Suplemento Cultural 30-04-2021

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suplemento semanal de la hora, idea original de Rosauro Carmín Q.

Guatemala, 30 de abril de 2021

Virginia Woolf


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presentación

endir homenaje a Virginia Woolf es un acto de justicia hacia una escritora ícono del movimiento por la libre expresión del pensamiento. Su vida, más allá de lo literario, constituyó el ejemplo de la intelectual crítica, siempre en movimiento en su ánimo por reclamar derechos de igualdad en la sociedad pacata que le tocó vivir. Sus contemporáneos, rendidos al conjunto de sus novelas, apenas reconocieron, cuando no, ignoraron, lo que Woolf con su discurso y su vida solicitaba a la mojigatería inglesa, a sus autoridades, en favor del trato justo con las mujeres de su tiempo. Solo los años han permitido la hermenéutica ajustada de sus libros y el valor del testimonio de su lucha. Quizá la rebeldía natural de Woolf junto a una sensibilidad poco común, expliquen su pasión por la vida, el frenesí y la conciencia gestada fuera de la moral convencional. En ella privaba la intuición de que lo valedero y lo justo constituían una conquista, de suyo al margen del discurso social. Prueba de ello es la pregunta que recoge nuestro texto de ella, “¿No debería la educación buscar y fortalecer más bien las diferencias que no los puntos de semejanza?” Le invitamos a leer nuestra edición, en busca del solaz y la afirmación de lo lúdico, pero, sobre todo, el interés por la comprensión más amplia del misterio de la vida. Nuestra convicción consiste en reconocer los diversos caminos que presentan los saberes, válidos para arribar a lo bello, la verdad y lo que trasciende lo efímero y lo falaz. Feliz lectura y hasta la próxima.

es una publicación de:

Virginia Woolf Fantasmas y amores ambivalentes Jorge Antonio Ortega Gaytán

Escritor y catedrático universitario

Virginia Woolf es el referente del modernismo vanguardista del siglo XX y del movimiento feminista, nacida en Londres como Adeline Virginia Stephen, el 25 de enero de 1882. Llegó a una sociedad inglesa excluyente dueña del mundo y la verdad, gobernada por los hombres a través de las costumbres radicales y leyes moralistas.

A

pesar del ambiente adverso, Virginia estuvo rodeada de la intelectualidad de la época creando una atmosfera liberal y complejo donde se respiraba arte, política, economía y otros temas de interés que fueron consolidando su pensamiento crítico y abierto a la complejidad de dicha época. Independiente de lo anterior le fue negada la oportunidad de ir a la universidad a la cual solo tuvieron acceso sus hermanos, debido a que ella y las mujeres debían quedarse en

casa para cuidar de su padre, su educación era por intermedio de un tutor. La casa de verano de la familia tenía unas vistas impresionantes hacia la playa y el faro, en 1927 publicó su obra Al faro con la colaboración de la ilustración de la portada por su hermana Vanessa, que se le considera introductora del impresionismo en Inglaterra. La vida de Virginia se puede contabilizar por una serie de eventos que perturbaron su alma en su existencia terrenal como lo fue el fallecimiento de su madre

en 1895, situación que provocó su primera crisis depresiva, a lo anterior se une dos años después la muerte de su hermana Stella, los abusos sexuales que soportó de parte de sus hermanastros dieron forma a ese cuadro de desconfianza hacia los hombres y una visión romántica hacia las mujeres. En conjunto todas esas situaciones personales y la percepción de su vida dieron forma a su depresión permanente que la llevó antes de los veintitrés años a su primer intento de suicidio. Las crisis se prolongaron y se


