Las ediciones de la Gaceta Letra Suelta cada semestre ya son toda una tradición académica en la Facultad Humanidades, C-VI de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), un espacio que permite a la comunidad universitaria expresarse a través de las letras y la imagen, y ahora desde esta gestión es nuestra responsabilidad continuar y reforzar las distintas expresiones académicas y culturales de nuestra comunidad, y así generar espacios para fomentar el pensamiento creativo, crítico y la reflexión.
En esta ocasión, a través de este espacio quiero pedir a toda la comunidad de la Facultad de Humanidades se sumen al trabajo que ha comenzado el pasado 09 de septiembre en esta nueva gestión de la dirección 2024-2028. Para que entre todas y todos logremos seguir consolidando las actividades de nuestra Facultad.
Queremos agradecer a las y los colaboradores que, con su talento y dedicación, han hecho posible esta publicación. Y también a todas y todos los participantes, pues sus voces, tan diversas como las realidades que representan, son el reflejo de una Facultad que se esfuerza por ser un espacio inclusivo y enriquecedor. Por último, agradecer el siempre comprometido esfuerzo del Dr. Noé Martín Zenteno Ocampo por la guía que cada semestre le da a cada estudiante de la Licenciatura en Comunicación para lograr esta publicación. Juntos, podemos construir un espacio académico que
siga fomentando el diálogo, la innovación y el compromiso social.
Invitamos a nuestras y nuestros lectores a sumergirse en las páginas de esta gaceta, a dialogar con los textos y a dejarse inspirar por las ideas hechas fotografías que aquí se presentan. Que cada artículo, poema o ensayo sirva como un peldaño en el camino hacia un mundo más justo y consciente. La pluma es un instrumento poderoso. En nuestras manos, puede ser la chispa que encienda el cambio trasformador.
“Por la Diversidad de Saberes. Unidad para el Desarrollo Académico, Social y Humanista” “Por la Conciencia de la Necesidad de Servir”
Dra. Danae Estrada Soto Directora de la Facultad de Humanidades.
Letra Suelta XXIII
Rector de la Universidad Autónoma de Chiapas
Dr. Carlos Faustino Natarén Nandayapa
Directora de la Facultad de Humanidades
Dra. Danae Estrada Soto
Secretaria Académica
Dra. Guillermina Vela Román
Secretaria administrativa
C.P.C. Roberto Cárdenas de León
COORDINACIÓN DE
Bibliotecología y Gestión de Información y Enlace PSU
Dr. Arquimedes Rosemberg López Garcia
Comunicación
Dr. Moisés Emmanuel Trujillo Zozaya
Lengua y Literatura Hispanoamericanas
Mtra. Yadira Rojas León
Pedagogía
Mtra. Jesica Cahuaré Arce
Tecnologías de Información y Comunicación Aplicadas a la Educación
Dra. Alejandra Camacho Camacho
Coordinación de: Investigación y Posgrado
Dra. Marisol Garcia Cansino
Atención a Estudiantes
Dra. Norma Aurora Becerril Pérez
Comité editorial Letra Suelta
Mtra. Yadira Rojas León
Mtra. Jessica Cahuaré Arce
Dr. Moisés Emmanuel Trujillo Zozaya
Dr. Fernando Rey Arévalo Zavaleta
Mtra. Rebeca Rosales Castro
Mtra. Cassandra Fabiola Vargas Flores
Mtro. Marco Antonio Morales Urbina
Mtra. Giselle Paulina Domínguez Pérez
Dr. Sarelly Martínez Mendoza
Comité de foto de portada
Dr. Jorge Champo Martínez
Dr. Dorian Flores Reyes
Lic. Albert Palacios Hernández
Asesor de la gaceta y profesor de la materia Edición de publicaciones
Textos: Missa Yareth de Paz Méndez, Diana Laura Maldona Escobar, Carlos Rodrigo Almazán Ortiz, Mariana Guadalupe Gutiérrez Figueroa, Víctor Abel Mijangos López, Diana Laura Maldonado Escobar Diana, Susana Hernández Cordero, Esteysi Pérez Galdámez, Cielo de los Angeles Manga Grajales, Elizabeth Alondra Hernández Vázquez, Nancy Janet Gómez Sarmiento Francisco, Alejandro Michel Torres, Pricila Guadalupe Marín Hernández Dulce María Jiménez Martínez, Víctor Abel Mijangos López, Yazmin López Albores, Zimrhy Sylvana Gil Matuz, Luis Angel Cen Alvarado, José Manuel López Méndez, Octavio Alexis Salazar Zavala, Lorrimen Alvarez Torres, Alejandra Burguete Gutiérrez, Valeria Grajales Rodríguez.
Fotografías: Carlos Eduardo Ruiz Gómez, Roberto Iván Méndez
Bolom, José Daniel Cordova Feliciano, José Eduardo de la Cruz Zuñiga, Francisco Alejandro Michel Torres, Lyam Isai Alfonso
Pérez, Karla Judith Solís Sánchez, Luis Gabriel Ortiz Santiago, Eduardo Cortes Ruiz, Francisco Ramón Herrera Hernández, Jonathan de Jesús Magaña López, Yhatjaira Jhoseline Córdova López, Duilio David Zapoteco Alvarado.
El tiempo paró desde el día que me mostraste el último amanecer...
Alejandra Burguete Gutiérrez/Lic. en Comunicación
Estoy atada, el amarillo no es tan brillante desde que las últimas huellas de tu presencia fueron borradas por la brisa del tiempo. Las rosas rojas del campo minado que protegía tu corazón quedan en el pensamiento de las cenizas del prado eternamente negro, donde nunca amanece. El tiempo paró desde el día que me mostraste el último amanecer, todo es blanco y gris cuando las cascadas dejan caer tu recuerdo a un pozo sin fin. Aún tengo en la mano tu alma herida, amarillo… qué lindo color, tan lindo como el día que pintaste el cielo de él.
Ilustración: Elizabeth Alondra Hernández Vázquez
ÉL SOY NADA
Él es mi fuerza, mi guía y mi razón...
José Manuel López Méndez/Lic. en TICAE
Sin él, no soy más que polvo en el viento, Una sombra que vaga sin rumbo ni aliento. Él es quien llena mi alma de vida y de alegría, cuando me alejo, me pierdo en la nada. Mi alma se apaga, mi fe se debilita, soy débil e insignificante.
Sin él, mi vida no tiene sentido, porque su amor es el que me sustenta. Él es mi fuerza, mi guía y mi razón, Todo lo que tengo es gracias a su bendición.
Por eso lo busco, lo sigo y lo amo. Sin él simplemente no soy nada. Pero con mi Dios en mi vida, todo es posible; Su luz me guía, su paz me llena En su presencia hay plenitud de gracia.
Foto: Yhatjaira Jhoseline Córdova López
A
veces, cuando escucho atentamente, creo oírte en la marea...
Dulce María Jiménez Martínez/Lic. en Lengua y Literatura Hispanoamericanas
A veces siento que te pierdo, que te me escapas de las manos, como arena fina que el viento arrastra, imposible de retener, desvaneciéndose con cada intento de atraparla.
El castillo se desmoronó en silencio, sin avisar, sin dar indicios cuando cada pared caía.
¿Fue mi culpa, o simplemente fue el mar reclamando lo que por derecho es suyo, lo que le pertenece?
A veces, cuando escucho atentamente, creo oírte en la marea, como si el mar me regresara un poco de ti en cada ola.
Quizá estoy loca, pero prefiero creer que nunca elegirías convertirte en polvo, que no tenías la intención de dejar la orilla vacía.
ORILLA VACÍA
Ilustración: Kristina Monserrat Alcocer Hidalgo
Letra Suelta XXIII Ser
Mariana Guadalupe Gutiérrez Figueroa/Lic. en Comunicación
Quién lo diría, que aquello que siempre anhelé estaría frente a mí en un santiamén. Pero, ¿Por qué verlo es difícil?
No me da satisfacción, si antes procuraba correr para obtener lo que ahora es cuestión.
Quién lo diría, he cambiado y aunque me es difícil de creer, no lo puedo aceptar, negar lo que juré toda mi vida no olvidar y preservar.
¡Basta de interrogantes! Ya no quiero aparentar, pertenecer a la sociedad, mentir y engañar.
¿Es un personaje o un escudo para mí? cualquiera que sea la respuesta ¡no me interesa!
