Unidad IV

Page 1

Bloque II: Ética y la Nueva Cultura Empresarial. Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

Mtra. Mónica del C Márquez Alejandro Universidad Virtual UVP 2013


Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

Índice

4.1. Los

principios

éticos

concepción de la empresa.

fundamentales

en

la 2

4.2. Gestión de empresas éticas: Contornos para la empresa ética.

5

4.3. Rol de la transparencia en la gestión ética de la empresa.

6

4.4. Evaluación y certificación de la gestión de empresas éticas.

7

1


Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

4.1. Los principios éticos fundamentales en la concepción de la empresa. En ética, los principios son reglas o normas que orientan la acción de un ser humano, se trata de normas de carácter general, máximamente universales, como, por ejemplo: amar al prójimo, no mentir, respetar la vida, etc. es decir, los principios son declaraciones propias del ser humano, que apoyan su necesidad de desarrollo y felicidad, los principios son universales y se les puede apreciar en la mayoría de las doctrinas y religiones a lo largo de la historia de la humanidad. En este sentido, para los principios éticos fundamentales en la concepción empresarial es una exigencia para las personas, cualquiera que sea su trabajo. La ética empresarial supone que sus principios son los mismos que la moral general. Si genuinamente se mantiene esta preocupación por los empleados (calidad de ambiente, remuneración, sentido de familia, incentivos, seguridad) proporcionándoles “dignidad y respeto”, el trabajador estará feliz y motivado para producir calidad. Dado que la ética, está incluida en la propia naturaleza del hombre, se refleja en todas sus actividades y tanto así como en sus lugares y objetos de trabajo. Principios Fundamentales: se puede deducir que los principios de le ética empresarial nacen y se fundamentan en la ética general. Por tal motivo, las empresas occidentales basan su conducta en tres principios reguladores de la moral: 

La moral social: viene marcada por el entorno social donde se realizan actividades. Influyen factores como: la religión, la estructura familiar, la cultura, la educación etc.

Conciencia moral: los principios morales de todo ser humano: el bien y el mal, el sentido de la justicia.

Leyes del Estado: reglamentos impuestos por un gobierno y basados en la moral de la nación.

2


Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

Como reflejo de la introducción de la ética en el mundo empresarial; la cultura, los valores y los códigos de conducta de las empresas occidentales están basados en los siguientes principios fundamentales: Figura 1: Principios fundamentales de la ética.

Justicia Legalidad

Verdad

Seguridad

Respeto

Principios fundamentales Bien social

Tolerancia

Honestidad

Libertad Responsabil idad

Estos principios deben de ser asimilados y practicados por todos los miembros de la empresa con respecto a: la propia organización, los trabajadores, los proveedores, la competencia, los clientes, la comunidad y el medio ambiente.

3


Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

Por otro lado, en la práctica, la ética empresarial se ve reflejada a través de una serie de documentos escritos, por ejemplo los documentos formales, estos son la clave principal para institucionalizar la ética en la empresa y son el auténtico pilar sobre el que se construyen las políticas formales. Algunos de ellos son: 1. La declaración de valores. Descripciones de los valores que se pretenden vivir, generalmente acompañados de breves explicaciones. Los valores adoptados dependen de cada empresa, pero hay algunos relativamente frecuentes, como son el respeto a las personas y la equidad en el trato, veracidad, integridad, trabajo en equipo, confianza mutua, comunicación abierta, calidad y seguridad de los productos etc. Muchas veces están basados en los ideales del fundador o bien se toman de la propia cultura existente en la organización y son introducidos por quien lidera. Este documento puede aparecer por separado o incluido dentro de la misión y visión de la empresa. Los valores de una empresa estarían más vinculados a la cultura de la misma que a los principios de la ética empresarial en sí misma por lo que no tienen un carácter global dentro del mundo empresarial. 2. Principios de actuación o credos de empresa. Expresan la posición ética de la empresa y las responsabilidades hacia los grupos implicados (proveedores, accionistas, clientes, consumidores, competencia, comunidad... etc.) que asume la empresa. Con frecuencia, los credos sirven como referencia para las compañías que desean una cultura corporativa coherente. 3. Códigos de conducta. A diferencia de los anteriores, los códigos de conducta suelen detallar bastante los comportamientos que deben de ser evitados y el modo de resolver determinados conflictos que se presentan a los empleados, asuntos como recibir regalos, filtrar información, respeto a la propiedad. Aunque estos documentos en alguna medida pueden facilitar el comportamiento ético de los empleados y ser un importante elemento educativo de la empresa, es vital que los mismos vengan apoyados por los comportamientos del día a día.

