Laboratorio de escritura

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Editorial / 2 Compilación de cuentos: -La ciudad perdida de Geópolis (Daniel Medina) / 4 -El árbol de agua (Julio César Sánchez) / 5 -Divina Belleza (Ana Gabriela Murillo) / 6 -Judy y Cheng y la batalla por China (Arturo Ramírez) / 8 -Ariel, la tucán (Patricia Zambrano) / 10 -El gato formidable (Moisés Zambrano) / 11 -Mucia, La conejita (Lucía Murillo) / 12 -Sin escape (Leonel Camacho) / 13 -Sus ojos café y el cinturón de Orión (Dante Giordanelli) / 16

SUMARIO Editorial

OPINIONES ENTRE LECTORES: ¿Qué es para mí leer? (Mariangel Rondón) / 17


Bienvenidos El laboratorio de escritura es un espacio en el que se estudia y practica la mecánica de los textos A través de procesos históricos los textos se van conformando en estructuras convenidas por las sociedades. Si estudiamos como funciona cada elemento de un tipo textual, aprenderemos más fácilmente a escribir. Incluso la ficción tiene estructuras textuales convenidas socialmente. Los buenos escritores invierten mayor tiempo en planificar y corregir sus textos que en producirlos. Sí es posible conformar grupos de escritores. Esta revista es producto de numerosos encuentros con entusiastas de la lectura y la escritura que reflexionan a partir de técnicas para escribir. Escribir implica un contexto, un pretexto y un texto No existen escritores geniales: existen personas que explorando el lenguaje logran producir un texto genial.

Leonardo Bustamante ljbr111280@gmail.com @lejebus www.comounapalabra.blogspot.com

Gran parte de las ilustraciones incorporadas en este número fueron tomadas de la red social Pinterest. Incluida la imagen de portada. No pretendemos atribuirnos su autoría, aunque sí el trabajo de curaduría y recreación. De antemano nos disculpamos con sus anónimos autores.

Los colaboradores Julio Chacón (11 años) Patricia Zambrano (11) Ana Lucía Vivas (11) Santiago Medina (11) Moisés Zambrano (14) Mariangel Rondón (15) Arturo Ramírez (16) Dante Giodanelli (17) Ana Gabriela Murillo (17) Leonel Camacho (21)


Laboratorio de escritura se produce en el marco de un conjunto de actividades de promoción de la escritura efectuadas en diversos espacios públicos y privados y con diversidad de grupos. Tiene el propósito de divulgar las producciones escritas que desarrollan los participantes de los talleres literarios. Nunca antes en otra época se leyó y se escribió tanto como en ésta. Sin embargo, el lector y el escritor continúan siendo sujetos aislados que, aun cuando en su soledad gozan el placer de leer y escribir, no cuentan con el placer superior que implica la lectura y la escritura compartida que permiten el intercambio solidario de opiniones, la escucha responsable del otro, el debate y la respetuosa refutación. El siglo veintiuno puede declararse libre de analfabetismo, pero la alfabetidad crítica aún es una batalla por conquistar. La alfabetización crítica, por su relación con los procesos sociales, se produce en comunidad. Es por esto que la revista da cuenta fundamentalmente de la lectura y la escritura en grupos que participan mediante talleres, buscando abrir espacios públicos para que ocurra el “entre-lectores, entre-escritores”. En este primer número publicado, se compilan los relatos escritos durante el Taller de producción de cuentos fantásticos en el que participaron Julio Sánchez (11 años), Patricia Zambrano (11), Ana Vivas (11), Moisés Zambrano (13), Arturo Ramírez (16), Daniel Medina (16), Gabriela Murillo (17), Dante Giordanelli (17) y Leonel Camacho (21). Adicionalmente se incorpora la opinión de Mariangel Rondón (15) acerca del significado del acto de leer. Durante el taller se realizaron lecturas y discusiones en torno a la teoría del cuento según Ricardo Piglia, Julio Cortázar y Horacio Quiroga. Las aportaciones discutidas se resumen en tres principios que orientaron la producción escrita de los ocho participantes:

(1) narrar “dentro del pequeño ambiente de los personajes del que pudiste haber sido uno" (Horacio Quiroga, en Decálogo del perfecto cuentista), (2)

Un relato es una composición de dos relatos, uno yace en la superficie, otro está oculto inicialmente al lector: un buen cuento es, entonces, el que logra incrustar con originalidad la historia 2 en los intersticios de la historia 1 (Ricardo Piglia, en Formas breves) y

(3)

El cuento tiene una esfericidad que lo caracteriza (Julio Cortázar, en Del cuento breve y sus alrededores).

Fueron varias las ocasiones en las que los jóvenes se preocupaban por analizar las producciones a partir de los referentes teóricos del cuento discutidos, y es esta una experiencia relevante porque en efecto podemos derivar técnicas desde las teorías del texto. Dicho de un modo más simple: la escritura responde a una mecánica del lenguaje y esto no excluye a la ficción, por lo cual aplicarlas puede favorecer la presencia de la mecánica de la ficción en una producción escrita.