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agudizaron con el fallecimiento de su padre en 1905, provocando su ingreso a una institución psiquiátrica. Ella y sus hermanos Vanessa y Thoby se trasladaron a Bloomsbury el cual se convirtió en un punto de reunión de la élite de británicos iniciando con ello lo que se conocería como el Círculo de Bloomsbury. Las reuniones que se realizaron en aquella época abrieron un nuevo horizonte para Virginia y de pronto se vio rodeada de ideas contundentes y variadas de la igualdad, el feminismo, la aceptación de la homosexualidad y la bisexualidad, el amor por el arte, el pacifismo y el ecologismo según afirman sus biógrafos y críticos. A pesar de sus fases depresivas y un severo trastorno bipolar encontró el amor en 1912 y se unió en casamiento con el político, escritor, editor y exfuncionario público, Leonard Woolf. En sus primeros años de matrimonio sufrió los trastornos más graves que la encaminaron a un nuevo intento de suicidio ingiriendo veronal. Luego de sus crisis logra un gran éxito con la publicación de la novela La señora Dalloway, obra que relata un día en la vida de una londinense llamada Clarissa, de buena posesión económica, casada con un diputado conservador y madre de una adolescente. La trama se da en una mañana de 1923 y termina en la noche. Lo imprevisto es el suicido de un joven que retorna de la guerra con ciertas perturbaciones mentales. Lo curioso de la obra es el estilo de contar la historia, son los protagonistas desde la intimidad de su ser. En ese mismo año conoce a la escritora Vita Sackville-West con la que desarrolla una relación amorosa y mantendrían amistad a lo largo de su vida. El éxito de Virginia es innegable y se debe a la voz que les da a sus personajes desde la profundidad de esos seres imaginados impregnados de depresión y escepticismo encaminados al suicidio. Si algo aterraba a Woolf era la soledad debido a que su autoflagelación mental la invadía de culpa. A consecuencia de sus etapas críticas varios médicos recomendaron evitar la escritura que en ella generaban ansiedad e inestabilidad, pero ella se negó a seguir esas recomendaciones y siguió escribiendo a pesar de periodos de inactividad, lo cual permitió dejar una producción asombrosa, extensa y única. La escritura, fue en sí el salvavidas de Virginia en el mar

embravecido de su ser que con el pasar del tiempo se fue enconando con la existencia misma. Un episodio brutal se da en el momento de verificar la infidelidad de Vita con Mary Campbell en verano de 1927, lo cual le destrozo el corazón, provocando una ira colosal que desemboco con una fuerza increíble de agudez literaria llegando a escribir y publicar Orlando, obra a semejanza de una biografía de un ser transgénero que dio vida en la narración de la vida ficticia de Vita Sackville-West. Orlando, es para Nigel Nicolson como una “carta de amor encantadora”, para otros críticos de literatura inglesa es una venganza de Virginia por el comportamiento infiel de la mujer que la excitaba y al mismo tiempo la rechazaba. La novela fue escrita en un ataque de celos de Virginia que, no podía competir con la juventud de la rival y los deseos de su amante. La estructura de dicha novela es irónica y está diseñada supuestamente como una biografía, pero es en realidad una antinovela de los vericuetos de las decisiones y vida de Orlando, que a la mitad del relato sufre la transformación en mujer. El diseño de la trama es inusual es la existencia de Orlando a lo largo de 400 años, comenzando en la adolescencia de Orlando a los diez siséis años en el reinado de Elizabeth I y terminando el relato en 1928, cuando alcanza la madurez al sobre pasar los treinta años. Virginia crea a Orlando masculino, luego lo castra y usa al personaje para jugar con la mente de los lectores al cambiar de genero a su protagonista y cambiar de identidad sexual en un mismo hilo conductor de venganza desgarradora que adereza su pluma al verse traicionada. El deseo de venganza es segador para el verdugo literario, castigar al que ha causado daño, sin excusas, ni pretextos. El 28 de marzo de hace ochenta años atrás Virginia se puso el abrigo, llenó los bolsillos de piedras y se adentró en el río Ouse, dejándose llevar por la corriente. Antes del suicidio dejó dos cartas, una para su hermana Vanessa y otra para Leonard Wolf su marido, Las personas más importantes de su existencia terrenal. Su cuerpo fue encontrado tres semanas después, su esposo hizo incinerar sus restos y sus cenizas fueron esparcidas en el jardín de La Casa del Monje, su propio hogar. Virginia aseguraba: ¿No debería la educación buscar y fortalecer más bien las diferencias que no los puntos de semejanza?


