REVISTA EXCLUSIVA INES Y JOSE by laexclusiva

tOdos los detalles

MURCIA, 18 MARZO 2018

una boda de ensueño El pasado 18 de marzo de 2018, tras casi tres años de relación, Inés y Jose dieron el paso de formalizar su historia de amor. 320 invitados acompañaron a la pareja que se dio el “sí, quiero” en el Santuario de la Purísima s. Concepción de Mazarrón, Murcia. A continuación, recién casados, familiares y amigos se desplazaron hasta la Finca Buenavista de la capital donde tuvo lugar el banquete y una fiesta posterior inolvidables.

de SU Gran día

inés & jose

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SUMARIO

EXCLUSIVA

Especial

18 marzo 2018

INÉS & JOSE

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EL NOVIO eligió la casa de sus padres para su puesta de largo.

PERFUMÁNDOSE antes de desvelar el secreto mejor guardado.

SANTUARIO DE LA CONCEPCIÓN testigo de su “sí, quiero”.

LAS ALIANZAS con unas iniciales muy especiales en referencia a la virgen de Lourdes.

LLUVIA DE PÉTALOS en su salida triunfal como marido y mujer.

FINCA BUENAVISTA, sede del cóctel, banquete y fiesta posterior.

MENÚ. Las elaboraciones hicieron las delicias de los paladares más exigentes.

SORPRESAS.

Las abuelas de los novios homenajeadas con unos bonitos ramos de flores.

LA IMAGEN DE LA FELICIDAD.

La pareja demostró que su amor es sólido y sin fisuras.

UNA FIESTA

INOLVIDABLE

LA EXCLUSIVA DE LA BODA marca registrada por Imagen and Media Comunicacion SL. © Copyright Leyenda | Todos los derechos reservados DEPOSITO LEGAL: CO 773-2012. Email: quiero@laexclusivadelaboda.es Edición impresa en Madrid 2020. Prohibida su venta y distribución.

MUY ARROPADO

Junto a él, sus padres Silverio y Conchi, su hermano Paco y su abuela materna María del Carmen. Los tres se levantaron a la misma hora que él para acompañarlo en todo el proceso, colaborando activamente en lo que necesitaba mientras ultimaban detalles para el inminente enlace. Más tarde se sumaría un gran número de amigos para mostrarle su cariño, cobijarlo y apoyarlo en la cuenta atrás. Los cuatro se dejaron hacer por las manos sabias de los estilistas de Rocky Belda, la mejor peluquería de Murcia a la que el novio acude fiel desde su apertura. En el hogar familiar se palpaba un ambiente propio del evento que se estaba fraguando. Silencio, tranquilidad y emoción a partes iguales, todo muy organizado y distendido según lo planeado.

En casa de sus padres Las predicciones meteorológicas se cumplieron aunque, afortunadamente, de manera simbólica. El día amaneció nublado pero con temperaturas agradables. La lluvia que se esperaba por la mañana se manifestó pero solo cayeron una gotas durante el desarrollo de la ceremonia por lo que ni novios ni invitados tuvieron que hacer uso del paraguas. Los enamorados se decantaron por esta fecha condicionados por la preferencia de Inés. Ella quería casarse por la mañana para disfrutar al máximo de su gran día y para que las invitadas lucieran sus pamelas y tocados. Fecharlo en sábado era complicado debido al mercado que se celebra en la plaza del santuario. Por ello buscaron en el calendario un domingo previo a un lunes festivo para que los asistentes pudieran disfrutar de la boda sin presión. El único domingo de 2018 que reunía este requisito era este 18 de marzo, con un 19 festivo en Murcia ante la solemnidad de San José y el Día del Padre. Tuvieron suerte porque el santuario estaba disponible así que reservaron de inmediato. Eso fue hace un año. Doce meses después estaban a punto de hacer realidad su mayor deseo: unirse en matrimonio ante Dios y su Iglesia. Para ello faltaban tan solo tres horas. El equipo de Exclusiva llegó a las 09.00 horas a la carretera de la Raya 110 de Murcia. Nos encontrábamos ante un impresionante chalet de arquitectura vanguardista y diseño exclusivo situado en pleno corazón de la huerta tradicional murciana. El domicilio familiar de Jose era el mejor escenario para cualquier sesión de fotos que se precie, de hecho el fotógrafo casi se cae a la piscina buscando el mejor ángulo para inmortalizar sus impresionantes exteriores. El novio quería vestirse en la casa que lo vio crecer y donde no ha podido ser más feliz. Aquí, en esta casa cargada de recuerdos tendría lugar la puesta de largo del protagonista.

CON LOS NERVIOS BAJO CONTROL

ELEGANTE Y SOFISTICADO

Una vez que Pedro, su peluquero habitual, acabó con su cometido, el novio se perfumó con Valentino en su habitación para pasar al recibidor, de doble altura y con los techos acristalados. Este, el espacio más luminoso y bonito de la casa, era el elegido para su puesta de largo. Jose tenía preparados los complementos y la pieza fundamental de su outfit: el chaqué. Se trataba de un modelo italiano de la firma Helmerehildo Zegna realizado a medida con levita negra, pantalón gris a rayas y camisa blanca, también a medida, con sus iniciales bordadas en los puños. “Me lo compré en Tuchaqué de la avenida Jaime I El Conquistador de Murcia, la mejor tienda de chaqués de la capital. Tenía claro que quería uno inglés clásico con algún toque actual como las rayas del pantalón”, nos explicaba. La novia no tenía ni idea de su elección así que, para ambos, el vestuario elegido para su boda era una sorpresa que estaba a punto de ser desvelada. Mientras se vestía estaba algo inquieto. “Quiero que el fotógrafo principal se marche cuanto antes con Inés. No quiero que se demore por mi culpa”. Junto al traje, los complementos seleccionados concienzudamente por nuestro protagonista. Sus suegros le regalaron en la pedida de mano el reloj Breitling suizo con correa de cuero. Los gemelos fueron un presente de su amigo y testigo de boda, Sebastián: negros, redondos, a juego con el chaqué y con un brillante en la parte central. De su futura mujer llevaría el bolígrafo Mont Blanc con brillantes y oro blanco, con el que ella le sorprendió un año antes. Hoy Inés también le sorprendería con el pañuelo. Lo compró días antes para que sus suegros se lo entregaran durante su puesta de largo. “Es muy detallista. Lo luciré junto a ella, en mi corazón”, nos decía Jose. Entre los accesorios encontramos dos de gran importancia en su outfit: el chaleco, en crudo y, quizás, el complemento por el que más le costó decidirse: la corbata de color azul tipo cachemir con un llamativo estampado. “Estuve dudando hasta el último momento entre la gris y la azul. Finalmente, anteayer, me decanté por esta”, nos confesaba.

