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PLACARD Entre sedas y pieles
Las verdaderas súpermodelos Ya en los ochenta, tendríamos a toda una generación de súper modelos enfundadas en trajes de diseñador que cambiarían una vez más el modo de comprender la moda, y así mismo, el erotismo: Cindy Crawfrod, Naomi Campbell, Linda Evangelista y Claudia Schiffer: icónicas, voluptuosas y celebridades, cambiarían el modo de percibir el valor de la sensualidad frente al vestir, en los sueños de cualquier adolescente de la época.
La simpleza de la voluptosidad En los noventa, cerrando el siglo, la globalización comenzaría a generar fuertes contrastes sobre la percepción de lo erótico en el vestuario. Y así como el Reino Unido tendría la idea de Kate Moss, delgada y transgresora, convirtiendo los jeans y las camisetas blancas en algo sensual; en Colombia nos quedaríamos con una voluptosidad más generosa, y Sofía Vergara en diminutos trajes de baño bebiendo una Pepsi helada.
Hoy Con el tiempo, la globalización y el exceso de información visual le quitaría a lo sensual toda la ropa. Tal vez perdurarían los escotes profundos, los pantalones ajustados, la lencería, los tacones de aguja y los diferentes símbolos sexuales de días que la hiperconexión nos presenta