Que no me comprometo a seguir en esto lo que se supone que es… que es la respuesta a la vida perfecta.
Una falacia, ¡lo sabía! Me miro en el espejo y no reconozco al sujeto que se aprecia en el reflejo. ¿En qué me he convertido?
En un objeto de supuestas realidades y trampas o en lo que es socialmente aceptable pero que, personalmente, no me llena y me mata.
Huyendo del peligro y ¡mira! Quién lo diría, que a la única persona a la que le haría daño era solo a mí misma.
Ya me cansé, paremos de suponer, de fingir y solo dejemos, ser.
Foto: Duilio David Zapoteco Alvarado
Siete veces quería fueras tú, siete veces te elegí y siete veces no lo harías tú...
Diana Laura Maldonado Escobar / Lic. en Comunicación
No quería irme
Te amaba demasiado
Con un amor que en silencio crecía, Sin promesas y esperanzas.
Quería hacerte feliz
Quería que fueras tú, siempre tú Siete veces quería fueras tú, siete veces te elegí y Siete veces no lo harías tú.
El amor por ti fue sincero, Eras mi persona. Iluminabas mi vida cada día, y tu compañía siempre fue alegría.
Me dolió en el alma, pero entendí
Que era hora de dejarte ir con ese amor que un día sentí.
Tal vez nunca nos olvidemos, Tal vez, en otra vida, Tal vez me puedas elegir, Tal vez me puedas amar.
Amor, aunque el tiempo pase, Tú serás mi siempre, mi siete veces, mi lugar, mi instante y mi “aún te amo”.
Ilustración: Kristina Monserrat Alcocer Hidalgo
Lo inevitable
Víctor Abel Mijangos López/Lic.
Primero te sacan de un túnel carnoso sofocante y lloras ante tanta luz y tantos ojos y tantas manos y tienes lagañas de sangre seca y un lenguaje indescifrable metido por los oídos Luego creces palpas el suelo con las manos y las rodillas luego con los pies y ya nunca más con las manos y las rodillas Luego un día o varios días o una infancia en el camino de vuelta a casa ellos te dicen: esta es tu ciudad este es tu hogar estos son tus padres esta tu cara, tu cuerpo este tu país aquí vivirás, crecerás, morirás, y piensas: está bien muy bien; pero cuando el recreo termine y en tus ojos aparezcan sombras y los juguetes ya solo sean plástico y los parques ya solo sean bancas y tu padre ya solo sea un hombre y tu madre solo una mujer
en Comunicación y tu casa un cajón en una bodega y la risa un anhelo y la rabia un pulso en las venas y las lágrimas un cauce retenido y el idioma heredado un garabato con colmillos y tu país un desierto poblado y la infancia un ave esquiva o muerta o perdida entonces pasará una cosa u otra: lo amarás o lo odiarás y lo inevitable de tu decisión te caerá con todo el peso de tu herencia: esta vida, tu vida este cuerpo, tu cuerpo.
Foto: Duilio David Zapoteco Alvarado
Nunca mi cuerpo una cosa agitada, bullendo un estallido contenido...
Víctor Abel Mijangos López/Lic. en Comunicación
Nunca yo entre las luces nunca yo una vena del bullicio nunca mi voz ahogada por altavoces nunca mi cuerpo una cosa agitada, bullendo un estallido contenido, alzándose laxo y puro y drenado sobre las gentes y las voces y las baterías Nunca mi risa despedida como a través de nada Nunca un brote genuino y disparado nunca mis ojos vistos por tantos ojos mis manos entrelazando tantas manos Nunca la mente vacía de fantasmas y miedos Y una chica como el punto final del tiempo nunca aspirar el silencio: un aire frío nunca la solemnidad de las calles nunca la ciudad durmiente y yo con mi espacio extasiado nunca la noche como un órgano palpitante Como un augurio de deseos un dios complaciente nunca los abrazos el humo compartido la risa alimentada nunca yo y la noche y las luces y los danzantes y la rebeldía nunca yo y el éxtasis y la alegría nunca yo y el fulgor esa fiesta compartida.
Ilustración: Kristina Monserrat Alcocer Hidalgo
Tumbalá en mi piel
José Manuel López Méndez/Lic. en TICAE
En cada esquina, en cada jornada Tumbalá vive en mí, aunque esté alejada...
Soy de Tumbalá, donde el cielo se enreda en las montañas y las nubes descienden en la madrugada.
Pero el destino me trajo a otro rincón, Las Margaritas me abrió el corazón, Aquí camino, siembro y sueño con el eco de mi tierra, soy de la montaña, pero aquí florezco, llevo mi origen en cada gesto.
En cada esquina, en cada jornada Tumbalá vive en mí, aunque esté alejada. En Tumbalá están mis raíces profundas, Donde el viento canta y la niebla inunda. Y aunque hoy mis pasos anden lejos, Llevo en mi alma aquellos reflejos
Dos tierras me llaman, dos me definen. Una me vio nacer, la otra camina conmigo. Soy tumbalteco de corazón sincero Y en Las Margaritas, sigo mi sendero.
Me enseñaste que se ama con el alma, no con el corazón...
Octavio Alexis Salazar Zavala/Lic. en TICAE
Te agradezco, no por haber dicho que no, sino por hacerme creer de nuevo, por mostrarme que aún se puede amar, no igual, pero con un matiz nuevo, porque cada amor toca el alma con una caricia especial.
TE AGRADEZCO
Cada alma que cruzas en tu camino es un universo único, diferente.
Me enseñaste que se ama con el alma, no con el corazón.
El corazón, vital órgano, late en nuestro pecho, pero sin alma, el ser humano pierde su esencia, su razón.
Y aunque este mundo es vasto, no hay nada más hermoso que sentir el poder de amar a alguien, ese hallazgo en medio del caos, es el tesoro más puro que puedes encontrar.
Aunque algunos lo duden, y tal vez tú te cuestiones, hicimos el amor tantas veces, pues hacer el amor no es sólo el roce de dos cuerpos en pasión, es el momento en que entregas tu ser, tu tiempo, tu esencia, a quien lo merece, a quien lo necesita.
Te agradezco, no por decirme que no, sino por abrirme un mundo nuevo, uno en el que pensé que ya no podría existir: el mundo del amor.
Foto: Yhatjaira Jhoseline Córdova López
Cuando el tiempo llama
Por Nancy Janet Gómez Sarmiento / Lic. en Comunicación
Nunca se es realmente consciente de lo que trae consigo el significado de “la muerte”. ¿Un proceso natural? ¿Separación de alma y cuerpo? La llaman la culminación de las experiencias, el fin de un ser que pudo traer grandes maravillas consigo o pudo crear grandes problemas.
Tal vez, cuando se es pequeño, uno no se detiene a pensar seriamente, lo que conlleva aquello a lo que los adultos parecen temerle, casi respetarle; se es un niño, no hay tiempo para pensamientos complicados, es hora de jugar.
Cuando se atraviesa la tormentosa edad de la adolescencia, estamos tan enfrascados en nuestras propias dificultades como para detenernos a analizar lo que significaría nuestro deceso, aunque hasta esa edad uno ya ha experimentado pérdidas significativas, desde una fiel compañía de cuatro patas hasta aquellas personas de piel arrugada y olor nostálgico que estaban más que dispuestos a levantarse de sus asientos, aún con el dolor en sus desgastados huesos y todo para poder jugar con nosotros.
Uno todavía es joven, están las experiencias que se sobreponen a los pensamientos tristes de la ausencia, es temprano para preocuparse, necesitamos comernos el mundo, vivir todas las maravillosas experiencias que tanto observamos en redes digitales o escuchamos de las anécdotas de nuestros padres. Vemos partir a gente que, a pesar de jamás conocerlos en persona, uno siente esa cercanía como si hubiese sido un familiar que te veía
crecer, grandes artistas que dejan un legado en el plano terrenal.
¡Oh! Ahora sí es tiempo de pensar… ¿Y si yo me voy, qué legado puedo dejar en este mundo? No soy famoso, no soy influyente ni he contribuido a la sociedad como para que tras mi partida todos me recuerden con fervor.
Solo soy un simple humano, llevando una vida ordinaria, no soy nada extraordinario y no creo lograr serlo.
La muerte ya empieza a preocuparnos, empezamos a temerle, la gente va alejándose cada vez más y tan rápido como si fuera una amarga cachetada de la propia vida, un duro recordatorio de “¡Hey! ¡Atento! El tiempo se termina”.
