Una propuesta relevante y de gran ironía se plantea en relación a la situación política de Puerto Rico, en el video “La silla” del 2013, en donde un grupo de personas de diferentes generaciones, género y condiciones sociales, juega el “juego de la sillita” al ritmo de los himnos alternados de los dos partidos políticos mayoritarios de este país, buscando la manera de ganar o mantenerse dentro de la competencia. Temas como la utilización y explotación de las materias primas, las diferencias en cuanto poder adquisitivo y el saqueo como una herencia latente del pasado, se revisan junto a conceptos como el honor y la identificación con ideales nacionales. Dentro de esta línea, una obra como “Medalla para el tercer mundo” (2012) o igualmente “Prototaxis” (2013) pueden ser representativas. La relación directa con la historia de un país como Puerto Rico, se presenta como en una oportunidad para evidenciar los vínculos y las separaciones con las experiencias de vida de los distintos países latinoamericanos. Aquí, la similitud y el contraste son aspectos interesantes de valorar en cuanto a la identificación con algunas piezas. En este sentido obras como “Limbo” (2013) o “Picos y espuelas” (2013), parten de experiencias que se viven de manera distinta en una isla como en la que habita el artista y otro país con condiciones diversas, en este caso Costa Rica. Por un lado “Limbo” plantea la posibilidad del baile y la música calipso, bajo una estructura que sostiene la bandera que determina la relación que el espectador o participante pueden tener con ella. Así, Puerto Rico desde su situación geopolítica de aislamiento y dependencia con otros países, -un “limbo” como tal- y Costa Rica desde su propia realidad y situación política, muy en relación a la campaña electoral del momento y a los cambios políticos actuales. Por otro lado “Picos y espuelas” toma las peleas de gallos, que de forma ilegal y clandestina se mantienen en el gusto popular costarricense, contrastando con lo que es prácticamente entendido como un deporte nacional puertorriqueño, en donde la virilidad y el honor, están constantemente siendo referidos a esta lucha animal. Las posibilidades de reconfiguración de modelos sociales y procesos históricos, es lo que hace que las aproximaciones desde el campo artístico tengan aún sentido. La idea de hacer posible conseguir por lo menos una especie de cambio, se convierte en un acto de fe, que se apoya en la perseverancia y en el intento constante de lograr modificar lo inalterable. María José Chavarría Curadora MADC San José, febrero 2014
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