Héctor Justino Hernández (Veracruz) es egresado de la Maestría en Literatura Mexicana en la Universidad Veracruzana. Ha publicado los libros Dimorfismo (Pasto verde, 2019), La isla que nos llama (Editorial IVEC, 2021), La máscara de Miguel (Editora de Gobierno, 2021) y Acaso un descubrimiento a mitad de la noche (Editorial Iridiscencias, 2025). En esta edición, una entrevista con él realizada por Beatriz Pérez Pereda, a propósito de su más reciente libro.
Héctor Justino Hernández
Editorial
La Gualdra No.
El rey sin traje fue la obra presentada por la Ciénega Teatro, en el Festival Internacional de Teatro de Calle en Zacatecas, el viernes 17 y sábado 18 de octubre en la Plazuela del Moral y fuimos a verla en su segunda función. Lo primero que he de señalar es que los espectadores llenaron prácticamente todo el espacio, tanto las gradas como las áreas a ras de piso estaban abarrotadas y eso me dio mucho gusto porque se trata de una compañía zacatecana, lo que comprueba que en este festival la gente no sólo asiste a ver las obras foráneas y que La Ciénega tiene ya un público cautivo gracias al arduo trabajo realizado durante años. Sobre la trayectoria de La Ciénega Teatro: “Compañía zacatecana comprometida con la creación de públicos y la descentralización del teatro en el Estado. La Ciénega Teatro, es una compañía fundada con un espíritu de exploración artística, que apuesta por dramaturgia original y espectáculos diseñados para espacios alternativos, con especial atención a las infancias mediante la animación e investigación de títeres. En 2020 fue seleccionada para el Programa Nacional de Teatro Escolar con Un corazón para un monstruo. Con una trayectoria reconocida, ha representado a Zacatecas en festivales nacionales e internacionales en España, Chile, Argentina, Colombia y México, presentando obras como El Baúl, Andantes con Cervantes y La pequeña gran Emma. Ganadora en cuatro ocasiones de la Muestra Estatal de Teatro, también ha producido montajes para la Compañía Estatal de Ópera de Zacatecas y continúa innovando en propuestas escénicas con enfoque comunitario y formativo”. El rey sin traje fue la obra ganadora de la convocatoria de Producción Escénica del Festival Cultural Zacatecas 2025. La dirección y dramaturgia estuvieron a cargo de Iván Guardado; y en el elenco participaron: Noé Germán Rendón Jara, Iván Rodrigo Guardado Ovalle, Kalio Murillo de León y Luis Aranda Gutierrez. La música original es de Abad Ovalle Bernal; el diseño y realización de escenografía de Noé Germán y Ricardo García; el diseño y realización de títeres y vestuario de Iván Guardado; y la iluminación, de Amayrane Lira. La historia de esta obra está basada en “El traje nuevo del emperador”, de Hans Christian Andersen, publicado en el siglo XIX.
Iván Guardado retoma el relato y sustituye el personaje del emperador original por el del Rey Foliemón III, un rey que no toma en cuenta las necesidades de sus gobernados por estar más obsesionado con su apariencia y con estrenar un traje nuevo cada fin de semana. A su reino llegan dos timadores que le ofrecen confeccionarle un traje tan, pero tan especial, que sólo las personas “inteligentes y de buen corazón” pueden verlo, el rey acepta y compra el traje por muchas monedas de oro -que podrían haber sido invertidas en comida, educación y salud paras sus habitantes-. El rey fue engañado y sale desnudo, lo que propicia que sus gobernados, al grito de “el pueblo unido jamás será vencido” se rebelen contra él.
La obra fluye, engancha a los espectadores con mucha facilidad, tiene un ritmo ágil, se nota que esta compañía ha trabajado acertadamente en el manejo de los títeres y en el aspecto actoral. Tanto la escenografía como la utilería son de ágil manejo, de ahí que sería muy bueno que las escuelas de educación básica pudieran contratarlo para que se presenten en espacios escolares. Los niños que la presenciaron el pasado sábado 18 la disfrutaron mucho, participaron, gritaron, sonrieron, y seguramente se llevaron a casa la idea de que hay que luchar contra la injusticia y los malos gobiernos; pero, además, tuvieron un acercamiento al arte, al buen teatro, que ojalá los motive a continuar consumiendo este tipo de productos culturales. Felicidades a La Ciénaga Teatro.