Es por esto que el lector de los cuentos que aquí se compilan podrá tropezarse con una que otra historia oculta dentro de cada uno de los relatos que aparecerá para sorprenderle. Y si dispone de mayor acucia durante la lectura podrá observar que la historia oculta, cuando se revela, lo hace con un ritmo narrativo incluso más acelerado que la historia que el relato venía narrando. Así mismo podrá apreciar la atención que los jóvenes autores prestaron a la noción de “esfericidad” que debe caracterizar a una narración breve: cada palabra va describiendo un ambiente que da forma al rostro de cada personaje. Es importante aclarar que dentro de la naturaleza del género cuento existen varias subespecies, por eso encontrarán tres textos de una clasificación del cuento muy antigua que sigue latiendo en el pulso de los escritores pre-adolescentes y en la que se personifican los animales en un proceso que quiere explicar, a través de estos la vida humana. Me refiero a la fábula. El gato formidable, Mucia, la conejita y Ariel, la tucán podrían percibirse como formas modernas de la fábula. Por su parte los relatos La ciudad perdida de Geópolis, Divina belleza, Judy y Cheng y la batalla por China, El árbol de agua y Sin escape, pertenecen a lo que se ha clasificado como cuento clásico. El texto Sus ojos café y el cinturón de Orión se orienta en el marco de las narrativas de vanguardia. Un espacio no menos importante aparece al final y estará dedicado a la presentación permanente de lo que significa leer. Una infidencia: este espacio responde a un experimento que permitirá evidenciar la multiplicidad de definiciones del significado de la lectura en nuestro tiempo. El propósito es el de compilar tantas opiniones que definan la lectura como números publicados de la revista.

El editor


La ciudad perdida de Geópolis Daniel Mendoza Geópolis es una cuidad mitológica ubicada en el centro del océano pacifico. Tiene los 4 elementos, tierra, agua, aire y fuego. Un joven muy curioso llamado Jorge se enteró de su existencia por medio de un amigo y se fue a buscarla. Teniendo ya varios días de viaje y al punto de rendirse se encontró con la ciudad: era muy hermosa, tenía un letrero de oro que decía Geópolis. Era lo más hermoso que él había visto.

-Seguro fuiste tú, dice Eva. Yo no hice nada. Él de travieso se perdió. Yo pensé que estaba durmiendo. En eso se encuentran con un remolino de agua y caen ahí… Caen en un profundo sueño. Al despertar se encuentran en un lugar único -¿Dónde estamos? Dice Jorge.

Sun y Jorge se paran frente a frente y empiezan a pelear. Jorge le pega con la espada por la cabeza a Sun y este para su suerte tenía casco pero el casco se rompe y Sun cae desmayado, Sun entra en un sueño en que está su madre Eva. Esta empieza a hablar. Mientras Sun está desmayado Jorge se preocupa. Sun despierta y le pide perdón.

-En Geópolis, dice Eva.

-Padre, perdóname todo lo que hice, Vio muchas personas amigables pero -Imposible. Geópolis fue destruida mi madre me dijo que, que… una le llamó la atención. Era una jo- -No, Geópolis en una ciudad sagrada. ven llamada Eva. Si se destruye se regenera pero a menos… -Que perdones a los demás para que Eva era la Princesa de Geópolis. los demás te perdonen a ti, y piensa Ellos tuvieron una relación a primera - A menos que…No, nada. dos veces antes de actuar, dice una vista. Después de un tiempo tienen Al pasar el tiempo Jorge y Eva se mujer que baja del cielo, sus vestidos un hijo llamado Sun que significa sol vuelven en los reyes de Geópobrillan como el sol, sus cabellos copor sus cabellos que parecían rayos lis. Eva se enferma de cáncer y muemo rayos de sol. de sol. re. Al terminar el luto, de la nada se -¿Madre? De la nada hay un terremoto que ve un hombre que va directamente a -Eva ¿Eres tú? destruye media Geópolis. La otra Geópolis. mitad fue destruida por un tsunami. -¿Me recuerdas? dice el hombre -Sí, acuérdate que yo soy parte de Jorge y su Familia se suben a un bo- -No, ¿quién eres? te y parten del lugar, estando en me-Eso no importa. Solamente voy a dio océano Sun le dice a su papá: hacer justicia - papá, quiero montarme en esa ta-¿Por qué? bla que está flotando, -solo un príncipe puede destruir su - está bien, le responde tierra. Eva estaba en un sueño profundo y Jorge estaba remando el bote. De -¿Eva no te lo dijo? repente una ola se lleva a Sun y este -Sun, ¿Eres tú? se pierde en medio del océano... Jor-Sí, vengo a recuperar lo mío. ge se dio la vuelta a ver dónde estaba o que estaba haciendo. Gran sor- - Tendrás que pelear por eso. Dice un presa se llevó al ver de que su único soldado del rey hijo no estaba: - vale, por qué no peleamos ahora -Sun, Sun, ¿Dónde estás? -Acepto, hijo. Pero nada que respondía. Eva despierta toda asustada. -¿Qué paso? Sun se perdió no sé qué se hizo.

Geópolis y yo no puedo morir, yo muero cuando mi tierra muera. -¿Dónde estabas? dice Jorge -En un lugar que los mortales no conocen y su nombre no puede decirse nunca

-Está bien.

Pasó el tiempo y todos volvieron a estar juntos, Geópolis ahora si era la ciudad perfecta, Jorge y Eva se casaron, y Sun se convirtió en uno de los mejores príncipes que Geópolis ha tenido.

Y así, es como todo termina, toJorge toma su mejor espada y Sun dos siendo familia otra vez. toma una rama se quita un pelo de su cabeza lo amarra a la rama y se convierte en una espada de oro.


