
1 minute read
Carroña
Gabriela Verónica Cáffaro Lengua y Literatura. 4to 9na
Una vez sentí que mi cuerpo se iba a pudrir tirado, Que por más que me busquen no me iban a encontrar, Que agusanado y solo estaría ahí por mucho tiempo. Que lo encontrarían roto, violado, hundido en el barro y la mugre. Una vez sentí que ya era inútil defenderse, Que la suerte ya estaba echada, Que solo quedaba la muerte. Ya no luché y entregué mi cuerpo. Mi Alma no, mi Alma siempre fue mía, Dejé que golpe tras golpe todo pasara, Me desarmaron en mil pedazos, Me desmembraron en muchas partes, Fui muchas yo sin ser nadie. Me esparcí en el viento y lloré con la lluvia, Me impregné en el aire que quemaba. Una vez desaparecí del mundo, Dejé de ser humana, porque me convirtieron en animal, En tierra, en podredumbre, en vacío. Una vez me perdí y nadie me encontró, Solo me consumí bajo el sol en ese rincón. Lo supe, lo supe todo el tiempo, Lo supe en el primer tironeo, en el primer golpe, En mi ropa arrancada ,en el frío del revólver. Supe que no iba a volver, que nadie me iba a encontrar, Que mi cuerpo sería comida para los gusanos. Que este descampado sería mi mortaja. Lo supe y al principio lloré y no quise, Pero luego me dejé, luego me dejé, Me dejé usar, me dejé matar, me dejé morir, Me dejé ahí perdida, descomponiéndome entre las hojas, Me dejé hecha pedazos. Me dejé, eso es lo que dicen. Que me dejé por puta, Que me dejé porque me gustaba, Que me dejé porque me lo busqué, Me dejé y acá estoy, hecha un mar de gusanos y culpas, todos son míos, los gusanos y las culpas, Todos son míos…. Porque me dejé… “La muerte atrapa a una mujer” Käthe Kollwitz.Alemania, 1934
Advertisement