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Diálogos socráticos y construcción de ciudadanía José Manuel Fajardo Salinas Académico e investigador UNAH

Conversar con otra persona es una de las acciones más usuales, y seguramente más banales, que se ejecuta a diario (pensando que en lo banal se esconden profundos significados que la más de las veces pasan desapercibidos para quien no los atiende). Sin embargo, ¿puede este diálogo tomar tal fuerza y potencia que lleve a una transformación social?

A

sí lo sugiere de modo amplio el teórico James C. Scott en el clásico titulado Los dominados y el arte de la resistencia, donde explica que mucho de lo que acontece a niveles de gran visibilidad, como el actual golpe de estado y la reacción ciudadana de oposición en Myanmar se construye desde abajo… desde los intercambios de palabras entre sujetos sociales que van concibiendo un proyecto o gestando un sentimiento que poco a poco se multiplica, se vuelve “viral” en la expresión de moda, y se concretiza, por ejemplo en una elección presidencial inusual y atípica (caso Bukele en El Salvador, que perteneció al FMLN, pero que luego logró la presidencia de este país sin apoyo de ninguno de los dos partidos principales que habían gobernado por treinta años). La afirmación de Scott corresponde al fenómeno de la llamada infra-política, que es esa serie de eventos de tipo minúsculo y poco llamativo, como la conversación o el diálogo mencionado en el título de este artículo, que seguramente pasará desapercibido para muchos, asociando la idea de socrático a algo antiguo y sin relación con la actualidad. Nada más equivocado. El juego de poder que conlleva la infra-política hace descansar su preeminencia y sutil dominio precisamente en esto: pasar sin ser visto, obrar disimuladamente y en el momento menos esperado acontecer, aparecer desde la sombra de su sigilo y sorprender con su novedad. ¿Y qué relación puede tener esto con la ciudadanía o con la formación de una conciencia ciudadana? Mucho, ya que es a través de procesos de concientización obrados por la vía dialógica que se consolidan ideas, imaginarios, expectativas de cambio y transformación social que emergen si se saben cultivar. Por ello apuesta el proyecto titulado “Diálogos socráticos”, respaldado y animado por un conjunto de docentes del Departamento de Reflexión Interdisciplinaria de la Universidad Iberoamericana, México, que invitan libremente, a quien quiera unirse a esta iniciativa, a que lo haga para experimentar la vivencia por la vía web1 (en este año 2021 la experiencia ya va por la tercera edición y se planea mantener las convocatorias). 1 https://tinyurl.com/y68nevjv A través de este enlace se puede contemplar un video de cinco minutos donde se define el sentido del diálogo socrático, se narra cómo nació la iniciativa en la Universidad Iberoamericana y se presentan experiencias vivas de su celebración entre distintos sujetos culturales.

Como se comprenderá al recibir la invitación a la experiencia “Diálogos socráticos”, la dinámica de participación es sencilla: acordar un espacio de tiempo semanal para conversar con alguien diferente cada vez, abordando temáticas simultáneamente cercanas y diversas, e ir redactando sobre la marcha una especie de memoria de la vivencia (bitácora del diálogo) para ir valorando el camino recorrido en común. Respaldando lo dicho previamente, algo que puede parecer sin mayor importancia en cuanto a inversión de tiempo y de recursos, pero que por las novedades que puede traer para la propia vida personal y social, sobre todo en cuanto a ensanchamiento de la visión de mundo y el crecimiento en capacidad de pensamiento crítico, señalará para muchos casos y sujetos, un antes y un después. Seguramente se podrá afirmar que en sí mismo un diálogo casual no es la solución simple y directa para alcanzar una ciudadanía responsable y consciente de sí misma, pero tampoco se negará, que el camino de la solución para una formación en ciudadanía a corto, mediano y largo plazo, inicia por ahí. Viéndolo desde una perspectiva negativa, los riesgos de no dialogar derivan en situaciones opresivas y hasta crueles, ya que en una sociedad que no cultiva el arte de conversar, tiende a predominar el llamado “pensamiento único”, donde una sola voz o decisión consolidada es la que se impone. El recuerdo ingrato de las tendencias dictatoriales en América Latina y el mundo entero es una lección de la historia en cuanto a esta tendencia antidemocrática y empobrecedora de humanidad que solamente una decidida opción por la construcción dialógica