¿Es triste tener que recurrir a las obras de artistas, a las fotos de tus familiares o a anécdotas de conocidos solo para no olvidarlos? No, no lo creo, de alguna manera todo lo que realizamos en esta vida será recordado, uno más que otro.
¿Y los que perdieron a sus familiares? ¿Qué tal de los que vagan en las calles? ¿De aquellas personas que jamás fueron identificadas? A veces la vida puede ser cruel, injusta…
Las personas buenas son arrebatadas de este mundo, personas inocentes sobreviven infiernos que ellos no pidieron vivir, uno por pecador pagan todos. Seres tan jóvenes son alejados abruptamente, no hay experiencias por delante, no hay metas por cumplir, pues el tiempo les ha llamado, algo prematuro, pero así es.
Tal vez no era esta la vida que estaban destinados a vivir, en la siguiente todo puede ir mejor, a final de cuentas, las cosas pasan por algo.
Seguramente, entre esos momentos de diversión que teníamos cuando niños, hubo ese sentimiento incapaz de describir, pero prevalecía ahí, un miedo a algo que no podíamos ver ni sentir, no sabíamos exactamente lo que era la muerte… Pero el pensarla era escalofriante.
Nadando en un mar de desesperación e incomprensión, los adolescentes son seriamente conscientes de lo que es la muerte y hasta se puede llegar a pensar en dejar de nadar sobre aquellas aguas turbulentas para poder tener un descanso.
Date un vistazo, somos adultos ahora.
¿Hemos hecho ya algo que podría vivir en la memoria de todos?
¿Le tenemos miedo a la muerte o hemos aceptado que es un destino que nadie puede evitar?
Existe algo que es cierto, algo que decía mi abuelo antes de ser llamado; “Silenciosa puede ser la que viste de negro y anda en penumbras, casi nunca la verás llegar, puede que te dé pequeños avisos, sin embargo, jamás sabrás cuándo ni dónde te tocará, no importa si se es viejo, joven o muy pequeño, para la muerte no existe distinción”
“No le temas al lugar al que vayas, la muerte ya tiene escrita dónde darás tu último suspiro”
Es demasiado pronto para preocuparnos, haremos historia con nuestra sola existencia, si quieres cambiar al mundo ¡Está perfecto! Si quieres vivir de manera tranquila ¡Eso es genial!
No tendremos un aviso de cuándo será nuestro turno de recibir el llamado, o cuándo uno de nuestros seres cercanos podrán dejarnos atrás.
Así que, ¡solo vive! Perdona, ama, ríe, diviértete a tu manera, expresa tus emociones, sé libre, sé feliz.
La vida es tan minúscula como para estar llenos de odio.
Ilustración: Kristina Monserrat Alcocer Hidalgo
Mi experiencia como estudiante en la Universidad de Jaén
Las cosas que menos te esperas son las mejores que pueden pasar...
Missa Yareth de Paz Méndez / Lic. en Comunicación
Entre las mejores oportunidades que brinda la Universidad Autónoma de Chiapas, se encuentra la opción de intercambio académico, tanto nacional como internacional, lo que contribuye a que los alumnos tengan un mejor desarrollo estudiantil y que descubran más opciones para poder desenvolver sus habilidades.
Una de las alumnas afortunadas de vivir esta experiencia es María Belén Barrios, de 22 años quien actualmente estudia la Licenciatura en Comunicación y que gracias a la UNACH y su esfuerzo se encuentra en la Universidad de Jaén ubicada en Andalucía, España.
María se encuentra cursando la carrera de Historia del Arte, y para su sorpresa se ha encontrado con un ambiente favorable, señala que "las instalaciones están perfectamente equipadas, con bibliotecas bien abastecidas y espacios de estudio modernos que facilitan la investigación y el trabajo en equipo", además recalca cómo la infraestructura digital también es de primer nivel, lo que les permite acceder a bases de datos internacionales y, por ende, les lleva a profundizar más hacia el estudio del arte Europeo.
Esto no sería posible sin el apoyo de los docentes quienes han demostrado un alto nivel de conocimiento y pasión por su labor. Belén señala que las clases han sido increíblemente enriquecedoras, con un enfoque tanto teórico como práctico que incluye vi-
sitas guiadas a museos y monumentos históricos, lo que ha hecho que su aprendizaje sea mucho más dinámico y significativo, esto fomenta que las clases sean interactivas y aumenta la participación de los estudiantes.
"Lo que más me ha impresionado es la cercanía de los profesores con los alumnos, siempre dispuestos a ofrecer orientación y aclarar dudas, lo que ha hecho que la experiencia de aprendizaje sea muy personalizada", dice.
Belén comparte la importancia de realizar un intercambio ya que representa una oportunidad única de adquirir herramientas que se pueden aplicar en la carrera y en la vida futura, además que expande los horizontes y perspectivas culturales, asegura que los conocimientos adquiridos en la Universidad de Jaén, sin duda serán una base sólida para su desarrollo profesional, Belén añade, "esta experiencia no solo me permitirá crecer en el ámbito académico, sino también me hará explorar más sobre España, conociendo sus diversas regiones, cultura, tradiciones y patrimonio artístico".
Al igual que Belén, tú también puedes formar parte del intercambio académico, si estás interesado consulta los requisitos en la página oficial de Coordinación General de Relaciones Interinstitucionales donde encontrarás información detallada sobre el proceso para solicitar tu movilidad UNACH.
Un país, dos perspectivas
Estudiantes de comunicación de la UNACH en Inglaterra
Missa Yareth de Paz Méndez/ Lic. en Comunicación
Semestre tras semestre muchos estudiantes de la UNACH tienen la oportunidad de realizar sus estudios en una universidad de otro estado del país o incluso en el extranjero, este proceso se conoce como intercambio o movilidad estudiantil. Muchos han sido los casos de éxito donde los que viven esta experiencia relatan que ha sido fascinante. Este semestre no ha sido la excepción, pues dos estudiantes de la Licenciatura en Comunicación que actualmente cursan el séptimo semestre realizaron su intercambio a Farnham, Surrey, Inglaterra, donde se encuentra la University for the Creative Arts (UCA).
Itzel Vásquez Nuñez
“Realizar la movilidad a UCA es una gran oportunidad para quienes están interesados en el mundo del arte”, resalta Itzel, además señala la libertad que le dan a los estudiantes en cuanto a lo creativo, de igual forma los motivan a que sean autodidactas para que se superen a sí mismos. Manifiesta sentirse afortunada y muy agradecida por lo que está viviendo, sobre todo por estar en una universidad donde la multiculturalidad está presente pues puede relacionarse con personas de todo el mundo; menciona que “todos son muy sociales y están dispuestos a apoyarse mutuamente”.
Fofo: Itzel
Vásquez Nuñez
Fofo: Itzel Vásquez Nuñez
Letra Suelta XXIII
Algo que Itzel enfatiza es la preocupación por parte de la universidad hacia sus alumnos puesto que cuenta con programas de apoyo a la salud mental así como diversas actividades extracurriculares. Finalmente añade querer aprender más pues UCA cuenta con excelentes instalaciones y recursos para potenciar el aprendizaje de cada alumno.
Miranda Pérez Virgen
El otoño se ha convertido en una experiencia divertida y alocada para esta alumna que ahora cursa sus materias en el Reino Unido, menciona haber sentido nervios pero también orgullo por ser una de las primeras estudiantes mexicanas que llegan de intercambio a ese país. Cuenta que desde su primer día en UCA observó cada rincón del campus, desde sus modernas instalaciones hasta sus acogedores espacios de estudio, “reflejan un compromiso con la educación de alta calidad” reitera.
Desde profesores altamente capacitados hasta la diversidad de enfoques y métodos de aprendizaje son de las cosas que más le ha satisfecho de esta universidad, “me ha retado a salir de mi zona de confort y ha involucrarme activamente en discusiones y proyectos, lo que ha sido tanto emocionante como intimidante” confiesa Miranda. Además agrega que “estar en UCA ha hecho que cada día se vuelva único, este desafío es una de las mejores decisiones de mi vida”.
Las perspectivas son similares en cuanto al asombro que generó en estas dos alumnas el llegar tan lejos y toparse con todo lo que ofrece la University for Creative Arts, aunque cada una tiene una opinión distinta, sin duda es una experiencia que están disfrutando al máximo.
