Tras una noche de insomnio y poco antes de entrar al atelier unpintor rompe con su rutina y emprende camino al río de su infancia. Allí un llamativo sueño lo pondrá a escribir. Autoimpulsado a bucear recuerdos cifra su esperanza en el incipiente texto esperando encontrar en él alguna clave que le permita salir de la repetición y del dolor que fondea su vida. Entre tanto surgen ideas sobre temas cardinales (la creación y la evolución, la imagen de la vida y la de la muerte) que intentará formalizar con la ayuda de sus mentores y maestros, queridos argonautas del saber, con la misma secreta finalidad de hallar una piadosa salida. Todo esto, sin embargo, lo devuelve al canal del drama
que entra en aceleración al aproximarse a dos cruciales episodios que tocaran su existencia para siempre: La amistad y
el amor, signados tempranamente por la tragedia. Como tantos argentinos de su generación el joven enamorado sobrevive
ametrallado en sus sueños y en sus afectos.