala de comportamiento humano no será lo mismo. Se propone en esta reflexión el abordaje de esos procesos de comunicación entre los actores que están involucrados en la educación, mencionando el uso de dispositivos electrónicos

para el desarrollo práctico del aprendizaje, pero se debe tener presente que no toda la población del sector educativo (específicamente los alumnos) tiene las mismas oportunidades, ni cuentan con los mismos recursos; desafortunadamente la educación no es un sector equitativo, entonces, la comunicación que se presenta en este proceso formativo no está cumpliendo al cien por ciento con la labor y gestión que se espera al dar cumplimiento al derecho a la educación y al brindar la calidad. Se deben reconocer e identificar las necesidades de toda la población educativa buscando generar procesos comunicativos que permitan que la educación sea impartida de manera igualitaria y pueda seguir capacitando y formando a las diferentes personas que hacen parte de estas comunidades, establecer los procesos de comunicación efectivos que permitan que el mensaje llegue de manera asertiva a los alumnos y así mismo, que el docente pueda comprender y entender que el contenido y aprendizaje que está impartiendo está llegando de manera pertinente a la comunidad educativa a la que pertenezca. Para repensar la educación y los procesos de comunicación también se deben tener en cuenta las dimensiones culturales, sociales y ambientales de la población educativa, ya que en esta época de pandemia no todas las personas presentan las mismas condiciones, lo cual afecta el desarrollo del aprendizaje, y se esperaría que al momento de reevaluar y proponer estrategias y programas para el desarrollo de la educación se tengan en cuenta estos aspectos, porque de nada sirve implementar tecnologías y herramientas informáticas solo para un grupo específico de las diferentes comunidades educativas dejando de lado y sin educación a otro, puesto que afectara los procesos de comunicación, ya que no habrá un desarrollo pertinente frente al proceso formativo. De igual manera, la dimensión económica se debe considerar, pues no todos los alumnos y sus familias pueden acceder a recursos informáticos, las instituciones deben pensar en brindar esa dotación para que el alumno se pueda comunicar con sus docentes y compañeros para el desarrollo de las diferentes actividades de manera digital mientras sucede el desarrollo de la pandemia.

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tales, al identificar como propias las habilidades para aplicarlas y usarlas, esto para ellos hace más atractivo el proceso educativo.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

puede aprovechar para el abordaje de una experiencia remota que fortalezca las competencias digitales del suboficial miembro del Ejército Nacional de Colombia.

Algunas instituciones educativas de educación superior lo han hecho en Colombia, al brindar préstamos de tablets y computadores portátiles a los alumnos que no cuentan con estos recursos acompañados de plan de internet, con una conexión determinada, para dar cumplimiento al desarrollo del proceso educativo, pero eso se menciona desde la educación superior; ya que si se da una interpretación y análisis de la realidad de las instituciones educativas públicas de educación primaria y bachillerato la realidad es otra pues no tienen como brindar estos recursos tecnológicos y, aún más, por la cantidad de alumnos que pertenecen a este sector educativo (sin ser un factor exclusivo de este sector). No es el hecho que, por pertenecer al sector privado en la educación, se cuenten con todos los recursos para poder desarrollar el proceso de aprendizaje de manera digital durante la pandemia, allí también se presentan múltiples realidades que deben ser abordadas para comunicar el mensaje de la mejor manera. Por ello, son amplios los aspectos que se deben considerar y abordar al momento de repensar la educación y los procesos de comunicación que emergen durante esta actividad de construcción social, la cual tiene como función formar a esas personas que serán el futuro de la sociedad.

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El rol del docente siempre ha sido claro y se ha establecido como el guía, orientador, conductor, y, mediador entre el alumno y el conocimiento; ha sido quien se encarga de buscar y aplicar las mejores metodologías pedagógicas y didácticas a la hora de enseñar, pero así mismo, su componente humano, social, ético y moral hace parte de la formación. Podríamos suponer que su buen ejemplo en virtudes como la solidaridad, la paciencia y acciones de comportamiento basadas en justicia son suficientes para enseñar, pero el poder compartir un espacio físico, el contacto presencial, un diálogo constante, el poder ser algunas veces parte de una terapia con solo escucharles una inconformidad, una situación personal, el permitir el análisis y discusión a otros temas de conocimiento e interés, permiten que nuestros alumnos puedan evaluarnos y juzgarnos más profundamente; y de igual manera, como docentes podemos llegar a conocer mejor a nuestros alumnos en sus debilidades y fortalezas. Educar en el contexto militar tiene su particularidad y es que se rige ante todo por una doctrina militar, la cual se establece desde la Constitución en su capítulo II, desde la función pública, articulo 122 en la cual todo servidor público (como lo es el militar) deberá prestar juramento para cumplir y defender la constitución, ello implica: “…defender la democracia, la libertad y el orden constitucional. Respetar los Derechos Humanos, salvaguardar la honra y bienes del pueblo colombiano y contribuir a construir la paz anhelada para nuestro país” (Constitución Política de Colombia, P.24); esto hace que su esencia esté en una profunda formación ética. La Escuela Militar de Suboficiales es, como encargada de su formación académico-militar, quien siembra los cimientos de dicho aspecto humano, y este aprendizaje se establece desde la dirección del comandante y en adelante por toda su jerarquía. Entre los saberes académicos que fortalecen su formación humana está la instrucción de liderazgo, ética militar, doctrina Damasco y una transversalización por el resto de los saberes, lo que concluye que todos los docentes e instructores militares tienen por responsabilidad el educar bajo la base de la ética y de los valores. Pero esta pandemia, también ha planteado un desafío a este tipo de formación tan esencial y que hasta hace unos meses se consideraba que solo podría darse desde lo vivencial y el diálogo directo; hoy la necesidad de enseñar no solo conocimientos exactos, también pone a prueba a los docentes en cómo orientar su saber y/o asignatura con el componente transversal esencial del futuro suboficial del ejército. Para lograr este objetivo se implementan muchas estrategias ya mencionadas como la plataforma Blackboard, con distintas herramientas como: sesiones en línea, foros, rubricas y

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Desde el marco legal del Ministerio de Educación Nacional (MEN) es necesario tener en cuenta El Plan Nacional Decenal de educación 2016 – 2026 en Colombia el cual señala dentro de sus desafíos estratégicos: Impulsar el uso pertinente, pedagógico y generalizado de las nuevas y diversas tecnologías para apoyar la enseñanza, la construcción de conocimiento, el aprendizaje, la investigación y la innovación, fortaleciendo el desarrollo para la vida” Desde la enseñanza: 1. Fomentar los aprendizajes de tecnología que respondan a las necesidades de los diferentes contextos y a los nuevos retos de la sociedad digital. 4. Promover la construcción e implementación de contenidos educativos digitales apropiados y pertinentes que mediante el uso racional de las TIC favorezcan las prácticas pedagógicas transformativas que impacten positivamente el aprendizaje de los estudiantes. 6. Desarrollar las competencias comunicativas de los estudiantes, a través del uso y apropiación crítica de las tecnologías. (Ministerio de Educación Nacional, 2017) Partiendo de estos desafíos y desde la enseñanza, la práctica docente desde hace muchos años se liga de manera necesaria a la innovación pedagógica en la utilización de didácticas activas, teniendo como herramientas de aprendizaje a las TIC, para lo cual debe tenerse muy en cuenta características, diversidad y necesidades del contexto, porque, y es de recalcar nuevamente, no solo se forma en conocimientos. A su vez, el sector educación no se ha quedado atrás y ha empezado a utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para aplicarlas a la educación. Para el caso de la Escuela Militar de Suboficiales, se ha buscado mantenerlo a la vanguardia en el uso de diferentes herramientas informáticas para el desarrollo y ejecución de sus procesos académicos. Por ello, el presente documento realiza una reflexión y análisis desde la visión del personal docente y directivo de esta institución educativa frente a la aplicación y uso de diferentes medios de comunicación para poder seguir ofreciendo educación de calidad a los alumnos, contando con un equipo docente capacitado en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs).

En este texto se darán a conocer esas herramientas, metodologías y estrategias utilizadas por los docentes para seguir enseñando y educando al futuro Suboficial del Ejército Nacional de Colombia en tiempos de pandemia, también para el “desarrollo de la vida”, y ello implica un acercamiento y un diálogo más reflexivo sobre el conocimiento, el entorno, cambios, transformaciones, debates éticos y todos los interrogantes que puedan darse en un ambiente de aprendizaje sea físico y/o virtual, donde las respuestas, puntos de vista, diálogos que pueda ofrecer el docente, aportarán de manera significativa al proceso integral del alumno. Ello expone unas características esenciales en el docente de la EMSUB. La primera de ellas es tener una clara comprensión del contexto militar para que su quehacer docente vaya a la dinámica, misión y visión de la institución y de este modo, pueda conocer las necesidades para transformar sus prácticas docentes en relación con el currículo, la evaluación y la valoración. Otro aspecto de relevancia es la innovación que debe poner en sus prácticas al usar las TIC para construir conocimiento y estrategias novedosas, teniendo en cuenta que este contexto militar tiene una gran diversidad cultural, por los cual su lenguaje, debe ser lo más universal posible y no dar por hecho ningún conocimiento previo. El docente militar debe fortalecer las relaciones humanas, de solidaridad y cooperación, y una de las estrategias a las que debe acudir es a la construcción del conocimiento de forma colectiva, donde todas las apreciaciones sean tomadas en cuenta y se les dé un merecido valor; ello promueve un respeto a las ideas de los demás, la participación, confianza y seguridad en el alumno. Debe estar dispuesto a los cambios y necesidades del entorno para diseñar y adaptar de forma recursiva, proactiva y rápida, ambientes de aprendizaje que se ajusten al momento. También es fundamental recibir, aportar y retroalimentar, por medio del diálogo, la reflexión y la construcción, nuevas estrategias con sus compañeros. Concebir la integración de las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero entendiendo que es solo una herramienta para transmitir el conocimiento desde un aspecto más práctico y alineado al entorno en que viven hoy nuestros alumnos (la tecnología) pero ello, no puede llevar a pensar que la formación, la responsabilidad y el compromiso docente llegaron hasta ese punto. Debe darse en acompañamiento de ellas de igual manera en la observación de problemáticas, y el docente como única herramienta guía que ayuda a una interpretación, un análisis y una reflexión ética, de valores y moral, es quien fomentará en el alumno su reflexión en el escuchar, en el diálogo y el debate, llevándolo a repensar y hacer nuevos planteamientos dirigidos en el actuar y pensar de forma correcta. Recomendaciones: • Aprender y aplicar las TIC, así el entorno de aprendizaje sea presencial, ello permitirá estar preparado y capacitado para cualquier emergencia, como la que sufre hoy día el mundo.

• Integrar las TIC al diseño curricular y a los contenidos temáticos de los saberes y/o asignaturas, ello permitirá al docente y al alumno una familiarización constante. • Tener en cuenta el contexto y realizar un estudio previo para la aplicación de las TIC y de este modo, conocer las posibles falencias con las que se podría hallar y así disminuir las fallas y errores con los que se encontraría durante el proceso. • Realizar una capacitación constante a los docentes sobre herramientas pedagógicas mediadas por las TIC por un equipo de expertos no solo en tecnología, sino en pedagogía y didáctica. • Incluir siempre de manera transversal el componente humano, ético y de valores en todos los saberes y/o asignaturas, mediados por las TIC. Ello fortalece todas las virtudes sociales tan necesarias para esta época de pandemia que se ha dado de manera tan inesperada para toda la humanidad. Conclusiones La situación actual ha obligado a que el docente se mueva bajo las líneas de la exigencia y la humanidad, enseñar fuera de nuestra zona de confort establecida por la presencialidad obliga a ser detallista, riguroso en cada proceso pedagógico, pero principalmente nos lleva a ser humanos a entender y comprender la importancia del docente desde la individualidad de cada uno de los alumnos. La pedagogía transforma y moldea nuestras habilidades para generar competencias, llegar a este punto no ha sido fácil, el aprendizaje es constante y particular en cada situación, el COVID-19 ha impactado en la humanidad no solo como un virus sino como un elemento de transformación que hoy, en el caso de la Escuela Militar de Suboficiales, pese a tener un alto porcentaje de alumnos fuera de las aulas, nos ha acercado, ha generado competencias y ha permitido dar más valor a los detalles simples que se ignoraban en el diario vivir.

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La relación social y humana del docente y el alumno, mediado por las TICs y la comunicación.

demás, ofreciendo de este modo, distintas alternativas para dar a conocer en primera instancia la información, capacitaciones para los docentes y alumnos, salas de informática para los alumnos, y desde la Presidencia de la República y el Ministerio de las Tecnologías de la información y las Comunicaciones TIC, un “Vive digital” ubicado de forma estratégica en la escuela donde todo el personal militar, alumnos y docentes tienen acceso.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

Frente a la situación que enfrenta el sistema educativo, el docente, como líder de diversos procesos pedagógicos, está teniendo una gran responsabilidad sobre sus hombros, la realidad de la educación se ha vivido desde diferentes escenarios y está dejando a la vista las grandes necesidades que tiene este sector.

Esta pandemia le ha dado un reto al quehacer docente, obligándolo a transformar sus prácticas pedagógicas y a integrar a las TIC no como una herramienta esporádica, sino como parte de su estrategia diaria en el proceso de enseñanza y aprendizaje, situación que le ha permitido reinventarse, conocer y actualizarse en este conocimiento que para algunos era totalmente desconocido y no tenían el más mínimo interés en descubrirlo. A su vez, dicha situación de pandemia ha promovido al estado colombiano en el apoyo y la transformación de las instituciones educativas, al denotar la necesidad y la verdadera aplicación de las TIC, pero no solo como un discurso, ni en la implementación de objetivos y leyes, sino en el apoyo real y urgente para todas las comunidades educativas. En lo particular, a la EMSUB y sus docentes los ha enriquecido, en la transformación de prácticas pedagógicas, integrar a las TIC y de igual forma conocer a mayor profundidad el contexto individual de los alumnos que conforman toda la escuela, lo que ha ratificado que en ella se congregan una gran pluralidad, no solo de culturas por las distintas regiones a las que pertenecen, sino por las condiciones socioeconómicas en las que viven cada una de

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Constitución política de Colombia [Const.] (1991), Artículo 122. [Título V, Cap. 2]. Ministerio de Educación Nacional de Colombia. (2020). Colombia ya tiene su Plan Nacional Decenal de Educación. URL https://www.mineducacion.gov.co/1759/ w3-article-363197.html?_noredirect=1

Gabriel Peredo Albornoz Bolivia Resumen Este estudio preliminar observa la relación y funcionalidad compleja entre eventos temporalmente separados con sorpresivas y curiosas relaciones sistemáticas que permiten visualizar, desde el abordaje transdisciplinario de la sociedad de la información, las múltiples posibilidades pasadas, presentes y futuras sobre el paso de la existencia-consciencia humana del siglo XXI y a partir de ello plantea trabajar en cultura digital y ciudadanía inteligente. Palabras clave: Complejidad, COVID-19, abordaje transdisciplinario de la sociedad de la información, cultura digital, ciudadanía inteligente

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This preliminary study focuses the complex relationship and functionality between temporarily separated events with surprising and curiouss systematic behaviors that allow to visualize, from a transdisciplinary approach of the information society, the multiple past, present and future possibilities transiting the existence-consciousness human of the XXI century and from that point out working on digital culture and smart citizenship. Key words: Complexity, COVID-19, transdisciplinary approach of the information society, digital culture, smart citizenship “Creer que la ignorancia es saludable, refuerza la idea de que la verdad se protege así misma de ser verdad.” (Anónimo) “Hasta que no tengan consciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado, no serán conscientes. Este es el problema”. (George Orwell) INTRODUCCIÓN Al escribir este artículo siento vértigo y ansias por las líneas temporales que se producen en el futuro. En cuanto las alertas en China saltaron frente a una epidemia incontrolable comencé a realizar esta investigación. Hace unos años el fenómeno de la ballena azul marcaba una tendencia en el comportamiento informativo que evidenciaba, con efectos a escala individual/local/global, la victimización de un sector generacional de la población y la vulnerabilidad informática, en materia de seguridad y tecnología, a la que se enfrentaban la mayoría de los Estados. Esta experiencia ha permitido tener un panorama amplio sobre la situación actual. Es en este estudio que manifiesto sorpresa sobre la relación fáctica-virtual determinada por los efectos bioemocionales comunes entre la crisis política electoral boliviana del 2019 y la pandemia del COVID-19.

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Referencias

ESTUDIO DE LA FRAGMENTACIÓN DE LÍNEAS TEMPORALES Y LOS ESTADOS PROLONGADOS DE CONFUSIÓN PARA EL ANÁLISIS DE LA EXISTENCIACONSCIENCIA HUMANA DEL SIGLO XXI

Abstract

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

sus familias; situación que ha permitido la comprensión, flexibilidad y sensibilidad del cuerpo docente y adoptar y permitir todo medio de comunicación.

Mientras las opiniones de expertos y analistas continúan sumando a las bases de datos orientadas particularmente a: contención, donde las personas asumen una posición “prioritaria” en la ecuación del contagio ; cura, el desarrollo vectorial de una solución médico-biológica a la enfermedad persigue aceleradamente la atención e interés de los Estados y Empresas. Existen otras dos vías que dependen esencialmente del desarrollo indispensable y potencial de la cultura digital y la ciudadanía inteligente : cambio social, donde se producen transformaciones positivas en las actitudes, hábitos y comportamientos que favorecerían a la educación y al medio ambiente; inmunidad, donde las personas desarrollan cierta resistencia y adaptabilidad al virus. La consciencia en periodos prolongados de confusión y fragmentación de líneas temporales En Bolivia, muchas de las situaciones que hoy son recurrentes a nivel global, las experimentamos entre octubre y diciembre del 2019 cuando no vivíamos la pandemia. Hoy, estos mis-

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ESTADO DE LA CONSCIENCIA PERSONAL/ COLECTIVA

CONTEXTO

COVID-19

Estado

Cuerpo

Estado ictal: Periodos prolongados de confusión ante la presencia de dos configuraciones narrativas sobre los hechos. Retorno a las sabidurías ancestrales. Injerencia en los sistemas democráticos latinoamericanos.

Estado ictal: Periodos prolongados de confusión ante la presencia de múltiples configuraciones narrativas sobre los hechos. Implementación de la tecnología 5G. Guerra comercial EEUU-China.

Alarma, desprecio, desconfianza, impotencia, sufrimiento, depresión, desencanto, desesperación, pesimismo, duelo, terror, pavor. Sensación generalizada de que Sensación generalizada de que la vida se detiene. la vida se detiene. NIVEL PSICOLÓGICO Ausencia del sentido de Ausencia del sentido de proyección de normalidad. proyección de normalidad. Quiebre de la rutina y Quiebre de la rutina y fragmentación del núcleo fragmentación de la persona. familiar. Tendencia a la desinformación Tendencia a la desinformación NIVEL MEDIATICO Generación de un ambiente de Generación de un ambiente de malestar y desconcierto. malestar y desconcierto. Desabastecimiento y escaseo Desabastecimiento y escaseo de suministros. de suministros. NIVEL ECONÓMICO Especulación en el mercado de Especulación en el mercado de abastecimiento familiar. la industria farmaceútica. Vulneración a derechos de primera, segunda y tercera generación. Vulneración a derechos de primera, segunda y tercera NIVEL JURÍDICO Reconfiguración de los sujetos generación. de derecho: reapertura a la discusión de la categoría de “ciudadanos del mundo”.

NIVEL SOCIAL

Aislamiento de los núcleos citadinos.

NIVEL DIGITAL

Violencia digital: Estado – Persona. Evocación al sentimiento de “unión” como valor rector. Delegación de la voluntad popular al mando militar. Ausencia de garantías del derecho a la libertad de expresión.

Rabia, indignación, rencor, tensión, agresividad, odio, resentimiento, alarma, agonía, dolor, sufrimiento, duelo, pánico, temor.

NIVEL POLÍTICO

Persecuciones, arrestos, procesamientos y detenciones judiciales por sedición y terrorismo.

Silencio en las calles. Militares y policías movilizados. Cadáveres abandonados en sacos, inidentificables. Movilizaciones sociales y enfrentamientos. Migraciones forzadas. Reforzamiento de comportamientos xenofóbicos y discriminatorios. Aislamiento de ciudades y naciones. Violencia digital: Estado-Persona, Empresa – Persona, Persona – persona. Evocación al sentimiento de “solidaridad” como valor rector. Cesión de las soberanías al “gobierno mundial” . Ausencia de garantías del derecho a la libertad de expresión. Persecuciones, arrestos, procesamientos y detenciones judiciales por delitos contra la salud pública y/o uso de armas biológicas.

Fuente: Elaboración en base a historia de vida propia, artículos de opinión y notas de prensa. Lo anteriormente expuesto podría significar, inicialmente, que existe una relación sistemática y compleja. Si prestamos atención a la vida social podemos identificar que hay una idea marcada en la percepción de la realidad, previa y cotidianamente, pero acentuada en esta época, acerca del “paso acelerado del tiempo”, que halla conexión con la idea generalizada de “la tecnología ha simplificado la vida de las personas”. Mientras que en la Sociedad de la Información se desencadena una crisis de valores tradicionales en la vida social con el acceso masivo a información digital, en la pandemia, considerando que las acciones y discusiones giran en torno a un momento constitutivo particular de la contención epidemiológica, se espera todo menos emociones vinculadas a la solidaridad en el proceso de estandarización de normas sociales. Lo mediático es acompañado de medidas políticas y viceversa. El aislamiento de un tercio de la población mundial supone mayor predisposición a una exposición prolongada del individuo a la información cuyo contenido tiende a ser malintencionado o redireccionado. Emociones alteradas son sensorialmente proyectadas a través de la percepción

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DIMENSIÓN OPERATIVA

CRISIS POLÍTICA – ELECTORAL BOLIVIA 2019

Silencio en las calles. Militares y policías movilizados. Cadáveres abandonados en sacos, inidentificables. Movilizaciones sociales y enfrentamientos. Recrudecimiento de la discriminación a sectores sociales históricamente marginados.

del tiempo y sus impactos en el contexto pueden ser medidos según el estado de la consciencia que atraviesa la persona o la sociedad. La violencia digital aparece como una configuración entre lo real – virtual en donde interactúan los niveles psicológico, económico, social, político, jurídico y mediático que configuran el estado de la consciencia. Hallándose esta un estado ictal , la información tiene repercusiones en todas las dimensiones de la existencia humana que, organizados a través del Cuerpo o el Estado, se constituyen en el eje central de las capacidades de atención y representación en proyectos filosóficos a futuro: cómo y qué queremos vivir. Otras relaciones pueden ser conectadas en este análisis. Todos estos elementos concatenados indican fragmentación de líneas temporales . Estamos presenciando movimientos que describen la dinámica expansiva e implosiva del empleo de los usos de la ciencia cuántica en la vida cotidiana pues nos encontramos en un contexto marcado por el retorno a las sabidurías ancestrales y la implementación de la tecnología 5G en distintos países. A modo de conclusión: la comprensión de las líneas temporales para la construcción de una ciudadanía inteligente/cultura digital que interactúa con las posibilidades de cambio social e inmunidad. En un mundo gobernado por la lógica dual, binaria, de los opuestos en conflicto, los sentidos pueden estar confusos y atontados. Interactuar con la intuición o los sueños pueden proporcionar un ambiente despejado, a pesar de la compleja configuración simbólica de la que forman parte y de la que solo la sabiduría es capaz de sentir y comunicar. La enseñanza resultante de: experimentar estados alterados de consciencia inducidos voluntaria, natural u obligatoriamente junto con la enseñanza rescatable de ser testigo presencial y vivencial de lo que sucedió en Bolivia a fines del 2019, es que es posible seguir el hilo conductor del entramado sobre la verdad. Aunque no puedo permitirme una explicación/descripción densa sobre cómo o en qué consiste, ya que las limitaciones lingüísticas no llegarían a describir la experiencia ni siquiera aproximadamente, puedo presentar algunas pistas sistematizadas sobre los elementos que pueden brindar luces al panorama actual. Para ello me permito sugerir un concepto-imagen expresado a través de una ecuación, claro está, quizás con errores en la nomenclatura o la formulación matemática y por supuesto no tiene la intención de modelar la realidad, simplemente refleja la potencialidad que ofrece la interrelación de diversos sistemas acerca de la existencia-consciencia humana en el siglo XXI, en base a la observación planteada anteriormente:

Fuente: Elaboración propia Comprender los elementos centrales de la ecuación, como entidades, permite develar propiedades de los proyectos de vida personales o colectivos posibles en un eje de referencia espacio-tiempo. Emociones, pensamiento y tecnología, como elementos mayores de la sociedad contemporánea, comprenden la propiedad de la conjunción complementaria. La consciencia es prevista como una entidad asociada a la cosmovisión mientras que la inteligencia, información e imaginación son asumidas como una fuerza integral. Cuánticamente los elementos podrían ser observables en frecuencias. Detallo: 1) Analizar la relación pensamiento-acontecimientos puede proporcionar un panorama sobre la termodinámica de las fuerzas que nos permiten canalizarnos en futuros posibles o al menos visualizar qué nos guía a qué y cómo. Como ejemplo podemos tomar el pronunciamiento de algunos intelectuales sobre la situación actual. La gran mayoría coincide en que la crisis mundial del sistema sanitario no es sino la evidencia del quiebre de las democracias liberales y el escenario de una guerra económica cuyas consecuencias serán, previsiblemente, nefastas en comparación a recesiones o depresiones económicas históricas. Todo este escenario acompañado de diagnósticos sobre el quiebre de las relaciones sociales por las limitaciones a la libertad como medidas de prevención adoptadas por los gobiernos, precariedad del sistema de salud, pérdida de empleos a gran escala, el rol de los medios de comunicación como propagadores de estrés, la imprescindible presencia de los cuerpos para el normal funcionamiento del sistema, el impacto de la pandemia en el accionar de los movimientos sociales y pueblos indígenas. Otros, optan por centrar su atención en las dicotomías emergentes o evidentes al pie de la pandemia: desigualdades – igualdades, público – privado, mundial – nacional, la lista puede seguir ¿Qué podemos hacer? ¿Cambiar todos los instrumentos de la civilización? ¿Invertir más en salud y educación? ¿Cambiar el enfoque de desarrollo? ¿Dónde está el problema de raíz? ¿Quién es el enemigo? Entender cualquiera de esas preguntas puede resultar confuso más aún cuando, en el imaginario de las personas, hay una aproximación a la verdad cuando frente a una atrocidad, que ha sido formulada como “ficción” o conspiración”, responde: “ya sabíamos” . Esto puede llevarnos a la posibilidad de responder a otra pregunta ¿Por qué no hacemos lo que ya sabemos que hay que hacer para cambiar como sociedad?

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

mos síntomas los volvemos a experimentar con el COVID-19, a escala global. Considerando que, en cada caso, las condiciones o circunstancias son diferentes, es posible identificar algunas características sintomáticas, curiosas, en ambas situaciones:

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Es importante aprender a contrarrestar o controlar los efectos bioemocionales provenientes de los intercambios físicos - químicos, en términos de energía y materia, a los que permanentemente estamos sometidos con el uso masivo de la tecnología o la información. 3) Gestionar el acceso a la memoria genética - genealógica a través del uso de la tecnología armonizada ancestral y moderna: Rituales de armonización, agroecología, meditación, medicina integral con información, inteligencia e imaginación permitirá el desarrollo integral de una educación que prospere hábitos, actitudes y comportamientos, mental y físicamente saludables con el todo.

REFERENCIAS AMORUSO, Lucía. (2010). “Una perspectiva neurocientífica sobre la histeria”. Revista Colombiana de Psicología. Colombia. Disponible en: https://core.ac.uk/download/ pdf/77270138.pdf BARRERA MÉNDEZ, Juan A. (2010). “El miedo colectivo: el paso de la experiencia individual a la colectiva”. El Cotidiano. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco. México. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=32512747002 JUNG, Carl G. (1970). “Los complejos y el inconsciente”. Alianza Editorial. España KLEIN, Naomí. (2011). “La Doctrina del Shock: El auge del capitalismo”. Editorial Paidós. Argentina. MORIN, Edgar. (2006). “Educar en la era planetaria”. Editorial Gedisa. España. NIETO, Alejandro. (2018). “La fragmentación en el discurso cinematográfico de ficción de Jean-Luc Goddard”. Universidad Complutense de Madrid. España. Disponible en: http://eprints.ucm.es/47873/1/T39987.pdf PEREDO ALBORNOZ, Gabriel. (2017). “Apología del delito y la verdad en los medios de comunicación”. Memoria Académica de la XX Jornada Nacional de Jóvenes Investigadores en Comunicación. ABOIC. Bolivia.

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PRADO M., Carlos. (2016). “Mancharisqa no es depresión. Aporte etnomédico quechua para la salud mental intercultural”. Bolivia.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

2) Apertura y expansión mental pueden generar nuevos intercambios químicos, ergo nuevas formas armónicas de pensar y percibir. Las emociones son un universo (Punset & Bisquerra, 2015). Evocar sorpresa desde el miedo no es lo mismo que evocar sorpresa desde el amor. La referencia más cercana, en términos académicos y geopolíticos, está en la “Doctrina del Shock” o cómo los gobiernos aprovechan situaciones de estrés profundo y colectivo en la población para concretar sus intereses sin enfrentar contratiempos en su ejecución (Klein, 2011).

Raúl Zibechi en “Coronavirus: A las puertas de un nuevo orden mundial”. Publicado el 25/03/2020. El Salto Diario. Disponible en: https://www.elsaltodiario.com/ coronavirus/geopolitica-china-estados-unidos-union-europea-a-toda-velocidadhacia-el-caos-sistemico?fbclid=IwAR1CDYbJCW141vCkp1hYTwzjtLl2zGHwZ3I8ALkvaNQWlU04xQIUF1OCpo Thierry Meyssan en “La Nueva Gran Estrategia de Estados Unidos”. Publicado el 26/03/2019. Red Voltaire. Disponible en: https://www.voltairenet.org/article205770.html

Eduard Punset en entrevista con Kia Nobre en “El cerebro construye la realidad”. Publicado el 27/10/2011. Disponible en https://www.rtve.es/television/20111027/cerebroconstruye-realidad/471391.shtml Google COVID-19 Community Mobility Report for Bolivia. Date on 29/03/2020. Available on: https://www.gstatic.com/covid19/mobility/2020-03-29_BO_Mobility_Report_ en.pdf Jorge Carrión en “La biología está acelerando la digitalización del mundo”. Publicado el 29/03/2020. The New York Times. Disponible en: https://www.nytimes.com/ es/2020/03/29/espanol/opinion/coronavirus-revolucion-digital.html

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Julio Bravo Mancero Carlos Larrea Naranjo Ramiro Ruales Parreño Ecuador

Resumen El presente trabajo aborda el tratamiento informativo del caricaturista Bonil, en diario El Universo, Ecuador, a la pandemia por el coronavirus Disease 2019- COVID-19. Se formuló como objetivo, identificar las formas empleadas por el caricaturista Bonil para advertir la gravedad del Convid-19 entre los ecuatorianos. La metodología fue mixta: cualitativa y cuantitativa; la revisión documental, análisis de contenido y análisis crítico del discurso realizado a 30 viñetas se definieron como técnica de estudio, cada una con una ficha independiente. Los hallazgos visibilizaron que, en los contenidos se prevalecieron los temas de salud, sociedad y tecnología. La iconicidad y lo verbal, construyeron metáforas visuales, para explicarlas consecuencias del virus, así como los escenarios de poder, dominación y desigualdad. El

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1.