Fofo: Itzel Vásquez Nuñez
Fofo: Miranda Pérez Virgen
Dra. Emy Josefa Robledo Villatoro
Una historia de vocación y resiliencia…
Missa Yareth de Paz Méndez / Carlos Rodrigo Almazán Ortiz / Lic. en Comunicación
Se paró sobre el andador que lleva hacia la higuera y muy tranquila colocó su bolso sobre las piedras, dijo estar cómoda ahí pues la naturaleza le daba tranquilidad y los lugares cerrados no le parecían lo más adecuado para la entrevista. Portaba un vestido hermoso de manta bordada, con un sombrerito café muy particular, mencionó que vestir con ropa típica le satisfacía ya que así apoyaba a los artesanos locales.
Emy Josefa Robledo Villatoro, es originaria de un pueblito entre las montañas llamado Pacayal, en el estado de Chiapas, el cual es muy bonito y pintoresco según narra. Con un profundo anhelo por regresar a su pueblo, recuerda la última vez que estuvo ahí, extraña visitar la casa que sus padres le heredaron, ya que hace año y medio que no ha ido debido a los conflictos de esa zona. A los 12 años se mudó a vivir a La Trinitaria donde estudió la secundaria y preparatoria, etapa que recuerda como la más bonita de su adolescencia. Menciona que si hubiera habido universidad ahí también se hubiese quedado pues ya tenía muchas amistades, a parte el calor de Tuxtla Gutiérrez le parecía sofocante.
Una vida dedicada al estudio
Antes de dedicarse a la docencia su primera opción fue estudiar psicología. Logró pasar el examen general, sin embargo, no pudo aprobar el psicométrico. Fue así como, por recomendación de una prima, optó por entrar a la carrera de pedagogía sin saber realmente de qué se trataba y a
pesar de los comentarios negativos que llegó a recibir. Además, en aquellos años solo existía un grupo dedicado a esa licenciatura y era del turno vespertino, ubicado en el edificio Maciel en el centro de la ciudad. Recuerda que al principio le fue complicado hacer clic con sus colegas pues sus compañeros eran mayores y ya eran profesores de primaria y sus compañeras aún tenían 18 años como ella.
Posteriormente realizó un curso de verano en la Normal Superior del Estado y después se fue directo a estudiar la nivelación pedagógica ya que se quería ahorrar los años de estudio y ser directamente maestra con plaza asegurada aunque la condición era estudiar los fines de semana para nivelarse a una licenciatura. Sin embargo, gracias a las exigencias de su madre quien le dijo que si no regresaba con un título no tendría entrada a su casa, fue así como se vio obligada a seguir con la Licenciatura en Pedagogía en la UNACH.
Para su fortuna, los semestres posteriores fueron más amenos pues se hizo de amistades y entre las cuales se encontró un amigo que le brindó la oportunidad de trabajar cubriendo interinatos en escuelas primarias. Con gran emoción recuerda que le iba muy bien económicamente en esos años pues ganaba tanto como para salir a divertirse con sus amigas. Así se mantuvo durante varios semestres, ya que estudiaba al mismo tiempo que adquiría experiencia laboral.
Letra Suelta XXIII
De las experiencias que más recuerda trabajando fue cuando cubrió interinato en la colonia Las Granjas, estuvo ahí por tres años debido a la invasión que había en aquel entonces lo cual demandaba más profesores en esa zona, aunque menciona que la llegada era complicada pues tenía que caminar más de donde la dejaba el transporte público, y en tiempos de lluvia era un caos llegar a su trabajo. Sin embargo, los problemas de este tipo siempre los recuerda con humor.
Devuelta a la UNACH
Tiempo después de graduarse como pedagoga, por azares del destino se encontró a un ex maestro con quién había tenido conflicto por cuestiones internas durante su estancia como estudiante en la universidad. Para su sorpresa él ya se había convertido en director de la Facultad de Humanidades, y gustoso le ofreció una vacante estable en dicho lugar. Al principió lo dudó pues antes había re chazado una oferta laboral que la llevaría de regreso a su pueblo Pacayal (lejos de su en tonces pareja) aunque la diferencia de esta oportunidad era que podría hacer su proceso de titulación completamente gratis. Esto últi mo la convenció y tomó la oportunidad, aun que recibía un pago menor al que percibía antes, pero esta vez tenía muchas ganas de lograr sus objetivos.
Trabajaba durante la mañana y en la tarde se dedicaba a realizar su proyecto de tesis. Logró titularse en el lapso de un año y pos teriormente entró a trabajar dando clases en Ciencias de la Comunicación, carrera que apenas iba iniciando y en la cual la demanda era muy alta. Cuenta cómo los alumnos esta ban muy interesados por esa área pues esta ban muy metidos en los medios de comuni cación como el periódico, radio y televisión.
Semblanza
En el año 2002 llegó a tener 12 horas de clases, tiempo que le fue más difícil ya que le distribuían sus horas de lunes a sábado, aún así resistió pues se mantuvo optimista, se decía así misma que sería algo temporal y que era cuestión de resistencia.
Mientras tanto por la mañana daba clases en el colegio de niñas en el instituto Fray Víctor María Flores, también trabajó en secundarias en el departamento de Orientación Educativa y daba clases de lo mismo. Fue hasta el 2002 que tuvo la oportunidad de trabajar en CECyTECH donde llegó a obtener una subdirección académica por seis meses y de ahí logró estar como directora de vinculación, es algo que recuerda como una de sus experiencias más formativas; cuenta que había 32 planteles de los cuales llegó a conocer 30 permitiéndole
Foto:
Mautxey
Pérez Espinosa
Semblanza
Además, estar en CECyTECH le permitió coordinar la creación de Proyectos Productivos Educativos ya que eran carreras técnicas las que se impartían ahí, los proyectos tenían que ver con el área de formación de los alumnos. Posteriormente se inscribió a una convocatoria de la PROMEP en la que participó para obtener una plaza de tiempo completo además de una beca por un año.
Un perfil de vocación
Después de estar varios años en Ciencias de la Comunicación la cambiaron inesperadamente a Pedagogía con el argumento que era más apto para su perfil. La doctora Robledo notó un cambio en cuanto a las diferencias de los alumnos, pues veía que los estudiantes de Comunicación tenían una mejor estabilidad económica a diferencia de sus nuevos alumnos; “la mayoría venía de comunidades rurales y familias campesinas mientras que los comunicólogos de padres profesionistas”, explicó.
A pesar de las dificultades que notaba, sobre todo después de la pandemia, pues afirma que “los alumnos tienen un bajo rendimiento académico, llegan a clases con poco ánimo y realizan las actividades solo por cumplirlas”, sin embargo comprende esta situación pues cuando ella era estudiante aprendió conforme a las necesidades que le fueron surgiendo, por ello al estar ya como catedrática se vio obligada a actuar a la altura académica estudiando una Maestría en Educación Superior dentro de la Facultad de Humanidades, “algo que yo le digo a los pedagogos es que nunca deben dejar de leer, actualizarse y estar preparados ante cualquier diálogo” comentó. Posteriormente estudió un doctorado, el cual no terminó debido a que estaba embarazada “gracias a Dios logré embarazarme, a pesar de que fue
Noviembre, 2024
complicado, ahora tengo a una hermosa niña de 14 años”, expresó con una sonrisa. No conforme, revalidó las materías que había cursado en el programa del doctorado en una escuela particular de la ciudad. Así el calorcito de Tuxtla se volvió más ameno acompañado de su familia y un trabajo que le brindaba estabilidad.
Un recordatorio a la juventud
Debido a la pérdida de su madre que ha sido el dolor más grande que ha tenido, ve la felicidad como algo efímero “si ustedes sienten ser las personas más felices vivan y disfruten la vida, si quieren viajar, comer o dormir en un buen hotel háganlo; el mañana no existe” dijo exhortando a la juventud a que no pierda el tiempo, pues la vida, en un segundo, puede dar una vuelta de 180 grados, “¡disfruten la vida con responsabilidad, construyan su proyecto de vida y luchen por él!” recalcó la doctora Robledo efusivamente pues cree que con dedicación y esfuerzo todo puede lograrse.
