REVISTA EXCLUSIVA ESTHER Y ABEL

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AMOR SOBRE RUEDAS

El pasado 28 de julio de 2018, tras cuatro años de relación, Esther y Abel dieron el paso de formalizar su historia de amor. cerca de 200 invitados acompañaron a la pareja que se dio el “Sí, quiero” en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción de Villahermosa, Ciudad Real. A continuación, recién casados, familiares y amigos se desplazaron hasta las Bodegas Casa de la Viña en Villanueva de los Infantes donde tuvo lugar el banquete y una fiesta posterior inolvidables.

boda de

ESTHER & ABEL

VILLAHERMOSA, 28 JULIO 2018

la


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descubrir

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LA EXCLUSIVA DE LA BODA es una marca registrada por Imagen and Media Comunicacion SL. © Copyright Leyenda | Todos los derechos reservados. Prohibida su venta y distribución.


SUMARIO

EXCLUSIVA

Especial ESTHER Y ABEL

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ABEL

28 julio 2018

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eligió la casa de sus padres para su puesta de largo.

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LA ASUNCIÓN,

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LAS ALIANZAS

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testigo mudo de su “Sí, quiero”.

grabadas con “Esthez y Aben” tal y como los llama su sobrino Miguel.

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LA NOVIA,

maquillada y peinada por Frechic.

ARROZ, PÉTALOS,

y confeti aguardaban a la sallida.

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CÓCTEL,

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BANQUETE

con un cartel que daba la bienvenida a los asistentes. El menú hizo las delicias de los paladares más exigentes.

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SORPRESAS

Fue una noche repleta de sorpresas de novios a invitados y viceversa.

LA IMAGEN DE LA FELICIDAD

La pareja nos demostró durante la sesión de fotos que su amor es sólido y sin fisuras.

UNA FIESTA

INOLVIDABLE

LA EXCLUSIVA DE LA BODA marca registrada por Imagen and Media Comunicacion SL. © Copyright Leyenda | Todos los derechos reservados DEPOSITO LEGAL: CO 773-2012. Email: quiero@laexclusivadelaboda.es Edición impresa en Madrid 2018. Prohibida su venta y distribución.


UNA CASA

REPLETA DE RECUERDOS

Las predicciones meteorológicas se cumplieron. El 28 de julio de 2018 fue una jornada marcada por el sol y una temperatura de lo más agradable que superó los 30 grados. Los novios pensaron en esta fecha para hacerlo coincidir con el cumpleaños de la madre de Esther. Desgraciadamente, Ángeles falleció un mes antes de fijar el día. Se plantearon cambiarla pero la hermana de la novia, Mari Ángeles, les animó a que la mantuvieran como homenaje y recuerdo a ella. Además, solapar la fecha serviría para mitigar la tristeza en cada aniversario por su fallecimiento. El equipo de Exclusiva llegó a las 16.00 horas a la calle Cervantes, 6 de Alcubillas, Ciudad Real, domicilio de los padres de Abel. El novio quería vestirse en la casa que lo vio crecer que, en ese momento, era un desfile de nervios y prisas. Aquí, en este espacio cargado de recuerdos, tendría lugar la puesta de largo del protagonista. Junto a él, sus padres, José e Isabel, sus hermanos, José, Alfonso, Raúl y Clara, sus cuñadas, Mari Carmen, Ruth, Amparo y Óscar así como sus sobrinos Dani, Álvaro, Marta, Hugo y Elsa que colaboraron activamente en todo lo que Abel necesitaba mientras ultimaban detalles para el inminente enlace. En el hogar familiar se palpaba un ambiente propio del evento que se estaba fraguando.

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LA NOCHE ANTERIOR

Aún habiendo dormido poco, la cara de Abel irradiaba felicidad. Mientras el novio se preparaba, nos contaba cómo había pasado la noche anterior. “Estuve cenando con mi familia en mi pueblo. Estábamos tranquilos hasta que llegaron mis amigos por sorpresa cortando la calle y tocando el bombo. Sin mediar palabra, me pusieron un disfraz hinchable de una gorda con bikini rojo y me dieron una vuelta por Alcubillas. Acabamos en el Chiringuito tomando unas copas hasta bastante tarde”.


“He dormido más bien poco, pero he despertado con mucha energía. Había muchas cosas que hacer, sobre todo ayudar en la logística a la familia. Durante la mañana he estado muy tranquilo, pero cuando han llegado los fotógrafos, he empezado a ser consciente de la realidad. Sentía como el corazón se aceleraba, pero entre foto y foto, me han conseguido relajar. Es curioso porque soy bastante tranquilo y nunca creía que me iba a poner así”, nos contaba ya listo con su look final.

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CON LOS NERVIOS BAJO CONTROL


EL TRAJE

Abel tenía preparados, sobre la cama de la habitación, los complementos y la pieza fundamental de su outfit: el traje. Se trataba de un modelo de Vértice Gala. Era oscuro, con un poco de brillo entre azul y verde en el tejido que le daba un toque especial. La chaqueta era muy original, de un solo botón, y de cuello elevado circular con franja estampada en la apertura. El chaleco y corbatón a juego con estampado floral morado y blanco, como la camisa. “Unos amigos me recomendaron esta tienda de Madrid. Fue el primero que me probé. Aunque me puse otros, este era el que más me gustaba. Es diferente y eso es lo que buscaba. Me lo regalaron mis padres. Fui a comprarlo con ellos y mi hermano Raúl que, aunque vive en Canarias, pudo venirse con nosotros ya que había venido unos días para asistir a una comunión familiar. Él me eligió el chaleco y la corbata. Mi madre aprovechó la visita y se compró el vestido allí mismo”, explicaba.