INTRODUCCIÓN

Este estudio se encargó del análisis de los abordajes realizados sobre la pandemia por el COVID-19, por Xavier Bonilla (Bonil), caricaturista de diario El Universo, de Guayaquil- Ecuador. Este trabajo identifica, analiza y rescata los elementos de una caricatura, la interacción entre sí y los efectos en los lectores; alertan de la amenaza de un virus que, ha matado a cerca de dos millones de personas; y la rigurosidad para contar los detalles de los hechos relacionados con la enfermedad. El aporte teórico se encuentra en las propuestas de autores vinculados con la temática: Arias (2008); Borregales (2016); Bravo, Galindo y Bravo (2019); Díaz y Navarro (1998); Gómez, Deslauries y Alzate, M. (2010); Hernández et. al. (1998); Monje (2011); Rodríguez, González y Messenet (2019); Van Dijk (2016); Zavaleta (2000). Como pregunta de investigación se utilizó ¿cómo las viñetas de Bonil recrearon la realidad de Ecuador? y se formuló como objetivo: Identificar las formas empleadas por el caricaturista Bonil para advertir la gravedad del COVID-19 entre los ecuatorianos. La metodología fue mixta: cualitativa y cuantitativa. La revisión documental, análisis de contenido y análisis crítico del discurso realizado a 30 viñetas se definieron como técnica de estudio, cada una con una ficha independiente. El análisis y la aproximación minuciosa permitió: 1. La verificación de los temas sobre los cuales se trató la enfermedad y la localización de las historias; 2. La apreciación de los elementos icónicos y verbales; 3. La ubicación de actores y su interacción. 4. El empleo de metáforas visuales para representar la realidad; El uso de ambientes cotidianos en las narrativas; 6. Los niveles de uso del lenguaje, la configuración del discurso y la interacción verbal; 7. El diseño de escenarios de poder, dominación y desigualdad; 8. La comprensión de la actuación de los integrantes del grupo, las acciones-procesos, y la estructura social dentro de las ilustraciones de opinión. Para los investigadores, este género periodístico orientó a la opinión pública y recreó su vida durante la emergencia sanitaria. Los descubrimientos reivindicaron el rol de la caricatura como instrumento de construcción social. MARCO TEÓRICO PERIODISMO Y HUMOR El diario El Universo de Ecuador, manejó en su agenda de información y opinión temas relacionados con el COVID-19 desde cuando se declaró la emergencia en el mundo. El

Julio Bravo (2012) define al periodismo como una actividad física e intelectual que consiste en obtener información, contrastarla, comprobarla y verificarla, con rigor, para presentarla en forma de contenidos en los medios de comunicación masiva; este proceso necesita efectiva preparación para responder las necesidades de las audiencias. Los datos provenientes de una investigación realizada por la Unesco (2007) refieren que desempeña diversas funciones en la sociedad contemporánea, no solo entregar información u ejercer opinión. Gronemeyer (2003) dice que es una vocación y un llamado para mantener los valores en la comunidad. Para Rivera-Betancur (2008) en la actualidad, el reto del periodismo es enfrentar la irrupción pública de las voces de los ciudadanos. Omar Rincón (2017, p. 9) precisa que el periodismo era “esa práctica democrática que ponía en juego la libertad de expresión para generar una opinión pública diversa y plural y molestar a los poderes”. Lee Siegel (2017) advierte que la selección de los hechos responde a la coherencia de que la historia que se contará está subordinada a los intereses del formato periodístico y del medio, si no lo está, nada se publicará; cuestión de línea editorial o de conveniencia. El periodismo dibujado, en las sociedades como las nuestras, desde la perspectiva de Luis Conde (2005) significa un arte expresivo y comunicador que cuenta la realidad y la identifica con la percepción de la gente. Los diarios de Europa, Estados Unidos y América del Sur identificaron a la caricatura como una parte del humor gráfico que con perspicacia retrata a los actores de la sociedad; por este motivo, la afirmación de que no ha perdido vigencia y vuelve a valorarse. Antezana (2009) asevera que en el humor no se necesita recurrir a profundas estrategias argumentativas para enfocar el tema. Fernández (2015) añade que utiliza métodos para reforzar estereotipos y prejuicios. El espacio humorístico no escapa de la realidad comunicacional convertida en la alternativa para las audiencias que, a través de él, se hace un criterio y construye su verdad (Rodríguez, González y Messenet, 2019). El aporte de la caricatura como expresión de la opinión-información y la identificación de los lectores con ella, la han definido como “una deformación grotesca de una persona por la exageración voluntaria, con intención satírica”, (Ávila, 2002, p.1). Ahumada (2019, p. 10), precisan que una caricatura hace uso de elementos visuales, representa a un personaje o a varios, y le permiten al lector identificarlos. María Teresa Ronderos (2007, p. 111) manifiesta que, “tiene la contundencia de poder sintetizar en una frase y una viñeta un hecho que le toma varios párrafos a un redactor o a un columnista de opinión”.

MATERIAL Y MÉTODOS: EQUIPOS E INSUMOS UTILIZADOS, DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN, POBLACIÓN, MUESTRA Y TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS La metodología empleada fue cuali-cuantitativa; se usaron como técnicas la revisión documental, el análisis de contenido y análisis crítico del discurso. La muestra observada fue de 30 viñetas, publicadas durante marzo y abril de 2020. Esta evidenció de qué manera, sus dibujos advirtieron la importancia de la efectiva acción, el manejo de la información de los contagios y los fallecimientos, la protección individual y colectiva, la importancia de la medicación con prescripción, el incremento de la violencia familiar y la conciencia social de que el cuidado frente a la enfermedad es tarea de todos. El humor periodístico sirvió de herramienta para construir una convicción colectiva de unidad ante la adversidad. Se formuló como objetivo: Identificar las formas empleadas por el caricaturista Bonil para advertir la gravedad del COVID-19 entre los ecuatorianos. La presente investigación es de tipo mixta; como técnicas se empleó la revisión documental, el análisis de contenido y el análisis crítico del discurso; y como instrumentos la ficha de revisión y las matrices de análisis. Cuantitativa ya que, para Salinas y Cárdenas (2009, p. 100), en estos métodos se utilizan diversos procedimientos, métodos y herramientas para atender una problemática. Es cualitativa ya que permitió recoger datos y describir situaciones de interés general (Gómez, Deslauries y Alzate, 2010). Se basó en una lógica y proceso inductivo: explorar y describir, y luego generar perspectivas teóricas (Hernández, 2014).

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PALABRAS CLAVES: caricatura, COVID-19, periodismo, tratamiento informativo.

número de contenidos publicados creció conforme pasaron los días y se imprimieron las ediciones. El primer llamado de atención de lo que ocurriría fue el 24 de febrero de 2020; las pruebas realizadas a una mujer procedente de Europa dieron positivo un día antes y se encendieron las alarmas. En las semanas siguientes aumentó el flujo de contenidos, incluidas las viñetas, creció y se enfocaron en la pandemia.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

EL CORONA VIRUS DISEASE 2019, TRATADO EN LAS CARICATURAS PERIODÍSTICAS DE BONIL, DIARIO EL UNIVERSO DE ECUADOR, DURANTE MARZO Y ABRIL 2020.

análisis de contenido determinó que, el humor periodístico generó opinión pública de las audiencias, reflejada en la aceptación o negación de la temática. Los resultados identificaron detalles de los trabajos y se convirtieron en relevantes para dimensionar la crisis sanitaria; fustigar al poder y llamar la atención frente a: la transparencia de la información, no automedicación, erradicación de los actos de corrupción, cuidado en el uso de las tecnologías y en la responsabilidad ciudadana frente a la pandemia.

No fue necesario el cálculo de la muestra porque las 30 caricaturas elaboradas por Xavier Bonilla que usa el seudónimo de Bonil , entre el 13 de marzo al 10 de abril de 2020, fueron un número manejable. Para la obtención de la información se empleó revisión documental. Valencia en Bravo, Galindo y Bravo (2019) la cataloga como una técnica primordial. Fue la piedra angular sobre el que se construyó la aproximación, ya que sin ella la recolección de información no habría alcanzado el fin planteado (Hurtado en Bravo, Galindo y Bravo, 2019). Con base a las viñetas (caricaturas) se contó a los lectores la gravedad de la pandemia usando el humor periodístico. Análisis de contenido, Monje (2011), dice que permite recrear la realidad a través de publicaciones realizadas en medios masivos de comunicación. Hernández et al. (1998) sostiene que es una técnica útil para analizar los procesos de comunicación en contextos diversos. Díaz y Navarro (1998) la definen como un conjunto de procedimientos que tienen para analizar el corpus de las representaciones sociales en los medios. Análisis Crítico del Discurso (ACD): para Teun Van Dijk (2016, p. 204), expresa cómo el abuso de poder y la desigualdad social se representan, reproducen, legitiman y resisten en el texto y el habla, en contextos sociales y políticos. Fairclough y Wodak en Van Dijk (2016, p. 205) caracterizan que “aborda problemáticas sociales; Las relaciones de poder son discursivas; El discurso tiene implicancias ideológicas”.

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La tercera, el ACD, tuvo un procedimiento similar al de contenido; sin embargo, el instrumento utilizado reúne otras características basada en la propuesta de Van Dijk (2016) que comprende los niveles micro y macro. Su estructura es la siguiente: encabezado que sugiere datos como medio, fecha de publicación y análisis, tipo de contenido, nombre del investigador y observaciones, categorías y subcategorías; nivel micro, contiene el uso del lenguaje, discurso e interacción verbal, ¿qué dice?; atención a quién está dirigido: miembros del grupo, estructura social, acciones-procesos; cognición-social; y nivel macro que responde al ¿cómo lo dice?, si ejerce poder, dominación y desigualdad.

6 6 6 25 44 13

Fuente: Elaboración propia. Diario El Universo Como podrá apreciarse, a la salud le corresponde el mayor porcentaje de caricaturas, 44 por ciento, en marzo y en abril, 38 por ciento, los enfoques fueron el uso de mascarilla, guantes, gorro, gafas y ropa especial; el lavado de manos y no automedicarse. Así se publicó (Bonil, “Deme Cloroquina”, 27-03-2020) una viñeta en la farmacéutica en tono airado le advertía de los riesgos de tomar medicamentos por cuenta propia. Imagen 1.

En este epígrafe se detallan los resultados obtenidos con las caricaturas escogidas para realizar el estudio. Las observaciones se realizan por separada para facilitar la comprensión; y aparecen en dos literales.

Fuente: Diario El Universo Los Atributos cualitativos le hicieron comprender al lector las opiniones realizadas por el caricaturista y los criterios para presentar historias mediante el humor gráfico; la identificación de los elementos icónicos en los dibujos; la selección de los actores y el nivel de interacción; la gesticulación y expresión para la conformación de la metáfora visual; la utilización de los ambientes en los que se desenvuelve la narrativa, los planos y el color. En la Tabla 2, se encuentran títulos, discurso empleado y el uso del lenguaje que considera el ¿cómo lo dice?

Título Nuestro duelo colectivo

Para la explicación de los hallazgos se identificaron atributos cuantitativos y cualitativos, consignados en tablas y representaciones gráficas, provenientes de la aplicación de las fichas de análisis.

Tabla 1: Resumen del tratamiento de las caricaturas de Bonil MES

Marzo

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EJE TEMÁTICO Estadística Corrupción Tecnología Sociedad Salud Economía

% 12 12 25 13 38 0

Fuente: Diario El Universo Durante marzo sociedad y en abril tecnología con 25 por ciento fueron los más utilizados para la difusión. Lo social trató la convivencia en familia y el necesario alejamiento; lo tecnológico: el consumo de noticias falsas (fake news) y los consejos para proteger la salud. En menor proporción, se opinó sobre economía; estadísticas del número de contagiados y muertos; y, corrupción. Con relación a la procedencia, de los contenidos, prevaleció el criterio nacional (57 por ciento en marzo y 78 por ciento en abril); las caricaturas usaron este criterio para demostrar lo que sucedía en Ecuador; luego, lo internacional (37 por ciento y 22 por ciento); y, en menor proporción lo local (solo apareció durante marzo (seis por ciento). Se cita como ejemplo, el grito de los ciudadanos del mundo a la muerte y el virus que tocan la puerta, (Bonil, ¡Ustedes aquí no entran!, 17-03-2020).

El expresidente Correa encarna al virus que provocó la pandemia; grita por la sentencia que recibió; su corona se ha caído. Está con verde flex, el que utilizó durante su campaña. Aparece un tacho lleno de noticias falsas que sondescargadas desde el móvil.

Es elocuente en la comparación de Rafael Correa con el virus; es una caricatura que hace reflexionar la posición de Bonil frente al expresidente quien le llevó a una acción judicial por los contenidos de sus trabajos. Formula una pregunta para que el lector responda, quizá desde su experiencia.

Fuente: Elaboración propia - Diario El Universo

Tabla 2: Elementos discursivos usados en las caricaturas

Análisis de contenido

Atributos cuantitativos: la matriz utilizada para la recolección de información permitió cuantificar los ejes temáticos y la procedencia. Tabla 1, resume los ejes desde los cuales se orientó la opinión sobre la pandemia.

¡8 años!

¿Cuántas fake news consumiste hoy?

RESULTADOS

a)

Imagen 2: La muerte toca tu puerta

Tiene pendejitis…

Las verdaderas cifras las conozco yo…

#Quédate en casa

Discurso Un grupo de personas camina al cementerio con un féretro gigante que, representa la cantidad de muertos por la pandemia, sin que haya una vacuna para enfrentarla. Un esposo toma precauciones innecesarias, todavía, frente a la crisis. Aparece con un carro de supermercado, lleno.

Lenguaje verbal ¿cómo lo dice? Pone énfasis en que el número de muertos supera las expectativas. El ataúd enorme dimensiona la realidad de las defunciones.

Presenta la temática con ironía, deja tres puntos suspensivos para que los lectores saquen sus conclusiones, de si el abastecimiento fue necesario o no.

Ante la falta de difusión de las cifras reales de contagios y muertes, en el Ecuador, el virus se burla de la ineficiencia de los encargados de los datos. Representación de la muerte en Con un grito de terror, los intela puerta de una casa acomgrantes de una familia piden que pañada por el COVID-19. la muerte y el virus, se alejen. Usa signos de admiración para evidenciar el énfasis de la acción. El virus aparece sentado con actitud desafiante frente a los contagios y muertes que ocasionó en el mundo.

Por otro lado, se identificaron los actores que personifican la opinión: Hombres y mujeres adultos; ancianos, niños, jóvenes, políticos (Rafael Correa), funcionarios de gobierno, diplomáticos, tuiteros, el virus, un teléfono, el teclado de un computador, personas enfermas y la muerte. Los gestos y la expresión mostraron el énfasis del personaje frente a la temática, una para el análisis. Simbolizaron los sentimientos y representaron afecto, manipulación, regulación, ilustración, interrogación o admiración. Bonil empleó en los rostros: seriedad, indignación, molestia, conformismo, mal humor, angustia, alegría, amenaza, malestar, esfuerzo, asombro, tranquilidad, tristeza, pánico y desprecio. Cada uno tuvo simbolismo y significación, y facilitó la interpretación de lo visual. La trama se desenvolvió en escenarios cotidianos: la sala de la casa, la clínica, la oficina, la cocina, la calle, el teletrabajo, frente al televisor, el cementerio. Usó el plano general para abarcar el cuadro completo de la acción; se publicaron a full color y en escala de grises.

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La segunda, en el análisis de contenido las caricaturas se recuperaron del archivo codificado; uso de la matriz de análisis; clasificación por ejes temáticos y procedencia; jerarquización, selección y valoración de la información obtenida y el establecimiento de las categorías y subcategorías; y, la redacción de los hallazgos para ubicarla en los resultados y su discusión.

Abril

Estadística Corrupción Tecnología Sociedad Salud Economía

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

El trabajo se efectuó en tres etapas. A la primera, documental, le correspondió la revisión de los 25 ejemplares del período estudiado; luego la recuperación de las caricaturas que aparecieron en la página de opinión; la clasificación de los materiales, en carpetas y por fechas, para facilitar su análisis.

Título, iconicidad, el lenguaje verbal, actores, sus gestos y expresiones, los ambientes, el plano y el color permitieron la construcción de la metáfora visual como acto que transmite un mensaje utilizando recursos gráficos. Por ejemplo, en la Imagen 3 (Bonil, Manejo de información, 05-04-2020), las cifras oficiales frente a los datos reales cuestionan el manejo gubernamental. Usa el ábaco y un centro de almacenamiento de la información; en el primer caso representa lo artesanal y el segundo el avance tecnológico que brinda más posibilidades de almacenamiento de información de la realidad. Los atributos cuantitativos y cualitativos explicaron los hechos propuestos en las caricaturas de Bonil. La calidad de información obtenida dependió de la rigurosidad de la aplicación de las matrices, del cuidado en las observaciones, de la precaución al identificar la intencionalidad de los trabajos, del análisis de lo que se pretendió representar mediante lo verbal e icónico, y del posicionamiento del autor frente a los temas. b)

Análisis Crítico del Discurso

Para el ACD se usaron criterios, como el micro que evidenció la fortaleza del lenguaje, el entorno discursivo y la interacción verbal; el macro, que escenificó poder, dominación y desigualdad. Observó el conjunto de interrelaciones grupales, las estructuras sociales, las acciones y procesos.

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1. Uso del lenguaje: estilo coloquial, directo; claro, sencillo y concreto; exclamaciones o interrogaciones, fue envolvente; privilegió lo visual para aquellos temas que se explicaban, (Bonil, sin título, 05-04-2020) la interación entre un médico y el enfermo; le pregunta por el estetoscopio si usa guantes, mascarilla, gorro y si se lava las manos para prevenir el contagio.

Para la discusión de resultados se tres tablas: Relaciones entre metáfora visual y discurso; Poder, dominación y desigualdad de los actores; Intencionalidad evidenciada en el Humor Periodístico.

2. Entorno discursivo: identifica la vida cotidiana de los actores. Se muestran escenas en la casa, en la calle, en las clínicas, en acciones de teletrabajo, interacciones familiares, tiempo de ocio frente al móvil (consumo de contenidos falsos), las evasivas del Embajador ecuatoriano en España que no puede justificar sus versiones sobre la emergencia, la demanda de divorcio que le hace una mujer a su esposo (momento que llegó por el COVID-19). 3. Interacción verbal: Bonil propende al diálogo entre los actores; utiliza la conversación en familia, aunque sea para aclarar que el motivo por el que no puede ingresar a la casa, el padre de familia, para evitar que siga maltratando a la madre (Bonil, Dedicado a los maltratadores, 07-04-2020); existen monólogos, y ninguna interacción, las imágenes explican por sí solas la realidad. El Nivel macro, fue analizado desde tres instancias: 1. Poder: representado por un médico que ordena a sus pacientes tomar precauciones frente al virus; el virus frente al planeta; la muerte y el virus que amenazan a las familias. Dominación: el virus que sin un antídoto para su cura mató a dos millones de personas (Bonil, #Quédate en casa, 17-03-2020); la dueña de una farmacia que grita para que no se automediquen; la alcaldesa de Guayaquil, que impide el aterrizaje de aviones para evacuar ciudadanos extranjeros. Desigualdad: los ciudadanos que no confían en las cifras oficiales porque el número de contagiados y muertos es mayor que lo anunciado desde lo gubernamental. Y, para concluir, están las interrelaciones: entre integrantes de un grupo (familia, amigos, compañeros de teletrabajo, alcaldesa, tripulantes, médico, pacientes, farmacéutica, enfermo, tuitero, virus, muerte); la definición de la estructura social (pobres, ricos, empleados, desempleados, estudiantes, profesores, médicos, pacientes) y las acciones- procesos protección frente a la violencia de género. DISCUSIÓN DE RESULTADOS La investigación visibilizó las situaciones relacionadas con la pandemia tomadas como referencia para la elaboración de las viñetas; que el tratamiento del virus no se lo realizó solamente desde la salud. La aplicación de las matrices de análisis de contenido y de discurso pusieron énfasis en la observación de ciertos detalles que pudieron pasar inadvertidos para los lectores, y demostraron que una caricatura es un contenido lejano de lo artesanal, elabo-

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Tabla 3: Relaciones entre metáfora visual y discurso TÍTULO Por Qué Esperamos Para Despertar

Las verdaderas cifras las conozco yo…

Sin título

A. CONTENIDO Metáfora visual Usa iniciales (QEPD: Que en Paz Descanse) y las utiliza para dar otro mensaje: Por Qué Esperamos Para Despertar (QEPD)

ACD Discurso Alerta, usando una exclamación con tipografía empleada para lo fúnebre, del tiempo perdido que no se recuperará frente a la emergencia. Expresa una triste realidad, solo el virus conoce el número exacto de víctimas.

El virus sentado, impone su verdad sobre las cifras reales de contagios del COVID-19, frente a las especulaciones de datos oficiales de contagios y muertes. Desproporción en la produc- Un hombre lleva una carretilla ción y consumo de fake news; llena de noticias falsas y la crece exponencialmente como arroja sobre un teclado de el virus y que su fin es como computadora que se asemeja a el de los fallecidos, una fosa una fosa común. común por la falta de espacio para sepultarlos.

Tabla 4: Poder dominación y desigualdad de los actores TÍTULO

A. CONTENIDO Actores

¡Otra vez vienes oliendo a alcohol!

Dos manos (marido y mujer).

Fiebre viral

Hacen tonteras. Manejan mal la crisis. ¡Dejen a los expertos!

Sin título

Teléfono, consejos, noticias falsas y bullying.

Tuitero.

Hombre, carretilla y fosa común.

Fuente: Elaboración propia – Diario El Universo En la discusión de los hallazgos se cruzaron variables presentes en las columnas de las matrices de análisis. La explicación de las relaciones entre metáfora visual y discurso se realizarán usando ejemplos. Bonil, Por Qué Esperamos Para Despertar, 28-03-2020, corresponde a las letras de la inscripción de una lápida (Que En Paz Descanse). Cada una se particularizó para modificar el sentido, pero se antepuso la palabra Por para presentarla de esta forma: Por Qué Esperamos Para Despertar; esta acción corresponde a la metáfora visual, mientras el discurso es un llamado de atención para una oportuna atención de la emergencia. La siguiente, el motivo de estudio es elocuente visual y discursivamente; el virus exclama que es el único que conoce la realidad de los contagios y de las víctimas; sentado con comodidad parece burlarse; su leyenda constituye la afirmación de una tragedia mundial (Bonil, Las verdaderas cifras las conozco yo…, 25-03-2020). Para ilustrar esta tabla se utiliza una de las caricaturas que no aparece en la Tabla 2.

ACD Poder, dominación, desigualdad La mano que se asemeja a la mujer, ejerce poder sobre el esposo usando el reclamo; la dominación ejerce la esposa frente a una acción: otra vez con olor a alcohol; el hombre, por su estado, se encuentra en desigualdad, no dice nada, solo calla. El poder y la dominación están en los consejos, noticias falsas y bullying; en desigualdad las personas frente a la cantidad de mensajes no veraces. Ejerce el poder con su opinión en las redes sociales; la dominación se expresa cuando intenta hacer prevalecer su opinión frente a la de los demás; y la gente se encuentra en desigualdad porque no puede expresar sus criterios. Poder: los contenidos falsos en la fosa común; dominación: el ciudadano que desecha lo que no sirve; desigualdad: de las fake news frente a la determinación de sepultarlas en una fosa común.

Fuente: Elaboración propia – Diario El Universo La prevalencia del poder, la dominación y la desigualdad, causa confrontación entre actores e impiden dialogar. La observación del comportamiento de las dos variables (poder, dominación y desigualdad; actores) se encarga este párrafo. Las caricaturas propuestas por Bonil, tienen estas características. La primera (Bonil, ¡Otra vez vienes oliendo a alcohol!, 14-03-2020). utiliza como personajes a dos manos (marido y mujer); ella, ejerce el poder cuando le increpa a su marido por llegar oliendo a alcohol (muy buena ejemplificación de los cuidados sanitarios para no contagiarse); la dominación en el núcleo familiar. En la segunda, saltan a escena un teléfono y los íconos de las fake news, los consejos y el bullying; la sobrecarga de contenidos hace que el móvil se sature y descargue en un tacho de basura. En este caso el poder y la dominación se expresa en el exceso de contenidos que saturan la capacidad del aparato electrónico que muestra su impotencia y no tiene más recurso que desecharlos (Bonil, Fiebre viral, 18-03-2020). Y la tercera, (Bonil, Hacen tonteras. Manejan mal la crisis. ¡Dejen a los expertos!, 26-03-2020) pone en escena un nuevo actor

en el escenario de la opinión: un tuitero que con sus comentarios sobre el manejo de la crisis evidencia el poder y pretende dominar a la sociedad; la desigualdad radica en que no todos tienen acceso a las redes sociales, por tanto, no pueden opinar sobre sus dificultades por esta vía. Y, la caricatura que aparece como ilustración de la tabla es una fosa común a donde van a parar los contenidos falsos (Bonil, sin título, 03-04-2020). Tabla 5: Intencionalidad evidenciada en el Humor Periodístico Título #Quédate en casa

¿Al estilo Jaime … Vargas?

Sin título

¡8 años!

A. CONTENIDO Discurso Virus y la muerte acechan; gente grita desde dentro de una casa para que se alejen. El cierre de la pista del aeropuerto de Guayaquil ordenado por la alcaldesa. Correa responsabilizado por la crisis económica.

ACD Dominación El poder de la enfermedad que lleva a millones de personas a la muerte. El poder político frente a cientos de extranjeros que quieren retornar a sus países. La decisión que tuvo en sus manos, al ejercer la Presidencia de Ecuador, para ahorrar los recursos para afrontar una emergencia como la actual. No lo hizo. El expresidente Correa encarna Del Poder Judicial frente al al virus que provocó la pandeacusado de corrupción. mia; grita por la sentencia que recibió; su corona se ha caído. Está con verde flex, el que utilizó durante su campaña.

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rado con rigurosidad, que demuestra la intención y la carga ideológica autor- medio.

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El Nivel micro, trabajó con tres categorías:

Fuente: Elaboración propia – Diario El Universo La Tabla 3 presenta el tratamiento de las caricaturas, pero como se podrá apreciar se colocaron dos juntas, para mostrar la intencionalidad. Tienen un mismo actor: el expresidente de Ecuador, Rafael Correa; luce una corona de rey que está asociada al autoritarismo que profesó sobre su mandato, una lengua larga porque nunca dejó de opinar e insultar a sus opositores (incluido a Bonil), en la segunda prevalece el color verde que es el mismo con que se representa al virus y a su agrupación política (Alianza País, hoy Revolución Ciudadana). La intención del autor se encuentra en responsabilizarle por la crisis sanitaria provocada por la carencia de insumos médicos y equipamiento, por gastarse el dinero en tiempos de bonanza (2006-2016); y, en la sentencia que lo condenó a ocho años de prisión por el caso de sobornos que coincide con la etapa de emergencia sanitaria. Como se podrá apreciar y en concordancia con lo que reza en el humor gráfico, la ridiculización de los personajes y de sus hechos genera opinión pública, depende del cristal con el que se mire.

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Fuente: Diario El Universo CONCLUSIONES El estudio respondió la pregunta de investigación ¿De qué forma las caricaturas de Bonil reflejaron la realidad sanitaria en Ecuador? A partir de las propuestas provenientes de los ejes economía, salud, estadísticas, tecnología, sociedad y corrupción. Y alcanzó el objetivo, Determinar cómo diario El Universo, Guayaquil-Ecuador, a través el Humor Gráfico, abordó a la pandemia del COVID-19. El análisis de contenido determinó que, el humor periodístico generó opinión pública de las audiencias, reflejada en la aceptación o negación de la temática. Los resultados identificaron detalles de los trabajos y se convirtieron en relevantes para dimensionar la crisis sanitaria, fustigaron al poder y llamar la atención frente a: la transparencia de la información, no automedicación, erradicar los actos de corrupción, cuidado en el uso de las tecnologías y en la responsabilidad ciudadana frente a la pandemia. El ACD determinó cómo el uso del lenguaje, el discurso y la interacción verbal permitieron comprender cómo una caricatura puede incidir en la opinión de las personas y forma un criterio sobre su realidad próxima; fueron trascendentes y aportaron para la comprensión de los hechos, el poder, la dominación y la desigualdad como tres instancias que intervienen juntas en la construcción de la sociedad, atadas por un mismo hilo conductor que desnuda su modus operandi en la prevalencia de la hegemonía.

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Referencias

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

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Smyle Salette Caceres Ruiz Guatemala

Actualmente, es sorprendente el poder que los medios de comunicación digital han alcanzado, interconectando a la sociedad a través de las facilidades y ventajas que son capaces de brindar. El ser humano vive en un constante cambio y busca siempre aquellos mecanismos que le faciliten de mejor manera el encontrarse en un firme proceso de sociabilización, siendo estos adaptados a diversas áreas de nuestro día a día. Países como Guatemala, han implementado los medios de comunicación digital como una forma práctica de transmitir información de manera rápida y efectiva, usualmente y de mayor manera en el periodismo, así como miles de ciudadanos se mantienen conectados con sus seres queridos a través de las redes sociales y otras plataformas. No obstante, existe una constante barrera y recelo ante el funcionamiento e implementación de estos en el área de la educación; considerando no solo la situación económica de diversas familias sino la aparente dificultad ante su uso y práctica en el curriculum estudiantil. Sin embargo, fue hasta que una Pandemia, a nivel mundial como lo es el COVID-19, llegó para demostrar su poder e imponencia, cambiando con ello no solo la forma de interrelacionarnos ante el mundo, sino los métodos de aprendizaje de un país que descubrió a través de esto, la importancia de la adecuación tecnológica y comunicativa en su sistema de enseñanza.

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En las últimas décadas las escuelas han sostenido una relación nada sencilla con los medios de comunicación. Entre el amor y el espanto este círculo se ha movido más cerca de la desconfianza, la acusación y la condena, que de la aceptación y el reconocimiento (Morduchowickz, 2001, p.99).

La educación se tambaleo y cientos de padres de familia, así como estudiantes universitarios se encontraban ante la incertidumbre de ¿Qué pasaría ahora? Ante el inminente encierro.