El Festival Internacional de Teatro de Calle finalizó ese mismo sábado con la presentación de la compañía argentina Phaway con un espectáculo aéreo, muy vistoso, que hizo que miles de personas salieran a las calles y asistieran a Plaza de Armas para verlo. Fue un muy buen fin de semana en esta ciudad que ya se está preparando también para las celebraciones del Día de Muertos, pero de eso hablaremos la siguiente semana.
Que disfrute su lectura.
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Contenido
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Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com
Sandra Andrade Diseño Editorial
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
Héctor Justino Hernández: Acaso un descubrimiento a mitad de la noche Por Beatriz Pérez Pereda
El lenguaje de los pájaros. Sobre Niñapájaroglaciar de Mariana Matija Por Daniel Sibaja
Desayuno en Tiffany’s, mon ku Dolores, de Cecilia Andalón Por Carolina Cuellar Hernández
Mudar la existencia, viajar al alma Por Álvaro López-Limón
Controversia educativa entre la ideología y la fe. La educación socialista en Aguascalientes vista desde su historia Por Salvador Camacho Sandoval
Controversia educativa entre la ideología y la fe. La educación socialista en Aguascalientes vista desde su historia
6 Por Salvador Camacho Sandoval
Recientemente se presentó el libro de Salvador Camacho Sandoval, en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, quien también colabora en varias actividades académicas en la Universidad Autónoma de Zacatecas en las áreas de educación e historia. El libro es relevante en varios aspectos y se distingue como un estudio especial para nuestra comprensión de una política gubernamental y su rol en la conformación del estado nación. Primero, es uno de los pocos estudios que examina la política educativa al nivel de una estado-región en su totalidad. En segundo lugar, consulta fuentes ricas y variadas, pues, además de la consulta documental minuciosa en varios archivos, el autor hizo entrevistas, que nos permiten escuchar las voces de las y los participantes que hoy día ya no están con nosotros. La tercera dimensión que distingue a esta historia es su argumento en favor de una
facilidad relativa en la formación del Estado posrevolucionario en una parte de la llamada provincia, que evita las visiones nacionales monolíticas, para, precisamente, ofrecer nuevas explicaciones que contribuyan a comprender mejor una totalidad. Salvador Camacho, según la prologuista del libro, Mary Kay Vaughan, narra magistralmente la armonía relativa en la formación del nuevo Estado en Aguascalientes y la integración institucional que se desarrollaba entre el gobierno federal, el gobierno estatal y el nuevo partido político (PNR). También llama nuestra atención un proceso lento y continuo de secularización de la sociedad desde finales del siglo XIX. Para una mejor comprensión de la experiencia educativa, el autor investigó cuáles fueron las condiciones económicas, sociales, políticas y culturales no sólo de los años del gobierno de Lázaro Cárdenas, quien impulsó la
reforma, sino de los últimos años del porfiriato y los primeros de la posrevolución. En esta búsqueda encontró, por ejemplo, que la repartición de tierras a favor de los campesinos se enfrentó a una resistencia de los grandes hacendados que tenían el apoyo, en varios momentos, de los propios gobernantes “revolucionarios”.
Otro acontecimiento relevante que el autor analizó fue el movimiento cristero que, como en Zacatecas y otros estados del país, impactó en el sistema educativo. En lo que se llamó la segunda cristiada, precisamente ocurrida durante el gobierno cardenista, las y los maestros de las escuelas públicas fueron violentados, bajo el supuesto de que ellos eran portadores de anticlericalismo y una educación sexual y atea, que iba en contra de los valores católicos y de la familia cristiana.
Desde una perspectiva micro, el libro narra las actividades escolares, que in-
y maestras de
cluían el cuidado de parcelas y animales, así como trabajos en talleres para aprender habilidades necesarias en la vida cotidiana de las comunidades. Estas prácticas eran, en gran medida, herencia de una visión educativa que había surgido con la creación de la Secretaría de Educación Pública y se había fortalecido en los siguientes años. Una de las partes distintivas que caracterizó a estas prácticas fue su radicalismo social, expresado en una tendencia hacia la “lucha de clases”, propia de corrientes filosóficas y políticas de izquierda, como el marxismo.
En suma, este libro es un excelente estudio de una política federal implementada en un estado y analizada en su totalidad multifacética, con sus consecuencias en la política, la economía y la vida social y cultural del lugar. El libro está en venta y de manera gratuita en la página de la UAA. Libros en Acceso Abierto.
* Libro de acceso abierto, en PDF: https://libros.uaa.mx/uaa/catalog/view/352/317/3027
Libros
Alumnas
la Escuela Normal del Estado.