Y LOS COMPLEMENTOS

Junto al traje, los complementos seleccionados concienzudamente por nuestro protagonista. Los zapatos era negros, de cordones, de la firma Guy Laroche. La ropa interior, regalo de Esther. Llevaba unos gemelos de oro de su padre grabados con sus iniciales, JP. De su padre también, en este caso un presente, el anillo de oro y brillante. Una tradición que José despegó cuando se casó su primer hijo. Abel, al ser el benjamín, reclamó con interés el suyo que, por supuesto, llegó. Este sería uno de los complementos más especiales, así como la cadena con una cruz de su abuela Petra que colgaba de su cuello debajo de la camisa. La novia no tenía ni idea de su elección así que para ambos, el diseño de vestuario elegido para su boda era una sorpresa que estaba a punto de ser desvelada.


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SU FAMILIA, UNA PIEZA CLAVE EN SU VIDA

Una vez el novio concluyó con su puesta de largo tuvimos la oportunidad de fotografiarlo junto a los suyos en el patio principal de la vivienda. Todos los que le acompañaban son piezas clave en su vida. “Sin ellos no sería quien soy”, nos confesaba. “En un día como el de hoy es inevitable echar en falta a seres queridos que ya no están con nosotros o que


no han podido venir”, aseguraba con cariño. Era la cuenta atrás. Abel parecía ser consciente de que el encuentro con su prometida era cuestión de minutos. “Tengo muchas ganas de verla. Seguro que está guapísima”, afirmaba.


Los PREPARATIVOS

DE LA NOVIA A tan solo 25 kilómetros de la casa del novio, en la calle Colón, 2 de Villahermosa, Ciudad Real, la novia se preparaba para su gran día. Lo hacía en casa de sus padres. “He vivido allí toda mi niñez y mi juventud así que no había mejor lugar que este pasa salir vestida de novia”. Eran las 16.30 horas. Esther se vestiría en la habitación de su hermana Mari Ángeles. El equipo de maquillaje terminaba de darle los últimos retoques. La sesión principal tuvo lugar a primera hora de la mañana. La novia había apostado por unos tonos suaves y cálidos, muy naturales, acordes con su personalidad y estilo. El artífice de su maquillaje y peinado, -un recogido en corte griego y desenfadado-, fue Frechic. La protagonista no estaba sola, todo lo contrario. Junto a ella se encontraban su padre Miguel, su abuela Dolores, su hermana Mari Ángeles, su cuñada Irene, su cuñado Miguel Ángel, su hermano Fran, sus sobrinos Lucía, Miguel Ángel, Miguel y Claudia así como sus amigas de toda la vida Cristina, Lorena, Encarni y Bea que no le quitaban ojo y se ofrecían para cualquier cosa que la novia demandaba. Esther estaba sorprendentemente tranquila. “En mi día a día soy un torbellino, muy nerviosa. Sin embargo estoy calmada y controlando la situación”. Había dormido poco. “Anoche estuvimos en nuestra finca, a las afueras del pueblo, con la familia más íntima. Me acosté sobre las 02.00 horas. Me costó dormirme pero finalmente logré descansar y despertar descansada”, nos comentaba. Probablemente influyera el masaje que le regaló su amiga Vicky y que disfrutó hace tan solo dos días. “Vicky es un amor. Además del masaje me ha regalado la manicura que, como veis, ha aguantado estos dos días perfectamente. Tengo las uñas perfectas, como si me las acabara de hacer”, aseguraba.

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Esther estaba realmente espectacular con la bata blanca de seda que le regalรณ su amiga Tere S.


El vestido era un modelo Uma de Aire Barcelona. Es un vestido sencillo de crepĂŠ, en corte sirena, de manga japonesa con apliques de pedrerĂ­a y con escote tipo barco. Llevaba un cinturĂłn integrado de pedrerĂ­a y con espalda al aire en forma de pico que estilizaba su figura.

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vestido y complementos


CUMPLIENDO CON LA TRADICIÓN

El secreto mejor guardado colgaba inmaculado. Muy cerca de él, sobre la cama, se encontraban todos los complementos y accesorios que luciría en uno de los días más importantes de su vida, entre ellos, aquellos con lo que cumpliría con la tradición: algo viejo, una pulsera de oro de su madre; el azul lo encontramos en el lazo de la liga y en algunos ornamentos de otros complementos; prestado, el velo de su cuñada Irene; y nuevo, todo lo demás. La liga era un regalo de su amiga Mari Tere. Los zapatos se los hicieron a medida, a su gusto y completamente personalizados en el taller artesanal de José Illana. Eran un presente mayúsculo de su cuñada Irene y su hermano Fran. El tocado, obsequio de su amiga Cristina, estaba diseñado en porcelana fría y perlas de cristal con adornos florales con toques plata y azul celeste. Los pendientes, regalo de su prometido, eran de plata en forma de lágrima con piedra incrustada en azul celeste. Por último, una pulsera de plata presente de las amigas y familia que le celebraron con ella la despedida de soltera. El ramo, de calas blancas, regalo de su amiga Sonia, llevaba un camafeo con una imagen de su madre. La lencería era un regalo de su hermana Mari Ángeles. Estrenaba la mayor parte del conjunto siendo, cómo no, el vestido la estrella principal. Se lo compró en Marietta, Albacete, ciudad natal de la novia.