Generalmente la mayoría de centros educativos tienden a tener un cierto temor ante la utilización de la comunicación digital, siendo percibida como un distractor ante la educación y no como un aliado de la misma. Sin embargo, es importante el tener conciencia que la culpa no la tiene el medio, ni los recursos que en él se encuentra sino la falta de capacitación al momento de utilizarla, así como el poco aprovechamiento que se le da en el área pedagógica. “Es aquí donde tiene que hacer su incursión la educación con todos sus métodos pedagógicos y didácticos, análisis y críticas para convertir en bien cultural y formativo el océano actual de contenidos digitales” (Roldán, s.f, p. 5). El IV Estudio sobre el uso de las TICS en la educación realizado a cinco países de América Latina, por la Empresa de Tecnología Educativa Blinglearning, demostró que en México el 84 por ciento de docentes considera necesario el establecer un marco común de competencias digitales que capaciten a maestros y profesores para guiar a sus alumnos ante este sistema; sin embargo, aseguran que el 49 por ciento de los alumnos tienen y/o incapacidad para seleccionar fuentes de información fiables y el 27 por ciento falta de creatividad a la hora de extraer el máximo potencial de las herramientas a su alcance. En Guatemala existen diversas instituciones y empresas privadas, así como programas de gobierno que buscan incorporar la tecnología y la comunicación digital a través de donación de computadoras, tablets, cañoneras y otros recursos que apoyen esta causa; solo en el año 2018 se llevó a cabo la distribución de 17 000 computadoras a diversas escuelas del país. Ahora bien, contar con este equipo no significa que Guatemala ya es un país capaz de utilizar las herramientas que la comunicación digital brinda en el pensum de estudios ni que los maestros y alumnos ya se encuentran capacitados para utilizar y aprovechar al máximo las plataformas que la amplia red nos da. Considerando que en la mayoría de escuelas no se cuenta con energía eléctrica y que tan solo el 29.3 por ciento de la población censada en el año 2019 cuenta con internet. Además, es importante el tomar en cuenta que diversos colegios privados han implementado plataformas virtuales a través de las cuales brindan al estudiante herramientas para que estos fortalezcan de mejor manera su aprendizaje; sin embargo, casi siempre son utilizadas como medios para subir tareas a la web, sin brindar otros recursos y desarrollar el intelecto en el estudiante, para que este logre adquirir ventajas de la misma.

Los establecimientos tanto públicos como privados incorporaron un plan piloto, de última hora, ante una emergencia mundial. Dio inicio la implementación de plataformas virtuales, video conferencias entre otras herramientas con la finalidad de dar seguimiento al pensum educativo. Sin embargo, es realmente importante el tomar en cuenta que esta situación no será benéfica para todos, pues, como lo vimos anteriormente, quienes no dispongan de accesos a internet ni medios necesarios para su aprendizaje, se verán obligados a abandonar sus estudios, viviendo una constante incertidumbre al saber si estos los retomaran al continuar las actividades normales o simplemente decidirán dejar en el olvido uno de los derechos más importantes a nivel mundial, no digamos solo en Guatemala. Es ahora, cuando debemos cuestionarnos si realmente Guatemala está preparada para el cambio tan repentino ante la implementación de la comunicación digital. Responderlo sería muy pronto, ya que siempre nos encontraríamos ante argumentos positivos y/o negativos debido a la circunstancia. No obstante, es necesario el tomar en cuenta lo preocupante que es el que una pandemia, una situación tan crítica como lo es el COVID-19, nos quitara la venda de los ojos y nos hiciera ver la imponencia que tienen todos estos recursos en la facilidad del aprendizaje. Si bien es cierto, es importante el considerar la cantidad de personas que se encuentran afectadas y han truncado sus estudios debido a la carencia de medios, así como al desconocimiento de los mismos. Es también imprescindible el hacer conciencia a las autoridades y entidades responsables que esto no es culpa de la comunicación digital y su aparente prohibitiva relación con la educación, sino de un país que necesitó la aparición de una crisis para conocer la importancia y el valor que tienen estos recursos en nuestro diario vivir y no digamos su implementación en el pensum estudiantil, visto desde una perspectiva de desarrollo innovador y autodidacta por y para la juventud guatemalteca. Lo cual debe llevar a las autoridades educativas a informarse, capacitarse, prepararse e innovar de manera correcta en los establecimientos tanto públicos como privados, la implementación de las diferentes herramientas y medios de comunicación digital; siendo equitativos y extrayendo de lo que fue una tragedia a nivel mundial, un nuevo amanecer y aprendizaje para Guatemala en el campo educativo; no solo con la finalidad de estar preparados y avanzar constantemente ante un mundo altamente globalizado y dominado por la tecnología, logrando con ello dar respuesta a una crisis a futuro.

Implementar nuevas formas de educación gratuita, mejorando su acceso y con ello facilitar a más niños y jóvenes, nuevas opciones de aprendizaje, utilizando para ello los medios de comunicación digital. El Gobierno de Guatemala crea una plataforma de enseñanza virtual a través del Ministerio de Educación, la cual brinda gran cantidad de contenido para el aprendizaje gratuito desde casa, así como una biblioteca en línea, audios, infografías, guías y clases alternas a través de la televisión. Siendo importante el mencionar que cada uno de estos materiales educativos están adaptados en los diferentes idiomas con la finalidad de mejorar el aprendizaje. En el caso de las universidades se comienza a implementar clases, exámenes privados, así como graduaciones virtuales con el fin de que estos no detengan sus estudios. Referencias Amar, V. (2010). La educación en medios digitales de comunicación. file:///E:/Textos%20 Ensayo/La%20educación%20y%20los%20medios%20digitales.pdf Castro, E. (2019, 20 de septiembre). Solo el 29,3 % de la población censada en Guatemala utiliza internet. Agencia EFE. https://www.efe.com/efe/america/tecnologia/solo-el29-3-de-la-poblacion-censada-en-guatemala-utiliza-internet/20000036-4068618

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Fue así como el 13 de marzo de 2020, el país se conmocionó ante la llegada del primer caso de COVID-19 proveniente del extranjero; lo cual modificó de manera significativa la forma de vida de los guatemaltecos, a través de ciertas disposiciones de protección que buscaban mantenerlos a salvo. Siendo una el cierre de los establecimientos educativos.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

COVID-19 EN GUATEMALA: UNA PANDEMIA CAPAZ DE EVIDENCIAR EL PODER DE LA COMUNICACIÓN DIGITAL EN LA EDUCACIÓN

Es realmente interesante el preguntarnos ¿por qué debió de darse una pandemia para que el sistema de educación se diera cuenta de lo imprescindible que es la implementación de nuevas tecnologías? Si esto no se hubiera dado ¿seguirían los centros educativos viendo la comunicación digital como una amenaza y no como una nueva forma de educación?

IV Estudio sobre el uso de la tecnología en la educación. (2018). file:///E:/Textos%20Ensayo/ BLINK_informe-TIC-2018_Mexico_online.pdf Morduchowicz, R. (2001). Los medios de comunicación y la educación: un binomio posible. file:///E:/Textos%20Ensayo/Revista%20hiberoamericana%20de%20educación.pdf Rizo, S. (2020, 25 de marzo). Aprendo en Casa, nuevo programa educativo del Ministerio de Educación. Guatemala.com. https://www.guatemala.com/noticias/sociedad/ aprendo-casa-nuevo-programa-educativo-ministerio-educacion.html Roldán, N.D. (s.f). Enseñanza y aprendizaje a un clic para los nuevos tiempos. file:///E:/ Textos%20Ensayo/Comunicación%20Digital.pdf Scholas. (2020, 8 de abril). COVID-19 y su impacto en la educación [video]. YouTube. https:// www.youtube.com/watch?v=zIQnKt8wHG4 Tecnología en las escuelas. (2011). file:///E:/Textos%20Ensayo/6_tecnologia_en_las_ escuelas_sept_2011.pdf Tecnología para la educación. (2018). https://dca.gob.gt/noticias-guatemala-diario-centroamerica/tecnologia-para-la-educacion/ Tornero, J.M., De Foncuberta, M. (s.f). Comunicación y Educación 3. file:///E:/Textos%20 Ensayo/Guia_Mentor_2.pdf

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Gabriel Alfonso Corral Velázquez México Introducción Con la referencia del concepto esfera pública de Habermas se plantea la discusión por medio de la cual se abren las posibilidades para construir una idea ampliada del ámbito de acción sobre el que se ha cimentado el concepto y con el que pretende describirse el contexto actual, así como la ruta que está siguiendo la información a la que estamos accediendo de manera cotidiana El trabajo que se presenta ofrece una perspectiva para discutir el concepto de Esfera Pública en el contexto de la pandemia de COVID-19 que desde finales de 2019 inició en China y se ha expandido a nivel global. En este contexto el volumen de información relacionado con la pandemia ha crecido de manera, es por ello por lo que se plantea ampliar el ámbito de definición del concepto involucrando actores, medios y redes sociodigitales. Esto con la idea de reconocer los diferentes procesos e involucramiento de los ciudadanos en la escalada informativa que ha tenido lugar en el primer semestre del 2020. Pandemia: Lo informativo y lo público Debate público, esfera pública, opinión pública, democracia o acción discursiva han pasado a ser, en los últimos años, categorías usuales en el ámbito de la comunicación y la política. Históricamente el discurso que domina el debate público ha sido el proveniente de las élites empresariales y gubernamentales. Con el proceso de democratización institucional se abrieron espacios de acción política que, si bien existían, pretendían tener mayor presencia en las discusiones en torno a lo público. Es en este sentido que se puede cuestionar la forma en como las discusiones en torno a los asuntos públicos se disuelven de manera rápida; es decir, en el debate público lo importante no es hacer política en el sentido normativo del término sino administrar los intereses.

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Consecuencia de ello, desde un primer momento surgió una gran cantidad de información que circula de manera constante a través de las diversas plataformas sociodigitales y, en el planteamiento que se desarrolla para este trabajo se considera que está reconfigurando la manera de entender lo público a través de poner en común esta serie de mensajes. Por un lado, tenemos: la información que generan las fuentes oficiales y por otro, la información que genera la propia ciudadanía a través de la serie de plataformas en las redes sociodigitales que han permitido la construcción de mensajes que posteriormente son difundidos.

Los espacios de información no solo los medios tradicionales sino en los espacios o plataformas digitales, que si bien han sido un mecanismo para acceder de manera más rápida a información o de manera inmediata no muestran claridad respecto a las diferentes versiones y a diferentes datos que circulan a través de estas plataformas. Existe demasiada información sobre este y otros temas, pero no estamos mejor informados. Es el debate el que va en ese sentido, comprender cómo, por un lado, se configura toda una serie de información de carácter oficial y, por otro lado, la información que surge a través de las plataformas por iniciativa de los usuarios. Esto lleva a pensar y a plantear la reconceptualización de la idea de lo público tomando como referencia dos cuestiones muy puntuales; por un lado, la información en exceso que circula a través de las diferentes plataformas de comunicación y por otro, la necesidad que tenemos los ciudadanos de tener un acceso a información veraz y puntual.

Ha sido tal la cantidad de información que circula con relación a la pandemia que han surgido en los últimos meses 4 000 sitios web relacionados con el coronavirus que incluyen palabras como “corona” o “covid”. En los meses de febrero a mayo de 2020, meses en los cuales se ha globalizado la enfermedad COVID-19 y de acuerdo con datos obtenidos en la plataforma: keyhole.co, se han generado más de 530 millones de tuits con la etiqueta (hashtag) #coronavirus y más de 450 millones de tuits con la etiqueta (hashtag) #covid19 entre ambas etiquetas más de 350 millones de usuarios de la red Twitter han generado o difundido información en esta red utilizando estas dos etiquetas.

Hacia una reconceptualización de la Esfera Pública

En todo este escenario se tiene que ir definiendo exactamente cómo se está construyendo la información y cómo esto plantea la pregunta sobre la redefinición de la esfera de lo público. Todo este panorama lleva a cuestionar lo que se entiende por espacio y debate público; por ello es importante tomar en cuenta la serie de conceptualizaciones que hay en torno a la esfera pública, es decir, entender qué espacios son los que se están integrando a estas conceptualizaciones. Hay de fondo un planteamiento que tiene que ser por un lado integral involucrando las nuevas plataformas de información y, por otro entender que es preciso que la ciudadanía vaya constituyendo una serie de dispositivos para integrar las posibilidades que ofrecen las plataformas digitales a la información que posteriormente puede constituir el propio debate. Hay un convencimiento de que no solamente la fuente oficial es la fuente de información; no obstante, tenemos que ser muy claros en comprender que la pluralidad de voces es relevante en el debate de lo público

La conceptualización de esfera pública remite a la idea de un espacio de deliberación y actuación colectiva, a un lugar donde los ciudadanos se sitúan en la acción común destinada a discutir sobre aquellos bienes y valores que inciden en la vida colectiva.

La pandemia de COVID-19 ha evidenciado la serie de carencias que tenemos como ciudadanía para comprender de manera clara la cantidad o el volumen de información a la cual estamos expuestos. Es decir, a partir de la emergencia sanitaria, no solo de las redes sociodigitales, de los espacios virtuales de información, medios tradicionales, ha crecido la cantidad de notas informativas a las cuales tenemos acceso. En este sentido, los ciudadanos no hemos tenido el tiempo suficiente para discriminar la información en la que nos vemos envueltos cada día.

La esfera pública es el lugar donde se construye el consenso y el disenso en una democracia. Al hablar del debate público es inevitable establecer que es en la esfera pública donde convergen los distintos actores sociales que inciden en la construcción democrática. Habermas (1981) plantea que con la extensión de las relaciones del mercado surge la esfera de lo social que rompe las limitaciones del dominio sensorial – estamental obligado a la adopción de formas de administración pública.

Más que a un espacio físico, concreto, la esfera pública es un espacio simbólico de deliberación y acción colectiva en donde los ciudadanos interesados por los asuntos públicos se presentan. Al ser este un espacio colectivo, la discusión se lleva a cabo de manera abierta. Sin ser la esfera pública un ámbito de decisión, en ocasiones representa un paso previo hacia la toma de decisiones. Con el desarrollo de los medios, la esfera pública ha sido replanteada por el imaginario que representa la supuesta presencia de grandes grupos de personas en la escena social. La posibilidad de visibilidad que representaron los medios planteó transformaciones en la política pública, que de ser un asunto meramente del estado se convierte en un asunto de comunidad, es decir, un asunto público. Esta visibilidad de los grandes grupos está planteando plantear un nuevo escenario en la esfera pública. La conformación de espacios en donde se articula los movimientos de lo político – público con la cobertura principalmente de la prensa. Sin embargo, en los últimos meses la

multiplicidad de mensajes abrió la posibilidad para que emergiera la presencia y visibilidad de grandes grupos de personas y la inclusión de estas en el debate público y en el cruce informativo que no necesariamente ha permitido estar mejor informado. La esfera pública, se puede entender hoy en día tanto como el espacio audiovisual que se puede asociar al de los medios de comunicación (electrónicos, impresos, digitales) como el ámbito de interacción social (asociaciones sindicales, civiles, movimientos sociales). La conceptualización de esfera pública remite a la idea de un campo de deliberación y actuación colectiva, a un lugar donde los ciudadanos se sitúan en la acción común destinada a discutir sobre aquellos bienes y valores que inciden en la vida colectiva. Más que a un espacio físico, concreto, la esfera pública se ha convertido en un espacio simbólico de deliberación y acción colectiva en donde los ciudadanos interesados por los asuntos públicos se presentan; en este momento el espacio de convergencia informativa es fundamental al no tener en muchos casos certezas sobre el contexto de interacción colectiva y mantenerse en el entorno la necesidad de información para construir un universo simbólico que permita el mantenimiento de los equilibrios socioculturales necesarios. La idea de esfera pública en el sentido que le confiere Habermas (1981) es el escenario en el que las sociedades modernas se da la participación política a partir de diálogo. En cierto sentido permanece este planteamiento; no obstante, poco a poco este escenario institucionalizado a partir de la interacción discursiva se está reconfigurando en la pluralidad de exposiciones que trascienden la propia institucionalidad que le confería Habermas. Este escenario para la producción y circulación de discursos que pueden ser tan amplio que no tiene asideros claros y conflictúa, en gran medida, a las propias empresas mediáticas y a los sectores político y económico.

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Si bien parte de las necesidades fundamentales de los seres humanos es estar conectados-comunicados no queda lo suficientemente claro y, esto ofrece un reto para entender el debate público en sí mismo y la comunicación dentro de la esfera pública, es la condición en la cual nos encontramos como ciudadanos.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

RECONCEPTUALIZAR LA ESFERA PÚBLICA. DEBATE INFORMATIVO EN TIEMPOS DE COVID-2019

El escenario de la pandemia de COVID-19, está planteando una serie de retos relacionados con la información pública como efecto de lo desconocido a nivel global sobre el coronavirus y la enfermedad que desencadena. Esta enfermedad, ahora sabemos, ocasionada por un coronavirus (SARS COV2) desarrolla un síndrome respiratorio agudo grave, que hoy en día ha enfermado en el mundo a más de 5 millones de personas, se identificó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan en la República Popular China. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la reconoció como una pandemia global el 11 de marzo de 2020.

En los términos en que se aborda este trabajo se puede pensar que el concepto esfera pública es central, en el sentido de que no hay un proceso de debate y de circulación informativa sin esfera pública. La importancia de la socialización de la información en la construcción de espacios públicos fue fundamental dado que permitió a grupos cada vez más amplios de la sociedad, gozar de formas novedosas de acceso a múltiples espacios de discusión entre ciudadanos, hasta el momento ajenos a la educación, reservada para la nobleza. Dadas las condiciones de emergencia sanitaria a nivel global la visibilidad de los grandes grupos va a plantear un nuevo escenario en la esfera pública. La conformación de espacios en donde la inmediatez informativa articula lo social ha puesto en entredicho la cobertura que realiza de la información que llevan a cabo los medios tradicionales (prensa, radio, televisión incluidas sus versiones en línea). En esta lucha surge la figura de la opinión pública, entendida por Habermas (1981) como la acción que se oponía a la práctica del secreto, referente del Estado absolutista. La opinión pública

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El nuevo espacio público sería así una esfera definida en parte por la mediatización. Lo que trae como consecuencia que la audiencia y los espacios sean cada vez más difíciles de limitar y delimitar.

La idea apunta a la necesidad de redefinir el contexto de esfera pública. No basta con repetir los planteamientos originarios. Se trata de revisitar el concepto más allá del análisis de contenidos para buscar las claves que permitan la visibilidad de los ciudadanos. Los asuntos públicos debatidos o generados en las redes sociodigitales o en diferentes espacios informativos abruman el ecosistema mediático. La pluralidad de la esfera pública queda en entredicho si la cantidad de la información nulifica el debate y vuelve escasa la participación pública.

COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN EN BOLIVIA. EL DESAFÍO ESTÁ EN EL PRESENTE José Antonio Coca Fiorilo Bolivia

En este sentido, es evidente que la concepción de espacio público defendida por Habermas (1981), centrada en el diálogo racional de los actores en igualdad de condiciones de reciprocidad, no se ajusta a este nuevo espacio público mediático. Sostiene Thompson (1996) que: con el desarrollo de los medios de comunicación, el fenómeno de la publicidad se ha desvinculado del hecho de la participación en un espacio común. Se ha desespacializado y ha devenido en concebirse como no dialógica, a la vez que se ha vinculado crecientemente a la clase específica de visibilidad producida por los medios de comunicación y factible a través de ellos (Thompson, 1996: 95). La crisis de salud y en ello, también, la crisis de la esfera pública como la conocíamos ha sido el detonante para que los individuos regresen a sus espacios de privacidad, esta crisis apunta hacia una transformación de las relaciones sociales. Beck (1998) plantea que estas transformaciones han llevado a configurar una sociedad en la que dicha transformación amenaza a las grandes instituciones que la modernidad convirtió en la fuente del sentido de lo público. Los retos en la redefinición de lo público En la esfera pública es indispensable el debate. En la circulación informativa, sobre todo en redes sociodigitales, en muy pocas ocasiones se hace referencia a vínculos o a fuentes de información que valide los mensajes que circulan en ellas, con la posibilidad de generar un debate plural que articule el interés legítimo de los ciudadanos que visibilice lo heterogéneo de nuestras sociedades. Bajo esta idea es notable el interés por los asuntos públicos. Por un lado, los medios de difusión no han cumplido con su parte de erigirse en vínculo crítico entre sociedad civil y las fuentes informativas; por esta razón resulta importante definir de manera puntual en dónde se está construyendo la esfera de lo público y a partir de qué se está configurando el debate sobre los asuntos de interés colectivo. La gran cantidad de páginas que han surgido para informar sobre la pandemia de COVID-19 y el número creciente de tuits con información relacionada con el tema, dan cuenta de ello. La

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HABERMAS, Jürgen (1981). Historia y crítica de la opinión pública. La transformación estructural de la vida pública. México: Gustavo Gili THOMPSON, John B. (1998). Los media y la modernidad: una teoría de los medios de comunicación. Barcelona: Paidós. WHITEHEAD, Laurence. (1997). The vexed issue of the meaning of “democracy” En Journal of political ideologies. Volume 2, No. 2, June 1997. Oxford, UK: Carfax.

En el ámbito de la educación superior virtual boliviano, el camino es apenas visible, requiere de un manejo integral y sistémico de la trilogía a la que encaramos, eventualmente, sin mapas ni brújula, pero con una predisposición pragmática y decidida al cambio.

¿Porque no le dais a la gente libros sobre Dios? Por la misma razón por la que no le damos Otelo;

Comunicación y educación: sustrato de la humanidad.

son viejos, tratan sobre el Dios de hace cien años,

El precepto de la comunicación afirma que “todo comunica”. Stephen Hawking físico teórico, en su último mensaje dijo:

Los hombres, sin embargo, sí.

CORRAL Velázquez, Gabriel A. (2014) La configuración de la esfera pública de Querétaro. El caso de Acueducto II Tesis Doctoral. Doctorado en Estudios Científico- Sociales. Guadalajara: ITESO

La comunicación es una disciplina trasversal a otras (Bajaña, et.al. 2016) y es enteramente humana, de ahí su gran importancia. Con base en lo anterior, la comunicación permite preparar el terreno y el camino para otras que, aunque no parezcan tener relación curricular, la propia acción comunicativa se encarga de allanarlas, a través de “presupuestos comunicativos generales de la argumentación” (Habermas, 1987, pág., 46), tal es el caso de todas las carreras no pertenecientes a las ciencias sociales.

En este escenario es donde se circunscribe este escrito: el papel y el desafío de la comunicación en la educación superior, utilizando la tecnología de internet como medio de transmisión de conocimiento durante la crisis sanitaria.

no sobre el Dios de hoy. “Pero Dios no cambia”.

Referencias

comunicación, la educación (virtual) y la tecnología; trilogía que reacciona con transformación e innovación importantes, donde la comunicación se proyecta como el agente inherente de cambio, el cual exponemos como tesis del presente artículo.

Aldous Huxley, un mundo feliz. INTRODUCCIÓN Los términos “coronavirus” o “COVID-19” no se conocieron hasta que China mundialmente alertó sobre los primeros cientos de casos y su vertiginoso ascenso al iniciar el año 2020. Con lo cual, la escala de casos positivos se fue esparciendo por el mundo, convirtiendo en poco tiempo la epidemia en pandemia. La crisis planetaria no solo crecía en el campo de la salud, también lo hacía en desconciertos y frustraciones, debido a la escasa o inexistencia de información; protocolos mundiales que ayuden en la toma de decisiones a niveles gubernamentales en prácticamente todos los países del mundo. Bolivia fue el último país en América Latina en contraer la enfermedad (Redacción BBC, 2020) y desde el 10 de marzo, fecha en que el primer caso fue confirmado (Calle, 2020), el país suma cada vez más casos positivos. No obstante a la crisis sanitaria, los escenarios críticos se multiplicaron y colateralmente se trasladaron a campos grandes como lo social, político y económico, quedando en el plano medio la

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El “espacio público”, que con mucho desborda el campo de interacción definido por la comunicación política, es el marco “mediático” gracias al cual el conglomerado institucional y la parte tecnológica, propia de las sociedades contemporáneas, son capaces de presentar a un “público” los múltiples aspectos de la vida social.

ciudadanía en su conjunto necesita información para gestionar sus certezas e incertidumbres, lo relevante del caso que ocupa es de dónde proviene esa información y en dónde se está compartiendo. La importancia creciente de las redes sociodigitales, ocupa hoy el interés del análisis puesto que rebasa a los medios tradicionales en acceso y difusión; esta situación que, si bien no es una novedad, cobra importancia en este tiempo puesto que obliga a ubicarla dentro de los debates sobre el espacio de difusión y debate sobre los asuntos de interés colectivo.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

será después un derecho del público a debatir las decisiones políticas, construyendo el debate ciudadano. Es esta figura, el espacio, en donde se articula la sociedad civil y la sociedad política, forma la base para el conflicto y el consenso, pieza fundamental del planteamiento de Habermas (1981) al referirse a la conformación de la esfera pública.

Una de las grandes revelaciones de la era espacial ha sido una perspectiva que nos ha dado humanidad a nosotros mismos. Cuando vemos la Tierra desde el espacio, nos vemos a nosotros mismos como un todo; vemos la unidad y no las divisiones. Es una imagen tan simple, con un mensaje convincente: un planeta, una raza humana (Howking en Pascual, 2020). Hawking, quizá haya tenido su mayor aporte a la sociedad universal, en su capacidad comunicativa de transmitir y enseñar el universo que en su mente veía. Tanto los aportes científicos como los académicos son necesarios para el desarrollo de la humanidad, y más aún en estos tiempos de pandemia, la comunicación y la transmisión de hallazgos e información lo son más, al menos si estas conllevan niveles de interpretación que sean comprensibles y aplicables en su afán. Desde esta perspectiva de crisis sanitaria, la “comunicación dentro del sistema de salud es clave para manejar el problema y controlar infecciones” (Saliba, 2020). Lo mismo que la transmisión de información científica, después de estudiar al virus, se comunica y enseña sobre su composición, información útil para conocer mejor al agente patógeno. En otras palabras, tanto la comunicación como la educación se constituyen en el sustrato de las sociedades modernas a las que permite desarrollarse mediante la democratización del saber (Martos, 2018).

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Y por estas razones, la comunicación, variable sustancial capaz de transformar la convivencia humana, se entrelaza con otros entornos como la cultura, la tecnología o la globalización, partiendo siempre, como diría Manuel Vásquez (1985) “[de la] necesidad de comunicarse-satisfacción mediante instrumentos de comunicación” (pág. 8), para producir conocimiento y desarrollo.

Ante este intenso y nuevo panorama, la educación ya no puede regresar a lo que fue, a su cotidianeidad, sencillamente por la convergencia explicada y el impacto de la comunicación en la transmisión de conocimientos.

En ese mismo horizonte, no debemos perder de vista a la tecnología ya que nos permite dibujar el mundo de hoy; siendo, a la vez, simultaneidad con la comunicación. Los lejanos escenarios de una comunicación sincrónica futurista ya están presentes gracias a la convivencia de la tecnología, particularmente, a los dispositivos móviles (instrumentos de comunicación) que, en poco tiempo, absorbieron tanto a la humanidad como a la red (Guardia, 2012).

Un adagio popular afirma que: “todo cambio es bueno”. Sin embargo, al principio ofrece más inconvenientes que aciertos y no es solo cuestión de la educación o la tecnología independientemente del problema, a cuestión está dada por la comunicación, la educación y la tecnología, a lo que debemos sumar las ideas de Bauman (2007) sobre modernidad líquida, voluble e inestable y las diferencias planteadas generacionalmente entre los Z (Miranda, 2020) y los post millennials, como transmisores de conocimiento adaptados a las condiciones sociales.

Bajo esta óptica, la pragmática interpersonal también tuvo sus grandes cambios y trasformaciones. “La red permite el inicio de relaciones que no serían posibles fuera de ella” (Guardia, 2012, pág. 121). La creación de comunidades y la trasposición de las organizaciones sociales reales a las virtuales junto con la construcción de redes personales (Coca, 2020), se convierten en mundos paralelos (realidad-virtualidad) vinculados únicamente por la comunicación.

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Comunicación y educación superior en Bolivia. El desafío está en el presente.

Conclusiones Cambiar a modalidad virtual, debe liberar la creatividad de las universidades y permitir otro escenario menos burocrático y altamente participativo. Las carreras de formación educativas universitarias ya no deben ser cuestión de tratamiento unidimensional, su construcción debe ser colaborativo entre docentes y dicentes, entendiendo que el futuro de las universidades ya no será la de retención de los estudiantes, sino de calidad de contenidos para que sean ellos quienes escojan y construyan su formación en base a sus objetivos y metas. Indiscutiblemente, no debe entenderse como un proceso de adaptación simple, es preciso que se reconstruyan las cimientes en base a la humanidad, su gran capacidad de comunicación, aprendizaje y uso de tecnologías modernas. Estos cambios requieren, a la vez, de una misma capacidad política liberadora en términos de fronteras y divisiones geopolíticas que permitan a esta trilogía, verdaderamente entrar en acción, por medio de la propia conciencia social y la democratización del conocimiento. Finalmente, el problema es sistémico y entre la comunicación como aspecto que permita llegar con la mejor contundencia del mensaje posible, la educación inspirada en la virtualidad para otorgar el método de enseñanza y aprendizaje y la tecnología como soporte y medio de transmisión de los conocimientos, es posible una nueva sociedad, un nuevo mundo.

Comunicación, educación y tecnología

En ese afán, muchas instituciones universitarias bolivianas, a pesar del intento serio de adoptar el aprendizaje virtual, muy pocas muestran algo de preparación para hacerle frente a este cambio de manera ordenada y planificada. En el proceso, ocurren confusiones e improvisaciones, donde los docentes luchan para implementar aprendizajes en línea lo más eficazmente posible.

Hasta unas semanas antes de la declaración de pandemia (OMS, 2020), la educación y la tecnología se correspondían entendiendo que las herramientas tecnológicas fueran de gran apoyo a “los movimientos sociales emancipadores y han demostrado que tienen la posibilidad de coadyuvar a la transformación de la educación” (Barrón, 2020, pág. 72).

“La transición a esta modalidad requiere sistemas efectivos de gestión de aprendizaje, instalaciones de video conferencias y personal académico con experiencia en la educación a distancia” (Alcántara, 2020). Lo cual plantea otro desafío que no hubiera llegado de no ser por el virus.

Sin embargo, la relación comunicación-educación cobró notoriedad cuando las escuelas y las universidades cerraron como medida de protección ante el coronavirus. Según informes de la UNESCO, hasta el 30 de marzo, “166 países habían cerrado sus escuelas y universidades. A escala mundial, 87 por ciento de la población estudiantil se vio afectada por estas medidas; es decir, unos 1 520 millones de alumnos. Además, en todo el mundo, alrededor de 63 millones de maestros dejaron de laborar en las aulas” (Unesco & IESALC, 2020).

En cierto modo, las cartas ya fueron echadas y el futuro en términos de esta trilogía ya no será el mismo. Es necesario preparar el terreno para unas “nuevas realidades”.

Barrón, M. C. (2020). La educación en línea. Transiciones y disrupciones. Instituto de investigaciones sobre la universidad y la educación, Primero.

Desde luego, la transición no es fácil y es preciso que diferentes sectores se involucren, desde el propio Estado, las universidades tanto privadas y públicas, así como las iniciativas tecnológicas creadas y no adaptadas para propósitos educativos.

Bauman, Z. (2007). Los retos de la educación en la modernidad líquida. Barcelona: Gedisa.

La situación, sin precedentes, condujo a que diferentes países en todo el mundo redirigieran su mirada a la tecnología. Clases virtuales e internet y los dispositivos se convirtieron de aparatos de ocio y juego en verdaderas herramientas de trabajo y educación.

Es tiempo de precisar en nuevas metodologías, no siempre nuevas, ya existen experiencias como la de Khan Academy y su escuela al revés (flipped schools) (Oppenheimer, 2014) de alguna manera implementadas en las universidades locales, pero todavía sin método ni rigor.

Referencias Alcántara, A. (2020). Educación superior y COVID-19: una perspectiva comparada. Educación y pandemia. Una visión académica, Primero. Bajaña, I., Moreira, M., Chiriboga, W., Pico, R., & Pico, G. (2016). LA COMUNICACIÓN, EJE TRANSVERSAL EN LA FORMACIÓN DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO EN EL SIGLO XXI. Didasc@lia: Didáctica y Educación., VII.(ISSN 2224-2643), 14.