El árbol de agua Julio César Sánchez

Dos hermanos vivían en un desierto. Un día fueron a caminar hasta que encontraron un pueblo abandonado. Brad, uno de los hermanos dijo: -¿Qué dices? ¿Vamos? Pero Jhon no quería porque tenía mucho miedo, Brad reclamó: -Vamos. No seas un bebé. Deja el miedo. Brad logró convencer a Jhon y entraron. Al entrar al pueblo notaron que estaba totalmente solo. Cuando iban a regresar, una bruja los sorprendió y les dijo: -Hola, pequeños. ¿Quieren saber la historia de por qué este pueblo está abandonado? Los dos hermanos respondieron temerosamente sí. -Bien. Dijo la bruja, y comenzó a contar la historia. Toda esta zona era muy seca, Hasta que un vándalo se robó una de mis semillas mágicas, y la usó para inundar el pueblo. La bruja terminó y les dio a los niños la misma semilla que le habían robado. Al regresar al pueblo, Jon decidió sembrar la semilla, pero Brad dijo: -No la siembres -¿Por qué?

-Recuerdas lo que nos dijo la bruja -Sí -Imagina que ocurriera lo mismo -Tranquilo. Todo estará bien, pase lo que pase haremos que este pueblo tenga agua. Así pasaron los días, hasta que empezó a salir agua. Después de mucho tiempo había salido un árbol total mente hecho de agua. Unos días después de los acontecimientos empezó una guerra entre todos los pueblos del sector para dominar el árbol. Días después tristemente el gobernador abrió la represa. Todo se inundó.


Divina belleza Ana Gabriela Murillo Bía la diosa de la belleza e inteligencia, aquella joven de hermosos cabellos miel, ojos oceánicos y lunares por doquier, una joven que hipnotizaba con solo ser ella. Lo que la hacía especial no solo por su gran hermosura, era su inteligencia, la forma de ver las cosas, de opinar y de sus grandes conocimientos. A cualquiera volvería loco, pero loco de un buen sentido. Bía vivía en una hermosa casa en el Olimpo, le encantaba estar en los alrededores de su hogar; En las mañanas hacía sus deberes y estudiaba con su madre. Por las tardes era impredecible lo que iba hacer y por las noches ya cuando todos estaban durmiendo salía de su casa y se iba al bosque prohibido. Ella realmente disfrutaba estar sola. Le gustaba ver como la luna iluminaba ese bosque, el cual era uno de sus lugares favoritos. Todas las noches iba. Después de caminar un rato se acostaba en el césped. Podía permanecer horas acostada contemplando el cielo. Pensaba que el cielo ocultaba los más grandes misterios, se sentía segura de contarle sus secretos a la noche. Una noche en particular, se preguntaba cómo sería un mortal o un chico del inframundo. ¿Sería igual que los dioses? ya estaba cansada de que fuera una obligación estar con un Dios, ella quería algo diferente, no tan común. En un momento empezó a sentir que la oscuridad la consumía, se estaba quedando dormida. Ya cuando estaba comenzando aclarar se levantó y se fue rápidamente del lugar para llegar a su casa antes de que sus padres se despertaran. Cuando llegó, entro a su habitación, se acostó en su cama hasta que su padre fue a despertarla como de costumbre.

tro, Bía quería acercarse, pero tenía miedo y algo de pena, así que solo se quedó allí, esperando a que él dejara ver su rostro. Nefelibata por el momento.

Tal vez él podía ser el amor de su vida.

Al día siguiente, al caer la noche fue al mismo lugar, esperanzada por ver al joven. Era el mismo lugar, la misma hora, la misma fogata, el mismo chico. Tomó valentía y salió de su escondite, se fue acercando poco a poco. El chico aun no se había dado dé cuenta de su presencia. Ella se paró detrás del él, asombrada por la altura, tocó su hombro, él volteo algo temeroso, pero al verla supo de una vez que serían “algo”. Bía apenada se presentó

– Hola, soy Bía ¿Tú quién eres? ¿Qué haces por aquí? ¿De dónde eres?- el joven dio un suspiro, le respondió:

–Me llamo Lino, y lo de menos es de dónde vengo, después sabrás.

Bía algo desconcertada, se sentó en el tronco frente a la fogata, esperando más de él, al menos ya sabía su nombre, pero no sabía de dónde venía, aunque ya por su aspecto no venía de donde ella era, nunca lo había visto, ya por ahí tenía una pista. Lino se sentó al lado de ella, así pasaron la noche, sin decir ni una palabra, solo miradas estaban presente. Ya había llegado el momento de que Bía se fuera. Simplemente se levantó del tronco, y se marchó, Lino vio como se marchaba, y grito

Una de esas noches Bía estaba recorriendo el bosque. Se sentía sola. Era uno de esos anocheceres melancólicos donde quería todo y a la vez nada. Ya se sentía algo cansada de tanto caminar, pero no quería parar. Llegó hasta un lindo árbol de manzanas, trepó el árbol, y se sentó en una de las ramas, se quedó allí, detalló cada espacio, hasta que se percató a lo lejos, de que –¿Te podré volver a ver? Fue un gusto haberte conocisalía humo. Quería ir hasta donde se estaba manifes- do! tando aquello. Bía decidida, bajó del árbol y se fue por un caminito muy oscuro. Apenas se veía la luna. Ella giro su cabeza, haciendo un movimiento de arriba A la medida de que iba avanzando se sentía el calor de hacia abajo, y solo respondió aquel “incendio” hasta que llegó al destino. No era un incendio, era una pequeña fogata, lo que le llamó la atención es que estaba un chico, sentado so- – ¡Mañana, mañana! bre un tronco, de espalda, así que no pudo ver su ros-


