Y debe de ser Sublime... (with Rome) Por Emilia Perujo Lavín
Tras su “reunión” en el Smokeout Festival a finales del 2009, Sublime with Rome empezará su pequeña gira de seis presentaciones en abril. Después de catorce años de la creación de uno de los discos más emblemáticos de su década, Sublime (1996), del que Bradley Nowell, muerto pocos meses antes, no presenció ni el lanzamiento. INXS, Nirvana, Alice in Chains, Blind Melon, por nombrar algunos que recuerdan a sobredosis y suicidios noventeros. Los catorce años posteriores a la muerte de Bradley Nowell, Sublime siguió vivo con discos de canciones inéditas, recopilaciones, colecciones de videos, tributos que reúnen a la música de California desde Los Lobos y Ozomatli hasta No Doubt. Sin duda el éxito y vigencia de Sublime es causa de Bradley Nowell, de lo que dejó para que se hiciera en su ausencia -como el video de Santeria en que aparece como un fantasma-, y de Eric Wilson y Bud Gaugh por mantenerse fuera de escena. Finalmente Sublime ha existido con el fantasma de Nowell y ese es uno de sus atractivos. Después de esta historia de tributos, surge Sublime with Rome. Independientemente de los largos pleitos legales por el nombre, registrado por Nowell y defendido por sus familiares, es difícil entender que esta haya sido la elección ¿Sublime with Rome?, ¿Seguirán tocando los éxitos de Sublime hasta el cansancio? Como dan cuenta las tan solo seis fechas de la gira, no parece una estrategia para atraer seguidores, parece más bien que después de catorce años no hay nada más que hacer dentro de este género musical, y que el nombre Sublime tiene tanto peso que habrá que quitárselo transformándolo en una idea tan poco original. O será que Rome Ramirez, nuevo vocalista, a sus veintidós años, esté sintiendo lo mismo al cantar Pool Shark. Now I've got the needle and I can shake but I can't breathe/ I take it away but I want more and more/ One day i'm gonna lose the war.
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