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CON LOS SUYOS

Una vez maquillada, Esther se concentró para vivir un episodio muy ansiado, quizás el que más: llegaba el momento de ponerse su vestido de novia. El proceso de búsqueda resultó más fácil de lo esperado. Fue un sábado, el único día que tenía disponible, el 4 de noviembre de 2017. Reservó citas en cuatro tiendas de Albacete. En la tercera, su hermana Mari Ángeles vio un vestido en el escaparate que quiso que la novia se probase. Esther accedió y cuando se lo puso sintió que lo había encontrado. Cuando vio la reacción de quienes le acompañaban, su hermana, su cuñada Irene, su sobrina Lucía y su amiga Cristina, no tuvo duda. Acertó plenamente. Le quedaba como un guante. Cada uno de los miembros de su familia que le acompañaban así como el elenco de amigas, colaboraron de algún o otro modo en su puesta de largo. Parecían estilistas. Con mucha profesionalidad, dejaron a Esther con un look final impecable. Cuando culminó el proceso, tuvimos ocasión de hablar con la protagonista. “ Noto nostalgia y añoranza. Echo mucho de menos a mi madre. Me hubiera encantado que estuviera aquí conmigo en estos instantes tan importantes. Aunque no esté físicamente la llevo en mi corazón, hoy y siempre”, afirmaba la novia. “Aún así estoy feliz porque me siento muy arropada por mi familia y mis amigos que han estado y están muy pendientes de mí”, sentenciaba.


El cariĂąo y la complicidad que se tiene esta familia era mĂĄs que evidente.

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UNA SALIDA ESPECTACULAR Ahora sí, la novia estaba reluciente. Los piropos no cesaban. No era para menos. A la novia se le veía radiante a tan solo unos minutos de encontrarse con su futuro marido. Cada uno de sus familiares y amigos que le acompañaban en su puesta de largo quisieron tener una imagen para el recuerdo con la que pronto se convertiría en una mujer casada, con la que en breve comenzaría una nueva etapa. Cada uno de ellos se mostraron felices y complacientes por lo que estaban viviendo. “Está preciosa. Se merece que todo salga tal y como ha planeado con tanto cariño y dedicación”, nos decían sus amigas. El padrino iba de punta en blanco con un traje gris con chaleco y pajarita en el mismo color que la camisa. Tras la sesión de fotos llegaba el momento de partir hasta la iglesia mayor de la localidad. Cuando salió del brazo de su padre, Esther se encontró con la primera sorpresa de la jornada. Frente a la entrada principal, Miguel, primo de su padre, guitarra en mano. “Yo pensé que me iba a cantar pero no. Él puso los acordes y música. Los que cantaron fueron mi sobrina Lucía y mi sobrino Miguel Ángel”, nos narraba la novia. Así fue, los niños le compusieron una canción a su tía en la que le daban las gracias por el cariño recibido. Abel también tuvo su momento de gloria en el tema. Los niños le pedía que la cuidara y que la quisiera mucho. No nos cabe duda de que será así.


LA ASUNCIÓN

TESTIGO MUDO DEL ENLACE El lugar donde la pareja quería celebrar su unión matrimonial era la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Villahermosa, un templo con más de 500 años de historia. Está declarada bien de interés cultural con la categoría de Monumento. Su estilo es gótico entremezclado con elementos renacentistas y barrocos. Data del siglo XV. Los novios tenían claro este emplazamiento que resultaba idóneo por ser una joya arquitectónica y por estar ubicado en la plaza principal de un pueblo que adora Esther ya que, aunque se ha criado en Albacete, sus orígenes, la mayor parte de su familia, residen aquí. De hecho, siempre que tiene oportunidad se escapan a Villahermosa.

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Cuando llegamos a la plaza de Ernesto Peces encontramos a muchos de los invitados en el acceso principal esperando, con inquietud, la llegada de los contrayentes. Los más previsores buscaban asiento en el interior. La iluminación, cálida y tenue, nos dejaba ver detalles decorativos que los novios habían dispuesto para embellecer y personalizar aún más el espacio: los bancos estaban adornados con gerberas blancas y centro de flores en el altar mayor que, al término de la ceremonia, llevarían a Ángeles. Otro centro estaba destinado a una figura clave en la localidad y en la vida de Esther, la Virgen de la Carraca, patrona del pueblo. Los novios habían preparado para los asistentes pequeños detalles personalizados con sus nombres y fecha de la boda: pañuelos, confeti, paipáis y arroz. En la entrada dispusieron un córner con decoración vintage que rezaba “Vivan los novios”. De igual modo decidieron habilitar una alfombra celeste vestida en sus vértices con flores naturales para aportar glamour y subrayar la importancia del acto del que estábamos a punto de ser testigos. El primero en llegar, tal y como manda la tradición, fue el novio. El reloj marcaba las 18.15 horas. Lo hacía en el Opel Mokka de su hermano Pepe, sonriente y relajado junto a su madre Isabel que lucía un impresionante vestido turquesa con chaqueta y tocado a juego. Así de elegantes y felices novio y madrina desfilaron entre las miradas de afecto y complicidad de los suyos mientras sonaba en directo “Concierto de Aranjuez”. Solo quedaba ver aparecer a la novia. Era cuestión de minutos. Eran las 18.30 horas.


Y LLEGÓ...