Lázaro Cárdenas impulsa la escuela para toda la niñez.
Párvulos y maestras. Una escuela moderna para pocos.
Héctor Justino Hernández: Acaso un descubrimiento a mitad de la noche
6Por Beatriz Pérez Pereda
Héctor Justino Hernández (Veracruz) es egresado de la Maestría en Literatura Mexicana en la Universidad Veracruzana. Ha publicado los libros Dimorfismo (Pasto verde, 2019), La isla que nos llama (Editorial IVEC, 2021), La máscara de Miguel (Editora de Gobierno, 2021) y Acaso un descubrimiento a mitad de la noche (Editorial Iridiscencias, 2025). Ha obtenido premios como el Tercer Premio Nacional de Ensayo Histórico; el Noveno Premio de Cuento Infantil de la Editora de Gobierno; el premio de ensayo José Vasconcelos, Gestor Cultural; el Doceavo Premio José María Mendiola a cuento de ciencia ficción; y el Premio Raúl Padilla López a ensayo. Fue acreedor de la beca del Programa de Estímulos a la Creación y el Desarrollo Artístico, Veracruz (2022), en la categoría de novela; y becario de la segunda generación del Taller de Novela UNAM. Es miembro de la revista Tintero Blanco.
Beatriz Pérez Pereda: Acabas de estar en la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Hidalgo promocionando tu nuevo libro Acaso un descubrimiento a mitad de la noche, de Iridiscencias Editorial, cuéntanos un poco sobre él, qué número de libro es éste en tu trayectoria literaria.
Héctor Justino Hernández: Bueno, yo siempre lo considero de manera formal como el número dos y de manera informal creo que es el cuarto, porque tengo por ahí un libro infantil y una plaqueta. Esto depende desde dónde lo veamos, pero un libro completo, de cuentos, es el segundo.
BPP: Según mi lectura del libro, sí hay como un hilo o varios hilos que lo conectan, pero también puede ser clasificado como un libro no unitario (ya sabes que sigue muy presente que un libro tiene que ser temático, unitario y demás), pero me parece que hay cuentos muy distintos entre sí. ¿De dónde viene este libro? Lo pen-
saste en un inicio como conjunto, fue cuento a cuento y en algún momento te diste cuenta que podrían ir juntos, cómo fue su construcción…
HJH: Sí, creo que das en el blanco justo en lo que estás comentando, porque en efecto los cuentos los reuní porque tienen una cierta unidad temática, pero al mismo tiempo no quería como caer en esta un poco moda que se ha puesto en el medio, sobre todo a la hora de escribir libros de cuentos o poemarios, que son como unidades temáticas. Yo quería que de alguna manera los cuentos constantemente estuvieran rompiendo con las expectativas del lector, entonces vamos a poner aquí uno de ciencia ficción y después otro totalmente distinto, que tenga un determinado hilo, pero que al mismo tiempo el tema o la forma estén rompiendo con lo anterior que estaba leyendo el lector. Entonces, creo que el libro se construyó a partir de una tensión entre decir bueno, no quiero un libro totalmente temático,
de ciencia ficción, un libro de terror, no, pero al mismo tiempo que sí hubiera una unidad conductora; para mí la unidad que lo conduce es el tema de la ausencia de lo perdido, de lo que no está.
Entonces, los cuentos, en la estructura hay cosas o elementos que quité deliberadamente para que quedara un vacío en la información, para que el lector lo llenara, y al mismo tiempo dentro de la historia, digamos de la trama, también hay personajes que están todo el tiempo deseando algo que no siempre alcanzan, buscando algo que no siempre tienen. Entonces, lo perdido o lo ausente es algo que los conecta. El proceso de escritura fue largo, la verdad, me llevó varios años escribirlo y fue un poco por acumulación, tenía un archivo en Word y de repente regresaba a escribir a él, regresaba con nuevas ideas o quitaba cuentos que estaban ahí. Entonces fue pensado, se fue construyendo poco a poco, justamente, pero sí fue pensa-
do como un proyecto solitario, de un solo libro. Y creo que por eso se pueden encontrar ciertos hilos conductores dentro de su forma o dentro de su contenido, porque estaban todos esos cuentos en un mismo archivo dialogando entre sí.
BPP: El cuento que da título al libro es uno de los más cortos y el que quizá refleja esto que dices, la pérdida, la ausencia, ¿por qué elegiste ese cuento para que diera título al libro? Cuéntame sobre ese cuento breve pero muy interesante.