puede vencer. Y concluyendo estas consideraciones con un toque esperanzador, se puede pensar que la apuesta por la experiencia de los “Diálogos socráticos” es una voz profética para nuestra época, ya que por su configuración amplia y abierta para la participación de todo tipo de personas, proclama un modo viable de construir “espacio público”, ya que en la consolidación de sentires y convicciones compartidas con propios y extraños, se va conformando un clima humano que permite el resguardo ante las proclamas pesimistas o destructivas de mejores futuros para la humanidad. Así, sin pecar de ingenuidad o de falta de realismo histórico, la novedad de “gastar” un tiempo semanal en el alternar sencillamente con una persona desconocida, quiebra la lógica de productividad mercantil o financiera a la que nos induce la maquinaria cultural prevalente, y marca “desde abajo”, una disrupción en el sistema mundo, haciendo aparecer cosas nuevas en la realidad personal y social, cuando parecía que “todo” estaba dicho. Quizá esta novedad tiende a aparecer debido a que, cuando se da el intercambio de palabras entre desconocidos, asoma algo que los coloquios sociales usualmente funcionales (entre jefe-subordinado; padre-hijo; esposoesposa, etc.) no suelen desarrollar: descubrir el misterio de las personas, o sea, aquella área de inagotable sorpresa y desconcierto que se expresa con libertad y apertura cuando no está la coacción de un resultado o de un producto por lograr o exhibir… Abrevar semanalmente en este misterio es la oportunidad que oferta esta experiencia y que edifica lo público desde el corazón de sus participantes.


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CUENTO

Etha

Vicente Antonio Vásquez Bonilla Escritor

Para mi amiga Enriqueta Martínez La dama del amor

Esta agraciada y soñadora damita vive cerca de un parque, sabe que es bella, así se lo han dicho los espejos y se lo han confirmado sus compañeros de colegio, quienes también están despertando a la vida de las ilusiones y ya la ven con admiración. En sus tiempos de descanso, no es raro encontrarla corriendo por los senderos del parque cercano a su casa y en algunas ocasiones practicando ejercicios del repertorio yoga. Siempre acompañada de Dulzura, su adorada mascota, una bella y coqueta perrita Poodles.

E

tha es una chica de catorce años, quién recién estrena su pubertad y resistiéndose a abandonar su vida infantil, echa a volar su imaginación en pos de paraísos artificiales en donde ella es la princesa de un dilatado reino, que se esconde en las montañas. Para llegar a ese reino hay que cruzar por caminos bordeados de multicolores flores. Pero no se crean que cualquier persona tiene acceso a su imaginario feudo. No. Una cortina de neblina disimula el inicio del sendero que conduce a él y un ejército de numerosos gnomos resguardan el acceso.

Es una lectora, podríamos decir de tiempo completo, pues le roba muchas horas al sueño para dedicarse a ese bello pasatiempo en donde con pasión vive las aventuras de los diferentes protagonistas de sus libros. Es tal su pasión por la variedad, que no es raro encontrarla leyendo simultáneamente dos o tres libros, que aguardan su rotativo turno sobre la mesa de noche. Lo único que la molesta es su corta estatura, pues es de 1.52 m sobre el nivel del mar y eso, cuando se encuentra en la playa y las olas besando sus pies. Para animarla, sus padres le han dicho que debido a su corta edad, todavía tiene que crecer, pero ella lo duda y por ese motivo, en su imaginario reino se rodea de gnomos a los que supera en estatura y con sobrada ventaja. Y en la corte de su reino, como es de suponer, las damas de compañía son de baja estatura, solo los cortesanos varones son unos pocos centímetros más altos, como se supone que deben ser. En su imaginario palacio, dándole rienda suelta a su particular gusto, organiza convivios en donde se brinda con olorosos cafés y humeantes chocolates. Como entremeses saborean nueces, almendras y otras semillas que provienen de su bien surtido almacén. Cuando Etha recorre el camino de la realidad, en el vergel que está cerca de su casa, con dedicación, continúa realizando sus ejercicios y en algunas oportunidades, cuando el clima lo demanda utiliza llamativos sombreritos y también, según piensa, para no ser reconocida por algún noble de su reino,