Con cinco minutos de retraso sobre la hora prevista, a las 18.35 horas, la novia entraba en escena. Lo hizo a pie, andando desde la casa de sus padres que se situaba a escasos metros de distancia, con suma delicadeza y plenamente consciente de lo que estaba viviendo. A pesar del nerviosismo del momento, derrochaba felicidad. Esther se agarró fuerte al brazo de Miguel mientras el Dúo Yemaya interpretaba en directo con piano y violín, la banda sonora original de “Leyendas de Pasión”, una de las películas preferidas de Esther. Delante de la protagonista, el cortejo nupcial compuesto por el portador de las alianzas, Miguel, sobrino de Esther y la portadora de las arras, Elsa. Junto a ellos, sus otros sobrinos, Miguel Ángel y Hugo con mensajes dirigidos a novios e invitados: “Aquí comienza nuestro gran día” y “Tío Abel, ya es tarde para salir corriendo. Aquí viene la novia”. Cada uno con su función y ropita a juego.

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EL ENCUENTRO

El silencio y la expectación inundaban la sala. Esther hacía su entrada triunfal. El novio, emocionado, la esperaba en el altar en compañía de Isabel. Ahora se les veía mucho más nerviosos que cuando estuvimos con ellos durante su puesta de largo. Los invitados fotografiaban a la novia y le piropeaban. Ella respondía a los halagos con una sonrisa en señal de agradecimiento. Los novios, al encontrarse, se saludaron con dos tímidos besos en la mejilla. El sacerdote dio comienzo a la ceremonia mientras que la hermana de la novia, su tía y su cuñada se afanaban en colocar la cola del vestido a la protagonista.


en el ALTAR

El sacerdote consiguió desde un principio que todo resultase cercano, agradable y que novios e invitados se sintieran a gusto en este día tan señalado. No fueron las suyas las únicas palabras dirigidas al matrimonio durante el acto religioso. Por el micrófono desfilaron amigos de la pareja que se prestaron encantados a proceder a las lecturas de pasajes bíblicos que habían preparado con ahínco desde que los novios les propusieron su intervención. Era un honor pero también una responsabilidad. Fueron cuatro las elegidas para tal fin: Clara, hermana de Abel, Bea y Tere, amigas e Irene, cuñada. Ellas fueron las valientes que aceptaron la invitación de los novios a colaborar en la homilía.

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UNA CEREMONIA EMOTIVA Y CERCANA

L

a ceremonia comenzaba a las 18.30 horas. En primera fila, junto a los novios, sus padrinos MIguel e Isabel que escuchaban atentamente las palabras del sacerdote que se dirigía de manera cálida y cercana a los allí presentes, especialmente a Esther y Abel. Don Jesús, párroco titular de la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción de Villahermosa, fue el encargado de oficiar la ceremonia donde la música jugó un papel relevante. En ella pudimos escuchar el “Hallelujah” de Haendel, el “Ave María” de Schubert, así como la BSO de “La Misión” para la Comunión, el “Aria” de Bach para el rito matrimonial o el “Canon en re mayor” de Pachelbel para finalizar la homilía. Todos estos clásicos amenizaron cada uno de los pasajes claves del enlace. Clara, hermana de Abel, Bea y Tere, amigas e Irene, cuñada fueron los encargados de subir hasta el atril para poner voz a las lecturas bíblicas. Los pasajes elegidos para dar la bienvenida a los presentes fueron la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12:31-13:8, entre otros. Eran palabras cargadas de significado y que narraban anécdotas y vivencias compartidas con los protagonistas que no pudieron contener las lágrimas de emoción. Todos estaban pendiente de las reacciones de los novios. La temperatura era perfecta.


ALIANZAS Y ARRAS Las alianzas eran de oro amarillo.

En su interior, una grabación de lo más original. “Esthez y Aben” tal y como los llama su sobrino Miguel. Se las regalaron Fran e Irene. Las arras estaban compuestas por 13 monedas de plata de la Virgen de La Carrasca, un presente de Raúl y Ruth.

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ESTHER Y ABEL

UNI D O S PA R A S I E MPR E Esther y Abel se pusieron en pie para recibir el escrutinio sacramental compuesto por tres preguntas, un paso que sellaba el profundo amor que se tienen y que no ha parado de crecer desde que se conocieron hace cuatro años. “¿Venís a contraer Matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente? ¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida? ¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos y a educarlos según la ley de cristo y de su Iglesia? Los novios pronunciaron tres rotundos “Síes” que dieron paso al Consentimiento, el instante más esperado donde

ambos se prometieron fidelidad en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad para así amarse y respetarse todos los días de su vida”. Tras el compromiso público de los contrayentes, el recuerdo más especial de su unión: las alianzas y arras. Miguel fue el encargado de llevarles los anillos que se los entrecruzaron sin incidentes. Elsa hizo lo propio con las arras como representación de todas aquellos bienes materiales que Abel y Esther compartirían en el futuro. Los pequeños ejercieron su papel a la perfección. A continuación, el ya matrimonio se fundió en un beso que provocó el aplauso de los presentes.


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LA FIRMA DE NOVIOS Y TESTIGOS

Al término de la ceremonia, los novios firmaron los documentos oficiales para dejar constancia y formalizar de esta manera el enlace. Abel y Esther posaron sonrientes ante nuestras cámaras mientras procedían a estampar sus rúbricas en los impresos correspondientes. Junto a ellos, procedieron los padrinos y testigos de la ceremonia: Isabel y Miguel, en su papel de padrinos y Cristina y Jose, como testigos y celestinos que hicieron lo propio dando fe de lo que acababa de ocurrir. Mientras tanto, despegaban las primeras fotos oficiales en el altar con los protagonistas, en grupo o por separado, sin poder disimular la felicidad que estaban viviendo al ver a los recién casados sellar su relación de noviazgo tras su intensa y bonita historia de amor. La familia de ambos se inmortalizaron junto a ellos, felices de haber podido formar parte de este día tan especial. Se escuchaba una y otra vez los piropos a los contrayentes. Ellos se besaron entre foto y foto sin objeciones.