Calle, G. (2020). Un mes del COVID-19 en Bolivia: 275 infectados y 20 de ellos fallecidos La Razón | Noticias de Bolivia y el Mundo.

García Aretio, L. (2019). Necesidad de una educación digital en un mundo digital. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 22(2), 9. https://doi.org/10.5944/ ried.22.2.23911 Guardia, M. (2012). Interacciones 2.0. Reflexiones sobre comuncación y cultura. Bolivia: Rditorial Plicare. Habermas, J. (1987). Teoría de la acción comunicativa. España: Taurus. Martos, A. (2018). La educación cuántica. Un nuevo paradigma de conocimeinto. España: Create Space. Miranda, C. (2020). Generación Z : Repensando las estrategias de enseñanza y aprendizaje. OMS. (2020, marzo 11). Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 11 de marzo de 2020. Recuperado 24 de mayo de 2020, de https://www.who.int/es/dg/speeches/detail/who-directorgeneral-s-opening-remarks-at-the-media-briefing-on-covid-19---11-march-2020 Oppenheimer, A. (2014). Crear o morir. La esperanza de latinoamérica y las cinco claves de la innovación. USA: Random House. Pascual, J. A. (2020, abril 23). El último mensaje de Stephen Hawking a la Humanidad es una lección de vida | Life - ComputerHoy.com. Recuperado 19 de mayo de 2020, de https://computerhoy.com/noticias/life/ultimo-mensaje-stephen-hawking-627605

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En poco tiempo, la tecnología introdujo variedad de aplicaciones, desde las más complejas hasta las sencillas para trabajar en aula. Generando en muchos casos disrupción tecnológica. “Las tecnologías en la escuela y en la universidad sí pueden ser disruptivas […], por eso, es necesario abrirnos a las tecnologías, sin dejarnos aprisionar por ellas” (García Aretio, 2019, pág. 18). Producto de esto, uno de los primeros óbices identificados tiene que ver con la falta de transmisión de conocimientos (comunicación) sobre metodologías de trabajo y capacidades técnicas de uso y manejo de las TIC (tecnología) tanto en los docentes como en los estudiantes que, eventualmente, improvisaron su trabajo y estudio respectivamente.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

Bajo este escenario, la educación requiere de cambios en la forma de cómo se percibe el conocimiento, donde la “parte más importante de la educación del hombre es aquella que él mismo se da” (Scot en Martos, 2018), donde no se trata de autodidáctica, sino, más bien del deseo genuino entre docente y dicente de establecer procesos de enseñanza y aprendizaje, pero ningún deseo tendrá el éxito esperado si no se complementa con verdaderos y eficientes procesos de comunicación, convirtiéndolo así, en liberadora, a través de la “pretensión epistemológica de trascender al materialismo científico que vive en la caverna platónica” (Martos, 2018, pág. 34). La educación comienza con la comunicación.

Redacción BBC. (2020, marzo 11). Coronavirus: Bolivia confirma sus primeros dos casos de covid-19 - BBC News Mundo. Saliba, P. (2020, febrero 19). El Coronavirus y la importancia de la comunicación en el control de las infecciones | Blog Instituto de Formación Continua de la Universitat de Barcelona (IL3-UB). Recuperado 24 de mayo de 2020, de https://www.il3.ub.edu/ blog/el-coronavirus-y-la-importancia-de-la-comunicacion-en-el-control-de-lasinfecciones/ Unesco, & IESALC. (2020, abril 2). El Coronavirus COVID-19 y la educación superior: impacto y recomendaciones – UNESCO-IESALC. Recuperado 24 de mayo de 2020, de https://www.iesalc.unesco.org/2020/04/02/el-coronavirus-covid-19-y-laeducacion-superior-impacto-y-recomendaciones/ Vásquez, M. (1985). Historia y comunicación social. España: Alianza Editorial.

Coca, J. A. (2020, enero 22). Comunicación digital: El nuevo paradigma | Metusia es compartir. Recuperado 24 de mayo de 2020, de https://www.metusia.com/publicaciones/ comunicacion-digital-2/

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Luz Adriana Mejía Rodríguez Panamá

Tras la aparición del coronavirus COVID-19, y luego de convertirse en una pandemia, las organizaciones a nivel mundial experimentaron cambios en sus procesos y en el funcionamiento de sus operaciones regulares, incidiendo no solo en la parte administrativa, sino también el área de comunicaciones. Muchas empresas no estaban preparadas para el cambio, que incluía la adaptación de tareas presenciales, y que se efectuaban en el puesto de trabajo, pasaran a realizarse a distancia, por medio del teletrabajo. Además del recorte de las jornadas laborales, que en vez de ocho horas se pactaran a solo cuatro, en algunos casos. Directivos, ejecutivos y personal operativo trasladaron sus oficinas a salones de estudio, recámaras o algún rincón del interior de su casa, auxiliados por la tecnología para recibir instrucciones e informar del avance de las tareas asignadas por sus supervisores. Esto, tomó de sorpresa a más de una organización, porque no contaban con las herramientas necesarias para llevar a cabo esta tarea. Esta situación de crisis se hizo más evidente, y afectó de manera considerable a las empresas e instituciones, que vieron mermadas sus actividades comerciales, por las restricciones y medidas sanitarias adoptadas en cada país. También hubo incidencia en el área de comunicaciones corporativas, porque muchas de las acciones planificadas tuvieron que replantearse, debido a que no pudieron concretarse, al presentarse el tema del COVID-19.

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La comunicación interpersonal es la clave para generar confianza en cualquier negociación o actividad que desarrollemos, ya sea de manera presencial o virtual. ¿Qué es la comunicación interpersonal? Según Rizo, Marta (2009) “La comunicación interpersonal se define como el encuentro cara a cara entre dos personas que sostienen una relación de interdependencia a través de un intercambio de mensajes que proceden de señales tanto verbales como no verbales”. Este intercambio de información se efectúa de manera bidireccional (en ambas vías), donde el emisor ofrece un mensaje y recibe la debida retroalimentación o feedback, por parte el receptor. Muchas veces no le damos la importancia a la comunicación interpersonal, pero es vital para crear, mantener y mejorar vínculos en las organizaciones; además fortalece las relaciones de negocios, familiares, sociales y profesionales. También influye en el trabajo en equipo, el liderazgo y la toma de decisiones en las empresas o instituciones. Desarrollo El COVID-19 cambia las reglas: Caso Ministerio de Salud de Panamá Las medidas de distanciamiento físico, recomendadas por las autoridades en muchos países, para evitar la propagación del virus, trajeron como consecuencia la modificación del comportamiento social en los entornos laborales y familiares; a fin de adaptarlos a las nuevas normas sanitarias. Para el Ministerio de Salud de la República de Panamá, al igual que en otras organizaciones institucionales y privadas, las reglas cambiaron, porque ya no se permitieron las reuniones numerosas, sino en pequeños grupos. El acercamiento físico, el saludo con apretón de manos y los abrazos fueron suspendidos y reemplazados por la distancia de dos metros entre compañeros de trabajo, que asisten a sus jornadas laborales con mascarillas para protegerse del contagio por coronavirus. Medidas básicas como el lavado frecuente de manos y el uso de gel antibacterial también fueron recomendados al personal de trabajo.

Este ejercicio nos permitirá conocer las cualidades que me distinguen como persona, así como también los defectos que nos caracterizan y que, en su conjunto, moldean nuestro carácter.

Las relaciones interpersonales han estado precedidas por una estricta vigilancia al cumplimiento de las medidas sanitarias.

Si aceptamos nuestras bondades y fallas, podremos hallar nuestras oportunidades y reconocer nuestras amenazas. Por eso, una herramienta sencilla es utilizar un FODA para profundizar en nuestro autoconocimiento.

Pese a las restricciones, el Ministerio de salud ha intensificado sus esfuerzos para que su equipo de trabajo maneje con detalle todo lo concerniente al tema de la pandemia, y de esta manera, los funcionarios puedan transmitir el mensaje entre sus compañeros, a la comunidad y el resto de los públicos de la institución.

Otro aspecto importante a indagar es sobre nuestros valores, objetivos, sueños y metas, porque en la medida que construyamos nuestro propio perfil, se mejorará nuestra confianza; elemento esencial que nos prepara para mantener buenas relaciones interpersonales en el hogar y en el trabajo.

En este sentido, la comunicación interpersonal ha sido clave para el manejo de la información a lo interno y externo de la entidad de salud, que se ha valido de reuniones por áreas de trabajo, de manera presencial y virtual, a través de las plataformas tecnológicas que tienen a disposición para hacerle frente a la crisis global que afecta a miles de personas a nivel mundial.

Es muy útil hacer un análisis de nuestro comportamiento ante los compañeros de trabajo, para identificar fallas y corregirlas; y en caso de encontrar buenas prácticas de conductas, mantenerlas y reforzarlas.

El personal de salud ha sido instruido para que por medio de la escucha activa y la empatía, despejen las dudas e interrogantes de los diferentes públicos, sobre temas sensitivos ocasionados por la crisis global. Cada región de salud ha estado pendiente que el personal a su cargo conozca sobre los protocolos sanitarios que rigen en cada una de las etapas del tratamiento de esta situación sanitaria. Los funcionarios en los diferentes niveles de jerarquía institucional fueron capacitados para dar respuesta rápida a los usuarios del sistema de salud, que, en muchos casos, se comunican de manera interpersonal. La entidad gubernamental ha mantenido acercamientos con otras instituciones públicas, empresas privadas, sociales, educativas, sindicatos, gremios y demás organizaciones, con el objetivo de mantenerlos actualizados con las medidas sanitarias, e incluirlos en la implementación de estrategias para hacerle frente a esta crisis, que ha tenido gran impacto en cada uno de los sectores de la sociedad. El Ministerio de Salud junto a organismos internacionales como la Organización Panamericana de Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), “elaboró los lineamientos para dar respuesta ante el COVID-19, diagnóstico de la capacidad de los servicios de salud, así como la revisión y actualización de los planes de comunicación”, de acuerdo al sitio web www.paho. org/pan en la sección de noticias.

¿Qué podemos hacer para potenciar nuestras competencias en comunicación interpersonal? 1. Identificar nuestras fortalezas y debilidades a través de un examen de autoconocimiento para comprender ¿quién soy? y ¿qué? pueden esperar los demás de mí.

En la medida en que los colaboradores tengan una actitud positiva, confíen en sus propios atributos y reconozcan sus falencias, los equipos de trabajo se fortalecerán y evitarán los conflictos, que en muchos casos se generan por una deficiente comunicación interpersonal. 2.

Ser amable y cortés.

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Para las organizaciones que incentivan la comunicación interpersonal entre sus colaboradores, es más fácil adecuarse al cambio y cumplir con las expectativas que se requieren para continuar con el funcionamiento de las operaciones en las empresas o instituciones de cualquier rubro.

También se limitó la permanencia de una persona por cubículo en las áreas de trabajo, y a la hora del almuerzo, no más de cuatro personas, porque en este momento los colaboradores se quitan las mascarillas y todos quedan más expuestos.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

LA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL EN EL ENTORNO LABORAL ANTE LA CRISIS POR EL COVID-19

Comunicación interpersonal

La cordialidad debe practicarse tanto si es presencial o virtual y se manifiesta a través de la palabra hablada o escrita, pero también a través de nuestros gestos. Si es una reunión presencial, recordemos que hay una serie de normas de cortesía o urbanidad, que, aunque muchos piensan que han pasado de moda, no es cierto. Por ello, es recomendable que cuando participemos de un encuentro laboral o social, utilicemos palabras como por favor, disculpe, gracias, permiso y escuchó. Además, no olvidemos de saludar y despedirnos de nuestros acompañantes. Es una buena experiencia llegar a un lugar de trabajo y que todos se animen a saludar, te reciban con entusiasmo y cordialidad. Los gestos también son importantes, porque el lenguaje no verbal por sí solo manifiesta poco interés, desánimo, descortesía, apatía, aburrimiento, enojo, tristeza, o, por el contrario, efusividad, alegría y motivación. En las reuniones virtuales también es importante que seamos cordiales y respetuosos con las normas de urbanidad. Por ejemplo, si tenemos una sesión programada, lo ideal es que estemos puntuales y nos comportemos como si fuera presencial, es decir, saludar a los compañeros de trabajo, usar un lenguaje cálido y evitar las expresiones faciales negativas. A través de las cámaras de los dispositivos electrónicos se ven muchos detalles que a veces no les prestamos atención, y pueden prestarse para malas interpretaciones. Por ello, lo mejor es ser cordiales y evitar conflictos.

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La escucha activa es la capacidad que tenemos de comprender a nuestro interlocutor desde su perspectiva. Es darle valor al momento de intercambio. Cuando conversamos, tenemos que tener en cuenta que uno de los factores para que esa acción sea exitosa, es tener una actitud activa y no pasiva, porque puede demostrar falta de interés o desconocimiento del tema. Esto quiere decir, que primero hay que escuchar con mucho respeto sin interrupciones. Las distracciones, ya sean internas, a través del pensamiento; o las externas, por medio de ruidos ambientales o equipos tecnológicos como celulares, entorpecen la comunicación y evitan que se desarrolle la escucha activa. Para mejorar nuestro diálogo es bueno recapitular o realizar un resumen de lo que expresa el que habla, de manera tal, que perciba el interés de nuestra parte ante su propuesta o comentario. Lo contrario es no emitir un comentario y dejar hablando solo al interlocutor. No hay que acaparar la conversación, mas bien permitir que el intercambio de información sea fluido y nuestra intervención se realice de manera oportuna. La escucha activa también debe estar acompañada con gestos de aprobación, dejando a un lado las muecas, los signos de pereza, aburrimiento o enojo. También debemos expresar la aceptación o desacuerdos con las ideas planteadas por la otra persona, con argumentos y sin ofender. 4.

Ser empáticos

La empatía es ponerse en lugar del otro. Comprender su mensaje y el contexto del mismo, no desde nuestro punto de vista, sino de la otra persona. En actividades empresariales, se reúnen los equipos de trabajo, y muchas veces, cada uno tiene un punto de vista diferente, que en ocasiones no les permite ver más allá de sus propias ideas para comprender que ocurre con sus compañeros de área. Para ser empático no es necesario que acepte todo lo que me dicen, pero sí que entienda la posición del resto de las personas, que las ubique en su entorno y respete la decisión de los otros. El ambiente laboral y familiar, las creencias y costumbres, así como los sucesos que ocurren en nuestro entorno, condicionan el pensamiento de la gente. Por ello, cada colaborador tiene un concepto diferente con respecto a las situaciones que ocurren a su alrededor, así como del impacto que puede ocasionar con sus actuaciones. Lo importante es no desestimar a ninguno de los miembros del equipo de trabajo, sino motivarlos para que participen de manera activa en los procesos de mejora de la organización.

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Conclusión En conclusión, si no tenemos una buena comunicación con nuestros socios, colegas o amigos, definitivamente se va afectar la relación comercial, según sea el caso, porque para que cualquier proyecto se realice es necesario que haya un entendimiento entre las partes, desde el principio hasta el final. La comunicación interpersonal con nuestros públicos internos y externos, facilitan la ejecución de nuestros planes y proyectos, además de contribuir con la capacidad de resiliencia en cualquier organización.

Referencias Ministerio de Salud de Panamá (2020). [fecha de Consulta 25 de mayo de 2020]. http://www. minsa.gob.pa Organización Panamericana de la Salud (2020). OPS en Panamá apoya al país en la preparación y respuesta al coronavirus. [fecha de Consulta 25 de mayo de 2020). https://www.paho. org/pan/index.php?option=com_content&view=article&id=1337:ops-en-panamaapoya-al-pais-en-la-preparacion-y-respuesta-al-coronavirus-2&Itemid=442 Rizo, Marta (2009). Comunicometodología y comunicación interpersonal. presencias y ausencias en la comunicología mexicana. Razón y Palabra, (67), [fecha de Consulta 25 de mayo de 2020]. ISSN: 1605-4806. Disponible en: https://www.redalyc.org/ articulo.oa?id=1995/199520725002

VOCEROS O PORTAVOCES: IMPRESCINDIBLES EN SITUACIONES DE CRISIS O EMERGENCIAS

Desarrollo A los voceros no les toca una tarea fácil ya que, por lo indispensable que resulta ser convincente, deben cuidar tanto el contenido como la forma. En cuanto a lo primero, debe tener un amplio dominio de la información: ideas y mensajes claves, manejar los datos generales de todas las áreas de trabajo de la institución y de su cultura, tener conocimiento amplio del tema o temas que va a abordar, así como también ha de estar preparado para asimilar el impacto de cualquier pregunta o confrontación, pero lo más importante es tener un sentido de pertenencia absoluto alrededor de los objetivos, visión y misión de la entidad que representa. La forma, por su parte, tiene que ver con todas las manifestaciones de la comunicación no verbal: los gestos y posturas, el manejo de la voz y el contacto visual se cuentan entre los más importantes; sin olvidar las cuestiones relativas a su imagen personal (cómo vestirse, peinarse, el cabello, los accesorios, entre otros).

Magda Rivero Hernández México

Introducción Resulta cada vez más importante a nivel de empresa, organización, institución o incluso país, tener definidos los voceros o portavoces; quienes serán la voz y la cara de estos, relacionándose con el entorno tanto interno como externo de forma activa y clara, posicionando así el rubro/punto de vista/mensajes claves de la organización de que se trate. Los anglosajones hacen referencia al spokesman, o spokesperson y lo definen como una figura unánimemente elegida por una organización (del tipo que sea) para comunicar los mensajes institucionales a los diferentes stakeholders o públicos de interés. Por tanto, su labor no se limita a una función de “apaga fuegos’”, sino por el contrario, se encuentra incluida en la cotidianidad de las organizaciones. Al final, lo que se espera es que el vocero contribuya con el trabajo de construir y crear valor para estas, inspirando confianza y generando credibilidad. En otras palabras, el vocero es un motor de la reputación y su rol suma o resta a la misma de acuerdo con su desempeño público; por ello, la importancia también de que su prestigio le preceda. Pero, si la vocería es vital en tiempos normales, en situaciones de crisis o de emergencias (como la que estamos viviendo), su papel es esencial. Y si bien es cierto que, la crisis actual no va a afectar directamente la reputación de las organizaciones, sí puede generar crisis de confianza si no se actúa cumpliendo las expectativas de los públicos.

En este punto, es bueno traer a colación la investigación de Albert Mehrabian del año 1972, en la que encontró que en ciertas situaciones la comunicación verbal era altamente ambigua, solo el 7 % de la información se atribuía a las palabras, mientras que el 38 % a la voz (entonación, proyección, resonancia, tono, etc.) y el 55 % al lenguaje corporal (gestos, posturas, movimiento de los ojos, respiración, etc.). Los voceros deben cuidar el binomio mente-corazón y lograr que estos “trabajen de manera conjunta en una intervención y que su lenguaje no verbal refuerce estos dos atributos” (Ugalde, 2013).

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Desarrollar la escucha activa

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

3.

Gráficamente el concepto del binomio mente-corazón puede representarse de la siguiente manera: Mente

Corazón

Cualidad principal a proyectar

AUTORIDAD

EMPATÍA

Cualidades secundarias a proyectar

• Fortaleza • Convicción de las acciones • Pasos a seguir

Lenguaje no verbal

• • • •

• • • •

Pasión Entusiasmo Compasión Disculpas (en caso de crisis) Postura erguida • Sonrisa hombros hacia • Contacto visual atrás • Ligero movimiento Palmas de las de la cabeza en manos abiertas señal de “sí”, al Movimientos de escuchar una las manos y de los pregunta abrazos pausados y naturales

Fuente: Ugalde Haro, A. P. (2013). Manual de Vocería. México: EGAP Gobierno y Política Pública. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

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Todo buen vocero se forma con práctica, planificación y constante capacitación; para lo que existen los entrenamientos de voceros o media training: herramienta que busca otorgar las destrezas indispensables para rentabilizar al máximo los encuentros con los medios de comunicación potenciando la capacidad y el conocimiento de los potenciales voceros. Ahora bien, ¿quiénes deben ser voceros en las organizaciones? Hay quienes afirman que es el CEO (o el presidente) quien debe ocupar ese rol, mientras que otros sugieren que este debe ser absolutamente visible y hablar ante los problemas y asuntos más relevantes, pues ellos son (o deberían ser) los entes más creíbles, pero que esto no significa en modo alguno que deba ser el único “vocero oficial”. Y es que, aun cuando los gerentes y directivos de primera línea y/o los presidentes son voceros naturales, no deben ser obligatoriamente sobre quienes recaiga esa responsabilidad. A juicio nuestro, la posición de vocero debe ser ocupada por el responsable de Comunicación o Relaciones Públicas, pues son los que tienen un mayor nivel de preparación y experiencia para esta función, a lo que hay que añadir su conocimiento del manejo de los representantes de los medios de comunicación, con quienes, por lo general, mantienen buenas relaciones. Sin desestimar el hecho de poder contar con otros voceros funcionales (de áreas específicas) que tienen la debida preparación para hablar de los temas que son de su competencia y que ven en el día a día. Inclusive hay quienes hablan de los voceros “informales”, pues se asume que “toda persona que lleve una identificación con el nombre y logotipo de la empresa es un vocero informal de la misma” (González, 1988); de ahí lo fundamental que resulta que los colaboradores estén alineados y, permanente y oportunamente informados, sobre la situación de la empresa por su condición de voceros naturales y cotidianos. Los voceros actúan en diferentes escenarios organizacionales y uno de ellos son las instancias de gobierno; y es que, si en cualquier entidad es de vital importancia haberlos seleccionado antes, en las instituciones de la administración pública es una tarea de primer orden. El vocero no se encarga simplemente de atender a los medios y presidir conferencias de prensa, sino que es la primera línea de comunicación entre la institución y sus audiencias; especialmente en situaciones de crisis, cuando hay información sensible para transmitir, o cuando se quiere evitar la propagación de versiones inexactas; por lo que requiere ser seleccionados con cautela y entrenados debidamente (Rivero, 2017).

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El vocero en tiempos de crisis Aunque la vocería es vital en tiempos normales, en situaciones de crisis, su rol es esencial. Entendiéndose por crisis: Cualquier situación natural o provocada, previsible o súbita, propia o ajena, declarada o latente que amenace la imagen de la organización, ponga en riesgo sus actuaciones futuras o amenace con alterar las relaciones internas o externas entre esta y sus públicos, entre esta y sus miembros y que necesita que se ejecuten estrategias para evitar el impacto sobre la imagen, las relaciones y las actuaciones de la organización o, de producirse, minimizar el daño e intentar revertirlo como un activo positivo (González, 1998). Una situación de crisis hace peligrar los objetivos de la organización, además de alterar las relaciones que esta posee con sus públicos. La organización va a necesitar que se intervenga para minimizar o evitar posibles repercusiones que afecten nocivamente a su imagen y/o reputación. Cabe mencionar que toda crisis tiene dos aspectos: el operativo y el comunicacional. Entendiendo el primero como la situación donde la entidad tiene que resolver el hecho, mientras que la parte comunicacional será aquella donde se debe tratar con los diferentes actores que pueden verse afectados. Por lo anterior, se le llama manejo de crisis a la conducción estratégica de la información y las comunicaciones ante estas situaciones.

Se está hablando en este caso de lo que se llama comunicación en situaciones de epidemias: el proceso interactivo de intercambio de información y opinión entre personas, grupos e instituciones; suele incluir múltiples mensajes acerca de la naturaleza del riesgo o expresar preocupaciones, opiniones o reacciones acerca de los mensajes sobre el brote epidémico, de los arreglos legales e institucionales para la gestión del riesgo, incluyendo el contexto de la difusión digital (Urbina-Medina, Noguera, Levy, Carrizo y Betancourt, 2016). La realidad es que está visto que, aun contando con protocolos, planes y manuales de crisis, comités preparados para la ocasión, mensajes preestablecidos como base para responder ante una crisis, nada de esto fue suficiente para gestionar la comunicación efectivamente; lo que incluye la participación de los voceros. Esto se agrava pues la situación actual, desconocida para el mundo hasta hace unas semanas, no ha contado con muchos protocolos previos, y otros tanto, ni siquiera los tenían. En este contexto, hemos visto buenos voceros (de eso no hay dudas), pero también se han visto otros tantos carentes de empatía, dos o tres voces que se han contradicho entre sí, otros que minimizaron el problema; los menos, pero los ha habido, cuya capacidad de comunicar es muy baja y, otros que han improvisado, especulado y/o actuado por intuición, sin contar su casi nula actuación en acciones que no se han comunicado de forma adecuada, generando reclamos y ataques.

En este contexto, el trabajo previo en capacitar a los voceros es básico, pues se requiere de alguien con autoridad y pericia necesarias para conectarse racional y emocionalmente con las audiencias claves. Por el contrario, su poca práctica o entrenamiento, puede ocasionar la cobertura negativa en medios tradicionales y digitales, lo cual podría tener un profundo efecto en la reputación de una entidad o persona, que en la actual era digital se multiplica exponencialmente y, peor aún, siempre estará a la distancia de un clic para recordarlos y ponerlos de ejemplo.

Cuestiones que se agudizan en la era digital, ya que “cualquier emergencia sanitaria se traduce en miles de voces que interactúan entre sí, que interpretan información, debaten y se vuelven medios propios, con el consabido riesgo de que esta interacción intensifique la emergencia hasta convertirla en pánico social” (Esteve y Llanos, 2016). Lo que ya está ocurriendo de facto con un nuevo fenómeno bautizado por la Organización Mundial de la Salud como “infodemia”, relacionado con la mala información y las noticias falsas que se viralizan en las redes y causan pánico.

Contexto actual

Es por ello la insistencia de que quienes ejercen como portavoces oficiales en emergencias deben ser voces únicas que inspiren seguridad, serenidad, certidumbre, sin que haya contradicciones o discursos contrapuestos. Igualmente, han de brindar información real, clara, directa, que todos la puedan entender con facilidad, completa, oportuna y constante; evitando con estas previsiones, que los huecos de información se llenen con teorías sin fundamento y rumores.

Lo cierto es que en estos escenarios y, especialmente, en caso de sucesos como la actual epidemia del coronavirus (COVID-19), declarada emergencia de salud pública de importancia internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que suelen caracterizarse por la incertidumbre, la confusión y la sensación de urgencia, comunicar bien y responsablemente es una obligación pues las personas tienen el derecho de estar informadas sobre los riesgos y cómo protegerse, la información que se provea puede ayudar a cambiar su comportamiento, se pueden corregir rumores o información incorrecta a tiempo y se construye apoyo para la respuesta.

Los ciudadanos necesitan certezas, hay que generar confianza a través de brindar información veraz y continuada que permita entender datos, evolución y medidas. El portavoz y equipo de gestión tienen que trasladar una imagen que contribuya a una percepción de que se controla la situación (Sara, 2020). Reflexión final Lamentablemente, no todos los voceros (ni a nivel gubernamental ni tampoco en el ámbito organizacional) han sabido sortear los grandes obstáculos que se han presentado a diario en el transcurso de esta pandemia. El vocero o portavoz es un miembro fundamental en las crisis y emergencias; debe estar familiarizado tanto con el público en general como con los medios, y ha de inspirarles confianza. Si sus palabras transmiten un sincero entendimiento sobre lo que las personas están sintiendo y, a la par, se ofrecen instrucciones de cómo actuar, se está en el camino correcto para generar esa confianza. Está fehacientemente demostrado que, los voceros que saben hacer su trabajo pueden reducir la ansiedad y el temor y ayudar a la población a recuperarse rápidamente de una pandemia, o al menos a llevarla de mejor manera. En el caso de las organizaciones, es la hora de que los voceros (y, en este caso sí se requiere de los líderes o CEO y, particularmente de los equipos de Comunicación y Relaciones Públicas) estén al frente de la crisis. No basta con enviar mensajes o correos de aliento a sus colaboradores de vez en cuando; en este caso, los correos son fundamentales para enviar documentación e instrucciones, pero no son suficientes por sí mismos; se necesita más y mejor contenido y por múltiples y efectivos canales.

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“El trabajo del vocero (en estos escenarios) implica equilibrar muchas relaciones: con funcionarios de gobierno, con el resto del personal de alto nivel en el gobierno, con la prensa y con la burocracia permanente” (Sullivan, 2008).

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

Para lograr que el vocero cumpla bien su rol de transmitir en forma efectiva, clara y creíble los mensajes de las organizaciones a sus stakeholders, es crucial tener a la persona adecuada, la cual no solo ha de tener determinadas habilidades y características como la facilidad de palabra y capacidad de oratoria, capacidad para relacionarse, carisma y empatía, capacidad de trabajar bajo presión y de poder enfrentar de manera serena escenarios adversos, sino también necesita contar con una excelente preparación. No por gusto se afirma que “un buen vocero se hace, no nace”.

Los públicos o stakeholders, en particular, los internos, necesitan confiar en que sus necesidades de comunicación están siendo cubiertas, que están siendo escuchados y reconocidos, que sus opiniones y expectativas están siendo tomadas en cuenta en las decisiones organizacionales; pero también necesitan saber qué se está haciendo para proteger su salud, qué les depara el futuro inmediato, cuáles son los planes, cambios y medidas adoptadas por las entidades para afrontar la pandemia. Aquí es válido recordar que nada comunica con mayor contundencia que los hechos. Hoy más que nunca se necesitan voceros que brinden transparencia en los mensajes y decisiones, al tiempo de que sean claros, oportunos, proactivos y empáticos. Esto puede ser la clave para convertir esta crisis en una oportunidad de mejora y de crecimiento, especialmente en lo que respecta a las relaciones entre las organizaciones y los públicos: ¡vale la pena intentarlo!

Además, los voceros deben ser empáticos, humanos, transparentes y confiables cuidar la credibilidad es clave, porque sin confianza no hay comunicación efectiva; y en este sentido, es vital la coherencia entre mensajes a lo largo del tiempo, pero lo es aún más entre lo que se dice y se hace.

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González Herrero, Alfonso (1998) Marketing preventivo. La comunicación de crisis en la empresa. Bosch Notimex (2019, 7 de abril). Redes sociales, dolor de cabeza para los voceros. https:// planoinformativo.com/652513/redes-sociales-dolor-de-cabeza-para-los-voceros Organización Mundial de la Salud (2018). Comunicación de riesgos en emergencias de salud pública: directrices de la OMS sobre políticas y prácticas para la comunicación de riesgos en emergencias (CRE). https://apps.who.int/iris/bitstream/hand le/10665/272852/9789243550206-spa.pdf?ua=1 Organización Panamericana de la Salud (2009). Gestión de la información y comunicación en emergencias y desastres: Guía para equipos de respuesta. OPS. https://www. paho.org/chi/index.php?option=com_docman&view=download&category_ slug=guias-para-desastres&alias=19-gestion-de-la-informacion-y-comunicacionen-emergencias-y-desastres&Itemid=1145 Redacción/ SinEmbargo (2020, 31 de marzo). El COVID-19 provoca “dinámicas incontrolables” en la Red que no aportan a usuarios, dice estudio. https://www.sinembargo.mx/3103-2020/3756750 Rivero Hernández, M. (2017). La comunicación en las instituciones de la Administración Pública. https://www.researchgate.net/publication/320871128_La_comunicacion_ en_las_instituciones_de_la_Administracion_Publica Sara Mendinueta, N. (2020, 29 de marzo). 25 reflexiones sobre comunicación de crisis y coronavirus. https://www.linkedin.com/pulse/25-reflexiones-sobrecomunicaci%C3%B3n-de-crisis-y-natalia-sara-mendinueta/

Llegar con el mensaje adecuado a la ciudadanía.

