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¡UNA OPORTUNIDAD DE APRENDIZAJE PARA LOS MÁS PEQUEÑOS!
Se aproxima el fin de curso y llega el momento en que los más pequeños de la casa se despiden de sus profesores, compañeros, y de sus rutinas de juego y actividades del día a día.
> Texto: Colegio Balder
Pero las vacaciones de verano presentan una magnífica oportunidad para que los niños y niñas, en este caso de la Etapa de Infantil, continúen beneficiándose de todos los aspectos positivos que las actividades lúdicas les aportan en su desarrollo.
Y es que, sabemos que, en esta primera infancia, el juego constituye el principal motor a través del que los pequeños comienzan a descubrir su entorno. Los niños de entre tres y cinco años transitan la que el psicólogo Jean Piaget denominó etapa de la inteligencia sensoriomotriz, un periodo carac- terizado por la imaginación, el pensamiento simbólico, y unas ganas irrefrenables de explorar el mundo que los rodea. El juego no solo se trata, por tanto, de una actividad placentera, sino que involucra multitud de elementos relacionados con el aprendizaje y la adquisición de todo tipo de habilidades fundamentales para todos los ámbitos de su desarrollo.
Desarrollo Biosocial
Una de las principales ventajas del verano es que ofrece la posibilidad de disfrutar de diversos juegos al aire libre, que, además, pueden disfrutarse en familia o en compañía de sus iguales. La playa, la piscina, el parque, o cualquier rincón de la urbanización, se transforman en escenarios donde los pe- queños pueden poner en práctica juegos intensos, activos, y que impliquen movimiento y actividad física, que es vital para que desarrollen su fuerza y musculatura.

Durante esta etapa, se produce la maduración de la corteza prefrontal del cerebro, lo que supone un mayor control de los impulsos y una mejora de sus destrezas motrices, como el equilibrio y la coordinación. Correr, saltar, jugar con las palas, con la pelota… son solo algunas propuestas que favorecen el perfeccionamiento de sus habilidades motoras gruesas, y, por ende, el desarrollo biosocial de los niños y niñas.
Desarrollo Cognitivo
Sin embargo, las vacaciones también implican algunos momentos en los que permanecemos en casa debido a las altas temperaturas (la hora de la siesta), o esos viajes en coche, o en cualquier transporte que nos traslade al destino vacacional escogido. ¿Por qué no aprovechar esos lapsos de tiempo y convertirlos en instantes entretenidos y agradables para toda la familia? Y más allá de eso; existen múltiples opciones de juego que fomentan su desarrollo cognitivo y que pueden llevarse a cabo en cualquier lugar. Algunos ejemplos son los juegos de mesa cooperativos como Ubongo Junior o Simón, populares para ejercitar capacidades como la memoria, el razonamiento lógico, y la comprensión de determinados patrones visuales para los que se requiere agilidad mental y concentración.
Ahora bien, podemos elegir juegos más sencillos y que no precisen de ningún material concreto. Es el caso del clásico “Veo veo”, con el que podemos hacer los trayectos en coche mucho más amenos. Y, a su vez, continuar desarrollando capacidades de los niños, como su capacidad de expresión oral (el lenguaje), su percepción visual, y su habilidad para establecer relaciones o asociaciones entre objetos y conceptos. ¡O más sencillo incluso! Propón a tu hijo que se concentre en el paisaje, en los cambios que va percibiendo, en los diferentes colores, la vegetación, o los edificios e instalaciones que observa. Acompáñale en el proceso y disfrutad juntos de unos instantes de atención plena y de enfoque en el entorno y el momento presente. ¡Será altamente beneficioso para todos!

Desarrollo Psicosocial
Por último, no podemos olvidar que, mediante el juego, los niños comienzan a poner en práctica sus habilidades sociales y a establecer relaciones con los otros. Es interesante que aprovechen las vacaciones veraniegas para acercarse a otros niños (en la urbanización, la piscina…) y compartir momentos divertidos y lúdicos junto a ellos. Podemos sugerirles que lleven algún juguete que puedan compartir, para que tengan la opción de jugar en pareja, o en grupo, en el caso de conocer a algunos inesperados amigos. Los niños de esta edad se encuentran en la etapa del egocentrismo piagetiano, y es ahora cuando empiezan a comprender que existen otras visiones y realidades además de la suya. Además, los juegos en común con otros niños, ya sean juegos simbólicos, de fantasía, o de cualquier índole, les ayudan a entrenar la regulación y gestión de emociones a través de su contacto e interacción con los pares y de la ampliación de su contexto social. Es fundamental que durante el verano continúen trabajando todas las habilidades de Inteligencia Emocional que los niños entrenan cada día en la escuela gracias, entre otras cosas, al contacto continuo y a las relaciones positivas mantenidas con sus compañeros.


En definitiva, desde el Centro Escolar Balder creemos firmemente en el juego como herramienta de desarrollo integral de los niños, y más concretamente, en la Etapa de Infantil. Os animamos a que aprovechéis estos meses de vacaciones para pasar tiempo de calidad jugando con vuestros hijos y animándolos a disfrutar de todas estas actividades tan positivas para ellos y para la familia. ¡Feliz verano a todos!