
Mucha gente se acercó a Jesús «y [Él] los sanó.

La multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel».
MATEO 15:30-31, rvr 1960

Mucha gente se acercó a Jesús «y [Él] los sanó.
La multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel».
MATEO 15:30-31, rvr 1960
Una mujer estaba enferma; tenía fiebre alta.
Jesús «reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía».
«Todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba».
LUCAS 4:39-40, rvr 1960
Un hombre ciego gritó: «—Señor, quiero ver.
—¡Recibe la vista! — Jesús le dijo — tu fe te ha sanado.
Al instante recobró la vista. Entonces, glorificando a Dios, comenzó a seguir a Jesús».
LUCAS 18:41-43, nvi