3) Héctor Samuel Meneses Moguel Lic. Comunicación 4) Francisco Alejandro Michel Torres Lic. en Cominicación
Antes de partir
Luis Angel Cen Álvarado / Lic. en omunicación
Ingresé un cinco de agosto de dos mil diecisiete y finalicé el quince de noviembre del dos mil veinticuatro. Siete años, quince semestres, varios docentes, cincuenta y cuatro asignaturas, nueve docentes repetidos y tres asignaturas reprobadas en mi desarrollo académico. Variedad de alumnos, pocos amigos y aliados, una misión dada por alguien que ya descansa en paz y con ello, un propósito de vida.
En mis años de universidad (al igual que quienes estuvieron conmigo) Pasé por un terremoto de 8.2 que sacudió a Chiapas, por dos cambios de presidente y fue noticia mundial, un sexenio, tres estrenos de películas de superhéroes que eran muy esperadas, al igual que el final de Dragón Ball Súper que fue proyectado en lugares públicos en Latinoamérica, dos mundiales de futbol, por una pandemia por un virus que impactó y obligó a todos quedarse en casa en encierro total y con ello, clases en línea. Por un paro virtual que duró un mes y veintiún días a causa de una negligencia y provocó el feminicidio de una doctora.
Y en esos siete años, me enamoré de una estrella fugaz y terminó mal, me rompieron el alma dos veces, me robaron mi cámara nueva iniciando el cuarto semestre y escandalizó a la facultad completa, conocí amigos de verdad, a cinco de mis mejores amigas y buenos aliados (Muy pocos) Me difamaron injustificadamente, pero solo exhibieron mis talentos y fue triste enterarme de que me traicionó quien menos lo esperaba y yo a ella la llamaba “Maestra”.
Encontré familia, fui testigo de cómo amistades se hicieron y tenían lealtad y apoyo, y de la misma manera fui testigo de cómo amistades se terminaron por gente chismosa, rumores por no tener criterio propio al igual que emprendimientos que tenían potencial para durar, pero quebraron. De alumnos que desgraciadamente no continuaron y desertaron de la carrera por razones económicas, emocionales, cuando sí tenían derecho a triunfar por ser excelentes, así como gente, que por juntarse con quien no debía, se echaron a perder
Fui testigo de cómo romances inesperados se dieron y sorprendieron a sus allegados. Tuve la oportunidad de ser profesor de taller en Dibujo y Técnica y gracias a ello conocí a excelentes alumnos talentosos que sí tienen futuro. A alumnos en una época después de la pandemia por Covid, que quieren ser Influencers, Tiktokers, cuando en mi época únicamente querían y aspiraban a ser Youtubers, emprendedores y fotógrafos. Pero lo más importante para mí, fue que descubrí mi vocación, mi misión de vida gracias a alguien que ya descansa en paz, una verdadera estrella fugaz.
Como alumno, siempre fui el raro, el que ayudaba a todos casi siempre, el que no tenía un grupo de amigos para andar por la universidad, para ir a casa de otros o salir de fiesta y lo que realmente me hubiera gustado vivir en la universidad, bueno, es todo aquello anterior que mencioné, pero al ser alguien que en realidad es un rescatista, puede llegar a resultar algo difícil.
Letra Suelta XXIII
Realmente me alegro de haber elegido esta carrera porque tiene muchas ramas y con más posibilidad de tener un empleo o crear uno propio, y como soy multiusos y mil usos a veces, no tendré problemas en el futuro, espero.
Soy, fui y seré un alumno de Humanidades fuera de su tiempo, porque cronológicamente y si no hubiera habido pandemia por Covid, hubiese salido en dos mil veintiuno o más tardar en dos mil veintidós. Pero debido a ello y como dije anteriormente, viví dos épocas diferentes, incluso dos versiones de mi persona en tres años de más, la facultad de Humanidades fue testigo de dos versiones mías. Puedo considerarme algo así como un prófugo literario porque estuve en la historia de algunas personas para bien, ayudándolos y rescatándolos cuando no debió haber sido de ese modo, les cambié su rumbo y espero que para bien.
Cronología de eventos en años de universidad 2017 (1.º semestre) Terremoto 2018 (2.º semestre) Final de Dragón Ball Súper/ Avengers Infinity War/Cambio de presidente/Mundial de futbol (3º semestre) 2019 (4.º semestre) Avengers Endgame (5.º semestre) 2020 (6.º semestre) Pandemia y clases en línea (6.º semestre 2) 2021 (7.º semestre) Paro virtual (Una materia de 5.º) Spiderman No Way Home, 2022 (7.º semestre 2) Regreso a clases presenciales y en línea/ Remodelación de la facultad (8.º semestre) Me vuelvo profe de taller/Mundial de futbol, 2023 (8.º semestre 2) (9.º semestre), 2004 (Semestres de relleno) Cambio de presidente y fin de un sexenio/ Mi deber como profe de taller finaliza,
Me voy con demasiada experiencia, entrenado, agradecido eternamente por los docentes que me tocaron y me dieron el pri-
vilegio de haber sido su alumno, de igual manera a los estudiantes que estuvieron en mis talleres, se volvieron amigos y me dieron el privilegio de verlos crecer en su carrera, ellos merecen llegar más lejos que sus propias expectativas, ellos saben quiénes son, tienen y tendrán mi apoyo siempre y, me voy dejando el taller de Dibujo y Técnica en buenas manos, confío en ella
En marzo de dos mil veinticinco podré decir: “Y con esto, se ha concluido el acto”.
Ilustración: Diana Laura Maldonado Escobar
Entre vivo y muerto
Cielo de los Ángeles Manga Grajales/ Lic. en Lengua y Literatura Hispanoamericanas
Por mucho tiempo trabajé en una funeraria. El negocio era de mi abuelo, y me lo heredó a mí cuando murió. Me dijo que su abuelo lo fundó hace un siglo atrás, que también lo heredó por parte de él. Mencionó una vez que le contó un secreto, y cuando yo fuera mayor, me lo contaría a mí.
El secreto nunca me lo dijo en vida, ni siquiera en su lecho de muerte; solo en su testamento estaba escrito mi nombre junto al de la funeraria. Por meses, tuve la obsesión de saber cuál era ese secreto, así que me empeñé en buscar entre sus cosas algo inusual –y sospechoso -para obtener alguna pista. Desafortunadamente no encontré nada más que solo papeles viejos, desgastados y amarillos. Me rendí. Sin embargo, cinco años después de la muerte de mi abuelo… vi a la Muerte.
Fue el día del aniversario, por la noche, al terminar el rezo. Me fui a dormir después de un día pesado en la funeraria, y no tenía ánimos ni energías para lidiar con mis familiares en una reunión lastimera. Subí al segundo piso, me dirigí a mi habitación, estaba a punto de entrar cuando escuché mi nombre. Creí que había sido mi madre. — ¿Yo? No, no te hablé, mi amor. Desconcertado, volví a subir las escaleras y sucedió lo mismo. Alguien había dicho mi nombre. Pero esta vez, escuché con claridad la mismísima voz de mi abuelo. Me volteé hacia el pasillo; este se encontraba vacío. Una corriente de aire entró de pronto. “No lo entiendo” pensé, “no puede ser él, está muerto”. La corriente provenía de una habitación cuya puerta
estaba entreabierta. Era la habitación de mi abuelo.
Con sigilo, me adentré al lugar que olía a guardado. Desde que mi abuelo murió, mi abuela mantenía su puerta cerrada con llave; decía que era porque no le gustaba que nadie entrase y desordenara sus cosas. Los únicos que podíamos entrar éramos mi abuela y yo; sin embargo, hacía años que no irrumpía en ese lugar. Pensé que ese día ella había olvidado cerrarla. Estaba oscuro, traté de encender la luz, pero el foco estaba fundido. La luz del farol de la calle alumbraba tenuemente desde la ventana; iba a cerrarla porque creía que de ahí entraba la corriente de aire, pero estaba ya cerrada. La inspeccioné por si tenía algún agujero; no había nada, todo estaba normal.
El foco se encendió de pronto…
—¿Otra vez aquí, hurgando entre mis cosas?
La voz me asustó de sobremanera. Me volteé y… ahí estaba. El mismo hombre con el que había pasado gran parte de mi infancia (más que con mi padre), estaba parado frente a mí, sonriéndome, mirándome con esos ojos desafiantes. No pude decir ni una palabra, estaba atónito, sorprendido y muy asustado. El viejo se rió, caminó hacia mí.