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LLUVIA DE ARROZ, CONFETI Y PÉTALOS. Los asistentes a la ceremonia formaron un amplio y colorido pasillo donde, por fin, hizo presencia la lluvia de confeti, pétalos y arroz de la que los novios intentaron resguardarse sin éxito. El cereal, símbolo de la prosperidad de la pareja, bañó a los recién casados entre la algarabía y vítores de los allí congregados.

EL SIDECAR, DESEO CUMPLIDO

Cuando salieron de Nuestra Señora de la Asunción les estaba esperando su amigo y testigo Jose. Él fue la persona asignada para abrir el champán y entregarle al matrimonio las copas con las que brindar frente a los suyos. Cuando lo hicieron, se encontraron con una de las grandes sorpresas de la jornada. Los hermanos y cuñados de Esther se pusieron de acuerdo para sorprenderlos contratando un vehículo que causó furor en Villahermosa. “Sabíamos que a la novia le encantaba la idea de tener un sidecar en su boda, así que hemos conseguido contar con este servicio para sorprenderla como se merece”, nos decían los suyos. Los novios no salían de su asombro. Antes de subirse, eso sí, con algo de dificultad al sidecar, el matrimonio tuvo tiempo para inmortalizarse en la zona exterior de la Iglesia con gran parte de sus amigos que no cesaron de abrazarlos, besarlos y desearles todo lo mejor.


Los recién casados pasearon eufóricos su amor, con un corazón que latía con fuerza después de lo que acababan de vivir y por lo que aún les esperaba. Tras cuatro años de relación, Esther y Abel han decidido dar el paso y emprender una nueva etapa en sus vidas más unidos que nunca. Se conocieron el 9 de agosto de 2014, en las fiestas de pueblo de Abel, en Alcubillas. Nos lo cuenta la novia: “Cristina, mi mejor amiga estaba saliendo en aquel momento con el mejor amigo de Abel, Jose. Como eran fiestas, Cristina me propuso que fuera al pueblo y acepté. Estábamos tomando algo en El chiringuito y Abel, que ya me habían hablado de él, apareció por casualidad. La primera sensación fue positiva. Físicamente me pareció un chico guapo pero era más bajo y creí que eso yo le había impresionado pro ser una mujer corpulenta y más alta que él”, confiesa. En ese día se cruzaron varias palabras, pero nada especial, fue una conversación superficial. “Yo no estaba muy risueña ni receptiva. A mi madre le habían detectado la enfermedad y no estaba atravesando mi mejor etapa así que no le di mayor importancia a pesar de que Cristina y Jose intentaban metérmelo por los ojos. A la semana siguiente, Cristina me pasó una foto de él con traje y corbata. Ellos estaban de boda y aprovecharon para fotografiarlo y que lo viera con sus mejores galas”, recuerda entre risas. Los celestinos dieron un paso más y le pasaron el teléfono de Esther a Abel para que la llamara. Como él no daba el paso, Esther sintió que tenía que dar un paso al frente. Decidida, le pidió el número a Jose para escribirle. Pasaron treinta minutos hasta que él le contestó. No fue demasiado tiempo pero a Esther, la espera, se le hizo eterna. Desde entonces, no pararon de escribirse hasta que se vieron de nuevo. Fue el 2 de septiembre de 2014. Esther regresó de vacaciones y quedaron en el Templo de Debod de Madrid. Esa primera cita resultó de lo más romántica. No pararon de hablar y tenían la sensación de conocerse de toda la vida. A continuación, el 7 de septiembre, ella le invitó a su casa en donde vivía en el barrio de Delicias. Estaban fuera, sentados en las escaleras de la urbanización. Los niños jugaban a la pelota. De nuevo, como Abel no se lanzaba, fue Esther quien se acercó para besarlo. “Yo soy más tímido y no soy valiente para estas cosas. Además, sentía que los niños estaban más pendientes de nosotros que del balón y me encontraba algo cohibido”, relata el novio. Desde entonces tienen claro que están hechos el uno para el otros. “Hacemos un gran equipo”, confiesan.

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AMOR

SÓLIDO


“Esther es trabajadora, constante, luchadora, segura de sí misma, sabe lo que quiere, es explosiva, tiene mucho genio pero es muy buena”

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Ellos son Abel Patón Serrano (35) y María Esther Andújar Sánchez (32) A los dos años de conocerse, en 2016, se fueron a vivir a Villanueva de la Cañada, Madrid, aunque actualmente viven en Valmojado (Toledo). La novia es albaceteña y es maestra de inglés. Abel nació en Valdepeñas, Ciudad Real. Él es conductor de autobuses.

Todos los que los conocen dicen que se complementan a la perfección. Ellos están de acuerdo. Su unión sigue intacta y con la misma fuerza con respecto al día que se conocieron, hace cuatro años. Son amigos, amantes pero sobre todo, compañeros de vida que se entienden a la perfección sin apenas mediar palabra. Sus miradas lo dicen todo. Están hechos el uno para el otro. Ahora miran al futuro con optimismo. Es infinito, como lo que sienten el uno por el otro.


Las zonas exteriores e interiores de las Bodega La Casa de la Viña fue el escenario en el que Esther y Abel quisieron tomarse las primeras fotografías como marido y mujer ya que no querían perder tiempo y estar la mayor parte del cóctel con sus invitados. Hasta aquí llegaron en el coche oficial de los novios, el Audi A6 del padrino. Ya en la bodega volvieron a encontrarse con el sidecar que dio mucho juego para la su primera sesión oficial de fotos como marido y mujer.

