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Los chicos están bien

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Los chicos están bien

El 23de juniosaliódelaeropuertode Madridungrupo de españolescon destinoaIrlanda, con intención de pasar una semana conociendo una nueva cultura, visitando y conociendo otro país y practicando otro idioma. Y aunque no todo salió como se esperaba, como nos cuentan enestereportaje nuestrosprotagonistas,porsuertepodemosdecir que los chicosestán bien.

Lidia y María, que estuvieron en el último viaje a Irlanda que se hizo antes del COVID cuando estaban

en 2º de ESO (ahora están en el último curso de Bachillerato), quisieron volver a vivirlo, y también practicar el hablar en inglés y vivir con otra familia; igual que Marcos, mientras que a Laura, Sara y Álvaro les llamó la atención y querían perder la vergüenza durante ese viaje. Pero para poder llegar a Dublín varios tuvieron problemas, como nos cuenta María: Me quedé en tierra por tener el DNI denunciado y perdí el vuelo, y tuve que hacerme un pasaporte de emergencia para coger otro. Pensé que me iba a perder todo el día y parte del siguiente , aunque por suerte pudo volar esa misma tarde pero lo pasó muy mal. Álvaro lo vivió a la vuelta, le dijeron que su DNI no era válido, aunque pudo pasar presentando el pasaporte; pero sin embargo, el problema de Marcos no se solucionó tan

pronto porque perdió su maleta, momento que ahora recuerda como guay y diferente entre risas aunque entonces estaba en shock, y la terminó recuperando a finales de agosto.

A pesar de estos problemas, cuando les preguntamos por buenos recuerdos del viaje varios hablan de los momentos en los

que iban cantando en el metro, o con música por la calle, porque los irlandeses no estaban acostumbrados; Nos juntamos un día como 30 españoles en un parque y nos pusimos a cantar y hablar con ellos, todos nos miraban raro porque para ellos no es lo normal dice Álvaro.

Me quedé en tierra por tener el DNI denunciado y tuve que hacerme un pasaporte para coger el siguiente vuelo .

También nos hablan de la bolera, o del día que fueron al cine y, riendo, hablan de un soborno por el que acabaron viendo Lightyear en el cine en vez de Jurassic World. Luego recuerdan el paseo por los acantilados y el día del lago de Glendalough, cuando llovía y aun así algunos españoles se bañaron, como nos cuenta María, que añade que los irlandeses se pusieron a grabarlo, y Lidia habla de que les regañaron por dar de comer a los patos. Lo siguiente que dicen que no van a olvidar es el trato de las

familias, ya que, a pesar de que no estaban mucho tiempo con ellas porque tenían muchas actividades, se sintieron como en casa, les acogieron muy bien y agradecieron mucho el buen trato. Lo único de lo que se quejan, y dicen que les sorprendió mucho, fue de lo mal que comían los irlandeses. Laura dice que cree que su familia era vegetariana y tenía que comprar comida en el Lidl, Sara habla del hambre que pasaron, Lidia comenta que su familia de 2019 le hacía unas comidas increíbles… pero todos coinciden en que su dieta deja bastante que desear. Otra de las diferencias con

España, aparte de las horas a las a las que comían, es el tiempo. Marcos dice que la predicción del tiempo era muy distinta de la realidad, y Álvaro admite que solo se llevó un pantalón corto pero que tuvo que comprar un

paraguas; de eso pasan a la educación de la gente de allí: ponen muchas multas por tirar basura en la calle, apoyar los pies en el asiento del autobús, cruzar cuando está rojo… Ellos iban a clase en autobús, cuyos conductores dicen que eran muy amables; y se sorprendieron al ver a niños muy pequeños yendo en grupos grandes sin adultos al colegio, lo que les lleva a contar que muchas veces iban por la calle y como gritaban mucho la gente se apartaba de ellos, aunque sonríen cuando hablan de que al cantar mucha gente lo hacía con ellos. Otra gran diferencia eran las casas y el entorno. Allí todo era verde y las casas como en Estados Unidos, todas juntas e iguales , cuentan María y Lidia, y Álvaro añade que había un monumento que a nadie le gustaba, lo que provoca las risas de todos. También les

sorprendieron los centros comerciales, en los que dicen que apenas había tiendas de juegos ni ninguna que no fuera de ropa, hasta que alguien menciona el Starbucks y todos ríen porque recuerdan que había muchos. Al hablar sobre el partido de fútbol gaélico que vieron, coinciden en que había mucha gente que les miraba mal, por ejemplo por celebrar los goles de ambos equipos, y también dicen que había mucha cola para todo, mucha cerveza y mucha comida que podían comprar aunque se acabó muy rápido. Les preguntamos por las gaviotas, y María cuenta que esta vez se han portado bien porque la otra vez que estuvo le quitaron el sándwich de las manos, y con eso Laura dice que cada vez que veían una aparecer escondían la comida, Lidia añade que siempre veía gaviotas atacando gente (desatando más risas) y Álvaro dice que aunque eran un poco agresivas les dieron su comida en un muelle, para añadir que esperaba ver focas o leones marinos aunque no lo hizo.

Conoces gente y lo pasas muy bien, aprendes inglés porque te sueltas y conoces otro país y otra cultura .

No dudan en recomendar el

viaje cuando se lo preguntamos, porque conoces gente y lo pasas muy bien, porque aprendes inglés y disfrutas, porque te llevas mejor con mucha gente, porque es una experiencia y al no estar en casa te sueltas, porque conoces otro país y otras culturas …

Y todos volverían, lo que nos lleva a la última pregunta: cómo de lejos les queda este viaje después de dos semanas en 2ºde Bachillerato. Nos sorprende que todos digan que parece que fue ayer y que lo recuerdan cada noche. Sin duda, este viaje lo van a recordar siempre y, por suerte y a pesar de todas las dificultades, seguimos pudiendo decir que los chicos están bien.

La ventana indiscreta

Comenzamos un nuevo curso rompiendo moldes y dedicando nuestra primera portada del año a los alumnos que viajaron a Irlanda a finales del curso pasado: Sara, Álvaro, Lidia, María, Marcos y Laura. Y analizamos, en La ventana indiscreta, el proceso de la toma de la foto, sol cegador y gaviota voladora incluidos, en el enclave marítimo que constituía la azotea de la academia de inglés de Dun Laoghaire.

LOS CHICOS ESTÁN BIEN

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