Él se sentía aliviado, la podría volver a ver.

realmente triste, pero él jamás olvidaría a la hermosa diosa, a la hermosa Bía que conquistó su corazón sin ningún esfuerzo, no la dejaría de amar, la tendría en Pasaron los días, y ellos dos se seguían viendo en el sus pensamientos, rogando volverla a ver algún día. mismo sitio, se divertían tanto juntos, podían hablar de Mientras Bía, estaba destrozada. cualquier cosa. Siempre serían amores eternos. Una noche estaban Lino y Bía corriendo uno tras el otro, las risas eran una fiel melodía en la oscuridad. Hasta que se cansaron y pararon. Aun riendo, se sentaron bajo un árbol, Lino por fin le iba a decir Bía de donde era, así que sin que ella le preguntara le dijo

–Bía vengo del inframundo, ya era hora de que te dijera, yo sé de dónde vienes, te seguí una noche a tú casa, eres del Olimpo. Bía paró de reír. Hubo un pequeño silencio. Ella le respondió muy calmada

–Realmente, ya me había dejado de importar de dónde venias, he pasado tan buenos momentos contigo, ahora eso es lo de menos. Pero sí, ya era momento de que me lo dijeras, aunque de algún modo sabía que eras de allí-

Los dos se gustaban, a pesar de que eran de diferentes mundos, tan diferentes pero tan iguales a la vez; es un amor tan puro, tan noble, tan destructivo, ¿Cómo no quererse? si estaban dispuestos a todo, sin límites, dispuestos a perdonarse y amar hasta la muerte.

Pasaron unos días y él le dijo lo que sentía

-Veo el cielo de la noche y la luna es mi testigo de que siempre serás mi único destino, he conseguido a mi compañera, te aceptare con cada uno de tus defectos y virtudes.

Ella se sentía bien al escuchar esas palabras, pero estaba confundida, porque no era correcto. Aunque era irónico ya que ella siempre iba a la contraria y ahora se le presentaba la oportunidad de amar y ser amada. Pero tomó la gran decisión de no seguir con él. Fue difícil. Era los más incorrectamente correcto. El joven de rizos castaños, dejó de ir al bosque. Estaba

Ahí se dieron cuenta de que no amamos realmente a alguien hasta que te lastima y aun así sigues pensando que es la persona más grandiosa del mundo. El amor es el acto más violento.


Judy y Cheng y la batalla por China Arturo Ramírez Se dice que hace mucho tiempo existió una montaña sagrada llena de verdes llanuras, armonía sin igual, agua cristalina y sol brillante, un gran dragón habitaba esta montaña y la protegía. Un día llegó una pequeña víbora llamada Judy, se notaba que estaba triste, el gran dragón le pregunta –¿¡qué quieres!? Ella le responde que su familia había muerto a causa de un ataque. -¡necesito un estilo que me permita derrotarlos, muchos están muriendo a causa de su codicia! En la ciudad imperial de Beijing gobernaban dos hermosos pavorreales de color azul y fucsia, estos tenían un hijo, Cheng, un joven pavorreal de color blanco y rojo. Mientras toda la provincia admiraba los fuegos artificiales que iluminaban el rio el joven Cheng, jugando con estos, ve un poder destructivo en aquello que había traído felicidad a todos. Sus padres al verlo sienten miedo y deciden ir a una aldea muy lejana para consultar el futuro que aguardaría al joven Cheng. Mientras tanto una joven víbora que vivía con su familia en una pequeña aldea en las montañas llamada Lao-Fo entrenaba con su hermano mientras su madre terminaba la cena. Al llegar a la aldea comen un pequeño refrigerio y preguntan por la sabia de la aldea, una vez con ella le preguntan, y esta les revela el futuro. Muy tristes vuelven a casa, Cheng ya se había enterado de su futuro ya que había seguido a escondidas a sus padres. Cheng quería usar el poder de los fuegos artificiales para doblegar a sus vecinos y tener poder sobre toda China. Ya no le bastaba con ser el soberano de Beijing, su hogar. Se había obsesionado pero sus padres le dijeron que jamás pasaría ya que el mundo existía bajo un equilibrio perfecto que no podía ser alterado. Cheng se reúsa a escuchar razones, así que decide abandonar su hogar. Ya pasados varios años sus padres mueren y la ciudad queda a cargo del consejo de maestros. Lord Cheng decide regresar a su hogar aprovechando el deceso de sus padres para tomar control de la ciudad, el consejo de maestros se interpone en su camino pero con su nueva arma son derrotados fácilmente. Cheng avanza y toma control de la ciudad y de sus recursos produciendo más de sus sofisticadas armas. A causa de una pequeña ausencia de recursos decide atacar una aldea en la montaña en que vivía Judy. Muchos salen a defender su hogar pero fracasan, Judy se encontraba fuera de la aldea ya que estaba recogiendo algunas frutas para la torta que preparaba su madre. Esta, al regresar ve a su familia herida y ataca a los invasores pero es golpeada muy fuerte en la cabeza. Al despertar el gran dragón le había dejado un pergamino que decía –Wing Chun, con este estilo te permito restablecer la paz. Judy comienza a desarrollar este estilo.


