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Latitud21 No 214 Enero 2021

Carte del presidente

Bienvenido el nuevo año 2021. A recordar los 500 años de la Conquista y también, los 200 años de nuestra Independencia.

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Eduardo Albor (ealbor@latitud21.com.mx)

El señor de los anillos

Hace precisamente 500 años, vivíamos momentos turbulentos en lo que entonces era el México prehispánico. Hernán Cortés, un expedicionario aventurero, con formación más de pirata que militar, se aventuró a la conquista de estas tierras a las que llega en 1519 y, ya en 1520, continuaba con un puñado de españoles, la mayoría de Extremadura, tratando de conquistar el mayor imperio de este continente, el de los Aztecas. Se dice, según las crónicas de Bernal Díaz del Castillo, que Cortés solía reunirse en las mañanas con sus generales para repasar los planes del día que iniciaba y repartirse los botines del día anterior. Realmente, lucía esto una aventura sin pies ni cabeza, digna de estos hombres de muchas agallas y poco seso. Finalmente, algo ocurrió que cambió el rumbo de la historia a favor de estos invasores.

Por instrucciones del entonces gobernador de Cuba, Diego Velázquez, sale de esta isla un grupo de españoles, comandados por Pánfilo de Narváez, con rumbo a México para arrestar al rebelde Hernán Cortés y regresarlo a Cuba, pues pretendía apropiarse de estas tierras que reclamaba derecho de ocupación dicho gobernador de Cuba. La historia dice que Narváez embarca en su viaje para apresar a Hernán Cortés en marzo de 1520, trayendo en su embarcación un pasajero, un esclavo llamado Francisco Erguía, contagiado de viruela. Después de una parada en la isla de Cozumel para abastecerse, finalmente la flotilla desembarca en Cempoala (lo que hoy sería el territorio de Tabasco) junto con el mortal virus que sería propagado a partir de ahí hasta la gran Tenochtitlan en el mismo 1520, cobrando la vida de entre 2.5 a 3 millones de indígenas. Esto sería un factor determinante para la insólita victoria de Hernán Cortés, que culminaría el 13 de agosto de 1521 cuando la gran Tenochtitlan cayó en poder de los conquistadores, después de dos años de matanzas, masacres, asaltos y destrucción de toda una civilización, con ayuda de un virus que, a Hernán Cortés y a su grupo de saqueadores y piratas, les cayera “como anillo al dedo”.

500 años después, parece que se repite la historia. Un grupo de hombres que llega al poder al final de 2018 y que pretende tomar control de una nación, confrontando a los diferentes grupos que la conforman (misma estrategia de Cortés), para crear caos, confusión, y así poder derrotar y eliminar a sus adversarios. 500 años después, cuando se veía imposible, un virus (que hace 500 años entra por territorio de lo que hoy es Tabasco), parece que está haciendo el trabajo de poner de rodillas todo un pueblo milenario a merced del que vino a conquistarnos en el nombre del Señor y, como mesías, rescatarnos de los bárbaros que saqueaban estas tierras. Una vez más, un virus haría la tarea con ayuda de un mercenario con patente de corso que se hace pasar por infectólogo. Y todo apunta a que la historia pudiera repetirse y ser derrotados de nuevo, 500 años después, en el verano de 2021, cuando el pueblo sabio determine su futuro.

La historia que no se recuerda se repite. Y de nuevo un virus, como anillo al dedo.

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