en tan prosaicos menesteres. La bella Etha, de ojos verdes, piel trigueña clara, pelo largo y lacio, con sobreros o sin ellos, difícilmente pasaría desapercibida para los cotidianos usuarios del parque, debido a su puntualidad, a la disciplinada asistencia con que recorre el parque y a Dulzura, su infaltable compañera. Los personajes que crea su imaginación, más los de turno de sus cotidianas lecturas, suelen distraer su atención a tal punto que pareciera que viviera en las nubes. Tanto es así, que un día, perdió una gran fortuna: su asignación semanal de cien bolívares; mientras caminaba por los senderos del parque, llevaba en sus manos los billetes y pensando en su mítico reino, empezó a estrujar el papel moneda y conforme avanzaba y pasaban los minutos, los fue transformando en peloticas que arrojaba a uno y otro lado sobre los arriates, en ese momento, quién sabe qué pasaba por su mente y a saber qué acto realizaba frente a sus súbditos, hasta que en un momento de lucidez retornó a la realidad, al darse cuenta de lo que había hecho, de la impresión, el cabello se le encrespó. Por todos lados buscó el papel moneda, pero no los pudo recobrar. Solo alcanzó a distinguir una alegre parvada de chiquillos que corriendo desparecieron en varias direcciones. Esa semana se quedó sin sus golosinas, las que acostumbraba comprar en la tienda de su colegio. Ante esa trágica pérdida, no tuvo más remedio que refugiarse en su feudo mágico, en donde era dueña de riquezas inagotables, de la adulación de sus damas, de la admiración de los nobles caballeros y de la lealtad de su ejército, cuyos integrantes sabían que ella podía perdonar cualquier falta, menos la traición que se pagaba con la pérdida de la vida. Después de su onerosa pérdida monetaria, con los pies ya puestos en la realidad, en medio de su tristeza por la evaporación de su fortuna y en la intimidad de su habitación, quizás, como un mecanismo de escape, se dedicó a bailar danzas árabes para sus imaginarios amigos y a escribir versos en cualquier papel que encontraba a su paso, así fuera en sus libros, revistas, códigos y hasta en las cercanas paredes.

Ese fue, quizás, el preámbulo de su vida poética que, con su despierta imaginación, la hizo crecer en el mundo de las letras y que ya en la adultez, le ha dado extensa fama y múltiples satisfacciones literarias. Lo único que no pudo superar fue su corta estatura.


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FILOSOFÍA

Platón La idea de Bien supremo

El siguiente texto de Platón nos muestra una fundamentación de la moral en las ideas eternas. Platón se enfrenta a una concepción ética y política —la del sofista Trasímaco— según la cual lo justo es simplemente lo establecido por el más fuerte. No hay más justicia, afirma Trasímaco, que la socialmente establecida por quien tiene el poder. Frente a esta concepción, Platón busca un modo de fundamentar criterios universales de justicia: tiene que haber normas por encima de cada gobernante de turno, a las cuales se tengan que someter todos los hombres que pretenden ser justos. Para ello, formula su teoría de las ideas: los hombres sabios, mediante un esfuerzo intelectivo, pueden abandonar el mundo sensible (que compara a una oscura caverna) y alcanzar el mundo inteligible (compara con el sol). En ese mundo descubrirán las ideas de bien, justicia, etc., según las cuales los filósofos podrán organizar el caos del mundo sensible, fundando un Estado o república ideal. (*) * González Antonio. Introducción a la práctica de la filosofía. Texto de iniciación. UCA Editores. San Salvador, 2005.