En el camino se consigue con algunos practicantes de otros estilos, al contarles lo sucedido deciden acompañar a Judy, ya que Lord Cheng era muy poderoso como para ser derrotado tan fácilmente, así que necesitarían de una buena compañía. Una vez reunidos y listos deciden emprender el viaje a Beijing para evitar el avance de Lord Cheng. Lord Cheng por otra parte estaba preparando sus barcos para comenzar su plan, mientras tanto Judy y los demás habían llegado a la ciudad y se comenzaron a desplazar hacia el rio para detener el avance de Lord Cheng. Una vez allí intentan hacer entrar en razón a Lord Cheng pero este se reúsa una vez más. Así que envía a su ejército a atacar a Judy y a sus amigos pero estos los detienen con gran facilidad y comienzan a avanzar hacia el barco de Cheng. Este, asustado les dispara con su arma y destruye parte de su flota para abrirse paso hacia el mar. Siendo derrotados solo Judy se interponía en su camino ya que la explosión la había dejado en una roca. Más adelante en frente de los barcos de Lord Cheng, esta le dice que se detenga, pero se reúsa una vez más, así que intenta acabar con Judy, pero ella escapa. Cheng comienza a avanzar y a punto de llegar a la próxima ciudad uno de sus barcos es destruido, era Judy que había regresado para salvar su hogar. Cheng acaba rápidamente con la flota de Judy pero estos los abordan y asaltan el barco de Cheng.


Ariel, la tucán

Patricia Zambrano

Había una vez una linda tucán llamada Ariel. Ella era una Ramphastos Discolorus. Tal vez te preguntes que es y te lo responderé: es una raza que tiene un pico bastante corto, lo que la diferencia de las otras razas de tucanes. Su región dorsal es de color negro y la garganta color naranja. Ella se lamentaba a diario por no tener los colores de la mariposa, el valor del león, o la belleza del caballo: -¡Ay! ¿Por qué no puedo ser una rosa roja, hermosa y apreciada? ¿O un bello Pavo Real azul como el océano y verde como la montaña? Se decía entre sollozos. Un día, Ariel se sentó en una ramita mientras veía una montaña de Brasil -pues vivía allí- y el resto del parque “Coração da terra”, con su flora y su fauna. -¡Qué dia tan caluroso! gracias, Señor, por hacer que encontrase rapidamente alimento, dijo, mientras pasaba su mano por su frente, quitandose su sudor, mientras que con su otra pata cargaba una miga de pan que había recogido de la cabaña del guardabosques. Al dia siguiente, Ariel espera a Tom, la hormiga. Mientras lo esperaba, pasa el guardabosques y su hija Valentina. Ariel estaba acostumbrada a que cuando esta la viera, iba hacia ella y la observaba con admiracion. Valentina estaba de vacaciones, por eso acompañaba a su papa en el trabajo, pues le gustaban mucho los animales, en especial las aves, le fascinaban las aves. Y como era costumbre, lo hizo. En ese momento, pasa Tom y saluda a Ariel y comienza su conversación. En uno de los interrogatorios de Tom, le pregunta: -Oye, ¿a ti te agrada el guardabosques? -Sí, me agrada. Luego sigue y sigue la conversación, hasta que Tom se queda petrificado mirando una camioneta de donde salía un cazador. Era el cazador Peter, uno de los mejores cazadores de Brasil, especialista en tucanes. Tom sale corriendo, pero Ariel queda confundida. De repente, llega Valentina, y atrapa a Ariel bruscamente, y sus rizos castaños se movían en la velocidad en la que corría. Corrió hasta llegar a la cabaña de su padre donde su papá la vio y le dio un corto sermón a Valentina. -¡Hija ve y lleva ese tucán al parque! ¿Acaso no puedes ver que me pueden botar del trab… -¡Es que se metió un cazador al parque y le apuntó! -¡Un cazador!, hija, quédate aquí, me tengo que encargar de eso. Y sí, mi querido lector, sí le apuntaron

A continuación Valentina se esconde debajo del escritorio de su padre. Ariel se pone en posición de una estatuilla encima del escritorio.

Ariel estaba asustada; y Valentina cuando se dio cuenta empezó a jugar con ella. Cambiándose de ropa se divirtieron. Le puso un gorrito naranja, se vio en el espejo; y se dio cuenta que le combinaba con su pico. Observó que el círculo azul alrededor de sus ojos era hermoso. Ariel, en este momento comprendió que era hermosa.

Fin

Pero su alegría no duro tanto, pues el cazador le apunto desde la ventana. Ariel, asustada, se posó detrás de Valentina.

Entonces, llega el cazador a la cabaña y se va a los cuartos: -Ariel, cuando el cazador vaya al último cuarto (que es donde tengo mis juguetes) te llevaré a un lugar seguro. A continuación, se vuelven a ocultar. El cazador sale del último cuarto pisando un peluchito rosa (que es el favorito de Valentina). De repente, sale un grito de los labios de Valentina, lo que hace que el cazador se abalance hacia ella. -¡Donde esta ese bobo tucán! ¡Si no me lo dices ahora cuando lo encuentre por (mi mismo) lo mataré! Valentina, que se encontraba asustada pero enfadada le dijo: -¿Por qué lo haces? ¿No te das cuenta que está mal? Es un animal que siente, respira, y vive. En ese momento el cazador comprende que eso está mal, pues recordó algo de algo que pasó en su infancia…

Era un día soleado, perfecto para jugar y divertirse. Peter era un amante de los animales, y su padre un cazador (lo cual odiaba Peter). En ese día tan perfecto, vio como su padre mató a un oso. Peter lloró en las noches por eso, pues él era muy sensible. Pero su papá lo obligo a volverse cazador, le enseño técnicas hasta que murió. El cazador Peter se puso a llorar en silencio, Ariel se da cuenta y empieza a volar por el cuarto hasta posarse en el hombro de Peter, y este dice: -Perdóname, por favor. De repente llega el guardabosque y al ver todo esto pregunta sobre lo sucedido. Ariel se da cuenta de lo bella que es, de cada detalle que la hace única. Valentina, por su parte, de adulta se vuelve una chica defensora de los animales; El cazador Peter empieza a respetar la vida en el planeta. Ariel le cuenta todo este acontecimiento a Tom y este dice: -Sabes que no te creo nada. -¡Ah! Vamos.


