Vincent van gogh
En esta etapa de su vida el color fue cobrando en la obra de Vincent una autonomía propia, convirtiéndose más en un aspecto esencial de las cosas y no tanto una descripción física. Así, el color es el medio de expresión de su vida interior, de sus sentimientos, lo que le acerca en ese punto a otro movimiento artístico finisecular, el simbolismo. Ello se denota en su serie de los girasoles, donde destaca la fuerza cromática por encima de la mera descripción realista, ya que estas flores evocan la imaginación del artista, la fuerza expresiva de su temperamento artístico.
Jarrón con catorce girasoles Óleo sobre tela
Agosto, 1888
National Gallery
Londres, Gran Bretaña
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