HJH: Sí, creo que es mi título favorito porque evoca justamente la cuestión nocturna, que es algo que está presente en la mayoría de los cuentos, creo yo, y la cuestión de descubrir algo, de encontrarse con algo, que también es algo que está presente. Justo es uno de los más cortos, pero era un cuento mucho más largo; mi forma de trabajar los cuentos específicamente es a partir de la sustracción, primero creo
Héctor Justino Hernández
una historia más larga y luego voy viendo qué puede quitarse, de modo de que no se pierda el sentido del texto. Entonces creo que ése es un juego, un experimento, justo en esa vía, de sustraer cosas que yo conozco, y también sin perder la unidad del texto, de este texto breve.
El nombre me gustaba mucho cómo sonaba, la resonancia que creaba en el conjunto, y es por eso que lo elegí para el título. Y también creo que a pesar de su brevedad es una historia muy personal, todos los demás textos podrían rozar mucho la ficción, pero creo que éste es uno en donde un fragmento de mí está allí, muy presente. Entonces creo que por eso, como que de alguna manera me llamaba ese texto.
BPP: Y hablando de quitar cosas, de sustraer, de elidir, cuéntanos cuál fue el cuento más difícil de escribir, cuál estuviste a punto de no escribir o de dejar fuera.
HJH: Sí, yo creo que ahí hay dos cuentos, específicamente, primero el que abre que es Desobediencia, ahorita yo le tengo también mucho cariño a ese cuento, pero me costó mucho trabajo porque pasó por muchos cambios, como por muchas metamorfosis. Originalmente era un cuento como más clásico, de literatura un poquito del norte, con el polvo y todo eso, era realista completamente y en algún momento del proceso de reescritura me di cuenta de que caía de alguna forma en el lugar común; y en la búsqueda de qué hacer con él me encontré con esta extrapolación, con la ciencia ficción, que de alguna manera le daba cierto matiz distinto. Creo que fue por esa búsqueda estética que empezó como un cuento más realista, aunque originalmente el cuento se escribió en una especie de juego cabalístico, ahí medio raro, o sea, llegué a la trama a partir de ese juego, luego fue la escritura
momento:
HJH: Estoy contento porque es un trabajo de muchos años que tenía pendiente de sacar en algún momento, estoy feliz que ya esté aquí en la vida, y que pueda soltarlo más que nada, porque cuando uno tiene un libro en el tintero, o en un archivo, está constantemente pensando y diciendo “qué voy a hacer con él, cómo lo voy a reescribir”, pero ya que llega al papel, es ya “que salga al mundo”, y creo que ese proceso de salir al mundo es lo que ya le toca al libro y ya puedo desprenderme, y estoy contento de poder decir que este proyecto ya está en el mundo y le toca a él ver hacia dónde va.
Creo ha sido un recibimiento muy bueno de parte de Iridiscencias Editorial, creo que ellos han hecho un trabajo muy padre, en la edición, en la distribución, estoy muy agradecido porque, por ejemplo, el primer libro que saqué, como fue en una editorial del Estado, no tuvo una buena distribución, fue muy difícil que saliera del Estado, no llegó a muchos lados, entonces creo que publicar con una editorial que si bien es independiente pero tiene este giro de más difusión, o comercial, es agradable ver cómo llega a otros lugares este proyecto.
BPP: Ahora qué sigue, qué cosas te interesan, qué estás leyendo, sé que estás escribiendo novela…
Entrevista
y después fue como de “no me gusta”, entonces fui buscando diferentes vías de camino y eso me llevó varios años, creo que es el cuento más viejo de los que están aquí.
Y el otro que me costó mucho es el de Adrián, el de un chico trans, porque me pasaba que yo no quería escribir una historia que fuera dramática, como solemos ver este tipo de literatura LGBT; pero, tampoco quería que cayera en lo rosa. Y entonces fue un cuento que reescribí muchas veces para que no se fuera hacia un extremo ni se fuera al otro. Me costó mucho por eso, para encontrar un equilibrio entre los temas, y aún así siento que sí es un poquito telenovelesco, pero lo era más, me costó mucho agarrar las riendas y decir no te vayas para allá.