El gato formidable Moisés Zambrano En el pueblo llamado Pandora existía un gato. Era el mejor cazador de ratones que existía. Todos los gatos lo adulaban y todos los ratones le temían. Era tanta la fama del gato que incluso el rey lo adulaba y le colocó “El Gato Formidable”. Desde ese día todos los gatos del reino querían ser como él. Un día llego un ratón al pueblo, muchos de los gatos intentaban atraparlo pero éste se burlaba de ellos diciendo: “no me atraparán“. Era tan conocida la valentía del ratón que pronto llegó a los oídos del Gato Formidable. Este, desafiante dijo: -Ese ratón valeroso va a temblar cuando coloque la primera garra- y después de una risa burlona dijo – ese “Ratón valeroso” va a llorar del miedo. Después de esto todos los que estaban cerca comenzaron a adularlo diciendo a tono de rima “ese ratón va a temblar, ese ratón va a temblar, du da du da. Al día siguiente el Gato Formidable fue al lugar en donde se encontraba el ratón. Este comenzó a perseguirlo y el ratón jugaba con él y se burlaba diciendo “no me atraparás“. Los demás gatos se reían de él a carcajadas. Esto produjo mucha rabia al gato, quien persiguió al ratón sin miedo por todas partes. Fue tanto lo que el gato y el ratón corrieron que llegaron a una casa muy alejada del pueblo. El ratón, cansado, se metió en la casa para así poder descansar un poco. El gato lo vio y salió tras él pero cuando entró en la casa lo único que vio un gatico pequeño, muy pequeño con un ratón en la boca: era el mismo ratón valeroso que había estado persiguiendo por toda la ciudad. Este muy molesto le dijo:

-¡Cómo es posible que tu hallas atrapado a ese ratón y yo no! -El gatico casi echándose a llorar le contestó: Yo solo jugaba con él.


“Mucia”, la conejita Ana Lucía Vivas

Una conejita llamada Mucia que tenía dos grandes amigas Eli la elefante y María la monita siempre se la pasaban jugando. A las tres les gustaba la música, pero a Mucia le gustaba más, quería ser una gran cantante como las que se pasaba escuchando. Un día al levantarse, a Mucia se le vino una gran melodía a la cabeza. Durante el día comenzó a ponerle una letra y enseguida al terminarla se la mostró a sus amigas. Ellas le dijeron que no les gustaba. A Mucia no le gustó mucho la respuesta porque sintió que su canción era fantástica. Se molestó y se dijo así misma que no fue buena idea decirles. Se fue alejando de sus amigas, pues sintió que tenían envidia de ella y para dedicarse más tiempo a ser cantante se alejó lentamente. Comenzó a no hablarles a sus amigas y a quedarse sin ellas. Un día Mucia iba pasando por la calle cuando vio un cartel que decía: “Abierto concurso de canto y baile”. De una pensó: voy a concursar. Cuando iba a inscribir su nombre leyó que la participación debía hacerse en grupo. Entonces agarró el afiche y salió corriendo a donde sus antiguas amigas diciéndoles emocionada ¿Por qué no concursamos? Le dijeron que no, porque las había tratado mal y además les parecía aburrido. Durante varios días Mucia intentó convencerlas pero nada funcionaba. Siempre la respuesta era no, hasta que se le ocurrió la gran idea de cómo convencerlas. De que es divertido bailar y cantar con juegos que a ellas les gustan. Al enseñárselos aceptaron y comenzaron a practicar. Desde ese día después de clase se acercaba más la competencia y estaban listas. Al llegar se pusieron nerviosas, pero salieron al escenario. Lo dieron todo y ganaron.


Sin escape El olor a nardos inundaba todo el lugar aquella mañana del mes de Julio. La policía acordonaba el sitio mientras los sabuesos seguían un rastro de sangre que llegaba al pequeño riachuelo cubierto por los pinos del bosque. En el sitio del incidente solo había una maleta de la oficina nacional de correos con el nombre de Daniel bordado en uno de sus costados. Este joven había desaparecido hacía un par de días .El pueblo estaba sorprendido con el descubrimiento de la maleta ya que todos conocían a Daniel desde hacía varios años, él no vivía propiamente en el pueblo, su casa quedaba a unos 20 minutos caminando, pero todos se habían familiarizado por su amabilidad. — Es una pena, doña Carmen, que esto pase — dijo Rodrigo el carnicero mientras hacia un par de cortes a un gran bistec. — En un pueblo tan tranquilo es muy raro hijo, pero en ese bosque pasan cosas muy raras. — ¡Que va, Doña! — Exclamó—; esas son tonterías de la gente. Mire usted: si yo no veo las cosas, no las creo. Eso de ver por fe, no va conmigo. — Pues es mejor alejarse de ese bosque, por si las moscas. Yo hace años que no paso por la gruta. — Y agarrando el bistec se fue haciéndose un par de cruces en el pecho.

