4 minute read

Habrá justicia para las víctimas; todos los días trabajamos para la paz: AMLO

Criticó a medios de EU por su cobertura en Matamoros

Alonso Urrutia Y Emir Olivares

El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó ayer el levantón de cuatro estadunidenses en Tamaulipas, dos de los cuales fueron asesinados, envió sus condolencias a los familiares, al gobierno y pueblo de Estados Unidos, y ofreció un esclarecimiento de los hechos y el castigo a los responsables. “Estamos trabajando todos los días para garantizar la paz”, señaló. “Lamentamos mucho que esto suceda en nuestro país”.

No obstante, recriminó la cobertura de medios estadunidenses y las posturas de sectores políticos en ese país: “Se dan estos hechos lamentables y todos los medios en Estados Unidos manejan de manera amarillista la información. No así cuando asesinan a mexicanos en Estados Unidos: callan como momias. Claro que lamentamos lo que pasa en nuestro país y este hecho en especial, y ofrecemos nuestras condolencias sinceras”.

Al responder una pregunta, López Obrador indicó que las autoridades mexicanas trabajan en este caso en coordinación con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).

Durante la conferencia diaria en Palacio Nacional, con el gabinete de seguridad en pleno para rendir su informe quincenal, una pregunta dirigida a la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, derivó en el anuncio del trágico desenlace.

Villarreal al teléfono

–A ver, Rosa Icela, infórmales –pidió el Presidente.

Con su celular en mano, la funcionaria se acercó al atril y se disculpó: “Estoy con el gobernador, que ya

Fuerzas mexicanas hallaron a los

Cuatro Extranjeros

los encontraron”, susurró. López Obrador tomó el teléfono y colocó en altavoz al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal.

–Te están escuchando aquí en la conferencia. ¿Puedes informarnos?

–Hoy, aproximadamente hace una hora, nos notificaron que había indicios de haber visto a los cuatro ciudadanos estadunidenses y hace 35 minutos ya fue plenamente confirmado por la fiscalía (…) De los cuatro hay dos de ellos fallecidos, una persona herida y la otra con vida.

López Obrador agradeció el informe a Villarreal y continuaron las preguntas.

–La Casa Blanca ya consideraba inaceptable esta situación, este hecho –se le planteó al Presidente.

–Sí, es muy lamentable. Ellos tienen derecho de manifestarse, como lo hicieron –respondió, aún sorprendido por el informe del gobernador de Tamaulipas.

Siguieron las condolencias y el alegato contra la cobertura de los medios estadunidenses.

Réplica a Crenshaw

López Obrador subrayó que recientemente un granjero asesinó a indígenas mixtecos y no salió nada en la prensa. “Se rasgan las vestiduras de manera hipócrita. Ayer estaba yo viendo, todas las cadenas de ra- dio, de televisión. Y aquí lo mismo, aprovechando el dolor de la gente, como zopilotes”.

También replicó a la declaración del congresista Dan Crenshaw de que si las muertes por fentanilo ocurrieran en México, la postura del mandatario sería diferente.

México no se inmiscuye en cómo se distribuye la droga en Estados Unidos, afirmó López Obrador y lanzó: “¿No hay redes? ¿No hay cárteles? ¿Quién vende la droga? Eso lo resuelven las autoridades estadunidenses”.

El Presidente preguntó, además, qué ha hecho Crenshaw por detener el consumo de drogas en Estados Unidos o por evitar que se vendan armas de alto poder en armerías y supermercados de ese país.

“El 80 por ciento de las armas de alto poder que utilizan las bandas de la delincuencia en México las adquieren en Estados Unidos y no hay ningún control. Hay algunos senadores que hasta reciben dinero para sus campañas de las fábricas de armamento. Ya basta de hipocresías y ver nada más la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, añadió.

Poco antes del mediodía, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, acudieron a Palacio Nacional para reunirse con López Obrador.

Estaban en una zona rural, dos sin vida; los otros fueron repatriados

De La Redacci N

En un operativo de las autoridades federales y estatales, los cuatro estadunidenses secuestrados el viernes pasado fueron encontrados ayer por la mañana en la zona rural de Matamoros, Tamaulipas. Dos de los extranjeros estaban muertos, uno herido y otro salió ileso; en la operación no participó ninguna agencia extranjera.

Los extranjeros habían cruzado a territorio mexicano porque supuestamente uno de ellos se sometería a una liposucción; sin embargo, en un recorrido que realizó La Jornada se encontró que la clínica donde se realizaría dicho procedimiento fue desmantelada y ya no existe.

Alrededor de las ocho de la mañana del martes, elementos de fuerzas federales y estatales arribaron al ejido El Tecolote, ubicado en el kilómetro 10 de la carretera que comunica con Playa Bagdad y se dirigieron a una vivienda.

La casa, construida de madera, era resguardada por un sujeto de nombre José “N”, de 24 años, quien no opuso resistencia. Enseguida, confesó dónde se encontraban los estadunidenses con

▲ Un convoy escoltó a los dos sobrevivientes hasta el Puente Internacional Ignacio Zaragoza para ser entregados a las autoridades de su país. Foto Afp vida, identificados como Latavia McGee y Erick James Williams. Luego mostró a los uniformados el sitio donde yacían los cuerpos de Shaeed Woodard y Zindell Brown, cuya causa de fallecimiento se desconocía hasta el cierre de la edición.

Minutos después de hallar con vida a dos estadunidenses, un convoy de unas 20 patrullas de la policía estatal y de la Guardia Nacional los escoltaron hasta el Puente Internacional Ignacio Zaragoza, uno de los cuatro que comunica Matamoros con Brownsville, Texas, donde fueron recibidos por autoridades estadunidenses, que procedieron a brindarles atención médica.

Unas seis horas después del arribo de los uniformados a la casa de madera del ejido El Tecolote, peritos trasladaron los cadáveres de Shaeed Woodard y Zindell Brown al Servicio Médico Forense.

El pasado 3 de marzo Latavia McGee, quien de acuerdo con sus familiares se iba a realizar un procedimiento estético; su primo, Shaeed Woodward, y sus amigos Zindell Brown y Eric James Williams llegaron a Matamoros provenientes de Brownsville; viajaban en una minivan blanca con matrícula de Carolina del Norte.

En el cruce de las avenidas Primera y Lauro Villar, un comando impactó la camioneta en que viajaban y se llevaron a los cuatro en la caja de una camioneta pick up El domingo, la Oficina Federal de Investigación (FBI) reveló que las cuatro personas privadas de la libertad eran ciudadanos de Estados Unidos y que viajaron a México por razones médicas. Fue entonces que ofreció una recompensa de 50 mil dólares con el fin de que se aportaran datos para dar con su paradero.

This article is from: