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Museo CJR

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Rubén Hernanz

Rubén Hernanz

Con motivo del tercer aniversario de CJR en marzo, lanzamos la iniciativa #CaminoAl30, paraguas bajo el que pretendemos englobar una serie de actividades que vayan allanando el camino al número 30. La primera de ellas es la inauguración de este Museo CJR, que ya podéis visitar en la Redacción, y que alberga tesoros del pasado y presente periodístico del centro.

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La firma invitada: Entrenad la vida

Cuando me pidieron que escribiera este artículo me asaltó el vértigo. Dirigirse a nuestro futuro no es algo baladí, así que me propuse lo habitual en estos casos: Alcanzar hasta el último de vosotros. Padre de dos queridas promesas de futuro de entre las más de 900 que habitan el exitoso ecosistema #joaquinrodrigo, me conoceréis por ese señor de Telefónica con sudaderas de la ESA o la NASA que se empeña en despertar vocaciones, en provocar vuestras aventuras desde el espacio de innovación FABLAB M. Ese que os reta a superar problemas de programación con un robot sobre baldosas luminosas, os conecta con mundos de exploración científica u os desafía durante meses con proyectos innovadores, como el premiado LeanOnMe para luchar contra el Alzheimer con IA. Ese al que hacéis crecer cuando le llamáis “profe” sin serlo. En resumen, alguien muy interesado en los que me precedieron, pero más aún en los que me seguirán. Los que hemos tenido la oportunidad de estudiar (en mi caso Física), de explorar más allá de lo esperable, tenemos la oportunidad de devolver una parte de lo que nos dieron aquellos sobre los que nos apoyamos: Inspirando sueños, susurrando destinos o contagiando pasión a pioneros mientras los acompañas en su aventura de descubrimiento. Formáis parte de la generación que más oportunidades tendrá. Usadlas bien y marcad vuestro camino y vuestros tiempos. No hay una edad para tener un coche, ni una casa, ni formar una familia, ni siquiera una receta para el éxito. Solo edades para cumplir sueños. Eso sí, con esfuerzo. Os prometo que habrá momentos duros, como os prometo que no estaréis solos en ese camino. Si perseveráis encontraréis recompensas que multiplicarán lo invertido. Confieso que creé FABLAB M para adelantar la innovación a etapas previas a la universidad por un motivo poco altruista: mis hijas. Sin embargo, en lugares como el #joaquinrodriguismo he encontrado complicidad con un cuerpo docente sobresaliente, un alumnado con potencialidad y una comunidad educativa vibrante. Eso transformó FABLAB M en lo que es hoy y es el regalo que me llevo. Para terminar, en agradecimiento por permitirme veros crecer me gustaría regalaros un deseo y haceros una petición. Os deseo que seáis capaces de construir una vida completa, significativa y con propósito para vosotros. Pediros que aprendáis a usarla para provocar un impacto y una diferencia en la vida de otros. Eso, creedme, es verdadero éxito. La vida es un bonito deporte, entrenad la vida.

La viñeta La columna

Hoy vengo a quejarme. A reflexionar. A desahogarme. Yo tenía una vida normal, y ahora, en 2º de Bachillerato, no tengo vida. Para empezar, aquello de terminar un mes antes que el resto de los alumnos del instituto puede parecer lo mejor del mundo, hasta yo lo pensaba. Pero, al caer en la cuenta de que es mucho más temario que nunca, y tenemos menos tiempo, no me salen las cuentas. Además, por culpa de selectividad hay que dar absolutamente todo el temario, sin dejarte ni una sola página, porque basta que te la saltes para que luego te lo pregunten en EvAU. Este curso es, como dice mi profesora de Lengua, un continuo examen: como aquellos sueños donde intentas correr en un pasillo largo, huyendo de un monstruo, pero tu cuerpo decide no avanzar. Y luego selectividad, que es muchísimo temario. Aunque bien es verdad que tienes bastante tiempo para preparártelo (o eso creo, ya os iré contando cuando llegue). Pero hay algo que no entiendo, de verdad, y es la necesidad de hacer pasar mal a los alumnos en todos los sentidos. Literalmente, que parece un juicio (no puedes escribir en esta página, tienes “X” hojas y no puedes pasarte, si haces alguna marca te anulan el examen…). Y podría estar hablando de este curso días y días, porque el estrés que tenemos da para mucho que contar. Esperemos que los días pasen rápido, que nos veamos saliendo de la universidad al acabar el último examen de selectividad cuanto antes, y que por favor, acabe pronto esta pesadilla.

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