CON SUS AMIGOS

Una vez el novio concluyó con su puesta de largo tuvimos la oportunidad de fotografiarlo junto a su familiares y a los amigos que se sumaron en la recta final como José Antonio, David y Antonio, amigos de toda la vida y en el caso de los dos primeros, testigos de boda. También se acercaron al domicilio familiar sus amigos de la hospitalidad de Lourdes de Murcia: José Antonio y Alejandro, Javier y Nacho así como sus colegas de universidad Ángel y Javier, tercer testigo. Justo antes de marcharse para Mazarrón llegaron el grupo de los consortes, las parejas de las amigas de Inés: José Luis, Leandro, Salvador y Sebastián, cuarto testigo. Ellos fueron los que rompieron con la disciplina y el orden establecido hasta ese instante en la casa. Nada más aparecer atracaron la nevera de la barbacoa para brindar con una cervezas antes de partir a la iglesia. Todos los que le acompañaban son piezas clave en su vida. “Sin ellos no sería quien soy”, declaraba Jose.

MUY PENDIENTE DEL RELOJ EN LA CUENTA ATRÁS

“En un día como el de hoy es inevitable echar en falta a seres queridos que ya no están con nosotros. Siempre en mi corazón y recuerdo, mis dos abuelos fallecidos, el paterno José y el materno Francisco que hubieran disfrutado mucho viéndome dar este paso tan importante”, aseguraba emocionado. Su abuela, debido a su avanzada edad, no pudo acompañarle en los preparativos. “La veré directamente en la iglesia y compartiré con ella el resto del día”,

EL DÍA ANTERIOR Mientras el novio se preparaba nos contaba cómo había pasado la noche

anterior, así como la última conversación que mantuvo con su futura mujer. “Ayer fue un día intenso. Por la mañana estuve de compras en busca de ropa para el viaje de novios. Por la tarde me pasé por Lorca para recoger a mi abuela. De regreso paré en Mazarrón a dejar un enorme ramo de rosas para que se lo entregaran hoy a Inés. Al regresar a casa me dediqué a cerrar unos asuntos de trabajo hasta media noche. Antes de acostarme hablé con Inés por teléfono. Fue una conversación muy bonita en la que nos tranquilizamos mutuamente. Estábamos seguros de que todo iba a salir bien pasara lo que pasara. Antes de colgar nos comprometimos a ser puntuales”, reía recordando. “No fue fácil conciliar el sueño por los nervios”, reconocía.

aseguraba. Era la cuenta atrás. Jose parecía ser consciente de que el encuentro con su prometida era cuestión de minutos. Estaba tranquilo, muy ilusionado y realmente favorecido y elegante con su chaqué. “Tengo muchas ganas de verla. Seguro que está guapísima”, afirmaba. El Rolls Royce apodado por el novio y sus amigos como “Margie” lo llevaría hasta el Santuario acompañado por su madre y madrina que no cesó en gestos de cariño a su primogénito.

65 kilómetros de la casa del novio, en la calle Ceballos 28 de Mazarrón (Murcia), la novia se preparaba para su gran día. Lo hacía en casa de sus padres. “Aquí crecí y me crié con mis padres antes de irme a estudiar medicina”, nos explicaba la protagonista. Eran las 10.00 horas. Daniel Tejera, de Rocky Belda, terminaba de maquillarla en el baño principal de la vivienda. Se había desplazado desde la capital para hacerlo. El proceso comenzó bien temprano. La novia había apostado con su asesoramiento aunque con directrices. “He sido algo atrevida. Me gusta que la expresión de las novias quede marcada por eso hemos añadido intensidad a los ojos para resaltar la mirada así como unas sombras en color nude para dar luminosidad al rostro”. La artífices de su peinado, -un recogido de corte clásico realizado con su melena rizada con diadema de flores preservadas en tono granate y verde para colocar el velo -, fue Pilar Verdú, su peluquera de toda la vida, la que la ha peinado desde niña para todas las ocasiones especiales, incluida Comunión y Confirmación. Estaba realmente espectacular. Pilar también hizo lo propio con Conchi y Ana, madre y hermana de la novia. Jesús, su padre, contemplaba orgulloso la escena. La novia quiso obsequiarles con un pañuelo bordado con mensaje personalizado. El amor que se tiene esta familia es incondicional. Siempre han estado muy unidos y tanto su conexión como el cariño eran más que evidentes. La florista encargada de la decoración de la iglesia, Asun Loz, apareció con un precioso ramo de rosas rojas, el que le había preparado con tanto mimo su futuro marido. Inés leyó la nota que contenía y tuvo que contener las lágrimas. En ese instante llegó María Rosa, amiga de la familia, que se tuvo que encargar de fregar el comedor ya que se había derramado el agua de las flores que decoraban la casa. Todos los que le acompañaban se ofrecían para cualquier cosa que la novia demandaba.

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Los PREPARATIVOS

DE LA NOVIA

Inés manifestaba sentirse bastante tranquila. Pudimos hablar con ella cuando se perfumaba justo antes de acceder al dormitorio de sus padres para enfundarse el secreto mejor guardado. “Me encuentro rodeada de toda la gente que quiero y que me quieren. La emoción de este día supera todo tipo de nervios. En cambio ayer sí que me sentí más nerviosa como cuando estuvimos preparando los recipientes artesanales para el arroz y pétalos realizados a mano por mi padre o cuando mi hermana me regaló un abanico artesanal de nácar para mi puesta de largo. No salí de casa en todo el día. Por la noche y con el hormigueo en el estómago le escribí una carta a Jose que espero se la haya entregado Sebastián. Me acosté en torno a las 23.00 horas y conseguí dormirme rápido. He tenido un sueño muy plácido”, revelaba. El ambiente era muy festivo. La madre dispuso un gran desayuno para todos los que se acercaban a la casa. “Mi casa es su casa, hoy y siempre”, exclamaba Conchi.

El vestido es un diseño hecho a medida por el alicantino Rubén Hernández, muy conocido a nivel nacional por sus creaciones para numerosas celebridades. Estaba confeccionado con tejido de mikado que, debido a su rigidez, le aportaba un volumen digno de princesa. En la parte delantera se simulaba una abertura que mostraba la segunda pieza de la que se componía el conjunto, de crepe con caída más ceñida para realzar su figura. La cola, espectacular, superaba los 2,50 metros con bordados de motivos florales en color beige en sintonía con los bordados de la parte inferior del vestido, la que quedaría completamente descubierta en el momento del baile nupcial. Poco tiempo después de la pedida de mano en Lourdes, comenzó con el proceso de búsqueda del vestido que resultó más fácil de lo esperado. “Tenía claro el diseñador, que estuviera hecho medida y que tuviera una gran cola. A las pruebas me acompañaron mis padres, hermana y suegra. En algunas de ellas también acudieron mi tía y mi prima Inés. Rubén supo desde un principio adaptarse a mí y no puedo estar más contenta con el resultado. Tengo el vestido que siempre había soñado”. Acertó plenamente. Era un conjunto elegante, sencillo y muy sofisticado como nuestra protagonista.

EL SECRETO MEJOR GUARDADO

COMPLEMENTOS

El secreto mejor guardado colgaba inmaculado. Muy cerca de él, sobre la cama, se encontraban todos los complementos y accesorios que luciría en uno de los días más importantes de su vida. Los pendientes, regalo de sus suegros, eran de oro blanco y diamantes de la joyería más exclusiva de Murcia, Pedro Luis Olivares. La diadema, un presente de su tía Juana Rosa, estaba realizada a mano por Fan Fan et Populi, especialistas en tocados para novia con establecimiento en el centro de la localidad. Los zapatos, de las firma Lody, estaban forrados con la misma tela del vestido. Sus primas Inés y Dori quisieron obsequiarle con este detalle insispensable. En sus manos solo luciría el anillo de su pedida de mano realizado en oro blanco y un gran brillante. Hace menos de un año, el 26 de junio de 2017, Jose se lo entregó en una de sus estancias de voluntariado en Lourdes (Francia).