democracia, leyes democráticas; la tiranía, tiránicas; y del mismo modo los demás. Al establecerlas, muestran los que mandan que es justo para los gobernados lo que a ellos conviene, y al que se sale de esto lo castigan como violador de las leyes y de la justicia. Tal es, mi buen amigo, lo que digo que en todas las ciudades es idénticamente justo: lo que conviene para el gobierno constituido. Y éste es, según creo, el que tiene el poder de modo que, para todo hombre que discurre bien, lo justo es lo mismo en todas partes: la conveniencia del más fuerte. Sócrates. —Ahora comprendo lo que dices; si es verdad o no voy a tratar de verlo. (...) ***

T

rasímaco. —Escucha, pues: sostengo que lo justo no es otra cosa que lo que conviene al más fuerte. ¿Por qué no lo celebras? No querrás, de seguro. Sócrates. —Lo haré cuando llegue a saber lo que dices; ahora no lo sé todavía. Dices que lo justo es lo que conviene al más fuerte. ¿Y cómo lo entiendes, Trasímaco? Porque, sin duda, no quieres decir que si Polidamante, el campeón del pancracio, es más fuerte que nosotros y le conviene para el cuerpo la carne de vaca, este alimento que le conviene es también adecuado y justo para nosotros, que somos inferiores a él. Trasímaco. —Desenfadado eres, Sócrates, y tomas mi aserto

por donde más fácilmente puedas estropearlo. Sócrates. —De ningún modo, mi buen amigo, pero di más claramente lo que quieres expresar. Trasímaco. —¿No sabes que las ciudades las unas se rigen por tiranía, las otras por democracia,

las otras por aristocracia? Sócrates. —¿Cómo no? Trasímaco. —Y el gobierno de cada ciudad ¿no es el que tiene la fuerza en ella? Sócrates. —Exacto. Trasímaco. —Y así, cada gobierno establece las leyes según su conveniencia: la

Sócrates. —Pues bien, esta imagen hay que aplicarla toda ella (...) a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región contemplada por medio de la vista con la caverna-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del sol. En cuanto a la subida al mundo, de arriba y a la contemplación de las cosas de este mundo, si la comparas con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está es lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del Bien; pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas sensibles; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta —al sol—, en el mundo inteligible ella es la soberana y productora de verdad y de conocimiento; y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en la vida privada o pública. (Tomado de la República, libros I y VII, siglo IV a. C.)


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POESÍA

William Valle-Picón

W

illiam Valle-Picón (Managua, Nicaragua, 1958). Poeta autodidacta, se inicia en los Talleres de Poesía del Ministerio de Cultura. Publicó en

Paloma Rojo el cuello Atornasolado. Altiva la manera de posarse sobre un alambre del teléfono, Se balancea, Mira. Con ligera agilidad mueve sus ojos como los anillos de Saturno. Arisca, incrustado el presentimiento en los ojos. Repentina la onda expansiva del disparo Interrumpe sus vigorosos movimientos. Era arisca. A las 5.50 p.m., Deliciosa. Epigrama El trozo de papel lo dejé adrede Junto al grifo. Tenía las caderas redondas duras Y las movía como las bailarinas. Quería tocárselas, te decía, Y vos leíste el papel Y tus pómulos de manzanas se convirtieron En enormes chimbombas infladas. Y tus ojos negros ovalados con las largas pestañas, Me parecieron de vaca asustada. Me daba risa.

periódicos nicaragüenses y en algunas revistas fuera de su país. Primera Mención en el Concurso Nacional de poesía de 1969. Publicó el poemario Paraíso de las vidas perdidas (1995).