BPP: Cómo te sientes ahora respecto al libro, ya que está publicado, que andas en ferias promocionándolo, cómo es tu relación con él en este
HJH: Ahora tengo una novela ya con editor, apenas vamos a firmar el contrato el mes que viene, pero estoy muy feliz, es una novela de aprendizaje, de amor adolescente, es una novela a la que yo le tengo mucho cariño y de alguna manera llegó a las manos correctas y dijeron va, y el libro sale y yo estoy muy feliz, muy emocionado de que ya viene para el siguiente año. Y también le estoy buscando espacio a una novela breve, entre que sí está terminada y no tanto, es una novela que combina lo fantástico y lo LGBT, en México no se ha explorado mucho esa veta. Y también estoy trabajando en un libro de cuentos que está en borrador todavía, es un libro de cuentos plenamente de ciencia ficción, ahora no tengo un libro que sea plenamente de ciencia ficción, así que dije vamos a probar con uno, eso estoy ahora escribiendo, a ver qué sale, como sigue en borrador le va a tomar unos añitos.
BPP: Para despedirnos, en redes he visto lo que lees por trabajo, pero cuéntanos qué estás leyendo por placer HJH: Estoy leyendo un libro de Cristina Peri Rossi, me lo regaló una amiga de Uruguay, me dijo “Tengo dos libros que te van a gustar mucho”, ése y Maricas muertas, una novela negra LGBT muy interesante, y me regaló el de Peri Rossi, que está muy raro y muy bello. Estoy leyendo también El problema de los tres cuerpos, que no lo había leído, era como un pendiente que tenía y lo estoy leyendo por puro gusto.
El lenguaje de los pájaros. Sobre Niñapájaroglaciar de Mariana Matija
6Por Daniel Sibaja —
Aló, Aló ¿cómo así? Colombia fue mi mejor amiga en estos meses… Dentro, muy dentro, como un implante… Incrustado en mi interior… Ella nos expuso su cariño entre las calles de la Emérita, y me pareció hermoso, como el canto de las tórtolas en los jardines de Chen T’Ho, muy cerca de casa, cuando el Oriente era un canto de la naturaleza, un corazón palpitante, mientras uno cae dormido, mientras uno muere …En mi cerebro, lupa implacable… Mi voluntad destruyó… Si pudiera describírtelo: /…Dayana son las aves del crepúsculo en los parques.
—¿Gritaba mucho? / ¿Por qué, reinita? […] / Adentro trato de grabar en mi cuerpo el recuerdo de su existencia pequeñita, sus plumas oscuras, sus ojos luminosos […] / Fue el ruido del mundo entrando sin invitación a un momento lleno de belleza… Poquito a poco, tú te instalaste… ¿Eres huésped o invasor?… Fue un momento lleno de belleza recordándome que hay más cosas en el mundo, además del ruido.
Encontré el libro Niñapájaroglaciar (2025) gracias a mi amiga bióloga-colombiana. La conocí en la Emérita, entre mayo y junio, dentro de mi club de lectura… Tiñes mis días de fatal melancolía… Inmediatamente, caminamos hacia el parque de La Plancha, tomamos cerveza, comimos helados de pistache, y al fondo: …escuchábamos el atardecer con sus pájaros repletos y distintos: loritos verdes, cuervos mayas, tortolitas y palomas… Eres el hacha que astilló toda mi vida… Cuando ella nos hablaba de los ecosistemas microscópicos a través de las plantas coincidimos en muchas otras cosas. Para nuestra suerte, también Mariana Matija era un animal que dibujaba y escribía sin descanso. ¿Quiénes eran ellas?, ¿cómo podría escribirles sobre la naturaleza extraña de vivir? Premeditada y divina… Me pasó con Dayana, la misma bióloga. Parecía que su Colombia interior había cambiado mi juicio sobre aquella literatura de guerrillas, sí, la cambió en su totalidad, por una literatura anegada de hermosas especies, paisajes nublados, montañas con glaciares y pinturas al óleo con crayones.