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CON LOS SUYOS Una vez maquillada

y peinada, Inés se dirigió hasta la alcoba de sus padres para vivir un episodio muy ansiado, quizás el que más: llegaba el momento de ponerse su vestido de novia, pero no lo haría sola. Su madre y su hermana colaboraron activamente en su puesta de largo. También se sumó su peluquera que sabía perfectamente como colocárselo sin estropearle el recogido. Parecían estilistas. Con mucha profesionalidad dejaron a la novia con un look final impecable. Su amiga Marta remató el outfit colocándole la liga azul cielo, regalo de su madre. Cuando culminó el proceso, tuvimos ocasión de hablar con la protagonista. “Me veo como una princesa”. En un día tan señalado, Inés tenía muy presente la figura de sus abuelos Ginés, Juan y Ana, ya fallecidos. “Aunque no estén físicamente los llevamos en nuestro corazón, hoy y siempre”, afirmaba. En este último tramo y al grito de “¡Viva la novia!” aparecieron con gran euforia y revuelo sus amigas de la infancia: Cristina, Inés, Marta, Ginesa, Sonia, Diana y María del Mar. También sus compañeras de universidad, unas sevillanas que derrochaban arte: Paula y Mari Reyes. Los cuatro pajes, Alejandro, Daniel, Alba y Cristina llegaron ya vestidos con unos preciosos conjuntos de Macoco, diseñados exclusivamente para ellos. Su tía Juana Rosa y sus primas tampoco faltaron a la cita.

SALIDA TRIUNFAL Ahora sí la novia aparecía reluciente en la terraza de la casa. Prácticamente el vecindario al completo accedió a él para verla. Los piropos no cesaban. Todos destacaban la finura y elegancia del vestido y quedaron impactados por la longitud de la cola. “¡Es precioso!”, le decían. No era para menos. A la novia se le veía radiante a tan solo unos minutos de encontrarse con su futuro marido. Cada uno de sus familiares y amigas que le acompañaban en su puesta de largo quisieron tener una imagen para el recuerdo con la que pronto se convertiría en una mujer casada, con la que en breve comenzaría una nueva etapa. Los primeros en posar con la estrella de la jornada fueron sus padres y hermana que se mostraron felices y complacientes por lo que estaban viviendo. “Está guapísima. Se merece que todo salga tal y como ha planeado con tanto cariño y dedicación”, nos decía su hermana con un bonito vestido turquesa confeccionado por Rubén. Las hermanas se abanicaron para la foto de manera conjunta con el abanico de nácar. Tras la sesión de fotos llegaba el momento de partir hasta el santuario. Conchi instaló una alfombra roja para la salida que llegaba hasta el mismo vehículo que condujo al novio hasta Mazarrón: el espectacular Rolls Royce Silver Wraith de 1955. Cuando Inés cruzó la calle, la cola del vestido la atravesaba al completo de extremo a extremo. Su amiga Inés sujetaba la cola. El vecindario se agolpaba en las aceras y en las ventanas sin dejar de hacer fotos.

San Juan de los PANETES, SANTUARIO

PURÍSIMA

TESTIGO MUDO DEL ENLACE

CONCEPCIÓN El lugar donde la pareja quería celebrar su unión matrimonial era el Santuario de la Purísima Concepción de Mazarrón. Se trata de una antigua iglesia construida en honor a la patrona del pueblo. La fachada es blanca y de su interior destaca la bóveda altamente decorada así como el retablo barroco con el camarín de la virgen, conocido popularmente como el joyero del santuario. Cuando llegamos, encontramos a muchos de los invitados en el acceso principal esperando con inquietud la llegada de los contrayentes. El colorido de las pamelas y vestidos de las invitadas daba una luz especial al lugar. Los más previsores buscaban asiento en su interior.

La iluminación, cálida y tenue, nos dejaba ver detalles ornamentales que los novios habían dispuesto para embellecer y personalizar aún más el espacio. Gran cantidad de centros y columnas de flores adornaban tanto el interior como el exterior de la sede cristiana. En cada banco se dispusieron misales diseñados por los propios novios que contenía las lecturas, cánticos y pasajes de la ceremonia en su cronología. Una gran alfombra roja vestía al completo el pasillo central y se abría ante el altar flanqueado por flores. Los invitados encontraron en la entrada de la iglesia un córner de lo más vintage: mobiliario antiguo para el arroz y los pétalos en recipientes elaborados por Jesús. El primero en llegar, tal y como manda la tradición, fue el novio. Eran las 11.30 horas. Lo hacía en el Rolls Royce, sonriente y relajado junto a su madre que lucía un impresionante vestido de estilo clásico, color cereza y tejido crepe diseñado, también, por Rubén Hernández. La peineta y mantilla negras subrayaba su papel en la boda. Así de elegantes y sonrientes, novio y madrina desfilaron entre las miradas de afecto y complicidad de los suyos. El Cannon de Pachelbel se convirtió en la melodía de este instante mágico, la composición clásica que más emociona al novio. Solo quedaba ver aparecer a Inés. Era cuestión de minutos.

Y LLEGÓ LA NOVIA

Con gran puntualidad, a la hora prevista, 12.00, la novia entraba en escena. Lo hizo en el Rolls Royce en compañía de su padre que se mostró orgulloso y encantado desde un principio con la idea de llevar a su hija hasta el altar. Con suma delicadeza y consciente de lo que estaba a punto de desvelar, su primo, vestido de gala con su uniforme militar de infantería de marina, le abrió la puerta. Ella bajó sonriente del coche. A pesar del nerviosismo del momento, derrochaba felicidad. Inés se agarró fuerte al brazo de Jesús mientras arrancaba Gabriel´s Oboe de la BSO de “La Misión”, uno de los temas preferidos de la pareja. La mítica composición de Ennio Morriconne había sido la elegida para su encuentro con Jose. El padrino, -con chaqué hecho a medida por la sastrería murciana Slievers & Co compuesto por levita negra, pantalón gris, chaleco gris claro y corbata color cereza- no podía estar más orgulloso.