4


Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

4.2. Gestión de empresas éticas: Contornos para la empresa ética. La gestión empresarial ética significa poner a la persona en el centro de la toma de decisiones. Considerando la decisión empresarial originaria, crear una empresa, esto quiere decir que las empresas no están para ganar dinero, sino al servicio de las personas; el mero beneficio económico no puede ser el fin de una empresa ética, sino la promoción de la dignidad de las personas. Asumir que el fin de una empresa es sólo el beneficio económico es situar la especulación pura y dura como paradigma de gestión empresarial. Por otro lado, en un plano más operativo de la gestión ética, es poner a la persona en el centro de la toma de decisiones, esto quiere decir, en primer lugar, que las empresas, cómo no podía ser de otro modo, deben evitar los impactos negativos que su actividad pueda generar y hacerse responsables de aquellos inevitables y no trasladar su gestión a la sociedad. Además, no corresponde a la decisión empresarial evaluar qué impactos negativos son admisibles, sino a la sociedad, que será quien debe sopesar los beneficios y perjuicios que obtiene para decidir si éstos son asumibles en función de aquéllos. En este sentido, es pertinente mencionar que actualmente las organizaciones pueden desarrollar mecanismos o sistemas de gestión ética, a los efectos de incorporar de manera práctica los valores organizacionales tanto en la estrategia como en sus operaciones cotidianas, con el fin de, pasar de la práctica de la responsabilidad social a la gestión de la responsabilidad social. Por otro lado, también tomar en consideración parámetros de actuación éticos, sociales y medioambientales, por medio de la incorporación y puesta en marcha de sistemas de gestión ética, es decir, asumiendo la ética en la empresa en el marco de la planificación estratégica misma del negocio, e incluyendo estándares éticomorales en la visión, visión, objetivos y estrategias corporativas. La gestión ética constituye un proceso organizado, integrador, sistemático, continuo y voluntario, a través del cual las organizaciones, con o sin fines de lucro, bien sea públicas o privadas, logran sistematizar, operativizar e internalizar los valores contenidos en su plataforma ética (misión, visión, valores, código de ética, estrategias) con sus actividades cotidianas, de manera tal que la producción,

5


Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

distribución y comercialización de productos o servicios estén siempre dentro del marco de la ética, contribuyendo con al fomento del bien común de la sociedad, con el fin de lograr afianzar el capital moral organizacional, así como, la reputación corporativa, favoreciendo las percepciones positivas de los consumidores hacia los productos o servicios de la organización. Así pues, los sistemas de gestión ética están constituidos por varios instrumentos y van desde los códigos de ética, los comités de ética, asignar un oficial de ética en la empresa, auditorias de cuestiones éticas, hasta las certificaciones que actualmente ofrece algunos organismos. En conclusión, la gestión de toda empresa debe estar amparada por la base de todo código ético, que es el respeto por los derechos fundamentales, ya que la empresa la personifican hombres en cada área de gestión. 4.3. Rol de la transparencia en la gestión ética de la empresa. A partir de la teoría ética de la transparencia, se interroga a la comunidad empresarial en cuánto la responsabilidad social de la empresa, la autoridad moral ante todos los miembros de la comunidad y las relaciones sociales que desarrolla la comunidad empresarial en el interior de su comunidad así como las relaciones con su entorno social y natural. La transparencia ofrece a la empresa la seguridad al inversor, la confianza en el mercado y la garantía de los derechos de los trabajadores y de la sociedad en general. Esta transparencia es un proceso social de aseguramiento de la calidad a la certificación ética, donde se desarrolla desde muchos ámbitos. Estos pueden ser ámbitos (profesionales, sindicales, políticos, etc.) y es un gran esfuerzo por mejorar a las organizaciones y las comunidades empresariales, en un mercado global donde el precio ya no es el único criterio de la economía y otros elementos como la calidad, el diseño, las condiciones laborales, etc. son cada vez más significativos a la hora de orientar el consumo. Este proceso evolucionó el "control de la calidad", aleatoria al aseguramiento de la calidad.