El viento pasó en caravana Tiraste el papel frente a la puerta de mi casa y te fuiste con el reparador de cocinas. En ese trozo de papel envejecido Hoy escribí unos versos contra la pobreza Johanna. Niños inhalando pega En las calles del Mercado Oriental Los niños corren y arrebatan una cartera. Entran al féretro de la cárcel. Pájaros prematuros que enseñan sus dientes. Y cómo duelen estos retoños al tronco viejo, para que caigan como livianas conchas en el tramo vacío del mundo. Ellos duermen apretados unos a otros y otros A los suyos, Y son bocados de una cámara tv. Sus caras frescas, la sonrisa embadurnada de pega De zapatos; los ojos brillantes oscilando en círculos se quedan en el fondo de un pozo. ¿De dónde, Dios, ellos sacan tanta fuerza? Crónica de un accidente La carretera, Como una serpiente de escamas brillantes Bordea los cerros y los abismos. Cogidos de las colas dos monos se besan. El sol se inclina a comerse los colores de las ropas. Un Land Rover boca arriba como moribundo, La rueda izquierda delantera da vueltas. En la carretera, La mitad del brazo de una mujer, En la muñeca el reloj marca las doce. Los ojos de rosa en el agua Sentado en la raíz de un chilamate Percibo el cantar de un güis. El aullido de una sirena se aleja Y yo veo los ojos inquietos de Rosa. El viento se calma, las hojas fijas del chilamate y las nubes se juntan a esta mujer en el agua de la piscina y forman una sola imagen.

Espejo de agua Si una garza sacudiera sus alas, Si su ansiedad de extravagantes movimientos Llegara a lo más susceptible del espejo, con todo Y el verde en derredor Y ella mirándose. Ninguna sombra evitaría al filo cristalino del agua, caprichosos impulsos de mujer vanidosa. Búsqueda Me pierdo en pasillos sin salas con la mirada en oscuras líneas de hormigas negras. Oigo el canto de gallos desordenados Confundiéndose con ruidos de carros y motos, Hago adiciones contra el cansancio. El aire camina su rumbo y trae pláticas de vecindad, Rumores de palabras mal dichas y ruidos que se repiten diferentes, el niño que lloraba ayer hoy se está riendo. Yo aquí en mi cuarto entre imágenes difusas como mezcla sedimentándose. Y el silencio en los ojos de bordes amarillentos del gato negro viene a visitarme en la noche como un misterio, y me encuentra como soy, como estoy, y no como debiera ser. Cuartería Por las rendijas de este cuarto Asoman las cucarachas Moviendo sus largos bigotes. Hay aserrín en la cama y en la ropa. Los hilos de telaraña Cuelgan como trapecios. El techo sarroso tiene orificios Por donde pasa la luz. Hay polvo y alacranes en el ropero viejo. Cuando llueve El piso se hace charco Y cada vez que vuelvo Medito. He salido muchas veces a la calle Y he regresado siempre a este cuarto, Como dice Leonel Rugama, Con el dolor de ser culpable. Selección de textos por Gustavo Sánchez Zepeda.


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Amargura Hugo Gordillo Escritor

De Grito en Grito, Edvar Munch, neurótico y alcohólico, pero el mejor pintor en la historia de Noruega por su disección de almas; y James Ensor, el ateo belga creador de mascaradas humanas y cuadros religiosos para mostrar la inhumanidad del mundo, se convierten en los precursores inmediatos del Expresionismo. Este arte que lleva la expresión al máximo, nace en la Alemania materialista, nueva cabeza del desarrollo industrial. Los imperios europeos no están satisfechos con el reparto del mundo. Su desconfianza entre sí los conduce a un armamentismo sin precedentes.

E

l primer movimiento expresionista El Puente, liderado por Kirchner, se arma de valor contra la sociedad burguesa, intentando un arte nacional a partir de su historia. Los pintores reflejan sus ansiedades con colores chillantes y trazos enredados que hacen recordar el posimpresionismo de Gauguin y Van Gogh. Retoman la xilografía, como una vuelta a los orígenes de lo popular y artesanal contra el cenizo boom industrial. Sus preocupaciones artísticas abarcan la religión, la moral,