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Esther me aporta todo, me completa a la perfección. Me da alegría, tranquilidad, serenidad y ese punto de lógica y sensatez que necesito. Hace que me levante cada día con ilusión”

“Yo soy puro nervio y él me da tranquilidad y calma. Me anima mucho. Es un buen compañero de vida. Puedes contar con él para todo. Tenemos plena confianza mutua


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“Abel es una persona muy generosa, buen hombre y te ayuda en todo lo que puede. Es extrovertido aunque en ocasiones es bastante testarudo. Tiene un fondo maravilloso y no guarda rencor a nada ni a nadie�


LOS INVITADOS DISFRUTARON DE UN CÓCTEL ÚNICO EN

CASA DE LAS VIÑAS

EL ESPACIO DE LAS BODEGAS ERA UN LUGAR muy acogedor REPLETO DE NATURALEZA, HISTORIA Y VEGETACIÓN Mientras el matrimonio nos hablaba sobre su historia de amor durante la sesión de fotos, a escasos metros se encontraban sus invitados que disfrutaban del cóctel de bienvenida que había preparado la pareja. Llegado este momento lo único importante era disfrutar. La ubicación no podía ser mejor. La temperatura, ideal. Alrededor de las mesas de cóctel los invitados se repartían en grupos mientras disfrutaban de la comida y bebida que no paraban de circular de mano de los camareros. La velada discurría entre risas y buena conversación cuando aparecieron los novios. Los protagonistas llegaron al banquete con

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una sonrisa de oreja a oreja montados en el sidecar con el que minutos antes les habían sorprendido los hermanos y cuñados de Esther y el que aprovecharon por entero para hacerse su sesión de fotos. Todos los flashes estaban preparados para dejar constancia de su llegada. Eran las 20.30h cuando Abel y Esther entraron bajo el aplauso de los presentes por el camino que le conduciría hasta el cóctel donde poder disfrutar plácidamente con los suyos que rápidamente se acercaron a darle la bienvenida a los recién casados. Reencuentros, besos y abrazos multiplicados que emocionaron a más de uno.



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Aprovechamos este momento de distensión para hablar con algunos de los invitados. Queríamos que nos contasen cómo estaban viviendo esta jornada y que nos dijesen algunas palabras sobre el matrimonio. Si algo nos llamó la atención fue que al hablar de la pareja a casi todos se les saltaron las lágrimas mientras hacían hincapié en lo buenas personas que son y en lo guapos que les veían en este día. Algunos no podían ni terminar de hablar. Coincidieron en desearles lo mejor en esta nueva etapa que comenzaban y que siempre estarían a su lado para lo que necesitasen.


FAMILIARES Y AMIGOS DISFRUTARON DE UNA celebración INOLVIDABLE los novios aprovecharon para hacerse fotos con los invitados El ambiente era inigualable y así de orgullosos presumían de felicidad todos los invitados. En grupos, los familiares y amigos posaron junto a los novios en lo que se convertiría en un recuerdo inolvidable de este día tan especial. Entre conversación, felicitaciones y buenas palabras, los recién casados fueron recorriendo el cóctel para poder disfrutar de cada uno de sus seres queridos. Abel y Esther tenían muy claro que no solo ellos eran los protagonistas, sino también todos los que habían querido acompañarles en uno de los días más importantes de su vida. “Solo esperamos que disfruten porque hemos preparado esto para ellos, para que estén bien y recuerden este día siempre”, afirmaban.


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CON TODOS SUS INVITADOS

Para los novios, la presencia de cada uno de sus invitados era clave. Era un número importante, cerca de 200 asistentes, llegados desde Albacete, Madrid, Valencia, Huesca, Cartagena y Ciudad Real, por supuesto, pero como bien subrayaban los novios: “No hay ningún compromiso. Todos los que nos acompañan son importantes para nosotros. Estamos encantados con que están aquí en un día tan destacado”, nos decían. Las muestras de cariño y los gestos de complicidad hacia la pareja fueron una constante.


un menú DELICIOSO

Esther y Abel se decantaron por una comida riquísima basada en la cocina tradicional con toques innovadores que hizo las delicias de los paladares más exigentes. Los novios estuvieron rodeados de más de 180 invitados entre familiares y amigos que no quisieron perderse esta unión tan esperada. Todos disfrutaron de lo lindo de un banquete pensado para cada uno de ellos. El convite estuvo compuesto por cuatro platos que hicieron las delicias de los paladares más exigentes. En una elegante minuta con la temática de los viajes presente como nexo en el diseño, se descubrió el festín gastronómico

50 44 DE ENTRANTE: gambas blancas de Huelva, langostinos y carabineros.

DE PRIMERO: rodaballo a la vizcaína AL QUE SIGUIÓ UN sorbete de frambuesa.


con mucho gusto

El salón de la bodega era espectacular en sus dimensiones con techos muy acogedores en forma de carpa. La temática de los viajes de la boda quedó latente y de manifiesto tanto en la decoración como en la invitación, así como en los centros de mesa y seating plan donde estaban reflejadas las ciudades del mundo que han visitado los novios juntos o por separado. La pasión de ambos por conocer nuevas culturas quedó más que de manifiesto a lo largo de la velada. En el seating plan, cada asistente podía encontrar su lugar asignado. Los centros de mesa era globos aerostáticos realizados por la propia pareja con la ayuda de familiares y amigos. La composición de las mesas era muy sencilla, vestida con mantelería en color beige y coquetas y cómodas sillas en sintonía con el conjunto.

DE SEGUNDO: solomillo de buey en salsa roquefort o boletus a elegir.