—No sé cómo explicarte, Parce, lo mucho que te extraño desde México… Cruel y despiadado, me has humillado… Y, sin embargo, aquí estoy… De cuando me invitaste un pedazo de carne de cerdo y me diste de beber flores de jamaica. De esa noche cuando bailamos un poco de cumbia colombiana en el Barrio de Santiago, esperamos el bus y caminamos harto. Ese momento en el que nos dimos aquellos halagos entre los amores imposibles, las relaciones del pasado y las decepciones… Aunque me ultrajes, aunque me uses… Siempre
a tu disposición… Cuando me enseñaste Maligno y brindamos con media botella de vino. Si pudiera, honestamente, nunca olvidaría también, que tú: / …Dayana eres como los almuerzos con arroz y plátano. —Las pomarrosas se parecían a muchas cosas y al mismo tiempo no se parecían a nada que yo hubiera conocido: piel lisa como la de una manzana, pero mucho más suave y más delicada, olor a flores, pulpa entre dulce y ácida… ¡Se acabó!, he llegado al límite… / A los bichofués les decimos así porque en su canto dicen biiiiiiiiichofueeeé […] / así como los humanos, tienen acentos distintos en cada lugar […] / De mi ciega devoción… / …sé que mi cuerpo guardó el recuerdo de esas voces. Encontré, en este libro autobiográfico, que: …María Matija nos pinta un paisaje lleno de árboles, el color fucsia de las flores y el blanco glaciar de las montañas… Tiñes mis días de fatal melancolía… Entonces, su escritura, dividida en diecisiete capítulos, nos lleva hacia un paisaje interior, la suya, la de Colombia y su lenguaje de pájaro endémico… Eres el hacha que astilló toda mi vida… Desde Jorge Isaacs, con su novela María en el Valle del Cauca, hacía mucho que no abría una novela colombiana… Premeditada y divina… Lo que más recordaba de aquella historia fueron los muros hechos de enormes rocas, igualitos a los que se ven en los pueblos de Yucatán; los paisajes amplios, verdes y grandísimos, extendiéndose por todas las letras en la longitud de la página.
—Entristeciéndome y deprimido, decirlo en el salón de clase: …me cuesta mu-
cho estar solo, ésa era la sensación más aguda… Quiero desintoxicarme… ¿Por qué de repente estoy sintiendo la muerte tan cerca de mí? He dejado que las malas decisiones arruinen mi entusiasmo. Quisiera tener más emociones positivas… Cortar esta dependencia antes de que sea tarde… Dejar de comportarme como un inmaduro. No hacer berrinches, dejar de andar a altas horas de la madrugada. Lo acepto, en esta ciudad Emérita voy de la mano con un muerto. Y estoy totalmente vulnerable. No quiero morirme. Quisiera recordar, por siempre: / …Dayana son las noches en motocicleta.
—Pero un día el árbol me habló. / En ese momento sentí como si se me hubiera abierto un hueco en el estómago y ahora entiendo que lo que me pasó fue más o menos eso: en mi paisaje interno empezó a intuirse el vacío […] / ¿De qué manera se ha podido tener acceso a ese lenguaje secreto de células, tejidos, tubos y sangre? / Aparecen. Como espantos. Todo eso se iba metiendo también en mi cuerpo y lo invadía poco a poco, disimuladamente. Era el zumbido filtrándose y desplazándose y llenando todo. BRRRRRRRRRRRRMMMM.
Ignoré por mucho tiempo: …la soledad en sí no existe al interior de este libro… Tiñes mis días de fatal melancolía Siempre estaremos acompañados y nos comunicaremos con la naturaleza, aquélla que también destruimos. Mariana Matija nos hace conocer, en este recuerdo de onomatopeyas, otra cara del globo terráqueo, un planeta que, aunque
enorme, llora por nosotros, los que vivimos aquí… Eres el hacha que astilló toda mi vida… No creo poder etiquetar este libro, hace mucho que no me fijo en la solapa, o en el cintillo de venta que las editoriales y lectores consumistas añoran… Premeditada y divina… Ya lo decía en aquel billete colombiano de 2 mil pesos, Débora Arango: “[…] no espero que todos estén de acuerdo conmigo; pero yo tengo la convicción de que el arte, […] nada tiene que ver con los códigos de moral…”. Dayana y Mariana tenían la misma queja: esa Colombia violenta, en verdad, contiene: … los pueblos más morados de la Tierra, al igual que el rincón donde nació mi mejor amiga: Bojacá, en Cundinamarca.
—Enséñame a amar sin deudas ni garantías. Déjame tener miedo de quererte así, tal como eres, en medio de este clima distinto… Tiñes mis días de fatal melancolía… Dame el tiempo para extrañarte, ofrecerte mi mano cuando estás sobre el suelo, casi en la derrota… Tiñes mis días de fatal melancolía… Cuéntame tus más vergonzosos secretos, mientras escuchamos la Emérita caer por la noche, con sus ruidos subterráneos y sus pulpos blanquitos. Déjanos, Libro, en este paseo por el centro histórico… Tiñes mis días de fatal melancolía… Quisiera, en este pequeño infierno, escribirte: / …Dayana es una carta de amistad nunca antes escrita.