Daniel caminaba todos los días a su trabajo, pasaba por la gruta del bosque y llegaba al pueblo, a la plaza de la libertad, subía media cuadra y entraba a las oficinas de la empresa de correos. Tenía 4 años trabajando allí.

— Buenos días, Alicia, ¡qué hermosa te ves hoy con ese vestido rojo! — Buenos días, Daniel — respondió sonrojándose. — Me quedé esperándote anoche y no apareciste. — ¡Daniel!, mi esposo estaba anoche en casa, y tú sabes, cuando él está no puedo

Salir— dijo la mujer en tono altisonante

Leonel Camacho

— Te deseo con ansias, mi querida princesa. — Ya, Daniel aquí no, hay mucha gente y este pueblo es muy pequeño. Mi esposo se puede enterar y nos mataría — Tranquila, él nunca se enterará, vámonos de este pueblo. ¡Huyamos

— Eso suena muy bonito, pero Eduardo él nos seguiría hasta el fin del mundo y va a matarnos, tú no lo conoces. —Pues si el problema es Eduardo, hay que deshacernos de él. Y desde ese día ambos jóvenes, después del trabajo, empezaron a planear la muerte de Eduardo. Una infinidad de ideas se les ocurrieron, la primera fue envenenarlo, pero Alicia se dio cuenta de que sería muy obvio, y todas las sospechas recaerían en ella. Más adelante surgió la idea de cortarle los frenos al carro, pero se descartó por el mismo motivo de la anterior idea

—Alicia ¿qué dices si lo mandamos a matar? —No, Daniel, él es sargento de la policía y nada en este pueblo se mueve sin su consentimiento.

Después de desechar muchas ideas decidieron que lo mejor era que Alicia lo embriagara, cuando estuviese bien dormido lo llevarían al bosque, lo dejarían allí con la cabeza


Dibujo de Leonel Camacho


sumergida en el riachuelo y con el frio de la madrugada esperarían a que muriese. Acordaron la fecha del crimen y seria el siguiente sábado.

El día había llegado, todo estaba fríamente calculado, cuando el esposo de Alicia llegó del trabajo ella le tuvo la cena preparada y mucho brandi, ya que a este hombre le gustaba beber mucho licor. Una vez ebrio la joven llamó a Daniel para avisarle que ya estaba lista, y así ambos fueron al bosque. Siguiendo el plan acordado arrastraron el cuerpo de Eduardo por el camino del bosque, de entre los arboles había una sombra que los seguía.

—Alicia, siento que alguien nos sigue. — Deja la cobardía y terminemos esto.

Y mientras Daniel colocaba el cuerpo en el sitio indicado, Alicia retrocedió, se ubicó a las espaldas del joven, sacó la pistola de su esposo y efectuó tres disparos a corta distancia.

Daniel cayó al suelo en un charco de sangre, el sonido de los disparos se escuchó en todo el bosque. De la sombra de los arboles emergió la figura de un hombre. Era Felipe. Astutamente, Alicia había extraído todo el dinero de la cuenta bancaria que tenía con su marido. Y calculando todo, convencido a Daniel para deshacerse de Eduardo. Su nombre real era Sofía y estaba casada con Felipe. Eran una pareja de estafadores y hacía un par de años que habían llegado al pueblo huyendo de la gran ciudad. Ella estaba con Eduardo solo para sacarle dinero pero, al ver que no podía, decidió elaborar el plan, enamorar a un hombre y hacer que la obedeciera a voluntad para matar a su esposo.

—Hermosa, ya está listo —dijo Felipe—, ambos están muertos, ahora vámonos, el carro esta encendido a un kilometro.

Mientras caminaban buscando el vehículo comenzó a llegar una densa niebla que cubrió todo el bosque. Era tan densa que no podían ver adónde se dirigían.

—Sofía, creo que es mejor regresar, ya mañana a la luz del día nos iremos.

— ¡Deja el miedo! ya estamos cerca de salir de este pueblo. Tantos años atrapados aquí ya, estoy harta. ¡Camina! — exclamo la mujer enardecida.

La niebla no los dejaba seguir, daban vueltas y vueltas y parecían estar en el mismo sitio. El desespero comenzó a apoderarse de Felipe, quien comenzó a lamentarse de lo que ocurría. Pero la niebla los cubrió a ellos, comenzaron a escucharse cada vez menos hasta que ninguno se escuchó más.

El olor a nardos inundaba todo el lugar aquella mañana del mes de Julio, la policía acordonaba el sitio mientras los sabuesos seguían un rastro de sangre en el pequeño riachuelo cubierto por los pinos del bosque.

La gente del pueblo se preguntaba qué había pasado con Daniel, con Alicia, con Felipe el carpintero del pueblo y con el sargento Eduardo. Parecía que todos habían desaparecido, y nadie entendía el porqué.

—Doña Carmen —dijo Esteban, un viejo del pueblo que estaba alimentando las palomas de la plaza— ¿Recuerdas la historia que mis abuelos nos contaban cuando éramos niños? Aquella de la maldición, cuando una persona hace algo malo y trata de escapar del pueblo, el bosque se lo traga. — Durante años nunca pensé que fuese verdad y en la familia todos procuramos hacer el bien para no quedar atrapados aquí. A lo mejor sea cierta esa historia, don Esteban, los abuelos siempre sabían algo más que uno, ya sea por lo viejo o por lo que sea.

— Quizá eso les paso a estos jóvenes.