María Eugenia Molina Estrella Ecuador Cuando la sociedad está frente a situaciones de emergencia e incertidumbre, como la que actualmente venimos atravesando debido a la pandemia del COVID-19, hay aspectos de gran importancia que deben ser tratados con ética y profesionalismo, uno de ellos, es la gestión de la comunicación de crisis en medio del escenario mundial causado por el coronavirus y que, de varias maneras, torna incierta la atmósfera de la mayoría de países, más aún de los considerados en vías de desarrollo. Todo ello genera, sin duda, temores e incertidumbres en las poblaciones, que requieren ser apuntalados por certezas que surjan como consecuencia del trabajo con base en políticas estatales, estrategias comunicacionales y operativas efectivas a favor de los ciudadanos, que se constituyen en la razón de ser de las mismas; sin perder de vista que esta crisis, al ser de proporciones, cuenta con la particularidad de propiciar otras, como efecto directo de la primera. En este marco, a lo largo del presente artículo, desarrollaré algunos criterios académicos sobre la prevención y gestión de la comunicación de riesgo y crisis, durante sus distintas etapas, desde la perspectiva de incentivar el conocimiento del tema y la puesta en práctica de estrategias, tácticas y acciones que esta crisis provoca en las organizaciones y en los países, inicialmente, en lo referente a prevenir y gestionar las crisis, y luego, la imprescindible gestión del riesgo que seguirá latente en nuestras sociedades, por mucho tiempo aún. ¿Qué es una crisis y de qué manera debe ser tratada desde el ámbito comunicacional?

Sullivan E., M. (2008) La Oficina de Prensa Responsable: Guía para sus miembros es una publicación. Oficina de Programas de Información Internacional, Departamento de Estado de los EE. UU. https://photos.state.gov/libraries/amgov/30145/publicationsspanish/pressoffice-sp.pdf Ugalde Haro, A. P. (2013). Manual de Vocería. EGAP Gobierno y Política Pública. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

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Una crisis es una situación extraordinaria, una ruptura de la cotidianidad que se produce por un acontecimiento inusitado, toda organización está expuesta a pasar por una crisis de mediana o gran intensidad y debe ser tratada con la debida planificación estratégica previa, la clave para enfrentar una crisis es saber gestionarla, enfrentarla y superarla, para ello es fundamental informar de modo permanente a los involucrados, en el caso del coronavirus, toda la población de los diferentes países, hace parte de quienes requieren estar informados.

Para lograrlo es fundamental conocer tanto el entorno como la necesidad de información de la gente, ningún grupo poblacional puede quedarse sin ser considerado al momento de elaborar y difundir los mensajes, para ello la narrativa de quienes lo emiten debe ser clara, veraz, verificada, mostrando solvencia y responsabilidad en cada uno de los criterios que se emiten, realizar un manejo eficiente de los escenarios, tanto reales como potenciales y, ante todo, hablando con verdad y transparencia. Sin olvidar que, por la misma naturaleza de la crisis, la población se encuentra mucho más vulnerable, al igual que aquellos que constituyen parte del equipo con el que cuenta el país para superar la emergencia: médicos, enfermeros y personal de salud, funcionarios públicos, policías, transportistas, salubristas, personal de limpieza, autoridades locales, personal de las empresas de servicios, entre otros y, sobre todo, las personas que constituyen grupos vulnerables y de atención prioritaria; recordemos que estamos en un entorno complejo, por lo cual tener claridad en el manejo de escenarios es imprescindible.

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Esteve, M. y Llanos, J.C (2016). Gestión de comunicación para epidemias del siglo XXI. Bogotá: Desarrollando Ideas LLORENTE & CUENCA. https://ideas.llorenteycuenca. com/wp-content/uploads/sites/5/2016/05/160523_Informe_Comunicacion_ epidemias_ESP.pdf

CÓMO MANEJAR LA COMUNICACIÓN DE CRISIS EN TIEMPOS DE PANDEMIA

No se trata únicamente de difundir un mensaje, se trata de que cale en quienes lo reciben, no es cuestión de simple divulgación, si no de lograr concienciar a las personas del porqué de la importancia de lo que se les está enfatizando, para ello se deberá tener claridad en la manera cómo se dirige a la población, definir los mensajes más adecuados y claros a utilizar, con el objetivo de brindar certezas y seguridad a la ciudadanía.

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Referencias

Urbina-Medina, H., Noguera Brizuela, D., Levy Mizhary, J., III Carrizo, J., Betancourt, A. (2016). Comunicación efectiva y ética en casos de epidemias y pandemias. Arch Venez Puer Ped vol.79 no.4 dic. 2016. http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_ arttext&pid=S0004-06492016000400002

Cómo se debe dar a conocer la información en medio de la crisis Las crisis, por su naturaleza, son victimizadoras y uno de los principales retos de la autoridad está en transformar la incertidumbre en certezas y lo reactivo en proactividad, ello se logra cuando se trabaja desde la política pública, pasando por la estrategia para aterrizar en tácticas y acciones concretas, solo así se puede llegar a comunicar efectivamente, guardando coherencia con lo que ya se ha venido haciendo con antelación; no es posible lograr un correcto manejo estratégico cuando se improvisa. Vale recordar que estos son procesos dinámicos, por ello requieren evaluación y reajuste constantes, por ello la información debe adaptarse y actualizarse de forma permanente, una crisis como la que nos ocupa requiere 24 horas al día de atención y difusión constante y directa, mas no, atosigante ni dramática. El manejo de la situación de crisis requiere que la información que se genera y que circula sea clara y contundente y que refleje las necesidades de la población afectada o en riesgo de afectación, solo de esta forma podremos decir que el trabajo de comunicación y gestión de crisis se constituye en un aporte fundamental en la lucha contra esta pandemia. De qué manera se puede controlar la proliferación de rumores y noticias falsas Es innegable que en medio de una crisis como la actual, y con redes sociales de por medio, circulen rumores y noticias falsas, al tiempo que, de parte de la población hay una gran ne-

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Manejo adecuado de la vocería Temas como la vocería múltiple en momentos de una crisis aguda como la actual deben ser evitados, pues ello hace que también haya distintos mensajes lo que lleva a confusión a la ciudadanía, recordemos que lo que se busca con la gestión de la comunicación de crisis es dar seguridad a los públicos y mostrar cohesión institucional, y este tipo de vocerías ejerce el efecto contrario y trastoca este objetivo. Ello no quiere decir que, detrás de quien ejerce la vocería no haya un equipo fuerte que le dé soporte permanente al vocero, es más, se debe contar con voceros alternos, pero ello no implica que todos y cada uno tenga que salir a emitir su discurso que, seguramente, caerá en contradicción. El papel de los medios de comunicación durante la crisis Los medios de comunicación deben constituirse en aliados estratégicos en pro de defender un bien superior como lo es la salud y la vida de la población, pero para que puedan ejercer esta labor es indispensable que estén provistos de información permanente para poder comunicarla a la gente, así como ser un canal directo entre la autoridad y la ciudadanía a fin de que la primera sepa de las dudas, necesidades e inquietudes de la gente y las pueda solventar de manera efectiva. En una crisis, los medios de comunicación deben ser aliados estratégicos con los que cuenta el país para superar la emergencia; el objetivo común de la autoridad, la población y los medios debe ser salir de la crisis con el menor impacto posible. Estrategias de comunicación para el desconfinamiento En varios países, de a poco, la fase de confinamiento va poniendo su fin, para entrar a un proceso de lo que se ha dado en llamar “la nueva normalidad”, las autoridades han difundido los planes de regreso a la vida productiva, pues las actividades no pueden seguir estancadas por tiempo indefinido. Sin embargo, es importante saber si cuentan con los elementos necesarios, (políticas integrales) y si se los está comunicando de manera acertada, previo a comenzar con esta etapa crucial en la que los habitantes vamos a convivir directamente con el peligro. Es claro que no podemos quedarnos en cuarentena indefinidamente, y que la situación actual nos obliga a convivir con la incertidumbre que nos produce esta enfermedad nueva y, por

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En tiempos de crisis como la que nos agobia es ineludible que tanto los gobiernos centrales, como los seccionales manejen la situación de forma integral, dejar clara en la gente la percepción del riesgo y desde allí, impulsar la responsabilidad en el cambio de comportamiento tanto personal como social, con lo cual será más viable asumir dinámicas propositivas que nos ayuden a comprometernos con la dimensión de esta realidad. La comunicación del riesgo se constituye en el llamado de atención que se da con el objetivo de prevenir nuevas crisis y salvaguardar a la población ante lo que se pudiese dar en términos de problemas futuros, de allí que es parte integrante de las estrategias comunicacionales de prevención. Tanto la población como las autoridades deben tener claro que, finalmente, la crisis bajará su intensidad, pero que el riesgo va a seguir existiendo, no solamente en términos de infección por COVID-19, sino como consecuencia de crisis paralelas como pérdida de empleos, de seguridad social, endeudamiento, problemas familiares, violencia, nuevos modos de relacionamiento físico y social, etc., para ello es necesario transitar, justamente, el riesgo desde la implementación de políticas públicas, en el marco de la comunicación política, que debe ser la que sostenga la construcción de sentido en materia de prevención, así como para dar respuestas a la sociedad sobre las interrogantes que se presentan. No podemos olvidar que la crisis nos genera altos niveles de ansiedad, incertidumbre, negación, por ello las respuestas institucionales deberían caracterizarse no solo por la celeridad, sino por su precisión, altos niveles de honestidad, empatía, credibilidad y acción, todo esto redundará positivamente en mayor compromiso y cooperación ciudadana. Reflexión final Como cierre del presente artículo académico sostengo que las crisis son parte de la vida de las organizaciones y que se van dando cíclicamente, ello no quiere decir que no haya manera de prevenirlas y/o gestionarlas adecuadamente, de modo que la preparación de las organizaciones para estas contingencias, hará la diferencia entre salir fortalecidos o debilitados tanto a lo interno como a lo externo; de igual forma, la manera en que se haya solucionado la crisis hacia el conjunto de los afectados, será la diferencia entre el éxito o fracaso de sus gestores. Ejercer acciones aisladas, sin contar con la fortaleza de políticas y estrategias definidas, ocultar datos, subestimar la realidad no serán, en definitiva, los caminos que logren brindar certezas y seguridades a los públicos, que, más que nunca, buscan contar con mecanismos efectivos de contención y mitigación; en definitiva, en momentos de crisis de alta intensidad, como la que atravesamos, la estrategia preponderante será la defensa de la vida y el bienestar integral de la población, sobre todo, de los más vulnerables.

COMUNICACIÓN EN TIEMPOS DEL COVID: LA NECESIDAD DE EJERCER Y PULIR LA COMUNICACIÓN CIENTÍFICA EN PERÚ Miguel Ángel Tejada García Perú Desde finales de 2019, cuando China informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) del brote producido por SARS-CoV-2 (nombre científico del virus causante del COVID-19), la comunidad científica siguió la situación con creciente preocupación. Sin embargo, en Perú y toda América Latina esta noticia no generó mayor revuelo, quizá por la incredulidad de infectarse considerando el distanciamiento geográfico y las diferencias culturales con el gigante asiático, que parecían conferir una suerte de limitante ante la infección, traduciéndose en confianza excesiva (El Ágora, 2020). En la comunidad científica, la discusión sobre el COVID-19 y su potencial de propagación aterrizó mucho antes de que alcanzara su actual magnitud, pero eso no se tradujo en conciencia pública ni respuesta política. Cabe preguntarse, entonces, ¿por qué una crisis tan dependiente de la ciencia para solucionarse ha tardado tanto en hacerse pública? El COVID-19 ha puesto a la ciencia en jaque. La buena noticia es que la experiencia científica ha vuelto a ser de alta demanda. A su vez, esta puede volverse un serio inconveniente: las afirmaciones de los expertos de hoy pueden ser refutadas por los eventos del mañana. Este dilema ilustra un problema mucho mayor que enfrentan científicos, profesionales de la salud pública, periodistas y profesionales de la comunicación científica: centrarse en la precisión y los hechos científicos es la medida equivocada e incluso potencialmente engañosa de la buena comunicación durante esta pandemia. ¿Qué está sucediendo entonces? ¿Se está ejecutando una comunicación científica per se? ¿Necesita agregar o desprenderse de algo para ser efectiva? A continuación, se detallan al-

gunos puntos a considerar en la actual coyuntura respecto a la importancia de ejercer la comunicación científica y su impacto en la generación de cultura científica, para una adecuada toma de decisiones de los gobiernos de turno y una mejor comprensión y aceptación por parte de la sociedad. La reacción del gobierno peruano y la participación de los medios de comunicación El 6 de marzo de 2020 se registra el primer caso de COVID-19 en el Perú. Para el 11 de marzo, el gobierno declara Emergencia Sanitaria Nacional por el plazo de 90 días calendario. Finalmente, el 15 de marzo, se declara el Estado de Emergencia Nacional, que comprende aislamiento social obligatorio, toque de queda y cierre total de fronteras. Desde entonces, y hasta la fecha (mayo), se dispusieron medidas de carácter sanitario, laboral y económico a fin de salvaguardar las necesidades básicas de la población (Agencia Andina, 2020). Esto, empero, no ha sido bien visto por diversos sectores de la población (empresarios y trabajadores informales), siendo aprovechado por ciertas agendas políticas, contribuyendo a generar desinformación. Los medios locales, si bien no salieron con titulares ni información tendenciosa, intervinieron aún más para llenar el vacío con información de expertos científicos informados, pero con diferentes grados de precisión, contribuyendo a la confusión pública y a desconfiar de ellos. El hecho que todos los datos científicos ahora se compartan públicamente proporciona una fuente de titulares potenciales, no revisada por pares y públicamente disponible. Esto, en el peor de los casos, es origen de noticias falsas (PRONABEC, 2020).

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Justamente, evitar los rumores es uno de los objetivos de la comunicación de crisis, mediante la puesta en común de información clave que requiere conocer la gente, en crisis no se puede dejar de comunicar, se lo debe hacer de forma oportuna y con el más ético tratamiento del tema, sobre todo, en este caso donde está en juego la salud y la vida de las personas, la comunicación deberá ser efectiva y más que nada, responsable.

ende, desconocida; precisamente ello hace imperativo contar con estrategias de construcción de convivencia de la población con el peligro, para ello es imperativo desarrollar mecanismos de trabajo, tanto desde lo gerencial (gubernamental), pasando por lo operativo/instrumental, así como desde lo comunicacional, pues no se pueden trabajar estrategias efectivas si no se lo hace de forma integral.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

cesidad de conocer de modo inmediato lo que está sucediendo, en esas circunstancias, es la autoridad quien está llamada a satisfacer esta necesidad informativa, para ello un mensaje claro y bien formulado mitiga la proliferación de rumores, y, al contrario, cuando hay menos información oficial, los rumores crecerán de manera contundente.

Otro detalle es que las consultas, casi en su totalidad, eran realizadas a médicos, los que en su mayoría no ejercen la investigación, dejando de lado o dando muy poca cabida a investigadores en salud pública, no necesariamente médicos. Independientemente de la profesión de los expertos consultados, ninguno se destaca por ser comunicador científico. Esto es importante porque el no saber gestionar información genera focos de confusión y desinformación, junto con la creciente frustración pública ante la incertidumbre, poniendo en peligro la confianza en científicos y demás expertos en salud pública. La respuesta de la comunidad científica y de los medios de comunicación Un impacto positivo muy relevante de esta pandemia fue la temprana respuesta de la comunidad científica. Y con ello, algo insólito: se promovió un intercambio de información más rápido, gracias a que las reglas de publicación científica viraron a favor del open research (investigación abierta). Este concepto, donde el intercambio de trabajos de investigación y conocimiento se da sin pago alguno, ha sido defendido por investigadores y financiadores durante años, encontrando fuerte oposición en los editores científicos comerciales: PloS, Elsevier, Springer, entre otros (Universo Abierto, 2018).

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La precisión en la información es fundamental en la comunicación científica, pero durante una crisis mundial como esta, es un concepto superado por la incertidumbre. Ello debido a que la información científica que se consideró correcta al principio, probablemente se torne incorrecta o incompleta luego, dificultando trazar límites entre información errónea e información legítimamente rectificada. Esto se vio en los meses posteriores al brote en China, con temas como el origen del virus, inicio del brote, condiciones de riesgo y posibles tratamientos, por mencionar algunos. Ya para marzo, tanto los medios como el público general comenzaron a prestar atención. El virus ahora se extendía en Europa, siendo sus principales focos Italia y España. Los medios comenzaron a cubrir más la crisis, a veces contribuyendo a la difusión de información errónea, lo que en algunos casos alimentaba el miedo de la audiencia en general (Brandoli, 2020). Esto, precisamente, incentivó a que, en diversas partes del mundo, algunas personas reaccionaran con pánico al comprar, en grandes cantidades, elementos esenciales como papel higiénico o desinfectante para manos, mientras que otros se aferraron a la esperanza de que el virus solo afecta a personas mayores y poblaciones de alto riesgo, como obesos, diabéticos e hipertensos, y, por lo tanto, no las afectaría (BBC News Mundo, 2020). Científicos y la comunicación científica Cuando se trata de comunicar, la comunidad científica está acostumbrada a hacerlo entre pares. Esta comunicación, por costumbre, practica un idioma lleno de acrónimos, tecnicismos y datos, haciéndola ininteligible para la audiencia en general (Vieira, 2020). La actual pandemia está obligándola a comunicar los resultados e implicaciones de sus investigaciones con una exigencia no antes vista. Ello, lógicamente, conlleva a malentendidos sobre lo que significa el resultado de un estudio dado. El conocimiento científico toma tiempo en construirse y más aún en reunir evidencia confirmatoria de diferentes grupos para construir un consenso, especialmente en una crisis como esta. En su construcción surgen resultados opuestos, lo cual no debe entenderse como

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Contextualizando, aunque los cambios graduales del conocimiento son una realidad de la práctica científica, estudios sobre el COVID-19 continúan publicándose, algunos corrigiendo o refutando este conocimiento obtenido. Ello dificulta separar la señal del ruido. No solo hay mucho que la comunidad científica aún no sabe, sino que gran parte de lo que cree saber, lo que ahora considera “exacto”, podría resultar incorrecto. Atacar la desinformación en estas circunstancias puede tener consecuencias negativas, sobre todo cuando se trata de la confianza del público en la comunidad científica. Para profesionales no científicos, cada resultado sería tomado al pie de la letra y generaría confusión. La comunicación científica en la toma de decisiones La pandemia no solo afecta en lo sanitario, sino también en lo social, económico y hasta político. Esto presenta otra dificultad comunicacional difícil de sortear y sobre la cual existe amplia evidencia científica: en contextos políticamente cargados, enfocarse en la precisión de información resulta solo parcialmente efectivo. Y eso, en el mejor de los casos. En el peor, se torna contraproducente (Scheufele et al., 2020). Esto se observa en grupos sociales ideológicamente divergentes, quienes defienden sus propias identidades y sistemas de valores, aferrándose a diferentes combinaciones, creencias y hechos para sostener sus visiones del mundo (Scheufele et al., 2020). Así, en Perú, los comerciantes (informales, sobre todo) incumplen las recomendaciones del Ministerio de Salud (Minsa) en cuanto al uso de equipos de protección y distanciamiento social. Dichas medidas, aluden, atentan contra su actividad laboral y, por ende, su sustento económico. Y es el mismo carácter multidimensional de esta pandemia la que inevitablemente hace enfrentar a las sociedades a tomar decisiones difíciles. Decisiones que la ciencia por sí sola no puede responder, y sin embargo es necesaria para respaldarlas adecuadamente. Por ejemplo, Corea del Sur y Vietnam tomaron decisiones en las que se invadía espacio e información personal de su población a fin de contener la ola de contagio, si es que resultabas positivo para COVID-19 (Marcos, 2020). Esto es algo que otros países no han considerado, ya sea por respetar libertades civiles o su economía. En este contexto cargado con agendas políticas interesadas y grupos sociales divergentes, los candidatos idóneos para desempeñar un papel comunicativo clave son los científicos. Consideraciones finales: comunicación científica para generar cultura científica La comunicación científica reside en hacer que la información sobre la ciencia sea relevante y accesible para todas las audiencias, ya sea grupos de interés específicos o público en general, de modo que puedan entenderla, utilizarla e, incluso, responder a ella (Tejada, 2017).

Para los científicos, desarrollar la capacidad de comunicarse con audiencias no científicas representa un reto. ¿La razón? Es una habilidad de la que muchos carecen de práctica, probablemente debido a sus especializaciones y la falta de entrenamiento formal en la comunicación científica (Brownell et al., 2013). Esta comunicación constituye una forma de generar cultura científica, la cual puede definirse como la comprensión de la dinámica social de la ciencia, lo que genera una interrelación entre productores de conocimientos científicos y otras personas no formadas en tales (Tejada, 2017). Esta cultura es más que acopiar la información que podamos recibir. Involucra también formas de pensar y de actuar (Hacking et al., 2001). Finalmente, es crucial desarrollarla porque permite a los ciudadanos estar interesados en y entender el mundo que les rodea, participar en los discursos de y sobre la ciencia, ser escépticos y cuestionar afirmaciones hechas por otros, ser capaces de identificar preguntas, investigar y sacar conclusiones basadas en evidencias, y tomar decisiones informadas.

Referencias Agencia Andina (2020) Cronología del Coronavirus en el Perú. Andina: Agencia Peruana de Noticias. https://andina.pe/agencia/interactivo-cronologia-del-coronavirus-elperu-488.aspx BBC News Mundo (2020, 06 de marzo) Coronavirus: “No hay que entrar en pánico pero hay que tomarse la epidemia en serio”, el mensaje de Jimmy Whitworth, científico y asesor de la OMS. BBC News. https://www.bbc.com/mundo/noticias-51756323 Brandoli, J. (2020, 04 de marzo) Italia pasa del pánico a “pagar la cuenta” del coronavirus: “¿Hemos sido unos pardillos?” El Confidencial. https://www.elconfidencial.com/ mundo/europa/2020-03-04/italia-coronavirus-paga-pato-pardillos-692_2480107/

pandemia del coronavirus. Muy Interesante. https://www.muyinteresante.es/salud/ articulo/las-lecciones-de-corea-del-sur-vietnam-y-taiwan-coronavirus PRONABEC (2020, 03 de abril) Detecta y evita las noticias falsas durante la cuarentena. Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (PRONABEC). https://www. pronabec.gob.pe/noticias/detecta-y-evita-las-noticias-falsas-durante-lacuarentena/ Scheufele, D., Krause, N., Freiling, I. & Brossard, D. (2020, 17 de abril) How not to lose the COVID-19 Communication War. Issues in Science and Technology. https://issues. org/covid-19-communication-war/ Tejada, M. (2017) Las redes sociales como canales útiles en el acercamiento de jóvenes universitarios de pregrado de Lima al mundo científico: La experiencia en Facebook de “MASATO: más saber para todos”. (Maestría). Pontificia Universidad Católica del Perú. Universo Abierto (2018, 06 de junio) ¿Cuánto cobran los principales editores comerciales por tener un artículo en acceso abierto? Universo Abierto: Blog de la biblioteca de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca. https:// universoabierto.org/2018/06/06/cuanto-cobran-los-principales-editorescomerciales-por-tener-un-articulo-en-acceso-abierto/

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Asimismo, las pautas de comunicación científica siempre han procurado enfatizar dos aspectos: precisión y combatir la desinformación. La información científica precisa es clave para el debate público significativo y la toma de decisiones; sin embargo, aquellos que la comunican corren el riesgo no solo de simplificar demasiado el problema de desinformación en sí, sino también de no reconocer y abordar otros factores que complican los esfuerzos para comunicarse de manera efectiva sobre COVID-19 (Scheufele et al., 2020).

contradicción, sino como complejidad (Vieira, 2020). Esto, precisamente, obliga a los científicos a revisar, refinar modelos y profundizar en la información, haciéndola más rebuscada y difícil de digerir para otras audiencias. Todo, irónicamente, buscando precisión y predicción.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

Fue Wellcome Trust, uno de los principales financiadores de investigación en Reino Unido, quien en enero propuso el intercambio abierto de datos relacionados al SARS-CoV-2, siendo aceptado por editoriales comerciales científicas de peso, instituciones académicas y hasta instituciones gubernamentales (Wellcome Trust, 2020). Gracias a ello, se dio un paso increíble hacia una comunidad de investigación colaborativa que había pasado ignorada por tanto tiempo.

Vieira, J. (2020, 10 de abril) Outbreaks of misinformation: science communication in a pandemic. Policy Center for the New South. https://www.policycenter.ma/opinion/ outbreaks-misinformation-science-communication-pandemic#.Xrs55a1DmRs Wellcome Trust (2020, 31 de enero) Sharing research data and findings relevant to the novel coronavirus (COVID-19) outbreak. Wellcome Trust. https://wellcome.ac.uk/ coronavirus-covid-19/open-data

Brownell, S. E., Price, J. V., & Steinman, L. (2013). Science Communication to the General Public: Why We Need to Teach Undergraduate and Graduate Students this Skill as Part of Their Formal Scientific Training. The Journal of Undergraduate Neuroscience Education (JUNE), 12(1), 6-10. El Ágora (2020, 18 de marzo) América Latina, entre la incredulidad y el miedo frente al coronavirus. El Ágora: diario del agua. https://www.elagoradiario.com/coronavirus/ diario-internacional/america-latina-coronavirus-incredulidad-miedo/ Hacking, M. W., Goodrum, D., & Rennie, L. J. (2001). The state of science in Australian secondary schools. Australian Science Teacher’s Journal, 47(4), 6-17. Marcos, L. (2020, 30 de marzo) Las lecciones de Corea del Sur, Vietnam y Taiwán ante la

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Andrea Sofía Guerrero Huamán Perú “Las universidades de tipo presencial de un buen número de países llevan ya tiempo cerradas, y todo indica que seguirán así durante las próximas semanas”, señala Francisco Esteban Bara (2020) en un artículo para The Conversation. En Perú, la medida del aislamiento social obligatorio fue dictada el 15 de marzo de este año y entró en vigencia al día siguiente. El ciclo regular de clases en las universidades públicas y privadas empezaban en marzo o abril. Sin embargo, muchas de estas están con miras de empezar sus actividades en julio. A todo esto, resulta desesperanzador para los estudiantes la situación de incertidumbre en torno a su inicio de clases y, en consecuencia, una preocupación por la interrupción de su formación académica. Es así, que muchos universitarios, a partir de la emergencia sanitaria, han encontrado una oportunidad para aprender en el Internet. Esta red experimentó un increíble aumento de ofertas educativas -por la pandemia- en plataformas como Coursera, Doméstika, Udemy y Crehana. En este artículo quiero señalar las buenas prácticas de marketing implementadas en un contexto de enfermedad y aislamiento. Me centraré en la estrategia de identificación y resolución de los pain points del consumidor, y como este puede ser efectivo en un escenario impredecible como el que se vive en estos momentos. Para ello, utilizaré el caso concreto de Crehana en Perú y su enfoque de resolución de pain points de los universitarios.

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Los pain points (o puntos de dolor) son los problemas con los que se enfrenta un sector específico y que el producto/servicio puede resolverlos. Muchos de estos problemas son variados y pueden agruparse en diferentes categorías (Semrush, 2018). En Perú se trabaja con el smarketing, una colaboración entre los departamentos de ventas y marketing para poder implementar estrategias efectivas. Con el funcionamiento de educación en línea de solo 33 universidades (públicas y privadas licenciadas) de un total de 91 a la fecha de 19 de abril 2020, la mayoría estudiantes peruanos no han empezado su ciclo académico. Esto refleja que el sector universitario muestra dolencias muy claras en esta etapa. El cese de las actividades académicas presenciales en sus universidades y la lenta o nula respuesta de estas para implementar la continuación de clases en línea ha despertado la búsqueda de otras alternativas de solución (a un bajo costo o gratuitos) a su problema. Uno de los nuevos descubrimientos en este tiempo de cuarentena es Crehana. A pesar de ser una organización privada, ha tenido iniciativas acertadas y solidarias con los estudiantes universitarios de América Latina. Crehana es una plataforma educativa en línea diseñada para estudiantes y profesionales de la industria creativa. Sin embargo, pueden encontrarse cursos de emprendimiento aplicables para carreras que no se encuentren en el “marco creativo”. En este tiempo de pandemia, la plataforma ha realizado muchos esfuerzos de marketing y publicidad para atraer nichos específicos. Ha pasado de la publicación esporádica en su blog y redes sociales a uno que cobra mayor fuerza y le da visibilidad. Ha creado la sección especial de Trabajo Remoto, en la situación de cuarentena, para aliviar las dolencias de su consumidor. Aparte, ha lanzado campañas como Yo aprendo en casa, becas especiales para estudiantes universitarios y regalo de cuentas premium por un año. Campañas que apuntan a aliviar pain points del público universitario. Yo aprendo en casa. Cursos gratuitos por un día Yo aprendo en casa es una campaña de Crehana que surge a partir de la declaración de cuarentena en nuestro país. Inició el 17 de marzo de este año. Consiste en que cada usuario de la

250 000 becas para estudiantes universitarios de Latinoamérica y España La situación educativa superior en Latinoamérica y España sigue siendo incierta, y Perú no es la excepción. Por eso, Crehana aperturó 250 000 becas para estudiantes universitarios. Esta campaña se comunicó a través de su blog y redes sociales. Regalo de cuenta premium por 1 año La cuenta premium de Crehana es de S/. 349 por año. Los beneficios de ser premium en esta plataforma se cuentan desde tener acceso total a todos los cursos hasta poder recibir asesorías y retroalimentación. Para mantener a un nuevo público que iba en aumento, Crehana lanzó el 30 de abril la campaña que permite que 30 usuarios, a través de un sorteo, que hayan llevado los cursos gratuitos del 1 de mayo al 30 de mayo puedan tener una cuenta premium por un año. Esta es una de las campañas que, a pesar de no generar retribución económica en el momento, es solidaria y apunta a que se integren más clientes en el futuro. Puntos de encuentro en las campañas y discusión La primera campaña dirige su esfuerzo a permitir vivir la experiencia en Crehana por un día sin ningún pago. Es efectiva y genera tráfico en sus redes sociales, pero 24 horas no representan tiempo suficiente para terminar un curso, demostrar lo aprendido y certificarse. Por ello, en esta primera campaña, el pain point identificado es más que solo ocupar un espacio de nuestros largos días en cuarentena con nuevos aprendizajes, es la necesidad de seguir la formación académica que ha sido interrumpida. En la segunda campaña, Crehana se dirige exclusivamente a los universitarios. El pain point atendido es el mismo que en la primera, pero con la atención de una dolencia más: la educación técnica. La mayoría de los cursos universitarios son teóricos y los técnicos/instrumentales están devaluados. Crehana, a través de los cursos que ofrece, tiene un insight: no ofrece cursos teóricos sino cursos técnicos que muchas universidades peruanas han olvidado impartir. Partiendo de esto, Crehana apunta a aliviar otro pain point del sector universitario: contribuir y poner al alcance en tiempos de pandemia una educación técnica. Con respecto a la última campaña, Crehana muestra una imagen solidaria y empática. Ya existe un posicionamiento de la marca. Crehana ha llegado lejos y ha logrado entrar y mantenerse en el mercado (Luna y Morón, 2017), pero esta acción refuerza la presencia de esta en la mente de los estudiantes e incluso genera participación activa de los mismos en la plataforma a través del incentivo.