6


Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

4.4. Evaluación y certificación de la gestión de empresas éticas. Las normas certificables y evaluables de la gestión de empresas éticas son producto de las necesidades de la sociedad, en relación con los comportamientos sociales, económicos y medioambientales de la misma. Estas normas abarcan las áreas de gestión de la empresa y se basan en: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

Área de alta dirección Área de relaciones con los clientes Área de relaciones con los proveedores Área de relaciones con el personal propio de la empresa Área del entorno medio ambiental Área de relaciones con el entrono social Área de relaciones con el accionista Área de relaciones con la competencia Área de relaciones con los administradores

Por lo tanto, los empresarios participativos son los constructores de proyectos de empresa, en los que la cultura se sustituye a la racionalidad tecnocrática, al diseño cualitativo, a la eficacia inmediata, la adhesión a la coerción, y la dinámica común y la movilización individual, el cual depende de la participación de todos en el proyecto de la empresa y al esclarecimiento de los valores comunes. Para una empresa de excelencia un proceso en el que se reemplaza la coerción burocrática por los ideales compartidos. No bastan las transformaciones técnicas, ni las promociones internas, sino que implica un cambio de las mentalidades, modificar la relación del individuo consigo mismo y con el grupo, producir asalariados creativos, capaces de adaptarse y comunicarse. Partiendo de estas concepciones, las claves de la nueva racionalidad son: autoridad disciplinaria; enriquecimiento de responsabilidades, delegación de poderes y desburocratización; actitud de escucha y diálogo; medidas de redistribución de beneficios, políticas de formación permanente del personal; empresarios participativos y horizontales. 1. Capacidad creativa: la finalidad real de la empresa consiste en innovar y crear riquezas.

7


Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

2. Responsabilidad por el futuro: la necesidad de la gestión a largo plazo obliga a reconciliar el beneficio y el tiempo. 3. Capacidad comunicativa: toda organización precisa una legitimación social, que se "se vende" comunicativamente. El respeto a las normas morales es también un imperativo de relación pública, ya que es preciso crear un entorno afectivo. 4. Identificación de los individuos y de las empresas: inserción de los individuos en grupo y desarrollo del sentido de pertenencia. 5. Personalización de la empresa y generación de un capital de simpatía: sintonía con los consumidores, que les lleva a preferir esa determinada empresa y sus productos. 6. Cultura de la comunicación: la moral impulsa la creatividad de los especialistas de la comunicación y funciona como un útil de diferenciación y personalización de la empresa. 7. Cultura de la confianza: las imágenes de eficiencia han sido sustituidas por la confianza entre la empresa y el público, por ejemplo la imagen de responsabilidad social y ecológica de la empresa, con la que se trata de establecer un lazo de confianza entre la empresa y el público. 8. Cultura empresarial: implica compartir creencias que despiertan en las persona no solo como cosa moral, de un marco deontológico que ofrece por su cumplimiento ninguna recompensa a cambio, sino una moral de rentabilidad. La moral entendida de un peculiar modo, es económicamente rentable, porque cualquier empresa para sobrevivir, ha de disponer hoy de un sólido grupo de creencias sobre las que asentar su política y sus acciones. Es decir la cultura empresarial similar a la médica o ecológica configura formas de vida peculiares, cada vez menos opcionales para quien tenga afán de sobrevivir y triunfar.

8


Unidad IV: Rasgos éticos de la nueva cultura empresarial.

Referencias :

Cortina, Adela. (2004). Ética de la empresa. Madrid: Trotta. García Leal. Carmen. (2012). Recursos Humanos y Responsabilidad Social Corporativa. México: Mc Graw Hill. Isla, Carlos de la. (2000). Ética y empresa. México: Fondo de Cultura económica.

9


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.