DE POSTRE: TARTA Red velvet con helado philadelphia.


UN BANQUETE DE LO MÁS ANIMADO Rosa, la mejor amiga de Marina y Esther, hermana de Alejandro, preparadas para mostrar su videofriend. Un gran trabajó que logró su objetivo: emocionar a los novios y, de paso, a todos los presentes.

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CUMPLEAÑOS

Nada podía hacer sospechar a Alzhara que su prima Lorena tendría el detalle de preparar una tarta temática especial por coincidir su 30 cumpleaños con el día de la boda. La novia, siempre detallista, encargó una tarta de fondant que recreaba una montaña que estaba siendo escalada por una simpática rubia con cierto parecido a Alzhara. Este bonito detalle emocionó a la cumpleañera quien no pudo evitar lanzarse a los brazos de los novios.


UNA TARTA PARA LOS MÁS GOLOSOS

El salón donde se celebraría el banquete estaba repleto de invitados que ocuparon sus asientos a la espera de que la mesa principal cobrara vida con los protagonistas de la jornada. A las 21:30 horas y al ritmo de un remix muy particular compuesto por dos temas que definía el carácter del matrimonio (la BSO de “Star Wars” y “Lo digo”, de Carlos Rivera) los novios entraron al salón. Abel quería impregnar su firma con la sintonía de su película preferida que dio paso a una canción de lo más romántica que describe de algún modo su relación. Fueron los últimos en entrar, como manda la tradición, y con muchas ganas de marcha. Todos los asistentes se levantaron en un baile improvisado que se desplegó por todo el espacio. A la fiesta se unieron, cómo no, los peques que lo dieron todo. Los amigos de Abel se fueron en su búsqueda para mantearlo. Mientras tanto, Esther bailaba de mesa en mesa con los suyos. Ella quería vivir con la mayor alegría posible este día, afrontando de la mejor manera y disposición la ausencia de su madre. En pocos minutos el salón era un ir y venir de camareros y platos. Todos coincidían en lo bueno que estaba el menú. Brindis, risas y conversaciones que no dejaban de sucederse. La cena trascurrió, tal y como habían deseado nuestros novios, de lo más animada. Una cita con las personas más importantes de su vida con la que festejaron su amor.


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LOS GESTOS ROMÁNTICOS

entre los protagonistas no dejaron de sucederse a lo largo del banquete.

Durante el banquete, el equipo de La Exclusiva paseó por el salón, mesa por mesa, para captar las mejores instantáneas de los comensales. En este nuevo espacio tampoco nadie puso obstáculo alguno a dejarse inmortalizar por nuestras cámaras, más bien todo lo contrario. Durante la cena fueron varias las ocasiones en las que los invitados reclamaron un beso a los novios. Una demanda que no puede faltar en cualquier banquete que se precie. Toda una tradición a la que Esther y Abel sucumbieron encantados. El ambiente era único, íntimo y muy familiar. Los amigos de del matrimonio no podían dejar pasar la oportunidad de felicitar a los contrayentes por la emotiva ceremonia y, por supuesto, por el lugar elegido para la celebración.


Una imagen vale mĂĄs que mil palabras. Marina y Alejandro, bailando como dos tortolitos o...Âżcomo dos patitos?

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UNA NOCHE LLENA

DE SORPRESAS Los novios son, además de generosos, dos personas muy agradecidas. Desde el inicio de su relación el apoyo que han recibido de algunos integrantes de su familia y amigos ha sido incondicional. Reflejo de este fenómeno, los amigos de los recién casados quisieron homenajear a los contrayentes. Cuando se servía el sorbete, arrancó la primera de la noche. Como el novio es conductor de autobuses, los amigos de Abel le entregaron un Bus decorativo repleto de paquetes de tabaco. Aunque el novio no fuma, Abel siempre que puede les cambia de disposición los cigarros a sus amigos fumadores para que les cueste sacarlos. Éstos quisieron devolverle la broma incluyendo en los paquetes de tabaco y con la misma disposición, el dinero que habían reunido para entregarle. No todos los paquetes contenían dinero. Otros estaban rellenos de arroz o cualquier otro contenido con el propósito de hacerle más complicado el proceso. Se lo entregaron al ritmo de “Mi gran noche”, de Raphael. Cuando Esther escuchó el mítico tema, pensó que serían sus amigas ya que esta canción es icónica para ellas. Sin embargo se trataba de una sorpresa orquestada por Fabián y Lucía, Polvorilla y Santi, David y Celi, Fran y María José, Sergio y Elena, Antonio y Bea, Carlos y María José, Jose y Cristina, Loquillo y María José, José Ignacio y Alba, Mari Carmen,

Manu y Abeli, Escamilla y Carmelo. Minutos más tarde, cuando se relamían con el postre, dos grupos de amigas de la novia de Villahermosa se acercaron hasta la mesa presidencial donde se encontraban los protagonistas. La sorpresa fue por partida doble porque coincidieron en el regalo. Sabedoras de su pasión por la cocina, tuvieron la misma idea de reunir en un bote de cristal una gran cantidad de macarrones. En su interior, billetes de cinco euros que los novios tuvieron que sacar uno a uno. En primer lugar se acercaron con la canción popular de los autos de choque: Cristina y Jose, Lorena e Hiche, Lara y Sergio, Encarni y David, Bea y Jose, Tere M, Sandra y Ángel y María y Antonio. Todos se pusieron un gorro de cocinero para hacer más corporativo y vistosa la sorpresa. Luego apareció el siguiente grupo, algo avergonzado por coincidir con el presente. Eran: Vicky y Raúl, Sonia y Emilio y su hijo Elena, Tere, Raúl, Tere S y José Ángel, Josema y Julio Alberto. “Conocemos bien a la novia y sabemos que la cocina le encanta. Lo que nunca podíamos imaginar es que a su otro grupo de amigas se les había ocurrido lo mismo. Mira que es difícil coincidir, pero ha pasado”, nos decían alucinadas. De esta manera, sus amigos más cercano quisieron agradecerles su dedicación y cariño constantes.