EL ENCUENTRO El silencio y la expectación inundaban la sede cristiana. Inés hacía su entrada triunfal. El novio, emocionado, la esperaba en el altar en compañía de su madre. Los invitados fotografiaban a la novia y la piropeaban. Ella respondía a los halagos con una sonrisa en señal de agradecimiento. Delante de la protagonista, el cortejo nupcial compuesto por Alejandro, Daniel, Alba y Cristina. Los niños son primos de la novia. Alejandro portaba las arras y Daniel un cartel textil con mensaje anunciador: “Aquí llega el amor de tu vida”. Alba, hija de unos amigos y Cristina, sobrina de sus testigos, Sebastián y Cristina, llevaban las cestas florales. Cada uno con su función y con ropita a juego. Las niñas, con vestido tejido de piqué y un gran lazo en tono verde con motivos florales. Los niños, con un mono del mismo tejido y color del lazo de las niñas, que contrastaba con la camisa blanca. Al encontrarse los novios se saludaron con un tímido beso en la mejilla. Estaban visiblemente emocionados. Ninguno pudo reprimir las lágrimas. Fue este, según nos contaron al término, el instante más emotivo de la jornada. Mientras tanto, Inés y Cristina se afanaban en colocar la cola del vestido a la protagonista. No se despistaron ni un momento para que luciera por entero.

en el ALTAR

Hasta cuatro sacerdotes celebraron la unión matrimonial de la pareja. La presidió Don Francisco José Fernánez García, párroco de Totana y consiliario del movimiento familiar Cristiano. Los concelebrantes fueron Don Francisco Azorín Martínez, párroco de Sangonera y vicenconsiliario de la hospitalidad de Lourdes de Murcia y los cursillos de Cristiandad; Don Luis Emilio Pascual Molina, capellán de la Universidad Católica San Antonio de Murcia y consiliario de la hospitalidad de Lourdes de Murcia y de la Cofradía de nuestro padre Jesús Nazareno popularmente conocida como “Los Salzillos”; Por último, Don Miguel Ángel Gil López, canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Murcia y consiliario del movimiento de cursillos de Cristiandad. Los cuatro ocupan cargos de la diócesis de Murcia y los cuatro presumen ser muy amigos de los novios. Aceptaron encantados la propuesta de los novios consiguiendo desde un principio que todo resultase cercano, agradable y que tanto novios como invitados se sintieran a gusto en este día tan señalado. No fueron las suyas las únicas palabras dirigidas al matrimonio durante el acto religioso. Por el micrófono desfilaron amigos y familiares de la pareja que se prestaron encantados a proceder a las intervenciones que habían preparado con ahínco. La monición de entrada fue realizada por la abuela materna del novio, María del Carmen. De la primera lectura del libro de Jeremías se ocupó el hermano del novio, Paco. El Salmo lo acometió una persona clave en su relación: la médico Doña Lisa Ortín. La segunda lectura, la carta del apóstol San Pablo a los Efesios fue leída por Ana, hermana de la novia. Como profesora de literatura que es le dio la entonación adecuada para que la belleza del texto se multiplicara. El evangelio según San Juan lo llevó a cabo el sacerdote D. Luis Emilio Pascual mientras que la homilía y celebración de toda la misa fue realizada por Don Francisco Jose Fernández. Los primos de la pareja procedieron a las peticiones descritas por los propios novios.

UNA CEREMONIA EMOTIVA Y CERCANA

a ceremonia comenzaba a la hora prevista. En primera fila, junto a los novios, sus padres y padrinos que escuchaban atentamente las palabras de los sacerdotes que se dirigían de manera cálida y cercana a los allí presentes, especialmente a los contrayentes. Era evidente el vínculo de ellos con la pareja. La música jugó un papel relevante a lo largo de la ceremonia. Fue interpretada en directo por el coro con más historia de la región de Murcia, el Orfeón Fernández Caballero, con más de treinta voces apoyadas por piano, trompetas, violonchelos y percusión. Gracias a ellos pudimos escuchar piezas musicales seleccionada concienzudamente por la pareja que envolvió de belleza cada uno de los pasajes claves del enlace. Familiares y amigos colaboraron activamente con la lecturas y peticiones que dieron paso a unas ofrendas cargadas de significado. Les puso voz Cristina, amiga de la novia. De la presentación de las mismas se encargaron José y Paula, amigos de los contrayentes. Consistían en herramientas de trabajo de los novios: escuadra y cartabón que representaban a Jose y fonendoscopio, a Inés. La segunda ofrenda la portaron el padre del novio y la madre de la novia: un bonsai que aludía a la importancia de la familia. La tercera fue realizada por un matrimonio amigo, José Antonio y Teresa, presentes en la pedida de mano de los novios. Se trataba de dos velas encendidas símbolo inequívoco de la luz. Por último la última ofrenda la llevó a cabo otro matrimonio amigo, compañeros en la fe y padres de una de las pajes, Alfonso y Sara, que presentaron el pan y el vino en un cáliz y una patena comprados por ellos mismos en Tierra Santa. Un regalo a los novios para su boda. Cuando comulgaron tomaron la palabra los sacerdotes que no habían intervenido hasta ese momento. Don Miguel Ángel Gil les dedicó un precioso mensaje acerca de la fe en el matrimonio. Además les obsequió con dos rosarios del Papa emérito Benedicto XVI. Por su parte, Don Francisco Azorín les dijo que era un acto de suma generosidad verlos ayudar a los enfermos en el voluntariado de Lourdes así como un estímulo para él como sacerdote. Por último, como broche de oro a la misa, la hermana de la novia les dedicó unas palabras personalizadas llenas de cariño y les obsequió con un cuadro de los novios pintado a mano. Antes de cerrar la celebración, Don Francisco José Fernández, les sorprendió con un bonito detalle: una vela reflejo de la luz en su matrimonio. Todos estaban pendientes de las reacciones de los novios. La temperatura en el santuario era perfecta.

ARRAS Y ALIANZAS

Las alianzas eran clásicas de oro amarillo. En el interior inscribieron la iniciales contrarias del cónyuge: ella las del novio y él la de la novia así como las iniciales NSL (Nuestra Señora de Lourdes) en el caso de las del novio y PNM (Proteja Nuestro Matrimonio), en el de Inés. Las portó Alejandro en una bonita bandeja de plata. Por su parte las arras consistían en trece monedas antiguas Isabelinas de planta y fueron presentadas por el mismo paje en un cofre de oro pequeño del siglo XIX.

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INÉS & JOSE

UNIDOS PARA SIE MPRE Inés y Jose se pusieron en pie para recibir los votos matrimoniales, un paso que sellaba el profundo amor que se tienen y que no ha parado de crecer desde que se conocieron hace tres años. Un rotundo “Sí, quiero” salió de los labios del novio prometiéndole serle fiel “en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad para así amarla y respetarla todos los días de su vida”. Inés hizo lo propio sin contemplaciones. El compromiso de los contrayentes dio paso a dos símbolos que se convertirán en el recuerdo más especial de su unión: las alianzas y arras. A continuación, el ya matrimonio se fundió en un beso que provocó el aplauso de los presentes. Para la aclamación del matrimonio se interpretó Turandot de Puccini, uno de los temas clásicos

más imponentes que dio paso a uno de los momentos musicales más emocionantes de la ceremonia. El coro formado por sus amigos de la hospitalidad de Lourdes cantó “Junco quebrado”, el himno del voluntariado donde se conocieron. La celebración continuó con el Hallelujah de Händel en el que el matrimonio se sometió al ritual hispano-mozárabe. Arrodillados frente al altar, Adelaida, tía del novio y Juana Rosa, tía de la novia, les cubrieron con un paño blanco con filo rojo bajo la imposición de las manos del sacerdote. Tras la comunión la pareja leyó una oración elaborada por ellos mismos en una reflexión acerca del sentido del matrimonio, pidiendo a Dios fortaleza en su nueva etapa. Resultó de lo más emocionante.