—Si eso es verdad ¡que Dios nos guarde! don Esteban, debería irse a su casa, ya la neblina esta bajando de las montañas. Es mejor estar en casa antes que llegue y cubra todo el pueblo. Y alejándose aquella mujer de la plaza, se adentro en las lóbregas calles del pueblo para buscar refugio en su casa.


Sus ojos color café y el cinturón de Orión Dante Giordanelli También como “los descendidos” o “los que hacen caer”, viaja sin rumbo en un mundo descomunal, nómada de sus propios demonios. A través de los bosques erróneos se enfrentaba el gigante, ya que era un punto clave del viaje para llegar a un objetivo desconocido y sin sentido. La noche empieza a caer, adueñándose de las nieblas desnudas del camino, el gigante se encontró con una encrucijada que no estaba en el mapa, un punto blanco, abierto y vacío del bosque, era simplemente un campo muy amplio entre los árboles que se traducía como un laberinto. Solo y muy oscuro se vio él mismo, al perderse en los árboles colosales y antiguos del bosque erróneo que nunca estuvo planeado. Más allá del miedo y la adrenalina existía el campo en el que estaba parado, el tiempo ahora corre más lento y una bestia feroz se le presenta de frente, con una actitud desafiante y salvaje. El gigante sintió miedo por primera vez al comparar su tamaño con la bestia que se veía tan inmensa como un titán. Comienza un duelo salvaje entre gigantes, destrozándose uno con otro, una lucha épica en donde la luna llena era su único testigo pero el ambiente cambia cuando alguien más observa la batalla, un alma pura que su presencia atraía, una humana que se veía tan pequeña e inocente en el monte perdido de las entrañas de ese oscuro lugar. El gigante perdiendo la batalla, sintió su fragilidad al verla tan pequeña e indefensa en aquel mundo de fantasmas en el que estaba viviendo, simplemente imaginó la escena de horror que visualizaba perfectamente, la bestia hambrienta desgarrando con violentas zarpadas a la humana de piel blanca. La esperanza que alguna vez tuvo el gigante recobró vida al ver sus ojos café, dueños de toda la belleza misteriosa y peligrosa, tal cual como estar náufrago en un mar oscuro e infinito. El Néfilim sin miedo ataca los puntos débiles de la bestia salvaje, sin más que su última oportunidad de vida, derrota a su oponente de una manera inteligente y brutal, una matanza perfecta. El escenario de batalla, el suelo destrozado y la sangre esparcida por el campo dejaba de importar cuando la brisa del alba saludaba dulcemente, mientras que miradas profundas y cálidas se cruzaban en aquel bosque tan tenebroso y siniestro. Aquella humana de nombre Savanna, tenía los ojos café más hermosos jamás vistos. Se sentía tan segura en frente de un gigante que tenía la total capacidad de hacerla desaparecer con un simple movimiento de brazo, solo contemplaba a un Néfilim sentarse apoyando sus brazos en sus rodillas, limpiándose la sangre del cuerpo y dejando ver viejas cicatrices y tatuajes de guerra, sus características humanas, la piel pálida, la cabellera blanca y los cachos tan fuertes y largos como los del mismo diablo, no le daba temor en lo absoluto. -Somos tan diferentes a los convictos de la carrera, la libertad podría matarnos, este es un viaje y quiero ir lejos - exclamó el gigante. La humana respondió entre dientes - Decepcionamos y dejamos abajo, disparamos avalanchas sin saberlo, pero siempre preferimos seguir adelante. El gigante en un fragmento de segundo comprendió lo egoísta que fue durante tantos años, los humanos también veían las estrellas. Se levantó, y le enseñó su mano, dejándole una propuesta con muchas advertencias. Ella aceptó sin pensarlo. 365 soles han transcurrido y ella aún lo ama. Acostada en el inmenso oasis del Desierto de Mojave observaba todas las noches sin falta el Cinturón de Orión, su única conexión con el gigante en su ausencia. Los monstruos de papel cada vez se acercan más y él está menos presente. En una dimensión diferente, el gigante sin nombre llegó a su destino más lejano, Las Montañas de Naxatrás, un lugar frio y vacío, donde la niebla azul era el puente hacia otro hemisferio. Se sentó muy lentamente en las tierras volcánicas de aquellas montañas, sabiendo que la muerte lo esperaba pacientemente del otro lado. Como lecho de muerte sus ojos apuntaron a el dibujo de estrellas que hay en el cielo, pero en ninguna se encuentra el Cinturón de Orión. El mensaje fue claro, los monstruos de papel arribaron al Oasis. Cobardía, impotencia y culpa sentían sus tres corazones triangulares, al saber que causó su muerte por no amarla tanto.


¿Qué es para mí leer? Mariangel Rondón

Es complicado expresar lo que representa la lectura para mí, porque se asume que debe ser una parte importante de la vida de las personas. Normalmente yo no busco un libro porque con solo mirar el grosor del lomo me aterrorizo, pero me he inclinado por lo digital. Desde mi punto de vista, leer implica aprender de la vida adquiriendo conocimiento, y así entender el mundo y todo lo que nos rodea, Porque toda experiencia está plasmada en papel o en digital y todo aquello que me cause duda lo puedo encontrar bien sea en un libro, en un artículo de periódico, en un PDF o en Google. Respondiendo a medias la pregunta inicial leer para mi es conocer un sinfín de cosas nuevas, informarme más, me concentro cuando leo algo que llama mi atención en temas que me gustan, no soy lectora habitual y mucho menos de largos y extensos libros. Pero quiero explorar más y aprender cada día.



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