—¿Qué?, ¿no te da gusto verme?—preguntó con su voz carrasposa y juguetona.
—Pero… tú estás muerto— le dije con apenas un poco de aire para respirar.
—¿Muerto, yo? Claro que sí, ¿y te sorprende? Ves muertos todo el tiempo— el abuelo soltó una pequeña carcajada.
Letra Suelta XXIII
—¡Pero están completamente muertos!
—¡Shhh! —me dijo con su índice en la boca
—No quiero que tu abuela se asuste. Solo vine para decirte una cosa. ¿Te acuerdas de aquel secreto que mi abuelo me contó al heredarme la funeraria?, pues ahora vengo a contártelo a ti. —Parecía un sueño. Era imposible e irreal lo que estaba sucediendo. Con pena y con mucho miedo, pregunté de qué se trataba, a lo que él respondió:
—Por años, desde que mi abuelo murió, la Muerte estuvo visitándome cada vez que alguien estaba a punto de irse de este mundo. Me decía que me preparara, que tomara todo lo que necesitaba para el cadáver y para mí, puesto que no iba a encontrarlo en la ciudad o en el pueblo vecino, sino muchísimo más lejos. A la Muerte le gusta jugar, ¿sabes? Nunca me lo ponía fácil. Me dejaba pistas para dar con el cadáver, para saber cómo murió; me ponía trampas, jugaba con mi mente y muchas veces di miles de vueltas para hallar una pista más. Los encontraba en fosas, pozos, ríos, enterrados en bosques, descuartizados en medio del monte; a algunos en cisternas, camiones abandonados, atrapados en el drenaje. A muchos de ellos, tenía que buscar sus miembros, o por lo menos, sus huesos, de otro modo, no servía.
—¿De qué hablas?, no entiendo. —El abuelo me miró a los ojos sin parpadear, yo aún no podía salir de mi asombro.
—Por tener mi sangre en tu sangre, te presento a la Muerte.
—El foco de la habitación volvió a apagarse, para dar paso al señor de las sombras, en forma de un gran bulto que daba hasta el techo. Tenía como ojos, un par de canicas rojas que brillaban con intensidad; no había rostro alrededor, más que la vil
sombra deformada y oscura. Si yo ya estaba muriendo de miedo, en ese momento estaba más aterrado de lo que había estado en mi vida.
—Muy buenas noches— dijo la Muerte con una voz que parecía un susurro. Mi boca estaba seca y mi corazón latía demasiado rápido.
—Eres el siguiente. A partir de hoy, tu trabajo será el de ayudar a la Muerte, a encontrar los cuerpos de aquellos que brutalmente han desvivido.
Ilustración: Elizabeth Alondra Hernández Vázquez
El rostro de la noche
Valeria Grajales Rodríguez/ Lic. en Lengua y Literatura Hispanoamericanas
Desde que Marcos tenía memoria, podía recordar la presencia de alguien que entraba por las noches a su habitación, se trataba de un muchacho cuyo rostro aparecía borroso en el laberinto de su mente, pues en cierto momento, este dejó de visitarlo. Marcos tenía 16 años; la última vez que vio a esa persona fue a los 10 años, siendo aquello para su yo actual, un producto de su imaginación infantil. Era la noche de un viernes, la brisa movía lentamente las ramas de los árboles, mientras la luna iluminaba tenuemente la acera. Marcos estaba caminando hacia su casa tras un largo día de escuela cuando, de repente, creyó escuchar leves pasos detrás de él, por lo que se volvió pero, al no divisar nada, continuó su trayecto con un sentimiento de extrañeza. Al llegar a su hogar, se percató de la ausencia de su madre, esto era normal para él, ya que ella solía trabajar hasta tarde; así que pasó este detalle por alto y subió hasta su habitación, se aseó y bajó a cenar. Al volver a su habitación, una corriente de aire frío se deslizó por su piel, dando a entender que había dejado su balcón abierto (cosa que no recordaba haber hecho), viéndose obligado a cerrarlo antes de irse a dormir. En medio de la madrugada, se encontró a sí mismo en un sueño sofocante, asfixiante y caluroso, luchaba por despertar lo más pronto posible; cuando finalmente lo consiguió, se dio cuenta del motivo, algo le estaba oprimiendo el pecho; con dificultad, dirigió su mirada hacia arriba, tratando de acostumbrar sus ojos a la aplastante oscuridad, hasta que pudo vislumbrar un rostro pálido como la nieve, un par de ojos azules tan penetrantes como los de una fiera y una cabellera color
cuervo; era él, el visitante nocturno de su infancia, luciendo exactamente igual que cuando lo conoció.
Al estar cara a cara, Marcos recordó detalles que había olvidado; al igual que ese día, aquel joven solía visitarlo cada viernes en la noche, no decía nada y se quedaba observándolo desde el balcón; las pocas veces que llegó a escuchar su voz fueron porque el pequeño le preguntaba quien era, a lo que el misterioso huésped respondía “Eso lo sabrás después”. Tras un largo silencio entre ambos, Marcos cayó en la cuenta de que aquel extraño muchacho seguía encima de él, podía sentir la frialdad de su piel y un caluroso aliento recorriendo su cuerpo; trató de decir algo, pero antes de poder articular palabra alguna, aquel desconocido se abalanzó sobre él tan rápido que no tuvo tiempo de reaccionar, desabotonó la parte superior de su pijama y clavó sus filosos dientes en una palpitante vena de su cuello; al principio, Marcos gritó aterrorizado, pero poco a poco, aquella mordida le produjo sensaciones nuevas, era una mezcla de terror, dolor y placer, un huracán de adrenalina que lo arrastró de forma abrumadora. Después de varios minutos, aquel ser detuvo su acción, se limpió la sangre que escurría de la comisura de sus labios, mientras veía directamente a los ojos de un Marcos jadeante quien, tras unos momentos de respiraciones agitadas, finalmente pudo hablar:
¿Quién… eres? – Hizo una pequeña pausa para calmar su agitación - ¿Qué eres?
Qué alegría poder verte de nuevo, querido Marcos – Dijo enfatizando las últimas dos palabras.
Letra Suelta XXIII
Responde mis preguntas, además, ¿Cómo sabes mi nombre? – Preguntó atemorizado.
Soy Walter – Respondió sonriendo levemente – Y sé tu nombre porque te conozco muy bien, desde el momento en que naciste.
¿Por qué te ves igual que cuando era niño?, ¿Qué fue aquello de hace un rato?, ¿Eres alguna especie de monstruo?
Todo eso lo responderé las noches siguientes, espera pacientemente.
Antes de que Marcos pudiera volver a hablar, Walter desapareció como si de una corriente de aire se tratase. Aquella noche se sintió eterna, no podía dejar de pensarlo.
Tal como lo había prometido, Walter regresaba cada noche a visitarlo y platicaban durante horas. Al inicio, Marcos se mostraba reacio a conversar con él, pero con el tiempo fue agarrando confianza, tanta que, como si se tratara de un hechizo, comenzó a dejar que mordiera su cuello, cada vez más gustoso. En una de aquellas reuniones, el pelinegro admitió su verdadera identidad, era un vampiro y estaba en busca de un compañero:
Piénsalo, serías inmortal, viviríamos miles de aventuras, juntos tú y yo, por toda la eternidad – Dijo Walter suavemente, mientras sostenía sus manos.
Suena tentador, pero no estoy muy seguro – Titubeo Marcos – Dame tres días para pensarlo.
Está bien, ojalá aceptes – Le susurró al oído acariciando su rostro.
Por otro lado, la madre de Marcos lo notaba extraño, parecía no estar durmiendo bien últimamente. Ella había criado a su hijo sola desde que su marido falleció hace unos años, una fiebre desconocida lo mató. Marcos había heredado la belleza de su madre, quien de joven había tenido muchos pretendientes. Una noche, entró al cuarto de su hijo; lo que vio la dejó sin palabras; su hijo estaba escapando por el balcón, a su lado, había un muchacho, este se volteó, al verlo, se dio cuenta de que era el mismo que rechazó años atrás, en su juventud, antes de conocer al padre de su hijo.