RECUERDOS de este día Ni los novios ni sus invitados aguantaron

mucho tiempo sentados en sus mesas y, casi desde el comienzo de la comida, el salón fue un ir y venir de personas. Las ganas de fiesta eran casi mayores que las de cenar. Los novios aprovecharon estos instantes para entregar los presentes y recuerdos de este día a sus invitados. Para las chicas, la novia optó por una tradición que le encanta: los alfileres con mariposas multicolor. Estaba insertados en un coqueto macetero regalo de su hermana Mari Ángeles que a día de hoy sigue en busca y captura. Además, un ambientador artesanal realizado por Apadis, una asociación a la que pertenece una prima de Abel. Para ellos, el novio quiso hacer entrega de una botella de aceite de oliva virgen extra de su tierra natal.

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MUY

DULCE Los novios quisieron cumplir con la tradición que aún sigue muy presente y vigente en la mayoría de las celebraciones nupciales: el corte de tarta. En su caso era una impresionante tarta velvet de tres alturas. Abel y Esther se pusieron en pie y cogieron, para sorpresa de todos, una espada laser en un guiño a “Star Wars” con la que procedieron al corte abriendo así el turno del postre. Lo hicieron bajo la atenta mirada de sus invitados que no pudieron evitar aplaudir este momento imprescindible en un banquete. El brindis no se hizo esperar. Sonaba “Perfect” de Ed Sheeran.


BAILE NUPCIAL

Tras tanto comer, beber y reír ahora tocaba ¡¡bailar!! Pero primero les tocó a ellos, evidentemente, a nuestros protagonistas, que dejaron a todos los presentes boquiabiertos con el baile de apertura que habían preparado en la recta final de la fecha de la boda. La canción elegida para este emocionante instante fue una muy especial para la pareja, “Ni tú ni nadie”, de Jennifer López ft. Gente de Zona. La novia escuchó días atrás la canción y le gustó mucho su ritmo pegadizo y bailable. Cuando atendió a la letra se dio cuenta que coincidía con su relación. Le comentó a Abel la idea de abrir el baile con ella y a él le pareció genial así que, los cinco días previos a la boda, Gloria, coreógrafa y bailarina amiga de Irene, les preparó unos pasos con los que deslumbraron a los presentes. Así, comenzaron a bailar mirándose a los ojos, muy cerca el uno del otro y pensando en la vida unida y feliz que les esperaba. Ambos reían sin parar. Fue un momento lleno de magia y, sobre todo, de mucho amor y complicidad. La novia disfrutó de lo lindo, algo que detectaron desde un principio los invitados. Trasmitió mucha felicidad y buen rollo. Abel, aunque tímido al principio, se fue soltando poco a poco.

SECUENCIA COMPLETA:

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Con todos los invitados observándolos y fotografiándolos en la zona de baile habilitada, Abel y Esther demostraron, en compañía de los suyos, su amor y su gran sentido del humor. Al término del baile nupcial se sumaron los padrinos. Sin duda, el broche de oro. Fue entonces cuando a Abel y Esther les rodearon familiares y amigos con el que les demostraron todo su cariño.


UNA FIESTA INOLVIDABLE 56

Tras el baile de apertura, la fiesta siguió sin descanso. En la pista ya estaba todo listo: un espacio diáfano en el que el matrimonio tenía reservada alguna que otra sorpresa como una caravana “La Saboreta” que ofrecía creps y gofres dulces y salados así como coctelería molecular para combinados de todo tipo como piña colada o mango y vodka que dejó a los invitados sin palabras. También fotomatón con todo tipo de atrezo e impresión de fotografía al instante. Los asistentes no podían esperar más para arrancarse. Así que, poco a poco, fueron sumándose al baile, que, diez minutos más tarde, ¡parecía un festival! Un animador showman hacía de la barra libre un espectáculo sin igual. Las ganas de fiesta eran evidentes y nadie se quedó sin pisar la pista de baile. El disfrute fue general. Los recién casados bailaban a gusto y compartían risas con los suyos. Grandes y pequeños celebraban su amor.



Ahora sí, tras tantas emociones y sentimientos compartidos, los novios dieron rienda suelta a la diversión. La fiesta estaba muy animada con canciones muy comerciales que llenaban la pista de baile de alegría y júbilo. Los novios disfrutaron enormemente de una jornada cargada de sorpresas y de momentos emocionantes e inolvidables.

Pocos días después, el 20 de julio partirían a Japón donde vivir, durante casi un mes con pasión su luna de miel. Desde que la novia recibió información de este país asiático en una de sus visitas a Fitur, quiso que fuese este su destino. Abel, de nuevo, no puso impedimiento. Una agencia catalana le organizó un viaje personalizado para que lo saborearan a su manera y ritmo de principio a fin. Eran las 07.00 horas de la mañana, con el sol en la calle, cuando los novios pusieron el punto y final a su gran celebración. Algo antes, en plena madrugada, el equipo de Exclusiva dejó que los novios, junto a sus invitados, continuaran con la celebración en la más absoluta intimidad. Os deseamos todo lo mejor.

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¡Sed muy felices!



28 JULIO 2018


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