Reflexión final Crehana, a partir de sus campañas, se convirtió en otra ventana de aprendizaje para el público universitario. Atendió sus principales pain points: una necesidad por continuar su formación académica y complementar su educación con una formación técnica/instrumental. Situar la resolución de los pain points de un nicho específico en un tiempo de aislamiento social puede representar clientes que tendrán en cuenta a la marca que los ayudó a solucionar sus puntos de dolor. Las empresas tienen un reto: utilizar bien las estrategias de marketing y mantenerse en el mercado después de la pandemia.

Referencias Crehana (2020). Crehana brinda 250 mil becas de estudio online para universitarios. Recuperado de https://www.crehana.com/pe/blog/trabajo-remoto/becas-completasuniversitarios/ Crehana (2020). Crehana abre cursos gratis para ti. Recuperado de https://www.crehana.com/ pe/blog/trabajo-remoto/cursos-online-gratis/ Esteban Bara, F. (2020). La Universidad debe renovarse en un entorno virtual sin perder su esencia. The Conversation. Recuperado de https://theconversation.com/covid-19-launiversidad-debe-renovarse-en-un-entorno-virtual-sin-perder-su-esencia-137174

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En este tiempo de emergencia sanitaria, el marketing enfrenta nuevos retos. Influir en la decisión de compra se ha vuelto relativamente fácil. Todos los usuarios están más tiempo conectados a la red y, por consiguiente, expuestos a las masivas ofertas del mercado online. Pero esto va más allá de la continua exposición a estas. En Perú, la situación económica de sus habitantes ha empeorado a raíz de la cuarentena; la salud emocional y física también. Hacer marketing en estos tiempos requiere de empatía con el consumidor, entender sus dolencias y ofrecerles una solución.

plataforma puede acceder a los cursos del día durante 24 horas de forma gratuita, además de tener la oportunidad de certificarse en el curso sin ningún pago. Esta fue la primera campaña de Crehana y el marketing en redes sociales y publicidad pagada en Google y Youtube fue clave para llegar al sector académico/universitario en este tiempo de crisis educativa.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

MARKETING EN TIEMPOS DE PANDEMIA. USO DE ESTRATEGIAS DE PAIN POINT EN UN SEGMENTO PARTICULAR: CASO CREHANA

Implementar estrategias de pain point en un contexto de pandemia

Gestión (2020). Clases virtuales por cuarentena: 12 universidades ya lo iniciaron y 32 arrancan en abril. Recuperado de https://gestion.pe/peru/coronavirus-clases-virtuales-porcuarentena-12-universidades-ya-lo-iniciaron-y-32-arrancan-en-abril-noticia/ Impulse (2019). 5 lecciones que aprendimos acerca del estado del smarketing en Perú. Recuperado de https://blog.impulse.pe/5-lecciones-que-aprendimos-acerca-delestado-del-smarketing-en-peru Luna Ango, L. T., & Morón Huamán, J. O. (2017). Factores que permiten el desarrollo de Startups peruanas con características de una Born Global Firm [tesis de pregrado, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas]. Repositorio Académico – UPC. Recuperado de https://repositorioacademico.upc.edu.pe/handle/10757/623507 Semrush (2018). ¿Qué son los pain points o puntos de dolor en marketing? Recuperado de https://es.semrush.com/blog/pain-points-puntos-dolor-marketing-que-son/ Sunedu (2020). Sunedu realiza supervisión a universidades durante emergencia por COVID-19. Recuperado de https://www.sunedu.gob.pe/sunedu-realiza-supervisionuniversidades-durante-emergencia-covid-19/

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Condori Huaraca, Pamela Hilda Taco Palomino, Diana Rosali Perú Universidad Nacional De San Cristóbal De Huamanga Escuela Profesional De Ciencias De La Comunicación

Introducción La comunicación para el desarrollo como un enfoque para hacer frente en la crisis sanitaria del COVID-19 en el Perú, es una opción viable, ya que insta a la participación de dos interlocutores a través del diálogo consensual y los antecedentes son evidencias importantes de su efectividad en el desarrollo sostenible de una sociedad. Asimismo, la educación hace necesario de la comunicación para el desarrollo ya que permite tener una mirada crítica y facilita hallar estrategias que logren aprendizajes acordes a estos tiempos. Entonces es importante entender la cultura del otro para hacer eficiente la comunicación y así mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, para lo cual se requiere la participación activa de un gobierno que responda eficazmente a sus necesidades.

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Concibe el desarrollo como “un proceso de expansión de libertades del que disfrutan los individuos” (Sen, A. 2004. p.19), esta libertad es entendida desde muchos aspectos, la persona debe tener convicción de su participación en diferentes campos ya sea político, económico, social, etc.; por tanto, el desarrollo exige la eliminación de las principales fuentes de privación de la libertad tales como: la pobreza, tiranía, escasez de oportunidades económicas, privaciones sociales, abandono de los servicios públicos y la intolerancia o el acceso de los Estados represivos. (Sen, A. 2004, p.19-20) No es ambición ansiar vivir cómodamente, es un proyecto colectivo que tiene por necesidad que las puertas de las oportunidades sean abiertas por los gobiernos para salir de la categorización de pobreza y pobreza extrema en el cual más de 6 000 000 de peruanos se hayan sumidos. Por otro lado, para lograr la eficiencia del desarrollo sustentable, se hace necesario de la comunicación como mediador para consensuar entre las instituciones representantes y la misma sociedad como agentes de cambio de su propia realidad. Es ahí la importancia del rol social de los comunicadores en la construcción participativa de su país, tal como menciona Calvelo. Según la UNESCO (2011), la comunicación para el desarrollo es más que una estrategia, es un proceso social que fomenta el diálogo entre las comunidades y los responsables. Su objetivo es el fomento, desarrollo e implementación de política y programas que mejoren la calidad de vida de las personas. Asimismo, una de las bondades de la comunicación para el desarrollo es que da prioridad a los sistemas y procesos de comunicación que permiten a las personas deliberar y expresar su opinión sobre asuntos de su propio bienestar, su papel en los procesos de empoderamiento le distingue de otras formas de comunicación. Para Martínez y Agudez, la comunicación para el desarrollo se caracteriza por la búsqueda del intercambio equitativo que logra enlazar procesos inclusivos; asimismo, busca una participación que respeta las voces de los excluidos; además, se caracteriza por su disidencia con las diferencias, con esas pequeñas construcciones que trata de alejarnos a los seres humanos. (2012, p. 85 y 86) Las instituciones públicas deben gestionar y garantizar que todos los peruanos accedan igualitariamente a servicios públicos como agua potable, desagüe, luz eléctrica, salud, educación

Antecedentes La comunicación para el desarrollo tuvo impactos positivos desde la concepción del modelo propuesto por Calvelo, un modelo que trasciende al clásico modo de comunicación vertical, emisor - mensaje - receptor, donde el emisor es amo y dueño del proceso comunicativo y el receptor es un caja de resonancia que repite el mensaje; el modelo propuesto por Calvelo es horizontal, donde existen dos participantes llamados también, interlocutores, que gozan del mismo derecho a ser parte del proceso comunicativo. El modelo de comunicación horizontal nace desde las realidades rurales peruanas. Beltrán dice: una ciencia que no le sirve a la mayoría de la población, que no nos va a sacar del subdesarrollo, es una ciencia que nos podemos darnos el lujo de tener. Si vamos a tener una ciencia y una tecnología diferente a de ser para el mundo diferente que tenemos y que queremos construir. Citado por Aguirre (1997, p.86). Pues una teoría de comunicación que no contribuya al desarrollo, es un gasto insulso. En la tesis Frida Baldeon sobre Estrategias de comunicación para la mejora pedagógica en zonas rurales del Perú. El caso del proyecto “Maestros y Escuelas que cambian tu vida” en Santa Rosa de Cochabamba, Ayacucho (2015); ayudó a construir una educación de calidad para aportar al desarrollo sostenible, se presentó 3 estrategias el trato horizontal, participación activa y la retroalimentación, después de culminar el proyecto se da a conocer cuán importante es la comunicación intercultural entre el educador y el educado, aunque los papeles pueden ser modificables. Gladys Toro (2015) habla sobre la aproximación a un modelo de comunicación para el desarrollo y la paz en contextos vulnerables que surge a partir de las experiencias del departamento de Antioquia – Colombia. El modelo propone llegar al desarrollo humano y social sostenible a través de la comunicación, un entorno de diálogo, reflexión y crítica de la realidad, donde la participación de los ciudadanos es indispensable. La cultura de paz es la columna vertebral del modelo comunicativo, que promueve el respeto por el otro y rechaza la violencia como un medio para solucionar problemas en un entorno territorial. Las redes (organizaciones, asociaciones, medios de comunicación, etc.) en un entorno de diálogo, movilización y cambio social en un contexto sociocultural y la participación en la interacción de los actores y sujetos. La importancia de la comunicación para el desarrollo en la educación peruana en tiempos de pandemia Para Platón la educación es el proceso que permite al hombre tomar conciencia, y si el hombre tiene conciencia puede entender su realidad, y de esta manera puede interactuar con su mundo

exterior. Según Eco, en estos tiempos, en donde las Tic’s imperan, el docente debería hacer notar su papel en la sociedad, el de ser un guía en la toma de decisiones del estudiante, asimismo el de reforzar su sentido crítico y reflexivo de la realidad, escrito por Londoño C. (2017). La actual crisis del COVID-19 trajo consigo un giro de 360° en la educación peruana, este pasó de ser la clásica educación con un enfoque industrial al modelo contemporáneo que se vale de las herramientas tecnológicas. Sin embargo, las medidas adoptadas no han tenido un impacto positivo, ya que las dificultades han evocado la gran desigualdad y necesidad. Los estudiantes no cuentan con equipamientos tecnológicos, internet, electricidad y antenas de señal abierta. El Gerente General del Instituto Peruano Económico, Diego Macera en su investigación sobre el “Análisis y Situación del Desarrollo de Infraestructura en el Perú”, presentado en el congreso Internacional de Infraestructura y Desarrollo 2019, organizado por el AFIN y Seminarium Perú, sostuvo que solo el 70 % de peruanos cuentan con servicios básicos como agua, desagüe y electricidad, además informó que el acceso a internet en el hogar en zonas rurales es limitada, ascendiendo a un solo 2.1 % mientras que en zonas urbanas llega a un 38.1 %. (La República, 2019) El COVID-19 ha desmantelado cada una de estas falencias; asimismo, ha esclarecido que las políticas públicas y proyectos en educación fueron costos que no aportaron al desarrollo de este sector y prueba de ello es el resultado de las pruebas PISA 2018. La situación crítica de la educación en el Perú se debe en gran parte a los modelos extranjeros adoptados e insertados en los salones de clases que no contextualizan con la realidad peruana.

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Muchos confundimos el desarrollo con modernidad o crecimiento económico, concepto no acorde a estos tiempos, ya que este modo de pensar más que desarrollo, trajo consecuencias considerables como la desigualdad, injusticia, pobreza, etc. que en el presente aún se vive y que la crisis sanitaria del COVID-19 ha profundizado en todos los sectores públicos del Perú.

de calidad e internet. Estos son necesidades básicas que deben ser cubiertas para alcanzar su libertad.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

LA COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO COMO ENFOQUE PARA HACER FRENTE EN LA CRISIS SANITARIA DEL COVID-19 EN EL PERÚ

La comunicación para el desarrollo, ventajas y características

Entonces la educación tiene por fin formar agentes de cambio de manera eficaz, haciendo prevalecer una comunicación para el desarrollo, porque docentes y estudiantes pueden gestionar nuevas formas de aprendizajes a partir de sus limitaciones, así se hablará de estudiantes empoderados y docentes comprometidos con el aprendizaje. Comunicación para el Desarrollo y cultura en la crisis sanitaria La cultura es importante para hacer frente a la pandemia actual. Es uno de los entes que ayuda a entender el comportamiento de los miembros que conforman la sociedad, según Brown (2020) “la cultura provee a la sociedad otro tipo de riqueza: imaginación, comunidad, identidad, emoción, perspectiva. Es un puente entre personas y cosmovisiones, un tejido que nos conecta y nos mantiene unidos”. Entonces, el rol de la cultura es vital para una sociedad, porque nos permite entender y respetar al otro, esta comprensión hace eficiente la comunicación que propone Calvelo y permite que los ciudadanos recuperen los espacios de participación que habían sido negados. La crisis sanitaria ha generado la volatilidad de la información, por ello las culturas no supieron cómo asimilarlas o no pudieron acceder a ellas para protegerse, es entonces que ellas mismas desde sus experiencias y conocimientos tradicionales experimentaron distintas for-

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Por tanto, el aporte de la comunicación para el desarrollo en las culturas es importante y un ejemplo de ello, son los modos de organización de las comunidades (rondas campesinas) que tienen normas de convivencia muy bien enraizadas, pues a partir de sus experiencias han sabido gestionar mejor el ingreso y salida de las personas de su colectividad para evitar contagios y muertes, lo que ha facilitado el trabajo de las autoridades. La cultura como la comunicación para el desarrollo son interdependientes para proyectos sostenibles. Cómo debería actuar el gobierno frente a esta crisis haciendo uso de la comunicación para el desarrollo. Uno de los agentes encargados del desarrollo es el gobierno y frente a este problema se requiere autonomía y empoderamiento. Se debe promover cadenas de comunicación que vengan desde las comunidades y lleguen hasta las grandes unidades sociales por intermedio de las municipalidades haciendo uso de las tecnologías. “El acto de crear una sociedad o un Estado es el mismo acto de crear un gobierno: son las dos caras de la misma moneda” (Isuani, 1979, p.3) Esto nos permite decir que tanto la sociedad como el gobierno están en la condición de tomar decisiones a partir de la práctica de la comunicación para el desarrollo para que los ciudadanos puedan despertar su función de responsabilidad como pieza fundamental y complementaria. Es necesario concienciar el entendimiento de la democracia en el cumplimiento de las leyes y normas por los gobiernos, que es lo que menos se hace en el contexto peruano, pues la doble moralidad se ha venido visibilizando desde hace décadas. El gobierno debe ver a sus ciudadanos como un fin, más no un medio, y para ello es importante que los ciudadanos recuperen sus espacios en la esfera de la vida.

Por otro lado, se debe entender a la diversidad cultural como un componente importante que ayuda a mantener el orden social, entonces en un país diverso como el Perú se deben tomar acciones pensados desde las normas sociales que conducen estas culturas. Si esto fuera comprendido por los gobiernos las dificultades serían menores y las toma decisiones sería en favor de todos.

Referencias Aguirre, J. (1977). La investigación para democratizar la comunicación: los aportes de Luis Ramiro Beltrán. Revista Ciencia y Cultura, 1, 86. http://www.scielo.org.bo/scielo. php?script=sci_arttex&pid=S2077-33231997000100011 Baldeon, F. (2015). Estrategias de comunicación para la mejora pedagógica en zonas rurales del Perú. El caso del proyecto” Maestros y escuelas que cambian tu vida” en Santa Rosa de Cochabamba, Ayacucho. http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/ handle/20.500.12404/12081 Brow, C. (2020). Cultura en tiempos de crisis, otro tipo de riqueza. Chile. https//www. fundaciónlafuente.cl/cultura-en-tiempos-de-crisis-otro-tipo-de-riqueza/

La República. (8 de noviembre de 2019). Solo el 70 % de los hogares peruanos cuentan agua y electricidad. https://larepublica.pe/economia/2019/11/08/solo-el-70-delos-hogares-peruanos-cuentan-con-agua-desague-y-electricidad/?fbclid=IwAR2S2 SHtOzdr4iny8K4mLH--gztfwVEFHdNiYShnVGRcr40F_WWosslmERY Londoño, C. (2017). Un estudiante preguntó: “¿para qué sirven los profesores?” Umberto Eco respondió con una carta de amor a los profesores. https://eligeeducar.cl/ estudiante-pregunto-sirven-los-profesores-umberto-eco-respondio-una-cartaamor-los-profesores?fbclid=IwAR3bI2UuWxC6JhjYpKiQyQQeqE7PL6IeixzghGvs 0m8ur1gF6ziMQJox0C0 Martínez- Gómez, R. y Agudiez, P. (2012). Comunicación para el Desarrollo Humano: buscando la transformación social. CIC. Cuadernos de Información y Comunicación, 17( ),79-106. ISSN: 1135-7991. Disponible en: https://www.redalyc.org/ pdf/935/93524422005.pdf Sen, A. (2004) “Desarrollo como libertad”; Madrid, planeta. https://www.future.edu/wpcontent/uploads/2018/06/2011-12-07-amartya_sen_cap_la_angecia_delas_ muheresyel_cambio_social.pdf Toro, G. (2015) Aproximación a un modelo de comunicación para el desarrollo y la paz en contextos vulnerables, estudios políticos, N. 46, enero – junio, 123 - 146 https:// www.researchgate.net/publication/273707017_Aproximacion_a_un_modelo_de_ comunicacion_para_el_desarrollo_y_la_paz_en_contextos_vulnerables/citation/ download

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Geertz, define a la cultura como un sistema de concepciones expresadas en formas simbólicas por medio de las cuales la gente se comunica, perpetúa y desarrolla su conocimiento sobre las actitudes hacia la vida. La función de la cultura es dotar de sentido al mundo y hacerlo comprensible. (1973, p.24)

El modelo de comunicación horizontal debe ser puesto en práctica en las aulas de clases para que profesor y estudiante generen nuevas maneras de alcanzar un mejor aprendizaje surgido desde sus experiencias a partir de una educación informal, haciendo uso de las tecnológicas. Asimismo, instar a los gobiernos a formular un modelo pedagógico que respondan a una educación de calidad y pertinencia donde la diversidad cultural y lingüística sea respetada.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

mas para sentirse protegidos. El gobierno peruano no ha aplicado una comunicación desde un enfoque de desarrollo, ya que solo informa, más no capacita y educa a los ciudadanos, por ello la necesidad de comprender los modos de vida y convivencia de cada una de las comunidades peruanas.

UNESCO (2011). Comunicación Para el Desarrollo Fortaleciendo la Eficacia de las Naciones Unidas http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/CI/CI/pdf/ communication_form_development_oslo_c4d_pda_es.pdf

Calvelo, J (1982) El modelo de interlocución: Un nuevo paradigma de Comunicación Argentino. http://bantaba.ehu.es/sociedad/files/view/desarrollo_comunicacion_ informacion_y_capacitacion.pdf?revision_id=62828&package_id=32988 Evaluación internacional PISA 2018. http://umc.minedu.gob.pe/pisa-2018/ Geertz, C. (1989) La interpretación de las culturas. Barcelona. Gedisa. https://antroperecursos. files.wordpress.com/2009/03/geertz-c-1973-la-interpretacion-de-las-culturas.pdf

Conclusión Entonces la comunicación para el desarrollo es importante en tiempos de pandemia. Contar con antecedentes sobre proyectos que incluyan a la comunicación y a las herramientas audiovisuales enfocado en el desarrollo. No es una utopía sino una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los peruanos.

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Isuani, E. (1979) Tres enfoques sobre el concepto de estado “El Estado y las políticas de seguridad social hacia el trabajo: el caso argentino”. Tesis de doctorado. Universidad de Pittsburgh, 1979. cap, I http://www.aldoisuani.com/wp-content/ uploads/2011/01/Tres-Enfoques-sobre-el-concepto-de-Estado11.pdf

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Wendy Dayana Anagua Villca Lauren Mariel Sánchez Antezana Bolivia

Introducción La constante expansión y desarrollo de las TIC’s se ha convertido en un elemento fundamental de las transformaciones que están experimentando las sociedades humanas. La información que circula por estos medios, por su inmediatez y la velocidad con la que son posteadas y recibidas, no son verificables en su totalidad. Esta se considera una desventaja debido a que es muy probable que la información que recibimos de internet, en específico de diferentes redes sociales, sean noticias falsas. Muchas personas en el campo tienen celulares de última generación que les permite tener contacto con las redes sociales, pero otro grupo de personas no puede acceder a esta tecnología, así que se remiten a la radio y en algunos casos la televisión como su red social. La necesidad de informarse es parte del ser humano frente a la pandemia del COVID-19 que azota estos días a la humanidad. La información puede ayudar a mantener el orden o de lo contrario, genera un pánico en las personas, por esto, en este artículo se pretende hacer un análisis de las redes sociales y la problemática de las fake news sobre el COVID-19 y la radio como un medio tradicional eficaz a la hora de llevar información al campo o al área rural de Bolivia.

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Los medios de comunicación a través del tiempo se fueron convirtiendo en un elemento de suma importancia para las personas, tanto que en una determinada época fueron considerados el cuarto poder, claro que algunos autores aún los consideran así. Según Andrés (2010), las tecnologías de información y comunicación más conocidas como TIC, han sido capaz de introducirse en las relaciones sociales, personales, culturales, etc.; por esa razón se acuño el término de la sociedad de la información, que representa una realidad virtual. En ese sentido, el internet nos cambió la vida, nos ayudó a potenciar el entretenimiento y ciertas condiciones comunicativas. Dentro de los sitios más concurridos por las personas están las redes sociales, estas “son herramientas contemporáneas con capacidad para socializar con un grupo de personas de manera paralela a la realidad social física” (Garcia, 2010), si bien las redes sociales tienen esta función de socialización, también cumplen una función de informar. Las redes sociales más utilizadas en el mundo hasta el 2019 son, en primer lugar, Instagram, que le gana a Facebook, quien siempre se mantenía como la red social más utilizada y, en tercer lugar, está YouTube, según un estudio realizado por la Escuela de Negocios de la Innovación y los Emprendimientos (IEBS). En Bolivia las redes sociales tienen el mismo impacto al igual que en todo el mundo, la red social más utilizadas es Facebook, según la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información (Agetic) y la segunda es WhatsApp, El 50 % del uso que les brindan los bolivianos a las redes sociales es para informarse, es decir que, son una de las fuentes por las cuales se adquiere la información de distintos acontecimientos ya sean nacionales o internacionales. La información brindada en las redes sociales no siempre es verídica o no tiene fuentes confiables. “El problema surge porque la información se cuelga o se publica sin necesidad de haber franqueado ningún tipo de control de calidad” (Caldevilla D., 2010), es decir que no existe alguien que verifique la información publicada, los mensajes al transmitirlos no solo se deforman, acortan o condensan sino que debido a la velocidad a la que fluyen la información en las redes sociales en muchas ocasiones se carece de tiempo para que los individuos generen una reflexión sobre ella (Diaz G., 2011).

Las fake news o noticias falsas “no son un fenómeno nuevo, pero sí lo es la amplitud con que pueden reproducirse en las redes sociales” (Fernandez-Garcia, 2017), es decir, básicamente las redes sociales son precursoras de la desinformación. Muchas empresas se encargan de realizar investigaciones para identificar diferentes fake news, pero no siempre las identifican a tiempo, así que partir de la velocidad de transferencia de información existe una desinformación. Por lo todo lo anterior, la información puede convertirse en una desinformación. Durante el periodo actual que está atravesando el mundo con la pandemia del COVID-19 y en especial en Bolivia, las personas quedan confinadas en sus hogares. Ya sea por acciones impuestas por el gobierno, por miedo o pánico que generan estas fake news de las redes sociales, la población boliviana en este caso intenta obtener información de cualquier medio que le sea posible. Posteriormente se desarrollará este punto con amplitud. La radio, un medio popular “Compañeras como esposas de los trabajadores mineros tenemos la obligación de solidarizarnos con ellos”, “el gobierno está controlando las pulperías”, estos son algunos avisos que se difundían por la radio, ya que Bolivia vivía tiempos de represión. La radio en Bolivia, […] da lugar a espacios de denuncia sociales a situaciones específicas de las relaciones sociales que se dan en el seno de las zonas populosas urbanas […] (Sonia, 2007:37), por esa misma razón la radio era conocida como “la voz del pueblo”. La misma autora menciona en su libro a la Radio Agustín Aspiazu, que se convirtió en una radio contestaría a la política del MNR, más tarde la radio fue asaltada, destruida y clausurada varias veces. Otro aspecto muy importante en la historia de la radio en Bolivia es el uso de los idiomas. Varias radios transmitían en idiomas alternos al castellano como ser en quechua, aymará, guaraní. Al implementar nuevos idiomas se descubre una nueva audiencia que eran de barrios periféricos o del mismo campo. Los medios tradicionales denominados así a causa de los medios digitales, no pasan de moda en especial en el campo (las áreas rurales de Bolivia). El país no cuenta con las conexiones de internet en el área rural, esto afirmado por, el experto en las redes sociales, Tonny Lopez (El Diario, 2018), esto no impide que muchas personas que se encuentran en el campo no accedan a internet o a las redes sociales a través de sus celulares, pero los medios tradicionales aún se mantienen como fuente de información, en especial la radio debido a su accesibilidad. Las redes sociales en el campo también funcionan como un medio de comunicación por el cual se informa la gente que tiene acceso, pero ya se mencionó los riesgos de la falta de conocimiento de uso de las redes y la desinformación. Los medios tradicionales como bien ya se indicó no pasan de moda en el área rural, y es a través de este que muchas de las personas se informan en el campo.

La radio en Bolivia cumple un rol importante en los diferentes procesos que atraviesa el país. El periódico opinión resalta que “pese al avance de la tecnología, la radio es el medio de comunicación que transmite información, cultura y amenidad a zonas donde aún no está presente ningún otro medio, especialmente en las áreas rurales” (Administrador digital, 2012) entonces este medio tradicional, se convierte en una de las fuentes de información más confiables para el campo, debido a sus características. Los bolivianos en el campo, en especial la gente adulta mayor, toman a la radio como fuente de información. Al ser uno de los pocos medios de comunicación conocidos por estas personas, si bien al pasar de los años las nuevas tecnologías se fueron integrando hasta los rincones más inhóspitos del mundo, muchas personas prefieren a los medios tradicionales a la hora de informarse, en el caso del área rural de Bolivia la radio es el medio preferido y accesible. Con la pandemia que azota el mundo entero, la radio en Bolivia se transforma en un elemento esencial de información de aquellos confinados en sus casas y alejados de la ciudad. Difusión de información sobre el covid-19, las redes sociales y la radio Bolivia y el mundo están atravesando tiempos complicados mientras se escribe este artículo. La historia conoce muchos periodos de oscuridad y esta no es la excepción. La pandemia del COVID-19 transformó muchos aspectos de las vidas de las personas, en especial la forma de comunicación, en sus diferentes ámbitos, como el acceso y difusión de la información y la interacción social que ahora implica el uso de las TIC, pero no se deja de lado los medios tradicionales como la radio en el campo.

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El surgimiento de las nuevas tecnologías ha reestructurado nuestras formas de ver el mundo y muchos grupos de investigadores han trabajado en ello, “el corazón de un nuevo paradigma sociotécnico que constituye en realidad la base material de nuestras vidas y de nuestras formas de relación, de trabajo y de comunicación” (Castells, 2001:12). Este mismo autor afirma que el internet es más que una tecnología y lo considera como medio de comunicación, es decir, que este cumple las funciones de entretener, informar y educar como lo hacen los medios tradicionales.

Por lo tanto, la información no es verificada, se la vuelve a publicar y de esta forma existe desinformación.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

LOS MEDIOS TRADICIONALES EN TIEMPOS DE CRISIS: LA RADIO COMO RED SOCIAL INFORMATIVA EN EL CAMPO

Una sociedad de la información desinformada

El COVID-19, denominado así por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se originó en China continental, específicamente en la ciudad de Wuhan provincia de Hubei. El comportamiento de esta epidemia es […] el del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS-CoV) ocurrido en 2002-2003 y con el del Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (MERS-CoV), detectado en la península arábiga en 2013; la tasa de letalidad de COVID-19 es de alrededor de 3%, mientras que para SARS-CoV y MERS-CoV es de aproximadamente 10 y 34%, respectivamente. (Ramos, 2020:227). En Bolivia se detectó el primer caso de COVID-19 cuatro meses después de identificar la enfermedad, para precisar, el 10 de marzo. Hasta el momento se tiene 6.667 casos según el último reporte del Ministerio de salud (25/05/2020); los datos se difunden a través de los medios de comunicación, por esa razón se tiene que brindar información fidedigna y confiable. Los medios de comunicación pueden jugar un rol muy importante para evitar mensajes inapropiados de la salud pública y aumentar elevados síntomas de estrés. Barei (2019) en su trabajo afirma que los medios de comunicación pueden ser importantes propulsores de la propagación del miedo y más si se habla de redes sociales. Las fake news actualmente se encuentran situadas en un contexto cargado de emociones, entre las cuales destaca la incertidumbre y este mismo es el factor que desencadena la búsqueda de información.

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Las personas que habitan en el campo o en áreas rurales de Bolivia, se informan utilizando la radio más que las redes sociales y la televisión. La tecnología es el mejor aliado que se necesita para mejorar el alcance de información que se busca en estos tiempos de COVID-19, con generación de nuevos inventos en este caso. Según el articular Cognitive radio on tv bands: a new approach to provideWireless, la radio cognitiva es una tecnología casi emergente que promete superar uno de los problemas más desafiantes en las comunicaciones rurales, donde pretende tener una gran cobertura utilizando la tecnología inalámbrica. Conclusión El Pacto de San José de Costa Rica da lugar a un derecho de información, donde cada individuo tiene el derecho de buscar, recibir y difundir información con una responsabilidad ulterior a su publicación. En este sentido, si se da ese derecho natural es para utilizarla de forma adecuada y no generar un impacto a través de cualquier medio que se difunda. El objetivo central que se debe desarrollar es evitar la difusión de las fake news. De esta manera generar una sociedad que esté informada apropiadamente y se reduzcan los tiempos de crisis, para mantener una sociedad tranquila. Se debe tomar en cuenta que estas falsas noticias pueden convertirse en generadores de muerte, al transmitir que existe cura para el COVID-19 y se impulse a una automedicación (sin conocer su procedencia) por miedo a no contraer la enfermedad. Por otro lado, es inadecuado hablar que los medios tradicionales, la radio, es un medio que no se utiliza actualmente, ya se explicó que las zonas rurales son la principal audiencia que existen, pero más inaceptable es ignorar a este grupo de personas ya que se puede usar la tecnología (conocimiento para mejorar una condición humana, poder contribuir y solucionar problemas sociales sin dañar su entorno) para crear proyectos y de esta manera mejorar las redes de comunicación que se necesita para combatir el COVID-19.

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Administrador digital. (19 de Marzo de 2012). La radio en Bolivia, un legado para la historia. Opinión. Andrés, V. E. (2010). Mundo de la vida mediatizados . Mediatización e procesos sociales, aspectos metodológicos , 23. Barei, S. N. (2019). Pensar el miedo. Mitos, arte y política. Estudios , 45-63. Caldevilla D., D. (2010). Internet como fuente de información para el alumnado universitario. C.D.M, 141-157. Castells, M. (2001). Internet y la sociedad. La Factoría, (pp. 14-15).