FIRMA DE NOVIOS Y TESTIGOS

Al término de la ceremonia los novios firmaron los documentos oficiales para dejar constancia y formalizar de esta manera el enlace. Inés y Jose posaron sonrientes ante nuestras cámaras mientras procedían a estampar sus rúbricas en los impresos correspondientes. Junto a ellos procedieron los padrinos y testigos de la ceremonia. Los novios les lanzaron la propuesta a sus testigos de una manera muy original: a través de unos papiros que contenían los bolígrafos con los que le obsequiaron unos meses antes. “¿Quieres ser testigo de nuestra boda?”, cerraba el escrito. Los primeros en recibir la proposición fueron Sebastián y Cristina, un matrimonio amigo de unión cristiana. La novia quiso que su gran amiga de la infancia, Inés y una intima amiga de la universidad y compañera de piso y profesión, Paula, sellaran también con su firma su enlace. El novio, por su parte, eligió a su mejor amigo de la infancia, David, a otro de toda la vida; el doctor y profesor en el M&T de Boston, José Antonio y, por último, a Javier, su mejor amigo de la universidad y compañero de profesión. Los siete son las amistades más significativas en la vida de la pareja.

Cuando acabaron tuvieron tiempo de hacerse un simpático selfie de grupo y de repasar las anécdotas de la ceremonia, que fueron varias. La más significativa recayó –literalmente- en la cola del vestido de la novia. Y es que al subir al leer la oración una de las velas de la ofrenda se le cayó encima ¡Menos mal que reaccionaron rápido evitando así el desastre! También se estropeó el micrófono portátil del Santuario por lo que tuvieron que subir a la mesa del altar para llevar a cabo cada uno de los ritos. Los contrayentes no dieron la menor importancia a ninguno de los dos hechos. Muy al contrario sirvieron para hacer más amena si cabe la eucaristía que se extendió hasta las 13.30 horas.

POSADOS EN EL ALTAR

Mientras tanto, despegaban las primeras fotos oficiales en el altar con los protagonistas, en grupo o por separado, sin poder disimular la felicidad que estaban viviendo al ver a Inés y Jose sellar su relación de noviazgo tras su intensa y bonita historia de amor. Familia y amigos se inmortalizaron juntos y felices de haber podido formar parte de este día tan especial. La instantánea con sus amigos de la hospitalidad de Lourdes le hacía bastante ilusión a la pareja. Se escuchaba una y otra vez los piropos a los contrayentes. Ellos no cesaron de profesarse numerosos gestos de cariño y complicidad entre foto y foto sin objeciones.

Y SE HIZO LA MAGIA

Los asistentes a la ceremonia formaron un amplio y colorido pasillo donde, por fin, hizo acto de presencia la lluvia de confeti, pétalos y arroz de la que los novios intentaron resguardarse sin éxito. El cereal, símbolo de la prosperidad de la pareja, bañó a los recién casados entre la algarabía y vítores de los allí congregados. Desde la ventana del coro, situada justo arriba de la entrada principal, les lanzaron una bandeja repleta de pétalos dejando tras de sí esta instantánea única.

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SUS PRIMEROS PASOS

COMO MARIDO Y MUJER

Antes de salir los novios tuvieron un momento íntimo en el que hicieron un rápido balance de lo acontecido. Jose no paraba de sonreír mirando a su ya esposa, repitiéndole, una y otra vez, lo guapa que estaba. Se les veía mucho más relajados. Se notaba en sus caras y en su forma de hablar. Fuimos testigos de numerosos gestos cómplices y de cariño entre ellos. De este modo, y cuando la cola del vestido lucía por entero, estuvieron listos para salir sin ser conscientes realmente de la gran avalancha de gente que les esperaba. Sonaba “Concierto de Primavera”, de Vivaldi. Los protagonistas aparecieron sigilosamente en el exterior tapando sus ojos para protegerse de los pétalos arroz, pero no había escudo posible porque los granos llegaban desde cualquier ángulo. El chófer y acompañante de la novia, les ofreció una botella de champagne para que brindaran frente a los suyos. Después de las felicitaciones de amigos y familiares, los abrazos, los buenos deseos y augurios a la pareja los protagonistas se prestaron encantados a posar para el fotógrafo. Antes de salir a la calle se hicieron una de gran valor en la capilla del Santo Sepulcro, cofradía a la que pertenece la novia y su familia.

APARICIÓN divina Inés y Jose se conocieron en 2014 gracias a Doña Lisa Ortín, médico compañera de la novia que la animó a viajar al santuario de Lourdes como voluntaria. Allí, nada más llegar le presentaron a Jose que viaja desde que tenía 8 años a Lourdes para ayudar a enfermos y discapacitados. En ese momento él era responsable de jóvenes voluntarios y quedó fascinado al verla como si de una aparición divina se tratara. “Me encantó la bondad que transmitían sus ojos. Lo responsable que le veía ejerciendo su profesión así como el trato hacia los enfermos hizo que la admirara aún más. También, por supuesto, me deslumbró su belleza, su pelo rizado, su cara... Nunca pude imaginar que una mujer así se fijara en mí. Fue un descubrimiento de valor incalculable para Jose y una experiencia maravillosa para Inés que recuerda perfectamente esos primeros encuentros. “Desde un principio me trató como una princesa y pronto se convirtió en mi príncipe soñado. Su generosidad, pasión, entrega y ayuda al más necesitado me enamoró. Por mi profesión valoro mucho a las personas que dan su vida por los demás”, reconoce ella. Desde entonces se abrió un nuevo rumbo en sus vidas que se formalizó en abril de 2015 cuando oficializaron su relación. Dos años más tarde llegó la pedida de mano. Nos la cuenta el autor. “Fue en Lourdes, dónde si no, el 26 de junio de 2017 durante el voluntariado que hicimos los murcianos. Inés estaba de guardia médica en el hospital cuando recibió el aviso de que un hombre se había desplomado de un infarto en la gruta de Massabielle donde tuvieron lugar las apariciones de la virgen. Junto a su compañera Teresa, el desfibrilador y el botiquín portátil, Inés salió corriendo hacia el lugar del incidente, a unos 400 metros de donde se encontraba. No había tiempo que perder. Al llegar vio a un numeroso grupo de personas alrededor de su objetivo. Cuando consiguió hacerse un hueco entre el bullicio se encontró con lo que menos esperaba y, quizás, con lo que siempre había soñado. El hombre de su vida estaba arrodillado frente a ella con un anillo en su mano. La intención estaba clara pero aún así Jose pronunció las palabras mágicas. “Inés, ¿te quieres casar conmigo?”. El impacto para ella fue mayúsculo. El infarto casi le da a ella. No daba crédito y su primera reacción fue echarse a sus brazos. Junto a ellos, sus mejores amigos y compañeros, testigos de aquel encuentro que permanece intacto en sus memorias. “Aún nos emocionamos al recordarlo”, declaran. Tras ese pasaje imborrable se escaparon a Cantabria y desde allí empezaron a construir el día de su boda que estaba saliendo según lo previsto.

“Jose es un chico muy extrovertido que sabe conectar de forma muy rápida con las personas y ganarse su confianza. Es alegre, divertido y tiene mucha labia. Es muy generoso y siempre está dispuesto a ayudar al que lo necesita. Es responsable y amigo de sus amigos para lo bueno y para lo malo”

Ellos son INÉS GARCÍA ROSA (32) Y JOSE PUJALTE SÁNCHEZ (29). La novia nació en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia pero se crió en Mazarrón logrando hacer de su vocación, la medicina, su profesión. Actualmente ejerce en el Hospital Reina Sofía de Murcia. Jose es murciano de pura cepa y al igual que su mujer, trabaja en lo que le gusta y se ha preparado: ingeniería. Desde la boda vivirán por primera juntos, saboreando la convivencia, en un piso de la calle Villaleal de Murcia pero tienen pensado comprarse una casa en el centro histórico de la ciudad para reformarla con un diseño moderno adaptado a sus necesidades y gustos. Todos los que los conocen dicen que se complementan a la perfección. Ellos están de acuerdo. Su unión sigue intacta y con la misma fuerza con respecto al día que se conocieron, hace más de tres años. Son amigos, amantes pero sobre todo, compañeros de vida que se entienden a la perfección sin apenas mediar palabra. Sus miradas lo dicen todo. Están hechos el uno para el otro. Ahora miran al futuro con optimismo. Es infinito, como el amor que se profesan.

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“Inés me aporta seguridad en mí mismo y la tranquilidad que necesito ya que soy una persona muy activa y nerviosa. También responsabilidad sobre determinadas cosas. Es la mujer con la que siempre he soñado, mi complemento perfecto y lo único que no me puede faltar en la vida” “Jose me da una estabilidad y seguridad tremenda como pareja. Es la persona que mejor me conoce. Sabe de mis debilidades y me ha demostrado que puedo contar con él siempre y eso me da mucha tranquilidad como mujer. Su cariño es infinito y su respeto hacia mí hace que sea el hombre de mi vida”

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“Inés es la perfección, un ángel caído del cielo. Su bondad, inocencia, corazón, picardía, desparpajo e iniciativa hacen que siempre esté enganchado a ella y que cada día la quiera más. Pero sobre todo tiene los valores que siempre soñé de una persona y los cuales comparto completamente. Por eso sé que andábamos sin buscarnos pero sabiendo que lo hacíamos para encontrarnos”.

FINCA BUENAVISTA EL ESPACIO ELEGIDO PARA CELEBRAR SU CÓCTEL Y BANQUETE ERA UN LUGAR muy acogedor LLENO DE ENCANTO Y RODEADO DE VEGETACIÓN

Mientras el matrimonio nos hablaba sobre su historia de amor durante la sesión de fotos, a escasos metros, en los jardines de la Finca Buenavista, se encontraban sus invitados que disfrutaban del cóctel de bienvenida de manos del restaurante más prestigioso y reconocido de Murcia a nivel nacional e internacional, con dos estrellas Michelín y con el chef Pablo González al frente. La gran cantidad de vegetación, fuentes y entorno privilegiado de la zona exterior conquistaron a los asistentes desde un principio que pronto se vieron atraídos por las dos motos con sidecar de época, roja y negra, dispuestas a modo de photocall. La ubicación no podía ser mejor. El cielo estaba nublado pero la temperatura era agradable aunque eso sí, se levantó algo de viento, el suficiente para alterar

el peinado del novio que, tras la sesión de fotos en los jardines, apareció con su esposa en torno a las 14.30 horas. Sonaba con delicadeza la música en directo de un grupo de jazz que amenizó el cóctel de principio a fin. Junto a las notas musicales, sus familiares y amigos le dieron la bienvenida que merecían. Alrededor de las mesas de cóctel los invitados se repartían en grupos mientras disfrutaban de la comida y bebida que no paraban de circular de mano de los camareros. Para los mayores se habilitaron mesas bajas y sillas para su comodidad. La velada discurría entre risas y buena conversación. La lluvia no hizo acto de presencia. Llegado este momento lo único importante era disfrutar y así lo hicieron en un exquisito cóctel que se alargó durante más de dos horas.

ESTACIONES

GASTRONÓMICAS La mayor parte del cóctel se pudo degustar de pie con multitud de estaciones temáticas. Las de Sushi Bar, Ibéricos cortados al momento y algodón dulce con foie fueron las más concurridas, pero sin duda la que destacó fue la de latas de conservas con mejillones, berberechos y navajas gallegas servidas sobre una mesa de hielo picado y acompañadas de fuentes de anchoas en salmuera que conquistó a todos. También encontramos la de quesos del mundo, arroces españoles, de marineras (tapa típica murciana consistente en ensaladilla con anchoa sobre una rosquilla) y la estación de salazones. Entre las tapas servidas en bandejas encontramos la de mini hamburguesa gourmet, bacalao en tempura, el cristal de queso con ahumados y el taco de atún con kimchee. En cuanto a las bebidas, dejando a un lado las tres barras que servían todo tipo de ellas, se habilitó un carro antiguo de época repleto de cerveza Estrella de Levante y uno de Vermutería.

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Aprovechamos este momento de distensión para hablar con algunos de los invitados. Queríamos que nos contasen cómo estaban viviendo esta jornada y que nos dijesen algunas palabras sobre el matrimonio. Si algo nos llamó la atención fue que al hablar de la pareja a casi todos se les saltaron las lágrimas mientras hacían hincapié en lo buenas personas que son y en lo guapos que les veían en este día. Algunos no podían ni terminar de hablar. Coincidieron en desearles lo mejor en esta nueva etapa que comenzaban y que siempre estarían a su lado para lo que necesitasen.

FAMILIARES Y AMIGOS DISFRUTARON DE UNA celebración INOLVIDABLE los novios aprovecharon para hacerse fotos con los invitados El ambiente era inigualable y así de orgullosos presumían de felicidad los invitados. En grupos, los familiares y amigos posaron junto a los novios en lo que se convertiría en un recuerdo inolvidable de este día tan especial. Entre conversación, felicitaciones y buenas palabras, los recién casados fueron recorriendo el cóctel para poder disfrutar de cada uno de sus seres queridos. Inés y Jose tenían muy claro que no solo ellos eran los protagonistas, sino también todos los que habían querido acompañarles en uno de los días más importantes de su vida. “Solo esperamos que disfruten porque hemos preparado esto para ellos, para que estén bien y recuerden este día siempre”, afirmaban.

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LAS INSTANTร NEAS no dejaron de sucederse a lo largo del cรณctel que superรณ las dos horas.

un menú delicioso

Inés y Jose se decantaron por una cocina de vanguardia y diseño del chef con dos estrellas Michelín, Pablo González y del restaurante de La Cabaña que encabeza. Hicieron hincapié en la presencia de productos nacionales y sabores típicos de la región de Murcia que conquistó a los paladares más exigentes. Todos disfrutaron de lo lindo de un banquete pensado para cada uno de ellos. El convite estuvo compuesto por dos platos principales: ensalada de sardina con guacamole y remolacha, una auténtica locura por lo explosión de sabor. La carne llegó con el solomillo de buey de primerísima calidad con foie y ñoquis de gorgonzola. Se terminó con un sorbete de mandarina con espuma de frutos rojos y pipeta de vodka. El postre consistió en un trampantojo de chessecake con tierra de cacao que simulaba una fresa. Con las infusiones se sirvieron una representación de bombones con los chocolates más selectos del mundo como el de Suiza o Bélgica, denominados “petit fours”.

