REFLEXIÓN EDUCATIVA - La búsqueda del vínculo

Edición N°2 - 20 de noviembre de 2020

REFLEXIÓN EDUCATIVA

LA BÚSQUEDA DEL VÍNCULO La intervención docente en el acto educativo

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NOTA EDITORIAL Esta revista fue concebida por estudiantes en proceso de formación docente del profesorado de Diseño en Comunicación Visual de la Facultad de Artes, perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata. Se ideó como un espacio para reflexionar y difundir temas relacionados con la enseñanza y con la actividad profesional. Nuestra intención es que profesionales y docentes en formación encuentren un lugar en el que puedan plasmar sus aportes, abriendo interrogantes y debates que inviten al diálogo y ayuden a repensar la educación, adecuándose al contexto social y cultural que nos atraviesa.

La presente edición propone desarrollar como eje fundamental los aportes de Paulo Freire en su concepción del inacabamiento del ser, de la búsqueda de ser más y de la situación educativa. Reflexionaremos sobre estos aportes vinculándolos al contexto actual de virtualidad educativa, que plantea nuevos desafíos para la enseñanza, y su relación con el vínculo entre el docente y el alumno signado por la presencialidad en el espacio pedagógico.

A su vez, se abordarán temas como la enseñanza y la pedagogía en la práctica docente, la profesión y la investigación, la experiencia educativa y la adecuación a los entornos digitales.

Los invitamos a recorrer estas experiencias y reflexiones que esperamos sean de su agrado.

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LA BÚSQUEDA DEL VÍNCULO La intervención docente en el acto educativo

Llegando al final del ciclo lectivo del presente año la situación educativa continúa estando, en la mayoría de los casos, planteada en el marco de la virtualidad, establecida en marzo a partir de la pandemia desatada por el virus del COVID-19 en el mundo. En este contexto se afrontaron -y siguen afrontándose- nuevos desafíos tanto para los docentes como para los alumnos. El acto educativo se transforma: el vínculo que se plantea entre el docente y los alumnos presenta nuevos retos a tener en cuenta. Unos de los mayores problemas para los educadores es lograr el diálogo fundante del acto educativo. ¿Hay educación con la pérdida de los vínculos personales directos dados en el espacio pedagógico del aula escolar?

La pregunta conlleva a pensar si la educación propiamente dicha realmente sucede, o si estamos hablando más bien de instrucción, de una acción de depositar saberes, que por medio de distintas herramientas y aplicaciones puedan dar continuidad a lo académico, prescindiendo del importante vínculo que debe haber entre el docente y el alumno para que la educación realmente suceda.

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De acuerdo con Paulo Freire, la educabilidad del ser es precisamente una especificidad humana, que se plantea a través de los interrogantes que llevan a una búsqueda, al querer ser más, en cuanto somos seres incompletos, inacabados e inconclusos.

De esta forma, «La curiosidad es, junto con la conciencia del inacabamiento, el motor esencial del conocimiento» (Freire, 2003:21), es la que nos empuja, nos motiva, nos lleva a la acción, al acto de buscar y consecuentemente al acto de aprender. Esta idea de la búsqueda del ser más en Freire está íntimamente relacionada con que no es una búsqueda en el sentido meritocrático o capitalista, que podríamos identificar más automáticamente, es la búsqueda del ser más en esta conciencia del inacabamiento, en esta conciencia de no conclusión nunca, de siempre estar dispuestos al conflicto, pero en esa búsqueda de ser con otros en el mundo.

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Freire (2003) plantea que una de las convicciones propias del docente democrático consiste en saber que enseñar no es transferir contenidos de su cabeza a la cabeza de los alumnos; es posibilitar que los alumnos, desarrollando su curiosidad y tornándola cada vez más crítica, produzcan el conocimiento en colaboración con los profesores. Al docente no le cabe transmitir el conocimiento, sólo le cabe proponer al alumno elaborar los medios necesarios para construir su propia comprensión del proceso de conocer y del objeto estudiado. (pág. 46) Entonces, ¿es posible la búsqueda del ser más de un niño que recibe conceptos abstractos en un entorno distinto del escolar? ¿Pueden o deben los padres cumplir el rol docente desde sus casas? Consideramos que no, ya que no poseen las herramientas ni el conocimiento que tiene el docente. ¿Los niños sienten curiosidad y ganas de aprender en entornos tan esté-

riles como estar frente a una computadora? Creemos que el vínculo pedagógico entre el docente, el alumno y el espacio educativo se rompe con la virtualidad; el espacio deja de ser real, deja de estar compartido con los otros educandos, deja de ser un lugar de aprendizaje más allá de los contenidos propiamente dichos ya que se dificulta el intercambio y el diálogo.

En la virtualidad se mantiene la relación docente-alumno, pero ésta cuenta con menos herramientas para hacerse entender el uno al otro. ¿Acaso no necesita el docente de los estímulos no verbales que percibe en el aula para saber si el niño está entendiendo o no, si está logrando apropiarse de los conocimientos que el docente intenta transmitirle? La mirada, los gestos, la posición corporal, todas estas son herramientas que le permiten deducir al docente como proseguir con su clase: si el alumno está entendiendo, si necesita repasar conceptos, si necesita buscar otra estrategia para darse a entender, o si simplemente se necesita de un descanso.

El profesor atento, el profesor despierto, no aprende solamente en los libros, aprende en la clase, aprende leyendo en las personas como si fueran un texto. (...) leer en los ojos, en el movimiento del cuerpo, en la inclinación de la cabeza.

(Freire, 2003:40) El vínculo social y las clases presenciales en la escuela son, a nuestro punto de vista, irreemplazables. La intervención docente es un pilar fundamental de la educación, y en la virtualidad esta se hace dificultosa y complica la cercanía de la relación e interacción.

Los docentes deben buscar un nuevo modo de estar presentes.

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6 La escuela es un espacio por fuera de los lazos familiares que los alumnos necesitan recuperar. Los padres no son docentes en el sentido académico. La escuela como institución contiene necesidades pedagógicas, emocionales y sociales que no se cubren con la enseñanza remota. Cuando se habla de seguir posponiendo la vuelta a clases, aún cuando los niños tienen permitido concurrir a otros espacios, como clubes y reuniones familiares, da a pensar que, ¿acaso no es primordial la educación? ¿Por qué privar a los alumnos del espacio que les pertenece?

Autoras: Valentina Buezas, Agustina Cubiló, María Paz de Peroy, Carola Farabello

¿Se planteará una propuesta pedagógica distinta para la vuelta a clases, o se intentará avanzar rápido por muchos temas, con cuestionarios y trabajos prácticos para dar por cumplidos los contenidos?