LA COMUNICACIÓN MÁS ALLÁ DEL MARKETING Y EL PAPEL MEDIÁTICO EN TIEMPOS DE COVID-19

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Sandra Milena Castro Álvarez

Fernandez-Garcia, N. (2017). Fake news: una oportunidad para la alfabetización mediática. Nueva Sociedad , 66-77. Octavio Islas, A. A. (2010). Comprender las redes sociales como ambientes mediáticos . Sistemas operativos sociales y entornos abiertos de aprendizaje , 147-161. Ramos, C. (2020). Covid-19: la nueva enfermedad. Salud pública de México, 225. Sonia, C. E. (2007). Las ondas de la radio y el arte de la radiodifusión . Bolivia- Cochabamba : Verbo Divino- Bolivia SRL. Ying-Chang Liang, A. T.-H. (2008). Cognitive radio on tv bands: a new approach to provide Wireless. Comunicaciones Inalámbricas , 16-22.

Estas propuestas pueden replantear métodos de trabajo, entre otros aspectos relacionados con la cultura organizacional a raíz del surgimiento de un cambio inesperado que golpea no solo la vida de todas las comunidades sino también su economía y hasta la tranquilidad y la paz de muchos seres humanos. Una mirada para contextualizar

Colombia

Con la llegada del COVID-19 durante el primer trimestre del año 2020 se genera entre las personas y las organizaciones un sinsabor de un inicio que prácticamente no se dio, un stand bye entre el 2019 y 2020, como si de pronto la máquina del tiempo del sector empresarial y económico hubiese frenado.

El objetivo de este artículo es dialogar sobre los posibles aportes y desafíos que tiene y tendrá la comunicación en un contexto de crisis organizacional y económica que surge con la aparición de un virus mundial – COVID-19, el cual despierta muchas inquietudes y temores frente a la decisión de los gobiernos y Estados soberanos, sobre continuar o no con las dinámicas laborales, sociales y familiares, después de una larga cuarentena que proponía controlar la situación, mientras se hallaba una solución a los posibles impactos que traería consigo detener un planeta, parar una nación, hacer un alto total en una sociedad globalizada.

A la vez, el pasado 24 de marzo se da inicio a un confinamiento con los pronósticos más optimistas indicando que a mediados de abril todo haría parte de la historia, volviendo a una vida “normal”.

Echeverria, J. (2008). Apropiación social de las tecnologías de la información y la comunicación. Revista Iberoamericana de Ciencia,Tecnología y Sociedad, 171-182. El Diario. (6 de Febrero de 2018). Bolivia no tiene conexiones de internet en el área rural. Recuperado el 27 de Marzo de 2020, de El Diario: http://m.eldiaro.net/index. php?n=68&a2018&m=02&d=06

también la gestión de la comunicación asertiva y el entorno emocional de quienes conforman las organizaciones, considerando también que tan apropiado es recordar los desafíos de la comunicación interna a los que hace referencia el teórico Marcelo Manucci al mencionar que “cuando se comunica se pueden cambiar las perspectivas de la realidad corporativa, redefinir espacios de intervención y desarrollar nuevas herramientas de cambio”, y por qué es tan importante hacer uso de las herramientas de comunicación para conectar con nuestros usuarios, ¿quiénes deben ser nuestros primeros clientes?, son algunos de los aspectos tratados a lo largo de este artículo.

Introducción

A partir de esta situación se compartirán algunos lineamientos de la comunicación directiva como eje estratégico para gestionar con éxito el nuevo panorama de las organizaciones, para lo cual se realiza un recorrido por tres partes. En la primera parte, se da un recorrido por la situación actual para contextualizar la realidad de los involucrados, (organizaciones y sus stakeholders) luego se describe el papel de la comunicación y su influencia en la gestión del líder; a partir de esta descripción se analizan aspectos relacionados con la estabilidad organizacional y la gestión del cambio. En esta sección se presenta la fundamentación teórica de la comunicación directiva y de cambio organizacional. En la segunda parte, se presenta un análisis sobre el trabajo de la comunicación en las organizaciones y se propone replantear algunos aspectos de la misma entre los entornos económicos que aún no han descubierto el poder estratégico de la comunicación corporativa y su influencia en la productividad de las industrias, finalmente se expondrán algunas conclusiones para cerrar el texto, considerando las prácticas teóricas de la comunicación y

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Referencias

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

Las noticias y todo tipo de información sobre el COVID-19 deben llegar a todas las personas que habitan en este mundo, debido a su denominación de pandemia. La radio se ha convertido en un medio esencial en las áreas rurales, por la capacidad de cobertura satelital que se brinda, por el manejo sencillo que ofrece, por el costo tan reducido. Por esas razones se debe negar que los medios tradicionales, en este caso la radio, han sido remplazados por el internet, “advertir que ningún nuevo medio de comunicación han vuelto obsoletos a los medios de comunicación que le antecedieron” (Octavio et al., 2010:151). Para el análisis y la afirmación que los medios tradicionales ya no tienen el valor que tenían antes, se analiza el contexto, pues bien, no hay muchos estudios del internet y el contexto rural en Bolivia. Se cree que en algún momento todos los lugares en el mundo tendrán acceso a internet y a las TIC, pero mientras tanto el mal uso de estas representa una traba para la información, en especial en este tiempo que atraviesa la humanidad con la pandemia.

Hoy, después de casi 100 días sabemos por experiencia propia y las de otros países pioneros en la lucha contra esta pandemia (COVID-19), que por ahora, queda bastante lejos esa percepción de “vida normal” y que lo que viene apunta a llevar una vida laboral con dinámicas inimaginables en casa, donde convergen entorno laboral, familiar, social, educativo, todo alrededor de un nuevo concepto de home office por una parte, y por otra, el panorama no más alentador, volver a salir de casa, para retornar al trabajo. Salir de casa para ser los pioneros, los héroes que lideren la cadena de productividad en Colombia y de alguna manera amparen el mercado y la economía del país a pesar de las alarmas y el inminente contagio, resulta una situación muy compleja cuando las noticias sobre los aumentos de casos toman relevancia, y los análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), frente al aumento de cifras en América Latina son más angustiosos. Lo anterior, con base en un comunicado emitido en el Diario El Tiempo donde el Director de la OMS y la salubrista Elizabeth Beltrán, afirman: La pandemia del nuevo coronavirus se está acelerando y el mundo entró en una nueva y peligrosa fase… si bien estos anuncios parecen distantes para los colombianos, lo cierto es que este país fue en el continente la segunda nación con mayor crecimiento en la última semana frente al número de casos

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Estas connotaciones llevan un mensaje directo al líder antes de un reinicio acelerado de la productividad, puesto que éste debe ser consciente del contexto de su colaborador y debe transmitir unos mensajes claros para reenfocarlo o para volver a captar su atención previo al reinicio acelerado de labores, puesto que, si no se logra esa conexión con el cliente más importante de la organización, (el colaborador) las empresas se exponen a una inevitable crisis de identidad que puede impactar profundamente el volver al trabajo y también el logro de las metas institucionales, claramente con todo esto la productividad. Es necesario concebir entre unos y otros una comunicación efectiva basada en la empatía, recordemos que los colaboradores son el espejo de la organización, y un buen líder debe propiciar por mantener la unidad de su equipo, no puede dejar solos a sus empleados en el principio de este nuevo camino con inseguridades que parten del cambio que hoy viven las empresas y sus trabajadores. Desde los directivos de la organización se debe tener presente que una organización es un todo, y que los colaboradores son el reflejo de la filosofía y el modo de ser y hacer de la empresa, aspectos que hacen de este grupo un protagonista valioso para este texto. La comunicación desde el Líder La comunicación en las organizaciones se ha configurado clave en la gestión del cambio debido a las herramientas que brinda a los directivos, a través de los flujos de retroalimentación que se dan entre estos y sus colaboradores. Ahora bien, han detectado los líderes esa influencia en sus colaboradores?, en la mayoría de las organizaciones la emisión de los mensajes se delega a la parte administrativa o a la de comunicaciones, sin embargo, hoy en día el papel del líder en estas situaciones es fundamental, pues todo colaborador se sentirá halagado al sentir que realmente es valorado por su jefe, y lo líderes de procedimientos, y que además todos ellos “le hablan el mismo idioma” es decir, comparten una misma visión, unos mismos objetivos y unos mensajes alineados a la identidad y los valores corporativos, haciendo que la retroalimentación de los públicos internos sea más eficaz, y cada vez tome más fuerza y constancia en el tiempo. En síntesis, es relevante asegurar que la comunicación, a partir de esta crisis global puede convertirse o dar un gran salto de protagonismo en muchos de los entornos organizacionales, donde la gestión de la comunicación en varias oportunidades es relegada a lo estrictamente mediático, o la comunicación de marketing, sin embargo vemos que en este esquema de la

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Una de esas tantas posibilidades tiene su origen en la propuesta de generar mensajes gestionados a partir de una propuesta definida donde el líder, acompañado de su equipo de trabajo, inicialmente reevalúe su cultura organizacional y el posible impacto que se generó, con base en este análisis el equipo debe reflexionar si esta, necesita o no unos ajustes a mediano o corto plazo, es decir, si dentro de mi identidad corporativa yo abanderaba un valor de mi organización, pero durante esta transición veo que objetivamente mi negocio no está preparado para cumplir a plenitud con este valor o diferenciador, yo no puedo seguir hablándole a mis colaboradores sobre una invención, pues inmediatamente perdería la credibilidad como líder. Si mi valor es compromiso organizacional y tuve que prescindir de muchos o algunos colaboradores durante este paso, debo dimensionar hasta donde como organización me era posible cumplir con este valor y revisar con mis colaboradores, trabajadores o empleados cuales fueron las decisiones tomadas y por qué son o no acertadas, pues un buen líder definitivamente debe dar respuestas oportunas a sus partners, sin cabida a las malas interpretaciones o desinformación, que no lleva más que a rumores que poco a poco deterioran la confianza entre unos y otros. La comunicación del líder debe trascender las barreras, éste no se puede permitir perder el contacto con sus colaboradores, por el hecho que estén laborando desde casa, o porque pertenecen a un área donde poco interactúan, en situaciones de crisis es donde mayor presencia debe tener esta figura. Lo anterior es tan solo un ejemplo de los muchos o pocos cambios que pudieron surgir durante casi (3) tres meses de aislamiento, así que esta revisión interna es un paso urgente para reiniciar contacto con los clientes internos o mejor aún con tus “embajadores de marca”. Es innegable que las organizaciones se encuentran en constante cambio y que es la misión de todo líder, interiorizar ese patrón para que cada vez que surja una crisis, desde la dirección se pueda afianzar esta situación como una oportunidad para sacar ventaja competitiva, confirmando la cita que por décadas hemos venido repitiendo pero que muy pocos ponen en práctica, cuando de la palabra cambio se trata, “si no puedes con tu enemigo, únete a él”, es hora de que no solo los líderes trabajen en perderle el miedo a lo inesperado, sino que toda la organización asuma esta nueva posición, y desde este criterio, se decida emprender y reinventarse cada vez que sea necesario. En este orden de ideas, se reafirma la importancia de una constante orientación para líderes, con el propósito de desarrollar sus capacidades y habilidades comunicativas y su visión estratégica en esta área, no solo para afrontar sus retos como directivo sino como ser humano frente a un panorama desalentador con cifras de contagio cada vez más altas que, en el caso

de Colombia, ni siquiera han alcanzado su pico más alto, pero si bien es cierto y como la deuda externa e interna continúa, se debe aceptar y convivir con un entorno inseguro donde se propicie reactivar la economía colombiana y su dinámica laboral , claro está, bajo estrictos protocolos de bioseguridad, tarea que se debe dar desde cada uno de los líderes y directivos de procesos de las organizaciones, tengan o no la experiencia, pues a hoy nadie estaba preparado, ni se imaginaba que tendría que asumir semejante reto que supone la inestabilidad, el temor, miedo, tristeza, inseguridad, entre otras emociones que trae consigo una pandemia que no tiene vacuna, no sabemos cuándo terminará, y está cobrando vidas en todo el mundo. Para contextualizar un poco sobre el líder, es importante retomar que diferentes corrientes de estudio han coincidido en la notoria influencia del líder, “donde sus actuaciones o comportamientos directivos producen unos resultados” [2] por ende y conociendo de primera mano esta teoría, el encargado de la comunicación debe propiciar que su gerente o directivo se muestre o sea un líder que propicie un estilo de liderazgo encaminado a focalizar, y acompañar en el proceso a su personal. Desde la anterior premisa cabe apuntar que se entiende por liderazgo aquella habilidad que posee una persona para influir, motivar, inspirar y capacitar a otros. Ahora bien, ¿cómo lograr que el líder se apersone de esta labor?, esta es una tarea que debe obedecer a una estrategia que conllevaría a varios meses de trabajo, sin embargo, me enorgullece decir que, en las crisis, aflora la creatividad y el área de comunicaciones siempre puede resolver o generar una solución de primera mano. El inicio de esta estrategia, desde el gestor de comunicaciones se enfoca en revisar el entorno, ver las múltiples posibilidades para ganar un espacio con el líder y que desde su humanidad pueda comprender que puntualmente en esta situación su colaborador necesita de él, como persona y como jefe, y que es el momento para poner a flor de piel su empatía, su esencia, acompañada de la magia de la comunicación y las estrategias que convergen en ese momento para conocer y adentrarnos en eso que pasó en casa, entablando un diálogo, una comunicación de corazón a corazón con ese colaborador donde se refleje como puede intervenir la organización para que esta persona sienta que su trabajo es nuevamente su segundo hogar. Los colaboradores y la estabilidad organizacional En la era del conocimiento se valoran los aportes cognitivos que hacen los equipos que conforman una organización, más que sus capacidades físicas o mecánicas, por esto hoy en día en las bases de una óptima gestión de las comunicaciones priman las relaciones de influencia, basadas en la relación de confianza, sobre las relaciones jerárquicas, esto tanto para las relaciones con públicos internos como externos. Lo anterior, puesto que, durante hace algunos años, se ha venido hablando en términos de consumo responsable, economía solidaria, entre otros conceptos relacionados con el tema, así que como vemos la coherencia prima en todos y cada uno de los aspectos de la comuni-

cación, por ende, nuestro colaborador es un cliente importante a la hora de gestionar nuestra marca, y así mismo a la hora de reiniciar nuestro negocio, pues es clave en términos de productividad y de imagen. Así que el mejor Storytelling, lo puede transmitir el empleado, solo hablando de lo positivo y agradable que fue su regreso al trabajo, o por otra parte de la experiencia significativa que ha sido para él poder compartir desde casa y en familia temas laborales, o simplemente desde el buen acompañamiento de su equipo de trabajo durante su paso por el home office o teletrabajo, son varios los escenarios, pero siempre se debe considerar que el colaborador es el mejor embajador de marca, y su publicidad es totalmente gratis. En estas situaciones de cambio, la visión de la organización debe propender por ser más humana, es de considerar que un colaborador motivado e identificado con su labor suelen ser personas tres veces más creativas, que generan un 35 % más de productividad y una voz llena de credibilidad porque es un testimonio desde la experiencia. Partiendo de la frase “lo que en realidad se siente, en realidad se propaga” es un ejercicio interesante al pensar en cientos de colaboradores hablando bien de una organización, gracias a una estrategia sólida de comunicación, que va más allá de la receptividad de información, y que puede convertirse en una muy buena gestión de marketing, que no supera las inversiones millonarias que anteriormente debían hacer las empresas para posicionarse en el mercado, hoy el panorama es otro, la globalización, el social media marketing, y el crecimiento exponencial en la red abre un sinfín de posibilidades que al orientarlas de manera profesional y de la mano de tu equipo de colaboradores puede ser toda una experiencia recíproca tanto para colaboradores, usuarios, clientes como para directivos.

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Ahora bien, desde este panorama ¿cuál es el punto de partida?, ¿cómo hacerlo o mejor aún, ¿qué debe hacer la empresa para respaldar la labor heroica de ese colaborador que decide salir de casa para cumplir con su deber y, además, quien es fundamental para activar la productividad de la organización.

comunicación corporativa toma fuerza la comunicación directiva y el papel del Dircom para fortalecerla y estratégicamente brindarle a directivos y gerentes un valor agregado que brinda la comunicación en sus muchas posibilidades.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

con un 75,2 por ciento más, superado solo por Chile (84 %), un país que está próximo a superar a Italia en este recuerdo pandémico.[1]

Comunicación y gestión del cambio Hace poco leí uno de los tantos post, que últimamente hemos encontrado en las redes sociales y que de alguna manera nos saturan de información con todo tipo de opiniones sobre cómo el COVID-19 nos cambió la vida, y quise adentrarme un poco más en esta afirmación pensando sobre la manera en que ha cambiado mi rutina y también impactado mi vida, y me encontré que personalmente sí lo hizo, y que pese a todas esas emociones negativas que han venido con esta pandemia, yo he podido sacar lo mejor de este confinamiento, hace varios años pedí tiempo para mi familia, para poder ver algunas rutinas en casa cuando no estamos los papás, para poder acompañar a la bebe en sus primeros logros y sin imaginarlo, hoy una pandemia que nos tiene en crisis mundial me dio la oportunidad de hacer lo que soñé en ese instante. Surge el cambio, el cual desde la perspectiva de Malott, Maria, “es el resultado de la alteración, variación o modificación que el entorno y el dintorno ejerce sobre las organizaciones. El cambio no tiene fin, no tiene forma ni estructura fija; es dinámico; es un proceso de evolución constante.” [3], por mi parte agregaría que llega de la manera menos esperada, por más que nos hubiésemos preparado para afrontarlo, o estratégicamente lo hubiésemos planeado, y es

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“Cada organización, debe identificar las fuerzas de su entorno y construir un sistema abierto y flexible para adaptarse al cambio que es al mismo tiempo dinámico en forma, y estable en proceso” [5], afirmación que nos plantea considerar espacios de comunicación consigo mismo, o en el caso de la organización con toda la estructura interna donde todos, deben participar de dicho cambio, aceptarlo y tomarlo como un reto más, buscar el compromiso y la participación de todos los actores de la organización y es allí donde la labor de los directivos y gestores de la comunicación es de vital importancia para alinear los mensajes que se desean transmitir para persuadir y sobre todo motivar a la acción de cambio, desde la cultura interna permeando los públicos externos. “En estos procesos de cambio, la comunicación es el eje para lograr esta estabilidad y disminuir la incertidumbre en esta dinámica constante” [6]. Ahora bien, retomando la experiencia del cambio desde lo personal, es de ratificar que este no se puede definir como bueno o malo, por lo contrario, más bien está impactado por las circunstancias y sus resultados dependen de la óptima gestión de los imprevistos, encaminada a sacar las mejores experiencias posibles. También, es de retomar que fue una extraña coincidencia, pensar en una posibilidad y que esta se diera pocos meses después en condiciones indescriptibles e impensables, pero claramente, un virus o una pandemia no la podemos crear y manifestar desde nuestra imaginación, sin embargo esta experiencia sí ha generado en mí, replantear mis pensamientos, porque definitivamente no sabemos cómo la comunicación, las emociones y hasta los pensamientos pueden llegar a impactar a toda una comunidad, o a muchas comunidades. Para finalizar con la gestión del cambio es importante retomar las palabras de Arthur Zimmermann: podemos plasmar un cambio a fondo como proceso de aprendizaje organizacional que aspira a cambiar tanto actitudes y valores de los individuos, como procesos y estructuras organizacionales. El eje de giro consiste en una labor de comunicación, cautelosa y a veces lenta, para preparar la apertura y la entrada hacia un posible cambio planificado, para que la organización se haga “más inteligente”. [7]

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con los empleados más que en ninguna otra

Como lo mencioné anteriormente, lo más probable es que en muchas de las organizaciones haya que realizar importantes planteamientos de las funciones del área de comunicaciones, dado que el objetivo primordial desde las relaciones se basa en intensificar las relaciones internas o externas de la organización, lo cual es importante, pero sería más efectivo que el discurso pase de un sistema de relaciones jerárquicas a otro que describe relaciones de influencia.

Conclusiones

Por lo anterior es necesario replantear la tarea de la comunicación frente a la misión de generar espacios, contenidos y reproducir información para dar paso a una visión estratégica, conectando todos estos sistemas de información con una estrategia encaminada a la mediación, a la generación de experiencias positivas para empleados y la organización en general, acompañando la labor de cambio desde las múltiples opiniones de los involucrados, para descubrir nuevos puntos de vista y hacer una comunicación más participativa. Lo anterior, con miras a la evolución de la organización observada desde un todo, que logre convocar la voluntad de todos, acompañada de primera mano del líder, lo que trae a colación un término que se maneja desde los años veinte pero que hasta ahora viene tomado valor en las teorías que dan importancia al líder y su forma de comunicar, denominada “tradición discursiva” [8] Ahora bien es un objetivo claro de la comunicación, vista desde la perspectiva organizacional colaborar con el líder en generar intereses colectivos, pero esto se logra con la introspección y el autoconocimiento de la organización, si logramos que los colaboradores vuelvan a vivenciar estos valores y aporten al posible cambio de los mismos, o agreguen más principios organizacionales, se logrará con mayor fuerza alinear esos propósitos y expectativas de la organización con los de los colaboradores, logrando el engagement de la cultura. Para reflexionar, si no te conoces a ti mismo, (desde la estructura interna) ¿cómo lograrás que lo demás (estructuras externas, clientes, usuarios), te conozcan o reconozcan? En este contexto la importancia de que dentro de los estudios de la comunicación organizacional se considere la incidencia de los comportamientos individuales en el nivel de lo colectivo, como lo menciona Angela Preciado Hoyos. [9] El mensaje que subyace desde estos planteamientos es que lograr el empoderamiento de los públicos internos, no es una tarea fácil para el líder, considerando la demanda de funciones y responsabilidades que debe ejercer al direccionar una organización, sin embargo, esta laboriosa gestión puede realizarse desde el acompañamiento de una eficaz estrategia de comunicación, apoyada en quienes conocen y han estudiado sus públicos de interés, quienes construyen los mensajes y se apropian de la cultura organizacional para apoyar al líder y brindarle las herramientas que traen consigo las habilidades comunicativas para lograr la receptividad del mensaje desde todas las perspectivas y lenguajes. Así como la felicidad se construye día a día, las relaciones de confianza y credibilidad también se deben trabajar a diario, con coherencia en el sentir, pensar y actuar. Porque en la relación

El propósito de este artículo es mostrar un breve panorama de las múltiples posibilidades que se abren frente a una buena gestión de las comunicaciones tanto internas como externas, y de esta manera proponer en el lector un breve análisis, sin importar cuál sea su rol frente a la gestión de la comunicación en su organización, y así mismo que estime si cabe la posibilidad de replantear algunos aspectos de la misma para poder sacar de ella el mejor de los resultados y hacer mucho más fácil y eficaz esa transición que actualmente vive el mundo y las organizaciones que emergen en él. Además, es de detallar que el cambio va más allá, incluye a las organizaciones, pero definitivamente apunta a sus sistemas de liderazgo y la forma de percibir los procesos comunicacionales con el entorno organizacional. Así mismo, y hablando de la transversalidad de la comunicación, es el deber de quienes manejan esta área, considerar los pensamientos y las emociones de los colaboradores de la organización, y de ser posible, con un equipo experto acompañarlos en su gestión para el manejo de las mismas, aún más cuando el reinicio de labores supone un riesgo en el ambiente el cual se controla con hábitos de higiene y el uso de elementos de seguridad, lo que propicia un factor clave a sensibilizar entre todos los que hacen parte de la organización. Es de anotar que existe una trascendental relación entre el buen uso de los elementos de seguridad, frente al respeto por la vida del otro, y el cuidado de la vida misma, una tarea heroica de todos los directivos, quienes deben velar por minimizar los riesgos y detener las cifras de morbilidad en cada uno de sus sectores, frente a un reinicio de labores para salvar la economía de todo un país. En estos momentos es cuando se muestra el gran valor de una gestión fuerte de comunicaciones internas, que va más allá del teletrabajo, y de manejar las áreas o equipos desde diferentes entornos, si se logra generar una red de comunicación por más dispersos que se encuentren nuestros colaboradores o públicos, siempre habrá un espacio en común, donde convergen nuestros objetivos personales con los de la organización, ahí está el valor de la comunicación estratégica planteada desde una comunicación directiva[10], integrada en un ámbito de comunicación global y a la cual Van Riel le otorga un nivel macro que adopta otras formas de comunicación como el marketing y la comunicación organizacional. Desde mi perspectiva los tres principales retos de los gestores de la comunicación frente a la actual coyuntura deben ser: fortalecer y acompañar al líder o directivo para crear escenarios de comunicación que mantengan las relaciones internas a pesar, o con un nuevo escenario como el teletrabajo. Generar una estrategia de engagement de la cultura con la alineación de los propósitos y

expectativas de la organización y los de los colaboradores y públicos externos, fomentando relaciones sólidas de reciprocidad. Generar tranquilidad en la organización a pesar de la incertidumbre apoyados en una buena gestión del cambio.

Referencias [1] Saldarriaga SANTIAGO –Diario El Tiempo https://www.eltiempo.com/salud/coronavirusen-colombia-analisis-del-aumento-elevado-de-casos-en-el-pais-509446Unidad de Salud- OMS [2] PRECIADO, Angela ETAYO. Influencia del estilo directivo de la comunicación interna de las organizaciones- Bogotá – pág. 19. BRYMAN A, OP Citi-1992p. 4 SMITH , P, Y PETERSON M. op. Cit. 1990pp- 8-9EHRHART, M. Y KLEIN . “Predicting Followers preferences for charismatic leadership” [3] Malott, Maria, Paradoja del Cambio organizacional, Editorial Trillas, México, 2001, p. 20 [4] Zimmermann Arthur, Gestión del cambio organizacional, Ediciones Abya-Yala, Ecuador 1998, p. 13

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Pero, aunque parezca que nos resistimos al cambio por temor a desestabilizarnos, y además porque nos genera inseguridad, cabe reiterar que en el campo personal este cambio me dio como resultado una experiencia gratificante, que se emana de un problema que figura crisis económica, de salud, entre otros aspectos de inestabilidad económica, lo que una vez más nos indica que no todo cambio es malo, es más bien una oportunidad para aprender, conocernos, evaluarnos, y hasta reinventarnos para regresar con una cultura más sólida, o en palabras de Arthur Zimmermann, “una organización más inteligente”[4]

El trabajo desde las comunicaciones

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

una constante tanto en el campo personal como en el organizacional. Sin embargo, aunque a veces parezca que nos resistimos a esta constante, cada vez el sistema de cambio organizacional es más permanente, debido al entorno globalizado en el que nos desenvolvemos.

[5] Malott, Maria, Paradoja del Cambio organizacional, Editorial Trillas, México, 2001, p. 20 [6] Fuentes Martinez Sandra, Artículo: Comunicación: Eje Estratégico para la Gestión del Cambio en las Organizaciones, Bogotá D.C. 2014, p-3 [7] Zimmermann Arthur, Gestión del cambio organizacional, Ediciones Abya-Yala, Ecuador 1998, p. 13 [8] La tradición discursiva surgió en los speech departaments, creados en Estados Unidos en los años 20. Se trataban de centros de formación que tenían la finalidad de entrenar a los jefes para que aprendieran a hablar con claridad y convencimiento. GRUNING. J.E. op. Cit 1992, p. 538. VAN RIEL, CB M. Comunicación Corporativa, Prentice Hall, Madrid 1997. [9] PRECIADO, Angela. Influencia del estilo directivio e la comunicación interna de las organizaciones- Bogotá – pág. 75. OP Citi-1990 Henriet y Boneu. “Audit de la Communication intern, Les Editions D” Organisation, Paris 1990. [10] Van Riel, autor destacado de esta corriente, señala que la comunicación directiva es uan de las tres grandes áreas que integran la comunicación corporativa. Las otras dos son la comunicación de marketing y la comunicación organizacional.

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Elmo Valery Bazán Rodríguez

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Perú

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Durante el verano del año 2017, los docentes de diversas facultades de la Universidad Nacional de Trujillo recibíamos capacitación sobre todo lo concerniente a la plataforma Moodle. Comenzamos a adquirir los conocimientos para crear y gestionar aulas virtuales en una plataforma que albergaba a cerca de 80 millones de usuarios en todo el mundo. La arremetida de la pandemia del COVID-19 en todo el globo a inicios del año, podría hacer crecer esa cifra hasta superar los 100 millones de usuarios a finales del 2020. Según confirma la sede principal de Moodle, la plataforma tiene la confianza de instituciones de prestigio mundial como London School of Economics (Escuela de Economía de Londres), la Universidad Estatal de Nueva York, Microsoft y la Universidad Abierta del Reino Unido. El concepto de hiperaula fue definido con claridad por Mariano Fernández Enguita, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid e investigador sobre las desigualdades sociales, el cambio social, las organizaciones y la sociología económica. Su labor se ha enfocado en la educación y en el ecosistema digital. “Ahora que la información ya no es escasa, sino superabundante y muy accesible, la escuela tradicional no tiene sentido. El alumno se pregunta por qué demonios tiene que aprender de esa manera lo que ya encuentra fuera del aula, así que el reto del docente es sorprender con el diseño de nuevos entornos, experiencias y trayectorias de aprendizaje que enseñen a moverse entre esa información abundante y encontrarle utilidad”, afirma Fernández Enguita. En conclusión a lo aportado por este investigador, que ha podido fortalecer su experiencia en universidades de Inglaterra, Francia, Portugal y Japón, la hiperaula es un concepto que sintetiza la idea de que hay que romper, es posible romper y se está rompiendo ya, con la vieja estructura escolar centrada en el aula. Es más que un lugar físico, es una organización del espacio, del tiempo, de la actividad, de las relaciones con la sociedad y la cultura, con el profesor y los demás alumnos, con los objetos y la información, con el pasado y el futuro, con la necesidad y la oportunidad.

Las bibliotecas virtuales deben están activas y se deben digitalizar, al menos, la gran mayoría de textos. De no ser así, es urgente gestionar alianzas o compra de derechos de uso de bibliotecas de otros organismos a los que los estudiantes deben tener acceso. En algunas escuelas europeas de posgrado se utilizan sistemas de monitoreo facial para determinar la actitud del estudiante midiendo su gesticulación durante la clase en tiempo real. Esto genera una data que determina si el profesor y la sesión de clase logran atrapar la atención del estudiante. No se está en condiciones de replicar lo mismo debido a las carencias tecnológicas, pero considero que sí se está en condiciones de medir los logros en cada sesión. La enseñanza virtual nunca será igual a la enseñanza en el aula, afirma Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional de España. El aprendizaje sigue teniendo un elemento clave en la actitud y la motivación del estudiante. Es imprescindible, primero, llegar allí, y luego, vestir cada contenido educativo con una adecuada envoltura de formato transmedia que conecte con efectividad con los alumnos. Ahora más que nunca, el profesor tiene que desarrollar un papel activo y constante, con asesorías online y brindando recursos para fortalecer cada sesión brindada. Crear salas de discusión en la plataforma virtual para medir el nivel de comprensión y asimilación del estudiante. Allí puede generar un sistema de badges (insignias -otorgadas por sesión, por mes o por participaciones voluntarias-), utilizado con éxito en otras plataformas online educativas hace una década, para estimular y reconocer el esfuerzo del estudiante. La Hiperaula de cada universidad tiene un largo camino por recorrer, que no se detenga.