50 46 entrante: ensalada de sardina con guacamole y remolacha.

de primero: solomillo de buey con foie y ñoquis de gorgonzola.

SITTING DE RÉCORD El salón era espectacular en sus dimensiones pero aún lo era más el sitting plan que realizó a escala el propio novio. Con dos metros de alto por seis de ancho se convertía en el sitting expuesto más grande de la historia de la finca, un récord que quedará publicación de un artículo de la web site de Buenavista. En él estaban dibujadas a escala cada una de las mesas así como los nombres de los integrantes en su interior. El panel fue decorado con vegetación, mobiliario de época y detalles que hacían referencia a los oficios de la pareja, todo ello bajo el epígrafe “Encuentra tu mesa”. Eran 33 en total presididas por un gran candelabro dorado que culminaba en un gran centro floral en el que se descolgaban ramas y flores, obra del Juli Flores. En la abundante decoración floral predominaba el verde, burdeos, rosas y blancos. Cada comensal tenía asignado su lugar con cartel personalizado y distinción. Además se encontrarían con un palo selfie para que autoinmortalizaran los momentos más divertidos del banquete y de su mesa.

cierre: sorbete de mandarina con espuma de frutos rojos y pipeta de vodka.

POSTRE: trampantojo de chessecake con tierra de cacao.

UN BANQUETE DE LO MÁS ANIMADO Rosa, la mejor amiga de Marina y Esther, hermana de Alejandro, preparadas para mostrar su videofriend. Un gran trabajó que logró su objetivo: emocionar a los novios y, de paso, a todos los presentes.

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CUMPLEAÑOS

Nada podía hacer sospechar a Alzhara que su prima Lorena tendría el detalle de preparar una tarta temática especial por coincidir su 30 cumpleaños con el día de la boda. La novia, siempre detallista, encargó una tarta de fondant que recreaba una montaña que estaba siendo escalada por una simpática rubia con cierto parecido a Alzhara. Este bonito detalle emocionó a la cumpleañera quien no pudo evitar lanzarse a los brazos de los novios.

UNA TARTA PARA LOS MÁS GOLOSOS

l salón donde se celebraría el banquete estaba repleto de invitados que ocuparon sus asientos a la espera de que la mesa principal cobrara vida con los protagonistas de la jornada. A las 16:00 horas y al ritmo de “A dream is a wish your heart makes”, tema principal de la BSO de la película “Cenicienta” de Disney, los novios entraron al salón. Llegaron los últimos, como manda la tradición, y con muchas ganas de marcha. Todos sus invitados se levantaron para darles la bienvenida. Los recién casados se colocaron en el centro del salón para brindar por ellos con Möet & Chandon. En pocos minutos el salón era un ir y venir de camareros y platos. Todos coincidían en lo bueno que estaba todo. Brindis, risas y música ambiente para hacer aún más especial la velada. La comida trascurrió, tal y como habían deseado nuestros novios, de lo más animada. Una cita con las personas más importantes de su vida con la que festejar su amor.

AMBIENTE FESTIVO

Durante el banquete, el equipo de La Exclusiva paseó por el salón, mesa por mesa, para captar las mejores instantáneas de los comensales. En este nuevo espacio tampoco nadie puso obstáculo alguno a dejarse inmortalizar por nuestras cámaras, más bien todo lo contrario. Durante la cena fueron varias las ocasiones en las que los invitados reclamaron un beso a los novios. Una demanda que no puede faltar en cualquier banquete que se precie. Toda una tradición a la que Inés y Jose sucumbieron encantados. El ambiente era único, íntimo y muy familiar. Los amigos del matrimonio no podían dejar pasar la oportunidad de felicitar a los contrayentes por la emotiva ceremonia y, por supuesto, por el lugar elegido para la celebración.

Para los novios, la presencia de cada uno de sus invitados era clave. Era un número importante, 320 asistentes en su mayoría murcianos aunque también pudimos hablar con otros llegados desde Valencia, Sevilla, Madrid, Cádiz, Londres, Roma o incluso Boston, donde vive actualmente uno de los testigos, José Antonio. Eran muchos, pero como bien subrayaban los novios: “No hay ningún compromiso. Todos los que nos acompañan son importantes para nosotros. Estamos encantados con que están aquí en un día tan destacado”, nos decían. Las muestras de cariño y los gestos de complicidad hacia la pareja fueron una constante.

Una imagen vale mĂĄs que mil palabras. Marina y Alejandro, bailando como dos tortolitos o...Âżcomo dos patitos?

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UNA VELADA LLENA

DE SOR P RESAS BONITO HOMENAJE A LAS MUJERES MÁS IMPORTANTES DE SUS VIDAS Los novios son, además de generosos, dos personas muy agradecidas. Desde el inicio de su relación el apoyo que han recibido de algunos integrantes de su familia y amigos ha sido incondicional. Conscientes de este fenómeno, los recién casados quisieron homenajear a sus más allegados para agradecerles su dedicación y cariño constantes. Algunos invitados encontraron junto a sus cubiertos regalos muy especiales. Fue el caso de Cristina y Sebastián que descubrieron un cofre repleto de detalles para su futura hija. “¡Estamos embarazados!”, nos decían emocionados. También la hermana de Inés halló otro cofre que contenía una sesión de fotografía con Javier Berenguer en el día y en los lugares que ella deseara. “¡No puedo tener mejor hermana y mejor cuñado!”, exclamaba al descubrir el contenido de la caja. No fueron los únicos en encontrarse con este tipo de sorpresas nada más

sentarse. Aún así las sorpresas más sonoras aparecieron con música y de la mano de los propios novios que, en primer lugar deambularon sin rumbo fijo por el salón al ritmo de “Es la noche del amor” de El Rey León. La novia sostenía su ramo y era evidente que quería entregárselo a alguien pero aún se desconocía su destinataria. El misterio se destapó unos segundos más tarde al detenerse junto Ginesa, amiga de la infancia. Ella se convertía en la portadora de las flores más especiales del día, las que formaban el ramo de la novia. Otros ramos muy especiales también hicieron acto de presencia durante el banquete. Fueron dos y es que los novios quisieron entregar unas bonitas flores a sus abuelas que no pudieron reprimir las lágrimas al recibirlos. Para este instante tan especial se escuchaba “She”, de la BSO de Notting Hill.