el sexo y la política. Amparados en que el arte debe ser “como el grito original de toda la humanidad” representan lo feo, miserable, grotesco, trágico y brutal. El segundo movimiento, El Jinete Azul, es creado por el ruso Kandinsky y el alemán Franz Marc, pintor de animales porque cree que el ser humano no es digno de ser pintado. Sin objetivos comunes abren la puerta a diversas formas subjetivas de los artistas y teorizan sobre pintura, música y espiritualidad en el arte. Cuando el Imperio Alemán valora la máquina sobre el ser humano, El Jinete Azul propugna por un cambio, una nueva espiritualidad que reivindique la supremacía del hombre por medio del color. No les es posible influir así en el alma humana, porque algunos deben soltar los pinceles para toman las armas. Kirchner regresa de la I Guerra Mundial con problemas mentales y se suicida. Marc muere en las trincheras junto a 9 millones de soldados y 7 millones de civiles. El tercer movimiento, La Nueva Objetividad, busca la realidad sin la subjetividad de los dos anteriores. (Por esa objetividad se dice que más que ser expresionistas, niegan el expresionismo). Tras volver de la confrontación bélica, los dirigentes del movimiento de posguerra, George Grosz y Otto Dix, pintan los horrores de la lucha con descuartizados, putrefactos, niños hambrientos y huérfanos, así como su contraparte: la vida nocturna del bajo mundo y los placeres de la burguesía. El arte de los expresionistas recibe el sambenito de “degenerado” por el fascismo y su pequeño monstruo cabecilla en el poder. Muchos cuadros son destruidos o consumidos en hogueras, incluidos los de Emil Nolde, que quiere ser pintor del Régimen Nazi, pero lo expulsan de la Cámara de Bellas Artes del Reich. En la escultura de máxima expresión causante de altos grados de emotividad sobresale Lehmbruck, que alcanza la cúspide durante la guerra. Su obra naturalista y expresionista se caracteriza por cuerpos humanos que reflejan miseria y agonía, sin rasgos faciales. Su depresión lo conduce a Suiza, pero retorna con la misma tribulación, hasta que se suicida a la edad de 38 años. Todo ese sentimiento de desolación y muerte es recogido por el cine y el teatro expresionistas, a tal extremo que se forman sociedades de dramaturgos contra el sistema deshumanizante, proclamando la búsqueda del hombre nuevo, respetuoso de los derechos

humanos. Sobre las tablas rompen con la representación lineal y la sustituyen por una representación disociada con una idea para cada episodio. Piscator introduce la dramaturgia política de inspiración marxista para un público proletario con fines revolucionarios. El cine alemán de la época es expresionista de ida y vuelta. El clásico del terror El Gabinete del doctor Caligari inicia con títulos angulosos y puntiagudos (propio del expresionismo) que predisponen al espectador por el terror que llega a continuación. En la búsqueda de un urbanismo al servicio del pueblo, los arquitectos expresionistas se dividen en utópicos y organicistas. Los utópicos como Bruno Taut hacen proyectos fantásticos inspirados en los cristales y la fuerza de la naturaleza. Producto de esa concepción es la construcción del pabellón de Cristal para la Exposición de Colonia de 1914, con una fusión de elementos estéticos, técnicos y comerciales. Versos

del poeta Scheerbart adornan la base externa de la cúpula. El orgánico Mendelsohn construye un observatorio astrofísico para hacer experimentos que validen la Teoría de la Relatividad de Einstein. Cuando Mendelsohn guía a Einstein por el edificio, el físico alemán permanece callado y al final se limita a decir “orgánico”. El Expresionismo se extiende también a la literatura. Los escritores proyectan su visión particular con una escritura cruda, patética y extática, lejos de las normas gramaticales y la sintaxis. Se reúnen en los cafés y se expresan desde sus tribunas: las revistas literarias. Expresan por medio de la palabra El Grito de Munch y el grito de los de El Puente, como desde el puente industrial cae al vacío el grito original de toda la humanidad frente a la inhumanidad del capitalismo que muestra una de sus caretas más salvajes en la I Guerra Mundial. El hombre que crea nuevas máquinas se estrena en el Siglo XX como la mejor máquina de matar.


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