En el habla popular del Perú, los nombres propios son empleados para designar cosas (Cervantes para “cerveza”), actividades (Baylón para “baile”),
calificaciones (Carolina para “caro, poco económico”), afirmaciones (Silverio para “sí”) y negaciones (Nelson para “no”). Este recurso habitual que consiste en reemplazar nombres comunes, adjetivos y adverbios por
nombres propios relativamente homófonos proviene, principalmente, de la replana y llega a la lengua popular. A estas creaciones se suman los
nombres propios que se usan para referirse a entes concretos productode una vinculación o relación semántica (Natacha se usa para designar
a la “empleada del hogar”; y Rambo, para el“efectivo policial”). Este mecanismo de derivar, especialmente, nombres comunes a partir de
nombres propios se conoce como eponimia, un fenómeno poco estudiado por nuestra lexicología y poco registrado en nuestra lexicografía peruana.