Edwin Martín Azaña Alejos Perú

Mientras unos luchan por salvarse y salvar vidas, otros juegan con su existencia en plena pandemia mundial. Tiene 95 años, ha transitado por una vida dura y hoy, en el ocaso de su existencia, batalla más que nunca pese a la fragilidad de su cuerpo. Una ambulancia de la Red de Salud Pacífico Norte la ha llevado al Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón de Nuevo Chimbote, en la región Áncash en Perú. Baja lentamente del vehículo con la ayuda de tres enfermeras y atada a un balón de oxígeno se aferra a la vida, a esa vida que en más de una oportunidad puso a prueba su coraje. Se sienta en una silla de ruedas y desde allí le hace pelea al nuevo coronavirus. Se resiste a perder. No hay peor batalla que aquella que no se lucha. La mujer se suma a un grupo de siete personas que se acomoda en el área de triaje con la finalidad de ser evaluadas y conocer si, efectivamente, se contagiaron del SARS-CoV-2. Los médicos sostienen que el 90 % da positivo para el COVID-19. Algunos pacientes ocupan sillas de rueda y otros descansan sobre sillas convencionales que les facilitan las enfermeras, quienes registran sus datos personales y analizan el estado de salud de hombres y mujeres. La mayoría tiene dificultad para respirar de manera autónoma y por eso les urge conectarse a un balón de oxígeno.

Afuera, en la puerta, hay decenas de familiares que esperan información de su padre, madre abuelo, abuela, primo o hermana. Esperan horas por una noticia que les devuelva el aliento o por un mensaje que sepulte sus esperanzas. Hay una línea muy delgada entre la vida y la muerte. El 60 % de los contagiados son varones y el 40 % mujeres, pero la brecha se amplía cuando se cuenta el número de fallecidos debido a que el 70 % son varones y el 30 % mujeres. Hasta ahora no se conoce con exactitud por qué el virus ataca más a los hombres que a las mujeres. Así transcurre un día en el Hospital Regional de Nuevo Chimbote. Pacientes que luchan por su vida y médicos y enfermeras que hacen lo que pueden para salvarles la vida. Un paciente de alta es una pequeña victoria que han tenido todos contra un virus que cada día parece más fuerte y nosotros más débiles. Mientras en el hospital ocurre una dura batalla entre balones de oxígeno, ventiladores mecánicos e inyecciones, afuera algunas personas desarrollan su vida con normalidad sin ser conscientes de que estamos en una guerra que ya ha provocado la muerte de miles de personas.

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Por otro lado, están los recursos educativos digitales socializados entre el alumnado, además del monitoreo de la atención de los estudiantes a las sesiones de aprendizaje.

UNA BATALLA QUE MUCHOS IGNORAN

a su hija, quien le toma de la mano muy fuerte pese a estar protegida solo con un tapaboca. Hay momentos en que el área de triaje, ubicado cerca a la puerta de Emergencia, se satura debido a que los enfermos deben esperar pacientemente para conocer si pueden seguir su recuperación en sus casas o si es necesaria su hospitalización en los ambientes de COVID-1 o COVID-2.

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DEL AULA FÍSICA A LAS HIPERAULAS UNIVERSITARIAS

En la actualidad y en el contexto peruano, antes de iniciar las clases en cualquier hiperaula universitaria (que, en teoría, reunirá clases remotas y presenciales -con medidas de seguridad- así como experienciales) se hace obligatorio un diagnóstico del nivel de avance en la Transformación Digital integral, es decir, del nivel de digitalización de profesores, alumnos y colaboradores administrativos ligados directamente al circuito educativo.

Mientras unos luchan por salvarse y salvar vidas, otros juegan con su existencia.

La letalidad en el denominado hospital COVID es alta y en promedio se registran entre 5 y 7 muertes diarias. Desde el inicio de la pandemia en Perú y hasta el pasado 15 de junio el área de Epidemiología tenía 509 hospitalizados de los cuales casi la mitad perdió la vida. La Dirección Regional de Salud de Áncash (Diresa) informó que hasta el 19 de junio ya había contabilizado 7 980 contagios y 571 muertes por nuevo coronavirus con una letalidad de 7.9 %, de las más altas a nivel nacional. De esas cifras el 63 % de infectados y el 75 % de decesos ocurrieron en los distritos de Chimbote y Nuevo Chimbote. Y del total de muertes más de 40 % se registró en el hospital de Nuevo Chimbote. Por eso la pelea es dura y dolorosa para quienes llegan en situación crítica. Las ambulancias ingresan a cada instante con pacientes de diferentes distritos de las provincias del Santa, Casma y Huarmey. Algunos están acompañados y otros, como la mujer de 95 años, está sola con la única compañía de sus oraciones para sobrevivir. Un hombre está junto

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María Del Rosario Zapata Vásquez Perú

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13 casos de feminicidios, 196 violaciones sexuales de las cuales, 64 mujeres adultas, 114 niñas y adolescentes. 24 711 mil llamadas a la línea 100. El 80 % de las víctimas de violación son menores de edad. El 39 % las niñas fueron violadas por sus propios padres, padrastros, abuelos, hermanos, primos o cualquier pariente que viva con ellas.

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Los efectos del COVID-19 han intensificado mayor aun el problema de violencia de género, especialmente en Latinoamérica. Desde que el gobierno peruano decretó el estado de emergencia nacional a partir del 16 de marzo, se han registrado Se incrementó el 43 % las llamadas a la línea 100, por violencia de género a comparación del mismo período del año anterior. Conviviendo con el enemigo Para muchas mujeres, adolescentes y niñas, el hogar se puede convertir en el lugar menos seguro. Protegidas de un virus, pero atrincheradas con su propio agresor o victimario. A lo que podemos resumir que lamentablemente el peligro puede estar en el lugar supuestamente más seguro. Siendo víctimas de violencia, acoso, violación y/o tocamientos indebidos. ¿De quién es la culpa? “Y la culpa no era de mía (mujer), ni dónde estaba, ni cómo vestía” … más que una arenga mundial, es una realidad. La víctima nunca es culpable de la agresión a la que es sometida. Con estas cifras escalofriantes, durante el periodo de confinamiento se reafirma que el 81 % de casos de violencia de género ocurren dentro del mismo hogar, según ONU Mujeres. ¿Qué ha hecho el gobierno peruano? • La Municipalidad de Lima implementó un albergue temporal para las víctimas por violencia de género. • El Poder Ejecutivo emitió el Decreto Legislativo N° 1470 que establece medidas para garantizar la protección de las mujeres e integrantes del grupo familiar que sean víctimas de violencia durante la cuarentena. Que implica las siguientes medidas: -Plazo máximo de 24 horas desde realizada la denuncia.

Denunciar

Saulo Antonio Balvín Landeo Perú

Llamar a la Línea 100 o escribir al Chat 100 del Ministerio de la Mujer para pedir apoyo. Las 24 horas del día desde un teléfono, fijo o público. ¿Quiénes pueden llaman a la Línea 100? Todas aquellas personas directamente afectadas por hechos de violencia familiar y abuso sexual, o quienes conozcan o sean testigos de algún caso de maltrato. Sensibilizar Desechar la idea que la violencia de género es un problema de pareja. Es un problema que afecta a toda la sociedad. También es una problemática de seguridad ciudadana. La violencia física o sexual es un problema de salud pública que afecta a más de un tercio de todas las mujeres a nivel mundial, según el informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en colaboración con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica. El rol de los comunicadores y periodistas. Informar de manera seria y correcta estos casos. Dando a conocer una realidad que afecta a toda una sociedad como conjunto. Relatos con un enfoque de derechos de las mujeres. Usar los términos correctos, no se trata de la “otra pandemia” es un feminicidio. Campaña comunicativa de prevención Cabe resaltar que más de la cuarta parte de las llamadas recibidas fueron realizadas por adolescentes, niñas y niños, y también por vecinas y vecinos, víctimas o testigos de hechos de violencia. Es importante evidenciar estos hechos. Si las cifras ya son alarmantes, es más estremecedor saber ¿Cuántos intentos de feminicidios no se han denunciado, o cuántas agresiones no se reportan? Es un hecho que nos afecta a todas y todos. Para las mujeres y las niñas de América Latina, la casa puede seguir siendo el espacio más peligroso.

Visitar la selva central, especialmente Satipo, ingresando por su distrito Río Negro; era disfrutar al paso, en las márgenes de la carretera marginal: bebidas a base de camu camu, piña o del coco pelado a machetazos. Esos modestos ingresos que percibían los nativos y emergían a través de mecanismos de desarrollo local, dada la crisis ante la pandemia del COVID-19, no solo los recluyeron en sus comunidades, sino que toda forma de organización entre Asociaciones y Cooperativas, creadas por instituciones del Estado y ONGs, quedaron prácticamente divididas. Aquellas instituciones que relegaron sus actividades en una circunstancia donde más se requería del apoyo para fortalecerlos frente a la pandemia. El no contar con un plan de comunicación comunitaria, y que esos mensajes no solo sean instructivos, sino que generen el conocimiento oportuno para su desarrollo y hacer frente a crisis futuras. Satipo mismo no cuenta con comunidades nativas. Sin embargo, sus distritos como Río Negro y Mazamari, entre las que he podido identificar en el transcurso del 2018 y 2019; están conformada a la Cooperativa de mujeres Warmi Tsinani, Cooperativa Theobroma Cacao, Asociación de productores de la Unión y la Asociación de productores de Boca de Chenic; propias de sus Comunidades Nativas: San Juan de Cheni, Yavirironi y Boca Chenic en Río Negro.

Y aunque fueron los franciscanos quienes colonizaron y evangelizaron; no es por ellos que muchos de la nueva generación tengan nombres bíblicos entre mal escritos, pero no mal pronunciados. Sino por las pequeñas congregaciones evangélicas que han podido fácilmente asentarse en cada comunidad para integrarlas en sus credos. Llegan profesionales con un currículum de conocedores sociales; y, sin embargo, adolecen de entender su mismo idioma, para querer comprender a comunidades que, vinculados a su lengua nativa de pocos conceptos; solo se definen en su entorno natural y cultural. Si no se conoce los usos y costumbres, es vano identificar lo que verdaderamente han esperado de la vida y del mundo. Porque los ineficientes mecanismos de convocatoria y de estrategias de comunicación para trabajar comunitariamente carecen de los conceptos que ellos tienen sobre el bien común. Esto evidencia lo difícil de adaptarse a su trasfondo cultural, por lo tanto, el aprendizaje de la comunicación intercultural, es el elemento esencial para poder abordar el trabajo comunitario y sus formas de organización frente a crisis futuras.

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¿Qué tiene que hacer la sociedad?

¿CÓMO PRESERVAR LA SELVA?

Ellos saben de crisis y de conflictos. No fueron ajenos a la violencia política interna y todo el cambio en el panorama de su convivencia con el mundo exterior que, en las últimas dos décadas del siglo XX, ha marcado su historia.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

EN CASA CON EL ENEMIGO

- Retiro del hogar al denunciado, en caso el agresor no pueda ser retirado del hogar, la víctima deberá ser trasladada a un hogar de acogida o coordinar con familiares de confianza que puedan recibirla mientras transcurre el estado de emergencia y las investigaciones del caso.

Pero también quienes han logrado; como Jenry (28) y Chynthia (29), sociólogos que desde el 2017, ser parte de la C. N. de Potsoteni. Educadores inmersos ya en la vida misma de la comunidad. Conocer la estrecha relación entre la naturaleza y el lenguaje, de las comunidades en la cual está su pasado, presente y futuro; es lo que permitirá fortalecerlos ante los cambios del mundo.

Mientras en Mazamari florecía la Asociación de productores de Capirushiari y, la Asociación de productores de Sankori dentro de su Comunidad Nativa Tsiriari. Siendo el cacao la materia prima que los aunaba. Aunque distanciándose de sectores de la sociedad civil, por la pandemia, se han recluido y aunado en su comunidad, culturalmente. No todos tienen radio o televisión, menos aún acceso a internet a través de otros dispositivos, y aunque la lectura y la escritura es un privilegio, lo poco que se enteraban de lo que acontecía, no eran informaciones claras. Y dada la ausencia de profesionales de campo, solo quedaron a merced de la decisión y comunicación de sus jefes, como así llaman a los encargados de dirigirlos. Por lo tanto, el rol de sus juntas directivas quienes comunicaban en el menor de los casos, sobre las medidas de higiene y distanciamiento social que el Estado ordenaba, era básico pero esencial para seguir adelante.

- La Policía debe colaborar con el patrullaje de la casa para evitar que el denunciado vuelva.

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CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

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Yurleidys Dayan Calderón López

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Colombia

Antes de la llegada del COVID-19, los colombianos no veíamos este hecho como una realidad hasta que llegó a nosotros, no sabíamos lo que se nos avecinaría, una gran pandemia que tocaría el sistema político, económico y educativo, y que sin duda reafirmaría la desigualdad ya existente en el país colombiano.

En la constitución política de Colombia en el artículo 67 nos presentan la educación como un derecho social y un servicio público que se le debe dar a cada colombiano, y en el artículo 70 nos dice que el estado debe garantizar dar igualdad de oportunidades al acceso a la educación, pero la desigualdad hace que solo una parte de los colombianos obtengan ese derecho, tanto así que deja de ser un derecho y se vuelve un privilegio, porque no cabe duda que son los que tienen recursos económicos quienes pueden acceder a ese privilegio al cual no pueden acceder los pobres. De esta manera en Colombia la educación es un privilegio para las personas que desde la comodidad de sus casas cuentan con los recursos suficientes para afrontar este nuevo reto de dar las clases a larga distancia, mientras que el pobre colombiano no puede gozar de este privilegio que ahora se ha vuelto aún más la educación debido a la desigualdad existente en el país colombiano. Una vez más los pobres se encuentran en desventaja en una sociedad que se presenta cada vez más tecnológica y capitalista.

Es así como el ámbito de la educación nace una decadencia de la comunicación entre profesores y estudiantes; este es un nuevo reto que se presenta en la educación de Colombia, porque muchos estudiantes tanto de colegios como de instituciones y Universidades no cuentan con herramientas suficientes para llevar a cabo las clases virtuales. Una de las problemáticas de fondo es que esa decadencia de la comunicación entre estudiantes y profesores trae consigo la educación como un privilegio al que solo pueden acceder unos pocos en estos tiempos de pandemia, no hay que hacer muchos estudios como para saber que son las personas de bajo recursos económicos quienes son los más perjudicados con este reto de la educación a larga distancia, pues la mayoría no puede costear lo que ahora necesita para las clases virtuales, por lo que no cuentan con un buen acceso a red WIFI, no cuentan con un computador, e incluso viven en sectores en donde no tienen una estabilidad del servicio de electricidad. Muchos dirán que el proceso de aprendizaje depende del interés de cada estudiante, y que cuando se quiere estudiar se puede hacer lo que sea posible para seguir sus estudios, pero la realidad del país es otra; en este tiempo de pandemia no se puede dar las clases presenciales como se daban normalmente, quedando así atrás esos estudiantes que no pueden dar las clases virtuales, y dado a que tienen limitado los recursos para poder seguir estudiando muchos

Referencias De Colombia, C. P. (1991). Constitución política de Colombia. Bogotá, Colombia: Leyer.

Adrián Pérez Chucchucán Perú Probablemente el peor enemigo de toda la humanidad no sea el virus, sino las respuestas que tenemos contra este. Hace algunos años, Bill Gates parece haber vaticinado el surgimiento de una pandemia, pero no le dimos importancia en su momento. En 2015, el cofundador de Microsoft, durante una charla TED, pronosticó que «si algo ha de matar a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, probablemente será un virus muy infeccioso». Hoy, cinco años después de esa charla, nos tocaría ser espectadores de este panorama siniestro producto de un agente totalmente extraño, hostil e invisible: el nuevo coronavirus. Y a pesar de que se han registrado casos anteriores, pero bastante similares de virus que afectan el organismo humano, parece que no hemos previsto soluciones o no fuimos lo suficientemente visionarios para implementar el sector salud, para mejorar los alcances científicos que quizá hoy habrían aplacado drásticamente las estadísticas o acaso no hubieran permitido la propagación a ritmo acelerado del virus causante del COVID-19. Al coronavirus lo descubrimos a destiempo. Las autoridades no le tomaron la debida importancia en su momento y, por tanto, las medidas para combatirlo se retrasaron a tal punto de que mientras la afluencia de personas en lugares públicos seguía siendo la misma, el COVID-19 ya se encontraba cobrando sus primeras víctimas. Esta nueva cepa de coronavirus surgida y propagada, en los primeros días en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei (China), evidentemente, produjo el brote de la enfermedad denominada por la OMS como COVID-19. ¿Qué conocemos sobre un brote? Un brote epidémico es una clasificación para denominar la aparición repentina de una enfermedad en un lugar y tiempo específicos. Entonces, el virus pudo haber tenido su origen en un contagio por zoonosis —transmisión de enfermedades de animales a humanos—, y tras haber mutado se propagó como patógeno humano originando los primeros síntomas de la infección que describe el portal web de la OMS (fiebre, tos y dificultad para respirar o disnea) y, en algunos casos más graves, puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte. Luego de la epidemia, producto de varios brotes en diferentes regiones, el 11 de marzo, la OMS designó estos brotes como una pandemia. ¿Qué medidas optaron como adecuadas los gobiernos? El 14 de marzo, el gobierno de Daniel Ortega, en Nicaragua, convocó la multitudinaria marcha “amor en los tiempos del COVID-19”, por ejemplo. ¿Salud o economía? Cuarentena contra estabilidad económica La enfermedad producida por el nuevo coronavirus no solo tiene un impacto en la población mundial, sino también en la economía global. Los mercados internacionales han registrado

El aislamiento social obligatorio debió ser la última de las posibilidades, la última medida. Si los avances científicos sumados con la eficiencia del sector salud hubieran sido los adecuados, quizá no tendríamos que enfrentar el virus desde un escondite, desde una cápsula hermética y ocultando la sonrisa; estaríamos enfrentándolo con vacunas, con medicamentos, con paciencia y sin paralizar la economía. La cuarentena estuvo prevista como una medida paliativa de poca duración, no obstante los esfuerzos de miles, el periodo de cuarentena se ha ampliado en varios países; considerando que Estados Unidos ha sido muy afectado por el coronavirus, no se sabe hasta cuándo se mantendrá la cuarentena, ni tampoco se sabe, hasta el cierre de esta edición, cuáles serán las restricciones, si acaso las hay, luego de este largo periodo de confinamiento, lo que significa que la situación actual es una incertidumbre. El aislamiento social previene contraer el virus, pero no previene las pérdidas económicas. Distanciamiento y unión Ha surgido un nuevo concepto de unión. La actual pandemia, que se propaga a ritmo acelerado hacia diferentes sectores estructurales, nos ha dado una lección: podemos hacerles frente a las estadísticas nada alentadoras manteniendo distanciamiento (social) y unión (de esfuerzos).

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Muchos estudiantes deben pausar sus estudios por todo lo que está aconteciendo; y aunque esto parezca un problema individual de cada estudiante que no cuenta con las herramientas para estudiar, es en sí un problema colectivo, porque como sociedad la desigualdad es una realidad que se presenta como un hecho social y que se vive en Colombia desde hace muchos años.

CONEXIÓN EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS

pérdidas cuantiosas, el impacto en el sector turismo ha sido dantesco, el precio del petróleo ha caído estrepitosamente y, lo que es más, cientos de miles de desempleados en todo el mundo se encuentran en la necesidad de buscar un sustento económico, mientras que, por otro lado, las empresas se han visto en la necesidad de esperar, de postergar actividades, y toda esta situación genera un profundo desasosiego porque no todos enfrentamos la cuarentena de una manera adecuada, hay quienes la pasan peor.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

LA EDUCACIÓN COMO UN PRIVILEGIO Y NO COMO UN DERECHO EN TIEMPOS DE PANDEMIA

se han visto en la necesidad de abandonar sus estudios; si antes de la llegada de la pandemia las personas de escasos recursos económicos no podían acceder fácilmente a la educación, ahora con la llegada de la pandemia esto se vuelve más complicado.

Durante décadas, se ha tratado de mejorar o implementar el sistema militar de defensa: armas, blindaje contra armas; misiles, protección contra misiles. Pero el escudo que nadie advirtió como necesario es el que, precisamente hoy, buscamos, y a pesar de que no teníamos — como sociedad— una respuesta prevista, estamos tratando de encontrarla. Definitivamente, esta búsqueda no sería posible sin la facilidad de la conexión sin barreras que nos ofrece el alcance de las telecomunicaciones. Es cierto que el avance tecnológico de los medios digitales de información masiva nos ha permitido llegar a las noticias de inmediato; la conexión global de medios ha sido una herramienta imprescindible para acceder a las cifras de los contagios por coronavirus, además de que hemos podido opinar sobre las diferentes medidas tomadas por los gobiernos de turno. Evidentemente, ha sido todo un desafío: muchos periodistas en las calles reporteaban desde el lugar de los hechos, exponiendo potencialmente su vida y la de sus familiares; entretanto el personal de salud sigue laborando, médicos de todo el mundo atienden a miles de contagiados, ocultándose del virus con una mascarilla y un par de guantes que, en muchos de los casos, consiguen por cuenta propia porque hay desabastecimiento y necesidad. La prueba más eficiente contra el coronavirus Se ha demostrado que las pruebas para diagnosticar con mayor precisión al virus, son las pruebas moleculares, a diferencia de las serológicas (pruebas rápidas). En países como México, Argentina, Colombia, Perú, entre otros en la región, se usan estos tests rápidos para

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El coronavirus nos ha cambiado para siempre, el confinamiento obligatorio nos ha conminado a buscar respuestas de inmediato, a la brevedad posible, y así es como hemos llegado a buscar alternativas; en el caso de algunos trabajadores se ha implementado el trabajo a distancia —teletrabajo—, mientras que algunos sectores imprescindibles como transporte, alimentos, salud, telecomunicaciones y centros de abasto, se han mantenido, en muchos casos, los horarios regulares, de manera que los trabajadores han tenido que, en la mejor de las situaciones, seguir laborando y recibir ingresos, mientras que algunos han sido despedidos bajo el argumento de que las empresas registraban menos ingresos. El mayor aporte y desafío que ha enfrentado el sector telecomunicaciones ha sido el de mantenernos conectados, a pesar de todo el problema que ha significado; formar lazos a distancia. Plataformas virtuales de comunicación han sido herramientas óptimas para poder acceder a clases virtuales, para poder comunicarnos con familiares e incluso para hacer videollamadas de trabajo. De esa manera se ha evitado, a gran escala, posibles contagios de coronavirus; no hemos podido estrecharnos la mano, darnos abrazos, salir y visitar amigos, asistir a reuniones, pero quizá nos hemos mantenido más conectados, tal vez hemos aprendido a usar de manera más eficaz la tecnología y a apreciar lo que significa estar verdaderamente unidos. Los libros virtuales, los videos de entretenimiento, las opiniones a través de medios, los juegos en línea, han sido claros aportes de la conexión del internet, y lo que se ha logrado hasta ahora ha ayudado mucho a “olvidarnos” de la pandemia y sus efectos negativos. En Perú se habilitó la línea gratuita (113) para hacer consultas sobre COVID-19, este ha sido otro gran aporte, sin duda, se ha podido detectar más casos y actuar con rapidez. Estigmatización contra China: virus chino Es cierto que hubo desaciertos, que se pudo actuar eficiente y rápidamente. China ha sido el epicentro de la pandemia, pero no ha sido el país más afectado. El 31 de diciembre de 2019 se reportó el primer caso de coronavirus en Wuhan (China), en ese momento el personal médico chino corroboró que se trataba de un tipo de neumonía de origen desconocido. Según informes de la Organización Mundial de la Salud, algunos de los pacientes hospitalizados que presentaban los síntomas eran trabajadores del Mercado de Alimentos Marinos Huanan. A partir de este primer brote, teniendo en cuenta la rapidez de contagio del virus, se produjeron contagios en diferentes países: en Tailandia, el 13 de enero de 2020 se registró el primer caso importado de un ciudadano chino que llegó de Wuhan; el 15 de enero se confirma el primer caso en Japón; el 21 de enero se informa sobre el primer caso de coronavirus en Estados Unidos. Pero, no fue

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El transporte aéreo fue la manera en la que el virus se trasladó de continente a continente, debido a que no se actuó con rapidez, los vuelos internacionales todavía estaban permitidos. El 11 de marzo y con más de 118 mil casos de coronavirus en todo el mundo, la OMS declaró el brote de coronavirus como una pandemia (114 países afectados), ese mismo día, Italia registraba más casos en toda Europa (más de 10 mil). Se ha criticado duramente las decisiones tomadas por el gobierno chino, incluso se ha dicho que, si su sistema de salud hubiera sido adecuado para afrontar este tipo de casos, el coronavirus se hubiera aislado y, de esa manera, no hubiera afectado a diferentes países. Lo que es cierto es que la cooperación en China ha sido una clave fundamental de superación, y esta cooperación no solo ha formado parte de la población china, sino también de todos los países afectados, hemos aprendido mucho: mientras que en China se tardaron 10 días en construir un hospital para casos de coronavirus, en Perú ya teníamos la Villa Deportiva Nacional (VIDENA) a disposición del personal sanitario. En muchos casos, se ha creado un estereotipo negativo en torno a la población china. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha referido al coronavirus como “este virus chino”, mientras aseguraba que su país tendrá la cura contra el COVID-19 mucho antes que otros países. Pero si hablamos de este mandatario, debemos resaltar su comentario fuera de contexto en el que señaló que «veo que el desinfectante lo elimina (al virus) en un minuto, ¿hay alguna forma en la que podamos hacer algo?, ¿inyectarlo como si fuera una limpieza? […] podríamos usar doctores, parece interesante». La pandemia originada por el coronavirus ha modificado la manera de ver al mundo, nos ha enseñado a buscar alternativas, a conectarnos de una manera diferente, a ser solidarios y a compartir. La difusión masiva de los medios, desde una radio hasta un ordenador o un teléfono móvil, ha sido imprescindible para sujetarnos a la esperanza de que la situación irá mejorando, este mismo avance tecnológico es el que nos permite comparar las medidas tomadas por los gobiernos, acceder a las cifras de contagios y mantener un tiempo útil, o un tiempo de esparcimiento; libros virtuales y juegos online, El aspecto, evidentemente, más positivo ha sido la reducción de la contaminación a nivel mundial, los ecosistemas han regresado a su concepto original, los mares han dejado ver sus aguas más claras, los canales de Venecia han mostrado aguas límpidas y, por otra parte, hemos apreciado la bondad, la unión y la esperanza. Es cierto que nuestras medidas para enfrentar al COVID-19 han llegado tarde o no hemos tenido las reacciones adecuadas; quizá ahora nos demos cuenta del riesgo potencial que significa la propagación de un virus y, tal vez, prestemos atención a la dura lección impartida por parte de la naturaleza.

REINVENTARTE ES LO QUE NECESITAS PARA SUPERAR ESTA Y CUALQUIER OTRA PANDEMIA

presas aquí en Perú, no se han quedado atrás con esta estrategia. Enseña Perú capacitó a 37 docentes de la provincia de Huari para que otorguen clases virtuales. Mientras que la empresa reconocida por sus servicios de gas natural, Cálidda, reconectó el sistema de distribución de gas en los 1.096 departamentos de la Villa Panamericana, donde justamente opera el centro de atención y aislamiento para pacientes con COVID-19. Por último, Alicorp lanzó la campaña #AyudaAlQueAyuda frente a la emergencia sanitaria, esta busca atender con una donación de 15 millones de soles a poblaciones vulnerables. Sin lugar a dudas Joan Costa estaría lleno de satisfacción por estas ideas con enfoque en la imagen empresarial, no obstante, se tuvo que esperar una pandemia para que estas surgieran.

Roberto Carlos Rodríguez Huertas Perú Según el boletín del INEI, “Demografía Empresarial en el Perú: IV Trimestre de 2019”, existen 2 millones 734 mil 619 empresas, entre ellas el sector minero, agrícola, entre otros. La mayoría de estos sectores se encuentran afectados sin generar ingresos, debido al gran avance del COVID-19. El pensamiento colectivo afirma que es momento de descansar, de dejarnos llevar por la corriente de la comodidad que nos mantiene pegados a la ociosidad; sin embargo, si tienes un espíritu emprendedor o eres un empresario dueño negocio sabrás que esto es falso. Muchas empresas ponen en práctica este concepto, que no es nuevo, pero ahora es lo que más se necesita, reinventar. Reinventarse, es crear algo nuevo sobre lo que ya hiciste o sobre lo que ya eres. En el aspecto empresarial, lo podemos asociar a la capacidad de adaptación de un negocio frente a una adversidad.

Ahora bien, las redirecciones de negocio también forman parte de la reinvención de una organización. Como ejemplo tenemos a la librería Tres Cantos, ubicada en Madrid, la cual se las ha ingeniado para continuar vendiendo, aun cuando sus clientes están en cuarentena y no tienen cómo comunicarse con ellos. Frente a esto, encaminó su negocio al reparto a domicilio en bicicleta, por más sorprendente que suene, sus ventas en su nueva modalidad han superado a cuando la librería estaba abierta normalmente. Por otro lado, en nuestra nación, destaca Rústica, la famosa cadena de restaurantes ha optado por convertir, a estos, en minimarkets, lo cual permitirá generar más puestos de trabajo y combatir la crisis del coronavirus. Si piensas en volverte, o quizás ya eres un emprendedor, estoy seguro que, más que dinero, tienes excusas o un trabajo que no te hace realmente feliz. No pienses que el coronavirus va a ser la única crisis por la que tú, tu negocio o tu familia van a tener que pasar, habrá muchas más, y tal vez peores que esta. La respuesta es ser optimista, confiar en tu equipo y emerger con ideas creativas que no necesitan millones de soles, sino de personas que estén dispuestas a luchar por ellas.

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Sociedad: cambio y convergencia de esfuerzos

sino hasta el 30 de enero que la OMS declaró el brote de COVID-19 como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional.

CAPÍTULO II ARTÍCULOS Y ENSAYOS DE PARTICIPANTES

detectar casos de COVID-19, y ha habido casos en los que se han registrado muertes a pesar de que el resultado que mostraba la prueba rápida era negativo para coronavirus. Por otra parte, la prueba más eficiente que previene el coronavirus es el esfuerzo y la contribución reflejados en el cumplimiento de las medidas como el distanciamiento social y el aislamiento obligatorio, además de la generosidad de quien está dispuesto a compartir.

Como respuesta a esta pandemia, se han puesto en marcha ideas innovadoras que a pesar de que se alejan del motivo de la empresa, pueden hacer frente a las circunstancias. Una de ellas, tiene que ver con la generación de una buena imagen corporativa a través de actos de solidaridad. A mi parecer, son como una gran inversión a futuro que les servirá para formar una buena reputación con el paso del tiempo. Plantarse.pb (restaurante de comida saludable), Grosso Napoletano y Telepizza (ambas pizzerías) son claro ejemplo de este tipo de acciones. Estas organizaciones españolas se han sumado a la tendencia llamada “Food4heroes”, por su traducción al español, “Comida para héroes”, en donde diferentes empresas establecidas en el rubro de la alimentación, donan voluntariamente comida al personal sanitario (médicos y enfermeras). Esto ha causado que se genere mayor atención e interacción por parte de su público, a través de sus redes sociales, además de, obviamente, captar la atención de la prensa, lo que les genera aún mayor difusión orgánica. Del mismo modo, algunas em-

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Una iniciativa del Proyecto Colaborativo Comuniteca en alianza con la AsociaciĂłn de Comunicadores Sociales Calandria. www.comuniteca.org https://www.facebook.com/comunitecaLATAM Lima, PerĂş. Octubre, 2020.



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