UN REPASO POR SUS VIDAS Ni los novios ni sus invitados aguantaron mucho tiempo sentados en sus mesas y, casi desde el comienzo de la comida, el salón fue un ir y venir de personas. Las ganas de fiesta eran casi mayores que las de cenar. Los novios aprovecharon estos instantes para entregar los presentes y recuerdos de este día a sus invitados. Como detalle de este jornada inolvidable recibieron un perfume de Carolina Herrera, en sus dos versiones, tanto para ellos como para ellas. El detalle encantó a sus invitados y resultó todo un éxito. Justo antes del baile, sus

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amigos y familiares les sentaron en el centro de la pista para sorprenderles con un regalo muy especial. Se trataba de una proyección donde aparecían los protagonistas en un recorrido fotográfico desde su infancia hasta la actualidad y en el que se hacía un bonito homenaje a la increíble vida e historia de amor de los recién casados que se quedaron sin palabras ante el despliegue audiovisual. La emoción estaba servida y si no que se lo digan a Inés que no paró de llorar al recordar tantos momentos destacados en sus vidas.

MUY DULCE

Los novios quisieron cumplir con la tradición que aún sigue muy presente y vigente en la mayoría de las celebraciones nupciales: el corte de tarta. En su caso era una impresionante tarta de merengue tradicional de dos alturas y coronada con dos muñeco que los representaba. Inés y Jose se pusieron en pie y cogieron el sable para proceder al corte abriendo así el turno del postre. Lo hicieron bajo la atenta mirada de sus invitados que no pudieron evitar aplaudir este momento imprescindible. El brindis no se hizo esperar.

ras tanto comer, beber y reír ahora tocaba ¡¡bailar!! Pero primero les tocó a ellos, evidentemente, a los recién casados, que dejaron a los presentes boquiabiertos con el baile de apertura que habían preparado. La canción elegida para este emocionante instante fue una muy especial para la pareja, “A thousand years”, de Cristina Perri que, sin duda, narra su propósito y el sentimiento que les ha traído hasta aquí. Lo bailaron en versión vals como si de unos auténticos profesionales se tratara y es que los novios aprendieron y practicaron cada paso en la Escuela de Baile de Antonio Jara, la de mayor prestigio de la costa murciana. A excepción de algún pisotón que recibió la novia en su vestido, les salió genial. De este modo comenzaron a bailar mirándose a los ojos, muy cerca el uno del otro y pensando en la vida unida y feliz que les esperaba. Ambos reían sin parar. Fue un momento lleno de magia y, sobre todo, de mucho amor y complicidad.

SECUENCIA COMPLETA:

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BAILE NUPCIAL

En una segunda fase del vals, el novio continuó danzando con la madrina y la novia con el padrino. Más tarde los padrinos se unieron a sus respectivas parejas mientras los novios volvieron a hacerlo juntos. Se sumaron a escena los hermanos de ambos abriendo de este modo la entrada a la pista al resto de los invitados. Entre todos ellos destacaron dos de los pajes, Adrián y Cristina que se arrancaron por iniciativa propia con la canción que sonó con fuerza tras el vals. Era todo un clásico: “Let´s twist again” de Chubby Checker. Con esta melodía contagiosa los novios acabaron por los aires. Sus amigos les mantearon para festejar su amor en este día inolvidable.

UNA FIESTA INOLVIDABLE

Tras el baile de apertura, la fiesta siguió y ya no paró hasta bien entrada la madrugada. Para ello se trasladaron a un tercer escenario de la finca, La Cabaña, una construcción importada desde África donde normalmente se ubica el restaurante y que desalojaron especialmente para este cometido. Aquí se habilitó la barra libre con ginebras y tónicas premium de todo el mundo y con cocteleros que supieron hacer absolutas maravillas con esta materia prima y su aderezo. El corner de los Gin Tonics rincón fue uno de los más comentados y frecuentados. Junto a este, dos barras más con cócteles especiales y bebidas espirituosas más allá de la ginebra. También se instaló un cigar bar con varios tipo de tabaco, puros pequeños aromatizados y Habanos cubanos de primera calidad, todo ello instalado por Carlos Jose, amigo del novio y experto estanquero. Muy cerca, el candy bar coronado por las figuras hechas en goma eva de los novios en las que aparecían vestidos de voluntarios de Lourdes, así como con sus “uniformes” o indumentaria de sus respectivas profesiones. Fuera, en los jardines, los asistentes encontraron un fotomatón y un photocall de la empresa Fotocalessino. Resultó muy divertido ya que sus dueños eran dos gemelos idénticos, muy dicharacheros y vestidos de forma muy peculiar. En la trasera había photocall con motivos médicos y de arquitectura con el logo de la boda en grande. Los invitados pudieron pegar las fotos del fotomatón en un libro junto a sus dedicatorias. La música durante las tres primeras horas corrió a cargo de la orquesta Carpe Diem. Por último el DJ pinchó hasta altas horas de la madrugada.

Rosa, la mejor amiga de Marina y Esther, hermana de Alejandro, preparadas para mostrar su videofriend. Un gran trabajó que logró su objetivo: emocionar a los novios y, de paso, a todos los presentes.

CUMPLEAÑOS

CUMPLIENDO LAS EXPECTATIVAS Antes de marcharnos los novios quisieron hacer balance para nuestros micrófonos de la jornada y lanzar un reconocimiento a la labor de aquellos que más han aportado en la organización de la boda. Hizo de portavoz Inés. “Mención especial a mi hermana Ana y a nuestros respectivos padres, así como a los padres de nuestra paje Alba, Teresa y José Antonio. También queremos destacar

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el trabajo de la decoradora y asesora Arianna Pe. Gracias a todos ellos y a nuestros invitados nos hemos sentido como auténticos protagonistas. Solo hemos recibido palabras bonitas y buenas críticas a lo que hemos preparado con tanto cariño. Nos sentimos pletórico y emocionados. No podemos ser más felices”, nos decía.

Ahora sí, tras tantas emociones y sentimientos compartidos, los novios dieron rienda suelta a la diversión. La fiesta estaba muy animada con canciones en directo que llenaban la pista de baile de alegría y júbilo. Los novios disfrutaron enormemente de una jornada cargada de sorpresas y de momentos emocionantes e inolvidables. En menos de 48 horas, el 20 de marzo, disfrutarían al máximo de su luna de miel en un viaje único por el continente asiático donde visitarían tres países muy diferentes: Japón, Tailandia y Maldivas. “Queremos hacer un tour que combine la peculiar cultura japonesa y su contraste con el mundo occidental con la naturaleza, con las costumbres rurales de Tailandia para terminar descansando en las playas paradisíacas de Maldivas. Desde España volarán hasta Japón durante doce días para hacer realidad su sueño de descubrir su inmendidad histórica y degustar su sushi, uno de sus platos preferidos. También recorrerán la ruta samuray con pueblos por los que parece que se ha detenido el tiempo, además de visitar grandes y espectaculares ciudades como Osaka, Kioto, Hiroshima o Tokyo. Desde aquí, desde Tokio, cogerán un vuelo a Bangkok en el que permanecerán cinco días para adentrarse a través de sus excursiones por sus selvas, templos y mercados increíbles. Por último pasarán seis días en Atolon, Maldivas, en un bungalow sobre el agua con piscina propia ¡Casi nada! A media noche el equipo de Exclusiva dejó que los novios, junto a sus invitados, continuarán con la celebración en la más absoluta intimidad. Os deseamos todo lo mejor. Os lo merecéis.

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¡Sed muy felices!

18 MARZO 2018