Ilustración: Kristina Monserrat Alcocer Hidalgo
Missa
La doble vida de la juventud que estudia y trabaja
Yareth de Paz Mendez/ Carlos Rodrigo Almazán Ortiz /
Lic. en Comunicación
Durante los últimos años, en este centro de estudios se vive el fenómeno creciente de los emprendimientos, desde la venta de bolis, manualidades de crochet, banderillas y snacks, hasta venta de ropa de segunda mano y sesiones fotográficas; pero, ¿qué es lo que ha llevado a los jóvenes a desarrollar emprendimientos?...
Hoy en día la juventud, además de preocuparse por aprobar sus materias, también deben ver la forma de solventar sus gastos. Esther Gordillo, estudiante de comunicación, comenta: "anteriormente tenía un trabajo en las mañanas y por la tarde iba a mis clases, pero este semestre me tocó un horario mixto así que decidí emprender en la escuela para aprovechar el tiempo que estaría en la facultad".
Esta opinión deja ver las dificultades que el estudiantado puede toparse al buscar una fuente de ingresos y no disponer siquiera de medio tiempo para un trabajo. Otro caso es el de Carlos Jiménez, estudiante de la Licenciatura en Pedagogía quien tiene un negocio de gorras el cual maneja de manera online, sin embargo, decidió llevar sus productos a la universidad lo cual le ha resultado rentable ya que puede vender en sus tiempos libres, además asegura que los precios que maneja son accesibles, pues es consciente de las dificultades económicas que pueden atravesar sus compañeros.
En ambos casos el propósito es el mismo, ser dueños de su tiempo y asegurarse un sustento económico. Los emprendimientos surgen mayoritariamente de la Licenciatura en Comunicación, de acuerdo con una encuesta realizada a la comunidad estudiantil; en segundo lugar, se encuentra Pedagogía y en tercer lugar las demás carreras de la facultad.
Carlos Laparra, estudiante de la carrera en Lengua y Literatura, quien cuenta con un negocio de burritos, dice que “la comida es uno de los productos que más se vende, aunque lleva más tiempo que otro tipo de negocios, pero le es más rentable”. Confiesa que emprender en clases le ha dado más experiencia y confianza hacia sus compañeros.
Fotografía: Duilio David Zapoteco Álvarado
Letra Suelta XXIII
Apoyo a los negocios:
En la Facultad de Humanidades se apoya a los negocios pequeños y grandes; sobre todo los que son de la comunidad estudiantil. Dicho apoyo se refleja al menos dos veces al año, ya que se lleva a cabo eventos que incentivan esta propuesta tan dinámica. Uno de los más importantes es la Feria de Emprendedores, misma que se realiza durante el aniversario de la Facultad, de igual forma se aprovechan otros eventos como el Día del Amor y la Amistad o el ahora llamado Back To School, en donde cada inicio de semestre se ofertan distintos snacks, bebidas y producto diversos. A esto se suma otro evento de categoría masiva, la Feria Internacional del Libro; Este evento reúne a los estudiantes de otras facultades y universidades, así como escuelas invitadas A pesar de que se celebra una vez al año, es la oportunidad más grande para los emprendedores, pues se mantiene en actividades durante una semana permitiendo que los negocios obtengan más ventas además de darse a conocer con una variedad de posibles clientes.
Las estrategias de venta:
Son muchos los negocios que convergen dentro de la facultad, algunos hasta llegan a repetirse, por ello el estudiante debe ingeniárselas para que sus productos se vendan con facilidad. Un caso popular entre la comunidad estudiantil es el de Cristel Soledad, estudiante de comunicación quién hace poco más de un año comenzó con su negocio de Sol Hielitxs, que ofrecía una variedad de bolis gourmet, dicho emprendimiento no hubiera sido el mismo sin la página de Instagram que le respalda, la cual se difundió rápidamente entre la comunidad ya que todas las personas que le compraban eran fotografiados con el bolis y posteriormente mencionados en la misma,
Fotografía: Duilio David Zapoteco Álvarado
esto provocó que en la facultad reconocieran sus productos y quisieran comprarlos para ser parte de esa dinámica.
Otras personas también han puesto en marcha sus páginas de instagram o han creado grupos de whatsapp para dar mayor difusión a sus productos; y actualmente utilizan el recurso de crear un código QR para pegarlos en distintos puntos de la universidad para que sean enlazados directamente a la página donde promocionan sus ventas.
El emprendimiento universitario ha dejado claro que no se requiere de un gran capital monetario o un local para comenzar a generar ingresos, es la imaginación y originalidad al usar las herramientas adecuadas y redes sociales lo que hace grande a estas personas que saben que los límites son pequeños comparados con la necesidad del desarrollo personal y profesional que tienen, y sobre todo nos demuestran que la formación académica y el negocio pueden ir de la mano.
EL INDIVUDUALISMO DE NUESTRA SOCIEDAD
El mundo no merece nada
Por Elizabeth Alondra Hernández Vázquez / Lic. en Comunicación
En un mundo tan complejo las personas se aislan y son cegadas por la pandemia llamada avarica y odio
El mundo no merece nada, no son merecedores de la benevolencia de la tierra, no merecen la amabilidad de los animales ni su compasión, no merecen ni siquiera seguir respirando y es la razón de la cual
Dios destruyó naciones antes que Jesús viniera a este plano infernal a la que llaman tierra. Es por eso que la humanidad no merece las indulgencias que las pocas víctimas le tienen, inocentes mueren todos los días por causa de esta estúpida pandemia llamada odio. Todos los días la madre Naturaleza agoniza y grita por piedad a estos hijos ingratos quienes tienen
él atrevimiento de llamarse dueños de la tierra por tener papeles que aseguran tener valor. Y le arrebatarán hasta el último aliento a nuestra madre, en nombre de la codicia. Y es en nombre de la codicia verdadera que estas bestias hacen lo que quieran, arrebatan vidas, aunque no necesiten matarlos, esclavizan a los inocentes y eso nos hace peor que las bestias, ¿merecemos ser exterminados por esas cuantas bestias?, y eso nos matará y es por eso que no merecemos las indulgencias de los inocentes, ni la misericordia de la naturaleza, ni la bondad de los animales.
Ilustración: Elizabeth Alondra Hernández Vázquez
Letra Suelta XXIII
Canelo
Por Diana Laura Maldonado Escobar / Lic, en Comunicación
Mi niño, mi Canelo, tu ausencia es un vacío insondable en mi alma. Dejaste una huella imborrable en mi corazón, un amor tan puro y sincero que jamás olvidaré. Desde tu partida, cada rincón de mi hogar susurra tu nombre. A menudo me pregunto si, al haber regresado un poco antes a casa, podría haber seguido disfrutando de tus tiernos mimos, de esa mirada esmeralda que me llenaba de alegría y de ese ronroneo que me arrullaba el alma.
Siempre hablamos del dolor de perder a un ser querido, pero pocas veces nos detenemos a reflexionar sobre la profunda tristeza que nos causa despedirnos de un amigo peludo. Ese compañero fiel que nos brindó incondicionalmente su amor, que nos recibió con alegría al final de cada día y que nos consoló en los momentos más difíciles.
Nunca estamos preparados para decir adiós a quien amamos, y menos aún a un ser tan especial como tú, Canelo, mi gatito hermoso. Solo nos quedan los hermosos recuerdos que atesoraré por siempre. Recuerdos de nuestras aventuras, de nuestras caricias y de ese lazo indestructible que nos unía.
Aunque el tiempo pase, tu recuerdo seguirá vivo en mi corazón. Llegaste a mi vida en el momento menos esperado y así como llegaste, así te fuiste. Siempre serás ese ángel de cuatro patas que me enseñó el verdadero significado del amor incondicional.
Ilustración: Diana Laura Maldonado Escobar
Por Lorrimen Álvarez Torres / Lic. En Comunicación
Estoy cansado de no hacer nada por mí.
Estoy cansado de no poder mantener mi mirada hacia arriba.
Estoy cansado de siempre decirte que sí, cuando es un no.
Estoy cansado de no soltar esto que me detiene, que no me deja dar los pasos que yo quiero dar.
Estoy cansado de llevarte siempre en mi mente y cuando intento hacer algo nuevo, tú ahí estás.
Estoy cansado, agotado, frustrado, de intentarlo todo siempre de la manera más perfecta con el fin que a ti te guste, y al final, no lo valores.
¿Por qué no lo valoras? ¿Por qué?