—Toda la vida he sido muy llorona, y por eso me ha pasado muchas veces que otras personas no se toman en serio mi dolor […] / Me encerré para protegerme de la tristeza y no me di cuenta de que me metí en una jaula. / Los glaciares y las montañas que los sostienen. El páramo y el agua que escurren. Las islas. Los volcanes. Los aguaceros. […] Los acantilados llenos de nidos de frailecillos. […] Los afrecheros. Los bichofués. Las pomarrosas y los árboles que las hacen y sus explosiones fosforescentes en el suelo. […] Las reinitas canadienses y sus viajes imposibles. La Tierra y sus canciones magnéticas.
Niñapájaroglaciar fue publicado primeramente en el 2023 por Rey Naranjo Editores, pero hoy se abre al mundo con la colección de ensayo de Almadía en 2025. Quiero dedicar esta carta, como ese dibujo de Mónica Figueroa que también nos invita, siempre, a ascender a las montañas. Mónica Nepote, lo anota, esta obra literaria para la Tierra “…nos recuerda que vivir es habitar y que el mundo palpita…”. Qué humillado me siento entonces. Estoy hasta la coronilla cuando digo que esta soledad jamás nos pertenece, sino que hay mucho más allá afuera, deprimido Lector, que la naturaleza nos regala, y que, por tercos, no terminamos de admirar y… ¿amar?
Desayuno en Tiffany’s, mon ku
Dolores, de Cecilia Andalón
6 Por Carolina Cuellar Hernández
“
Creo que a veces los artistas sentimos la necesidad de contar algo, aunque nadie quiera escucharlo”, comparte Cecilia Andalón, directora de Dolores, su ópera prima que nos sumerge en un mundo de stop motion donde la infancia juega entre símbolos de vida y muerte.
Dolores es un cortometraje en animación stop motion que narra la historia de una niña que sólo desea jugar, y cuya curiosidad la lleva a un maizal donde se enfrenta a situaciones fantásticas. Al caer accidentalmente en una tumba de tiro, descubre un universo donde lo lúdico y lo simbólico se entrelazan: calaveras de hojas de maíz y un armadillo curioso se convierten en sus compañeros de esta travesía.
Con una estética única, realista y a la vez mágica, Dolores nos sorprende con sus texturas, colores y escenarios. En lugar de recurrir a espacios urbanos o entornos domésticos, la directora elige un maizal y una tumba de tiro —lugares profundamente vinculados con la tierra y la memoria— los cuales evo-
can una conexión íntima con sus raíces, inspirados en recuerdos de su infancia y en elementos culturales, creando un mundo visual que atrapa al espectador desde el inicio. La creación de los escenarios y de la tumba de tiro fue una experiencia significativa para Cecilia, durante la cual cada detalle artesanal se trabajó con esmero: más de quinientas plantas de maíz y numerosas figurillas de barro dieron vida a un universo único y lleno de detalles.
La formación en artes plásticas de Cecilia Andalón fue la puerta que la llevó al mundo del stop motion, mientras que su fascinación por los cuentos de Guadalupe Dueñas —con su sátira ligera, sus situaciones inquietantes y su mezcla de lo cotidiano con lo fantástico— influyó profundamente en la construcción de este universo simbólico y lúdico. Para la directora, Dolores representa un parteaguas en su carrera: la oportunidad de dar voz a una historia propia, acompañada por un equipo de 101 personas, desde la persona que la asesoró en las prime-
ras versiones del guion hasta quienes participaron en la postproducción y distribución del cortometraje. El proyecto se desarrolló a lo largo de dos años, con la idea comenzando a gestarse desde inicios de la pandemia.
La precisión artesanal detrás de Dolores Entre los retos más destacados de la producción, Cecilia resalta un plano en 360° de la tumba de tiro, diseñado para mostrar a Dolores y a las calaveras desde todos los ángulos. Este plano requirió un trabajo minucioso de planificación de sets, grúa y cámara, así como la colaboración de múltiples departamentos para lograr un movimiento fluido. Otro desafío importante fue la construcción y reconstrucción de un personaje en plastilina, grabado al revés para crear un efecto de cambio. Cada movimiento y detalle debía calcularse cuidadosamente, de modo que la transformación pareciera natural y fluida en pantalla, manteniendo la ilusión y coherencia del personaje a lo largo de la secuencia. Este proceso implicó una cuidadosa coordinación en el área de animación y la creación de múltiples versiones del personaje, evidenciando la dedicación artesanal y el cuidado extremo en cada detalle de todo el equipo.
Realizadoras mexicanas: talento que crece
Afortunadamente, el stop motion mexi-
cano siempre ha contado con la presencia de realizadoras, y hoy estas voces siguen creciendo y ganando visibilidad. Cecilia expresa su orgullo por sumarse a la lista de creadoras tapatías y contribuir al reconocimiento del talento femenino, destacando que cada vez más mujeres tienen la oportunidad de liderar proyectos y que el ecosistema actual permite la colaboración de profesionales de distintas áreas en la animación. Reconoce, sin embargo, que aún queda trabajo por hacer y que la inversión privada deberá jugar un papel importante para consolidar el crecimiento de la industria. En este contexto, celebra que Guadalajara se esté convirtiendo en un nuevo epicentro del stop motion, descentralizando la industria de Ciudad de México y abriendo espacio para voces diversas, lo que convierte a este momento en una etapa prometedora para la animación mexicana. Dolores fue nominada al Ariel 2025 en la categoría de Mejor Cortometraje Animado y actualmente se encuentra en su ruta de festivales nacionales e internacionales, consolidándose como un nuevo referente de la animación mexicana. Destaca su participación en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2024, así como en el Festival Internacional de Cine de Huesca. Dolores es una invitación a descubrir y apoyar la animación mexicana, celebrando la riqueza artística y narrativa que este medio ofrece.
Cecilia Andalón, directora de Dolores
Mudar la existencia, viajar al alma
6 Por Álvaro López-Limón
Situados en el mundo de las experiencias tecnológicas del arte, reconocemos que ya se ha cumplido un año de la muerte de Bill Viola y 20 años de que se presentó –en la Ópera de París– su puesta en escena de Tristán e Isolda, de Richard Wagner.
Maestro de la imagen en movimiento, cirujano del alma y la existencia humana. La obra de Viola gira en torno al nacimiento, la muerte, la vida y su transformación, preocupado por la dualidad: la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, la acción y la calma, la fuerza y la tranquilidad; un ejercicio de contrarios que pone en juego la vista, el oído, los sentidos todos y hasta el cuerpo en su conjunto. Recreando paisajes interiores en los que
el tiempo se extiende hasta el infinito; escenas de lo invisible, en las que los sutiles cambios de luz crean una eternidad y el sonido se convierte en una especie de guía espiritual. Sus obras son un espacio para la meditación, la contemplación y hasta la epifanía.
Mujer fuego, de Bill Viola, es una visión en la memoria de alguien que agoniza. La silueta de una mujer aparece a contraluz ante un muro de fuego. Si describimos la escena es “alguien que camina hacia el fuego, viste una túnica franciscana, trae la capucha puesta. Ese alguien es casi una sombra. El fuego le roba el color, pero por momentos, también ilumina el cinturón, la túnica, los pies, le da volumen. Pero el andar, con lentitud portentosa, de ese alguien, hacia el
fuego, da una impresión de feminidad a la vista, y el camino se siente húmedo. La figura cae de espaldas, y el piso estalla como sólo un estanque puede hacerlo. Entonces, el estanque y el fuego se entremezclan, y el negro del estanque va devorando al amarillo del fuego, y la verticalidad del fuego va siendo absorbida por un vaivén líquido, azul (ultramarino y digital). Aquí es como si la tradición centenaria de occidente fuera devorada por la tradición decimonónica de las imágenes en movimiento, donde la tecnología misma se revela como recurso estético (y espectacular), y ésta fuera devorada a su vez, por la pixelación y el collage”.
Ciertamente la obra de Viola hace uso de la tecnología, pero no utiliza
efectos digitales, sino efectos ópticos, como la ralentización. Declara, “Siempre trabajo desde la emoción y la intuición, y a menudo no comprendo lo que estoy haciendo hasta que adquiere forma sobre el papel; habitualmente suelo exhibirlo o hago dibujos. Es cuando la obra empieza a reverlarme sus misterios”. Por su parte Kira Perov, su esposa, comenta: “Las exposiciones que creamos se convierten en un viaje rumbo al alma”. Por nuestra parte, al plantear que la obra Bill Viola nos lleva a mudar la existencia, a viajar rumbo al alma, lo estamos pensando como el proceso que transfoma la vida, como una experiencia estética que profundiza la conexión con el ser interior, con el mundo espiritual.
Bill Viola. Fire Woman. 2005. VideoSound Installation.