La puerta Estoy cansado
Por Zimrhy Sylvana Gil Matuz / Pedagogía
Cuando era niña mi único temor era ser la última entre todos y ser yo la que cerrara la puerta, similar a lo que me pasa contigo, entre los dos yo soy la única que se ha quedado aquí, y has despertado mis fobias, me aterra la idea de que olvides mi nombre, de ser parte de tu vida, pero ya no la motivación para vivirla, tengo miedo de que ya no te brillen los ojos al verme, de que ya ni siquiera te importe perderme, ¡Sí!, a tenerme… Pero sin quererme, me asusta que te acostumbres tanto a mi ser, que ya no quieras explorar mi alma, miedo a que el tacto de mis manos ya no provoque nada en tu piel, y entre tantos miedos que me mantienen alerta, hoy decido ser quien te cierre la puerta.
Fragmento de artículo de opinión...
Por Francisco Alejandro Michel Torres / Lic. en Comunicación
México, Día de la Independencia
Son casi las 11 de la noche. Justo a tiempo, antes de escuchar esas palabras tan exquisitas que recita el presidente en turno, solo son dos minúsculas partes de un pequeño juramento, promesas dichas con sangre y orgullo que retumban en cada rincón del país. Recordando la libertad y el poder que aquellos que murieron ese día para demostrar que México está fuera de la opresión de ese yugo europeo.
Miles de familias llenan la plaza, frente al dichoso palacio municipal esperando que el balcón principal sea abierto; vestidos
con una mítica apariencia de guerrillero, honrando el legado de lo que nos dejó ese día, comiendo el platillo más delicioso del cual uno se siente orgulloso de presumir, como buen mexicano.
Todo el espectáculo comienza, gritos y gritos desde la plaza hasta calles más alejadas, todas presenciando el momento de la noche. El presidente sale de su refugio, y es visto por todos los mexicanos, un momento donde se unen cada uno de los presentes.
Ilustración: Elizabeth Alondra Hernández Vázquez
Un grito
Por Elizabeth Alondra Hernández Vázquez / Lic. en Comunicación
No sé si ya lo he dicho pero, creo que soy la que más está en silencio, soy la que toman por estúpida y la que nunca dice nada coherente. Comienzo a pensar que solo por el simple hecho de hacer relajo con mi familia no me toman en serio y me hacen menos, creo que por el simple hecho que me gusta reírme de todo pueden tener ese derecho de hacer añicos mi corazón y hacerle caso a otra persona por el hecho de tener “más experiencia” y que esa persona tenga mucho más derecho de humillarme en público en esa fiesta y aún así culparme de ser inmadura por reírme, por haberme defendido y más aún defender a esa persona hurtando mi trabajo. Es maravilloso tener ese tipo de personas en mi familia. Tampoco sé si he dicho esto, pero soy la que menos escuchan en mi familia más cercana, dicen que solo digo tonterías y todo por ayudar a la mujer que más amo. Soy la que más grito y pido clemencia y soy la que nadie escucha. Todo lo que mis hombros cargan lo toman a nada y yo solo quería ser una buena sobrina, una buena hija y un ejemplo para mis hermanas. ¿Mi corazón? Mi corazón está muy lastimado. Lastimado y constantemente sangrando; cada vez que mis amigos desvalorizan mí trabajo, cada vez que roban mi idea y la proclaman suya. Harta de todo y harta de mí. La verdad es que cada día pienso que pierdo todo y que dejo de tener un poco de valor. Cada día pienso que no soy nada bueno para este lugar. Harta de todo y harta de mí.
Ilustración: Elizabeth Alondra Hernández Vázquez
Renacimiento de un corazón solitario
Por Diana Susana Hernández
Cordero / Lic. en Lengua y Literatura Hispanoamericanas
En el silencio de su corazón solitario, Irrumpe alguien con autenticidad sincera. Donde antes había un vacío necesario, Ahora late un sentir que reverbera. Esa persona, inesperada y única, Rompe las murallas del desinterés. Su autenticidad, como luz magnífica, Enciende un fuego que antes no fue. En el rincón de su alma adormecida, Surge una chispa, una nueva vida.
Lo que antes no gustaba, ahora es un eco, De emociones que despiertan con un destello. El tiempo que yacía inmóvil se desvanece Porque esa autenticidad, como el sol, enriquece.
La persona que llega, como un sueño largo, Cambia la melodía de su solitario letargo.
Ilustración: Elizabeth Alondra Hernández Vázquez
La promesa rota
Por Diana Susana Hernández Cordero / Lic. en Lengua y Literatura Hispanoamericanas
Ilustración: Diana Laura Maldonado Escobar
Te esperé bajo cielos infinitos, Esperando tu regreso prometido, Y aunque el tiempo dejó todo perdido, Mi amor seguía firme en sus ritos. Fueron tantos los sueños ya marchitos, Que en mi pecho aún guardo lo vivido, Como un eco de lo no compartido, Como un viento que arrastra los mitos. Pero la vida nunca nos unió, Aunque yo quise tanto, y tanto espero, El destino jamás me permitió Ser la luz que en tu sombra yo venero. Aun así, en mi alma te guardo, Como un deseo que en sueños siempre quiero.
Ana y Mía: Espejos vacíos
Por Esteysi Pérez Galdámez / Lic. en Lengua y Literatura Hispanoamericanas
Llegaste en el silencio, Como un ángel, aparentando cuidar de mí. Te entregué todo, creyendo en el vacío Que me ofrecías como paraíso. Pero no te bastó con robar mi brillo, Mi salud, el calor de mi piel, Mi vida… querías más,
Desconectar mi cuerpo. Arriesgabas mi vida mientras decías amarme, Desgarrabas mi alma Con tus promesas vacías. Te suplicaba que sanaras, Pero seguías, por puro egoísmo. Temía de tu ciclo destructivo Y de tu hermana, la restrictiva, Princesas malditas, perpetradoras de vidas. Un día quité el mantel del espejo. Vi mi reflejo, busqué apoyo Y salí de tu prisión. Hoy sé que no hay belleza en el dolor, Que la perfección no es enfermedad, Sino la fuerza de estar viva.
Fotografía: Duilio David Zapoteco Álvarado
Una Confesión de Amor
Por Yazmin López Albores / Lic. en Comunicación
Quizá, durante las noches en vela, mientras todos los demás duermen y las luces de la ciudad se apagan, mi corazón siga resintiendo los estragos del amor que siento por ti...
Me parece fascinante cómo la relatividad se extiende no solo al tiempo y al espacio, sino también al amor y a las emociones que siento por ti. No he dejado de sentir menos, pero tampoco me he permitido sentir más. Y aunque entiendo que es de cobardes guardar todo el amor que sentimos dentro de nuestro ser, no me malinterpretes: para mí sería un privilegio si rompieras cada partícula de mi alma en mil pequeños pedazos. Sin embargo, jamás me perdonaría el hecho de haberte ofrecido todo y que, aún así, eligieras no quedarte conmigo.
Quizá, durante las noches en vela, mientras todos los demás duermen y las luces de la ciudad se apagan, mi corazón siga resintiendo los estragos del amor que siento por ti. Y tal vez la historia de otros amores contrariados me recuerde a tu ausencia y en cómo fallé en la posibilidad de tener a la mujer más deslumbrante del mundo a mi lado.
Creo profundamente en la relatividad de mis emociones hacia ti, porque incluso cuando este mundo se haya desvanecido y ni tú ni yo estemos aquí, este amor no desaparecerá. Permanecerá suspendido, tal vez en el viento, tal vez en la eternidad, viajando junto a tu valiosa alma, dondequiera que ésta trascienda.
Ilustración: Diana Laura Maldonado Escobar
La primera vez que vivo
Por Pricila Guadalupe Marín Hernández / Lic. en Comunicación
He sido muy dura conmigo misma, sintiendo escalofríos y nervios por el qué dirán, o el si lo haré bien,a veces olvido que es la primera vez que estudio, que socializo, que me enamoro,es la primera vez teniendo padres y no supe manejarlo, todos los días al despertarme, el día luce igual, sin darme cuenta que es uno nuevo para mejorar, estoy en un círculo, cansada de dar
vueltas, con la misma rutina, mismas actitudes, mis ojos cegados de tanta amargura y malas influencias que llegué a olvidar que solo he tenido una vida y es esta, incluso que será la única que tendré, la única para mejorar y hacer lo que yo crea mejor en ella. Tal vez ya no pueda mejorar nada de lo que pasó antes, pero mi presente y futuro aún están limpios.